Partida Rol por web

Dijo el segundo tío más feo a este lado del Pecos... que comparte mesa con el más plasta, el más feo, y su dromedario. 

No, gracias, incluso rezar un rosario es mejor plan para Ateela. ;-D

No hay demasiada información sobre Kelmarane. Los agentes de la ciudadela rara vez visitan el pueblo, ya que esta bastante alejado de Solku. Sin embargo la persistencia de Jaali para buscar entre decenas de libros llenos de informes escritos sin ganas por un montón de gente de acción logra su objetivo.

Hay dos o tres informes sobre Kelmanare. No ha habido contactos con los gnolls solo vigilancia desde la distancia, con lo que la información es escasa. Aparentemente el pueblo ha sido tomado por un grupo gnolls de la tribu Killdus una tribu leal al Rey de la Carroña, y han establecido en el una especie de puesto comercial especializado en esclavos. Su número se estima en más de cincuenta en los últimos informes.

1) Supones bien. Ateela vigila a Jaali por si acaso, intentando que no se note mucho... se pasa de vez en cuando por la sala a ver si quiere un té, mira desde lugares escondidos, etc, etc...

2) Has puesto a todo el mundo en copia. Edit: corregido.

Máster, si puedes cambiar esta frase del turno de Ateela 

- Hay también otro chico. Tiene poderes mentales. Le conocemos poco, pero parece una buena ayuda ---añadió Morbo.

por esta otra

- Hay también otro tipo. Le conocemos poco, y es muy raro... no se despega de un camello... ---añadió Morbo, medio hablando medio murmurando para sí mismo.

te quedaría muy agradecido. :o)

Cita:

Sinbad sonríe mostrando la hilera de dientes retorcidos y oscuros.

-¿El tabernero también vendrá?- Pregunta ilusionado ante la declaración del hombre que olía a pergamin o y aceites extraños.

-¿Lo has escuchado Yessef? Podremos dar un trago de vez en cuando.- Le dice a su dromedario con un guiño, el cual responde un bramido gutural que no se aprecia si corresponde a algún tipo de respuesta. Sinbad entrecierra los ojos y lo mira suspicaz, respondiendole con voz mas cauta. -No, y esta vez pienso vigilarte de cerca, la ultima vez te bebiste todo el vino tu solo.-

Cita:

Sinbad siguió a Jaali con frente arrugado mientras escuchaba las palabras y asentía como quien escuchaba la historia de un cuenta cuentos alrededor de una fogata.

Miró a Yessef con cara de "caramba" y le dijo a su mascota -¿Has estado nunca allí? Tu has viajado mucho ...-

Hawila tenia esa tendencia a hablare a su montura como si fuera otra persona. Y como si fuera a comprenderlo. La mayoría de gente pensaba que le había tocado demasiado el sol.

Asi que la tribu Killdus - comenta Jaali cuando llega Ateela con su te - Que tienen de particular? Ya supongo que tu no lo sabes - añade antes de que la clerigo pueda decir nada. - Pero preguntale a alguno de tus compañeros con mas experiencia... - dice mientras coge el te y vuelve a sus papeles

Tan parada como siempre, esta mujer. Hay cosas que no cambian

¿El tabernero también vendrá?

Esta el iletrado este intentando ser sarcastico conmigo? Como se atrev...- Jaali va a responderle cuando ve que se pone a hablar con su camello. Suspira - No. Es asi. Tenia que haberlo supuesto, teniendo en cuenta que se ha juntado con todos estos. Por cierto, nota mental: No volver a este antro. Un sitio que deja meter camellos en la jaima no puede tener unas condiciones de salubridad adecuadas.

Alguien aporrea su puerta. La patrona viene a por la paga de la habitación antes de que el elfo se marche. Por suerte eso le impide quedarse dormido y llegar tarde.

Bethel más que levantarse se cae de la cama al amanecer. La habitación apesta a cerveza, quizás es por la jarra rota que hay en el suelo. Se incorpora y jura en todos los idiomas que conoce. Por todos los dioses, mi cabeza. Se calza las botas, se pone la coraza con los felinos grabados y recoge el petate que tenía hecho del día anterior.

Hoy es el día en que partimos. Cuanto mas lejos de esos tipos del desierto mejor se da animos. Va dando tumbos a la salida. Al abrir la puerta los gritos de la patrona hacen que casi se le parta el craneo de dolor. Echa mano de la bolsa y deja caer unas monedas de plata. Los gritos quedan reemplazados por una voz que cuenta. Como no se reanudan supone que ha pagado lo suficiente o de más.

Atraviesa la sala comun medio dando tumbos. Anda un par de manzanas y se encuentra con Dorwas y Morbo frescos como una rosa los muy cabrones. Sonrie, o lo intenta y se da cuenta del tipo con el dromedario que los acompaña. Tratan de hablarle, pero el se lleva las manos a los oidos mientras suplica piedad y luego mueve el indice a sus labios - no gritéis por favor

Los sigue como un zombie tratando de recordar algo de las noches anteriores. Recuerda jarras de cerveza irse vacias y volver llenas de la mesa. Mujeres de curvas de infarto bailar encima de la mesa y de sus rodillas. Palpa su bolsa, si considerablemente más vacía. Pero mereció la pena, diablos, si no fuera por el dolor de cabeza...

Entonces ven a Ateela y una escena atraviesa el dolor de su cabeza. Se ve en precario equilibrio sobre el hombro de morbo y la calva de Dorwas cantando a pies del templo de Sarenrae. - Si Ateelita se fuera con otro, la seguiría por tierra y por mar... - un cubo de agua sucia (de fregar los platos espera) le cae de lleno y corta la canción. El enano y el guerrero aunque salpicados se empiezan a reir a carcajadas lo que le hace perder el equilibrio y caer al suelo. Y juraría que desde allí, con sus compañeros sentados a su lado oyo una voz en lo alto que decía - ¡Hombres!

El elfo se cala la capucha de su capa de viaje. Que no me vea piensa. No tengo la cabeza como para una de sus lecciones.

(Unas pocas horas antes...)

Caer, caer, caer...

Ateela vuelve a tener la misma pesadilla que tuvo hace tres años. Vuelve a ver a Bethel junto a su madre, pero esta vez lleva una peluca roja y su nariz es roja e hinchada como si estuviera borrado perdido.

- Tienes que aceptarlo, ahora soy tu padre...

- Nuncaaa!

Caer, caer, caer...

Ateela se despierta violentamente y se cae de la cama, golpeándose una espinilla con un taburete. Está muy enfadada, en parte por la pesadilla y en parte por el dolor en la pierna. En la otra cama, su compañera de habitación duerme como un tronco.

Qué es eso? Es como si alguien cantara... sigo en la pesadilla?

Unas voces llegan a través de la ventana (vocalizando con dificultades):

Shi Ateelita se fffuera con otro
la sheguiría por tierra y por marr:
shi por marren un buque de jerra,
shi por tierra en un worg militarrr.

La sacerdotisa se asoma a la ventana de su habitación y ve a Bethel cantando encima de los hombros de Dorwas, con Morbo cerca de ellos. Los tres están borrachos como cubas. También hay otro tipo al que no conoce junto a un dromedario, y ambos parecen estar en el mismo estado de embriaguez que los primeros tres.

Shi Ateelita quisierra serr mi eshposha,
shi Ateelita ya fuerra mi mujerr,
le compraría un pestido de sheda
parra llevarla a bailarral cuartel.

Es el colmo! Cómo han averiguado cuál es mi ventana? Si despiertan a alguien, mañana seré el hazmerreír de la Fortaleza! Tengo que hacer que se callen como sea! Ateela busca en la penumbra, iluminada por la luna llena que se cuela por la ventana, algo que lanzar a sus compañeros. Encuentra el orinal debajo de la cama. Pero esto es poco, necesito algo más consistente. Sale al pasillo y encuentra un cubo lleno de agua de fregar los pasillos. No sé quién ha sido el vago que lo ha olvidado aquí, pero que Sarenrae se lo pague. Ateela vacía el orinal en el agua sucia del cubo, y carga con el cubo hasta la ventana.

- Id a cantarle a vuestra madre!

Y arroja el agua por la ventana. Se oye un chapoteo y risas de borrachos ("qué carácter", "se hace la difícil", "menuda estrecha", "Yessef, creo que empieza a llover"), pero al menos se han callado. Las risas continúan un rato, y luego las voces se alejan mientras Ateela da vueltas en su cama sin poder dormir. Su compañera parece no haberse enterado de nada, y sigue roncando como un enano.

Igual he sido un poco dura con ellos... Simplemente estaban un poco de fiesta el día antes de partir... No, ni hablar. Ya son mayorcitos para venir a hacer ruido por la noche. Así aprenderán. Ayyyy... hombres! Si no saben beber, al menos que me dejen dormir tranquila!

Cita:

El dromedario hace unos ruiditos como si estuviera realmente contestando a Sinbad, y el extraño hombre atiende curioso a sus palabras. Varios patrones de la taberna miran incrédulos la supuesta conversación entre el hombre y el animal, pero en breve vuelven a sus bebidas, alguno de ellos tocándose la cabeza con un dedo en el gesto universal de este tío esta loco.

Yessef no parece tener ni la más remota idea sobre el pueblo del que habláis, sin embargo aprovecha la ocasión para deleitarte con un largo discurso sobre las condiciones del desierto cercano a los Picos de Alpaca, incluyendo los diversos tipos de roca que se encuentran en la región, lo bien que se da el pesh en la zona, y el peligro de dirigirse a una zona lleva de gnolls cuando se puede quedar uno en Solku a disfrutar de la civilización.

Dorwas estaba féliz.

Su oronda barriga estaba a rebosar de jaguar a las brasas y de guiso de cordero, todo ello regado por incontables jarras de cerveza.

Sus cuadrilla habitual se encontraba con él. Morbo, con quien se consideraba ya más que hermanos de sangre ¡ellos eran hermanos de jarra, hermanos de cerveza! Raffius se había hecho un hombre, Dorwas había sido el principal instigador de ese hecho, e incluso había estirado varios palmos y agravado su voz. Se sentía orgulloso como un padre. Y Bethel había demostrado que seguía incapaz de aguantar su ritmo pero un amigo como él, que siempre lo intentaba, lo menos que se merecía era que lo llevasen a la cama las noches que era vencido.

Luego estaba Jaali, que no sabía si era que aún no había sido capaz de sacarse el palo de escoba del culo o que necesitaba otro tipo de palo por el... en fin, que el viejo follaviales había vuelto a aparecer en su vida junto con Ateela y Jonova después del desafortunado incidente con Omar... a quien siempre recordaría, sin duda, teniendo en cuenta el enorme tatuaje de un jaguar que llevaba sobre su torso y espalda y que igualaba en fiereza a sus cicatrices.

Pero había algo más por lo que Dorwas era feliz, había encontrado algo muy dificil:

¡Un nuevo compañero de juega que casi era capaz de seguirle el ritmo!

Y es que ese camello era la caña, bebía como si no hubiera mañana y no le atosigaba con tonterías sinsentido. Vale, traía de regalo ese Sinbad destentado y maloliente que también daba el callo en las juergas y parecía ser bueno para las vigilancias, por aquello de poder vigilar el callejón lateral y la puerta principal a la vez.

Estaba desayunando medio pollo sobrante de la noche y una jarra de cerveza cuando vio bajar al pobre Bethel hecho un guiñapo.

Sonrió abiertamente al recordar como el pobre había empezado a llorar las penas y le habían vacilado hasta que terminaron cantandole al motivo de que su corazón bombeara, como decía el muy mariquita cuando pimplaba un par de jarras de más.

Bethel, compañero, ¿una jarrita para bajar la resaca? grito a su compañero para que empezara a despertar.

Cita:

-Claro Yessef, yo también me quedaría en Solku en lugar de visitar lugares infestados de monstruos y desiertos de rocas.- Responde a su montura rumiante.

-Peeeeero ...- Continua Sinbad mientras se apoya en el peludo cuello del dromedario. -Necesitamos el dinero y no podemos perder oportunidades de matar gnolls.-

Le da unas palmadas en la joroba.

Pasan las noches entre fiestas y libros y llega el día de la partida.

Garavel, el hombre que os contrato esta esperando antes del amanecer en la plaza norte de Solku, cerca de la puerta. Es un hombre alto, con el pelo y la barba arreglados que se mueve más como un espadachín que como un mayordomo. Detrás de el esperan 12 camellos, 8 preparados para llevar jinetes y cuatro cargados de bultos.

A medida que vais llegando os va saludando.

- Buenos días, señores - dice en tono amable - hay que partir lo antes posible, nos esperan cuatro días de viaje hasta el lugar donde hemos quedado con Almah.

Hay algo raro en Garavel, aunque al principio no os dais cuenta de que es. Tras fijaros unos momentos os dais cuenta que de la parte derecha del cuello le sale una semi-esfera metálica, que cubre con el turbante.

Todos sabeis que la bola de metal es un favor de los Pactmasters: un objeto mágico que los extraños gobernantes de Katapesh implantan a algunos de sus servidores. Suprime las emociones y confiere gran resistencia a los intentos de controlar o hacer hablar a la gente con magia. También se dice que asegura la lealtad de los sujetos a los Pacmasters, aunque no esta claro como.

Una cosa esta clara, Garavel trabajará actualmente para Almha, pero sus verdaderos jefes son los Pactmasters.