Partida Rol por web

El cantar de la princesa de Asine

E6.- La princesa Haidee

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02/10/2017, 18:16
Hypatia

Y a pesar de notar el poder que emana de Hécate, siente que no es lo correcto. Y aunque el miedo por enfrentar a una diosa y la incertidumbre de un futuro de guerras entre dioses que no queda tan lejos están recorriéndole cada rincón de su cuerpo... no puede traicionar a aquella que ha pedido ayuda y a ofrecido la sangre de los dioses para facilitarles el camino. Así pues, se mantiene en pie. No se arrodillará ante ella pues sus motivos parecen oscuros y con sus palabras solo deja entrever que quiere siervos leales que no levanten la cabeza del suelo. Que la sirvan como esclavos.

"Solo" está pidiendo sus vidas.

-Mi respuesta sigue siendo la misma, diosa Hécate.

Notas de juego

Ebalo siempre liandola XD

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02/10/2017, 19:57
Spyridon

Spyridon asintió a Hypatia tras escuchar sus palabras.

- Señora, tenemos un compromiso previo y somos gente de palabra. Si nos ayuda, lo tendremos en cuenta en los sucesos venideros, pero nuestra lealtad ya está comprometida.

Tras decir estas palabras Spyridon se quedó pensativo observando a Ébalo. Él también tenía el mismo poder de hacer brillar las armas y lo había usando algunas veces. Desde luego no era lo más adecuado para tratar con una diosa de las sombras.

Poco más podía hacer. El general tenía sus planes, pero aún no había llegado la hora de ponerlos en práctica.

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03/10/2017, 12:44
Dareios

-Señora-Dareios agachó la cabeza con sumisión. Los dioses eran generosos pero por causas más absurdas que mirarles directamente habían condenado a los hombres y mujeres de bien.

Los aullidos de los animales reverberaban incluso entre aquellos muros de piedra. Si la diosa se mantuvo mostrando su verdadero rostro el menor de los hijos de Ptolomeo no lo apreció sin atreverse a levantar la vista de sus pies mientras ella hablaba. Su oferta no era tentadora en sí misma sino que era una maldición en sí misma. Escogieran una cosa u otra tendría repercusiones que no les beneficiarían.

Maldijo su suerte y maldijo a las hermanas tejedoras por enredar sus hilos de aquella forma.

-Yo no os seguiré, señora- dijo en un susurro ronco pero audible.

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03/10/2017, 16:08
Akintos

Las palabras pronunciadas por aquella divinidad eran ominosas e implacables. Si bien eran una experiencia muy distinta a lo vivido tiempo atrás cuando le habían ofrecido beber la sangre de los dioses, tanto en sensaciones como en el compromiso ofrecido; tambíen había algo que las hermanaba: aquella seguridad, el orgullo de algo que estaba sin dudarlo por encima de ellos.

Akintos sentía cerca un abismo de tener que decidir entre aquello que tanto estimaba contra eso extemadamente poderoso. Sin embargo, a pesar de los dolorosos hados que aún tendrían que enfrentar, quiso la palabra de Spirydon reforzar la lealtad jurada a Hera, hacer válido el compromiso adquirido.

Distanció su cara del acero frío y relajó su cuerpo. La seguridad de saber estar obrando correctamente le permitía encarar cualquier obstáculo sin titubear.

- Mi señora, noble y grandiosa Hécate, temo que tendré tambien que declinar vuestra generosa oferta - expresó con el respeto total y la devoción que merece alguien en tal nivel.
- Estoy seguro de que entendereis el valor inmenso de la Lealtad como virtud en el corazón de los hombres - habló soltándose, como si el mismo Olimpo fuese su audiencia - Lealtad a quienes valoras como familia, sabrás que no puedo traicionar al general Spyridon quien es no solamente a quien sirvo, sino que es como un padre para mi - agregó con un gesto de tranquilidad envidiable en su rostro.
- Lealtad es también mantener pactos y juramentos ¡oh, poderosa Hécate! sabrás, en tu infinito conocimiento, que es mi deber inquebrantable mantenerme en el camino indicado por Hera, la madre, esposa de mi señor Zeus -

Terminó inclinando la cabeza de manera solemne, con todo el respeto debido ante tal diosa. La respetaba, le había manifestado a viva voz los designios de su corazón, pero no se arrodillaría.

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03/10/2017, 17:11
Talios

Incluso alguien tan grande como Talios se sintió enormemente sobrecogido en cuanto la diosa Hécate se dio a conocer, e hizo gala de su imponente presencia. El guerrero ya no tenía tan claras sus lealtades, era obvio que eligiera lo que eligiera, los perjudicados serían ellos "¿Por qué tiene que ser tan complicada la vida?" pensó el jonio para sí echando de menos los tiempos en los que su suerte sólo dependía de su habilidad en la lucha.

Así pues, dado que su hermano permanecía en silencio, y carecía de momento de su buena diligencia; aceptó las palabras del general como si fueran las de un superior, algo que un mercenario como él sabía respetar bastante bien, y a falta de Anatolius como su portavoz, lo consideraba digno de su puesto, y por ende, lo secundaría siempre que pudiera.

Por ello, habló a la diosa, esta vez con más humildad y respeto con respecto a su intervención anterior, y dijo:

-Mi señora, Akintos ha hablado con sabiduría, ¿qué clase de personas seríamos si abandonamos a aquellos a los que juramos lealtad en cuanto la situación se tuerce? los dioses nos han otorgado presentes con los que cualquier mortal soñaría, y aunque nuestro sino se ha torcido, no por ello debe hacerlo nuestra alma, ¿no son acaso nuestras virtudes las que hablan por nosotros? ¿no es por ello por lo que os interesamos como paladines? no se puede exigir lealtad a alguien que ya ha cambiado de bando, y por ende, si procedemos así, dejaríamos de ser dignos de vos -concluyó con una oratoria que ni el mismo se imaginaba capaz de alcanzar jamás, y que hasta el más necio podía ver que tenía razón en sus argumentos- perdonad por rechazar vuestra oferta de forma tan rotunda, me dejé llevar; no obstante, creo que hablo en nombre de todos mis compañeros -dijo a la vez que miraba a sus compañeros de celda- cuando os digo que estaremos encantados de serviros en aquello que nos encomendéis, siempre y cuando no nos enfrente a los compromisos que ya tenemos pactados... -concluyó con bastante mano izquierda, esperando que aquello aplacara a la diosa, y al menos no se la granjearan como enemiga, algo que sería fatídico...

Notas de juego

Sé que a lo mejor las palabras empleadas son demasiado elaboradas para mi pj, pero ya se sabe, la muerte agudiza el ingenio XD. Espero que se me permita emplearlas, de lo contrario máster, sólo tienes que indicármelo y editaré mi post.

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03/10/2017, 17:45
Atreo

Las miradas reprobadoras, cuando no directamente palabras de censura y maldiciones varias, hicieron que el joven e impulsivo Atreo agachara la cabeza, pese al apoyo de su hermano Ischiros, al que agradeció interiormente su incondicional apoyo. Era cierto que había hablado desde el corazón, desde la emoción, pero sólo lo impulsaba el amor por su padre y por su familia. Quizá pecara de inexperiencia, pero tenía tanto derecho como los demás a decir su opinión.

Al menos así pensaba, quizá equivocadamente, pero así son los jóvenes.

La extraña anciana se reveló como la Diosa Hécate, y comprobó con satisfacción personal que su imprudencia había conseguido sonsacarle una información a la misma Diosa que quizá de otra forma no hubiera revelado.

Los acontecimientos se sucedían, aquello era una sucesión de vaivenes emocionales que para un joven como él, con todo lo que había pasado, parecían superarle sin darle oportunidad para nadar contracorriente, se ahogaba en sentimientos encontrados, pero ante todos ellos, estaba el amor imperecedero por los suyos. Casi todos dieron su opinión, ya fuera maldiciendo a Atreo, y sin saberlo, aumentando su resolución, o desafiando directamente a la Diosa. 

- ¡¿Cómo se atreven a injuriarme así ?! - pensó el joven, viendo como sus supuestos mayores y más sabios compañeros, aquellos que les habían llevado hasta una celda donde probablemente morirían sin realizar su misión, sin salvar a su padre, le recriminaban ahora su despropósito y le conminaban a callar. - ¡Según ellos, no soy más que un imprudente, pero mira! ¿quién ha sido el que ha conseguido que una misma Diosa hable? ¿Quién ha sido quien ha injuriado a la Diosa? ¡A él no le dicen nada! - pensó, furioso, cabeza gacha y hombros casi temblando de la indignación, pensando en el Espartano y su temeridad ante la Diosa.

La Diosa les exigió una respuesta, y a pesar de que todos parecían decididos a dar su vida y fallar en su misión, él no. Ya fuera con negativas directas o lenguas doradas, todos evitaban responder directamente a la Diosa. - ¿Cómo pueden estar tan ciegos? Ella nos ofrece ayuda, me dará suficiente poder para ayudar a padre. - A él le impulsaba el amor, probablemente también el orgullo y el empecinamiento, pero no soportaba fallar a su padre y que muriera por las manos de unos traidores, no soportaba pensar que el asesino de su madre saldría impune ante tamaña atrocidad. Él seguía a Artemisa, y la cazadora quizá no le perdonara, pero él haría lo que estuviera en su mano para salvar a los suyos, incluso dar la vida, si era necesario. Si lo haría en un campo de batalla, ¿no lo haría allí, y ahora?

La Diosa Hécate no era ni buena, ni mala, o al menos así exhortaban sus sacerdotisas ante aquel que quería escuchar. Era caprichosa, como todos los Dioses. Pese a eso, pudo sentir una punzada de miedo al escuchar los ladridos de los perros, y supo que la cólera de ella sería terrible.

Escuchó a unos y otros, y aunque algunos hablaban con una verdad que hizo durar a Atreo, gota a gota, en su corazón, pesó más el amor por su padre, la lealtad por los suyos, que por Hera. - Que los Dioses me perdonen, pero no abandonaré a mi padre, aunque sea rechazado por todos. Aprovecharé cualquier opción que me den. No puedo más. -

Aún con la cabeza gacha, hincó rodilla en tierra y pronunció las siguientes palabras, cerrando los puños de pura emoción contenida, pero con la voz controlada y profunda, como pocas veces la había tenido, pues sabía que lo que iba a hacer le iba a marcar para siempre, frente a todos, hombres y Dioses, pero no veía otra salida. - Diosa Hécate, yo me pongo a vuestro servicio, sin condiciones. Os juro lealtad incondicional. Quiero salvar a mi padre de los traidores y castigar al culpable del atroz asesinato de mi madre. Quiero que ésta traición no quede impune, y os imploro* humildemente que me toméis a mí y perdonéis a los míos. Hágase vuestra voluntad, mi señora. -

Y así, creyó sellar su destino.

Con los nervios a flor de piel, una lágrima cayó por su cara, agachada y en las sombras.

Notas de juego

*Nótese que imploro, no pido, ni negocio, si no que suplico una merced.

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03/10/2017, 22:58
Capitán de navío Ebalo

Ebalo no sabía si estaba más dolido por que hubiera cubierto su luz con tanta facilidad o que hubiera llamado a Apolo, un dios insignificante. Siempre había pensado en un Olimpo con todos los dioses al mismo nivel de poder o energía y sólo Zeus por encima. Esta claro que le falta mucho por saber, pero el espartano sabe de las luchas de los dioses, y los que hoy están abajo, luchan por estar arriba en la jerarquía, así que si el logra su empresa, puede que sea una victoria para Apolo también.

Soltó la daga temiendo que la negrura corriera por su brazo hacia arriba, se alejó unos pasos de los barrotes y de la presencia de esa diosa. Su voz resonaba en su cabeza, amplificada por los muros, había ocultado el sol y toda esperanza y encima no tenía su escudo para protegerse, se encontraba desnudo.

-Yo... yo...- el antes valiente y decidido Ébalo caminaba hacia detrás confuso, lo que decía tenía sentido, pero no podía fallarle a su dios, ¿pero muerto de que le serviría?, llegó hasta el fondo de la celda y se llevó las manos a ambos lados de la cabeza para no escucharla.- No se que hacer- se lamenta luchando interiormente pero sin poder dar una respuesta clara, siente que la muerte lo está señalando y no puede hacer nada por evitarlo.

Se deja resbalar la espalda poco a poco hasta que queda sentado en el húmedo suelo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tengo el efecto crédulo. He creído todas y cada unas de sus palabras, y estoy asumiendo que voy a morir sin remedio.

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03/10/2017, 23:39
Hypatia

Las sorpresas se suceden una tras otra. Su hermano Atreo se decanta por rendir pleitesía a Hécate y lo hace con humildad. Acepta el poder de la diosa para seguramente salvar a su padre. Entiende sus intenciones, pero ese buen corazón será su ruina. La otra sorpresa es la de Ebalo que parece perdido y confundido. El poder de Hécate lo ha dejado confuso.

Se acerca a él y cubre la visión de la diosa con ella misma. Se arrodilla frente a él y hace que le mire a ella.

-Espartano, no te tenía por un cobarde. No puedes dejarte llevar por el pánico. Piensa en el campo de batalla... No puedes ser temeroso de tu destino. Si te rindes ahora, ¿cómo pretendes honras a Apolo? Su luz no ha muerto y aun reside en ti. Pero si te rindes a sus palabras, la luz de Apolo se apagará para siempre.

Se pone en pie y coge sus manos para ponerle en pie.

-Espartano, honra a tu pueblo y ponte en pie. O te llamaré cobarde desde ahora.

Notas de juego

Desde el movil... Sorry por las faltas

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04/10/2017, 00:40
Theron

Spyridon había acertado de pleno y ante nosotros se mostraba ahora Hecate, diosa ancestral de las lejanas y misteriosas tierras salvajes, la diosa de la brujería y la hechicería, señora de la luna oscura y las encrucijadas. Sin esta presentación y sin Ifianasa, no hubiese sabido ni la mitad de sus títulos y como se comportaba, lo mas seguro que la falta de uno de ellos significara el tormento eterno. En sus palabras un ultimátum, servirla a ella o sufrir unas amargas consecuencias, y en este caso debe ser respondido.

- Diosa Hecate, yo no os serviré. Miro a la deidad que tengo ante mi y aunque ella lo intentase nunca llegaría a mi alma. - He visto la magnificencia de Hera, y ninguna amenaza ni promesa, me haría renegar de la reina de los dioses*. Señalo la estancia donde estamos metidos. - Hera apareció ante nosotros en una victoria y nos hizo un ofrecimiento, la diosa Hecate aparece ante nosotros en nuestra hora mas baja y poco mas hace que amenazarnos para que aceptemos. Una vez mas digo, ahí se cumplan los martirios que ha vaticinado, no os serviré.

Había hecho mi elección, tan buena como mala, solo era mía. Llegado el momento, tanto los que aceptasen como los que no pagaríamos el precio.

Notas de juego

*Soy fanático de Hera, por ahora.

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04/10/2017, 07:23
Ischyros

Finalmente se reveló que Atreo había cometido un error y que aquella anciana no era Iris, sino la diosa Hecate. Trago saliva sin saber realmente en qué nos hemos metido pues mi conocimiento de los dioses no es tan profundo como para saber realmente que implicancias puede tener aquello. No culpo a mi hermano, un error lo comete cualquiera y la familia está para apoyarse.

Pero la diosa habla de oportunidad, habla de la condenación de rechazarla y de los dones que nos brindaría si la aceptamos. Suena bien, pero he aprendido a desconfiar de aquello que suena demasiado bueno como para ser cierto. Mis compañeros contestan lo que sus corazones y conciencias le dictan, rechazando a la diosa, pero Atreo entonces, se pone de rodilla al lado mío y acepta a la mujer. Me quedo sin palabras mientras veo lo que hace y no sé qué hacer.

Pienso si lo que creo es correcto o no:

"¿Será acaso que mi hermano sacrifica su propio honor por lo que la diosa le ofrece para salvar a nuestro padre? Es un acto de entrega deliberada, pero no es justo y no es tampoco lo que necesitamos en estos momentos. ¡Oh hermano, espero que esto no sea tu ruina!"

Pero yo soy fiel a mis convicciones y le respondo con lo que siento:

 - "Mi palabra ya ha sido empeñada, diosa Hecate. He recibido el don de Hera y me ha salvado la vida, por lo que no puedo desprenderme de esta deuda. Agradezco su ofrecimiento, pero mi lealtad es hacia Zeus y Hera."

Me sumo a quienes la han rechazado y sé que no estará feliz de que unos mortales la rechacen, pero hasta ella debería saber que es una posibilidad cuando intentas que abandonemos todo y le juremos lealtad. No sé cual es el asunto entre los dioses y cuales serán los bandos en la supuesta lucha que se avecina, pero mi corazón estará en el Olimpo y no en las tierras salvajes, siguiendo a la señora de la hechicería y las encrucijadas, nada más que traicioneros engaños que evito a toda costa.

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05/10/2017, 17:22
Capitán de navío Ebalo

Miro a la joven hypatia mientras sus palabras se abren paso a mi mente, rasgando las telas de la incertidumbre y abriendose paso poco a poco. Ella parecía dispuesta a aceptar su destino, casi todos hacen oídos sordos, parece que les da igual morir. Hera nos ha dado un don, pero no puede evitar creer lo que dijo Hecate, somos peones. Pero las palabras de quien más puede influir en Ébalo le hace pensar.

Vale soy un peon. Empieza a entenderlo, es duro de mollera pero no es distinto a cualquier batalla, donde eres un simple soldado. Uno más de un ejército, no puede dejar solo a sus amigos, no puede dejar sola a Hypatia. habría un agujero que no se podría llenar. Entonces en esta guerra ya han elegido bando y no pueden cambiar.

El espartano coge las manos de la chica y se levanta, usando su fuerza en las piernas y, perdido en sus ojos, vuelve a sonreir, allí con las manos cogidos, se pueden ir todos los dioses al Caronte. Ébalo se afianza a lo que ve y lo que siente como ancla. Como surgiendo de las tinieblas de la incertidumbre, emerge Ébalo más reforzado en sus convicciones. Unas palabras mortales a veces pueden callar a la palabra de un dios.

luchando consigo mismo logra soltarle las manos a hypatia, más bien las deja resbalar lentamente por las suyas, absorviendo su tacto, que tan preciado se le hace. Respira hondo y asiente, pero no dice nada por miedo a que las palabras no le salgan del todo firmes.

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06/10/2017, 00:04
Hypatia

Sonríe y hace un leve gesto con la cabeza para apoyarle antes de dirigirse hacia las rejas de la prisión. Quizá su hermano ya esté perdido al haberse arrodillado para aceptar a Hécate, pero quizá tengan la oportunidad de salvarle de ese destino que parece más bien negro.

-Atreo, hermano... 

Le mira desde los barrotes de la prisión. Separados por el corredor que divide un lado y otro, espera que la distancia que se ha abierto no sea demasiada y pueda cerrarla.

-Padre nunca querría que dieses tu propia voluntad y libertad para salvarle. Si realmente quieres seguir el camino que la diosa Hécate ha puesto ante nosotros, no dejes que use el amor que sientes por padre y por nosotros para manipularte. La razón más pura puede volverse contra ti. Hermano, por favor... no lo hagas. No lo hagas por nosotros... Salvaremos a padre con nuestro esfuerzo.

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06/10/2017, 23:36
Anatolius

En cuanto la anciana desvela su verdadera identidad y su auténtica forma sólo puedo decir:-Oh! Mierda.-era lo único que se me ocurría en ese momento, el resto reaccionan de un modo algo más calmado pero aun así están sorprendidos de la aparición de la diosa de la oscuridad. Ya antes había hecho un discurso muy elocuente de lo que nos pasaría si no cooperábamos con ella y nuestro fatal destino y, ahora al desvelar su auténtica forma, lanza un últimatum: o nos uníamos a ella o moriríamos. Ya estaba bastante claro de que íbamos a morir en aquellas celdas y poco importaba quién fuera el que dictara la sentencia.

.-Diosa Hécate, diosa ancestral de las lejanas y misteriosas tierras salvajes, soy la diosa de la brujería y la hechicería, señora de la luna oscura y las encrucijadas. Es muy tentadora vuestra oferta, como ha demostrado el joven Atreo, ya os ha jurado lealtad.-expongo muy cortesmente y añado:-Ha falta de... como llamar-lo....ah si elocuencia y humildad, pero podéis llevaros vuestra oferta al Hades. Caronte lleva mucho tiempo esperandome y ni usted ni ese rey de pacotilla que está sobre nuestras cabezas van a lograr que me reúna con él.-sé que aquellas palabras podían ser tranquilamente las últimas pero que a gusto me quedé al decirlas. 

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07/10/2017, 16:35
Lykaios

Lykaios estuvo escuchando y valorando toda la situación que era o mala o peor. Sabía que tenían que tomar una decisión y en el momento en que sus compañeros empezaron a rechazar a esa diosa no pudo más que sentirse orgulloso de ellos, al menos eran fieles a sus juramentos hasta en las peores situaciones.

Lo único que le dejó con mal sabor de boca fue la forma en que algunos de sus compañeros la rechazaron, como si fuera una mera mortal, y como Atreo aceptó la oferta.

-Lo único que tenemos los hombres es la capacidad de tomar decisiones -intervino al fin- y luego cargar con las consecuencias de todos sus actos. Yo sirvo a Hera, pero si Atreo quiere servir a Hécate es su elección -inspiró profundamente- yo, al igual que mis compañeros, me mantengo fiel a la diosa Hera, lo siento mucho -añadió la disculpa porque nunca era bueno faltar al respeto a un dios o diosa, nunca, solo había que conocer un poco las historias.

-Estamos aquí por nuestros errores, por lo que es nuestro deber enmendarlos o pagar el precio por ellos.

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08/10/2017, 16:52
Morfeo [Narrador]

-Vuestras palabras son imprudentes, me habéis ofendido y no os iréis indemnes de ello- les dijo Hécate tras las palabras de Anatolius y Lykaios principalmente- Hera os protege de momento, pero el olimpo se tambalea, y los vientos siempre cambian. Lo que ahora está de su lado, mañana podría no estar lodo. No lo olvidéis, cuando los dioses les den la espalda, yo estaré allí para que su sufrimiento sea eterno e insoportable- sentenció la hechicera en lo que más que nada era una maldición.

-Y a ti joven Atreo, si realmente estás conmigo, tu sobresaldrás en la hora de las brujas, la hora de la hechicería que está próxima. Pero para ello tendrás que pasar tres pruebas. Pronto volveré a ti-. Apenas la diosa Hécate terminó aquellas palabras dirigidas directamente a Atreo una nube negra de tormenta empezó a precipitarse sobre de ella surgiendo de sus pies.

-Su juicio ha llegado- sus últimas palabras llegaron ya cuando su anciana figura se desvanecía junto a aquellas nubes de tormenta en una oscura niebla que se arremolinaba por el suelo y se esparcía por todas las celdas hasta difuminarse entre los pequeños orificios y las ventanas.

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08/10/2017, 17:01
Morfeo [Narrador]

Casi como si las últimas palabras de la diosa de la hechicería fuesen una sentencia y profecía a la vez, varios soldados entraron en las mazmorras, sobre el corredor en el que se encontraban sus celdas. Si habían escuchado algo de lo que hablaran con la diosa Hécate o si hubiesen visto en cualquiera de sus formas, no lo expresaron, e incluso parecía no ser así.

Estos, eran en total diez, aunque dos de ellos fueron directo a por el carcelero que aun dormitaba sin que nada de lo que antes ocurriera le hubiese perturbado el sueño. Los otros ocho, se dirigieron a las celdas donde los héroes se encontraban, y ya frente a ellas, el que parecía estar al mano les habló. -Karsten rey de Asine, ha decidido postergar su sentencia de muerte y les ha concedido derecho a juicio. ¿Están dispuestos a comparecer ante él?-. Y mientras el soldados esperaba la respuesta de los Héroes, los otros dos soldados tras propinarle un par de golpes al carcelero, lo llevaba a rastras fuera de las mazmorras.

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09/10/2017, 10:20
Hypatia

Parece que nada de lo que diga va a cambiar el hecho de que su hermano ha accedido a servir a Hécate. Solo él puede demostrar si está o no a su servicio. Aunque teme que fallar esas tres pruebas puede significar su muerte a manos de la diosa. Y justo cuando la diosa se desvanece, entran los soldados en las mazmorras.

Da unos pasos atrás, pues no parecen amigables. Tampoco parecen contentos por tener que aplazar su ejecución. Parece que el Rey de Asine ha accedido a escucharlos, aunque será a modo de juicio y no como emisarios. Aunque tiene la sensación que ya tendrá el veredicto.

Notas de juego

Estaba esperando a ver si alguien más, pero veo que no... 

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09/10/2017, 14:00
Spyridon

Algo era algo... al menos tendrían una recepción con el Rey y podrían explicar su misión. Lo que pasase a partir de ese momento sólo lo sabían los dioses.

- Vamos - fue la escueta respuesta del general.

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09/10/2017, 17:46
Lykaios

Lykaios se sorprendió ante las palabras de la diosa, pero no se dio por aludido ya que, de todos los encaramientos y malas palabras que se había llevado la diosa por parte de sus compañeros, ninguna había salido de su boca.

Al verla desaparecer a la vez que entraban los soldados, el comerciante no pudo evitar ponerse tenso en esa situación y, sobre todo, mirar con pena al carcelero que no había hecho más que cumplir órdenes; pero dijeran lo que dijeran a su favor solo lo condenaría más.

Una desgracia.

-No le hagamos esperar -dijo sin más Lykaios, poniéndose en pie saliendo junto a los guardias mientras se aseguraba de que sus hermanos también iban con ellos.

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09/10/2017, 18:48
Anatolius

La sentencia de Hécate había sido pronunciada y ahora había que asumir las consecuencias. Sin ningún remordimiento por mis palabras observé cómo la diosa de la oscuridad se desvaneció antes la presencia del grupo. nos quedamos allí en silencio, dado que no sabíamos que decir. No había nada que reprochar al Joven Atreo, tenía la fuerte creencia de que convirtiéndose en siervo de Hécate, la diosa lo recompensaría salvando a su padre.

Al cabo de unos minutos uno de los guardias se acercó enunciando que seríamos sometidos a un juicio y poder exponer nuestro caso ante el Rey Karsten:-Parece que Ifianasa ha conseguido que no nos maten. Buena chica.-dije para quitar tensión al ambiente. Estiré un poco los brazos y el cuello para quitar un poco el agarrotamiento, aliviar el peso de las esposas y me quite de la pared en la que estaba apoyado. Era hora de ver al Rey.