Partida Rol por web

Te embozas bien con la capa y andas un poco alejado de la entrada de la posada. Esperas pasar desapercibido y que nadie te moleste. Te fijas en el edificio del establecimiento y su disposición mientras avanzas.

Ubicada sobre la colina de Bree, su frente mira al camino principal. Es una casa de tres pisos y dos alas separadas por un patio, con numerosas ventanas. Parte de la posada ha sido excavada en la colina, tanto que en su ala norte, las ventanas del segundo piso están a ras de suelo. Esta ala ha sido acondicionada para huéspedes hobbits, con ventanas redondas. El ala sur queda un poco más elevada, y en un lugar anexo a esta se ubican las caballerizas y los depósitos. Una gran arcada señala la fachada de la posada, y justo debajo de la parte más alta de la arcada hay un cartel, iluminado por la luz de un farol; que tiene un encabritado poni blanco. Traspuesta esta y ya en el patio divisorio, a la izquierda se halla una gran puerta de madera, sobre algunos escalones anchos, que señala el principal ingreso; en su parte superior un cartel reza "El Poni Pisador de Cebadilla Mantecona".

Hay mucho jolgorio es su interior y varias personas pululando por la calle. Ninguna parece fijarse en tu presencia casi onírica y en tu andar silencioso, excepto una. Una figura humana, desgarbada y delgada, está apoyada en un poste, al lado de la entrada. Su aspecto no te gusta y parece seguirte con la mirada sin cortarse. Cuando sales de la plaza y enfilas el camino ancho que te lleva al mercado, ves que la figura sale detrás tuya, manteniendo cierta distancia y buscando las sombras. ¿Qué querrá ese tipo? ¿Será un maleante que quiere robarte?

Cuando la beórnida posa su mirada en Gláin pudo notar, al brillo de la luna, que unas gotas de sudor se condensaban en su nuca. Un detalle nimio para el resto, pero Tatharina le conocía, sabia que la adrenalina empezaba a fluir por las venas del enano. Bien vieja amiga, esta claro que el plan se ha ido al garete. ¡Todo el mundo esta improvisando y no pienso dejar que ese elfo pretencioso se lleve toda la gloria! 

Te diré cual es el nuevo plan. Gláin empieza a rebuscar entre su armadura. No lo he querido decir en el smial pero, en parte, mi armadura hacia tanto ruido por ir cargando todo esto. Entonces le muestra a su amiga lo que parecen herramientas, entre ellas, una pequeña cizalla y una sierra que comienza a montar. Con esto vamos a ir a la ventana de la celda de Tolman y te aseguro que lo tendremos fuera antes de que su tío ponga un pie fuera de su lecho. Y con las herramientas en su mano, empieza a correr atravesando la plaza del mercado, esperando haber sido suficientemente claro con su compañera de fechorías. Un último pensamiento recorre su mente: Esta claro que Lily no ha podido usar bien el destornillador, a parte de maña, hace falta fuerza... debí haberla acompañado. 

-¡Oh, maldita sea! La ventana está muy alta. Mira hacia la posición de Gláind y Tatharina, vienen, pero aun están lejos. Les hace una seña para marcar su situación.

-Y donde está Gallind... La pequeña ya está en posición. Consciente de que Lily tendrá alguna dificultad para trabajar encaramada, Rilwen se dirige sigilosamente a la ventana de la celda que está orientada al sur y se coloca debajo de la misma, apoyando su espalda contra la pared y cruzando los dedos de sus manos para hacer un apoyo que le permita a Lily trepar por ella y trabajar en la ventana.

Después de hacerle las señas a Lily, no sabes si te ha entendido o no. Miras a donde están Tatharina y Gláin y levantas un brazo, esperando que te vean y sepan tu posición. Te levantas y atraviesas velozmente el patio, situándote al lado de Lily, que está en la ventana de la pared oeste. Miras para arriba y ves que los barrotes exteriores están anclados a la pared mediante diez tornillos, de ahí que Tolman pidiera que trajerais un destornillador. Te das cuenta que para quitar los tornillos, hay que hacerlo desde fuera. Detrás, hay una ventana de cristal de dos cuerpos. Si te asomaras, podrías ver el interior.

Después de hacerte las señas Rilwen, ves que mira hacia el mercado y levanta un brazo. Miras hacia allí para intentar divisar a quién le hacía la señal. Se levanta y atraviesa velozmente el patio, situándose al lado tuya, debajo de la ventana de la pared oeste de la prisión.

Rilwen se ha dado cuenta de que Lily no ha comprendido sus señas, tenía pensado seguir el plan quedandose en la valla pero ha visto que las ventanas son muy altas para Lily y que está en la celda incorrecta. Se acerca a la pared de la cárcel y se apoya junto a la hobbit bajo la ventana oeste.

Esta celda está vacia, lo he comprobado -susurra a Lily, recordando lo que vió al estar en la cabeza del ratoncillo en la celda- mejor prueba primero con la que da al Sur. Me apoyaré en la pared para que puedas subir por encima de mi y soltar los tornillos.

Rilwen espera brevemente que Lily confirme antes de dirigirse a la otra ventana

Cuando Rilwen llega a mi altura simplemente sonrío. No quiero hacer ningún ruido innecesario. La elfa no deja de sorprenderme con sus habilidades para comunicarse con los animales. Doy por bueno lo que me dice y me subo sobre ella para intentar soltar los tornillos de la otra ventana mientras le susurro: 

-Espero que no estén muy duros, como tengamos que llamar a Glain para que haga este trabajo se nos va a escuchar desde La Cuaderna del Sur. Y mi tío tiene el sueño ligero. Además, dudo mucho que tus riñones soportaran el peso del enano y su armadura Rilwen-

Y una vez sobre la espalda de Rilwen miro dentro de la celda con la esperanza de distinguir la pequeña silueta de Tolman en el interior. Si le veo intentaré llamar su atención dando unos leves golpecitos con el destornillador en el cristal y empezaré a desatornillar los barrotes. 

Luego de una fase de sueño muy profundo en la que soñé múltiples cosas, alcanzo una duermevela y soy consciente de que debo esperar a mi amigos e intento despertarme sin éxito pues al poco tiempo cae una oscuridad absoluta y vuelvo a soñar múltiples cosas, seguro al día siguiente me preguntaré si estuve a punto de despertarme o también lo soñé.

No puedo creer lo que está pasando. De hecho me palmeo la frente y cierro los ojos un momento desaprobando el inesperado giro de los acontecimientos. !Ala, a improvisar¡ Con lo poco que me gusta. A mi me encanta que los planes salgan bien ... no se donde habré oido eso. 

Bien Glain. Tu diras. No me queda mas remedio que seguirte y apoyarte. Pero que sepas que desapruebo lo que esta pasando.

Sigo al enano en pos de un nuevo, sencillo y directo plan.

Acabemos con esto cuanto antes. Nos estamos desviando mucho del tema principal de todo esto. Ese troll.

Lily mira hacia el mercado, viendo que Rilwen había levantado el brazo para hacer una señal. A lo lejos, divisa la figura de Tatharina y Gláin, pegados a la pared de la casa de los Goatleaf.

Rilwen se levanta y atraviesa el patio en un momento. Estáis las dos reunidas en la pared oeste y decidís dar la vuelta a la prisión, dada la información que da la semielfa. Giráis la esquina del edificio y, aparte de la ventana con barrotes, os llama la atención otra ventana en el muro adyacente. La prisión solo tiene dos celdas. ¿Qué hay en esta habitación extra?

Directamente Rilwen apoya la espalda en la pared bajo la ventana sur y extiende los brazos, entrecruzando las manos, para que Lily pueda subir y echar un vistazo al interior de la celda. Lily sube fácilmente y, agarrada a los barrotes, mira el interior. Entonces, la luna se libera de su velo temporal y Lily se encuentra mirando a su propia cara, reflejada en el cristal. Hace visera con la mano para evitar el reflejo de la luz de la luna. En el interior ve una estrecha camita, con un bulto tapado con una manta, y una mata de cabellos rizados sobre la almohada, que indica que habéis encontrado la celda correcta. Lily intenta llamar su atención dando unos leves golpecitos con el destornillador en el cristal. Ve que el bulto rebulle lentamente y se quita de encima la manta. La figura se levanta y se acerca a la ventana. Lily coloca el destornillador en el primer tornillo y empieza a desatornillar los barrotes.

Rilwen, no nota casi el peso de la hobbit y la sostiene sin problemas. Mientras que la hobbit mira el interior de la celda para cerciorarse que Tolman está ahí, se fija en la ventana de al lado. No solo no tiene barrotes exteriores, sino que el cristal inferior está un poco levantado para que pase el aire.

De repente, las dos escucháis un repiqueteo metálico que se va acercando a toda prisa hacia vuestra posición. El silencio de la noche queda roto por lo que parece ser un rinoceronte a la carga. Parece que vais a tener problemas...

Estás teniendo un sueño algo recurrente a todo lo que te está pasando. Ovejas bailan con trolls al son de una bonita canción, mientras tú los observas detrás de los barrotes de tu celda. Tu tío, que se encuentra detrás tuya, te está regañando por ser un inconsciente. Figuras encapuchadas espían desde la oscuridad. Alguna te resulta familiar.

Unos golpecillos en un cristal se fusionan con la melodía de tu sueño. Tu fino oído le dice a tu mente que despiertes. Tú rebulles debajo de la manta no queriendo hacerlo, se está muy bien ahora y no quieres levantarte. Un pequeño susurro pronuncia tu nombre.

-"Tolmannn."

Abres los ojos y te desperezas, estirándote como un gato. Te quitas la manta de encima. Ahora escuchas perfectamente los golpes en el cristal. Las ovejas, los trolls y las sombras, han desaparecido. Miras hacia la ventana. Un punto de luz en ella interrumpe los vagos pensamientos que pasaban por tu mente. Te frotas los ojos y te das cuenta de que te habías quedado dormido. Los cuadrados de luz sobre los adoquines, proyectados por las ventanas sin cortinas del zapatero de al lado, han desaparecido. La plateada luz de la luna, llena la atmósfera. Tu hermana está tras el cristal de la ventana de tu celda. Bajas de la cama y te diriges hacia allí para abrir el cristal y saludarla. Una figura al lado de ella, te hace saber que está acompañada.

Iba a ponerme a desatornillar esos barrotes, pero de repente escucho ese estruendo metálico y me sobresalto un poco. Pero como el sonido procede de la plaza, donde se encuentra Gláin, asumo que el enano está metiendo la pata y poniéndonos a todos en peligro de forma innecesaria.  Es probable que yo no pueda sacar esos barrotes, pero al menos debería haber esperado tal y como acordamos. Tengo mucho cariño al enano y sé que daría incluso su vida por defender a sus amigos, pero ese vozarrón suyo y esa falta de sutileza a veces me enervan. 

Intento apresurarme con el destornillador. 

La beórnida señala al enano la ubicación de sus otros dos compañeros. Ahora, los dos podéis ver cómo la pequeña hobbit cruza pegada a la zapatería y se dirige sigilosa al patio de la prisión. Una vez que llega a la pared oeste, se queda quieta. Un brazo asoma del hueco que hay entre el seto del patio y la zapatería, no distinguís si es Rilwen o Gallina. Pero os hace una seña para que veáis donde está. Al cabo de unos segundos, la figura se levanta y sale corriendo sigilosamente hacia Lily. Ahora veis que lleva una pequeña mochila, así que debe de ser Rilwen. Las dos sombras amigas se dan la vuelta y desaparecen de vuestra vista por el sur del edificio de la prisión.

Mantenéis una breve charla y decidís salir corriendo en su encuentro por el medio de la plaza, ya sin cuidado ninguno de que os oigan u os vean. Sois lo opuesto a lo que han hecho la semielfa y la hobbit: unas han preferido llegar en completo silencio y sin ser detectadas, y vosotros optáis por la carrera directa y sin contemplaciones. Algunos adoquines sueltos hacen que correr a través del mercado y de noche sea algo complicado sin tropezaros. Una nube tapa la luna, oscureciendo todavía más el área. El sonido metálico de la armadura de Gláin resuena por el mercado, rompiendo el silencio que reinaba hasta ahora en el lugar.

Te pones enseguida a intentar desatornillar el primer tornillo. El destornillador no encaja bien en la cabeza del tornillo y ves que está algo oxidado. Aprietas los dientes, ya que estás haciendo uso de toda tu fuerza y no eres capaz de hacerlo girar. Parece que lo apretaron con ganas...

Al final tras haber recordado el camino no hay necesidad de detenerse - Piensa Gallind - Sin embargo ese sujeto - recordando su aspecto levemente - No ha parado de seguirme.. Quizás sea buena idea adelantarme un poco y tratar de despistarlo ocultándome en algún callejón. Avanza con paso firma unos cuantos metros y en donde ve un pequeño ángulo que le permita intentar desaparecer llevará a cabo su plan, aunque bien sabe que no es lo que mejor se le da.

Rilwen escucha los ruidos de Gláin al acercarse por la plaza, ojalá los buenos hobbits tengan el sueño profundo. Además parece que a Lily le está costando retirar los tornillos.

- ¿Como era eso que decías de que tocaría improvisar? susurra a Lily con una sonrisa. No pensé que el enano haría tanto ruido, quizá sea mejor que le pases el destornillador a tu hermano y que termine él con los tornillos en el silencio de su celda...o quizá esa ventana abierta sin barrotes sea una forma fácil de colarse dentro, tal vez sea la oficina y tengan ahí las llaves.

Rilwen sigue mirando en dirección al ruido que se acerca esperando ver aparecer en cualquier momento la barbuda cara de Gláin

-Si se enciende alguna luz deberíamos desaparecer de la plaza antes de que nos descubran...¿No se ha despertado Tolman? Rilwen mira hacia el suroeste junto a la ventana sin barrotes, ahí termina el seto y deja un pasillo por el que podrían escabullirse fuera de la plaza

No sabéis si es Gláin el q hace ese ruido, podéis suponerlo. Hasta q no doble la esquina donde estáis, no lo sabréis. Ahora mismo, no veis la plaza del mercado.

Mira Glain, son Lily y Rilwen. ¿Donde está Gallind? ¿Les echamos una mano o sigues empeñado en tu plan? Parece que van bastante adelantados. Hagas lo que hagas te apoyare.

Sigo los pasos de Glain. No quiero dejarlo solo. Sin embargo miro a un lado y otro por si acaso.

Viendo que el trabajo me va a llevar mucho tiempo me bajo al suelo y me asomo por la esquina de la pared para ver de donde viene todo ese ruido. 

-Rilwen, esos tornillos están demasiado oxidados para mi. Déjame ver de donde viene todo ese ruido y empezaremos a improvisar. Lo de la ventana puede ser una buena idea. Pero quizás Gláin sea capaz de desatornillar los barrotes. Claro que no sé como vamos a hacer para subirle hasta ahí arriba, vamos a necesitar una banqueta- 

El enano ha echado a correr, prácticamente no escucha las palabras de su amiga con el tintineo de la armadura y, aunque si logra captar el mensaje, hace caso omiso del mismo. Gláin sabe que ya ha saltado la liebre y que ahora no hay tiempo que perder replanteándose sus acciones. 

A toda prisa se dirige hacia la pared oeste, el lugar donde segundos antes se encontraba su amiga hobbit, suponiendo que ella se dirigia a la ventana para usar el destornillador. Cuando llega y ve que las dos mujeres han desaparecido, continua hacia el sur sigueindo sus pasos. 

*CLINCK CLANCK CLINCK CLANCK* EEEEEEH ¿DÓNDE ESTA LA VENTANA? NO HAY TIEMPO QUE PERDER, EL ALGUACIL YA SE HABRÁ LEVANTADO.