Viernes
14.26 h

               - Tal vez pueda ayudarnos rezando y dándonos fe y tranquilidad a algunos que ya están nerviosos, para los y un poco desesperados, porque aunque yo tenía prisa de reunirme con alguien en los pidió superiores antes de que salga volando creo que ninguno tiene tanta prisa como la señorita de limpieza .. Cuántos son y de que edades son tus niños?  -       Propone y pregunta Alexia a la mujer para mantener la tranquila junto al resto como si estuviera interesada en su historia mientras que pensaba alguna manera de salir, hasta que escucha al hombre que pregunta la hora y después de leer su reloj de cuerda le responde::

              - Son las 2:26 de la tarde guapo!   Por cierto, muchas gracias por ayudarme llevando la idea de mi cigarro!    Pero sino quieres darle una camada por favor permíteme fumar lo un poco antes de apagar lo!

Tronald pensó que, después de todo lo que habían probado y con todos los dispositivos estropeados, no tenían nada que hacer. Perder la fe no era algo propio de el, no obstante, esto no era cuestión de fe. Simplemente un ascensor estropeado por alguna historia tecnológica que desconocía.

No es que no quiera, señorita, pero temo que a la mayoría le desagradaría bastante que rezara en voz alta en este momento. No obstante, están todos ustedes en mis oraciones – Dijo

Y como veo que no esta en nuestra mano salir de aquí… a tiempo… ¿alguien más conoce este símbolo?

Mostró el símbolo del maletín, levantándolo en alto, al resto del ascensor.

Viernes
14.27 h

Al final la idea del cigarro se había llevado a cabo, y al escuchar a la rubia pidiendo un último momento a solas para darle una calada, Michael sintió el impulso de pedirse uno también, aunque finalmente declinó la idea.

Estaban atrapados en el ascensor, todo lo que habían intentado había fracasado, no conseguían ponerse en contacto con el exterior. No había forma de salir de allí, debían esperar a que alguien fuera a ayudarles. Michael empezaba a pensar que tal vez tuviera que aplazar a otro día aquello tan importante que debía hacer. Una sensación de impotencia le envolvió. No quería aplazarlo, pero quizás no tuviera más remedio. El pesimismo propio de ver que nada sale como uno planea, el pesimismo propio de ver como un ascensor estropeado podía romper con todos los planes establecidos.

Y lo peor no era eso, o mejor dicho, no era sólo eso. Hasta que fuera alguien a ayudarlos, tendrían que quedarse quietos, charlando para que todo se hiciera más ameno. Al menos tenían algo de comer, por si la incómoda estancia se prolongaba.

- Joder. - se escapó de su boca un hilo de voz. El tono oscilaba entre nervioso y decepcionado. Empezaba a ser consciente de que no saldría a tiempo.

Miró a los presentes uno a uno con detenimiento. La mujer de la limpieza parecía querer salir a por sus hijos. La rubia no tenía demasiada prisa por salir, pensándolo bien, era la única que no estaba nada nerviosa por salir. El moreno, el pizzero y la señora corpulenta parecían estar en una situación similar a la de Michael, o al menos eso pensaba, aunque cada uno de ellos con sus razones. El jefe hacía ya un tiempo que no decía nada, simplemente se aferraba al maletín, esperando que algo ocurriera. Y por último, su mirada de volvió a clavar en el cura.

En serio, le he preguntado dos veces por qué está aquí y las dos veces a cambiado de tema. ¿Qué es lo que oculta?, ¿por qué habrá venido?, no tiene ningún sentido. ¿Y por qué nadie más se sorprende de la presencia de un cura en esta empresa?, ¿es que son tontos, o qué les pasa?

Michael decidió dejar de pensar. Era tontería, ya que había intentado resolver las dudas preguntando directamente y el cura había esquivado la respuesta. El resto parecían sordos o hacían que no escuchaban. O simplemente les daba igual. Puestos así, Michael no encontraba razón para que a él le importara un carajo todo aquello, por lo que se limitó a callar.

Los nervios de Kyle iban en aumento conforme más pasaban los minutos. Empezó a pensar en sus compañeros de trabajo y apretó sus puños con fuerza. Sus pensamientos se hacían más presentes en su cabeza "¿Nadie va a venir aquí? ¿Y los compañeros del resto de personas que estamos encerrados?". 

-Tiene que haber alguna forma de salir de aquí más rápidamente.

Y siguió pensando: "¿Cómo es posible que el jefe de la empresa no haya pensado en que necesita mejores ascensores de los que poder escapar? ¿Cómo puede ser tan inútil el de mantenimiento?"

Empezó a susurrar, molesto. Sabía que tenía que mantener la calma, pero en esta situación no podía hacer nada más que esperar pacientemente a que alguien abriese el ascensor. Acercó su mano a los botones del ascensor y los pulsó todos, como si aquello fuese a funcionar.

Escuchó al cura hablar de su bolso y decidió mirar hacia él, pero no dijo nada. 

Diego se encoje de hombros. 

-Obvio. Ni siquiera funciona el reloj. Ni seguramente la alarma, de modo que con toda probabilidad, nadie sabe que estamos aquí atrapados. Hasta que alguien llame al ascensor, nadie sabrá que está estropeado. Y una vez pase la incidencia, le darán la urgencia que le dan habitualmente.

Se apoyó de espaldas contra la pared del ascensor, derrotado y resignado. Suspiró y negó con la cabeza. 

Ya está... Voy a llegar tarde a la entrega y solo dios sabe qué me van a hacer esos bastardos...-susurró John sin ser plenamente consciente del lugar en el que estaba y de que, posiblemente, todos lo habrían escuchado. Sorprendentemente, más que estar cada vez más nervioso, hubo un momento en que los nervios de John se calmaron, como asumiendo lo que iba a ocurrir.

Hay más ascensores en este edificio, este no es el único. Seguro que pasará un buen rato hasta que alguien se percate de que estamos aquí colgados- le respondió al pizzero.-Nuestra única esperanza es que alguna de las personas que os conocen se de cuentan de vuestra ausencia. Si no es así, a saber cuánto tiempo tendremos que estar aquí metidos...

Kyle Evans pulsó todos los botones del ascensor, pero estos ni tan siquiera se encendieron.

Viernes
14.31 h

El estómago dio una patada a Jennifer rugiendo de hambre. Seguro que todos lo había oído. No hacía tanto tiempo que había comido algo, ese hambre no era normal. Pero no podía pasar más tiempo sin probar bocado. Necesitaba comer algo ¡YA! 

Además, el tobillo le picaba muchísimo, aquello solo podía significar que la herida se estaba infectando y que necesitaba que la atendiesen de inmediato.

No podía perder más tiempo allí, necesitaba salir del ascensor cuanto antes. A las 15.00 la nave saldría directa hasta el Paraíso y quien no estuviera allí perdería su oportunidad. ¡Necesitaba salir de ahí cuanto antes! Y estaba seguro que uno de los allí presentes era el culpable. Una voz en su interior se lo acababa de decir.

Jennifer miraba de reojo la pizza que tenía en las manos. ¡Debía evitar por todos los medios que descubriesen lo que escondía en su interior o podrían descubrirle!

Además, a las 15.00 la aeronave que había venido a recogerle había dicho que saldría a las 15.00. ¡No podía perder más tiempo ahí!

Kyle vio el símbolo del maletín de Alexia, era una estrella de nueve puntas y él buscaba a los miembros de la orden de siete puntas. Era demasiado sospechoso ese maletín, aunque lo había enseñado anteriormente y no había nada en él sospechoso.

Lo que sí que era sospechoso que lo hubieran encerrado ahí, seguramente los miembros de la organización que estaba tratando de detener lo habían encerrado ahí, y si eso era así era porque al menos uno de ellos tenía que estar en el ascensor. Pero quién podría ser, ¿todos resultaban demasiado sospechosos?

Jennifer se había quedado muy callada, mirando al frente, intentando no pensar en la herida del tobillo que tanto le picaba, ni tampoco en el hambre tan tremendo que sentía. Hablaban y hablaban pero no se llegaba a ninguna solución. Tampoco podía criticar eso, ella no hacía nada para remediarlo, básicamente porque estaba demasiado ocupada lidiando con el profundo dolor y el hambre... el hambre que ya la estaba consumiendo por dentro.

— No puedo... ¡La herida me está matando! — gritó con desesperación. Intentó flexionar la rodilla, inclinarse un poco para mirársela pero estaban tan apretados que no podía. — ¿Alguien tiene un botiquín en el interior de esos misteriosos maletines?— parecía que la desesperación disminuía con gran velocidad su educación.— ¡Y trae eso!— Gritó al pizzero justo antes de acercar sus gordinflonas manos que lucían una manicura perfecta hacia la caja de pizza que sostenía.

                    - Me parece que nos estamos desesperando muy pronto sin conseguir demasiado a cambio para salir de este ... atolladero!       Pese a que he ... Hemos intentado varias opciones para tratar de salir del ascensor! -.     Dijo Alexia con tono conciliador mientras que tras haber apagado la colilla del cigarro mientras que escucha las quejas de los demás, pensó que Jhon lo decía en sentido figurado y se preocupó con las palabras de Jennifer y trato de darle más espacio si estaba cerca ... Entonces le responde:

            - Entiendo linda que estés desesperada por el dolor y el hambre, pero trata de mantener la calma y no ponerte paranoica ... Que según yo se los maletines son comunes en las oficinas ...... Pero difícilmente traen botiquines de primeros auxilios!   Podríamos compartir la pizza ... Si el joven lo acepta con una buena propina, no cree?

Viernes
14.33 h

Kyle volvió al mundo de sus pensamientos, mirando hacia el techo del ascensor. Suspiró, apretó su maletín durante un segundo y luego volvió a mirar cara a cara a todos ellos. Durante todo este tiempo estaba pensando que era mejor intentar escapar del ascensor, pero quizá solo hablando podría conseguir algo. Al ver la actitud de aquella mujer con la pizza, decidió actuar, aún cuando podría interrumpir una posible ayuda hacia ella.

-Esto es solo una corazonada, pero quiero que todos mostremos que nuestros teléfonos móviles no funcionan.

Estaba hablando por hablar. No se le ocurrió nada que hacer para empezar a investigar si alguno de los presente cooperaba con quien fuese que los había encerrado. Se sintió algo estúpido, pero no había mucho que pudiese hacer delante de tantas personas desconocidas. Sacó su teléfono del bolsillo e intentó encenderlo sabiendo que no pasaría nada. 

-Siempre podría ser que alguien no lo hubiese revisado y que podamos salir de aquí de esta forma.

 Tal vez fuera por la ansiedad del momento y al desconfianza que en general le provocaban las personas de aquella empresa, pero las preguntas de Alexia sobre sus hijos le parecieron muy invasivas a la musulmana. Se limitó a mirarla con una cara que se debatía entre la seriedad y el nerviosismo. Aunque las intenciones de la rubia fueran buenas, Fátima no estaba de humor para charlas domingueras de nombres y edades.

 La mujer se mantiene callada hasta las 14.33 hs, donde al escuchar a Kyle volver a traer el tema de los celulares no puede evitar llevarse una mano a la cara en señal de decepción.

- ¿Qué punto tiene? Estamos dando vuelta sobre las mismas cosas una y otra vez... no tenemos celulares, ni alarma de incendios, ni comunicación con el exterior. La única esperanza es que alguien se de cuenta de que este ascensor no esta funcionando. Y eso pasará cuando el personal de limpieza de la noche empiece su jornada. Por lo que tenemos más de 7 horas de encierro delante nuestro...

 Antes de seguir pensando en eso, Fátima prefirió dejar divagar su mente en otros asuntos. Como en la herida de Jennifer, que de no ser tratada sería un dolor de muelas para todos los presentes. Forzando una sonrisa, intentó calmar a la oronda muchacha que quería abalanzarse sobre la pizza.

- Disculpa, pero si quieres... puedes intentar sentarte en el carrito para dejar de poner presión sobre tu pie. SOlo... intenta no moverte mucho, ¿vale?

La mujer de la limpieza parecía ser la única, a parte del propio Michael, que se daba cuenta de la situación real, o al menos era la única que lo decía en voz alta. Estaban atrapados e intentando una y otra vez hacer las mismas cosas para salir de allí.

Cada segundo que pasaba, Michael se daba más cuenta de que no llegaría a tiempo, y que tendría que dejarlo para otro día. Por más que le cabreara esa idea, parecía que no había alternativa, o al menos él no la veía.

Escuchó al moreno, cuando volvió con la idea de los móviles. La primera idea fue ignorarlo, pero tras unos segundos, se dio cuenta de que no era necesario generar más malos royos. - Yo no tengo móvil aquí. - dijo dándose la vuelta a los bolsillos y dejando en sus manos las llaves de su casa, lo único que llevaba en los bolsillos.

- Supongo que los planes que tuviéramos se van a tener que aplazar. - añadió con tono irónico.

Las opciones de salir del ascensor habían fracasado. Lo único sospechoso en todo aquello era la presencia del cura en la empresa, pero por la nula atención del resto de personas, obvió nuevos intentos de comprender la situación de aquel hombre.

Sus ojos se volvieron a quedar clavados en el maletín de la rubia. Como la vez anterior, casi como un acto reflejo, pasó su mano por el brazo donde tenía el tatuaje. Pero esta vez, viendo como estaban las cosas en aquel ascensor, no se contuvo al preguntar. - ¿Qué significa ese símbolo que tienes en el maletín? - preguntó a la rubia, señalando la estrella de nueve puntas.

         - Mira guapo, después de ayudarme con lo de la alarma de incendios no tengo inconveniente en probarte lo que nos pides, pero no creo que haya cambiado algo! -     Tras resoplar porque Fatima ignora su intento de ser empática con ella y la preocupación de no poder llegar con sus hijos; entonces Alexia le responde a Kyle mientras que reinicia su celular para mostrarse lo cuando se haya iniciado, en caso de que encienda, mientras que se gira hacia Michael con un gesto incómodo

         - El maletín simplemente lo encontré en una venta de Garage cerca de mi casa, así que no se cual sea su historia, ni el significado de ese símbolo cariño y si ... también me parece poco común la presencia de un padre en una oficina ... pero no veo una razón todavía para ponernos paranoicos al respecto como para interrogar a nadie!