Partida Rol por web

Al ver el desenlace, con todo y el Gnomo, no le doy importancia y solo sigo el andar de Vangh'ish. Que esté amordazado o no, no me interesa, esta bien y las cosas ahora se han apaciguado, eso es lo importante.

Continúais vuestro camino tranquilamente hasta que poco a poco va anocheciendo. Os apartáis del sendero y creáis un pequeño campamento con su hoguera.

-¿Alguien puede explicarme qué coño ha pasado?

- Os felicito Maeval y señora Vangh'ish por cómo habéis dado solución al encuentro de esta mañana.

Miro duramente a Lestar el gnomo:

- ¡Cometisteis una temeridad Lestar!, ¿a quién se le ocurre salir en estampida cuando nos tienden una emboscada? Nos hicisteis parecer más sospechosos todavía.

Al ver que el sol ha caído, no pasó mucho para que todos armaran sus tiendas y por mi parte decidiera preparar el saco de dormir y revisar que todo fuera en orden, al ver al gnomo y escucharlo, solo chasqueé la lengua sin más.

- Nos emboscaron y casi hubo pelea... Creían que eramos espías y no sé que más. Buenas noches - Le expliqué sin más... Aún Tánathil hubiese hablado, ese no era mi problema por ahora.

- No soy útil en cuerpo a cuerpo. Lo más lógico me parecía ocultarme y cubriros desde mi escondite. 

"Digamos que tuve que revelar más información de la que me hubiera gustado...Pero al menos conseguimos salir vivos ¿Umh?" Digo a la vez que saco mi joyero y reemplazo la malaquita que me quité del diente por un zafiro azul.

Miro a mis compañeros lagartos y comento algo en nuestro idioma.

"Si el Elfo la vuelve a cagar habrá que darle un escarmiento...Se creé que esto es un juego con su palabrería..."

"Cuenta con ello, o lo dejamos morir si se mete en algo similar. Casi quedamos mal-parados por su ineptitud. Yo tampoco tendré paciencia la próxima vez"

- No eres el único que ha interpretado mal la situación Lestar. Reconozco que tengo mucho que aprender, hasta ahora nunca había tenido que negociar con un soldado en el frente de batalla, me habéis superado sobradamente. - digo refiriéndome a mis compañeros Maeval y Vang'ish.

- Es una historia fascinante que me encantaría escuchar después señora. Volaré unos minutos con Fentaloth para observar el camino por delante y el que dejamos atrás. - digo aligerando al grifo del peso que porta y colocándonos en disposición de volar.

-Yo voy a leer un poco -digo mientras saco un gastado libro y me acomodo cerca de la hoguera-. Si queréis hago la primera guardia.

"Norick tráeme la amatista cruda, quiero seguir trabajando en ella" Le ordeno a mi súbdito mientras me acomodo frente el fuego en mi saco de dormir, cojo un trozo de la venda que tengo y lo mojo en agua, después me limpio el maquillaje de los ojos, labios y cejas.

"Y dime Lestar...¿Qué ocurrió en esos matorrales?"

Te descuelgas la mochila y agarras el libro. Antes de que lo saques, empiezas a escuchar susurros indescifrables.

Lo saco igual, mientras frunzo el ceño, confuso.

Mientras se acomoda, todos podéis ver el libro de Lestar.

-Pues me cogieron y me arrastraron por el bosque hasta que escuchamos un silbido. Entonces me soltaron y tras darme un par de hostias me dejaron en paz. Luego volví a por vosotros, ocultándome por el bosque, hasta que me empezaron a buscar. Y el resto ya lo sabéis. 

Salgo a dar una vuelta volando con el grifo.

Abres el libro y los susurros se hacen entendibles. Es una voz muy fina, femenina, habla rápido y tiene eco.

"Sí... te vemos... te escuchamos... sí..."

Las palabras escritas son difíciles de entender.

Tánathil se sube a lomos de su glifo y asciende a los cielos junto a su montura.

Miro con mucha curiosidad el libro de Lestar -Entiendo...La proxima vez pegate a Norick o al enano, no te vayas. ¿Y dime, qué es ese libro?