Partida Rol por web

-Cabrones, y eso que le ayudamos, ughh

Digo quejandome, mientras dejo las armas

Doy unos pasitos desarmado hacia el enano y trato de echar un ojo disimuladamente a sus heridas.

Los soldados impiden que Lestar se mueva del sitio.

Sin musitar palabra y aprovechando que los soldados estan entretenidos con Lestar me lanzo a correr como el viento protegiéndome de los arqueros tras sus propios hombres y buscando cobijo entre los árboles.

Xsii se gira y sale corriendo, pero eso no sorprende a uno de los arqueros que estaba atento a él. Disparando una flecha consigue desequilibrarle y tirarle al suelo. Dos soldados se acercan rápidamente y le dan varios espadazos, dejándolo en un estado muy deplorable y con una hemorragia severa.

"!APRESADLOS¡"

Los soldados acercan sus armas a los cuellos de Rhezakk, Nezo y Tánathil. Al ver que su amo está siendo amenazado, el grifo ataca al soldado que apunta con su espada al elfo. Al girarse el grifo, empuja la mano del capitán y le desarma, lanzando el mayal a una buena distancia.

Un arquero apunta a Krieg. Un soldado cercano a Lestar también le está amenazando. Los dos arqueros destantes están ya con los arcos tensados, pero no saben a quien apuntar.

-¡Cuerpo a tierra! -y predico con el ejemplo lanzándome al suelo por si sale alguna flecha disparada hacia un ojo. 

Viendo como empeoro la situación, decido quedarme quieto y no dar mas motivos para que disparen.

-Tranquilos...

Tánathil sujeta al grifo y envaina la espada, se apresura a emplear su cerebro lo más rápido que puede y comienza a hablar:

- ¡Nada de esto es necesario! ¿acostumbra a pagar la misma lealtad con el resto de sus soldados - trato de sonar sólido y convincente.

- La tormenta ha salvado la vida de muchos de sus hombres. No tiene ninguna necesidad de apresarnos capitán.

- Ninguna agresión que nos haga le valdrá un ascenso somos aliados y lo hemos demostrado delante de toda tu tropa desgastándonos junto a ellos en esta batalla. ¿Acaso las leyes de Leidreran no son la traición y la barbarie?

- ¡le exijo que nos deje libres y nos podamos marchar libres!

Me limito a quedarme calladito en posición fetal

Tánathil consigue separar al soldado del grifo. Su monturá está muy nerviosa.

"No tienes autoridad aquí." -  Dice el capitán. - "La tormenta de vuestro lagarto destruyó un poblado a la vista de todos. Mantener a los pueblos de Veran fieles y que no se rebelen está siendo más complicado aún gracias a esto. - Y señala la tormenta, que sigue rugiendo aunque con menos fuerza. - "Vuestra ejecución pública en Meridian calmará a las masas y devolverá el orden. Y de paso yo y mis hombres ganaremos el reconocimiento de haberos atrapado..."

El capitán va a buscar su mayal y cuando vuelve mira al grifo.

"Es un animal esplendoroso. Pero si hay riesgo de que se descontrole no puede venir."

Con un movimiento de la mano el capitán señala al grifo y los tres arqueros sueltan sus flechas en la cabeza de la bestia alada, matándola al instante.

Tánathil observa impotente como su criatura cae al suelo inerte. Un soldado le amenaza por la espalda con su arma.

"Quitadles las capuchas." - Ordena el capitán señalando a Nezo y Rhezakk, que ya se habían rendido y depositado sus armas en el suelo. Una vez sus rostros son revelados, el capitán se sorprende.

"Que grupo tan raro, es obvio que teneis algo entre manos. A lo mejor sois espías de otros mundos. Sea como sea... en Meridian os sacaremos la verdad. Marchando."

Los soldados os atan las manos y dedos con fuerza. Uno de los soldados arrastra a Vangh y otro coge vuestras armas.

Sois empujados al poblado. Los aldeanos miran con confusión; habéis ganado la batalla pero no entienden porque os retienen. Sigver y el alcalde salen a hablar con el capitán implorando que os liberen, pero estos son respondidos con gritos del capitán indicando que si no quieren correr el mismo destino, que no se metan.

Os llevan a la casa del alcalde, que es más grande. Paran la hemorragia de Xsii y tratan a Vangh para que levante. Después os quitan todo; primero os desnudan y revisan vuestros ropajes, sacando cualquier arma u objeto escondido que tengáis. Les llama la atención el dinero que guardaba Krieg y una extraña piedra roja.

Una vez apilan todas vuestras armaduras, objetos y mochilas en un rincón de la casa del alcalde, os transportan a otra viviendo que requisan. Antes de el capitán envia a uno de los soldados a un puesto cercano para que envien refuerzos al poblado.

Vangh se levanta aturdido.

Tenéis a bastantes soldados de Leidreran vigilándo vuestros movimientos, incluido el capitán.

Te levantas bastante dolorido, el golpe de la bestia ha sido fuerte. Estás aturdido, pero poco a poco te vas dando cuenta de la situación.

Tienes las manos atadas. A tu lado, están tus compañeros y Norick; al igual que tu, solo tienen su ropa puesta. Todos tus anillos y piedras preciosas han desaparecido.

Estáis en una casa del poblado, a vuestro lado hay unos 10 soldados junto a su capitán, que charlan mientras beben y comen, pero no os quitan el ojo de encima.

-Cabrones desagradecidos

Fulmino con la mirada a todos, en especial al capitan

-Les ayudamos a lidiar con laa bestias y nos quieren de chivo expiatorio. 

Miro a Vangh y le saludo

-Hola Vangh, salimos de mal a peor. Debimos escucharte y dejarlos a su suerte

La escasa tropa de Leidreran restante come en silencio y sin mucho ánimo. Veis en sus rostros de tristeza; en la batalla han perdido amigos y compañeros. Algunos han quedado con cicatrices horribles o están heridos.

Sin embargo en el otro extremo de la casa es todo distinto. El capitán junto a unos cuantos soldados que parecen más veteranos y de mayor empleo militar, festejan y comen con mucha alegría, brindando por la gloriosa batalla y el haberos capturado.

Cuando Krieg les insulta, el capitán parece molestarse bastante, por lo que se levanta y se mueve hacia el enano.

Notáis que esta algo ebrio, pero se acerca firmemente a la cara de Krieg y le amenaza. 

"O te callas o te mando de una patada a tu sucia ciudad bajo la montaña."

Inmediatamente, trato de agarrarle el cuello con mis piernas

Aprovechando que se ha acercado y ha bajado la guardia, Krieg agarra con sus piernas el cuello del capitán y aprieta con todas sus fuerzas. 

El capitán de Leidreran queda atrapado por el agarre del enano. Varios hombres se levantan de sus asientos y sacan sus espadas.

-Eheheh. Quereis que muera??!!!

Agarro bien al capitan

-Solo queremos irnos de aqui, nada mas.

Los soldados corren a socorrer al capitán y consiguen librarlo del agarre de Krieg; el capitán se encuentra casi sin aire y con la piel roja del esfuerzo. El enano no tuvo suficiente tiempo para acabar con él.

Poco a poco se recompone. Una vez arriba mira a Krieg con expresión severa, pero no con odio.

"¡AGARRADLO Y TRAEDLO AQUÍ!" - Grita el capitán señalando al enano.

Los soldados obedecen y arrastran como pueden a Krieg, que se retuerce y hace tambalear a los soldados. Finalmente consiguen llevarlo unos metros alejándolo de vosotros.

El capitán se pone frente a él a una distancia prudencial.

"Eres un buen guerrero, uno de los que nunca se rinde. Me habría encantado que nos hubiesemos encontrado en una situación distinta, en la que no llegasemos a esto. Pero el destino ha decidido que seamos enemigos... te daré una muerte rápida. Aguantadlo bien."

El capitán desenvaina la espada de uno de los soldados y se prepara para decapitarlo.

"¡Que Jaros reconozca tu valía y te acoja en su ejercito eterno, enano!"

Y tras decir eso, el capitan corta la cabeza de Krieg.