Partida Rol por web

Las chicas corrieron entre las manos, intentando solamente pisar el angosto pasillo de piedra que se hallaba a un y otro lado del fango. Lo lograron y subieron por la escalerilla. Ahora se encontraban en la parte superior del cuarto, donde antes toda la zona de la escalera estaba tapada por el agua. Volver a activar el mecanismo de ella haría que sus compañeros, que aún seguían abajo, tras la puerta del túnel, se ahogarían; así que eso no era una opción.

Podían esperarlos o tratar de volver afuera, o quizás explorar solas un poco el Castillo. Sea como sea, tenían que tener recaudos pues por lo pronto se encontraban solas.

Escucho un quejidito que viene del tuno, y mientras me abalanzo con mi estaca contra la chica, le digo:

-Alejandro, esta vez estás desafinado la melodía, déjame echarte una mano, o mejor aún, una estaca...

Ensarto a la perra como si fuese un canapé en una fiesta de sociedad, aquellas a las que tantas chicas asistían, y tanto echaba de menos en aquel momento.

La estaca se clavó en el pecho de Bethany, quien golosa de la sangre del joven músico, se distrajo justo en el momento en que su compañero reaccionaba. Antes de que siquiera el Dr. Van Helsing pudiera hacer alguna cosa, ayudar de cualquier forma, fue Raymond quien aniquiló a la última de las consortes del Conde.

La estaca se insertó profundamente y, en segundos, la vampiresa pelirroja pasó a convertirse en cenizas. Cayeron éstas al suelo y luego se desperdigaron con el viento...

Pronto la niebla desapareció y la puerta del pasillo por la cual habían entrado, se abrió nuevamente.

Mientras las jóvenes están pensando en qué hacer, ven como, desde abajo, la puerta por la cual los muchachos entraron, se ha vuelto a abrir.

Hago un pequeño baile con una gran sonrisa alrededor de Alejandro, mientras le sacudo un poco el polvo de su chaqueta. Acto seguido, le doy un beso a mi estaca, y le comento:

-¡Y van dos!, por cierto, te sangra un poco el cuello, a ver si se te va a infectar eso. Vamos a ver a las chicas, a ver si les ha pasado algo mientras estaba tomando su aperitivo la vampiresa.

Miré las cenizas sobre mí y miré a Raymond. por lo menos había servido de algo. Me levanté y me sacudí las cenizas - Sí, por lo visto te gusta matar mujeres y dormir con hombres

Pasé mi mano por el cuello y me limpié la sangre mientras miraba alrededor - supongo que ya faltan menos...