Partida Rol por web

El largo camino, la pesadez del viaje y al final llegais a vuestro destino

A tus pies se ve la pequeña ciudad, tu destino, a lo lejos ves una pequeña nube de humo que se alza de entre los restos de una torre. Hay gente moviendose por el pueblo intranquila.

A tus pies se ve la pequeña ciudad, tu destino, a lo lejos ves una pequeña nube de humo que se alza de entre los restos de una torre. Hay gente moviendose por el pueblo intranquila.

A tus pies se ve la pequeña ciudad, tu destino, a lo lejos ves una pequeña nube de humo que se alza de entre los restos de una torre. Hay gente moviendose por el pueblo intranquila.

El elfo se adelanta un poco al resto del grupo y entorna ligeramente la vista. Se gira luego hacia el grupo y comenta.

Bienvenidos a la ciudad, como todas las demás, ajetreada, inestable y... fuente inagotable de problemas.

Ahi abajo ocurre algo, hay humo y gente inquieta... ¿vamos a ver que ocurre?

He llegado, al menos es el primer paso.

La elfa se veia muy agotada, pero aun con mucha fuerza de voluntad. Escuchando el comentario de su compañero, visualiza todo el panorama de la cuidad.

Quizas hemos llegado en clima festivo- ve a la gente de un lado a otro, y el humo - El humo no parece muy espeso, un incendio no es. Si tu quieres demos un vistazo, aunque si fuera un problema no creo que debamos involucrarnos.

Tamilbagar se acercó a el Elfo, que momentos antes se había adelantado.
-Yo creo que tendríamos que ir a echar un vistazo- dice mientras observa a las intranquilas personas-. O quizá preguntarle a alguno de ellos...

Dahlan comprobó que todos estaban de acuerdo en comprobar qué era lo que allí abajo ocurría.

¿Bien, vamos?

Algo ocurría no le parecía correcto a Dahlan el elfo, y le transmitía malas vibraciones, pero así mismo algo lo impulsaba a curiosear.

Junto con el humano, Altaria iba por detras del elfo. Mientras caminaban, la percepcion de la elfa comenzaba a darle mala vibra, al mismo tiempo veia que su compañero elfo tambien estaba en alerta.

No creo que deberiamos preguntar nada a nadie, lo mejor sera inspeccionar en silencio. No sabemos si ha pasado algo extraño, y siendo forasteros, quizas nos miren con mala cara.

Altaria por detras, insinua:

¿Tambien puedes sentir las malas vibras?-Mientras caminaba, recorria con sus ojos el paisaje de la cuidad, al mismo tiempo que su delicado tacto presentia algo extraño.

Caminais hacia el lugar donde se ha provocado el incendio en el hay varias personas, entre ellos un enano

Al ver al enano entre el gentío, la arrogancia de Dahlan salió automática e inconscientemente a relucir y se volvió hacia sus compañeros haciendo caso omiso del problema en que se encontraba aquella parte de la ciudad.

¿Buscamos un lugar donde hospedarnos? Del incendio supongo que sabrán ocuparse los ciudadanos.

Veis como han llegado tres nuevos visitantes a la ciudad, parecen elfos y os ignoran.

Veo llegar a tres personas que al parecr pasan de nosotros, los observo momentaneamente pero decido seguir con mi grupo en busqueda del rastro de sangre, Liliam sigue atenta al incendio apenas consciente de que me acabo de depedir, pero ya no importa, ahora hago parte de esta compañia y habre de acompañarlos.

Altaria se queda mirando al elfo, mira el paisaje extraño que hay en el sitio, pero nada parece tan relevante como para notar.

Aunque ella sentia algo, no la inquietaba, su mente estaba despejada en otros asuntos mas importantes para ella.

Master a mi ni siquiera me sacaron de la torre en llamas, y el llevaba este pj, creo que dejo claro que se moria. Hago como si nada y estoy con ellos, o me encuentro en otra parte??

Tras alcanzar al grupo obsevo como algunos andan mirando al suelo como buscando o siguiendo algo mientrtas otros miran al horizonte.

Opto por bajar la mirada, pues mi visión del horizonte no servirá de mucha ayuda mientras siga habiendo gente más alta delante mia, pensamiento que viene acompañado de un gesto de desagrado en mi rostro.

Al mirar al suelo veo que lo que siguen los demás es un camino de gotas de sangre casi imperceptible entre la hierba del prado que linda con la ciudad. Me pongo en cunclillas y la toco una de las rojizas gotas para ver si está fresca y me quedo pensativo mientras observo sin levantarme la dirección que sigue el rastro.

¿Será sangre del mago?... Si es un mago tan poderoso debería poder curarse fácilmente... a no ser que saliese con tanta prisa que tuviese que arriesgarse a mantener la herida hasta sentirse más seguro... Si yo fuera él me habría ido al bosque más cercano. Estarí bien escondido y podría encontrar algunas hierbas para la curar la herida y rebajar el dolor...

Después de un momento perdido en mis pensamiento me pongo en pie de nuevo, me sacudo las manos y me dispongo a seguir adelante cuando reparo en que el resto del grupo se queda quieto. Me giro y veo como cada uno mira a un sitio, unos adelante, otros atrás, otros abajo y otros arriba. Ninguno dice nada y parecen abstraidos de la rtealidad, por lo que mi voz indiganda resuena entre ellos como un ogro hablando a unos asustados goblins.

¡¡Eh, vosotros!!... Yo voy a seguir el rastro de sangre a ver si encuntro al mago, si alguno necesita que le despierte, ¡que mande a un mensajero!

Me giro y sigo el rastro del mago sin esperar a ver que me acompaña.

Ehhh???... digo al escuchar a nuestro pequeño compañero y bajo la mirada viendo como busca mas rastros de sangre.

Ahhh, claro, me aclaro la garganta, aunque me gustaria una explicacion sobre que hizo ese mago, empiezo a caminar con Liuk mientras prosigo, se que lo estamos buscando... y si mal no estoy quemo la torre, por eso es que me les uni, pero aun no se como terminaron envueltos con el?

Observo a los demas y pregunto con una sonrisa, vamos?

Arthur Mira Aslan y asiente con la cabeza. Si, creo que ya podemos ir tirando, a ver si encontramos a ese maldito Mago. Echa un vistazo a las tres personas que acaban de llegar a la zona. Y con esos que hacemos??

Dahlan atiende sorprendido las extrañas palabras del humano delante de él, erguido y con su arma en la mano pero sin actitud de utilizarla a priori.
No veo ni pizca de respeto en tus palabras, humano. Antes de que nadie te responda puedo decirte que no tienes nada que decidir sobre nosotros.
Acabamos de llegar tras un largo viaje, y visto el humo y el movimiento en la ciudad, vinomos a curiosear.

Al elfo no le gustaba el tono utilizado por el humano, pero supuso que a ninguno de su grupo le atraería la idea de comenzar una bronca tras tantas jornadas de viaje sin apenas descanso.