Partida Rol por web

-Exacto. Y de eso quería hablar contigo. He visto que has usado magia para curarte. ¿Crees que podrías enseñarme ahora que somos... aliados?

Rhezakk suelta una sonora carcajada.

"Ah... ya tardabas en preguntarlo. Esta magia no está al alcance de todos, antes si quiera de intentar aprenderlo hay muchas técnicas y hechizos que debes dominar. Y que por supuesto, desconoces."

El gnoll sigue riéndose a la vez que sigue caminando.

"Pero si es cierto que tenéis que mejorar mucho si queréis enfrentaros al adalid. Si una de mis alumnas más pésimas consiguió poneros las cosas difíciles no quiero imaginarme lo que os haría el poseido de Malal'Ashar. Veamos... ¿Cuál es el hechizo más fuerte que puedes hacer? Muéstrame."

Rhezakk se para y te mira, cruzado de brazos. Nezo tambien te observa con ganas de que termines tu demostración y os mováis ya.

Lanzo una bola de fuego, apuntando a alguna roca o similar que esté seguro que no vaya a hacer prender el bosque.

Te levantas muy lentamente, con pocas fuerzas; tus músculos están agarrotados y cansados después de la batalla. Tu kobold aguarda a que te levantes y ambos salís al exterior del templo.

Sales al afuera, pero no ves a Lestar. Ni si quiera a Nezo o Rhezakk. Te has demorado más de lo que creías en levantarte. Estas a punto de ir a buscar a tus compañeros cuando sientes un pequeño empujón, algo que impulsa hacia la iglesia de nuevo. Notas que algo se mueve en tu mochila.

Xsii aparece a tu espalda.

-Vamos Babroth, parece que nos quedamos solos- Digo al incorporarme del lecho y seguir los pasos de los demás

Te preparas para lanzar una bola de fuego, pero tus reservas mágicas estan casi agotadas y solo sacas una triste y pequeña bola de fuego que se deshace en el aire al cabo de unos segundos.

Por primera vez en lo que llevas de tiempo con Nezo, le ves reirse. De ti.

"¡Jajajajaja!" - El felino casi ni se puede mantener en pie. Sus ojos no paran de llorar de la risa. - "Excelente bola de fuego, escoria. Normal que cuando nos enfrentasemos en la taberna ni lo sintiera."

Rhezakk es todo lo contrario. Su semblante está serio, no le hace ni pizca de gracia.

"Que deprimente." - El gnoll suspira. - "Hay mucho trabajo que hacer por lo que veo. Te advierto que soy un maestro bastante exigente, gnomo."

-Mientras no hagas daño a nadie más y eso me permita ayudar a los míos puedes hacer lo que quieras conmigo. Y... no me quedaba mucho maná. Suelo hacerlo mejor -digo algo avergonzado.

"No prometo nada. El que obtengas poder para ayudar a los tuyos depende solamente de ti."

Continuáis por el bosque hasta que Rhezakk se gira de repente y se lanza contra el suelo, atrapando algo.

"Que escurridizos son últimamente." - Dice a la vez que sostiene una rata en sus manos. El gnoll se acerca el pequeño roedor a su boca y empieza a susurrar cosas en un idioma que debe ser el que hablan los de su raza.

Nezo no parece sorprendido, solo se limita a esperar.

Estudio cuidadosamente las acciones de mi nuevo "mentor". Me acerco un poco a Nezo y le susurro:

-¿Qué estamos haciendo aquí exactamente?

"Los nigromantes, como ratas que sois, os comunicáis a través del mismo animal que os representa. Es una forma que tienen de no levantar sospechas y enviar mensajes que solo entienden aquellos que conozcan la nigromancia. Las redes que montan estos animales son enormes, llegando a comunicarse entre mundos en cuestión de horas."

Pongo los ojos en blanco.

-¿Después de todo sigues pensando que soy un nigromante?

"No, un nigromante es peligroso. Tu no eres ni amenazante, pero eres un potencial aspirante que puede caer en cualquier momento."

-En ese caso debes estar feliz ya que si algún día me vuelvo uno de ellos me matarás fácilmente. Aunque como ya he dejado claro, no es mi intención.

Rhezakk termina de susurrar a la rata y la deja ir. El animal sale corriendo y se pierde entre los árboles.

"El mensaje llegará rapido, supongo que en unas dos horas estarán todos aquí."

Nezo asiente y se marcha para esconderse en unos árboles.

"Tú quedate aquí, gnomo. Y cuando lleguen limitate a callarte y asentir. Ahora solo toca esperar." - El ex-nigromante te mira fijamente por unos segundos, juzgandote. - "Me sorprende que llegases a acabar con Anton. ¿Como fue?"

-¿Llegar exactamente quién? Maté a mi hermano porque se confió yo creo. Además, debí sacar más fuerza de la que pensaba que tenía para proteger a mi madre... y quizás también por venganza por todo lo que le hizo a mi familia. Básicamente me tenía atrapado, me conseguí liberar y le maté con una bola de fuego.

"Ah, sí. No te lo he contado, pero queríamos que vinieses por esto mismo. Les he dicho a mis discípulos que vamos a sacrificarte en el nombre de Malal'Ashar. No te preocupes... mucho... Nezo y yo nos encargaremos." - Rhezakk ríe malévolamente. - "Intrigante, el hermano menos dotado es el que consigue subsistir. A juzgar por lo ocurrido hasta ahora, seguramente el libró notó que podía controlarte mejor que a tu hermano y le poseyó momentáneamente, dejándole expuesto a tu ataque y finalmente quedándose contigo."

-Podría ser, supongo. Y... ¿sacrificarme dices? -digo esto último con fingida indiferencia pero con un tono más agudizado en la voz.

"Sí. Voy a simular un sacrificio... y una vez se confíen, acabaremos con ellos. Tu solo tienes que relajarte y disfrutar."

Rhezakk saca una daga del interior de sus ropajes.

"Esta es mi daga ritual. Todo buen nigromante debe tener una para este tipo de ocasiones, aunque claro, ya no soy de ellos."

-¿No eres de ellos? ¿A qué te refieres? ¿Y para qué se supone que es el sacrificio?

Rhezakk suspira. - "El adalid de Malal'Ashar me arrebató mis poderes nigromanticos y me expulsó del culto a este demonio, dejándome a mi suerte mientras me desangraba. No puedo hacer nigromancia y eso es algo que mis discipulos no saben aún. El ritual tendría que ser una ofrenda para contentar al señor de la no-muerte, pero no va a ser así."