Partida Rol por web

" La marta salió de su madriguera husmeando el ambiente húmedo del anochecer en el bosque de coníferas. Había llovido durante el día, y ahora, a punto de que las Tres Lunas iniciasen su vaivén por el firmamento, el fuerte viento del sureste traía vivos olores a su naricilla. Sus crías esperaban, voraces, como siempre, a que les trajera algo de comer, así que, en este fresco día de Reorxmont, se dirigió hacia la charca, a sabiendas de que allí habría sustento, pues los renacuajos estaban ya transformándose en carnosas ranas. Quizá pudiese atrapar también a algun polluelo de urogallo...

De pronto, sus redondas orejas se pusieron enhiestas, e inconscientemente, clavó sus garras en la tierra húmeda: el olor que le llegó prometía problemas. Aceleró el paso, alejándose de ese olor, mientras a sus oídos llegaban sonidos... ".

En ese momento, razones más bien mundanas obligaron a Barter a interrumpir su escritura, y a levantarse a por el escusado. Mientras, las hebras del destino empezaban a entretejer lo que daría en ser una fecha muy importante en el devenir de esta convulsa Quinta Era de Krynn, tras la Guerra de los Espíritus...

-Por fin, finalmente hemos salido de ahí, ya era hora, si te parece bien alejémonos de la apertura aún un poco, no sea que haya alguna sorpresa más..., dice Desdemona, aspirando profundamente, disfrutando, por primera vez en años, del embriagante aroma de las coníferas de montaña.

Retazos de nubes, ajenas al viento fuerte de la alta terraza de montaña a la que os ha llevado el túnel, tapan, perezosas a las lunas roja y blanca, Solinari y Lunitari, dos de los Dioses de la Magia. La tercera, la negra Nuitari, sólo visible para aquellos de negro corazón se mantiene oculta a vuestros ojos.

Baigron, también disfrutando cada segundo de la recién recuperada libertad, araña con sus garras de los pies, la fresca arena de la terraza. Gracias a su visión nocturna, ambos podeis ver que la terraza, con cierta pendiente ascendente, ocupa un terreno de unos 120' de largo por la mitad, quizá, de ancho.

- Es bueno recuperar la libertad, y disfrutarla bajo el cielo!!,  piensa Baigron, con una sonrisa, recordando con horror los años bajo tierra.

De pronto, un ruido, como si se desgarrara la roca, precede a un desprendimiento de roca que tapa, en pocos segundos la boca del túnel por el que habéis aparecido, mientras vosotros, de un salto, os retirais, para evitar ser alcanzados.

Aún no se ha posado el polvo del desprendimiento, mientras dudais que haya sido una casualidad, cuando varias figuras, goblins (8), salen de detrás de arbustos, a uno 20-30' de distancia, cubriendo en semicirculo la zona por la que podriais escapar, apuntandoos con arcos cortos. La aguda vista de Baigron, incluso en la poca luz, le permite ver que algo viscoso está impregnado en las puntas. Unas risas agudas, de la pared de piedra de la montaña, os permite saber incluso antes de mirar, que otros dos goblins mas han sido los encargados de generar el pequeño desprendimiento, y desde unos 40' de altura, os apuntan tambien con sus arcos...

- Me estoy volviendo loco, o esta escoria nos estaba esperando...??, sisea Baigron, entre dientes, a lo que Desdemona, quitándose el polvo de roca de la ropa, asiente, con un brillo rojo peligroso en los ojos.

De detrás de un achaparrado cedro, a unos 50' de distancia, veis salir 3 musculosos Hobgoblins con armadura de escamas, y armados con Espadas largas dentadas, y grandes escudos de madera que forman un tringulo alrededor de una figura achaparrada, vestida con una raída tunica negra, aunque está desteñida, de la que cuelgan trofeos de hueso: tabas, falanges, pequeñas calaverás. Aunque lleva la capucha calada, una larga nariz, cubierta de protuberancias, asoma, al igual que una boca de labios carnosos, aunque agritados, con un gran colmillo apareciendo por el lado derecho de su mandíbula. Con una voz que se asemeja a un cacareo cascado, os habla en un forzado común:

- Saludos, señores!! Bienvenidos a nuestra montaña!! Si hacen el favor de seguirnos, les escoltaremos hasta nuestro campamento..., tras lo que, trasteando con una bolsita de terciopelo negro, espera vuestra respuesta...

Continuación del post: Mientras parpadeais varias veces, tanto para quitaros el polvo del derrumbe, como para confirmar que no estais soñando, escuchais un ruido arriba, donde estaba la pareja de goblins que se reia tras provocar el derrumbe. Al mirar para arriba un momento, podeis ver como uno de ellos, muerto ya, por como cae por el precipicio, deja su hueco a un Draconiano Kapak, que vestido con una túnica, y armado con unos guanteletes metálicos, se prepara para luchar con el otro goblin... El goblin muerto, con un "crank", choca contra las rocas que hace unos segundos que han provocado el derrumbe.

Desde tu atalaya, observas como de un tunel que se abre en la montaña, justo debajo de los dos goblins escondidos tras las rocas, salen dos criaturas a la carrera, cada una con un petate al hombro. Una vez fuera, respiran profundamente, como si les faltase el aire, disfrutando del aire de montaña, ajenos a grupo goblinoide desplegado por la terraza.

A uno de ellos, enseguida le ubicas, pues es de tu raza: un Baaz con armadura de Escamas, y una Espada Bastarda a la espalda. La otra parece una hembra humana, pero no logras verla bien, pues lleva calada una capucha oscura. Aparentemente debe llevar armadura ligera bajo la capa, cuero quizás, pero no podrias decirlo. No le ves armas... pero algo en tu interior te dice que la criatura que buscas, por la que has venido aquí. Notas una vibración en tu mochila, y al meter la mano, la diadema de hueso está muy caliente. Crees que esa critura embozada de abajo es la que debe ponersela en la cabeza!!

Enseguida, atendiendo a ordenes preestablecidas, los goblins escondidos tras las rocas, sobre la boca del tunel, provocan un desprendimiento, que, en segundos, oculta el tunel, y que hace que los recien llegados tengan que saltar hacia fuera para evitar algunos cascotes. Tras eso, riendose como hienas, sacan arcos y apuntan a los recien llegados desde su posición alta provilegiada. Cuando los recién llegados se levantan, los 8 goblins de la terraza salen de sus escondites, y les apuntan con sus arcos.

El chaman, rodeado de su guardia Hobgoblins, sale de detras de su achaparrado cedro, y se dirige a ellos en un forzados y cacareante comun:

- Saludos, señores!! Bienvenidos a nuestra montaña!! Si hacen el favor de seguirnos, les escoltaremos hasta nuestro campamento..., tras lo que,con las manos metidas en su raida túnica, queda a la espera de respuesta, mientras el viento de montaña arrecia, su cacofonia dando sonido a la espera...

Los últimos metros de camino hacia la terraza los hacéis con Asthor llevando los caballos a 20m por detrás de vosotros. A escasos metros del cambio de rasante del camino, de pronto escuchais un ruido como de derrumbe que os hace ocultaros, o al menos agacharos. El ruido viene de más allá del cambio de rasante, en la propia terraza. Mientras os miráis para decidir que hacer, escuchais un voz traía por el viento, una voz cascada, como un cacareo, que dice: - Saludos, señores!! Bienvenidos a nuestra montaña!! Si hacen el favor de seguirnos, les escoltaremos hasta nuestro campamento... Tras eso, sólo se escucha el sonido del viento, aullando a esa altura en la montaña.

Continuación de post (para adecuarnos al inicio del combate, que se me ha adelantado Kartag!!): Estais mirandoos, decidiendo qué hacer, cuando veis que Asthor, atando a los caballos a un abeto, se acerca rapidamente, sin casi provocar un sonido:

- Señorias, dado que soy el mas ligero, dejenme acercarme, mientras ustedes se preparan. Si hemos venido hasta aquí con la urgencia que nos trasladaba Sir Tarben, creo que no deberiamos perder ni un segundo!! - Asintiendole, os preparais para el mas que probable enfrentamiento con el grupo goblinoide al que venis siguiendo el rastro hasta la terraza. Recorre los ultimos metros agachado, y finalmente, tumbado cuerpo a tierra, se asoma por el cambio de rasante. Mueve la cabeza a uno y otro lado, como cubriendo toda la zona, y girando la cabeza hacia vosotros, os emplaza a acercaros, mientras, él mismo, reptando un poco hacia atras, viene agachado de nuevo diciendo, rapidamente: - Desde mi posición, bajando una pendiente suave, se accede a la terraza que nos señaló Sir Tarben, de unos 120' x 70'. Un nutrido grupo de goblins cerca contra la montaña, a dos criaturas... Que me aspen, pero creo que una de ellas es un Draconiano!!, dice sorprendido, para, seguidamente, con cara haber cometido un error, continuar: 8 goblins con arcos hacen una medialuna, sobre el suelo de la terraza, mientras dos, a unos 40' de altura, en la pared de roca, han causado, creo, un derrumbe tras ellos, y ahora les apunta tambien con arcos.

El que ha hablado es otro goblin, creo, pues lleva una raida tunica negra, con toda suerte de abalorios colgados del pelo y la ropa. Porta una vara con un craneo al final. Le rodean 3 goblinoides mas grandes, con armaduras y escudos, protegiendole.

Están a unos 50' de distancia, así que creo que pueden acercarse sin problema al punto de cambio de rasante. Prepararé sus monturas, por si quieren usarlas para el combate, tras lo que se acerca a la carrera, soltando las riendas de vuestras monturas, y quedándose una distancia prudencial para no delataros.

Parece ser que a este joven no le faltan ni aptitudes ni actitudes para postular para la Caballería!!!

Os acercais al final de la cuesta y, tal y como os ha adelantado Asthor, podeis ver la disposición de la terraza herbacea, con arbolillos y arbustos dispuestos por doquier... (podeis ver el Mapa en App.roll20.net).

Estais observando la escena cuando, de pronto, veis, que, a unos 70' de altura sobre la terraza, como un Draconiano Kapak, con un sigilo sorprendente, se lanza sobre la pareja de goblins que han provocado el derrumbe que habeis visto, y con unos guanteletes armados, ataca a unos de ellos, que ya muerto por el golpe, cae por el acantilado, a espaldas de la pareja a la que cercan los goblins.

Kartag estaba preparado, portaba sus recien adquiridos guanteletes armados y la señal que tanto anhelaba acababa de producirse. Reaccionando rapidamente, cogio impulso y se lanzo en un picado lateral desde la atalaya en la que se encontraba, cayendo sobre los dos rastreros goblins que apuntaban peligrosamente con sus flechas las espaldas de la extraña pareja. Ajenos a lo que se le venia encima, el Kapak cayo sobre (uno de) ellos para su sorpresa golpeandolos y lanzadolos por los aires, mostrandose a los allí presentes.

Uno de los goblins encaramado en la pared de roca cae, con el cuello roto, debido al golpe preciso del Draconiano Kapak que ha aparecido de la nada.

Los goblins, un ejemplo perfecto de raza caótica e indisciplinada, empiezan a aullar, y algunos de ellos, dejan de apuntar a los supuestos reos (el Draconiano Baaz, y la enigmática de la capucha que le acompaña) que han salido de las entrañas de la montaña, y disparan al Draconiano Kapak, pero las rocas del entorno le protegen, además de que se mueve con una velocidad impensable para su tamaño, poniendose fuera del alcance de las flechas. Este fallo hace que los goblins aullen aun mas, y se apresten a recargar para acabar con el enemigo!!

Antes de acercarnos al cambio de rasante, Tarben coge la ballesta de su cinto y con una plegaria a que su dios le ayude a que sis virotes fuesen mas certeros, luego se aposta preprarado para hacer que la muerte les llueva a esos seres inmundos

- Malditos seais todos los dioses y vuestras manipulaciones..., Baigron resoplo por los ollares de su nariz al ver el pequeño ejercito de goblins, capitaneados por una especie de cosa retorcida y engañosa y tres monos musculosos...Baigron tenia que admitir que ahora mismo, el odio era algo que le recorria el cuerpo de cabo a rabo y con ese mismo odio, las garras de Baigron arañaron el suelo, y pensó en salir como una exhalacion hasta el retorcido cuerpo del chaman... pero la instrucción guerrera innata de su raza le dió el momento de lucidez para comprender que cargar contra el jodido chaman sería un suicidio... y no estaba dispuesto a seguir la corriente a esos dioses que siempre se habían reido de él: * No sin luchaaaaaaarrrrrrrr!!! *, grito en el idioma chasqueante de su especie.

Atravesó a grandes zancadas el espacio que le separaba del goblin mas cercano, desenvainando a Fleshrend: - Por alguno había que empezar!!!, y descargó con fuerza la espada, en un tazo destinado a acabar cuanto antes con aquello: - Si tan interesados están los dioses en reirse de nosotros, que intervengan!!, pensaba, mientras la enorme espada se disponia a decapitar al desgraciado... pero los Dioses, pese a reirse, de veras, no parecían estar dispuestos a ayudarle, porque la espada, a 15cm del cuello del goblin, chocó con fuerza contra la pared de roca, cuando el goblin trató, aparentemente, de fundirse con la pared de la montaña, con la suerte de que se metió en una grieta justo a tiempo de evitar el tajo. La reverberación del golpe hizo que el draconiano perdiese la presa sobre el mango, con lo que la espada cayó con un sonido metálico en las rocas, a sus pies.

La cara del goblin pasó, en un segundo del terror mas absoluto, al sadismo mas evidente, al darse cuenta de la ventaja que la suerte acababa de brindarle...

- Vaya, ahora resulta que tenemos una escolta...???, siseó, aunque no esperaba que nadie la contestara.

Sus ojos, habitualmente del color del espliego se empezaron a teñir de un tono rojizo, peligroso, el tono que tomaba cuando la ira iba fundiéndose por cada una de sus fibras y, después de años de esclavitud, y de practicamente haber escapado de una jodida fiesta de no muertos, no estaba ni mucho menos dispuesta a que una raza menor, como los Goblins, "... los escoltaran a ninguna parte!!", pensó, antes de, con un rápido movimiento, evaluar a todos los presentes, incluidos los que peleaban arriba, en la cornisa de la que habia caído el cadaver del goblin.

En respuesta a su orden, una esfera de Oscuridad apareció apareció entre la pared de la montaña y la zona en la que ella estaba, negra como la boca de un lobo en la oscuridad creciente del crepúsculo. Ni un sonido volvió a salir de la oscuridad, mientras los goblins empezaban a aullar de nuevo, pues, pese a tener la capacidad de ver en la oscuridad total tenían que adaptarse a ella, pues la mínima cantidad de luz dañaba sus delicados ojos, cuando usaban ese modo de visión...

El aullido de los goblins cesa, de inmediato cuando el Chaman Goblin grita una unica orden en un idioma desconocido^*. Los Hobgoblins empiezan a movilizarse colocando su espada y su escudo en posición de combate, mirando alrededor de su posición.

El Chaman, canturreando en bajo, y castañeteando algunos de los abalorios que lleva colgados, invoca un pantalla a su alrededor de luces de distintas tonalidades que se mueven de forma aleatoria... Ni él ni sus guardaespaldas se mueven aún de su posición.

Por un momento el enorme minotauro estuvo tentado de cruzarse de brazos y esperar a que aquel encuentro se resolviese por sí solo para después acabar con los que quedaran en pie. Pero algo le hizo reaccionar... magia. 

Aquel maldito goblin usaba la magia y aquellos era tan peligroso para aquellos a los que el goblin se enfrentaba como para ellos mismos, quizás incluso para los propios goblins.

Zoak no iba a pararse a averiguarlo. Con su nueva espada en su mano y con el escudo en la otra avanzó con decisión hasta colocarse cerca del chamán. A su lado uno de los guardaespaldas del brujo, él sería el siguiente.

Imprimiendo a sus fuertes piernas toda la potencia de la que era capaz, Zoak sale de su posición, en la cresta de la cuesta, y se dirige cuesta abajo con una única idea en la cabeza: acabar cuanto antes con el Chaman, pues su magia podia suponer una diferencia importante en el devenir de la batalla!!

Parece ser que la Dama Fortuna está con él en esta gesta, pues el Guardaespaldas Hobgoblin que cubre el flanco trasero del Chaman está mas pendiente de lo que ocurre cerca del cañón, donde los Goblins aullan, y para cuando parece darse cuenta de que un enorme Minotauro ha aparecido de la nada, este se le echa encima con una finta orientada a hacerle cruzar el escudo hacia su lado derecho, lo que le deja el tiempo justo para colocarse a su izquierda, y lanzar una estocada contra el achaparrado y misterioso Goblin, que se oculta tras una enorme y raída túnica negra incvocando, en el ultimo momento el poder del fuego que le brinda la que fue espada del ladino Verithiel, aunque mucho antes que él la poseyeron varios guerreros a lo largo de la Historia. Pero el Goblin, lejos de estar sorprendido, gira la cabeza justo a tiempo, levantando la vara llena de runas, y golpea cerca la cruz del estoque, obligando al Minotauro a angular un poco la estocada. Esta llega a golpear al Goblin, que ya se encuentra saltando hacia un lado, pero Zoak sabe, pese a no verlo, que el indeseable Chaman está embutido en algun tipo de armadura.

Con cierta inquietud, y mientras recupera una postura defensiva, el Minotauro no puede evitar pensar en la delicada situación en la que queda si sus compañeros no llegan para nivelar la contienda, pues los otros dos guardaespaldas, espada larga y escudo preparados, basculan en su dirección, dispuestos a acabar con la amenaza.

Me dispongo a lanzar un Escudo, para protegerme, antes de hacer nada más....