Partida Rol por web

El Bar Luna Pulchra - HLCN

Noche 1 - Noche de Piano

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09/10/2013, 20:10
Directora

El momento temido por todos había llegado. La hora de la ejecución había llegado y no habían decidido quién ejecutaría la sentencia esta vez, así que Natasha sube al escenario con el arma de su esposo en la mano, más decidida que nunca a halar del gatillo en busca de los culpables.

Mira a todos los presentes con gran decisión y con un tono fuerte y decidido, comienza  hablar - Ha llegado la hora de votar. Pronuncien el nombre de quien será ejecutado - su semblante se transformaba con cada palabra y su vista se volvía fría y analítica.

Natasha encabeza las votaciones diciendo que confía en sus empleados y por eso votará por Antonella. El siguiente en pronunciarse es el agente Edward Olson, quien reprocha el comportamiento del periodista Stephen Richards al permanecer al margen en muchas ocasiones. El señor Richards enfurecido, se levanta y decide dar su voto y para sorpresa del detective, señala a Natasha por haberse dado la atribución de tomar decisiones. Ésta reprocha la acción y sigue mirando a los presentes para pedir sus declaraciones. La siguiente en pronunciarse es Antonella, la cual hace a un lado a Nicholas y cuando logra ver a Natasha directamente, dice que su voto va para Nathan Monroe, pues él convocó a la banda para seguir tocando cuando el cuerpo del señor Flynn fue descubierto. Nathan la mira con severidad pero manteniendo siempre la compostura señala a Antonella, argumentando que ha ocultado sus salidas nocturnas. A Nathan se une William, diciendo que mostraba curiosidad hacia la muerte del señor Flynn y no temor. Además de mostrar una excesiva seguridad en sí misma en situaciones difíciles. Gordon Woods se levanta y señala a William Cox por sacar como pretexto el haber sido elegido por voto popular y por su gran interés de ser el brazo ejecutor.  La modelo se levanta enojada por las acusaciones hacia su amiga y aunque algunos creyeron que acusaría a Nicholas, dice que vota por Niraj, pues su actitud le parece sospechosa. El joven hindú la mira confundido y solo acata a decir que sus sospechas no son seguras, así que se vota a sí mismo para no señalar sin razón alguna. Vuelve a su puesto y la asamblea continúa. Sharon se levanta y declara un voto a sí misma, diciendo que no tenía ninguna sospecha clara hacia nadie y mostrando su hermandad, Chloe se acerca a ella, le pone una mano en el hombro y se señala a sí misma por la misma razón. Nicholas aún enfurecido, vuelve a ubicarse frente a Antonella y con una voz más fuerte de lo que podría controlar, dice que su voto es para Antonella por haberla visto rondar en las noches. Tania retira con dulzura a Nicholas de la diseñadora y dice con voz triste a Natasha que ella se une a Nicholas y vota a Antonella. James se para al lado de Nicholas y con lágrimas en sus ojos y dolor en su voz, acusa a Antonella y que ésta será su venganza por haber matado a su hermano. Faltando solo unos cuantos votos, Jane se levanta y acusa a Colette, diciendo que ha sido la que menos ha reaccionado ante la muerte del trompetista. Kana le sonríe a su hermano, pensando que podría estar un poco angustiado y luego mira a los presentes uno por uno, toma aire y señala a Antonella, diciendo que puede haber algo extraño en ella. Cassandra se acerca a Krysta y ambas muestran sus dudas. Al no saber por quién votar, Krista se vota a sí misma, diciendo que no se siente capaz de cargar con la muerte de un inocente. Por otra parte, Cassandra decide alzar su mano hacia Antonella, pues decide creer en las palabras de Nicholas. Y por último, faltando el voto del administrador del bar, Dylan se pone de pie y separándose de la multitud, le habla a su madre con decisión, diciendo que su voto va hacia Antonella porque cree en las palabras del contrabajista, además que éste se ha arriesgado mucho al decirlo.

Con la elección definida, Natasha baja por Antonella, pues sabía que ella no subiría por su cuenta y tomándola de la muñeca, la lleva sobre el escenario. Pone a Antonella de lado al público y se ubica detrás de ella para que no pueda ver su expresión. Antonella intenta escapar y Natasha pide ayuda al personal del bar. Los hombres encargados de la seguridad se vieron forzados a tomarla y dejarla firme en esa posición. Natasha carga el arma y apunta hacia ella con decisión. Su rostro no expresa ningún temor. Hala el gatillo y como una profesional, con un único disparo es capaz de acabar con la vida de la acusada en un instante. Antonella busca la mirada de Colette en su último suspiro y al caer al suelo, la diseñadora yace sin vida. La sangre tiñe el escenario, inundando la sala de ese olor metálico tan carácteristico, al cual estaban acostumbrándose un poco. Natasha le pide al servicio que limpie todo y que lleve el cuerpo de la pelirroja junto con los otros fallecidos. Los fuertes hombres que la sujetaron en primer lugar, la cargaron con cuidado, intentando no manchar sus atuendos de sangre. El cuerpo rígido de la joven pasa por entre ustedes y aquella mirada vacía, hacía que todos quienes la miraban, fueran perdiendo el aliento.

El olor a sangre se adueñaba del espacio mientras limpiaban, pero algo roba la atención de todos en un instante. El piano de James comienza a sonar por sí mismo y todos miran atónitos al pianista. ¿Cómo era posible? El piano tocaba la misma canción que James había tocado hace tan solo un rato pero se interpretaba por sí mismo. Al terminar la canción, James cae de rodillas, rompiendo en llanto y sumido en una profunda tristeza.

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09/10/2013, 20:12
Directora

El cabello rojo de Antonella se fusiona con la ira que sientes. Crees ciegamente en la palabra de Nicholas y por esto, a pesar de ser un choque fuerte, no sientes dolor por su muerte. Era lo que se merecía si Nicholas tenía razón.

El piano comienza a sonar por sí mismo, tocando aquella canción que habías interpretado en honor a tu hermano. En honor a Dean. Todos estaban confundidos y desviaban la mirada hacia ti, sin entender que estabas en la misma posición de ellos. Miras el piano por un rato, sin entender lo que sucedía. Luego, te fijas en la trompeta de Dean, la cual habías llevado hasta allí y olvidado por la sorprendente actuación de Nicholas. La miras fijamente y tu vista comienza a nublarse. Hay algo en el piano que te transporta hacia un extraño espacio, donde sólo te acompañaba aquella triste melodía.

De repente, algo rompe el profundo silencio y es una voz. Una voz que conoces a la perfección. Era la voz de Dean que te enviaba un mensaje.

James, ¿recuerdas aquella vez que te pagué la fianza en la comisaría y te dije que siempre estaríamos juntos? Pues no lo olvides nunca. Cuida de mamá, siempre pregunta por ti... Mientras tú estés bien, yo estaré bien...

 Al terminar la canción, vuelves a la realidad y el sobrecogimiento de haberlo sentido tan cerca, el dolor y la soledad, invaden tus sentidos. Caes de rodillas sintiéndote derrotado y maltrecho. Era la despedida de Dean y como siempre, pensaba primero en ti.

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09/10/2013, 23:48
Directora

Al haber terminado la limpieza exhaustiva del escenario, el personal del bar anuncia que el buffet está abierto. A pesar de que la mayor parte de la comida eran pasabocas, era suficiente para calmar el hambre que atacaba a algunos, aunque muchos otros, no se sentían en capacidad de ingerir bocado.

No estaban seguros si el olor a sangre se había ido pues seguían sintiéndolo a cada paso que dan y por esto, la comida se encuentra dentro de la cocina. Los empleados sacaron además una buena dotación de licor, pues sabían que a pesar de todo, algunos querrían borrar de su memoria algunos malos momentos de todo lo que había ocurrido, o al menos, dejar de darles importancia.

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10/10/2013, 00:08
Edward Olson

Edward se encontraba terriblemente abatido. En toda su carrera profesional era la primera vez que había presenciado un asesinato y la primera vez en su vida que no podía detener al asesino. Pero eran las reglas de este juego macabro en el que se veían inmersos... No se podía reprochar la actitud de ninguno de los presentes. Era cuestión de supervivencia. Matar o morir. Matar o morir...

Era la frase que se quedó petrificada en su mente... Tenía que descubrir a los sin rostro cuanto antes. Acabar con esta masacre lo más rápidamente posible... ¿Sería o no Antonella un integrante de los sin rostro? Había que descubrirlos y pronto...

Edward se acercó a la barra y cogió una botella de Vodka para servirse un trago. En momentos como éste el Whisky no era lo suficientemente fuerte para quitar los malos demonios de su cabeza... Quizá el Vodka ayudase... quizá...

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10/10/2013, 00:14
Kana

Habían decidido a quien debían eliminar. A Kana nunca se le olvidará aquello. Quería creer que habían acertado, pero aún con esas habían participado en una muerte, lo que le quedaría grabada en su memoria para siempre.

-Lo peor de todo es que seguimos sin saber si Nicholas estaba o no en lo correcto- dijo tristemente, deseando no haber cometido un fallo garrafal- señor detective, creo que debería registrar a Antonella y sus pertenencias. Si hay alguna prueba de su culpabilidad nos dejaría más tranquilos.

Si no, sus conciencias quedarían manchadas para siempre.

Pero la cosa no terminó ahí, el piano tocó solo y el pianista rompió a llorar.

-¿Se encuentra usted bien?

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10/10/2013, 00:40
Chloe Monroe

Todo se vuelve confuso. Comienzan a acusarse unos a otros y parece que la mayor parte de las culpas recaen sobre la misma persona: Antonella.

Cuando la madre de mi futuro marido se acerca a ella para arrebatarle la vida, como se había acordado, la chica comienza a resistirse y no puedo mirar, pensando que ella podría ser cualquiera de nosotros... Sólo pensar en verme en esa situación o que uno de mis hermanos o mi prometido fuera a ser disparado, me horrorizaba.

Me di la vuelta y me tapé los oídos, tratando de no escuchar, aunque era imposible no hacerlo. Cuando todo había terminado, tardé varios segundos en quitarme las manos de las orejas y, mirando al suelo aún, me dirigí hacia nadie en concreto. - Estoy de acuerdo con Kana... Seguimos sin saber si ella era uno de los asesinos o si simplemente hacía lo que dijo que hizo esta noche... En cualquier caso, lo hecho, hecho está, y sólo espero de todo corazón que no haya caído alguien inocente...

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10/10/2013, 01:21
James Carlson

Observé la ejecución de Antonella sin dudar de la palabra de mi amigo. Nicholas podía ser muchas cosas, pero no un mentiroso, y mucho menos con algo tan grave como esto. 

En ese momento el piano empezó a sonar y caí de rodillas, con las lágrimas deslizándose lentamente por mis mejillas, sintiendo a la vez un enorme frío y una calidez cercana. - Claro que no lo olvidaré, Dean... Nunca te olvidaré... - Susurré, con la mirada perdida, hablando hacia el piano. 

Unos segundos después mis ojos empezaron a enfocarse de nuevo y con un último sollozo ahogado me puse de pie. La joven actriz se acercó a mí y me pasé el brazo por los ojos antes de responder, secándome las lágrimas. - La verdad es que no. He perdido a mi hermano y creo que tardaré en encontrarme bien. - Respondí con total sinceridad, antes de tomar aire con fuerza. - Creo que necesito una copa de algo muy fuerte... Gracias por preocuparse.

Con estas palabras hice un enorme esfuerzo por esbozar una sonrisa triste en mis labios y me acerqué a Tania para darle un abrazo. - Me ha hablado, Tania, he oído su voz. Era él quien tocaba el piano... - Dije en su oído antes de acercarme a la barra y sentarme en un taburete, apoyando la cabeza en la mano.

- Por favor, póngame una copa doble de lo más fuerte que tenga. - Pedí finalmente a algún camarero.

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10/10/2013, 01:38
Nathan Monroe

No puedo evitar mirar con incredulidad a Antonella cuando decide acusarme. Sin embargo, poca relevancia tiene. Está claro lo que muchos pensamos. Observo cómo Natasha tiene las agallas de hacer el trabajo, y cuando se llevan el cuerpo no puedo evitar quedarme viéndolo pasar, inseguro sobre lo que hemos hecho.

Sin embargo, en cuanto lo pierdo de vista tomo aire, y trato de ver las cosas de un modo más objetivo. Hemos hecho lo que hemos podido. Lo único que podíamos hacer.

Observo a Natasha durante unos instantes, esperando que ella se encuentre bien, y luego busco una vez más a mis hermanas. Al escuchar las palabras de Chloe me acerco a ella para poner una mano en su hombro, despacio, intentando darle algo de seguridad. No creo que hagan falta más palabras. Nos conocemos lo suficiente como para aportarnos más con eso que con cualquier cosa que podamos decir.

Luego, tras un momento con ella, me dirijo adonde se encuentran los miembros de la banda. No he hablado con ellos desde esta mañana. Parece que tanto el pianista como la cantante están teniendo un momento íntimo, lo que es de sobra comprensible. De modo que espero unos segundos apoyado en la barra y, cuando él se dirige al camarero, hablo a los tres.

- Espero no interrumpir. - digo con voz grave, antes de proseguir con gesto serio - Sólo quería decirles que siento muchísimo lo sucedido, no se imaginan cuánto. Si hay cualquier cosa que pueda hacer, no duden en avisarme de inmediato.

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10/10/2013, 02:03
Colette

Ante las primeras acusaciones hacia Antonella, Colette se mostró molesta y desafiante. Pero cuando estas empezaron a ser alarmanemente numerosas, el miedo invadió su cuerpo. Intentó evitar que Natasha agarrase a su mejor amiga, pero las fuerzas le fallaron. Y allí se quedó, incapaz de ningún movimiento más allá de las lágrimas que le caían por los ojos. Y sin preámbulos, sin dejarle al menos despedirse.

El disparo resonó por todo su cuerpo y lanzaron un grito de terror que quedó atascado en su garganta. Pero cuando el cuerpo de Antonella cayó, y sus ojos buscaron los suyos en su último aliento su cuerpo se quebró. Algo mayor y más sólido quería subir por su traquea atascada, y sus piernas se movieron lo suficiente para acercarse a un rincón y vomitar bilis y lágrimas antes de desplomarse de rodillas.

Y allí quedo, sola y aterrada, sin presente ni futuro, con una música que le taladraba el sino y la sumía en pesadillas estando aún despierta.

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10/10/2013, 02:22
Tania Evans

Tania no pudo creer las palabras de la diseñadora, no podía, simplemente. Negaba con la cabeza mientras ella intentaba explicarse, y cuando pidieron las votaciones, las pocas dudas que la ética de aquello pudiera suscitarle aún se terminaron de disipar. Aún así, cuando vio que la subían al escenario y éste se convertía en su improvisado patíbulo, el lugar en el que pasaba sus noches, en el que dejaba que sus sueños se transformaran en canción, no pudo mirar. Bajó la mirada y se llevó las manos a la cara, intentando evitar la visión. El disparo la hizo saltar en el sitio y gritar mientras empezaba a llorar.

Pero el piano la acalló enseguida. ¿Qué estaba pasando? ¿Era James? Pero al mirar, sorprendida de que hubiera decidido tocar en ese momento, se encontró con la extraña realidad. 

- ¿Dean? - Dijo, en voz baja, mirando atónita la escena con el olor a sangre entrándole hasta lo más profundo de las entrañas. Cuando James se le acercó lo abrazó también y asintió. - Lo sé, te creo... - Le contestó, y cuando fue hacia la barra le agarró la mano. No quería dejarlo solo en ese momento, y tiró también de Nicholas hacia allá. Cuando llegaron a la barra, se giró hacia Nicholas

- Has hecho bien, Nick... Gracias a ti... - No terminó la frase, quizás por un resquicio de miedo a haberse equivocado en sus acusaciones. Lo miró con ternura y besó su mejilla. Se giró de nuevo hacia la barra para pedir para ellos dos lo mismo que había solicitado James y entonces vio a Monroe acercárseles y hablarles. Se puso algo tensa y decidió alargarse sobre la barra, apoyada en su borde. Miró a Nathan de soslayo mientras esperaba la bebida y cogía una servilleta para limpiarse las lágrimas y el maquillaje corrido. Asintió en cuanto terminó y musitó un agradecimiento prácticamente inaudible, pero que se leyó en sus labios. En cuanto lo hubo hecho, suspiró desde lo más profundo de sus pulmones, como quitándose el mal cuerpo y se adelantó al camarero cogiéndole la copa de las manos en cuanto llegó. 

- Ay Santa María... - Musitó antes de beberse de un trago la mitad de la copa, lo cual irritó su garganta de una forma que no esperaba y la hizo toser mientras se llevaba una mano al cuello. 

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10/10/2013, 02:31
Nathan Monroe

- Póngale otra, y otra para mí. - ordeno al camarero al ver cómo se encuentra la cantante. Lo cierto es que era comprensible, dado cómo estaba sucediendo todo.

- Espero que no le importe. - le digo después, alzando la copa hacia los tres músicos. - Sé que prácticamente no lo conocía y probablemente quieran estar solos, pero antes de marcharme me gustaría brindar por su amigo. - pido luego a los integrantes de la banda con un tono respetuoso. Realmente lo que me apetecía era emborracharme hasta perder el juicio, pero no era el momento, ni la situación. Sin embargo, ellos se merecían al menos eso.

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10/10/2013, 02:36
James Carlson

Agradecí la mano de Tania en la mía, sintiendo su apoyo, y saber que no me iba a dejar hundirme me hizo sentir un poco mejor. Cuando el señor Monroe se acercó a nosotros le eché una mirada ausente, sujetando mi vaso con la mano. Saqué un cigarro mientras él hablaba y empecé a jugar con él entre los dedos. Cuando terminó me puse el pitillo entre los labios y lo miré brevemente.

- Gracias, señor Monroe. ¿Tiene fuego? - Fue todo lo que le respondí, con los ojos cargados de tristeza. No quería hablar de mi hermano con alguien que apenas lo conocía. No quería brindar por él, haciendo tan real su pérdida. Dean era nuestro. Mío, de Tania y de Nicholas. Y, a pesar del egoísmo de esta sensación, no podía evitar pensar que nadie más comprendería lo que sentíamos al haberlo perdido de esa manera.

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10/10/2013, 03:59
Jane Cox

Jane dio su votación y simplemente se aferró de nuevo a su marido. Una noche de fiesta había evolucionado en un terror infernal y esto se volvía ahora una fiesta de sangre

-¿Querido?- Preguntó, quienes estaban alrededor podían notar el miedo y temblor en su voz -¿Podemos irnos? No quiero ver esto, no quiero seguir acá... Estoy harta de la sangre... Por favor- Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas mientras respiraba agitadamente, estaba visiblemente alterada luego de tanta sangre y muerte... Simplemente quería dormir y despertar, despertar al día siguiente y que todo fuera un sueño.

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10/10/2013, 04:15
Sharon Monroe

Palidecí iban a matar a esa muchacha, quien sabe si solo quería encontrar al culpable. Me sorprendí por la frialdad de Natasha y a diferencia de mi hermana no fui lo suficientemente rápida o lista como para apartar la mirada. Con las pupilas dilatas por  el horror vi su expresión angustiada, quise evitarlo, no quería que nadie muriera pero solo pude mirar hasta el final cuando el cuerpo cayó al suelo con un ruido sordo que no se comparaba al que hizo la bala.

Mi alrededor empezó a girar, estaba mareada las personas hablaban, mi hermana parecía alterada. Me alegraba que hubiera hecho como yo y que no cargara con la muerte de nadie. Bueno en realidad me alegraría si mi cerebro no estuviera apagado.

-Nathan...- me tambalee cayendo al suelo inconsciente por la impresión que la escena me había causado.

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10/10/2013, 08:08
Edward Olson

La joven exótica interrumpió el intento de Edward de evadirse del infierno en el que estaban inmersos. Con un nuevo vaso de vodka en sus manos y el ardor del anterior en su garganta miró a la chica. Sin duda una buena pregunta, sin duda, a estas alturas, también muy desafortunada...

¿De verdad cree que registrar las cosas de Antonella servirá de algo? Pequeña... si crees que con esa simple acción podrás limpiar tu concienciar y quedar tranquila.... me temo que no será así.

Estaría bien registrar sus cosas si no se hubiese hecho pública su acusación y te preguntarás porqué digo esto. Sencillamente porque una vez se hizo pública la acusación Antonella tenía todas las papeletas para ser ejecutada y, por tanto, cualquiera de nosotros pudo poner en sus cosas algo que la incriminase.

¿Acaso te has fijado en la que hemos hecho todos y cada uno de nosotros desde que el músico acusó a Antonella? Desde ese momento todos hemos estado pendientes tanto de la acusación como de su desenlace...

Edward dejó el vaso de vodka en la barra del bar y se levantó del taburete.

No obstante si usted se queda más tranquila el señor Cox y yo mismo registraremos sus pertenencias.  Y dado que ya todos desconfiamos de todos cualquier otra persona que quiera estar presente en dicho registro será bienvenida.

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10/10/2013, 08:16
William Cox

Estaba serio. Quieto e inmóvil mientras ocurría todo. La joven a la que todos señalaron, la fútil huida, la bala ejecutora... Y el final. Esto era algo muy triste. Que el ser humano se viera forzado a este tipo de cosas... Apreté la mano de mi esposa en silencio mientras retiraban el cadáver de la joven.

-Esto es... -Dije negando con la cabeza al final. Mi trabajo me había echo ver muchas cosas, pero esto... Era despreciable simplemente.- ¿Irnos? Hummm claro...

Estaba llevando a mi mujer fuera de la escena cuando oí como la joven Sharon caía al suelo. Asustado me giré cubriendo a mi esposa, creyendo que sería un ataque o cualquier cosa... Malditos nervios.

-Cielos Jane mira... ¿Que le a pasado a la señorita Monroe?- Dije mientras me acercaba rapidamente.- Esto suena a tópico pero ¿hay algún médico en la sala?- Dije tras ponerme al lado de la joven.

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10/10/2013, 17:47
Dylan Flynn

Evito mirar a los ojos a Antonella y tampoco miro la ejecución. Nunca he sido muy fan de las ejecuciones públicas y esta tampoco va a ser la excepción. Siento el disparo en mi pecho, como un fuerte golpe que hace que momentáneamente se me pare el corazón. Escucho el ruido del cuerpo de diseñadora caer, sin vida, y tampoco me giro a mirarlo. En vez de eso miro a Chloe. Se ha acusado a sí misma... Cómo ha hecho eso?

Me acerco a ella y me coloco frente a ella, algo más serio de lo que me gustaría, pero es un momento tenso y no puedo evitarlo. No quiero que Chloe haga lo mismo otra vez.-No lo vuelvas a hacer, por favor. Ya has visto lo que le ha pasado a Antonella... No podemos saber lo que va a pasar en las próximas acusaciones, pero no lo repitas, por favor, no te des un voto a ti misma, porque ese voto puede llegar a marcar la diferencia. Ya he perdido a mi padre, no puedo permitirme perderte a ti también.

Lo sucedido, aunque necesario, me ha hecho darme cuenta de que nadie está a salvo. No sabemos la identidad de los asesinos y cualquiera podría salir elegido en las votaciones. Pero Chloe es inocente, seguro. Tiene que serlo. La conozco muy bien y no voy a permitir que muera por algo así.-Hazlo por mí, por favor...-Digo, intentando que no se me quiebre la voz. No quiero que le pase nada. No me lo perdonaría.

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10/10/2013, 18:10
Nathan Monroe

- Por supuesto. - respondo al músico, encendiendo uno de los mecheros del bar. Trato de hablar de forma natural, pero el tener ya tres muertos en el local lo hace complicado.

Sin embargo, dicho esto, algo parece pasarle a mi hermana. Dejo la copa sobre la barra apresuradamente, marchándome con el brindis a medias. - Disculpen. - Es lo único que puedo decir antes de irme.

Cruzo la sala hasta el lugar donde mi hermana está en el suelo y me arrodillo a su lado, poniéndole la mano en la frente y evaluando el color de sus mejillas. Con la otra mano hago grandes aspavientos, indicando a la gente que nos deje espacio, que no la agobien.

Levanto la cabeza entonces, más calmado tras comprobar que continúa respirando, y busco a cualquiera con la mirada.

- Agua. - digo, casi como una orden, antes de volver a mirar a mi hermana, preocupado.

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10/10/2013, 18:14
Nicholas Reynolds

Ser testigo de la ejecución de Antonella no fue tan placentera como creía que seria, seguía siendo asesinato aunque lo intentásemos enmascarar con argumentos o justificaciones. Pero con su muerte lo que si consigo es quitarme la venda de los ojos, la que la ira me cegaba, y soy ahora consciente de lo que había provocado con mi impulsiva declaración… me había condenarme a muerte. De forma inconsciente trago saliva al percatarme de este hecho, aunque el nudo en la garganta que casi me estaba asfixiando me dificultó hacerlo.

Las palabras de ánimo de Tania y sus dulces gesto no tienen prácticamente efecto en mí, el shock de mi muerte anunciada me hacía sentir que caía en un gran abismo sin fin, con todos mis sentidos totalmente inservibles. Con lo que dice el señor Monroe casi le imploro que me una cosa… que me salve, pero ni él podría salvarme de mi cruel destino, además de que no creía poder articular palabra.

Tengo las horas más que contadas, aunque curiosamente mi reloj me marca dos horas distintas para mi irremediable fin. Una esta misma noche, donde los “Sin rostro” clamarían venganza mutilándome  el rostro, y quien sabe que otras atrocidades, por osar descubrir a uno de los suyos. La otra justo al día siguiente, donde las voces se empezarían a preguntar porque sigo vivo si descubrí a uno de ellos y terminaría con mi trágica ejecución. Aunque algo tenía claro, dejarme vivo una noche más seria el mayor error de aquellos asesinos despiadados… y tenía que intentar darme ese tiempo tan valioso.

Lo tenia decidido, salgo de mi conmocion y de mis pensaminetos y digo a todos:

-Queréis la certeza de que mis acusaciones eran correctas…- Alzo bien la voz para que todo el que dudase de mi palabra me escuchase, aunque más me interesaba llamar la atención de los sádicos homicidas. -pues solo tendréis que buscar mi cuerpo sin vida y desfigurado.- Sabia que me estaba cavando mi propia tumba para el juicio de mañana, pero me alejaba de la resolución de muerte a manos de los “Sin rostro.” En todo momento mi voz sonó firme, aun que mi rostro si delataba lo que sentía por dentro… miedo… miedo a la muerte.

-Así que como ya estoy sentenciado a muerte…- Hago una pequeña pausa para recuperar la voz y que no denote mi temor. -patrullare esta noche…- Además de que quedarme en mi cubil seria dejarles aun más facilidades. –Por lo que os advierto, al que vea fuera de los cubiles lo considerare uno de ellos.- Termino lleno de determinación por descubrir a otro de los que caminaban entre las sombras.

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10/10/2013, 18:41
Directora

El personal se encontraba intentando repartir los pasabocas que serían la única comida que los clientes habían ingerido. Uno de ellos asistió a Colette en su malestar y limpió el lugar. La llevó a la barra para que pudiera recomponerse.

Seguían en su labor cuando Sharon se desmayó.El personal permaneció en el lugar donde se encontraba sin saber muy bien qué hacer y miraron a Nathan. Cuando Nathan se acercó a Sharon, los dos hombres que habían ayudado en la ejecución, se acercaron para darles el espacio necesario. El joven de la barra sirvió un vaso de agua y se lo extendió a su jefe. No sabía muy bien qué más hacer, así que se desplazó nuevamente hacia la barra para no estorbar.

Otro llevó una toalla mojada para refrescar la cara de Sharon, intentando ayudarla a reaccionar.