Partida Rol por web

El cantar de la princesa de Asine

E5.- El viaje a Asine

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20/03/2017, 21:40
Dareios

Ante la portentosa aparición de aquel búho, sin duda un mensajero de los dioses, me quedo asombrado y contemplo a mis compañeros, a la espera de su reacción. Yo soy el más ínfimo de todos los presentes, por lo que no voy a ser yo quien dé el primer paso en tomar la bolsa y el pergamino. La prudencia es una de las pocas virtudes que mi hermano mayor Lykaios ha conseguido inculcarme en todos estos años.

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20/03/2017, 22:04
Spyridon

Spyridon contempla el portento y cuando el ave descansa sobre el hombro de Anatolius le indica con un gesto la bolsa.

- Este ave lleva una bolsa, ¿puedes ver su contenido?

Si el ave le ha elegido a él, será que confía o que el mensaje es para Anatolius.

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21/03/2017, 23:08
Hypatia

Aun están decidiendo cual será el siguiente paso y quién y cómo se acercará a Marconio para poder entregar el Orbe de Hera al Templo: el lugar al que realmente pertenece. Pero la tormenta parece estar cada vez más cerca y parece que va a caer sobre ellos. Además, el ambiente se vuelve frío. No parece buena señal.

El primer relámpago hace brillar el cielo, pero no desaparece. Toma la forma de un búho que brilla con la magia de la luz del rayo. Sin duda, es un mensaje de los dioses... pero ya han habido suficientes mensajes divinos por ese día. Aunque se sienta honrada por haber sido elegida por ellos para evitar un derramamiento de sangre, lo que realmente quiere es descansar. Le duele todo el cuerpo y ni siquiera sabe si tendrá la energía suficiente para poder preparar la cena... o el desayuno al día siguiente.

Pero parece que el búho va tomando una forma más real y que se posa sobre el hombro de Anatolius con un saquito con runas inscritas y un pergamino... que antes no estaban ahí.

-Quizá ese pergamino diga algo...

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22/03/2017, 09:24
Anatolius

Me había quedado cerca de Spyridon y Theron a fin de resultar útil por cómo se estaban desarrollando los acontecimientos, pero las órdenes de Spyridon cambiaron tan rápido como el orbe había empezado a brillar, y eso no era nada bueno, dado que también una tormenta se cernía sobre nuestras cabezas. 

Decididos a actuar todos, sólo faltaba yo por decidir qué hacer, cuando en ese preciso instante la tormenta empezó en formas de pequeñas gotas de rocío. Un poderoso rayo descendió con fuerza e hizo estallar el suelo apenas a unos cientos de metros de donde estábamos, pero aquello no era lo que más sorprendió a todos, tanto a nuestro grupo como al resto de la aldea. Lo que más sorprendió a todos fue el descenso de una figura de pura energía olímpica, que a medida que descendía de iba transformando en un ave. Ajusté la vista para identificar qué tipo y logré ver un búho antes de que se posara sobre una vieja cerca de madera. 

Cuando perdió toda la luz que traía consigo, alzó de nuevo el vuelo y se dirigió hacia donde nos encontrábamos solo para acercar-se a mi y posarse en mi hombro. Agitó las alas en el momento de posar-se, las plegó y cerró los ojos:-Hola amiguito.-le dije mientras le rascaba el abdomen con suavidad, para no perturbar su calma. Me fijé en lo que traía: un saco medio con runas y un pergamino:-Y esto? Vamos a ver qué nos has traído.-dije retirando de su garra derecha el saco que parecía pesarle. A continuación retiré el pergamino de su garra izquierda y lo desenrollé antes de ver el contenido del saco. 

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22/03/2017, 14:07
Dareios

Aguardo expectante a que se desvele el misterio o me orden hacer algo o ponernos en movimiento.

Observo algo preocupado a la multitud apelotonada, entre el luminoso orbe y la aparición portentosa del búho olímpico no somos lo que de dice discretos.

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22/03/2017, 14:27
Akintos

Akintos se encogió de hombros ante la frase de su compañero, sabía que era estricto muchas veces, pero ahora su concepto de desobediencia era distinto. Spyridon todavía no había partido, estaban debatiendo como organizarse... cuando se moviesen el podría acompañarlo como siempre, pues ese era su deber.

Sus pensamientos daban vueltas mientras intentaba entender exactamente la razón de consternación de la plebe, cuando los nubarrones restallaron con un relámpago que atrajo miradas. Un búho descendió de él, para posarse eventualmente en uno de sus compañeros de viaje. Sintió como su corazón palpitaba con vigor, no dudó un segundo de que era un regalo divino, tras el regalo de la diosa madre cada vez se irían revelando más consecuencias de la sangre olímpica.

- Una señal de los dioses, sabiduría - comentó a uno de los locales que se encontaba cerca, mirando embobado junto a él - Los olímpicos están con nosotros - volvió a decir y los ojos le brillaron. Momentos así hacían que el cuerpo olvidase el cansancio por momentos, un fulgor parecía emanar de sus ojos y de su frente. Para Akintos, todo aquello siempre había sido cierto, y ahora su mismo cuerpo podía comprobarlo.

Escuchó lo que la gente tenía para responderle de aquello, pretendía prestarles atención y seguir consultando que se decía para que la gente estuviese reunida allí con tanta preocupación.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Quizá en mi narración anterior quedó poco claro, mi intención es usar indagar preguntando a los aldeanos la razón por la cuales están todos reunidos y consternados. Espero que ahora la narración sea más clara al respecto, vuelvo a hacer la tirada.

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22/03/2017, 19:55
Theron

Aun estábamos decidiendo la forma más adecuada para acercarnos a la población cuando una nueva luz surgió de los cielos, en este caso tomando la forma de un búho. La criatura fué planeando hasta posarse en el hombro de Anatolius y una vez allí pudimos observar como llevaba entre sus garras varios objetos. Un saquillo y un pergamino, de por si solo esto sería raro pero viendo de donde había venido....los dioses sabían lo que hacían.

Como dice mi querida sobrina Hypatia quizás el pergamino diga algo, si nos haces el favor Anatolius....

 

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22/03/2017, 23:10
Morfeo [Narrador]

Anatolius, el mas inteligente de los dos hermanos atenienses, procedió, ante la insistencia, a coger aquel pergamino y dárselo a Lykaios, pero la curiosidad pudo mas con él, y aunque sabía que no podía leer lo allí escrito, al menos quería mirar aquellos símbolos. Para su sorpresa los entendía, casi como si a cada palabra, esta se recitase en su mente.

-Este es Mentor, una las criaturas mas sabias del Olimpo. Te lo entrego a ti, Anatolius, adalid de Atenea, para que te sirva de guía y consejero. Te acompañará y ayudará en tus aventuras, siempre que cuides de él y tu fe no se desvié. Recuerda, te servirá como guía y consejero.- Anatolius se mostraba asombrado e ilusionado, pues claramente la diosa Atenea le había otorgado un presente que procedía desde el mismísimo Olimpo. El hecho de que el mensaje hiciese hincapié en que aquel ser sería un guía y consejero para Anatolius tenía mucho menos peso en aquel momento que el mero hecho de que este era un regalo de los dioses.

El saco por su parte no tenía nada. O nada aparentemente. -Mentor- dijo Anatolius tal como si estuviese repitiendo el nombre del búho, aunque lo que realmente hacia era leer el nombre del búho que estaba también plasmado en las runas del saco. Su significado o trascendencia era incierto pues el pergamino no hacia mención a aquel saco, aunque claramente Atenea se lo había enviado por un buen motivo.

EL grupo de héroes, entre los que ya no se encontraba Akintos, empezó a murmurar respecto a lo escuchado cuando la lluvia empezó a soltarse sobre de ellos, de momento, solo como un anuncio de la tempestad que estaría por caerles encima.

A la distancia, Akintos, quien se había alejado de sus compañeros para ir directamente hacia la muchedumbre reunida en torno a la entrada a la ciudad, había causado a su vez una pequeña conmoción pues se encontraba manchado de sangre, sucio y a la par herido. La gente que le miraba le señalaba de inmediato al tiempo que intentaban sacar de él la información que mas ansiaban, ¿Estaban los dioses molestos con ellos?

Solo gracias a la presencia del búho, la atención que se tenía sobre de él se desvaneció por un momento, pero apenas este hubo desaparecido y el silencio dominó en el lugar, las preguntas empezaron a alzarse. -¿Quien eres tú?, ¿Que ha sucedido?,¿Has visto a la bestia?; incluso hubo quien le preguntó acerca de si era un mensajero de los dioses.

Notas de juego

Akintos: Vaya, pero entonces has salido del bosque, de la misma dirección que lleva a la recientemente caída torre de Apolo, estas herido y con sangre en tu cuerpo a la par de polvo. Es decir, a ojos de cualquiera vienes de la torre y algo ha pasado allí en lo que te has visto involucrado.
Lykaios: Puedes intentar leer tanto el pergamino como las runas del saco si lo deseas. Da por hecho que Anatolius voluntariamente te lo permite.
Todos: Empieza la tormenta...

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22/03/2017, 23:14
El Oráculo [Director]

Notas de juego

Indagar: La gente habla locuras, la llegada de los dioses, el fin del mundo, castigo divino, una batalla épica contra la bestia que asola a la ciudad, realmente no consigues nada coherente, sino mas que una multitud de ideas sacadas de la desinformación. Concluyes que la gente solo está allí por curiosidad.

Nota: Tienes un penalizador de -3 pues la gente no te hace mucho caso dada la situación que tú mismo generas.

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22/03/2017, 23:16
El Oráculo [Director]

Notas de juego

Percibir: Notas a la distancia que Marconio y los guardias de la ciudad que le acompañan avanzan con paso decidido hacia ustedes. Estarán allí en menos de cinco minutos.

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23/03/2017, 07:40
Dareios

Digo en voz baja, pero lo suficientemente alta para que todos mis compañeros próximos puedan oírme:

- "Marconio y los guardias de la ciudad que le acompañan avanzan con paso decidido hacia nosotros. Deben de habernos visto. Estarán aquí en menos de cinco minutos." -

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23/03/2017, 10:30
Anatolius

Después de que Lykaios leyese el pergamino me lo devuelve y lo leo. Esos símbolos parecían ilegibles para cualquier humano normal, pero ahora ya no eran humanos corrientes, eran adalides de los dioses. Las palabras se recitaban en mi mente y, en ellas, descubrí el nombre del búho, cuyo cometido era el de acompañar-me y aconsejar-me en el momento en el cual lo necesitase:-Es un placer, Mentor.-le dije rascando-le el lado izquierdo de la cabeza con suavidad. 

En ese momento me percato sobre el saco y lo recojo de las manos de Lykaios, me fijo en las runas y empiezo a hacer uso de la ayuda de Mentor:-Puedes decirme, por favor, por qué La Diosa Atenea manda un saco, aparentemente vacío, Mentor?-le pregunto con todo el respeto del que me enseñaron de pequeño. 

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23/03/2017, 12:48
Lykaios

Lykaios estaba apunto de abrir la boca para intentar instar a Spyridon a que se pusieran en marcha siguiendo la ruta recomendada por su hermano, por el bosque, envolviendo la ciudad y pasando más desapercibidos; pero entonces apareció ese búho y solamente pudo mirarlo y seguirlo con la mirada.

Un ser fantástico que fue directo hacia Anatolius, mentiría si dijera que no sentía algo de envidia por obtener un regalo de los dioses; pero si él no lo había recibido era porque simplemente no era digno, y eso no podía cambiarlo él, al menos por el momento.

Cuando el espectáculo terminó, volvió en sí y entonces escuchó a su hermano hablar. Una ligera sonrisa apareció en el rostro de Lykaios al darse cuenta de lo atento que había estado a todo y no pudo evitar asentir. Se cruzó de brazos, pues habían decidido esperar y ahora iban a perder la posibilidad de entrar de forma desapercibida en ese lugar.

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23/03/2017, 13:11
Capitán de navío Ebalo

Cuando voy a coger del brazo a Ifanasa, pasan tres cosas que me van sorprendiendo en escalera. La primera menos sorprendente es que Talios sugiera algo, a punto estoy de poner los ojos en blanco, cuando me dice que vaya yo delante. Lo segundo sorprendente es que ha tenido una idea muy buena, dar de comer el ego de Ebalo a paladas siempre es una buena idea. Así que asiente gravemente y se coloca a la cabeza del pequeño grupo que va al templo de Hera, levantando una mano se dispone a dar la orden de avanzar, tomándose muy en serio su lugar a la cabeza.

Entonces la tercera sorpresa que va por mucho es que del cielo cae un relámpago que se convierte en un búho de plumas blancas, siguiendo su vuelo como hipnotizado, se cuelga del hombro de Anatolius, justo al lado mío, pues era uno de los que íbamos a ir al templo. Me dan ganas de acariciarlo, parece súper mullido, pero me contengo por no romper la magia del momento.

Escucho atento todo aquello que se dice, y el mensaje del papiro. Menuda suerte tiene el condenado, instintivamente cojo mi pluma, la que me quedé del grifo, y sin que nadie me vea, la agito un poco y miro al cielo a ver si hay suerte, pero una gota me cae en el ojo. Lo único que me han obsequiado los dioses es con lluvia, que por otro lado no me viene mal para lavarme, así que encogiéndome de hombros abro la boca para que me caigo un poco dentro y refrescarme. AHHH que rico.

Daerios anuncia que marconio viene hacia nosotros, así que será mejor que vayamos nosotros a su encuentro (los cinco del templo) y el resto de el rodeo hasta la posada.

Notas de juego

Me pongo en camino hacia Marconio, esperando que me sigan el resto, si no pues voy solo, ya ves el problema, vamos a movernos que se me moja la capa y me pesa.

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23/03/2017, 18:46
Talios

El gigante observa como Ebalo acepta la recomendación y se alegra, definitivamente necesitaremos ser un grupo unido para salir de ésta murmuró para sí mismo. A punto estaban de marcharse cuando de los ciellos calló un regalo para su hermano, la escena hubiera sido sorprendente para el ateniense si no hubiesen tenido ya tantos contactos divinos, lo único que le llamó la atención fue que el regalo fue para su hermano; los dioses bendicen nuestra sangre exclamó un poco alto.

Hermano, debemos ir a entregar el orbe, creo que el buho podrá aconsejarnos sabiamente, luego al ver que Ebalo empezó el camino insitó al grupo a seguirle, lo que quedaba era ya trabajo del general.

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23/03/2017, 19:42
Ischyros

El relámpago que cae atrae mi atención completamente, pero lo más llamativo es el búho que aparece como descendido de los mismos cielos. El animal es majestuoso, bello en verdad, como una visión divina que intenta ayudarnos e iluminar nuestras almas a la vez.

Se posa sobre Anatolius. Su nombre es Mentor y es un enviado de la diosa Atenea para guiar al ateniense. Es maravilloso verlo, pero la tormenta nos saca de nuestro sueño. La lluvia cae, los truenos resuenan y las nubes ya han cubierto todo el horizonte.

De pronto, escucho las palabras de Dareios, que indican que Marconio viene hacia acá. Akintos está entre el gentío, el cual le acosaba con dudas acerca de los dioses y su voluntad. Ebalo comienza a acercarse al oficial, que viene junto con sus oficiales. Me quedo quieto un momento, mirando a Spyridon para saber cual será el curso de acción que desea tomar ahora que las cosas han cambiado.

Me quedo al lado de Ifianasa, pues no la dejaré sola a ella y al orbe. Veo como Talios también comienza a moverse, pero mi papel es de guardaespaldas ahora y no planeo separarme de ella más de un metro a menos que sea imprescindible.

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23/03/2017, 21:20
Theron

La nota no traía ningún sabio consejo de nuestra diosa patrona....una lástima, pero eso ya indicaba que no siempre podríamos estar pendientes de que los dioses nos guiasen. Podía ser que las cosas se resolviesen por si solas, como en este caso que ya que no íbamos hasta Marconio, el venía a nosotros. O por el contrario, que tuviésemos que resolverlas por nosotros mismos, como sacar a Akintos del tumulto donde se estaba metiendo.

Spyridon será mejor no dejar  ir a Ebalo solo a hablar con Marconio. Alguien tiene que contar la historia de lo sucedido, sin adornarla demasiado. Y tendríamos que apoyar a Akintos, a atraído innecesariamente demasiada atención sobre sí mismo.

Avanzo tras Ebalo, si él podía convertir nuestra historia en una Oda que se contase por todas las tierras conocidas me parecía bien, pero yo prefería contar una historia profesional entendible para otro militar.

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23/03/2017, 21:42
Hypatia

La lluvia comienza a caer sobre ellos. La aparición de esa hermosa criatura enviada por Atenea se le ha olvidado por completo la amenaza de la tormenta. Cierto es que el orbe es importante, pero no deben olvidar otras cosas también importantes para su viaje. Su carro no está cubierto para proteger la carga que llevan. Aun a pesar de que ella también ha participado en la recuperación del orbe, en menos medida, cree que su deber es volver al carro y proteger los alimentos y demás materiales de la lluvia.

-Creo que debería ir a cubrir el carro y que no se eche a perder nada de lo que tenemos en él. Y no creo que la tormenta de tregua esta noche... - dice mirando al cielo.

Ahora que los aldeanos presentes centran su atención en otras personas del grupo, debería ser fácil para ella pasar inadvertida y llegar a la posada sin ser avasallada a preguntas.

Notas de juego

Si no recuerdo mal, el carro estaba a la intemperie y sin cubrir.

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24/03/2017, 18:31
Morfeo [Narrador]

Los héroes aun dudaban sobre su actuar, a pesar de todos los avisos que les llegaban desde los cielos. Pero curiosamente el aviso que no pasaron por alto fue el aviso de un mortal. Dareios les informaba que Marconio avanzaba hacia ellos con paso decidido, lo cual motivo a Eablo y a Theron a ponerse en marcha y no esperar a que el comandante de la guardia los encontrase escondidos en los lindes del bosque.

Mientras tanto, a la pregunta formulada por Anatolius, aquel búho cuyo nombre era Mentor, abrió los ojos en grande por un instante, como si se hubiese preocupado o sobresaltado por algo, pero enseguida, girando su cuerpo le dio la espalda a la mirada de Anatolius, aunque sin abandonar su hombre. Un ligero cantar musical salio de su pico, pero claramente nadie tenía idea de que era lo que Mentor quería decir.

Notas de juego

Akintos: Aun no respondes a la situación que se te presenta.
Todos: Muevo la trama puesto que estaré ausente quizá hasta el martes.
Ifianasa: Correcto, y de hecho tiene guardias.

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24/03/2017, 18:35
Morfeo [Narrador]

Marconio avanzaba directamente hacia Ebalo y Theron tras verlos salir de entre los arboles que colindaban con los campos de cultivo de la ciudad. Era acompañado por otros cuatro guardias de la ciudad, y al igual que como sucediese aquella mañana, iban bien armados.

-Saludos héroes de Micenas- exclamó Marconio, -¿Que ha sucedido?- preguntó sin decir nada mas, a fin no adelantarse a los hechos y esperar a escuchar las noticias que aquellos guerreros tenían para él.

Notas de juego

Ebalo y Theron: Solo ustedes dos están allí.
Todos los demás:  Para escuchar lo anterior, han de tirar Percibir y superar una DC 11.