Partida Rol por web

"Como les dije a vuestros compañeros, son unos treinta... aunque diría que sus fuerzas son mayores. La guerra entre Veran y Leidreran les ha permitido coger armas de los campos de batalla, como alabardas, martillos, arcos, escudos... pero no armaduras. Aun así tampoco creo que las necesiten, el herrero intentó acuchillar a uno de ellos en el corazón y la hoja no penetró mucho, su piel es dura. Y después está su terrible líder, el arranca-cabezas se hace llamar, un darral de tamaño mayor con garras y cuernos mas largos y afilados."

Sigver, que se encuentra visiblemente cansado, se levanta del asiento.

"El rugido indica que estan a unos días de camino. Suelen ser unos 5 días, pero hay veces que se adelantan... o que se atrasan. ¿Necesitáis saber algo más?"

-¿Tenéis algo que ayude en la defensa? ¿Barricadas? ¿Grasa inflamable? ¿Algún edificio con algo de fortificación?

Sigver niega con la cabeza.

"El único apoyo que tendréis son los soldados de Leidreran... nuestro pueblo no puede ayudaros en la batalla."

Medito unos instantes.

-¿Alguien sabe algo de estos seres? Quizás al ser medio bestias también teman al fuego. Estamos en un bosque, podríamos hacer cortafuegos y prender parte cuando se acerquen... o quizás podamos hacer algunas trampas que disminuya su número...

-Tienen algun conducta destacable? Algun ritual o tradicion de la que podamos aprovecharnos?

- ¿Los acompañan en alguna ocasión magos o chamanes?

Nezo abre la boca para añadir información.

"Si van en manadas quiere decir que tienen cierta organización. Nuestra mejor baza es acabar con el jefe del grupo y esperar que los demás huyan al perder al líder."

El hombre mayor responde a las preguntas que le hacen Krieg y Lestar.

"No creo que quemar el bosque nos dé una ventaja... sus conductas son parecidas a cualquier bárbaro de las tierras indomables."

Cada vez más cansado, Sigver se va yendo hacia la puerta, contestando a lo último que dice Tánathil.

"Entre sus filas no he visto a ningún mago... se dice que los darral no pueden hacer magia. No creo que haya nada más relevante de lo que hablar, cuando en los próximos días lleguen los soldados de Leidreran seguro que os aportan algo más de información. Buenas noches, podéis usar la zona médica del templo para dormir, tiene suficientes camas."

El anciano se despide.

El gnoll se levanta y dirigiéndose a la entrada de la habitación donde estáis, asoma la cabeza para ver si hay alguien más cerca.

Al cabo de unos segundos vuelve.

"Tal y como lo cuenta no suena tan mal, no me importaría masacrar unas cuantas bestias descerebradas. Y encima tenemos carne de cañón de por medio." - Su maliciosa sonrisa lo dice todo. - "Ahora... lo que hablábamos antes; tengo que prepararos para que seais mínimamente eficientes contra el adalid. Y para ese fin... esto os vendrá bien."

Después de esas últimas palabras, Rhezakk saca un collar de sus ropajes.

Mientras hace gestos y dice palabras raras, os apunta a cada uno con la extraña alhaja excepto a Lestar, al cual ni mira.

Una vez termina, guarda el collar y se despide, no sin antes añadir lo siguiente.

"Supongo que los conocedores de la magia no seréis tan necios como para obviar mis enseñanzas... mañana mismo podemos comenzar."

Y sin dejar lugar alguno a respuesta, Rhezakk abandona la sala.

Sentís como la magia fluye por vosotros, vuestras reservas mágicas se restablecen a un ritmo mayor.

Nezo pone los pies en la mesa mientras come cecina.

"Mi oferta sigue abierta. Lo que os puedo enseñar no destruirá a vuestros enemigos, pero si puede revelar a criaturas ocultas o nigromantes..."

Me toco debido a la extraña sensacion recibida al ser apuntado por el gnoll.

-Mierda, que me ha hecho?

Luego de calmarme un poco y de escuchar la oferta de Nezo le pregunto.

-Interesante. Me vendria bien saber eso, en especial en cuevas.

Luego me acuerdo de algo importante.

-Se me olvido preguntarle al viejo si habia alguna cueva en el camino de los darrals!!

Nezo corrige a Krieg.

"Más bien es para revelar a cualquiera que disfrace su apariencia como yo, por ejemplo. La corrupción de los nigromantes es parecida... la energía demoníaca que intentan ocultar se hace visible con el efecto de este hechizo. Además, tenía entendido que los enanos no podíais usar la magia... salvo las runas, claro. O al menos eso me contó el enano que hizo mi espada."

El felino se queda pensativo, cavilando sobre lo último.

- ¿Qué nos habrá hecho? Espero que no sea nigromancia.

-¿Estamos locos o qué? ¿En serio vamos a enfrentarnos a un jodido ejército nosotros solos? Mira, les agradezco que nos hayan ayudado pero no a costa de mi vida. Deberíamos irnos.

-No te preocupes Tanathil, el Gnoll ha restablecido parte de nuestras reservas de Maná.

- Si, si. Eso soy capaz de sentirlo... lo que me preocupa es cual es la fuente de esa reserva.

-Yo sigo diciendo que deberíamos de ayudar. Y me encantaría aprender de ti, Nezo, si es posible. 

El colgante de Rhezakk ha restablecido las reservas mágicas y añadido una protección contra acciones mágicas exteriores, como un control mental.

No es nigromancia.

Nezo asiente lentamente ante la petición de Lestar. No parece muy convencido, pero termina aceptando.

"Está bien. Yo me retiro ya, quiero vigilar al gnoll. Mañana me comentáis vuestra decisión sobre si quedarnos o no, veo que no lo tenéis muy claro." - Dice mirando a Vangh.

Nezo sale de la habitación.