"Solo has demostrado lo imbécil que puedes llegar a ser. Deja de afirmar cosas que no eres." - Rhezakk sigue limpiando su túnica. - "Y si quieres demostrar lo contrario te darás de frente contra la cruda realidad."
-Como digas. ¿Manada de qué? ¿Y sigues con la idea de enseñarme o has cambiado de idea?
Notas como los pelos de la espalda se le erizan, claro signo de enfado.
"Ya veremos... ya veremos..."
Rhezakk se levanta; su túnica esta limpia de cualquier resto de sangre. - "¿Lo de antes no entró en tu cabeza o qué? Creía que lo habías entendido, aunque claro... eres tú, un gnomo ignorante que abrió un libro que no estaba destinado para él." - Cogiendote de la mandíbula para que le mires fijamente, empieza a hablar lento, como si estuviese diciéndoselo a un tonto. - "No enseño a mierdas insignificantes. Si tienes tanta curiosidad por lo del bosque, ¿Por qué no eres útil y vas a ver cuantos son? Si vuelves habrás servido de algo y si no un peso menos para el grupo."
Con una mueca de asco te suelta y se dirige al pueblo.
Le sigo, como era obvio. De camino voy a ver si encuentro ingredientes para pociones.
-Puede que sea insignificante ahora, pero tengo intención de volverme útil con el tiempo. Con tu ayuda o sin ella. Y creo que sería interesante que me ayudaras. Quizás en un futuro tu vida dependa de mis habilidades para curar.
Motivo: Descubrir
Tirada: 3d6
Resultado: 10 [5, 4, 1]
Rhezakk se para al instante de oir lo que has dicho; no ha dado ni diez pasos.
"JÁ." - Escuchas proveniente del gnoll. - "No necesito ni quiero que aprendas habilidades curativas, es más, dudo que las aprendas algún día..." - Este se gira y se pone cara a cara contigo. - "...y eso si no te destripo antes. Me lo estás poniendo tentador, gnomo. ¿Tantas ganas tienes provocarme?" - Ves como se lleva la mano a su cuchillo, pero no lo saca. - "¿Tengo que dejartelo aún más claro? ¿O quieres demostrarme que tienes agallas?"
No hay ninguna planta alrededor que puedas usar para esos fines.
Le sostengo la mirada.
- No quiero pelear contigo. Ahora eres mi aliado. Siento si te he provocado. No era mi intención.
Después sigo caminando hacia la aldea.
Rhezakk deja que te vayas, pero añade lo siguiente.
"Serás la ruina de este grupo. Y cuando se den cuenta de ello, acabarán contigo. Lo disfrutaré mucho."
-Voy a hacer que veas lo equivocado que estás -digo sin aminorar la marcha y sin girarme.
Vangh’ish mira a la serpiente.
-Tu eres el demonio que hizo un pacto con Vel ¿Cierto? ¿Qué pasará si te liberamos?¿Qué ganamos nosotros?-
La serpiente sigue avanzando con parsimonia, llegando a vuestros pies y pasando entre ellos. Su tacto es frio como el hielo.
"Demonio, que palabra más vulgar. Mmm... pero sí, así nos llamáis a todos sin distinción. Usé a ese necio para salir de mi antigua prisión, aunque por desgracia volví a acabar prisionero, esta vez dentro de esa maldita piedra."
Xoat sigue dando vueltas.
"Que pregunta más redundante... si me liberáis... !Seré libre! ¿Si estuvieseis encerrados no os gustaría que alguien os rescatase? Aunque es cierto que tenéis ciertos prejuicios. Digamos que si me ayudáis ahora, yo os ayudaré después. Un trato justo, ¿No creéis?"
De repente un humo rojo se manifiesta, poco a poco va aumentando en cantidad.
"No queda mucho tiempo... ¿Alguna pregunta más? ¿Me ayudaréis?"
Tirada oculta
Motivo: Descubrir mentiras
Tirada: 3d6
Resultado: 11 [2, 4, 5]
Antes de contestar intento ver si miente.
me pondré 50 puntos es descubrir por lo que tendré 150
-Perdona si desconfio, Xoat, de alguien que de improviso me transporta al fondo de un tarro. ¿Por qué estabais encerrado en primer lugar? Y si decidimos ayudarte ¿De qué forma nos ayudarás? Espero que sea proporcional y en beneficio mutuo...
Notáis nerviosismo y prisa en su voz.
"Soy un rebelde, es algo difícil de explicar, pero no todos los que vivimos en los infiernos seguimos la jerarquía establecida. En cuanto a vuestra recompensa, os puedo ofrecer un reclamo de uso único para ayudaros personalmente en un momento de necesidad... o puedo ligaros una de mis armas para que os ayude a destruir a vuestros enemigos. Sea como sea, no puedo manteneros aquí más. Espero pacientemente vuestra ayuda... y recordad, no rompáis la piedra, necesito un experto conocedor de la magia de sellos."
De nuevo, el humo rojo os envuelve. De un instante para otro habéis vuelto al almacén. Al cabo de unos segundos vuestros kobolds vienen, sorprendidos por vuestra vuelta. Lo que han sido escasos minutos para vosotros, han sido en realidad unas cuantas horas.
El interior del tarro desprende un brillo rojizo; la piedra está en el interior.
El encuentro era bastante confuso para vosotros dos. En otro momento decidiríais que hacer con Xoat. Cogisteis la piedra, cerrasteis el tarro y volvisteis a dejar la trampilla cerrada con la alfombra por encima. No parece que os hayan visto. Desde el atril podéis ver que lo que os dicen vuestros kobolds es verdad; está atardeciendo ya cuando hace unos diez minutos estabais en plena tarde.
Es entonces cuando oís un rugido proveniente de lo más profundo del bosque. No tiene pinta de ser algo bueno.
Tras el rugido, todos vais yendo a la iglesia y en cuestión de minutos os reunís todos; los lagartos llegan primero, seguido de Lestar, Nezo y Rhezakk, llegando últimos Tánathil y Krieg.
Miro a todo, comprobando que esten bien, y digo
-Supongo que escucharon el rugido. Tánathil y yo ya sabemos la causa. Ustedes?
El gnoll da un paso al frente.
"Una manada de darrals, una de tantas bandas de esos seres descerebrados. Pero eso no nos incumbe... ¿O ahora sí?"
Rhezakk os mira a todos esperando una respuesta.