Partida Rol por web

El Advenimiento

Hijos de Ihvist

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15/08/2011, 22:18

23 de Olaka (Octavo Mes) del Año 3.721 de la IV Era.
Fortaleza-Monasterio del 11º Capitulo de los Hijos de Ihvist.
Reino de Erladam

Un sirviente había llamado tan solo unos minutos atrás, a la puerta de la espartana habitación donde descansabas, para informarte que Kalen el Maestre del Capitulo requería tu presencia.

Como muchas otras habitaciones en la Fortaleza, consistía en una sala de unos 10 metros cuadrados y de suelos y paredes constituidas por dura piedra, sin adorno alguno.

Una sencilla cama, con un baúl a sus pies, una pequeña mesa, una silla y un tosco maniquí para la armadura, constituían todo el mobiliario.

Una ventana en el Muro Sur permitía tener unas hermosas vistas de verdes campos y bosques que en esta madrugada comenzaban a ser iluminados suavemente por Yul, el dador de luz (el Sol).

Notas de juego

Esta es una escena introductoria que te hago para que te vayas metiendo en el personaje poco a poco y conozcas un poco mejor como es el mundo.

Nota soy bastante meticuloso con los detalles (puedo ser terrible con ellos, para desgracia de mis jugadores) Se supone que estabas descansando y has despertado

El protocolo exige que lleves tu uniforme en todo momento (armadura y capa) la capa apenas hace un mes que la recibiste, quiero decir la capa verde que te identifica como perteneciente a la Orden errante, hasta entonces llevabas una azul Orden Militar.
En ella, así como en el grabado de tu armadura aparece el símbolo de tu Deidad... Un escudo con unas alas de ángel por el exterior... algo parecido al escudo que aparece en la ilustración de esta partida.

Se supone que el Maestre estará en su Salón... en una de las salas superiores.

La fortaleza, amurallada, tiene capacidad para albergar 2 Capítulos junto todas sus monturas, sirvientes, novicios y demás personal.

Espero que lo disfrutes

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15/08/2011, 22:47
Phey Stern

Un día mas en un mundo que salvar...un día mas, en el que la confrontación entre el bien y el mal se hace tangible, y la destrucción se contrarresta con el bien de los que por la luz y la paz, luchan.

El joven pelinegro permanecía inmóvil aun en aquella simple, sencilla cama. Tumbado, trataba de re-ordenar sus pensamientos , pues estos divagaban peligrosamente, desde hacía varios días, en lo sucedido con sus padres, y en la situación actual de su familia.

Pese a que su mente se sentía un tanto cansada, su cuerpo había descansado, y aquello era de agradecer.

Llevaba minutos despierto, quizás por la rutina, y el llamado solo confirmó que era el momento adecuado para levantarse.

Así, pues, dispuso su anatomía a erguirse, y cuando lo consiguió, tras pasarse una mano por la cara, suspiró, y miró al maniquí, vestido de soldado de la Orden de Ivhist.

Sonrió. Quizás aquello era lo único que aún lo mantenía con vida: Poder luchar por la gente buena del mundo. Poder proteger a los indefensos y a sus familias... quizás como no lo hizo con la suya propia.

Se levantó completamente, y, tras unos segundos, se dirigió a la ventana del muro sur. Contempló la escena: Un remanso de paz en un mundo en permanente conflicto. Un lugar de paz, de tranquilidad. Un lugar seguro, un lugar al que puede, por ahora, llamar hogar. Sin embargo, tenía la corazonada que no por mucho tiempo.

Los posibles designios de Kalen, Maestre del Capítulo, le hacía plantearse mil cosas, y aun así, no dudó ni un segundo en comenzar el ritual para ataviarse con sus enseres de Guerrero Sagrado: La armadura, en primer lugar. Sobre ella, la capa con el símbolo de la Orden Errante, a la que, desde hacía poco, pertenecía.

Así, colocó sus atavíos y tras aquello, recogió sus nobles armas, herramientas para la cruzada que emprende tal guerrero en el día a día.

Su espada, envainada, en la espalda. Sobre esta, su escudo, noble arma para la defensa. Ambas, de una envergadura considerable. Tantos años de adiestramiento le habían servido para poder portar tales armas y ser diestro en su uso. Armas sagradas. Armas capaces de destruir al mal...

Se dispuso, pues, tras aquello, a salir de la habitación. Un último vistazo a esta, y con ello, quizás la última vez que visitaba aquel lugar.

Abrió la puerta, girando el pomo de esta. Su camino lo llevaría a las salas superiores, en búsqueda de su Maestre, acudiendo presto a su llamada. El pasillo que le seguía permanecía poco iluminado, pero sabía, que la luz sería radiante allí arriba, así que se preparó para aguantar la luminosidad del lugar, un embite que durante unos segundos derrotaba a cualquier individuo.

 

Notas de juego

Oye.. puedes colocarme todo lo de PV y demás en las notas de ficha? no tengo eso, y me está dando un quebradero de cabeza encontrar ese word.

Un saludo.

 

PD: Editado.

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15/08/2011, 23:14

Notas de juego

Te lo enviado al correo la ficha
y te lo he subido a Director.. aunque no se si hay tu lo puedes ver.
Una pequeña anotacion... La espada, por supuesto llevala, eres un guerrero sagrado y la espada es una de tus herramientas, como la armadura y el escudo.
Al abrir la puerta, esta da a un pasillo, normalmente estan menos iluminados que las habitaciones, pues no tienen ventanas

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16/08/2011, 16:19

Incluso a estas horas de la mañana, ya había bastante movimiento por los pasillos... Otros hijos de Ihvist, de menor rango que tu, la armadura de placas y mallas eran un reconocimiento especial a la dedicación y al rango alcanzado dentro de la Orden, y la mayoría con los que te cruzabas solo lucían una sencilla pero segura armadura de mallas, iban en silencio de un lado, o los veías, era una practica común no cerrar nunca las puertas de las salas, de rodillas en sus habitaciones, realizando sus oraciones matutinas.

La fortaleza era lo suficientemente grande para que te llevase varios minutos alcanzar la antesala del Salón del Maestre. Allí dos hermanos custodiaban el acceso. Al verte llegar te informaron que deberías esperar, pues el Maestre se encontraba reunido en esos momentos.

Fue una espera bastante larga, sin ninguna silla en la que sentarse, hasta que tres pálidos hermanos, de mirada sombría salieron de la Salón. Al contrario que el resto de los hermanos que te habías cruzado, estos lucían una capa negra y sobre el símbolo del escudo aparecía el grabado de una calavera, otro detalle que los diferenciaban eran sus armas, pues todos cargaban con pesados martillos de guerra. Pertenecían pues a una rama aun menos numerosa que la tuya, la Orden Errante, y cuyo principal objetivo era la detención y destrucción de todo no-vivo.

Mientras los observabas pasar, la suave voz del Maestre Kalen te llamo para que pasaras. El Salón del Maestre presentaba pocos adornos mas que el resto de la sobria fortaleza. De unos 100 m2, en la piedra del suelo aparecía grabado un escudo (símbolo de Ihvist) que prácticamente ocupaba todo el suelo, en las paredes se podían ver varios estandartes, todos pertenecientes al capitulo y como mobiliario una gran mesa redonda en el centro, sin sillas, sobre la que descansaban una multitud de mapas.

Kalen era un humano Osth sorprendentemente joven para el rango que había alcanzado, apenas si superaba los 50 años, razón por la que se le conocía también como "Kalen el Joven", no en vano era el Maestre de Capitulo mas joven actualmente entre los Hijos de Ihvist. Ligeramente mas alto que tu, y también mas delgado, poseía una larga cabellera negra, ligeramente rizada, que según se decía llevaba así para ocultar la oreja que había perdido en una batalla, sus ojos también eran negros, algo muy inusual, y resultaban bastante inquietantes.

Vestía una hermosa armadura, mucho mas elaborada y recargada de grabados que la tuya, que emitía cierto fulgor plateado, si tampoco los rumores eran falsos en esto, aquella armadura estaba forjada en mithrill. A su espalda colgaba una capa plateada con el símbolo de Ihvist, la capa plateada era exclusiva de los Maestres y en su cadera otra obra de arte, una espada larga, ahora envainada, con el mismo origen que la armadura.

Al menos su voz tenia un tono agradable y cercano.

- Hermano Stern, veo que parece sentarle bien el verde... pero ahora es tiempo de darle algún uso, acérquese - Te ordeno mientras el mismo se acercaba a la mesa y te extendía un mapa.

- La Fortaleza del 11º Capitulo, en pleno centro del Reino de Erladam - Luego su mano fue recorriendo el mapa en dirección Noreste - Aquí en Reino de Evhessae a unos 1.000 km, en el templo de la Haelnaer Hareth, una sacerdotisa aguarda para ser escoltada hasta - Su mano se dirigió esta vez al norte, sobrepasando la frontera que delimitada los reinos civilizados con las tierras salvajes del norte - La colonia de Zhurant a unos 500 km del templo.

Luego te volvió a mirar con sus inquietantes ojos negros, esperando cualquier pregunta.

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16/08/2011, 16:40
Phey Stern

Aguardó paciéntemente. La rectitud era algo que lo caracterizaba, y la vacilación resultaba una condición imposible de obtener. Así pues, se mantuvo sin ningún tipo de queja.

Una vez las puertas se abrieron, aquellos hombres que salieron llamaron su atención: Aquellas mazas no eran demasiado comunes entre personas de la Orden de Ivhist. No obstante, no dijo nada, mantuvo si cabeza alzada y su mirada al frente. El maestre lo llamó minutos después.

Resultaba sorprendente que alguien tan joven como el maestre hubiese llegado a tal título, pero resultaba una esperanza para todos los que aspiraban a ser como él en un futuro. Sin duda alguna, uno de esos era él.

Escuchó con atención, respondió a su cumplido de manera breve y concisa.

-Ardo en deseos de darle uso, Maestre.

Permaneció receptivo. El mapa, las localizaciones... se trataba de una misión de escolta. Por supuesto, surgían dudas. No dudaría en preguntar, y eso fue lo que hizo a continuación.

Sin quitar la mirada del mapa y las tres señalizaciones que había marcado el Maestre, alzó la voz.

-¿Hay posibilidades de algún encuentro indeseado? Por lo que respecta a la sacerdotisa, puedo asegurarle que haré todo lo que esté en mi mano para que llegue a salvo a su destino. 500 Kilómetros..  estimo que, a caballo, nos llevará quizás un mes hacer toda la travesía, si el camino no se nos hace abrupto.

 

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16/08/2011, 19:47

Notas de juego

Una pequeña anotacion, sobre el tiempo que te llevara el viaje, el manual del jugador Pathfinder que el movimiento de un caballo al dia es de 40 millas... 60 km. Luego tardaras unos 15 dias en llegar al Templo en Evhessae y despues otros 8 si todo va bien en llegar a la colonia, bueno mas bien 10 - 12 por que no hay camino establecido una vez entras en las tierras salvajes del norte y el terreno es mas abruto.

Espero poder responder a tu post en las proximas 24 horas

Por cierto en tu equipo, que se me olvido (yo solo te puse el basico) tienes tambien un caballo de guerra pesado con todos sus utensilios.. silla, bridas y demas, y apuntate tambien el equipo que consideres necesario "basico"... comida, agua, mantas, tienda etc etc

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17/08/2011, 16:12

Ante tu respuesta de Ardo en deseos de darle uso, el Maestre te dirigió una extraña mirada con sus oscuro ojos, pero que solo duro unos instantes.

- No deberías tener problemas hasta llegar al Templo de Hareth, en Evhessae, pero una vez entres en las tierras salvajes del Norte... - Hizo una pausa - Debes estar preparado para lo peor.. pieles verdes, gigantes, y decenas de otras criaturas que prefiero ni imaginar

- La colonia es un rico yacimiento de minerales.. lo suficientemente rico para que la codicia haya podido mas que el sentido común. Sabemos que desde un pueblo cercano a la frontera, Missh, salen regularmente caravanas fuertemente protegidas hasta la colonia minera, viajar con una de ellas seria lo mas seguro.

- ¿Alguna pregunta mas?- Espero pacientemente

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17/08/2011, 21:19
Phey Stern

-Ninguna duda..

Los brazos sobre el mapa se disponían. Alzando la cabeza para mirar a su maestre, comentó, mientras comenzaba a erguirse nuevamente. Pensaba en aquel yacimiento, y en la aldea a la que se dirigían: ¿Porqué marchar a un lugar tan peligroso? Era un designio de alto mando, así que ni se atrevió a preguntar.

-Partiré de inmediato. Recogeré útiles para el camino, y para que nuestra protegida no pase ninguna necesidad. Partiré en cuanto me sea posible, tras esto. Mi señor..

Hizo una pequeña reverencia o algo parecido, y esperó alguna señal que le permitiera marcharse de allí. Tras aquello, iría directamente a conseguir los bienes para el camino, tanto raciones de comida como agua, algunas mantas y poco mas: Lo necesario para sobrevivir, y que mantuviera al caballo sin demasiado peso. 

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17/08/2011, 23:41

El Maestre simplemente asintió como señal de que podías irte. Fuera, otros dos hijos de Ihvist aguardaban a ser recibidos.

Notas de juego

Bien, en tu siguiente post no te olvides de ponerme el equipo que recoges para llevarte. Recuerda que tienes unos 17 dias de viaje hasta el Templo de Hareth en Evhessae, y que una vez en este, o en otros por el camino puedes recoger las provisiones necesarias (no te hace falta llevar ahora comida para el mes de viaje)

Con que me hagas es lista en notas y un corto post de tu marcha, por ejemplo comenta algo de tu caballo de guerra pesado, lo tienes desde hace unos 2 años, bastara.

Mi intención es que esta sea una escena de introducción para que veas un poco como funciona la Orden y el mundo en si, y para que cuando encuentres a los otros PJs tengas un poco mas claro quien eres y cual es tu misión... por eso mi siguiente post sera simplemente resumirte tu viaje hasta el Templo de Hareth en Evhassae... no puedo darle el mismo detalle que a cuando esteis todos juntos porque si no simplemente ese viaje nos llevaría aquí dos meses de juego.

Por cierto no te olvides de señalarme si el viaje paras por los templos del panteón que te encuentres, o bien en posadas o prefieres acampar a la luz de las estrellas

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18/08/2011, 01:46
Phey Stern

Salió de allí con la cabeza bien alta. En su cabeza surcaban mil pensamientos, y sin embargo, su rostro permanecía impasible. Así comenzó a bajar pisos, hasta alcanzar el lugar donde se encontraba la caballeriza, y el lugar donde distintos enseres obtuvo.

Así adquirió cosas que coloquó en dos morrales. Alcanzó pues la caballeriza, y encontró allí a su caballo. Un caballo blanco, fuerte, joven. Un caballo recto, bien adiestrado, pero impetuoso cuando el peligro recorría sus venas. En algo era parecido en el. La armadura que llevaba lo calificaba como caballo de guerra de los Soldados sagrados de Ivhist.

Acarició el hocico del animal, y tras un momento mirándolo, le susurró.

-Buenos días, Brisa... lo siento, mujer, pero hoy tenemos una misión que hacer... Tranquila, pararemos en varios sitios. Vas a estar bien..-   colocó los morrales, como una balanza, en perfecto equilibrio en un lugar del lomo del animal...tras ello subió con delicadeza, tras haberla ensillado, y entonces acarició sus crines. Era un momento bastante bonito.

Volvió a echar un vistazo al interior del castillo. Sonrió a medias mientras sus ojos brillaban. No sabía si volvería a aquel lugar, así que se quedó un momento, dedicado al culto de guardar en el recuerdo.

La puerta del establo se abrió, y el caballerizo se encargó de mantenerla así hasta que saliera.

Picó espuelas y el caballo comenzó a avanzar, galante, bajo la tutela del astro rey, cuyos haces lumínicos bañaban su ser, ataviado con armadura. Un momento duró el perder el horizonte tras el duro golpe del sol, sin embargo se sobrepuso, y entonces comenzó su avance.

Pocos eran los bienes, mas sus múltiples paradas en los diversos templos para recuperar fuerzas, en cobijo de los lugares sagrados, aportarían lo suficiente para alcanzar y el extra para alcanzar a la sacerdotisa y poder mantenerla con viva, que no le faltase nada.

 

Notas de juego

Entonces.

Me llevo raciones para 2 semanas, al igual que agua, pero en cada templo, en cada lugar en el que paro a descansar del caballo por un segundo, lugares tambien en los que se para a rezar, y pedir a su diosa la fuerza para terminar con su misión con efectividad y sin bajas.

El caballo es blanco, no tiene nada raro. Es una hembra, y su nombre es Brisa.

Otras cosas: Mantas, para las noches en el raso. Una piedra de afilar y una gran manta, cuya funcion sería crear una improvisada tienda de campaña si empezara a llover. Además, yesca y pedernal, solo dos piedras.

 

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18/08/2011, 20:08

El buen tiempo te acompaño en prácticamente todo el viaje, por lo que no se hizo demasiado pesado. Una vez dejaste atrás los campos de Erladam, entraste en el montañoso reino de Nesme, cuyo escudo dividido en dos representaba a un rebeco sobre sus patas traseras en el lado izquierdo y unas montañas en la lado derecho, verde el fondo izquierdo, amarillo el derecho.

Lo bordeaste por el sur, para librarte de los montañas mas escarpadas hasta llegar al Reino de Samarsha, un faro y una sirena eran sus símbolos, reino principalmente marineros cuya población era mayoritariamente Humanos Drannianos, pequeños y ligeros humanos de piel oscura, pero que dominaban los mares como nadie.

Ya en el Reino de Evhessae, bajo el estandarte del águila rampante negra, sobre campo verde abajo, azul cielo arriba, la temperatura fue bajando a medida que subías de latitud y el final del verano se acercaba, pero aun resultaba agradable acampar bajo el manto de las estrellas.

No fueron mucho los templos que visitaste en tu camino, pues la mayor parte de ellos te desviaban bastante del recorrido mas rápido, aun así, en los pocos que visitaste siempre fuiste bien recibido, incluso en las posadas que te encontraste por el camino mas de una te hizo un descuento.

Ya en la ciudad de Evhessae, capital del Reino y donde apenas convivían 15.000 almas, la situación seguía muy tensa, no hacia ni dos meses que el Reino vecino de Khussay había invadido toda la frontera oeste de Evhessae, saqueando y matando a cuantos pueblos se encontraron a su paso, la situación fue tan grave que el Eldrel de Talisia, Simar de 8º Capitulo de Ihvist, al mando de dos Versículos (200 Hijos de Ihvist) decide intervenir... al final las tropas del rey Borkla de Khussay son derrotadas.

Como resultado de la intervención, un colérico Rey Borkla ordeno la expulsión de todo sacerdote o guerrero sagrado del panteón de la vida de su Reino... muchos de los cuales aun no se sabe nada de ellos y se teme que hayan pagado la consecuencias por el acto de Eldrel.

Todo lo contrario que en Evhessae, donde ahora se os ve como los salvadores y la estima hacia vosotros ha crecido mas si cabe.

Ahora por fin, 17 días después de tu partida, tu fiel montura te lleva ante las puertas del Templo de Hareth en la ciudad de Evhessae. Situado en la zona acaudalada de la ciudad, destacaba por su sencillez de líneas en comparación con otros templos y palacios cercanos. En un pequeño jardín a la entrada del templo, una estatua de la Haelnaer Hareth, de unos 6 metros de alto (Hareth es representada siempre como una joven mujer ataviada con túnica, morena ligeramente rizosa y de ojos tristes) y ya en la propia fachada del templo, el símbolo de la Deidad, Un cuenco inclinado desde el que parecía derramarse su precioso liquido sobre el suelo... mas conocido como "El cuenco de la Vida"

El templo tampoco era muy grande, al menos no comparado con la fortaleza de donde venias u otros templos de capitales que conocías, dudabas que tuviera capacidad para mas de 100 personas.

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19/08/2011, 17:21
Phey Stern

Había finalizado su primera marcha. Finalmente habían concluido los días de ida hasta Evessae, y mas concretamente, al templo en el que debía de localizar a la sacerdotisa.

Así pues, mientras su caballo se adentraba en los rededores del templo, examinó cada pequeño detalle del lugar: Era hermoso. Su simpleza lo hacía hermoso. Y la fuente de la vida era un objeto tan extraño y legendario, que le hacía sentirse en un lugar lleno de magia y leyendas.

Con la mirada buscaba a alguna persona que pareciera esperar a alguien allí. Probablemente se le acercara, pues no era menester, o plato de buen gusto, tener que empezar a buscar a alguien que debía estarlo esperando. Decidió bajarse del caballo y dejándolo en una pequeña caballeriza, realizó a pie el tramo que lo separaba de la puerta de aquel lugar. No entró, solo esperó ahi. Quien fuera, debía de buscarlo y estar pendiente a su llegada. Deseaba realizar presto la misión encomendada, sin ningún tipo de dilación. Cuanto mas tiempo demoraran, mas peligroso podía volverse el camino.

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19/08/2011, 20:02

Notas de juego

Hoy empiezan las fiestas de mi pueblo, lo que significa que mi estado en los proximos dias sera o bien borracho o bien de resaca, sumando a que llevo 3 escenas diferentes y peleandome con las fichas de otros dos personajes (mas preparando en la mente sus escenas) no estoy seguro que pueda postear mañana.

Espero que seas paciente

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20/08/2011, 01:40

En un primer momento, el lugar daba la imagen de estar totalmente deshabitado, no se oía ni un solo sonido, al llevar tu caballo hasta las cuadras, un pequeño establo pegado al propio edificio descubriste que al menos varias monturas descansaban allí.

De vuelta a la entrada, esperando encontrar a alguien, comenzaste a escuchar unos pesados pasos tras de ti, al darte la vuelta, te encontraste a un Joven Hijo de Ihvist el cual te saludo y tras hablar unos momentos te indico que lo mejor que podías hacer era pasar y hablar con el Sumo Sacerdote Arion. La razón de que el templo estuviera tan vacio se debía al hecho de que a esas horas casi todas las sacerdotisas y novicias estaban en la ciudad, visitando enfermos.

Dentro del templo, se ofreció a guiarte, llevándote escaleras arriba hasta una pequeña puerta que no se diferenciaba en nada del resto. Te pidió que esperases y tras hacer sonar sus nudillos sobre la madera paso a dentro, segundos después salía y te pedía que por favor pasases a ver al Sumo Sacerdote.

Arion era un humano realmente viejo, por su apariencia arrugada y de cuerpo esquelético al menos había vivido ya 80 inviernos, de su pelo apenas si quedaban unos largos mechones blancos, al igual que uno de sus ojos, el cual era desde hacia ya muchos años un cristal transparente.
Sus ropajes eran una sencilla túnica de color azulado con el único distintivo del cuenco de la vida en el.

Tras comenzar una ligera conversación sobre como había sido tu viaje y en general preguntarte como iba todo por Erladam, te ofreció un poco de vino especiado mientras esperabais por la sacerdotisa.

Esta aun tardo un buen rato, el suficiente para que la jarra de vino hubiese bajado considerablemente.
Se trataba de una joven, no mayor que tu, morena y de aspecto delicado, superaría ligeramente en metro sesenta y dudabas que pesara mas de 50 kg, sus ojos eran claros, aunque de un color indeterminado azul... verde... gris...

Su expresión y como se sujetaba las manos indicaba lo excitada que estaba. Arion la presento como la Sacerdotisa Ane, la cual te hizo una leve reverencia.

En cuanto mencionaste continuar la marcha:

- Descansareis aquí hasta mañana, hoy es tarde y tanto vos como vuestra montura deben descansar después de tan largo viaje - Al ver que Hanne se disponía a protestar, Arion levanto la mano - Mandare que os preparen una habitación y que os den provisiones nuevas, el viaje que tenéis por delante esta lleno de peligros y cuanto mas descansados estéis mucho mejor

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22/08/2011, 15:36
Phey Stern

Allí estaba. Inició los trámites mas dialécticos para su marcha, conversando con Arión, el Sumo Sacerdote. Una vez la muchacha llegó, Phey la observó, preguntándose porqué tanta excitación.

Pero era evidente: Nunca había salido de allí, o eso suponía, y aquello suponía un giro en su vida, una emoción por la que entregarse. Fuera cual fuera su misión, ella lo iba a pasar muy bien.

Sin embargo, el sumo sacerdote Arion los detuvo cuando mencionó la marcha enseguida. Y no era quien para negarse a seguir una orden de un sumo Sacerdote, asi que agachó la cabeza en una forma de asentimiento y volvió a hablar.

-Entonces, si me permite, deseo pasear por el lugar, y conocer las bondades de esta zona. 

Miró a la muchacha, y luego al sumo sacerdote, esperando respuesta, afirmativa si era posible, y luego marchó. Iniciaría su andadura en la caballeriza, para hablar con el mozo de cuadras... y tras aquello pasearía, manteniendo su rectitud y tratando de pasar cuanto mas desapercibido, mejor.

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23/08/2011, 15:43

Notas de juego

Tengo una duda... lo que quieres conocer es el Templo o la ciudad? es decir cuando hablas de pasear por la ciudad... para saber mejor que tengo que describirte

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23/08/2011, 15:56
Phey Stern

Notas de juego

En primer lugar, la ciudad. El templo ya habrá tiempo cuando vuelva..basicamente lo he hecho para ir conociendo mas o menos las ciudades, la gente y las costumbres, etc.

 

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23/08/2011, 19:33

Ni el Sumo sacerdote, ni la excitada sacerdotisa objetaron nada a tu decisión de dar un paseo para conocer la zona.
Evhessae era una pequeña y mas bien humilde ciudad, capital de uno de los Reinos mas débiles que tenia como principales problemas a sus vecinos del Oeste, El Reino de Khussay, contra los que en los últimos 400 años se habían sucedido diferentes guerras, y al Norte, las tierras salvajes llenas de pieles verdes y otras criaturas si cabe mas peligrosas.

La mayor parte de la ciudad, así como la muralla que rodeada esta estaba construida a base de bloques de piedra gris, lo que daba la sensación de una ciudad bastante triste. Sus tejados también eran mucho mas inclinados que los de otras ciudades que conocías, de oscura pizarra, debido a que allí el clima era mucho mas frío y llovía con frecuencia.

En tu camino te cruzaste con tres Hijos de Orlayaut, como vosotros, tenias templos en casi todas las ciudades importantes. Cabalgaban rectos como estatuas, con sus inmaculadas capas blancas, donde se veía su símbolo, Una espada sobre el sol... En sus miradas se podía observar el desprecio que sentían por todo lo que les rodeaba... no en vano ellos eran los Hijos Perfectos.

Al verte te lanzaron una mirada cargada de cierta enemistad, vuestra relación con los Hijos de la Luz siempre había sido tensa, y con los años esta había ido empeorando. No paso de ahí, los Hijos de la Luz continuaron cabalgando olvidándose de ti a los pocos segundos.

Por contra con todos los soldados que patrullaban la ciudad, así como con mucho de sus habitantes pudiste observar señales de agradecimiento en miradas y sonrisas que te lanzaban. Vuestra intervención reciente seguía muy presente en sus mentes.

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24/08/2011, 15:12
Phey Stern

Su andar pesado retumbaba mientras avanzaba impasible. La estructura y edificación de aquel lugar era peor que en otros lugares. Posiblemente la economía estaría tocada, aunque, pensándolo bien, era completamente lógico.

Observó los rostros de aquellos que agradecían aún el símbolo de Ivhist. Los salvadores de este lugar. Sonrió mientras lo llevaba con orgullo: Sabía que había que ser humilde, pero no pudo disimular la satisfacción que corría por sus venas al ver la alegría de aquellos indivíduos.

Cuando, de repente, tres hijos de Orlayaut se cruzaron en su camino. Los miró, sin ningún tipo de gesto, y ellos le respondieron con gestos pocos disimulados de repudio. Lo único que hizo fue no mirarles y sonreír, para seguir avanzando.

Incluso los soldados lo reconocían. No quería hablar con nadie, solo quería seguir paseando y ver si sucedía algo: Era como una patrulla libre.

Notas de juego

Disculpame estos dias por la tardanza. He estado mas ocupado que de costumbre, pese a eso, creo que llevo el ritmo, y ya postearé en ese ritmo, mas o menos, para no emocionarme demasiado con la partida y que luego me desmotive por haber posteado mucho.

 

Un saludo! A ver si iniciamos :P! Seguro que en algun lugar de este pueblo hay algun otro personaje esperando ser encontrado.

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24/08/2011, 15:21

Notas de juego

No te preocupes por el ritmo de posteo, mi intención es que se postee dentro de las 48h después de que lo haga yo, y de momento va bien.
Yo para no agobiarme tampoco mucho lo suelo hacer en 24h. 36h como mucho, lo que nos da 2-3 mensajes semana

Y lo cierto, es que no, en esta ciudad no estan ninguno de los otros PJs, lo siento