Partida Rol por web

El Brazal de Oro

- Capítulo II: El camino del sur -

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29/04/2019, 13:40
Narrador

Día uno, al atardecer
Camino del sur, cerca del río Forkjol, Skald

El primer día de viaje transcurrió sin contratiempos. La comitiva de la princesa Ingelyn había seguido simplemente el camino del sur, dejando atrás pequeñas granjas, riscos y bosquecillos, mientras a su alrededor la niebla se espesaba una vez más. A medida que el día avanzaba, la temperatura se hacía un poco más agradable, pero ahora se acercaba el ocaso y con él vendría una noche fría y desapacible. Además, las nubes se habían arremolinado una vez más sobre sus cabezas, y había llegado a chispear en un par de ocasiones. Si se ponía a llover con fuerza, no sería nada agradable y unos caminos embarrados podían retrasarles bastante...

Además, algunos tenían todavía en la cabeza la visión de la Aguja. La niebla era densa una vez más, y ya no permitía verla, pero no habían olvidado la sensación que habían notado al posar sus ojos en ella. Y tampoco el hecho de que todo aquello había ocurrido coincidiendo con su viaje y las noticias de los enanos de que en la región sucedían cosas extrañas. Pero como todo lo que tenía que ver con la Aguja, aquello era un misterio que no podían resolver.

Estaban empezando a pensar en detenerse para acampar cuando dos de los exploradores que habían enviado a reconocer el camino que tenían por delante regresaron y se presentaron a la princesa Ingelyn.

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29/04/2019, 13:45
Fygrod

Uno de los exploradores era Fygrod, un guerrero hábil aunque solía tener un temperamento bastante sombrío y malhumorado. Saludó a la princesa antes de presentar su informe.

—Todo parece despejado, al menos hasta llegar al río —dijo—. Pero es raro... Hay algunas granjas más de aquí al Forkjol, y no hay actividad en ninguna. Es como si estuvieran vacías. Sólo hemos visto a un granjero en una de ellas mientras regresábamos. Estaba asomado a una ventana, pero se ha escondido en cuanto nos ha visto, como si tuviera miedo de algo...

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29/04/2019, 13:56
Narrador

Runi no conseguía quitarse de la cabeza la visión de la Aguja. Era uno de los miembros más viejos de la comitiva, y había tenido oportunidad de verla en varias ocasiones. Abandonada hacía años la esperanza de acercarse a ella alguna vez, eso no le había impedido conocer a muchos que lo habían intentado. De hecho, algunos se obsesionaban con ella y alcanzarla se convertía en el objetivo de sus vidas.

Pero llegar a la Aguja no era empresa fácil. Estaba lejos, muy lejos, rodeada por varios muros concéntricos que nadie sabía quién o qué había construido. Los primeros eran sencillos de atravesar, y Runi incluso había llegado a ver el Primer Muro con sus propios ojos, aunque no lo había cruzado. Además, según uno se acercaba a la Aguja, los peligros se hacían cada vez más numerosos y letales, de forma que sólo los aventureros más hábiles podían tener la esperanza de cruzar los muros interiores y seguir con vida. Más allá del Primer Muro, de hecho, era difícil vivir, los caminos se interrumpían y no había ningún asentamiento civilizado, como indicaban casi todos los mapas. Más allá del Segundo Muro... bueno, casi nadie estaba muy seguro de qué había más allá, y todo se perdía en el mundo de los rumores y las leyendas.

Pero lo que más preocupaba a Runi era que ya había visto brillar la Estrella de la Aguja en una ocasión, cuando era un niño. Y lo siguiente que recordaba era que justo después de aquello, una de las guerras más brutales entre los señores de Skald había sumido al país en el caos. Y no solo eso, si no que también habían llegado noticias de enfrentamientos similares en otras partes del continente. De ahí que el viejo mago llevase todo el día rumiando lo que habían presenciado esa mañana. Runi no era estúpido, y a su edad le costaba creer en coincidencias...

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29/04/2019, 14:07
Narrador

Strumni llevaba un buen rato dando vueltas a lo que todos habían visto aquella mañana. Como enano de cierta edad, había visto muchas cosas y la Aguja era una de ellas. Desde sus tierras no podía verse a menudo, pero él era viejo y había tenido ocasiones de sobra. Había abandonado hacía años ya la esperanza de acercarse a ella alguna vez, pero había conocido a muchos que lo habían intentado. De hecho, algunos se obsesionaban con ella y alcanzarla se convertía en el objetivo de sus vidas.

Pero llegar a la Aguja no era empresa fácil. Estaba lejos, muy lejos, rodeada por varios muros concéntricos que nadie sabía quién o qué había construido. Los primeros eran sencillos de atravesar, y Strumni incluso había llegado a ver el Primer Muro con sus propios ojos, aunque no lo había cruzado. Además, según uno se acercaba a la Aguja, los peligros se hacían cada vez más numerosos y letales, de forma que sólo los aventureros más hábiles podían tener la esperanza de cruzar los muros interiores y seguir con vida. Más allá del Primer Muro, de hecho, era difícil sobrevivir, los caminos se interrumpían y no había ningún asentamiento civilizado, como indicaban casi todos los mapas. Más allá del Segundo Muro... bueno, casi nadie estaba muy seguro de qué había más allá, y todo se perdía en el mundo de los rumores y las leyendas.

Y Strumni tenía otras cosas en qué pensar. Se acercaban a los dominios de los enanos, y a partir de ahí, sería responsabilidad suya guiar al grupo hasta Kaz-Umzur. Tenían varias opciones, y la más obvia y segura era seguir los caminos subterráneos de los enanos... pero el Rey Grummdar no concedía permiso para transitar por ellos a nadie que no fuera enano. Podían arriesgarse a arruinar las negociaciones antes incluso de empezarlas. La segunda opción era continuar por el camino del sur, pero si era verdad que había algún peligro inesperado, quizá fueran más vulnerables en él. Y la tercera opción era tomar un atajo por los bosques de la región, que Strumni conocía bien y por los que estaba seguro de que no se perderían y podrían despistar a cualquiera que pretendiese emboscarlos. Aún tenía tiempo para pensar en los pros y en los contras, pero si la princesa Ingelyn le pedía consejo, tendría que darle una respuesta.

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29/04/2019, 14:22
Narrador

Mara todavía seguía pensando en la Aguja que habían visto aquella mañana. Aunque la exploradora era joven aún, había tenido ocasión de verla muchas más veces que el resto de la comitiva. La Aguja era bien conocida en Volaria, donde el clima agradable y los cielos despejados hacían que lo raro fuera no distinguirla sobre las montañas del horizonte. Ella todavía no se había acercado nunca a la Aguja, pero había conocido a muchos que lo habían intentado. De hecho, algunos se obsesionaban con ella y alcanzarla se convertía en el objetivo de sus vidas.

Pero llegar a la Aguja no era empresa fácil. Estaba lejos, muy lejos, rodeada por varios muros concéntricos que nadie sabía quién o qué había construido. Los primeros eran sencillos de atravesar, y Mara incluso había llegado a cruzar el Primer Muro en alguna de sus misiones, ya que pasaba muy cerca de la ciudad de Zeiss, en el noreste de Volaria. Cada vez que lo había hecho, el grupo al que pertenecía había perdido algún soldado. Y es que según uno se acercaba a la Aguja, los peligros se hacían cada vez más numerosos y letales, de forma que sólo los aventureros más hábiles podían tener la esperanza de cruzar los muros interiores y seguir con vida. Más allá del Primer Muro, de hecho, era difícil sobrevivir, los caminos se interrumpían y no había ningún asentamiento civilizado, como indicaban casi todos los mapas. Más allá del Segundo Muro... bueno, casi nadie estaba muy seguro de qué había más allá, y todo se perdía en el mundo de los rumores y las leyendas.

A Mara le sorprendió comprobar que los skaldi estaban mucho menos familiarizados con la Aguja que los volarianos, pero era algo lógico. Una tierra siempre envuelta en nieblas... no era extraño que no tuvieran muchas ocasiones de ver un horizonte lejano. Aunque a ella misma le había asombrado lo que había ocurrido aquella mañana, con la Estrella brillando de ese modo. Nunca había visto algo parecido, ni había oído hablar a nadie de ningún suceso similar. ¿Qué podría significar...?

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29/04/2019, 14:22
Ylva

–¿Ves esa luz?– había dicho a Glyrhel con convicción cuando la luz desapareció– Algún día iré a verla de cerca. Llegaré a ella, ya lo verás.

Ylva se había quedado hechizada ante la luz de La Aguja. Había oído muchas veces hablar de ella, pero era la primera vez que podía contemplarla. Aquella maravillosa escena perduraba horas después, igual que su firme convicción de emprender algún día, una vez acabada su misión, un viaje hacia ella. 

La carreta resultó ser algo más entretenida que el barco. Al menos allí estaban sus amigos y también Strumni, quien por su profesión y su barba llamaba seguía llamando la atención de la joven arquera. Acababa de preguntarle cuál era el animal más común por aquellos caminos cuando los exploradores llegaron con noticias. Ylva tenía muy claro lo que había que hacer: acercarse a preguntar al granjero si se encontraba bien. Pero claro, aquello era decisión de la princesa. 

–Eso no es tan raro– murmuró Ylva. El aspecto de Fygrod podía atemorizar a muchos–. Han visto hombres armados y...

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29/04/2019, 14:36
Dewa

Con la cara de confusión aun visible en su rostro, no dejaba de mirarse su mano. La alejaba de ella y la miraba una y otra vez, alzándola hacia el sol. Trataba inútilmente de ver a través de ella - Lo que he visto... ¿Vosotros también?- No se expresaba con claridad y todo era debido a lo que habían presenciado- - Eso era muy extraño, quizás era...- Sus palabras se interrumpieron al escuchar que Ylva quería acercarse en un futuro a esa aguja. Dewa la observaba con la boca abierta pensando lo valiente que era aquella joven. - Si en lugar de ir hombres armados se acercaran unas mujeres quizás estuviese dispuesto a hablar- Miraba a los ojos de Ylva porque estaba convencida de que ambas podrían ir, otra cosa es que la princesa pensase igual y que, ademas es la que realmente decidía en estos asuntos.

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29/04/2019, 16:06
Glyrhel

El muchacho dio un par de palmadas de ánima en la cruz de una de las mulas que tiraban de los carros y sonrió a su amiga. A él también le gustaría poder acudir allí algún día, pero no tanto por cumplir un reto como por descubrir los secretos que albergaba aquella estructura. Saber quién la había construido y la razón de que allí estuviera le interesaba más que ser el primero en alcanzarla. Lamentablemente carecía de la libertad de Ylva que le permitía ir adonde quisiera. Así que primero debería probar su valía, ganarse esa libertad de la que gozaba su amiga, una tarea harto difícil dedicándose únicamente a alimentar a los animales de tiro.

Pero había otra cosa en el suceso ocurrido con la Aguja que lo perturbó y fue esa sensación ominosa que  le hizo recordar las palabras pronunciadas por la anciana antes de comenzar su viaje por tierra. Aquello sí que lo había sentido como ella había sentido los peligros que se avecinaban. Que en ambos casos fuera la misma sensación lo desconocía, pero las señales no prometían un futuro nada halagüeño.

- ¿Crees que le podemos preguntar a ella sobre... ya sabes?- habló al oído de Ylva toqueteándose el bolsillo y dirigiendo su mirada a Dewa.- Ella no tiene la misma autoridad que Runi. No creo que pudiera quitármelas. Y se rumorea que es adivina...

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29/04/2019, 20:48
Strumni

Desde que observó la Aguja el rostro del enano cambió. Por su menta pasaron épocas pretéritas en las que eran más joven, estaba más lleno de ilusiones y tenía menos certezas. El enano no tardó en encenderse una pipa y comenzar a fumar mientras respondía a las preguntas de la joven Ylva que parecían no acabar nunca. Su energía era contagiosa hasta para el enano y agradecía que algún skaldi se interesara por él de alguna manera, así que respondió siempre con buen humor e intercalando sus respuestas con el espeso humo de su pipa.

En aquel primer tramo de viaje su trabajo era más relajado y por eso delegó casi por completo las tareas de exploración en los designados por la princesa, mientras él trataba de hacerse con el resto del grupo. Por ese motivo se mantuvo algo alejado de los otros dos enanos que les acompañaban, a los que ya conocía del pasado.

Strumni movió la mano para eliminar los humos del pasado que provenían de su pipa y se acercó al hombre del parche que hablaba acerca de los granjeros.

—Eso es extraño, ciertamente extraño —dijo el enano poco antes de aspirar—. Con esta niebla las guardias nocturnas serán poco útiles, nadie vería el peligro hasta que estuviera encima. Si establecemos la primera parada aquí he de alejarme un momento a preparar unas cosas.

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29/04/2019, 21:00
Mara

Aun con la imagen de la Aguja en mente, no por no haberla visto nunca sino por su extraño comportamiento, no se dio cuenta de lo que el explorador dijo. Pero, tras despejar la mente, vio que lo que dijo era más importante de lo que parecía. Aunque algunos se lo tomasen en broma. Miró con reprobación a los que decían que los granjeros se habían asustado del explorador.

-Creo que lo mejor sería intentar hablar con alguno de los granjeros y dormir a resguardo. Si miedo podría estar relacionado con la advertencia de la capitana Agga.

Pasar la noche a la intemperie con esas condiciones climáticas y con la amenaza de tropas de muertos, o algo peor, era una temeridad. Debían intentar, a toda costa, conseguir un lugar a resguardo. Quizá hubiese alguna graja deshabitada. Si los granjeros se sentían desprotegidos, seguramente habrían abandonado las granjas y habrían viajado hasta la ciudad más cerna.

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29/04/2019, 22:58
Reina Ingelyn

Desde que habían salido de Skermnir la princesa se había mostrado especialmente silenciosa, enfrascada en algun tren de pensamiento que no compartió con nadie más, al menos por el momento. La visión de la Aguja sólo sirvió para que hablara aún menos, respondiendo únicamente monosílabos cuando alguien le dirigía la palabra: en otras ocasiones algunos hubieran podido ver un mal augurio en aquella actitud, pero en los ojos de Ingelyn brillaba una silenciosa determinación por llevar adelante aquel cometido y cumplir el mandato de su padre para defender a toda Skald.

Pero aquella cómoda posición se vió quebrada cuando Fygrod se acercó a informarla sobre lo que habían descubierto en la zona. Escuchó sus palabras atentamente, llevándose los nudillos al mentón para pensar por un momento cómo podían actuar ante aquello: las noticias eran preocupantes y sin duda necesitaban descubrir de qué se trataba. Asintió a las palabras de Mara, bastante conforme con la apreciación de la volariana.

—Fygrod, ¿crees que podríamos alcanzar alguna de esas granjas antes de que se haga completamente de noche? Me gustaría que pudiéramos acampar en un sitio más sencillo de defender y más seguro para todos. Si no... —miró a ambos exploradores y también a Strumni—. ¿...cuál creéis que sería otro buen lugar para acampar, si las granjas quedan a desamano?

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30/04/2019, 00:42
Runi

Al igual que los demás, la imajen de la aguja trajo recuerdos a Runi. Recuerdos de un tiempo en el que era joven y había querido comerse le mundo. Como aquellos jovenes que ahora hablaban de los mismos sueños y aventuras de todos los que tienen esa edad. Que se creen que todo lo pueden y nada malo les va a suceder.

-¿Yo fui así alguna vez? Seguramente. Hice muchas tonterías en mi juventud, buscar la aguja no fue la mayor de ellas.- Sacudiendose esos pensamientos de la cabeza trató de quitar esas fantasias a los jovenes.

-Hay mejores formas de malgastar la juventud que persiguiendo quimeras. Llegar hasta la Aguja no es el problema. Lo peligroso y letal es sobrevivir allí. Nisiquiera en el primer circulo estás a salvo. Pero supongo que no haréis caso de los consejos de quienes saben más que vosotros y tendréis que verlos por vosotros mismos. Una pena.-

Runi no dijo nada más y siguió aguantandose el dolor de sus posaderas de ir en carreta, aunque era mucho mejor que el dolor de pies de tener que ir andando. Tampoco comentó nada sobre las granjas, y dejó que la princesa decidiese en ese asunto, aunque miró a Gunnar intrigado por ver qué hacia. Ninguna opción era totalmente segura, y al menos entre muros de una granja haría menos frío para sus viejos huesos.

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30/04/2019, 13:09
Fygrod

Fygrod asintió a la pregunta de la princesa y señaló hacia el sur.

—Las más próximas están cerca —dijo—, a unos diez minutos. La del granjero asustadizo está un poco más lejos, pero podemos acampar en una de las otras y enviar a un grupo para que hable con ese tipo, a ver por qué tiene tanto miedo.

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30/04/2019, 13:12
Sven

Sven había estado silencioso durante casi todo el viaje, pero al recibir las noticias de las granjas vacías se removió inquieto. Cuando habló, se cuidó mucho de que solo la princesa Ingelyn pudiera oírle.

—Quizá el miedo de ese hombre se deba a otra cosa —dijo en voz baja—. No olvidéis que, no hace mucho, toda una tropa de enanos armada hasta los dientes ha cruzado estas tierras. Las gentes de la región a menudo comentan que no todos los enanos son de fiar. Tal vez tenga que ver con eso...

Carraspeó. Estaba claro que llevaba todo el viaje deseando decir algo, pero hasta ese momento no había sabido como hacerlo.

—Después de todo... ¿cómo podemos estar seguros de que la capitana enana nos ha dicho la verdad? Y si su misión es tan importante... ¿cómo es que ha accedido tan pronto a cedernos a dos de sus mejores guerreros? Tal vez su intención haya sido infiltrarlos en nuestro grupo...

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30/04/2019, 13:22
Narrador

Mientras Fygrod decía aquello, Sven se inclinó para decir algo al oído de Ingelyn.

La lluvia arreciaba, y el grupo pudo escuchar sobre sus cabezas el rumor de la tormenta que se formaba con rapidez. Pronto, el camino se convertiría en un barrizal, y todos sabían que el peligro de estar empapados durante la noche en las tierras de Skald no era para tomar a la ligera.

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30/04/2019, 13:31
Glyrhel

- Espera, da igual...- se adelantó a la respuesta que pudiera darle Ylva.

Y es que Glyrhel había cambiado de opinión con la rapidez con la que el grajo desvía su atención hacia algo nuevo y brillante. El objeto de deseo, en esta ocasión, fueron las palabras de Runi. Palabras que despertaron en él la curiosidad que la preocupación por conservar lo propio había aletargado. Además Runi disponía de muchas cosas de las que carecía Dewa: vejez frente a juventud, experiencia frente a inexperiencia, y una más que probada habilidad y sabiduría frente a saber qué "inútiles" misterios.

Se acercó al anciano aún no muy convencido de lo que iba a hacer pero seguro de que quería hacerlo.

- ¿El primer círculo? ¿Qué es eso? ¿Has estado en la Aguja? ¿Cuántos círculos más hay, Runi?- Conocedor de su hosquedad, el muchacho se planteó que quizá pudiera soltar su lengua con lo que siempre funcionaba con él: la curiosidad.- Si me lo dices yo... Yo...- suspiró.- Te puedo enseñar algo... Pero, por favor, me tienes que prometer que no me los vas a quitar, Runi.

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30/04/2019, 13:38
Ylva

Ylva asintió ante la sugerencia de Dewa. Era una buena idea y estaba más que dispuesta a ir. No creía que un campesino fuese a tener miedo de ella. Al fin y al cabo no eran más que un par de crías inocentes. Nada más hablar Runi, Ylva se acercó a Glyrhel y miró al anciano ilusionada ¿Saldría de su hosquedad para contarles algo? Nada de lo que dijese haría cambiar aquel deseo que se había instalado en su corazón. Quería ir y ver que había allí para saciar aquella terrible curiosidad suya y cualquier comentario o leyenda sobre el lugar sería bienvenido.

 

Notas de juego

Post breve de reacciones

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30/04/2019, 16:32
Runi

Ante los comentarios de los jovenes pareció que Runi tuvo el atisbo de una sonrisa, aunque seguramente habría sido una ilusión optica. Pues nunca le habían visto sonreir.

-A pesar de los rumores no he sido siempre viejo Glyrhel. Si hay alguna oportunidad de que no cometáis los errores que todo joven comete no me importará contaros alguna cosa. Pero éste no es momento ni lugar, recuerdameló más tarde cuando estemos descansando y junto un buen fuego.-

El viejo parecía estar más atento a la conversación sobre las granjas que a los jovenes, más la forma de tituvear de Glyrhel llamó la atención de Runi. Podía ser simplemente cosas de crios, pero algo en la forma de decirlo le hizo tomárselo más en serio de lo que habría hecho en otra situación.

-No hago promesas que no sea capaz de cumplir jovencito. Pero ahora ya no te vas a poder echar para atrás. Enséñame eso que te preocupa tanto y veremos qué hacemos después.- La mirada del anciano era bastante penetrante, y no parecía aceptar un no por respuesta. Es más, el cuervo que tenía en el hombro también se había puesto a mirarles de manera intensa. No sabrían decir cúal de ellas les daba más respeto.

-Si no has hecho nada malo no tienes nada que temer de mí.-

Notas de juego

Lo siento. Tenía que responder.

EDIT del DJ: Qué sentirlo ni qué... ¡Si lo estáis bordando! xD

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30/04/2019, 17:14
Narrador

Mientras los demás hablaban, Dewa notaba el suelo húmedo y frío bajo sus pies. Conocía bien la sensación de la tierra mojada por la lluvia al recorrer los caminos de la naturaleza. Pero esa noche, había algo más en el ambiente. No era la tierra, ni la lluvia, ni la tormenta que se avecinaba. Dewa podía sentir una inquietud que no sabía explicarse, pero estaba segura de que algo en aquella región no iba bien, aunque todavía no sabía de qué se trataba...

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30/04/2019, 17:16
Ylva

Parecía que Glyrhel había tenido el mismo temor que ella respecto a lo que haría Runi con aquello que portaba el muchacho. Sin embargo, ella lo apoyaría. Puede que fuese un esclavo, pero antes que eso, era su amigo. La niña le dio un leve codazo animándolo a que entregase aquellos frascos al anciano.