Partida Rol por web

La fusión con el espíritu de la nave y su transformación en esta fue tan agradable como de costumbre.

"Aaaaahhhhhhh"

Fitzroy en verdad disfrutaba aquellas ocasiones, incluso consideraba el 10G un pequeño pago a soportar que sólo dulcificaba más el pistoletazo de salida y la simbiosis: y esto le resultaba curioso en verdad, pues no era hombre que nunca hubiera considerado la idea de que las cosas podían ser más dulces si se luchaba por ganarlas. Ni lo hacía a día de hoy, pero el pilotar era una sorprendente excepción. Se preguntó si acaso los Caballeros sentirían algo similar cuando realizaban la Sagrada Immersión... excepto que era menos preguntarse que confirmar, dado que había hablado con heraldos en la corte y su Tío Augie, mismamente, era una nave a día de hoy. ¡Y no podía decir que no lo entendiera! No sabía cómo de poderoso se sentiría un Caballero Imperial, pero la nave, la nave era rápida. La nave era libre.

Era estupendo volar.

Tampoco es que tuviese demasiado a lo que renunciar: nunca había considerado el suyo un cuerpo demasiado de élite, ni estaba en especial apegado a la idea de una forma sagrada, habiendo crecido en el seno de un decente mundo forja. La idea de deshacerse de partes que fueran haciéndose obsoletas/incapaces/nada chic no era nada que le crease apuro. Sin duda convertirse a perpetuidad haría los cócteles una situación complicada de acudir, pero...

Ojos abiertos y oídos atentos, que no se nos cuele ningún hereje convertido en piloto. 

-Oh, no sabría decir, yo no tendría problema en que aparecieran un par de deshabillados traidores...

Proyectó por el vocoder en su habitual tono mientras se colocaba a la diestra de Archer en la posición de despliegue. Semejante presunción sin acordar era considerada de mal gusto, pero el hidrano era un noble, y era poco más o menos blasón de su linaje dar semejantes cosas por supuestas. La arrogancia azucarada era un prerrequisito de la sangre azul.

-...¡una clásica y saludable purga y poder escuchar sus gritos por los canales para abrir mañana! Después de todo, siempre es de más espíritu una comida si abres boca con un buen apéritif.

Sonaba, como siempre, como si no se tomase nada demasiado en serio, como si aquello fuera alguna "pintoresca" escena de alguno de los cuadros que millares de vidas habían costado pintar que tendría en su palacete nº 33. Sin embargo, era afectación... o al menos, si no lo era, sabía respaldarlo en números como si lo fuese, que en aquel destacamento poco se duraba si los números hubieran correspondido a esa imagen.

Solomon no logró recibir ningún eco de radar, pero si que le llegaron lecturas de estelas de plasma, no una posición real de una nave, sino de la estela dejada. La posición la situaba cerca de la zona de influencia del escuadrón "Mortem Ruber" liderado por el capitán Janardan. Era muy difícil determinar si esas lecturas eran viejas o recientes, pero estar, estaban ahí.

Solomon estaba rastreando todo lo que pudiera detectar con los auspex de su nave, y ahí había algo, no destacable pero sí algo, por lo que estableció contacto con el Tenebrae Venandi y los líderes de escuadrón y todos sus compañeros.

-Mando, aquí Solomon. No sé si vosotros habréis detectado algo, pero yo noto una estela de plasma de alguna nave que ha debido de pasar en dirección hacia el escuadrón Mortem Ruber. No puedo determinar si el rastro es nuevo o no, pero está ahí. ¿Detectáis algo vosotros? -preguntó al final de dar su escueto informe que, parecía, era el único que intentaba hacer algo más que pilotar.

Y luego dirán que las notas sirven para algo -pensó con una sonrisa divertida.

Todo era silencio y oscuridad hasta que les llegó el mensaje de Solomon. - Negativo, mucha estática e interferencias por aquí. - un par de golpes acompañaron el mensaje, haciendo ver que sus chicas estaban empleando el método correcto para intentar calibrar los cogitadores y auspex de la nave. 

El mando por el momento no intervino, pero si el líder del escuadrón que Solomon acababa de mencionar - Aquí Morty 1 a Fénix, estamos siguiendo dichas marcas, gracias por el aviso... desde aquí las vemos claras y nítidas aunque con tanto asteroide de pequeño tamaño es imposible saber si hay bandidos o no - un silencio incómodo, un silencio de esos que todo veterano conoce al dedillo - vale, rectifico, tenemos bandidos a mis doce, preparen armas chicos. A todos los escuadrones, Mortem Ruber hace contacto, procedemos a atacar. tamaño de la fuerza desconocida pero acaban de iniciar aceleración hacía el planeta 

Recibido Mortem Ruber. Resto de escuadrones mantenganse en sus sectores hasta nuevo aviso 

El escuadrón de bombarderos, más lento y pesado, sigue la estela al de los interceptores Calixis. En ese momento, en prealerta de combate tras el contacto por parte de uno de los escuadrones que iban en la parte Norte del despliegue, los ojos de los diferentes pilotos de los starhawk no pudieron evitar fijarse en el estado de los aparatos del escuadrón Fenix, al fin y al cabo, serían ellos quien debieran garantizar su seguridad si se daba un combate contra algo más grande que un caza o un transporte. Con horror, los tres pudieron ver como el Interceptor Calixis que pilotaba Fitzroy había despegado con las barquillas de misiles totalmente vacías. 

Quincy frunció el ceño al escuchar las advertencias de Solomon y la respuesta de Morty 1. ¿Se le había pasado por alto algo? Con un gesto indicó a Orrin que se mantuviera atento a las lecturas, mientras él mismo procuraba tener los ojos abiertos.

-Buena caza, Morty 1. Nuestro sector parece despejado de momento, por favor, informe del tamaño de las fuerzas enemigas. Listos para intervenir a su señal-replicó Quincy. Esta vez no pensaba permitir que se les escapara la oportunidad, aunque por el momento más valía que se asegurara de que sus compañeros no fueran a recibir una emboscada sorpresa por la retaguardia por lanzarse a lo loco en ayuda de Mortem Ruber. 

Aunque estaban atentos a lo que pudiera detectar en sus alrededores, el vuelo por el momento estaba resultando tranquilo, sin rastro alguno de presencia enemiga. No estaban en la vanguardia de la formación ni volaban solos de todas formas, si los demás hacían bien su trabajo no deberían ser sus StarHawk los primeros en detectar las naves herejes.

Y ahí estaba. Un aviso primero por parte de uno de los cazas de Fénix — Recibido Fénix, captamos algo también desde nuestra posición — y luego la confirmación por parte del escuadrón Mortem. Habían encontrado al enemigo, justo antes de que fuera este el que los encontrara a ellos. Las órdenes del Venandi no se demoraron mucho más, por el momento el grupo norte se enfrentaría a la amenaza por su cuenta.

— Id calentando las armas — ordenó a su tripulación. Preveía que no solo los Mortem Ruber y los Void Sharks serían los únicos en ver algo de acción. Él siguió concentrado en pilotar y en realizar escaneos periódicos. En uno de ellos, algo le llamó la atención, no sobre alguna señal de más enemigos, sino algo que provenía de los cazas que iban por delante de ellos. Primero abrió un canal para su propio escuadrón — Chicos, solo por si acaso, volved a comprobar que nuestro estado es óptimo.

Luego, abrió otra comunicación con el capitán Archer — Líder Fénix, aquí Líder Rotten. Sé que la salida nos ha pillado de imprevisto y el tiempo se nos ha hechado encima... pero ¿De verdad a su escuadrón lo que se le olvida cargar en sus cazas... son los misiles?

Quincy alzó una ceja al escuchar la comunicación de Castro, pues aquello no podía ser. Tenía que ser una mala broma, sin lugar a dudas, pero con un gesto indicó a Orrin que comprobara inmediatamente la munición con la que contaban en su aparato. 

-Líder Rotten, aquí líder Fénix. Creo que hay un fallo de comunicaciones, ¿ha dicho que no llevamos misiles?

Sumiye escuchó la transmisión y se puso a comprobar si todos los sistemas de armas funcionaban y estaban cargados. 

No podía ser que se hubieran olvidado la munición, tras tantas horas allí haciendo comprobaciones. Era imposible. 

Por otra parte, las lecturas de sus aparatos no arrojaban nada claro, habían interferencias y no sabía que las producía. 

La respuesta de Archer no tardó en llegar, la incredulidad en su voz le indicó que no estaban al tanto de aquella falta — Afirmativo Fénix. Los escáneres muestran que las barquillas de Fénix 4 están vacías. Parece que alguno de los técnicos la ha cagado esta vez — podía entender algún fallo, un cañón sin calibrar correctamente o una célula de energía de menos, pero joder, ¿El armamento principal de los cazas? — Estamos realizando comprobaciones a fondo de nuestros aparatos, solo por si acaso — no hacía falta sugerir que hicieran lo mismo, seguramente la alerta los había puesto a ello.

Sin mucho tiempo para verificar el estado de los aparatos, ya sea combustible o armamento, el auspex de De Castro pitó con la suficiente estridencia como para alertarlo lo suficiente. Las lecturas de energía seguían la estela que Solomon había dicho, pero el aparato de detección se había anticipado y la buena calibración del piloto le llevó a captar las señales de radar de las naves que habían dejado esas huellas en el vacío. Se trataba de varios transportes pesados, todos artillados y lo que parecía ser una escolta de varios cazas. La presencia de asteroides devolvía una serie de rebotes que eran interpretados como artefactos y no había tiempo para purgarlos de las lecturas.

Fuere como fuere, tenían compañía y por el momento intentaban alejarse de los Imperiales a toda potencia. 

Nuestro vuelo en un principio parecía sin incidentes, nada en las pantallas, el espacio ante nosotros. Por un momento desee tener uno de esos mini plazas de entrenamiento para dar algo de velocidad a nuestra ronda, luego recordé las horas que había tardado en poder hacerme con los mandos de mi bombardero y esas ansias de velocidad desaparecieron. Solomon fué el primero en notar una estela de plasma reciente, de no ser nuestra, significaba que había enemigos cerca. Y eso era justo, para lo que se nos había preparado. 

Ante esta "esperada" noticia, guardaba la formación junto al resto de la escuadra, cuando el caza de Fizroy pasó a nuestro lado, por un momento, pensé que mis ojos me engañaban, pero seguidamente ante las palabras de Damián, bien sabía que era cierto ... había salido desarmado a la misión. Solo puedo responder esto, a las palabras del jefe de escuadrón. - Por la sagrada Tierra ... esto es inaudito. Rápidamente, siguiendo su consejo reviso los mandos de mi propia nave, si le había pasado a uno, nos podía haber pasado a varios, y en medio de una acción de combate era acercarse peligrosamente a la muerte. - Comprobando sistemas, maldita sea. ¡Cutter, comprueba las armas, seguro que nos han escatimado en municiones!.