Has sido traído a la vida por el poder del dragón etéreo,no solo eso ha cambiado en tu también fuiste embutido de un oscuro poder.
El dragón de niebla es tu amor y señor y podrá hacer uso de tu poder tanto como tu voto,aunque tendrás libre albedrío para usarlos si el te lo permite
Tu motivo de victoria ahora es la victoria de los lobos.
Hola, mi señor.
Comento, aunque las palabras casi parecen querer atragantarse en mi garganta.
Necesito conocer la totalidad de la situación para poder... Ayudarte. Aliados, enemigos, dones, capacidades... Todo.
Sonrío algo tímido, pues a pesar del ímpetu de mis palabras, hay algo extraño en él que me atrae...
Murmur, antaño eramos dragones honorables pero las tornas han ido cambiando, el mal o quizás el destino ha hecho girar nuestro rumbo y ahora aquí nos encontramos, ansiando esos tesoros, propiciando el mal. Aún hay algo en mi interior que intenta hacer que me resista pero me temo que no hay vuelta atrás y tu estás en la misma situación que yo. Me temo que debemos acabar con nuestros hermanos.
Estoy en el punto de mira por culpa de la dragona púrpura y todos la creen. Si me defendieras ahora, empezarían a considerarte un traidor, probablemente, así que no lo hagas. Di que de Etéreo no tienes información aún e incrimina a otro dragón. Sino me equivoco habías dicho que desconfiabas de Nihilus, acúsale a el (o a otro si lo ves mas adecuado). En todo caso, se muy sutil. Lo mas importante es que otro cargue con la culpa.
Y si yo caigo, continúa nuestra misión...
¡Ah, y una cosa mas, Murmur! Habías dicho que si dabas un segundo poder a un dragón este se corrompía ¿No? ¿Es eso cierto? Si, es así, entrégale un segundo poder inmediatamente a la dragona púrpura.
Seguiremos en contacto, fiel amigo.
Oh, querido... Al traerme aquí has terminado con mi don... Pues mi don provenía del dragón Dorado y, ahora que el dragón Negro me brinda su apoyo, él lo ha retirado... Y ya marqué como objetivo a través del medium al dragón de Pantano... Pero, en serio, no te preocupes por púrpura, sé cómo matarla, sé darle donde más le duele... Pero para eso, primero solventemos el problema de tu acusación.
El dragón avanza hacia él con un paso fuerme y lleva una mano hacia su rostro, alzándole la tez y mirándole directamente a los ojos.
Eres tan imposible de alcanzar como yo... Me gusta.*
*En la descripción dice que te amo, ahora acarrea las consecuencias de resucitarme. XD
Una lastima lo de tu don, pero de acuerdo, hagamoslo a tu manera, acusemos a pantano. Y espero que realmente sepas controlar a Crysophillax como dices, vamos a necesitarlo. Yo ya no puedo añadir gran cosa mas a la conversación pero votaré por el dragón de pantano.
Juntos haremos grandes cosas, Murmur...
¿Me amas? Resurrección Epic Fail XDD
Dragomosexuales somos ahora. Maravilloso giro de acontecimientos XD
En realidad Pantano no es un objetivo para la mutltitud ahora. Hay que hacer sacrificios, y te he expuesto a dos. Cuenta una leyenda que un lobo vió su pata atrapada en una caza, en un cepo de un cazador. Tal fué la decisión del lobo que royó su propia pata hasta romperla y así escapar del cepo y del cazador. Es tu turno...
Aunque mis ojos obserban sus labios, y finalmente pronuncio unas palabras.
Grandes cosas...
Y rozo sus labios con un beso.
Bueno, al menos hagámoslo interesante.
Ya veo, no iré a por el entonces... Pero ¿a por quien? Yo no puedo proponer a ninguno de los dos que mencionas pues no estoy en posición de ello. Tan solo me defenderé de nuevo.
Gracias por tu a poyo, Murmur - dijo acurrucandose junto a el.
Lo rodeo con mis brazos, pues aunque mi forma humana era jóven, mi tamaño siempre había sido grande.
Te pido que lo hagas... Tienes que hacerlo, que se vuelvan contra tí... Es tu único modo de supervivencia. Guarda un poco de silencio si quieres para ver sus reacciones, pero no olvides hacerlo... Es la única baza que tengo para defenderos, una pelea como la que evitaron el dragón Rojo y su maestro, el dragón Azul.
Sentir su calor contra mí es ratificante. Las sombras nos envuelven a ambos.
Murmur, he cometido un error. Debí decírtelo antes pero el mal es tan engañoso...
Enywas e Ignos están de nuestra parte y tu has acusado a ambos... No puedo decantarme por ellos pues ambos son aliados... Por eso me pareció buena idea lo de pantano...
¿Alguna idea al respecto, querido?
Y lo mas fundamental: No vuelvas a acusar a Ignos, el podría salvarme de la muerte si llegase el caso.
Chst... Qué mal...
Resoplo y me alejo de su calor para recibir algo de fresco en mi mente.
Te piden que renuncies al liderazgo... Acepta, como acto de voluntad...Y creo que deberías de inclinarte por el dragón Rojo, eso dará una muestra de tu inocencia... Y si te matan... Si te matan...
Cierro los ojos, para permitir salir a las palabras.
Al menos quitará las dudas sobre el dragón Rojo.
Esas últimas palabras resuenan entre dientes.
Me inclino ante él con una leve sonrisa.
Ya tienes controlada y a la defensiva al dragón Púrpura, mi señor.
Increíble... Estoy impresionado, Murmur.
Pero acabo de darme cuenta de un problema. Yo no puedo acusar a Enywas, el sabe lo que soy. Me delataría.
E Ignos ya me ha dicho que no le menciones nunca mas o irá a por nosotros. Aparte de que puede salvarme de la muerte.
Me temo que está la cosa complicada. De momento, renunciaré al liderazgo pero no puedo acusar ni a Enywas ni a Ignos.
Ahora que no tienes el poder, no debes de pronunciarte... Al final nos ha venido bien.
Le sonrío discretamente.
Y puedes decirle al dragón de Fuego que se esté tranquilo... Y que tome el control de la dragona Púrpura como una ofrenda. Pero que se guarde sus amenazas, pues me debe su don. Y mi amazona es capaz de matarle, del mismo modo que puede hacerlo con la dragona Púrpura.
Había un matiz de peligro.
Y no permitiré que te amenace.
Gracias por tu ayuda, Murmur. Me siento mas tranquilo contigo a mi lado.
Con un sencillo gesto, desaparezco en sombras para aparecer tras el dragón Etéreo, abrazándolo y apoyando mi cabeza en su hombro, besando su mejilla.
Nunca me ha gustado que un dragón dé las gracias... Pero viniendo de tí, es más que suficiente para cualquier riesgo que desees que tome.
Y dime, querido Murmur, ya no puedes dar dones a otros dragones pues eso te lo otorgaba el dragón dorado.
Así que, cual es tu don ahora?
Ninguno es mi don ahora, tan sólo ayudaros a terminar con todo esto, mi señor.
Digo sin soltar el abrazo.
Quizá podrías decir que, al menos, has podido devolverme a la vida antes de ser judgado por tus hermanos, quizá eso despeje las dudas sobre tu culpabilidad...
Esperemos que si, Murmur, esperemos que si...
Tras las palabras del dragón Púrpura no creo que sea una buena idea. Lástima que no tenga ningún don para ayudarte.
Con una lágrima contenida en los ojos, un último beso en sus labios.
Lo lamento... Adiós, mi señor, mi amado.