Partida Rol por web

Una vez con Aloria encima, Orfen se dirige a otra puerta distinta a la que va Krieg.

"Aun quedan algunos comercios que se preparan para abandonar Noftia, si os dais prisa los podréis alcanzar antes de que salgan de la ciudad. Recordad que podéis contactarme por el espejo y... no os recomiendo decir que trabajáis para mi, os aseguro que no os proporcionará ninguna ventaja."

Después de soltar esa advertencia, Orfen pasa por la puerta y la cierras tras de si. Escucháis unos leves pasos hasta que finalmente no hay ruido.

Estáis solos, por la ventana ya veis que es casi mediodía. Sin mucho tiempo que perder salís al exterior.

La plaza que antes estaba a rebosar de mercenarios se encuentra vacía. Andando un poco por las calles veis movimiento; los guardias están nerviosos, entre los susurros escucháis como mencionan algo sobre unos exploradores de Leidreran.

Avanzando un poco más por la ciudad, encontráis una pequeña caravana con carros que sin duda pertenecen a distintos comerciantes. Observando desde lejos los interiores de las carrozas, veis que hay todo tipo de útiles que podrían serviros para vuestro viaje. 

Me acerco a las carrozas y empiezo a buscar raciones no perecederas. 

Junto con Lestar, os acercáis a echar un vistazo. En los carros veis pequeños barriles, tarros y sacos llenos de comida como cecina, diversas hortalizas y verduras en azúcar, frutas en miel... en definitiva, víveres para el viaje.

-¿Cuántas creéis que necesitaremos? -pregunto a los demás mientras intento calcular también. 

- Necesitaremos provisiones para siete, más el grifo: ocho. ¿Para cuántos días llevaríamos encima raciones? - digo mirando a alguno de mis compañeros, quizá más experimentado en viajar por los caminos del mundo.

Acaricio mi barba, pensativo.

-Si la próxima ciudad está a unos días de camino no llevaría muchas más raciones de las que coma en esos días; aunque... ¿crees que el grifo podría cargar con cosas?

“Norick, mueve tu culo y empieza a coger comida para el viaje. Vamos”- le ordenó a Kobold.

Mi Kobold puede llevar bastantes cosas también. Podemos usarlo como Kobold de carga.”

Empiezo a coger comida para el viaje y, por si acaso, una cantimplora extra, si la veo.

Nada.

-Si vamos a atravesar una zona montañosa lo mejor sería proveernos no sólo de comida si no también de ropa de abrigo, cuerdas, material de escalada, algún licor fuerte para entrar en calor y algo para guiarnos entre las montañas, aunque seguro que Krieg se orienta mejor que ninguno por allí. El ojo deberíamos reservarlo para cuando realmente haga falta.- me dirijo a los presentes -Al menos durante la primera parte del camino el grifo podría hacer de mula de carga- y algo más bajo finalmente añado -y seguro que alguno de vosotros, que no tengáis una cara como la nuestra- digo señalando a los Gaet´za presentes -podéis conseguir buenos precios de unos comerciantes que viajarían, con un asedio en ciernes, más ligeros con menos mercancía.

Por último me dirijo a Vangh´ish en nuestra lengua

-Nunca he probado la carne de grifo- digo con una risita maliciosa- pero debe ser deliciosa... Aunque si el grifo es hembra me gustaría probar uno de sus huevos, he oido que crudos tienen cierto toque... afrutado. No opinais lo mismo alteza- le digo a Vangh´ish- ¿Es ese el título apropiado para alguien de vuestra posición? ¿O debería dirigirme de alguna otra forma?

- Lo que dijo el compañero de aquí esta bien. Comida y provisiones debe primar ahora, darnos muchos lujos no es una opción ahora - Dije sin más, señalando a Xsii'tsz

- Debemos contar muy bien las provisiones que podamos tener encima, tampoco será muy beneficioso cargar con mucho, así que nada de cosas grandes ni pesadas, de momento. Debemos ir con cautela por ahora - Comenté mientras me quedé esperando con calma.

Luego le hablé a los Gaet'za en nuestro idioma también.

Tánathil viendo el descaro de sus compañeros busca a quien tenga pintas de ser el mercader de ese carro.

- Disculpe, disculpe. ¿Está a la venta esta mercancía?

- No suena nada mal, la verdad - Reí poco después de Xsii'tsz. - Aunque yo que ustedes me aseguraría que nadie se percate de esto, que los demás se arreglen como ellos quieran. El kobold es nuestro y de nadie más - Luego recordé algo.

- A propósito, me disculpo - Le reverencié a Vangh'ish - Como puede ver no soy mucho de hablar con los demás, mis días siendo alguien que opina han acabado, solo me quiero limitar a proponer algo o tratar de opinar y punto. De momento los chicos lo hacen bien, hay que dejarnos llevar por ahora. - Dije con cierta malicia.

- Soy Vel'Zatrax a propósito, me disculpo por si han dicho sus nombres y no he puesto atención - Añadí con calma.

“Por ahora llamadme Vangh’ish, no hace falta que uséis alteza conmigo...Por ahora...-me rio y prosigo-“Mmmmh seguramente sus huevos también sean bastante suculentos, bien pensado”

“Me alegro de poder compartir viaje con compañeros Gaet’za, ahora bien creo que estamos cometiendo un error al coger estas mercancias, lo estamos haciendo a la luz del día y sin cuidado, no me malinterpretéis, me da igual matar y robar. Pero si llaman a la guardia estamos jodidos.”

Veo cómo el enano empieza a coger raciones y al mirar alrededor pienso que es muy raro que no haya nadie. Ordenó a Norick que se quede quieto y no haga nada.

Acto seguido le digo algo al enano en su lengua natal.

“Querido...No hemos mirado los alrededores...Quizás haya alguien y si nos pillan robando tendremos problemas...Así que deja todo donde está y miremos primero ¿Si?”

Mientras tus compañeros se dirigen a comprar, notas como toda tu visión va adquiriendo un color rojizo. El Sol ya no brilla tanto, las sombras son más oscuras y grandes, empiezas a inquietarte ante tan extraño suceso.

La misma voz que escuchaste en la invocación de hace unos días aparece.

"Hmmm... ¿Y vas a seguir con el plan de tus superiores y reclamar el prisma argénteo para ellos? ¡Ah! No te sobresaltes, no hagas gestos raros... a no ser que quieras que los demás se den cuenta. Solo piensa tu respuesta, con eso es suficiente."

Al ver que Krieg se acerca peligrosamente al carro de los suministros, un humano aparece corriendo desde una tienda cercana.

"Ah, clientes... no creía que quedasen a estas alturas. ¿Qué necesitan?" - El mercader os atiende con una sonrisa.