Partida Rol por web

Este Garavel cada vez me da rollo más chungo. Primero la bola en el cuello. Ahora el tipo tan fresco con el bicho... no es trigo limpio, no me gusta.

Diegen hace una reverencia y dice:

- Princesa, hemos cumplido con éxito la misión. Debo decir además que Dashki ha jugado un papel muy rilevante. Ahora, por el bien del campaminto, tal vez diberíamos finiquiter a nuestro nuevo invetado...

[PNJTIZADA]

Jonova se acerca a Jaali tras mirar desde lejos la herida de Dorwas. La joven se agacha sobre el mago mientras su jaguar da vueltas demasiado cerca. La joven coloca un unguento en la herida de Jaali y le frota el brazo, sus manos se ponen rojas y un calor agradable envuelve al mago mientras su herida se cierra.

Despues se dirige a Dorwas, donde repite el proceso con éxito.

La joven princesa no puede evitar una muesca de asco mientras asiente a Diegen.

- Si, acabad con ese pobre ser de una vez - dice secamente.

Jaali se vuelve, recuperado de sus heridas, dispuesto a matar al maldito bicho ahora que esta lejos de su area de influencia

Ahora veras, maldito. Etev La Oonreu...

En el momento de pronunciar las palabras magicas nota algo que le tira de la tunica. Gira la cabeza y ve a Rombard rumiando una de las runas de la pernera. La cabra alza la vista y mira aburrida con ojos injectados en sangre al mago.

AIEEEEEEEE!

Jaali, perdida la concentracion, se vuelve a quedar lelo, con una descarga magica recorriendole el cuerpo. Por suerte esta suficientemente lejos como para que solo le vean Jonova y Dorwas. Desgraciadamente, esta suficientemente cerca para que le vea Dorwas.

Cuando la cabra trota alegremente hacia Alegra Hadroh, Bethel asiente satisfecho.

No fue tarea sencilla recuperar al animal, los gritos de dolor del mago y el olor a sangre en el ambiente habían puesto aún más nervioso al irritado animal. Y es que después de un tiempo atado a una estaca la cabra no estaba para bromas. Por fortuna, algo de agua sacada de los cactus y algo de paciencia, mientras Jaali gruñía de fondo al examinarles Dorwas las heridas, fueron suficientes.

Solo con ver las miradas de loco que el mago echaba al pobre animalico hacían que al elfo se le enterneciera el corazón.

Cita:

El grito de Jaali resuena en el campamento. Bethel deja de hablar de sus peripecias con Alegra Hadroh y entra en la tienda. - ¿Qué ha pasado? - ah, la cabra, se ha debido de escapar.

Dorwas, cuya herida estaba justo cicatrizándose gracias a la magia sanadora de Jonova, vio el segundo acto de la obra más hilariante que el siguiente bardo que encontrase iba a escribir.

Solo pudo más que sonreir a Jaali y

Mientras, ya tenía mentalmente elegido el título El Ingenioso Asustadizo Hidalgo Mago Don Quijote Jaali de la Mancha Katapesh

Siguiendo las órdenes de la princesa, Diegen se coloca detrás del indefenso pugwampi y acaba con su vida de forma rápida con una cimitarra.

Uno menos...

Diegen despacha rápidamente al pugwampi, rápidamente la extraña sensación que envolvía a todos se va disipando. En todo el campamento se nota una sensación de alivio.

Dasjki se acerca a Diegen, recoge el cadáver del pugwampi, lo manipula un rato y finalmente con una especie de lazo cuelga el cuerpo de su bastón.

- Dicen que aleja la mala suerte - comenta como disculpándose ante Diegen mientras, con el pequeño cuerpo balanceándose en la punta de su bastón se retira hacia su fogata - En cualquier caso, seguro que aleja a otros pugwampis...

Almah mira cansada hacia Dashki y suspira.

- Descansemos, mañana sera un día duro - comenta, en voz más alta añade - Bethel, Diegen, Dorwas, Jaali y Sinbad, al amanecer os quiero en mi tienda. - despúes, seguida por Garavel, se va hacia su tienda.

Diegen duerme junto a su grupo, y hace las guardias que le corresponden (en su caso).

Por la mañana se acerca a desayunar con Dashki, y luego va a la tienda de Almah con los demás.

Dorwas se dedicó lo que le quedaba de día a descansar y recuperarse de las heridas. Vamos, lo que en idioma enano venía a referirse a comer y beber todo lo que pilló junto con los mercenarios y sus leopardos y contar burlonas historias alrededor de una hoguera mientras pasaba un pellejo de aguardiente de cactus. Historias de cómo Jaali pilló la disentería y estuvo cagándose encima durante casi dos semanas en medio del desierto, cómo se golpeó la cabeza y perdió el conocimiento en su primera misión o cómo casi se mata a sí mismo con el pugwampi ara mofa y escarnio de Dorwas y sus compinches de borrachera.

Cita:

Ya me gustaría quedarme a tu vera para llegar puntual piensa el elfo. Suspira al verla salir. Se va con el resto y cuando están en la tienda comenta en voz baja - A mi este Garavel me está dando mal fario. No se porque no le afectaba el pug.. puw.. pugwampi ese. Quizás tenga algo que ver con el collar raro que lleva.

Viendo que el enano se va hacia las hogueras el elfo lo sigue inclumpliendo su promesa de no beber... cosa que lamenta enooormemente al día siguiente. - Por todos los dioses, ¿acaso hoy brilla más fuerte el sol? - se incorpora a duras penas, echa agua en una tela y se la enrosca a la cabeza a modo de turbante.

La noche transcurre tranquila hasta cerca e la medianoche, en ese momento, poco a poco desde más allá de las colinas se eleva un terrible aullido hasta alcanzar un volumen imposible. El aullido dura tres o cuatro minutos hasta que de repente se hace el silencio. Pocos minutos después se escucha la respuesta: otro aullido similar, con menos volumen que parece provenir de los Picos de Alpaca, en el horizonte.

Finalmente la noche queda silenciosa, nadie en el campamento parece sorprendido, simplemente atienden al aullido y cuando acaba se vuelven a tapar en sus carromatos o con sus mantas.

- El aullido del Rey Carroña - comenta Dashki, ante vuestras caras atónitas - Es como se comunica el señor de los gnolls con sus tribus. Suena todas las noches.