Partida Rol por web

La pelea seguía su curso, lo que rodeaba a Rachel era un mar de sangre, la vampiresa se movia de forma instintiva, era sin duda como un animal que disfrutaba con lo que estaba haciendo, sin embargo, por su parte Jeremy mas acostumbrado a peleas de callejón que a autenticas luchas a muerte. Jeremy trata de sorprender a su contrincante, sin embargo, para su sorpresa este usa su pierna y le golpea en la pierna desequilibrándole un poco, lo justo para que su ataque con la navaja no surta efecto y que el arma punzante del enemigo se clave en su cuerpo, sin embargo, aunque sabe que tendría que haberle hecho mucho daño apenas le duele es solo un rasguño aparentemente.

Mientras tanto escucha como el segundo de los tipos con los que Rachel luchaba cae al suelo, en esta ocasión sin cabeza, algo que sorprende a Jeremy es que al igual que el otro empieza a convertirse en cenizas.

La chica se queda en silencio y mira a Madelaine algo sorprendida, como si hubiese dicho algo que se escapaba de lo que  esperaría escuchar. En ese momento la vampiresa seguramente gracias a sus aumentados sonidos escucha unos fuertes y seguros pasos detrás suyo, puede notar cómo se acerca alguien con gran seguridad, unos pasos de unos zapatos de tacón. Cuando se gira puede ver a una chica asiática, vestida con un traje ligero y sobretodo fresco, parece hecho de seda y aunque no es muy revelador sí que es bastante más fresco de lo que sería recomendable llevar en la calle. La mujer tiene algunas joyas, de aspecto caro pero no estridente, y su calzado son unas botas negras de tacón de cuero. Con una mirada seria y que fácilmente puede identificarse como amenazadora habla:

¿Y qué es lo que su majestad (dicho con cierto tono de sorna) quiere de las hermanas?...

Se queda mirando a pocos centímetros de la ventrue, parecía que estaba observándola, examinándola. La chica que atendía la barra da un par de pasos atrás bastante intimidada por las dos mujeres

...vengo de parte de McBerthey, hágame usted el favor, se lo ruego

Ni siquiera he acabado de presentar mi demanda cuando noto, más que oigo, el enérgico taconeo que me asalta desde la retaguardia.

Me giro sobresaltada, alarmada ante una hostilidad para la que, teniendo en cuenta las circunstancias que envuelven al Hong Long, debía haberme preparado pero que desgraciadamente me pilla absolutamente desprevenida, con la guardia baja...

La Bête reacciona de manera asombrosa, preparándome para la embestida en lo que dura un pestañeo: No puedo flaquear ni demostrar debilidad, sería algo impardonnable, que probablemente provocara mi caída a los infiernos. 
Acudir aquí, en pleno dominio Assamita después de que éstos hayan causado una baja entre sus filas, para terminar huyendo despavorida y humillada; non, ce n'est pas possible.
Sonrío, al parecer divertida por la situación a la que me enfrento.

...qué es lo que su majestad quiere de las hermanas?

Non - enfatizo mi negativa alzando graciosamente el índice - no es McBerthey quien las reclama mais moi - admito sin atisbo de disculpa o arrepentimiento -. Soy la descendencia de Le Prince, Madeleine du Villehardouin - contoneo levemente la cabeza, de manera respetuosa -. Hoy era mi... puesta de largo... mon soirée de présentation, estoy seguro que entiende a lo que me refiero - hago un gesto distraído, como si el recuerdo de ese acontecimiento me aburriera solemnemente -. Por una étrange raison ustedes, Las Hermanas, se han convertido en las inesperadas protagonistas de mon celebración - no hay sospecha de ira en lo que digo, solo me esfuerzo en resaltar el hecho de haberse inmiscuido en mis asuntos -. Cree usted en el destino? Les Signes? Vengo a presentarles mis respetos y alianza... - ahora si que adopto la protocolaria reverencia ante la Dueña del lugar - ...y tratar de entender qué está ocurriendo en la ciudad justamente con mi llegada - subrayo lo que a todas luces se trata del motivo real de mi presencia más allá de toda la palabrería introductoria.

La mujer seguía mirando con esa mirada que denotaba desprecio por lo que tenía delante, realmente Madelaine no sabía si estaba prestándole atención o no realmente, pero al menos estaba ahí, escuchando. La mujer se acerca a la barra y se apoya en ella:

Así que la nueva muñequita del príncipe piensa que puede jugar entre los mayores

Dice con una leve sonrisa que muestra sus desarrollados colmillos, Madelaine sabía que normalmente los vampiros poseían la capacidad de esconder sus colmillos a voluntad, quizás aquella mujer no era capaz de hacerlo o simplemente no quería:

¿Te hemos estropeado tu noche de gloria?... vaya pobrecita de ti…

Las siguientes palabras de la vampiresa hace que la mujer le mire con una mirada que irrita bastante a Madelaine, estaba claro que estaba infravalorándola y sentía como su bestia interior se revolvía en su interior (Tirada de autocontrol dif 6 con al menos un éxito no pasa nada):

Así que una pequeña recién despertada como tú cree que nos puede interesar una alianza con ella para meterse en los asuntos de la ciudad… jajaja

La mujer comienza a reírse en clara actitud despectiva

El desdeñoso gorjeo que me dedica la oriental Assamita me revuelve las tripas, se clava en lo más hondo de mi Ser como un hierro candente que a punto está de lograr su objetivo, sacarme de mis casillas...

Pero sé que me está poniendo a prueba, que debo resistir esa altanería como se espera que lo haga; así que aguanto impertérrita la acometida, manteniendo indescifrable la sonrisa y acomodándome a su lado en la barra, de manera confidente, se diría que amistosa si ese término tuviera cabida en este mundo. 

No jugar con les adultes dejó de ser una alternativa en el momento mismo en que fui Abrazada - apunto -. Va en mi Naturaleza hacerlo, no hay opción ni alternativa a ello - alego.

En cuanto a La Fête - abordo - eso es lo de menos, carece de interés puesto que hay asuntos a tratar mucho más graves que no ser el centro de atención - argumento -. Asuntos que merecen ser explicados.

Acerca de les alliances - sigo - eso es algo que ya está forjado tras décadas de convivencia - es La Bête quien habla en mi boca -. Solo es cuestión de ponerle nombre y apellidos a dicho trato - me ofrezco. 

Lo que ha ocurrido merece una explicación, algo que nos permita entender el problema de una manera global - relato -. Entiendo que es dramático para ustedes pero también un aviso para la ciudad entera. Como tal debe ser tratado para dar una respuesta oportuna a lo acontecido - argumento.

Comprendo que tengan Sed de Venganza, no puede ser d'une autre manière - cómplice -. Mais ustedes deben aceptar que esa ansia tiene mejores visos de ser adecuadamente satisfecha si somos capaces de coordinar nuestros esfuerzos y ofrecer una respuesta conjunta a la amenaza, ese es el motivo de mi presencia aquí - concluyo el alegato, esperando que sirva para acceder a la hermética y altiva Cainita a la que me dirijo. 

La vampiresa sonríe ante el comentario de la Ventrue y comenta:

Vaya… parece que eres más… impulsiva que tu predecesora… aunque también mas lista para darte cuenta… ¿pero más astuta?...

La mujer parece escuchar las palabras de Madelaine hasta que da un golpe en la barra, la vampiresa puede ver cómo ha causado una grieta en esta, aunque posiblemente se ha contenido, la Assamita se gira y se pone mirando a la cara fijamente a Madelaine, la mujer es más baja pero se incorpora un poco sobre sus dedos y dice en tono serio casi amenazante:

No te equivoques… que seas la muñeca del príncipe no quiere decir que sepas nada sobre nosotras… una de nuestras niñas ha muerto porque uno de los perros de Kim la ha matado y esto no quedara así… me dan igual tus alianzas, tus sutilezas o lo que quieras… nadie ataca a las hermanas y se queda tan tranquilo

Madelaine puede ver como la chica de la barra está usando un teléfono, parece asustada, debido a que la música está muy fuerte se ve obligada a hablar más alto de lo que querría y Madelaine puede escucharla aunque la chica trata de evitarlo:

Señora… Jeon Seon está actuando violentamente con alguien como ustedes… si, por favor

...da un golpe en la barra, la vampiresa puede ver cómo ha causado una grieta en esta (...) se incorpora un poco sobre sus dedos y dice en tono serio casi amenazante: No te equivoques… (...) nadie ataca a las hermanas y se queda tan tranquilo

La valentía... alguien dijo que no consiste en no tener miedo sino en actuar a pesar de ello...

Y para qué negarlo, j'ai peur, a pesar que La Bête me cobija en su linaje, aunque me sé un Ser mitológico de una fuerza y valor incalculable, no puedo evitar sentir la necesidad de dar un paso atrás, incluso agacharme y resguardarme entre los brazos confiando, como si de una niña pequeña me tratara, que cuando vuelva a mirar el peligro haya desaparecido... como hacía con mi odiado padre: Desconectar, evadirme de la realidad y volver cuando todo hubiera pasado.

Nunca me había enfrentado a algo así, es la primera vez que me topo con alguien de tan basto Poder a quien, por algo que he dicho, he logrado enfurecer hasta provocar su ira... Dios sabe lo que esa criatura es capaz de hacer... 

Trato de buscar consuelo en mis motivos, mes raisons: Por muy poderoso que sea el Clan Assamita no puede iniciar un conflicto con los Gangrel y, en poco tiempo, atentar también contra el Principado, ce n'est pas possible... O si; mi aliento, mi refugio, es agarrarme como a un clavo ardiendo a esa presunción que debo dar como cierta para no huir despavorida del lugar.

Me mantengo firme, la sonrisa ya desvanecida de mi rostro puesto que solo lograría hacerme parecer estúpida. La mirada fría, cortante, la soberbia presencia de mis ancestros llenando el espacio que me rodea.

Esa es una posibilidad - admito cortante -. Pero acaso es la única? - requiero inquisidora -. De ser así deberíamos suponer que el Gangrel también desaparecido está siendo ocultado por Mademoiselle Kim para evitar votre venganza? - apunto -. No es del todo descabellado - concedo - mais por supuesto no es la única opción - aventuro de modo tajante -. Sería una pena dirigir todos los esfuerzos en una inútil cruzada mientras el verdadero responsable de esa muerte sale indemne, no te parece? - sugiero de manera mordaz.

Señora… Jeon Seon está actuando violentamente con alguien como ustedes… si, por favor

Las Hermanas... Claro está, hay más de una... Solo espero que esa que enfrento, Jeon Seon, sea la más beligerante de ellas y que la que acuda ante esa llamada sea más... raisonnable.
De no ser así estoy perdida. 

Asiento aún pensativo a lo que me dice Bram, tomo algo de aire y entro a ver que es lo que pasa....

- Gracias, espero no decepcionaros. -Contesté ante las palabras del Príncipe, mirando brevemente a este y luego a la señorita Kurt. Después permanecí en silencio mientras mi compañera se presentaba.

El tema de que Nelyan pudiese solucionar su condición, volvió a salir a flote y, como cada vez que ocurría, mi interés aumentaba con respecto al tema. Al fin y al cabo, tenía alma de científica.

Me mantuve expectante esperando cualquier señal de la señorita Kurt sobre qué hacer después, porque había estado muy perdida todo este tiempo, pero ahora aún más. ¿La presentación ya había terminado? ¿Había algo más que hacer? Rachel había dicho que fuésemos breves, así que me inclinaba a pensar que al menos nuestra parte, estaba finalizada. Pero no quería arriesgarme a pecar de impaciente o de hacer algo mucho peor, como ofender a alguien.

La Assamita mira con esa mirada ya tan característica suya a Madelaine, esta puede notar como la esta despreciando claramente y se sabe superior a ella o al menos es lo que se cree, le observa y dice:

Y eso que tiene que ver contigo… juguete del príncipe… ahora podría

En ese momento se detiene y mira a su lado, una mujer vestida con un kimono y que tiene a su lado a dos hombres vestidos con trajes de chaqueta, el clásico aspecto de los yakuza, la mujer con un tono de voz suave y pausada dice:

Jeong Seon, nǐ bù yìng gāi duìdài nàxiē rúcǐ jiējìn wángzǐ de rén... Wǒ míngbái nǐ xiǎng wèi nǐ de xuétú bàochóu, dàn wǒmen bùnéng ràng wénmíng rén gèng hǎo.

La otra mujer mira malhumorada y dice:

Dàjiě...... Tāmen zài cháoxiào wǒmen...... Nàxiē gāisǐ de xīfāng xīxuèguǐ hé nàgè pàntú jīn zhèng rì

La mujer del kimono suspira y asiente para añadir:

dàn zhè bùshì wèishéme wǒmen bù yìng gāi zhīdào gōngguó de xiǎngfǎ...... Zhìshǎo wǒmen yīnggāi tīng tīng zhège xīnshēng ér

Ante una fastidiada mirada de la primera asamita esta mujer mira a Madelaine y dice:

Disculpa a mi hermana…  quizás deberíamos tratar estos temas en un lugar más tranquilo… ¿nos acompañas?

La mujer hace un gesto de abrir el paso mientras los hombres se apartan un poc

Asisto, estupefacta, a la entrada en escena de la que presumo que debe tratarse de la hermana de la irascible Jeong Seon.

Bien sûr je ne comprend rien de lo que parlotean entre ellas pero, parece obvio, que La Hermana recrimina a mi inicial interlocutora su arrebato y, al parecer, Jeong Seon accede a rebajar la furia que parecía poseerla, heureusement!

Disculpa a mi hermana…  quizás deberíamos tratar estos temas en un lugar más tranquilo… ¿nos acompañas?

Bien sûr - accedo ligeramente reconfortada pero sin perder de vista el pantanoso terreno en el que ando, esos dominios Assamitas, regentados por estas Hermanas de las que, aparentemente, como mínimo una de ellas tiene tendencia a dejarse llevar por la ira... en cuanto a la otra... l'autre parece plus raisonnable, aunque la clave de esa presunción está en el término "parece"; a menudo las apariencias engañan y tal vez sea mucho más peligrosa La Hermana que la belicosa Jeong Seon.

Sigo a las mujeres a través del gentío congregado en la discoteca que, como si de las mismísimas aguas del Mar Rojo se trataran, se abren respetuosamente a nuestro paso, dándome la incómoda sensación de ser el centro de atención de una extraña celebración; algo parecido a lo que debía notar un condenado acercándose al patíbulo a través de la multitud expectante en una plaza Mayor en el medievo.

Llegamos al lugar y procedo a la protocolaria introducción:

Como le he explicado a Mademoiselle Seon, je suis la Madeleine du Villehardouin, Sangre de Le Prince Jason McBerthey - acompaño la presentación con un educado ladeo de cabeza -. Mi presencia aquí no se limita a presentarles a ustedes mis respetos, évident - sigo -. Tengo entendido que una de ustedes ha... - hago una pequeña pausa para dotar a mis palabras de la gravedad pertinente - ...fallecido en extrañas circunstancias - mi mirada pasa, alternativamente, de una a otra Assamita, valorando sus más ínfimas reacciones ante mis palabras -. Mademoiselle Seon me ha puesto al corriente sobre las sospechas que albergan hacia el Clan Gangrel - recuerdo -. Como he procurado explicarle, que esa muerte se haya producido en Central Park y tras el ataque de uno de los discípulos de Rachel Kim alimenta esa suposición - concedo -. A pesar de ello, la consecuente desaparición tanto del Gangrel que intervino en esa... refriega... y del humano que acompañaba a la fallecida creo que complica el asunto... - suspiro... o algo parecido.

Je pense que sería oportuno no descartar ninguna hipótesis ni línea de investigación antes de alcanzar conclusiones tal vez precipitadas y que podríamos lamentar profundamente - abordo con valentía -. Mi intención es ayudar, dar un nuevo enfoque a la cuestión, tratar de replantear el asunto antes de iniciar una escalada quizás innecesaria, c'est tout - concluyo el alegato educadamente.

Mientras la mujer del kimono caminaba la música parecía acompañar sus pasos, caminaba con tranquilidad, como si no tuviera ninguna clase de prisa mientras la gente que había en la discoteca iba apartándose, justo detrás Jeong Seong caminaba aun visiblemente molesta. El trió llega a una sala en donde la decoración es mas marcadamente asiática, es similar a los reservados pero con un aspecto más autentico, sin duda debían ser antigüedades reales. Jeong Seong se queda en la puerta de pie, con los brazos cruzados mientras la otra mujer toma asiento y ofrece a Madelaine sentarse con un gesto. La mujer escucha atentamente ante las protestas mudas de la otra mujer, para finalmente decir:

Disculpa mi descortesía… mi nombre es Kami, quizás la mayor de las hermanas del clan Assamita… en cuanto al asunto que deseas tratar con nosotras… la persona de la que hablas era una aprendiz de Jeong Seon… pronto seria convertida en su autentica aprendiz… debes disculparla por ser tan brusca.

La mujer hace una pausa, la otra mujer parece molestarse por haber sido revelado aquello, pero parece no querer decir nada por el momento:

De hecho… es extraño que entrase en los dominios de la señorita Kim… ella sabía que no debía entrar y aunque era una chica algo rebelde nunca haría esa tontería… aunque hay algo que realmente me intriga mas… ¿Por qué realmente la chiquilla del príncipe… que no el principado está interesada en este asunto?

Tomo el asiento que me ofrece educada, respetuosamente.

...mi nombre es Kami, quizás la mayor de las hermanas del clan Assamita… en cuanto al asunto que deseas tratar con nosotras… la persona de la que hablas era una aprendiz de Jeong Seon… pronto seria convertida en su autentica aprendiz… debes disculparla por ser tan brusca.

Enchantée, Madamme Kami - concedo a la vez que dedico un ladeo de cabeza algo más condescendiente de lo que debería hacia Jeong Seong.

...hay algo que realmente me intriga mas… ¿Por qué realmente la chiquilla del príncipe… que no el principado está interesada en este asunto?

No me pilla desprevenida. De alguna manera sospechaba, o sería obvio pensar que el hecho de que una Neonata como yo se dedique a escrutar en tan peliagudos asuntos cause naturales suspicacias. Sonrío.

Ha leído usted a Sun Tzu¹? Estoy segura que si - concedo -. Decía pues, l'auteur, que "En medio del caos también hay una oportunidad" - evoco la cita con un fruncido de ceño -. Eso es lo que busco, une opportunité, soy una Neonata, recién aterrizada en este mundo, sería una necia si no tratara de sacar provecho de esta crisis. Tratar, como le decía, de averiguar lo ocurrido y evitar, en la medida de lo posible, más derramamiento de nuestra Sangre - dedico un gesto de disculpa a Jeong Seon -. Por lo pronto este asunto me ha permitido conocerlas y presentarme ante ustedes - que no es poco.

Y retomando el asunto de la malograda apprenti du Mademoiselle Seon - dirijo -. Resulta obvio que lo que me dice, el motivo por el que se encontraba en Central Park, es uno de los grandes interrogantes que opino deberíamos resolver antes de embarcarnos en una Guerra entre Clanes - apunto -. Ustedes ignoran esas razones - interrogo más que afirmo, alzando una ceja inquisitiva que dirijo intencionadamente a la colérica mentora de la fallecida -. Quien podría saber sus motivos? - requiero -. Con quien más se relacionaba? - percuto incidiendo sobre el asunto.

Jeremy empezaba a pensar que iba a durar bien poco siendo vampiro como siguiese con esa mala suerte. No había podido aun realizar ni un solo ataque que diese en su objetivo y además había recibido un tiro y un navajazo. Unos dias atrás no lo hubiese podido contar, pero ahora, en cambio no sentía dolor por esas heridas.

Para Kim por otro lado, esa pelea era un juego de niños. Y de golpe una cabeza sale volando separada de su cuerpo inerte como quien corta mantequilla con un cuchillo jamonero. Los cuerpos se auto incineraron sin dejar más que polvo y cenizas.

Jeremy era consciente que seguramente volviese a fallar y como uno de sus ataques acertasen en alguna zona crítica temía acabar también en polvo y cenizas, pero no tenía más opción que volver al ataque.

Intentó buscar de nuevo otra estrategia para que fuese más difícil predecir sus patrones de movimiento y ataque. Esta vez ya no tenía intención de atacar con fintas y despistes, sino poner separación entre él y el otro adversario con navaja.

Se lanza con su mano libre directo a la cara con la intención de impedirle que vea mientra le cojo la cara y luego intentar apuñarlarle el cuello dando un paso en dirección contraria al de la navaja para conseguir algo de distancia y tenerlo de frente en caso de que intentase apuñalarlo y poder reaccionar.

Apenas subió un par de escalones cuando pudo identificar y escuchar claramente que melodía que sonaba, una canción que conocía bastante bien y que la persona que la estaba tocando era realmente una virtuosa tocándola. Al llegar a lo más alto de la escalera le esperaba una entrada, un arco que daba acceso a lo que era toda una planta, sin embargo, la planta parecía ser un estudio, había restos de pintura y de algunos cuadros a medio hacer en un lado, algunos instrumentos por el otro, un par de esculturas, una de ellas representando a una mujer y la otra a una criatura bestial y en el centro un piano de cola donde Du Pui interpretaba aquella música.

El ambiente era atrayente, misterioso y un tenue aroma a lavanda lo inundaba todo, sin embargo, era lo suficientemente tenue como para no resultar pesado a la nariz, sino más bien agradable y sutil. Algo que llamo la atención del hombre es la total ausencia de ventanas en el lugar.