Partida Rol por web

El amanecer trae un dia límpido a la Villa de Thelgaard, con un viento fresco, proveniente de las montañas, al noroeste, cuando os volveis a reunir en la Sala de Audiencias, en el Palacio del Duque Walker. Os franquean el paso con un saludo marcial, invitandoos a dejar vuestras posesiones en la sala abovedada de entrada a la Sala, y cuando vais entrando, pese a lo temprano del dia, la mesa de Juntas presenta un mantel de lino blanco, y varias bandejas con fruta, queso fresco, curado, y para untar, y diversos tipos de cecinas en mayor o menor grado de curacion. Ademas, la mesa camilla donde ayer habia vino, presenta varios tipos de leche, miel, te y café. Otra bandeja tiene varios tipos de pan: centeno, trigo, con salvado,etc... cortado en rebanadas.

Segun vais entrando, una chica joven del servicio, de pecho generoso, y pelo rubio yliso y recogido en un moño, que tapa con una cofia, os va sirviendo el desayuno, respondiendo a vuestras caras de asombro con un escueto, pero educado, y acompañado de una ligera reverencia: - Ordenes de Sir Patek...

Una vez os habeis reunido todos de nuevo, y la chica ha servido al ultimo en llegar, esta hace una reverencia, y escusandose, se ausenta de la Sala, no sin antes deciros siempre sin miraros a los ojos: - Al final del desayuno, Sir Patek se reunirá con sus señorias....

La cristalera refleja los primeros rayos del sol en mil colores, que rebotan por el artesonado del techo, aumentando la magnificiencia de la Sala del Palacio. Decididamente, el Duque tiene buen gusto, aunque a todas luces caro.

Desde la balconada, se puede ver como, hacia el este, la Villa empieza, perezosa, a desperezarse, y a empezar a mover los engranajes. Mas cerca, en el patio de Armas del Alcazar de la Corona, un gran contingente se prepara para patir, los pendondes de las tres ordenes al viento de la mañana, con los carros de suminitro iniciando viaje, como los mas lentos de la comitiva. Un toque agudo y mantenido de trompeta es el signo para que las enormes puertas del Fuerte se abran, y los primeros Caballeros crucen el puente levadizo hacia la Avenida de Vingaard, que, pasando las murallas exteriores les llevará mas alla, a la Calzada del Noreste, hacia Solanthus.

En la cara de cada uno, podeis adivinar la mirada de expectación y emocion que os embarga, a cada uno, por sus motivos...

- Hey, perdona.

Dije llamando la atención de la sirvienta.

Ante el requerimiento de Sir Tarben, la joven se para, y se cuadra, mirando al suelo, diciendo:

- En que puedo servir a su Señoria...??

- Creo que hay algo raro ahí.

Dije levantando el brazo un poco, pero sin señalar nada concreto, lo suficiente como para que ella piense que señalo a algo.

Sin dudarlo, y aunque no mira a los ojos del Caballero, se gira hacia el lado en que señala, con cara de alarma, por si hay algo que le haya podido contrariar...

Rapido me muevo de la silla para poder verle los ojos.

- Ahh era eso! (exclamó), Tus bellos ojos todavía no habían iluminado la sala. ¡Si! así es mejor. 

Dice mientra se sienta y de manera despreocupada coge algo de cecina y la coloca encima de pan a la que previamente le ha puesto miel y se lo come.

 Miré alarmado, por si sucedía algo malo, cuando mencionaron que había algo raro:

 - ¿Que sucede?.

Doy los buenos días a todos con una sonrisa en mis labios. Cojo un poco de comida, sobre todo queso fresco y pan recién hecho. Me dirijo hacia la balconada y no dudo en abrir los amplios ventanales y salir a respirar aire, y que me despeje, mientras pego mordiscos al queso, me quedo apoyado en la ornamentada baranda viendo a las fuerzas partir.

No puedo evitar pensar que ojalá yo estuviera ahí,con mis hermanos de batalla-suspiro- mi destino es otro, pero no puedo dejar de mirarlos con una mezcla de envidia y orgullo, ¿que podría hacer frente a este batallón? Llevan la victoria escrita a fuego.

La conversación de dentro de la habitación, me hace girar la cabeza de medio lado, hasta que oigo el piropo nada sutil de Tabern y pongo los ojos en blanco, mientras mantengo la risa a duras penas en mi pecho, vuelvo la mirada al patio para seguir disfrutando de la vista.

El minotauro parecía otro con la armadura puesta, una cota de mallas que se ajustaba perfectamente a su musculado cuerpo, puede que incluso demasiado por algún kilo de más derivado por la inactividad. Pero sobretodo por el enorme hacha que colgaba de su espalda y que la cruzaba de lado a lado. Un hacha enorme y afilada que en manos de Zoak prometía talar de un solo golpe a cualquier enemigo que se interpusiese en su camino.

Por si esto fuera poco, una espada larga colgaba de su cintura enfundada. Aunque sólo por la empuñadura ya se intuía que era un arma de una manufactura exquisita. Y un escudo de acero adornaba su brazo izquierdo.

Con esta porte entró de nuevo en la sala donde ya se encontraban sus futuros compañeros. Un amago de sonrisa pugnó por aparecer en sus labios cuando su amigo trató de flirtear con aquella humana. 

¿Alguna novedad?

Quizás durante la noche hubieran podido tener otro sueño de esos esclarecedores, por lo menos para saber cuales serían los primeros pasos a dar.

La azorada joven, a todas luces nerviosa por ser el centro de atencion, tarda unos segundos en procesar el movimiento de Sir Tarben, pero cuando lo hace, olvida toda la formación recibida, y suelta una risita nerviosa, mirando por primera vez a los ojos a su interlocutor. Hace varias reverencias demasiado rapidas y se gira hacia la puerta, trastabillando ligeramente consigo misma, mientras dice: - Perdon, mis señores... Tengo que irme... Y acaba saliendo con la risita tonta de fondo.

Queda claro que no en todos los ambientes Sir Tarben se siente igual de nervioso, pues realiza el piropo con clase, sin trabucar en ningun momento, y con movimientos casuales, como debe ser.

Sir Leviathan puede ver, pasados unos minutos, que la Caballeria inicia su salida del castillo, en absoluta formacion, con sus armaduras brillando al sol naciante. mientras la infanteria inicia su andar, tambien en absoluta formacion tras ella. Realmente, un espectáculo impresionante, como debe pensar la mayoria de la poblacion de la Villa, que han pausado sus quehaceres para observar el movimiento de tropas.

Me aligero en disfrutar el desayuno. Está claro que puede ser demasiado ostentoso para los que somos. Un derroche de cara a otras personas que quizás no podrían disfrutar de la calidad de esos alimentos ni en el mejor de sus días. Pero sería sumamente des cortés rechazar lo que le han puesto por delante. Lo disfrutaría ahora y tomaría nota mental de no repetirlo de ser él el que tuviese la elección. También pensó en la sirvienta, llevaba años mirándola desde lejos. Tenía que ser ahora o nunca, pues no sabía que le deparaba el futuro... Una pena que fuese tan buena ruborizándose como él msimo. Antes de que su mente se trasladara a escenas más románticas se obligó a recordar lo de anoche, sólo entonces se dispuso a decir:

- Señores,(dijo solemne) la única novedad que puedo deciros es que esta noche me han instado a que nos movamos raudos.

¿Sabes también hacia donde tenemos que encaminar nuestros pasos? El mundo es muy grande. ¿Alguna pista al menos?

El imponente minotauro miró a su amigo. No quería meter prisa, pero la vida de su hermana podía correr peligro cada día que se demoraran en rescatarla.

- No, debemos esperar al Lord para ello.

El desayuno continua, mientras el sol de verano rompe por encima de las nubes bajas de la mañana que se aferran, a lo lejos, a la montaña, y empieza a calentar el ambiente agradable de la mañana en la Villa. Poca conversación acontece, quiza porque cada uno de vosotros está mas pendiente de sus propios pensamientos, y, despues del episodio de Sir Tarben con la doncella, solo rompe el silencio, las trompetas de las huestes solamnicas que se alejan de la Villa hacia el Noreste y alguna que otra pregunta que hace Zoak, visiblemente nervioso, a la que Sir Tarben contesta de un modo algo enigmatico...

Una vez acabais vuestro refrigerio, de pronto, escuchais una voz grave, potente que entra a la antesala abovedada en la que habeis dejado vuestras cosas (armas y equipo):

-... en menos de 20 minutos, pues en ese tiempo se espera que lo esté. Estamos?? Bien, pues entremos en la Sala de Audiencias, nos están esperando... , escuchais, aunque nadie contesta. Al momento, un enano calvo, con el pelo que le queda y el de las barbas y cejas evidentemente cano, vestido con una túnica de lana azul oscura con bandas marrones de piel, entra, cuando un joven humano moreno, con el pelo a tazón, corto, y mirada de certavo asustado, vestido como él (suponeis que un aprendiz de mayordomo, o un secretario) le abre la puerta, y despues le sigue hasta la mesa, llevando un estuche con cálamos y un frasco de lo que parece ser tinta. Cuando deja su carga, el enano, que aun no se ha dirigido a vosotros, le dice:

- Bien, Holler, esta es tu oportunidad. Ve, y cumple con tu cometido..., a lo que el chico responde con una suerte de reverencias, y sale de la Sala de Reuniones cerrando la puerta tras él.

Cuando el enano oye cerrarse las dobles puertas que salen de la Antesala al pasillo, se gira, metiendo los pulgares en los bolsillos de la tunica, y por fin, dirigiendose a vosotros, dice:

- Espero que el desayuno haya sido de su agrado, señores. Lord Fashtel dijo que se les tratara con honores, y espero haber estado a la altura, dice haciendo una reverencia. Mi nombre es mi nombre es Patek "Patilla Densa" de Thoradin, mayordomo de su Ilustrisima, el Duque Walker du Crawford.

Siguiendo sus indicaciones, Sir Leviathan, he hecho una relación de todo lo que me pidió, y que ya se encuentra prepaprado para cuando crean oportuno partir, así como un documento lacrado de parte de Lord Fashtel, y que me ha pedido que les entregue, dice, acercandole un rollo de pergamino con el lacre del Lord a Sir Leviathan.

Tras eso, y sin apenas respirar, se acerca a la mesa, donde ha dejado sus libros, los calamos y la tinta, y de un pequeño salto, se sienta, con un cojin rojo como alzador: - Si me hacen el favor..., dice, señalando las sillas cercanas, les enseñaré la realción, junto al montante total...

• Montura de Guerra para 4 personas... va diciendo, como para sí, y validando. Son cortesia de Lord Fashtel, de su propia cuadra, adiestrados para el combate, y con los aperos necesarios. Sin cargo.
• Un carro de dos ruedas con posibilidad de toldo, con capacidad de almacenaje de 400lb, tirado por un caballo de tiro de buena añada... 60 ma.
• Comida para 4 personas, 10 dias, 10 ma.
• Grano para los caballos, para 10 dias, 10 mp.
• Juego completo de Khas. Cortesia de la Casa, sin cargo tambien.

- Como puede ver, Sir Leviathan, mas ajustados no pueden ser los margenes!! Si necesitan alguna cosa mas: como que les gestione pasajes en barco, o alguna otra cosa, este es el momento de decirlo. Sin esperar contestación, dice: Para cuando saldrán usted y sus hombre, Sir Leviathan??, tras lo que ya coge aire, y extiende un contrato a firmar, que ofrece a Sir Leviathan, donde aparece una relacion detallada de lo ofrecido, y le pide que firme.

- Como le comenté ayer, toda esta transaccion se mantendrá en absoluto secreto, y estos documentos mantendrán su caracter privado, dentro del ambito de solo el propio Duque.

Si tienen alguna pregunta mas... Si no, me abonan, y dejo todo preparado para cuando partan., dice, tras lo que se apoya en el respaldo, y se queda mirandoos, tamborileando los dedos contra la barriga.

Tomo asiento en la mesa, después de cerrar os ventanales, parece que nuestra partida está próxima. Según va dictando todo aquello que le solicite la noche anterior asiento satisfecho y saco las monedas resultantes al acuerdo, se las doy a su ayudante, después alargo la mano para coger el documento.

- Maese Patek, no sólo estamos de acuerdo con el trato, si no que nos gustaría que transmitiera nuestro agradecimiento al Duque por el obsequio de las monturas aquí detalladas- Firmo el documento ya que está a mi nombre- no son mis hombres, somos una especie de "compañía", yo sólo llevo el dinero- le guiño un ojo al enano y sonrío a todos- yo no tengo preguntas, pero si alguno tiene algo que añadir...- les pregunto a mis compañeros-saldremos en breve, con discreción.

Zoak aguardó solemne a que aquella transacción finalizara. Un doloroso cosquilleo le atenazaba las entrañas. El quemazón de saber que su hermana podría seguir con vida y la sensación de no estar buscándola le atenazaba por dentro con tanta fuerza que a veces dudaba de conseguir respirar.

Aún así tendría que esperar. Su única opción eran aquellos extraños sueños o premoniciones que tenían los demás.

No sabemos a donde nos dirigimos, así que no sabemos si necesitaremos un barco o no.

Las palabras del minotauro transmitieron la angustia que llevaba por dentro, por más que había intentado ocultarla. 

Esperé con paciecia a que el Mayordomo hablase para luego dirigirme a él:

- Muchas gracias Patek "Patilla Densa". Todo realizado y expuesto digno de su posición. Una última cosa. ¿Ha expresado el Lord intención de venir a vernos?

- Lord Fashtel??, dice, enarcando una ceja, No, de hecho, partió esta mañana, antes del amanecer. Solo me dejó ese pergamino (señalando el pergamino lacrado que le ha dado a Sir Leviathan), y salió a galope de la Villa. Parecia tener mucha prisa..., continua, adotando un semblante de profunda concentración. Deberia haber estado en esta reunión?? Tras reunirse con ustedes, anoche, me dejó ciertas directrices relacionadas con su bienestar en el Castillo, pero me dio la sensación de que se habia despedido de ustedes..., acaba, mirandoos con cara interrogante.