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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

7. ¿Reencuentro?

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20/11/2011, 19:21
Narrador

Viajásteis durante todo el día. Por el camino encontrásteis un par de caravanas mercantes y Emeric decidió que sería más seguro viajar junto a una y pernoctar también cerca del mismo campamento para que no tuviérais que preocuparos tanto por los animales salvajes, los asaltantes de caminos... o incluso los restos desperdigados de la horda que cada vez eran más escasos pero todavía deambulaban por ahí.

Al segundo día os levantásteis con el sol y continuásteis el camino. Pudiste notar que, conforme os acercábais al norte, los restos de indicios de batalla eran cada vez menos frecuentes puesto que la horda no había llegado tan arriba pero aún así no llegaban nunca a desaparecer.

La ruta transcurría sinuosa siguiendo la linea de la orilla del inmenso Lago Calenhad y veías crecer cada vez más y más la silueta de la Torre del Círculo en el horizonte que se alzaba hacia el cielo con el orgullo de haber sobrevivido a la Ruina. Las ganas de llegar que sentías en tu interior parecían ir creciendo a la par.

Finalmente, al caer la noche, pudiste observarla más de cerca de lo que la habías visto nunca.

La calzada desembocaba en una pequeña pendiente que conducía a una explanada en la orilla. Una posada había sido edificada para recibir a los viajeros cansados pero con los jirones de bruma que flotaban perezosamente al ras del suelo iluminados por la pálida luz de la luna llena, la danzante luz anaranjada de las antorchas que brillaba en la entrada y el chapaleo ahogado y suave del agua, se te antojaba una estampa embrujada y misteriosa.

Frente a ti, un enorme pináculo de piedra que descansaba sobre una isla interior en el lago llenaba tu campo de visión. La Torre del Círculo cuya figura imponente se recortaba a contraluz tan alta que alcanzaba con su cúspide la luna, ofrecía una estampa silenciosa. Igualmente misteriosa pero inexplicablemente hermosa.

En su día por lo visto había existido un puente también de piedra que la conectaba con la orilla pero en la actualidad tan solo quedaban de él pedazos separados. No podía usarse... pero a alguien se le había ocurrido la sabia idea de construir un embarcadero, a la torre se llegaba en bote. De hecho había un hombre trabajando sobre uno, la única persona a la vista.

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20/11/2011, 19:56
Emeric

Al fin... —suspiró Emeric visiblemente aliviado—. Vamos, para acceder al Círculo hay que cruzar en la barca. Es paso libre.

Descendísteis por la suave cuesta y os dirigísteis al embarcadero. Conforme lo hacíais, Emeric torció el gesto; el hombre se encontraba reparando la embarcación.

Eh, Jhonas—saludó—. ¿Qué demonios le ha pasado a tu barca? ¿Puedes llevarnos a la torre?

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20/11/2011, 20:24
Barquero Jhonas

El hombre resopló irguiéndose y llevándose las manos a los riñones con gesto dolorido. Era un tipo que rondaba la treintena, tenía el cabello rizado y algo largo, una sombra de perilla comenzaba a cubrirle la mandíbula angulosa y os observaba con dos ojos estrechos y oscuros.

Pues me temo que no—respondió con un quejido tras estirarse—. Una de esas cosas del fondo del lago le hizo un buen boquete a Mirabelle y me temo que hasta mañana no va a estar a punto. Deberíais dejar de arrojar esos brebajes al agua o un día lo que saldrá de lago será un condenado dragón acuático de tres cabezas.

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20/11/2011, 20:25
Emeric

Emeric suspiró y puso los ojos en blanco.

Por enésima vez, los experimentos de alquimia no terminan en el lago. Deberíais dejar de alimentar invenciones como esa.

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20/11/2011, 20:26
Barquero Jhonas

El hombre se encogió de hombros con sencillez.

Como sea—dijo—. El caso es que uno de esos monstruitos acuáticos le ha hecho un boquete a mi barca del tamaño de un melón y casi me mata a mí del susto. Lo siento, pero esta noche no vais a poder cruzar hasta la torre.

Sin más, volvió a acuclillarse y continuó martillando una tabla que había dejado a medias.

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27/11/2011, 14:38
Derek

Derek, que había esperado todo el día para este momento, vio sus esperanzas hechas trizas por la estupidez del barquero. Apretó los dientes y crispó las manos, pugnando por no empezar a soltar improperios. En lugar de eso, se tragó las palabras, bajándolas por la garganta con la amarga bilis y el regusto del fracaso. Mirando de soslayo a Emeric, se contentó con un:

-¿Y ahora qué?

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27/11/2011, 14:48
Emeric

Emeric se pasó la mano por la cabeza y terminó rascándose el cuello.

Nada, supongo que tendremos que pasar la noche en la posada—suspiró resignado—. La barca no puede estar inoperativa mucho tiempo, seguramente mañana podamos cruzar—miró entonces de nuevo al barquero—. ¿No?

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27/11/2011, 14:55
Barquero Jhonas

El interpelado dejó de martillar un momento y miró al mago hablando con un par de clavos asomando en la comisura del labio

Fí, Fiempre que defjes de inferrumfirme.

Sacó uno y lo colocó sobre la tabla para continuar martillando. Al parecer aquellos dos se conocían, de lo contrario no volarían tanto las confianzas.

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27/11/2011, 14:57
Emeric

El mago no pareció ofendido, es más, manoteó el aire en teatral gesto de tregua.

Está bien, cascarrabias. Dejaremos que le gruñas a tu barca en paz—entonces se giró y te hizo un gesto para que lo siguieras—Ven, vamos. La habitación corre de cuenta del Círculo cuando pasan este tipo de cosas. Más que nada porque no son nada usuales.

Pudiste deducir que eso era así porque de lo contrario el posadero no sería tan generoso "regalando" alojamientos.

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27/11/2011, 15:04
Narrador

Seguiste a Emeric hasta la posada que descansaba junto a la pendiente que conducía a aquel claro en la orilla. La construcción se hallaba encajada entre los arcos del antiguo puente y estaba hecha de madera. No tenía mal aspecto ni parecía un antro de mala muerte pero con las dos antorchas que flanqueaban su entrada, los jirones de bruma nocturna que flotaban por el suelo y el sonido de los grillos, continuaba inspirándote la sensación de que os recibiría una bruja con una bola de cristal en la mano.

Sobre el marco colgaba un cartel en el que podían verse pintadas unas letras algo desvaídas que rezaban "La Doncella Consentida", de hecho, en el extremo derecho del cartel había dibujada la estilizada silueta de un perfil femenino.

La puerta gimió sobre sus visagras cuando entrásteis y el suelo de madera crujió suavemente bajo vuestras pisadas. Dicha estancia estaba repleta de mesas redondas, distribuidas de modo y manera que no daba un aspecto abigarrado a la vista pero tampoco vacío. En el extremo noreste se encontraba la barra tras la cual un hombre que rondaba la cincuentena limpiaba concienzudamente una jarra (y te alivió ver que no era partícipe de la clásica y nauseabunda costumbre de escupir en ella que tenían muchos posaderos) Los únicos parroquianos eran un enano y una enana que se encontraban tomando sendas cervezas en una de las esquinas mientras charlaban animadamente.

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27/11/2011, 15:23
Emeric

Jen, problemas con la barca—saludó Emeric acercándose al posadero que había dejado sus quehaceres para observar a los recién llegados—. ¿Te queda alguna habitación?

El hombre movió su poblado mostacho de tal  forma que a te recordó a un roedor, luego resopló asintiendo a regañadientes y buscó algo bajo el mostrador de madera.

No creas que no me he dado cuenta—refunfuñó—. El condenado Jhonas se ha pasado media mañana renegando y liquidando la mitad de mis existencias de aguardiente enano así que más le vale arreglarla pronto o me dejará seco. Queréis dos habitaciones, supongo.

Lo último era más bien una afirmación. Emeric asintió y el posadero le lanzó sendas llaves al aire que el mago trató de coger sin mucho éxito, se le cayó una y tuvo que agacharse para recuperarla y dártela mientras mascullaba algo sobre que algún día le sacarían un ojo con aquél tipo de costumbres.

Nunca entendí por qué hay un único barquero con un único bote para transportar a la gente de ida y de vuelta al Círculo—había mascullado mientras subía las escaleras hacia el segundo piso de la posada—. Aunque según el Caballero Comandante, todos le tienen demasiado miedo a la "fauna" del lago. El único lo suficientemente loco o valiente según se mire por lo visto es Jhonas.

Puso los ojos en blanco y gesticuló un poco con una mano.

Según él es por la tradición familiar... pero que me aspen si llevar a gente en barca puede considerarse "tradición".

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27/11/2011, 21:06
Narrador

Las escaleras conducían a un largo pasillo jalonado de puertas y la luz de la luna entraba fantasmagóricamente por una ventana al fondo dibujando una blanca silueta alargada en la madera del suelo. El silencio era absoluto.

Encontraste tu habitación y, contra todo pronóstico, ésta no resultó tampoco ser un cuchitrill repleto de ratas. Se veía sencilla pero cómoda, los únicos muebles eran la cama, una mesilla de noche, una mesa con dos sillas y un baúl. Suficiente para albergar a una persona sin que le faltase nada.

Tras despedirte de Emeric hasta el día siguiente, te dejaste caer pesadamente en el colchón a recuperar energías. Sólo una noche te separaba de tu llegada al Círculo y de la reunión con tu hermana aunque no pudiste decir cuántas veces te despertaste y volviste a dormirte.

Finalmente, la última vez que abriste los ojos, el sol entraba suavemente por la ventana, amortiguado por la bruma matutina y dándole a la habitación un tenue color sepia. Debía haber amanecido hace poco pero ya estabas listo para salir catapultado de la cama, desayunar algo y cruzar el lago. Cuando llamaste a la puerta de la habitación de Emeric no recibiste respuesta. El mago debía haberse levantado antes probablemente y habría bajado a tomar algo.

Descendiste las escaleras acompañado por el suave chirriar de la madera y llegaste al piso inferior de la posada que encontraste desierto pero con la puerta abierta por cuyo marco entraba la luminosidad amortiguada por la bruma. La Torre del Círculo se veía reducida a una mancha borrosa y tenue pero alcanzaste a ver algo más: una silueta humana estaba parada afuera, como si dudase entre entrar o esperar.

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30/11/2011, 00:48
Derek

El malhumor de Derek iba en aumento. No quería pagarlo con su acompañante, de modo que cenó escuetamente y se metió en su habitación tan pronto le fue posible. Craso error. Pasó la mayor parte de la noche dando vueltas de un lado a otro, mirando hacia el lago desde la ventana y pensando, pensando... Cuando se echó a dormir no consiguió conciliar el sueño más que unos minutos cada vez. El sueño y la vigilia se mezclaban, y ya no sabía lo que era un pensamiento consciente y un fragmento onírico. Pero al final, como siempre, salió el sol. El futuro templario se levantó sin sueño y con mucha energía. Buscó a Emeric y no lo encontró, y cuando miró hacia la Torre se preguntó quién demonios estaba en la puerta parado como un tarugo... pero tampoco mucho tiempo. Se acercó al embarcadero primero para comprobar si la barca era utilizable.

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30/11/2011, 12:28
Narrador

Cuando saliste de la posada por la puerta abierta, te topaste con que la silueta que habías visto desde dentro pertenecía a alguien que seguramente figuraba entre los que menos te habrías imaginado.

Gabrielle estaba parada en medio del claro que formaba la orilla por cuya superficie flotaban los jirones de bruma matutina. Miraba al suelo y apretaba los nudillos de una mano contra la boca, como si no se decidiera entre seguir hacia la posada o volver corriendo al embarcadero.

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01/12/2011, 23:32
Derek

El rostro de Derek se iluminó. El templario echó a correr hacia el lago agitando los brazos.

-¡Eh! ¡Eh! ¡Gabrielle! -Hizo bocina con las manos para que la voz le llegase mejor. Miró hacia la barca, preguntándose si estaría ya preparada para tomarla. ¿Sería una locura echarse a nadar? Sí... Pero no por ello lo deseaba menos.

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02/12/2011, 11:17
Gabrielle

Derek no tendría que nadar. Al parecer, habían arreglado la barca aquella mañana, porque Gabrielle había conseguido cruzar el lago. Gabby lanzó un chillido de emoción y salió corriendo al encuentro de su hermano, dejando a su paso el rastro de una risa jovial y cantarina.

¡Derek, Derek! —dijo, arrojándose en sus brazos—. ¡He salido a tu encuentro en cuanto me he enterado de que venías! Hacedor, cuánto te he echado de menos.

Gabby se refugió en los brazos de Derek, y durante unos momentos disfrutó solamente del contacto con su hermano. Su olor seguía siendo el mismo. Un olor que le recordaba al hogar y a tiempos más felices.

Qué guapo estás —dijo, separándose al fin, y pasando cariñosamente una mano por la mejilla de Derek.

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02/12/2011, 13:32
Derek

Derek esperó la llegada de Gabrielle hasta su posición con gran impaciencia. Sentía como si le recorrieran los brazos y las piernas hormigas invisibles. No podía dejar de sonreír. Cuando llegó hasta él, la estrechó con fuerza y la levantó para darle una vuelta, como cuando eran pequeños. Le dio un beso en el pelo y la miró lleno de alegría, cerrando los ojos brevemente cuando Gabby le rozó la mejilla. Estaba más áspera que la última vez que se habían visto, pero es que Derek ya era un hombre.

Extendió su mano y acarició a su vez la cara de su hermana.

-Tú estás mucho más guapa. Has crecido. ¡Ven aquí!

Le dio otro fuerte abrazo y más besos... castamente situados en la cabeza. No recordaba que su hermana oliera tan bien.

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02/12/2011, 22:20
Gabrielle

Gabby dejó que Derek la estrechara entre sus brazos. Por primera vez en muchos años se sentía bien, completa. Se entregó al cariño de su hermano, a sus besos y caricias.

Oh, Derek —ronroneó como un gatito—. El destino fue cruel al separarnos. Dime que nunca más volverás a alejarte de mi.

Se separó de él brevemente para dedicarle una mirada suplicante.

Te necesito.

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04/12/2011, 12:48
Derek

Derek notó que sus tripas se fundían en algo cálido y furioso, como la lava ardiendo. Tragó saliva y, si no la besó en ese mismo instante, fue precisamente por ese instante de duda. Se acordó de que estaban en mitad del embarcadero, de que cualquiera podría verlos, de que Gabby podría asustarse... Pero... ¿lo decía de verdad? ¿Lo decía como él lo sentía, o era más bien una frase inocente, pronunciada como se lo habría dicho a su padre?

La duda le hizo abrazarla en lugar de hacer algo más. Así evitaba tener que mirarla a los ojos y delatarse.

-Nunca volveré a separarme de ti. Te lo juro. Te protegeré siempre. Para eso me he convertido en templario, ¿eh?

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04/12/2011, 14:55
Emeric

¡Por la dulce sangre de Andraste!

Una voz familiar interrumpió tus cavilaciones. Al girarte viste a Emeric en la puerta de la posada, mirándoos con los ojos abiertos como platos en una expresión de alarma. El mago se quedó así unos instantes y finalmente echó a andar a grandes zancadas hacia ellos.

¡Aléjate de él, bruja!—amenazó señalando a Gabrielle con un dedo acusador mientras andaba—. ¡Sé lo que eres y sé lo que buscas! ¡Pero no lo vas a conseguir si yo puedo impedirlo!