Partida Rol por web

Nora miró al mayordomo sin entender. ¿Estaba mejorado? ¿A qué se refería con eso? ¿Ingeniería genética?

Cuando la doctora volvió a hablar, Nora se volvió hacia ella. Algo le decía que no podía perderla de vista, que no le convenía, que era peligrosa aunque no sabía cómo podía serlo...

La respiración se le paró cuando escuchó el nombre de Du Pui, cuando ella le contó que estaba envenenando a su madre. Recordó la conversación con su madre la noche de antes, los miedos que habían compartido. Pero en ningún momento habían barajado la opción de que ese hombre pensara envenenar a su madre. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué quería conseguir con eso? Sintió un miedo arcaico, irracional, subir por su médula espinal. Tenía que ir con ella, avisar a la policia, buscar ayuda...

Solo sintió un dolor agudo, repentino, un golpe seco. Bajó la mirada y fue incapaz de reaccionar a la información que sus ojos le transmitían. Debía ser una ilusión, un error, no podía ser verdad que tuviera una herida de aquellas dimensiones. Miró a la doctora Ga sin intender mientras que se daba cuenta horrorizada que no podía respirar. Se ahogaba. Y a la vez sentía como la vida se le iba por cada una de las arterias y venas destrozadas de su pecho, su corazón, sus pulmones. Podía ver su esternon... Se llevó las manos a la herida intentando detener de alguna forma todo aquello, sabiendo que no podría hacer nada. Era una herida mortal.

¿Cómo había pasado? ¿Cómo lo había hecho la doctora?

Miró la mano que le ofrecía, la muñeca chorreando sangre, sin entender.

Tenía que salir de allí. Buscar ayuda.

Se volvió, buscando la salida... quizás tuviera tiempo, quizás...

Sintió que las piernas le fallaban, que la vista se le nublaba. Boqueaba buscando aire. Sabía que no lo encontraría...

¿Cómo te sientes...?

Se pasó una mano lánguida por su larga cabellera pelirroja. Se incorporó, poco a poco, y se levantó para sentarse tal como DuPui le decía. Seguía mirándola, y ella a él, aún sumida en una espiral de sensaciones que la habían arrastrado hasta una oscuridad de la que ahora salía, lentamente, como uno sale de un torbellino que ha intentado empujarle al fondo del océano.

Extrañamente se sentía bien... y mal. 

-Me... siento... distinta. -Oía, veía, incluso olía de una manera distinta. Mayor, mejor. -Es como si una droga hubiera... acentuado... mis sensaciones. Pero estoy confundida, sí, y mareada... Tengo... ¿Qué ha ocurrido en realidad? ¿Qué... me ha dado a beber...?

La respuesta  era obvia, pero tan imposible que no pudo dejar de hacer la pregunta.

La serpiente se deslizaba sensual y amenazante por el cuerpo de la Condesa, mientras Mikael trataba de mantenerse alerta; era un juego cuyas reglas no conocía y era muy fácil cometer un desliz ... un desliz que le costase la vida.

- El principal problema fueron una par de matones disfrazados de policías ... aunque no descarto que sean policías reales, actuando para alguien al margen de la ley. Ya sabe, a veces quien dirige no es quien figura al frente. - y, con cierta ostentación, giró la cabeza como abarcando el lugar donde se encontraban.

La referencia a Hong Kong le hizo un poco de ruido ... ¿acaso no sabía que Mara estaba en Nueva York? Por un momento, pensó en guardar silencio, pero luego comprendió que ya la había mencionado, de manera que no daba ninguna información nueva.

- A Mara la conocí acá en Nueva York ... ¿a qué clan dijo que pertenecía? - era consciente que ella no había dado ninguna respuesta, pero debía intentarlo.

Llegar allí se me hace bastante más largo de lo que pienso. El círculo de policías me llama rápidamente la atención. 

"Supongo que por allí ocurre lo que se ha visto por la tele" pienso.

Miro con desconfianza el As de corazones que me dio aquella señora. Miro a los policías de la puerta para ver si los conozco. Si no los conozco me acercaré a ellos con la carta y la mostraré. Miraré su reacción y si esa cosa parece funcionar pues... seguiré adelante. Sino, me sentiré la mujer más tonta del mundo.

Apenas era capaz de escuchar pero si escucho los pasos seguros de la mujer que se coloca frente a ella, le observa directamente a los ojos, parecía entre molesta y expectante, lo que sin duda estaba claro era que su aspecto era imponente y aterrador, se inclina y sostiene el mentón de Nora le mira a los ojos y dice:

Es tu última oportunidad

La mujer se hace un corte con una de sus uñas en su muñeca de la cual empieza a manar sangre, una sangre extraña, más oscura y densa que la sangre normal, la mujer permanece en silencio observando.

El hombre observaba a la mujer, ante su pregunta comienza a hablar:

Has ascendido… tu talento es memorable y es una autentica lástima que como mortal no puedas llegar a desarrollar todo el potencial del que dispones, por eso he eliminado esa limitación… has muerto y renacido como vampiro… como mi chiquilla, desde este momento yo soy tu maestro

Unos segundos de silencio, algo en el interior de la mujer le decía que no le estaba mintiendo, de hecho empezaba a ver a Du Pui con otros ojos, mas como un padre que como un maestro:

Te he dado parte de mi sangre, una sangre antigua y poderosa que te permitirá desarrollar tus sentidos… tu fuerza, tu agilidad… pero no solo eso, puedes llegar a moverte a una velocidad que no sería posible si fueras humana (Celeridad), ser capaz de captar los más sutiles matices de las cosas… hasta el punto de ver el alma de las cosas y las gentes (Auspex) y por supuesto impresionaras a todos con tu presencia, pero no solo como lo haría un mortal sino mucho mas (Presencia)

La mujer escuchaba en silencio, cuando hablo de los policías, parecía que perdió bastante interés:

Mara… es una buena espada de alquiler… si quieres saber algo sobre ella mejor ve a verla al Hong Long… en cuanto a esos policías

Parece sonreír de forma bastante sospechosa, como si supiera algo, o sospechara algo, comienza a mover su mano para colocarla delante de su rostro y dice:

Así que averiguaste algo que no debías y enviaron a unos inútiles a acabar contigo pero Kraine mando a Mara a salvarte… ummm sin duda es información que le interesa lo que encontraste… e intuyo que esa información de alguna manera está relacionada conmigo por lo que sucedió antes…

La mujer no hizo la pregunta, pero hizo un gesto con la mano invitando a hablar

Los policías estaban tranquilos, eran dos patrulleros que Liberty había visto en más de una ocasión, sin embargo, parecía que estaban tranquilos, observando el lugar, pero no con mucho internes.

Parpadeó, conmocionada. Luego... era verdad... ¡No sólo la leyenda era verídica, y los Vampiros existían, sino que ella era ahora uno de ellos!

Porque lo supo, con toda seguridad. Lo decían los ojos de DuPui, y su tono. Pero, sobre todo, lo decía su sangre, que gritaba desde dentro que era distinta, que era eterna...

-He... ¿muerto...? ¿Y renacido...?

Costaba asimilar una realidad como aquella. Pero debería hacerlo. Sin embargo hab´`ia algo más... algo que seguía golpeándole el cerebro con insistencia. Y debía preguntarlo.

-Y... ¿Nora? ¿Qué hay de ella...?

La herida era mortal. No habia tiempo. Ni la doctora ni el mayordomo habian avisado a una ambulancia. La doctora... podia salvarla. ¿Era lo que le estaba diciendo?

Entre oscuridad recordó como los tejidos del hombre del quirófano habian curado. La imagen de su madre siendo envenenada apareció un instante delante de ella.

Tengo que evitarlo, ella no puede morir...
yo la aniné a aceptar...tengo que ayudarla...

Y,aunque no sabía cómo, la doctora no parecia asustada sino que parecía querer salvarla. No entendía cómo podía hacerlo, pero el anhelo de salcar a su madre fue más fuerte.

De todas formas, solo le quedaban unos segundos...

Era agarrarse a un clavo ardiendo. Pero, se inclinó sobre la muñeca que le ofrecía la doctora, posando sus labios sobre la herida,sobre aquella sangre tan extraña, mientras se retorcía de dolor y sentia como la vida se le iba entre sus dedos.

Kelly inclina levemente la cabeza a modo de despedirse, sin dejar de mira a la chica a los ojos.

Ligar es una palabra no adecuada para este momento, digamos mejor "conocer", mejor así?

Le dedico una sonrisa mientras miro a mi alrededor para saber donde estoy y como volver a casa.

Gracias por todo Mara,espero  verte pronto.

Mikael estaba caminando por la cornisa, pero por otro lado, estaba jugándose la vida. No era momento para titubeos.

- Efectivamente, surgió algo relacionado a usted. Puede sonar loco ahora, pero en su momento me pareció una locura, unos devaneos de gente alienada ... esas tribus urbanas que se creen vampiros y esas cosas. Por supuesto, después de lo que ví esta noche, comprendo que la realidad es más oscura que esa ficción.

De pronto, su mente pareció captar un detalle. ''Ya van dos veces que se refiere a Hong Kong como Hong Long'' La primera vez, pensó que había pronunciado mal (o bien) el nombre de la ciudad china ... ahora le entraba la duda.

- ¿Hong Long? no conozco el lugar ... ¿donde se encuentra? ¿Vale la pena conocerlo?

El hombre asiente a la pregunta de la mujer mientras tranquilamente dice:

Así es… para renacer es necesario morir… dejar atrás el cascaron de la mortalidad… el mayor pecado del artista… el que no le permite continuar con su obra y con la fascinación por el arte.

Cuando pregunto por Nora Du Pui se queda unos segundos en silencio, entonces parece decidido a hablar:

En cuanto a su hija… ha sucedido algo que realmente no es común en la ciudad… ha llamado la atención de una persona muy… bueno… particular… también estará recibiendo una oferta similar… sin embargo, me temo que no de alguien que considere sea… bueno, digamos que en cierta forma compartimos el amor por el arte, pero su arte es… dantesco y bueno, podrás conocerlas… sin embargo… al igual que la has tomado tu, su decisión debe ser tomada por ella misma.

E inmediatamente Nora sentía aquel liquido caliente caer por su boca, sin embargo, fue lo último que sintió, la oscuridad, una oscuridad total se apodero de ella, la nada.

No sabe cuánto paso, pero aquella oscuridad era agobiante, le absorbía y sentía como le consumía, fue cuando escucho una voz, sentía como todo su ser era devorado por aquella oscuridad, como su alma era consumida, sin embargo, la voz de la doctora se escucho fuerte, como una orden:

Abre los ojos

Y eso paso, Nora abrió los ojos sin darse cuenta, realmente no sabía que había pasado, aquella oscuridad la sentía muy cerca suyo, sabía que estaba en su interior y la notaba crecer, fue cuando escucho en su interior una voz, una voz diabólica, oscura como aquella oscuridad que casi se la traga

Hambre… tengo hambre… aliméntame… vitae… tengo hambre

Era cierto, notaba una sensación de tener una sed atroz, como si llevara días en el desierto. Delante de ella la doctora le observaba seria, en silencio, junto a ella había alguien, se trataba de una chica de más o menos su edad, lo curioso era que se parecía bastante a ella, la Condesa le observa y habla:

Bien… levántate… debes sentirte mareada… no te preocupes es normal… y debes estar sedienta ¿verdad?

La otra chica estaba totalmente desnuda y en silencio con la mirada perdida, era casi como si no estuviera allí, unos pasos más atrás pero en silencio de pie como hipnotizada. Al verla Nora escucha a aquella voz con más intensidad:

Aliméntate… mátala… la quiero… quiero su sangre… vamos…. Tengo hambre

El camino a casa fue bastante tranquilo, la ciudad estaba tranquila, un accidente entre dos coches, un tiroteo y muertos no era nada especialmente extraño estos días en la ciudad en donde se sabía había varias bandas.

La mujer sonríe y después mira a Mikael:

Ese lugar es interesante dependiendo de lo que estés buscando…

La mujer se queda unos segundos observando al chico para entonces decir en un tono bastante neutro:

Entonces… te he aportado información útil… ¿Qué obtengo yo a cambio? de mantener una conversacion con un... mortal

Esa ultima palabra se noto que la habia dicho con bastante desden, como un señor feudal hablando del campesinado

Los policías son Bram y Arthur, dos policías jóvenes que son bastante entusiastas y que según la experiencia de Liberty terminaran mal, son de esos policías que dan mala fama al cuerpo por ser demasiado violentos con los hispanos y la gente de color, al verla le saludan, uno de ellos Bram dice:

Vaya si es la agente suspendida… ¿Qué haces por aquí?

El otro en tono menos bromista dice:

Ten cuidado tía… el jefe esta por aquí

Escuchó la respuesta a ambas preguntas con ansiedad. Y, a la segunda, con perplejidad.

-¿Se... teme? No lo entiendo, Mr. DuPui. ¿A qué se refiere con un arte... dantesco? 

Nora era su niña querida, su hija a la que vería siempre como a una criatura desvalida a la que proteger. Y, sin embargo, el mecenas hablaba de ella tomando una decisión, aceptando o rechazando una oferta como la suya propia, pero... ¿distinta? ¿Persona particular? Nada de lo que estaba diciendo el anciano sonaba bien. No para ella. 

La negrura dejó paso a la imagen de la doctora Ga ante ella. Nora parpadeó, desubicada. ¿Qué había ocurrido? ¿Por qué estaba allí tumbada y acababa de abrir los ojos? Sentía una opresión en el pecho como nunca antes había sentido, un malestar general que no sabía explicar.

Obedeció, casi sin pensar, la orden de la doctora, y se incorporó. Fue entonces cuando escuchó aquella voz. Fue tan fuerte y tan repentina que no pudo evitarlo, miró alrededor buscando a su dueño. Pero solo vio a una muchacha tras la doctora.

Está desnuda...

Darse cuenta de aquello hizo que el peso en su pecho aumentara enormemente. Estaba confusa. Nunca se había sentido así. ¿Qué le pasaba? volvió a escuchar a aquella voz y entonces fue capaz de saber de donde venía. Estaba dentro de ella. Estaba escuchando voces. ¿Deliraba? Estaba asustada. Se llevó las manos a cada lado de la cabeza cuando aquella voz volvió a hablar, cuando miró de nuevo a la muchacha. No quería volver a escuchar aquella voz. ¿Por qué escuchaba eso?

De repente, una imagen acudió a su mente, junto con el dolor. Su mirada se dirigió a su pecho, su mano voló hasta allí, intentanto tapar la herida que... ya no estaba.

Tenía el pecho abierto... duele...-consiguió decir a duras penas, con una voz débil y pastosa-¿Lo he soñado? ¿Qué ha pasado? Si... necesito agua...

Se levantó, temblorosa. Tenía que salir de allí, tenía que ir al hospital, allí sabrían que le pasaba...