Partida Rol por web

Drotir mira en silencio la situación. No añade nada, por primera vez su optimismo se ha esfumado y ahora solo tiene un gesto serio.

Naldrin quita una tela que había bajo la cama y saca un gran espejo. Con la palma de su mano, toca el cristal.

Orfen no tarda en aparecer.

"Veo que ya habéis llegado." - La máscara ocre guarda silencio al observar vuestras caras. - "¿Qué ha pasado?"

No tienes ni idea.

Depende, ¿desde cuando? ¿la última hora? ¿esta tarde? ¿hoy? - pregunto airado - Alguien sabe lo de nuestra misión, es probable que nos estén esperando. Atacaron a tu informador y con su último aliento nos contó que como mínimo la ley celestial va tras el Libro y... - hago una pausa para reformular la frase. - dijo algo de "cuidado con el bas..." ¿sabes a qué podía referirse?

-El gnomo lo ha resumido bastante bien. Puedes decirnos de las fuerzas de este lugar? Alguna fuerza que se atreva a ir por el libro?

- Dos de los refuerzos no llegaron desde Azur.

Miro en silencio como todos los demás hablan a la vez y espero a que terminen mientras me rasco la cabeza. Tarea que es impedida por el yelmo.

"Tal y como sospechaba, Sessar os puede hablar sobre la secta de la ley celestial, pero desconozco qué es el bas. Hmmm, no estábamos solos... hay otros grupos que también buscan obtener el libro. No me extraña, el mejor momento para obtenerlo es ahora."

Orfen empieza a dar vueltas por su habitación, cavilando.

"Tendréis qué robarlo cuanto antes, que no se os adelanten. No sé si podré enviaros refuerzos en tan poco tiempo pero lo intentaré. ¿Qué les pasó a los dos que faltan?"

-Puede que se refiriese al Bastión de la Luz. - digo meditabundo - Drotir, Fausto y yo estuvimos allí y ese lugar es inexpugnable. Puede que descubriese una forma segura de pasar, o algo relacionado... Las medidas de seguridad de esa fortaleza son abrumadoras, y sólo las que pudimos ver. - hago una pausa, la mirada perdida - Aunque es posible que... - dejo la frase a medias y muevo la cabeza con incredulidad- nah, es una tontería. 

El enano da un paso adelante.

"Tánathil nos dejó tirados, al grupo y a Lestar, al que dejó atrás. No sabemos nada de esos dos, pero dudo que los volvamos a ver."

-Bien, ahora que ya todo está aclarado, vamos a discutir el plan. Naldrin, Quikk, diganos que descubrieron.

El drow responde a Crispado. - "Nada más a parte de lo que ya hablamos; puedo guiaros por el castillo hasta la zona de la torre, a partir de ahí vamos a ciegas."

Quikk seguía observando el cadaver del humano, se nota que está nervioso por lo sucedido recientemente. El drow se acerca a él y le da unos toques en el hombre, llamando su atención.

"¡Ah sí! Claro..." - Veis como el goblin para un momento a pensar lo que va a decir. - "...podemos acceder por la brecha del alcantarillado con una pequeña explosión controlada, en medio del cambio de guardia. El lugar lo vigilan de vez en cuando, así que tendremos que darnos prisa; nos descubrirán en cualquier momento. Una vez tengamos el libro subiremos a lo más alto de la torre y nos tiraremos por allí con un artefacto que nos permitirá planear en dirección al portal del oeste. Creo que no me dejo nada."

-Zuena bien pero... eze artefazdo... ¿aguantará mi pezo?

"¡Sí sí! ¡Todo lo que hago solo falla una de cada cien veces!"

- Una explosión durante el cambio de guardia, eso suena a que desde ese momento saldremos corriendo. ¿cuánta guardia?

-Suena a que cuando explote no solo nos tocará correr, sino que nos vendrá encima media legión de guardias. ¿No sería más conveniente usar la explosión a modo de diversión? Y en el cambio de guardia ¿no tendremos entonces que enfrentarnos a más guardias? 

- No necesariamente. - digo acabando de atar cabos a la estrategia que tengo en mente - Es verdad que al detonarse una explosión, se alertará inmediatamente a la guardia del castillo y decenas de hombretones enlatados aparecerán en lugar... pero, ¿y si la explosión no fuera SOLO donde estamos nosotros?

Me acerco a la pequeña chimenea de la habitación y cojo un pequeño tronco con la punta carbonizada y hago un garabato en el suelo

- Mirad, básicamente nos dividimos en un equipo grande y otro pequeño. Cuando ambos equipos se posicionen aquí y aquí - digo dibujando unas cruces - el equipo grande se encargará de colarse por el alcantantarillado que comenta Quikk usando una pequeña bomba, conseguirá el libro y escapará desde lo alto de la torre, mientras, el equipo pequeño creará una distracción usando una bomba algo más potente que oculte lo más posible el ruido de la pequeña y lleve lejos a cuantos más guardias mejor. Todo es cuestión de coordinación... y había pensado en eso - digo señalando el gran espejo - Nos podemos coordinar usando los espejos vinculados.

-No zé zi dividirnoz ez buena idea... Y máz cuando miembroz del equipo que acaba de llegar dezaparecen zin motivo aparente.

- Coincido en que dividir fuerzas puede ser peligroso, pero la misión del equipo pequeño podría llevarse a cabo por una sola persona. Además, la idea sería que esa persona evitara la lucha. No se trata de entretener a los soldados, es un asunto de crear una distracción para que no se nos echen encima nada más entrar. - me encojo de hombros - Pero como veáis, desde mi punto de vista entrar todos a sabiendas de que vamos a ser descubiertos casi de inmediato suena peor que destinar a alguien a crear una distracción.

- Me gusta la idea pero ¿qué debería hacer el equipo de la explosión grande? ¿Escapar lejos y confiar en que el otro equipo ha tenido éxito?
- Aún con lo que dices Specullo al equipo pequeño no llevaría menos de tres personas, el bastión interior no ha sido explorado.