Partida Rol por web

El cantar de la princesa de Asine

E7.- Del signo de Géminis

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10/07/2018, 00:33
Theron

La tormenta rugía, y el mar embravecido reclamaba la playa donde habíamos combatido. Habíamos sido advertidos, Poseidón clamaría venganza por la perdida de su criatura, y ahora veíamos el principio de esta ira. Pero por ahora, no era lo mas acuciante, la vida de uno de los nuestros se estaba apagando, dudaba que sin la guía de Spyridon concluyésemos esta odisea. Me acerco donde mi sobrina, Ifianasa y Talios, tratan a la figura yaciente del general, las heridas tenían mal aspecto y ninguno parecía un sanador experto.

No se si los dioses verán lo que propongo con buenos ojos, pero algunos aun pueden poseer intacto el regalo de curación que nos hicieron ... tanto el polen que sanó nuestra heridas durante el combate, como el fruto de la todo poderosa Hera. Hago un gesto hacia mi amigo moribundo. - Yo agoté el mio durante la batalla, sino lo cedería con gusto a esta causa. 

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10/07/2018, 10:27
Hypatia

-El General no puede tomar nada. Está inconsciente y podría ahogarse en el jugo. Debemos llevarlo lo antes posible a un sitio cálido y seco y mantenerlo caliente y confortable. Por desgracia, mis ropas cálidas están mojadas y no serían de ayuda. 

Mira a su tío.

-Sus heridas son demasiado graves para mis conocimientos de medicina. Quizá en la Acrópolis tengan a algún cirujano experimentado que pueda ayudar. Aunque lo del polen es una buena idea. Yo ya he usado el mio sobre él. No me hace ninguna falta y el General está en más necesidad que yo.

Teme que no pueda hacer nada por el amigo de su padre y que todos los intentos sean en vano.

-¿Alguien más que no haya usado su polen? 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Dejo las tres tiradas del polen, para los próximos turnos.

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10/07/2018, 14:52
Atreo

La caída de la bestia finalizó la batalla como si todo hubiera sido un gran baile orquestado por titiriteros, pues así se sentía Atreo.

El mar y el cielo, ahora en calma, ya no les atosigaban como antes, pero su prioridad era atender al General, ante el cual se congregaron cuatro o cinco de sus compañeros. Temiendo ser un estorbo para el grupo en éste cometido, se dirigió al centollo gigante imaginando enormes hilos bajando desde los cielos y moviendo al centollo como si fuera una marioneta, al igual que a ellos...pero algo en su interior se rebelaba contra esa predestinación. El general estaba en buenas manos, y si moría, estaba seguro que sus compañeros habrían intentado salvarlo con mucho más acierto que él.

Alejó aquellos funestos pensamientos de él y se acercó a Carakginius, contemplando su belleza y poder, ahora derrotados por ellos. Como cazador que era, sólo mataba criaturas para alimentarse o en defensa propia, y aunque pensaba que la situación actual caía en la segunda concepción, se sintió impulsado a glorificar y agradecer a la gran bestia por su muerte, pues su muerte daba vida a otros, como los pescadores que ya no morirían en la mar o en la playa, o incluso su carne, bien recolectada, daría de comer a familias enteras durante algún tiempo.

Mientras terminaba de pararse al lado de la enorme pinza del centollo gigante, le dijo a Ébalo - Oh mortales, contemplad como el héroe de leyenda Ébalo usa las bendiciones que Apolo ha depositado en él para sanar a su compañero Spyridon.....y los mortales vieron con admiración como su héroe era capaz de éso y mucho más... - apunto había estado de decir "nuestro General" delante de la princesa Ava, y no debía cometer tales fallos. Tampoco podía hablarle de forma directa a Ébalo, por lo que en un arranque de inspiración (o estupidez) había decidido narrar como si estuviera declamando una epopeya. Probablemente aquello fuera del gusto del Espartano, por lo que él sabía.

Tras esto, se arrodilló, apoyando una mano en la pinza de Carakginius y comenzó a rezar, dando las gracias al enorme ser y a Artemisa por sus bendiciones, en voz baja.

- Carakginius, gracias por tu sacrificio, pues tu muerte dentrá la de muchos, así como tu carne alimentará a los pobres. Tu sacrificio no será en vano. Gracias por los sacrificios de tus hijos, pues con ellos más personas tendrán algo que llevarse a la boca, su sacrificio no será en vano. Artemisa, acompaña el espíritu de éste ser a donde corresponda, para que no haga el viaje sólo, así como a los espíritus de sus hijos, que acompañarán al de su progenitor. Gracias por tus bendiciones, pues sin ellas no podríamos haber sobrevivido a ésta prueba. Haré un sacrificio de una cabra en tu honor en cuanto me sea posible. -

- Tiradas (1)

Notas de juego

Venga Ébalo, que te ayudo a que la princesa Ava moje más aún sus bragas por tí. X

En realidad quería decírtelo de forma encubierta y no se me ha ocurrido mejor forma. jajaja

Sobre el rezo, no sé si tengo que tirar algo (no se me ocurre porqué debería de tirar), pero si es así, que el DM tire por mí, por favor.

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10/07/2018, 15:37
Anatolius

Al escuchar las palabras de Theron, caigo en la cuenta de que llevaba colgando del cinto una bolsa pequeña que contenía el polen de los dioses. Desato la bolsa del cinto, la abro y vierto su contenido sobre las heridas de Spyridon y coloco mis manos sobre las mismas para que el polen penetre y sane el maltrecho cuerpo de Spyridon.

.-En cuanto se estabilice tenemos que sacarlo de aquí.-digo manteniendo las manos sobre las heridas. 

- Tiradas (3)

Notas de juego

uso el polen sobre Spyridon. 

polen

turno 1: 6 pv.

turno 2: 2 pv 

turno 3: 3 pv

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10/07/2018, 16:04
Talios

El gigante aceptó de buen grado el brazo para incorporarse de su hermano, a lo que respondió con una profunda sonrisa de satisfacción:

-Ha sido la mejor pelea de mi vida hermano, pero hace falta algo más para tumbarme jaja -rió de forma despreocupada sin ser consciente de lo crítica que era la situación en ese momento.

Acto seguido se fijó en el general y su semblante cambió, había luchado codo con codo con él y había tenido peor fortuna que el ateniense al parecer, por lo que reflejando una preocupación extrema acudió en su auxilio ayudando en todo lo que le indicaban, a la vez que miraba hacia ese rey miserable y le gritaba a pleno pulmón y con la voz poderosa que sólo alguien de su estatura posee diciendo:

-¡Traed un médico, por los dioses! ¡hemos triunfado donde ninguno de los tuyos lo hizo, incluído tú! -apostilló para mas inri- ¡tened la decencia al menos de auxiliar a aquellos que os han librado del mayor de vuestros males! -exclamó poniendo de manifiesto todo lo que sentía en ese momento, quizás las palabras no fueron las adecuadas, quizás aún estaba bastante caliente por el combate, pero el hecho de haber derramado tanta sangre por unos desaprensivos que ni siquiera ahora se daban prisa por ayudarles era más de lo que podía tolerar, y por ende lo manifestó de dicho modo.

Tras ello, y volviendo a obedecer todo lo que decía Hypatia, añadió algo de lo poco que sabía en dicho aspecto:

-¿Segura que no puede ingerir nada? en los campamentos militares he visto a médicos dando brebajes con una esponja a soldados que estaban completamente inconscientes, sobretodo agua para que no murieran de sed, ¿no se podría hacer así con el jugo de la fruta de Hera? -indicó más como si de una idea absurda se tratase, pues no conocía muy bien las limitaciones de la medicina.

Finalmente, alterado por la tranquilidad pasmódica con la que Ébalo parecía desenvolverse le gritó a él también diciendo:

-¡Maldita sea espartano! ¡te necesitamos aquí no al lado de ninguna damisela! -le increpó para que se diera prisa en socorrer a Spyridon, no pensaba dejar que aquel que más tiempo había compartido la primera línea junto a él cayera en aquella playa donde ningún aldeano valoraría de verdad su hazaña, por lo que mientras aún respirase, el jonio no iba a cesar en sus intentos de buscar una solución.

Notas de juego

Bueno, yo no sé muy bien como va la muerte, pero según lo que dice el dire, parece que el general va a morir a no ser que encontremos esa vía que ha sugerido, por lo que mi pj está bastante alterado por ver a un compañero tan a las puertas de la muerte, y no va se va a tranquilizar hasta que la cosa se decida hacia un lado u hacia otro jeje.

Por otro lado, a mi no me queda nada curativo, pero sí creo que podemos usar la fruta de Hera, ¿no? no sé si debe consumirse entera (con piel y todo) pero haciéndole tragar el jugo a lo mejor hace algo, ya que el dire nos diga. No sé cual es la forma que dice el máster de que lo salvemos, pero hay que ir descartando.

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10/07/2018, 19:29
Hypatia

-Podríamos darle agua con una esponja de ser necesario, pero debemos llevarlo a un lugar seguro y limpio. Y no tenemos esponjas aquí. Tampoco alguna tela limpia para usarla a modo de esponja.

La verdad, es que no sabe qué más pueden hacer por el. Pero la idea de que Ebalo use su poder para poder curar a Spyridon tampoco es tan descabellada. Al menos, para que puedan sacarlo de peligro.

-Debemos trasladarlo de inmediato y esos - señala hacia el acantilado - no moverán un dedo porque son unos engreídos y prepotentes. Ellos son Dorios y nosotros solo somos meros insectos para ellos. Talios, busca maderas para largas para poder hacer una camilla. Y si tienes que desmontar alguna caseta de pescador, lo hacer. 

Les mira.

-Buscadme algo con lo que poder triturar los frutos de Hera. Dadme todos los que tengáis. No sé que efectos tendrá al tomarse tantos, pero quizá ayude con todo. Si con eso no podemos salvarle, debemos pensar que el General no quiere ser salvado.

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10/07/2018, 23:06
Capitán de navío Ebalo

Ébalo agarró a la princesa con sus musculados brazos y su blanca sonrisa, como si todo hubiera sido un plan urdido entre él y el árbol para acabar en esta situación, estando en el momento preciso en el lugar indicado. Con suavidad la deposita en el suelo y le mira las manos asintiendo serio, para luego buscar de forma profesional alguna otra herida que no encuentra a simple vista.

Luego dramáticamente gira la cabeza hacia donde sus compañeros se han reunido. Poniendo cara de circunstancia y como si se fuera a enfrentar a los mayores males del inframundo, mira a la princesa con intensidad.

- Princesa, acompáñame un momento, de cerca veréis que lo que hacemos es de caracter divino o divino talento- la llevo de la mano de camino a ver al general, cuando me cruzo con Atreo que declama un texto, con el que me siento conforme por su talento y entusiamo, asiento serio hacia él, como un niño cuando le dicen que se haga cargo de la clase. Este chico llegará lejos.- sitio mis ami.. mis soldados-necesito contacto visual- de nuestro lado no será Sypiridon arrastrado, mientras vuestro general, osea yo, esté de poder insuflado.

Empiezo a cantar mientras me acerco con toda mi pose, quizás más concentrado en el ondular de mi cabellos que en los versos de mi compañero en la batalla, cuando llego hasta él no pasa nada.

Respiro profundamente y vuelvo a cantar con más energía, se ve que es mucho más dificil cuando el combate ha terminado y aprovechando la energía de Talios y todavía la actidad frenética de mis compañeros, logro que Apolo se fije en nosotros y en especial en el general otargándole curación para que vuelva a combatir.

Ébalo cuando deja de cantar entiende de forma automática, o cree entender, que Apolo otorga su don cuando está en el combate, no una vez terminado este. Gracias a los dioses le ha escuchado. Esta vez.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Curación sobre Spyridon: +21.

Vitalidad: 71/78
Puntos Divinos: 13/29 (-6 puntos aplicados)

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11/07/2018, 06:09
Ischyros

Mi espada se ensarta con fuerza en el cuerpo de la bestia, que ya estaba cayendo al suelo abatido por la flecha de mi hermano Atreo. Carakginius es solo un cadáver y la victoria es nuestra. Me apoyo en él pues tengo muchas heridas en mi cuerpo y el dolor me amenaza por muchos lados, pero sé que hay amigos que están mucho peor que yo en este momento.

Las aguas crecen y se agitan pues la ira de Poseidon no debe ser pequeña al ver como una de sus mascotas es asesinada por simples mortales como nosotros. Supongo que su sorpresa ha de ser tan grane, así como la que se aprecia en los rostros de los Dorios que nos observan desde el acantilado, paralizados completamente de asombro y terror.

Me acerco al general mientras guardo mis armas y veo que está muy mal. Mis compañeros le atienden de distintas maneras mientras mi hermana y Anatolius se encargan de estabilizarle. No tengo muchas formas de aportar a la situación, pero entrego sin dudar lo que poseo:

 - "Hermana, aquí está el polen que tenía y que no he utilizado. Espero que salve la vida del general."

En cambio, yo mismo decido comerme el fruto de Hera para sanar parte de las heridas que el centollo y el fuego me causaron. El dolor es grande y espero que aquel regalo de la diosa me ayude a recuperar parte de mi salud. La gran batalla ha acabado por ahora, pero no sé como se tome el rey que hayamos cumplido la gesta que para él era una sentencia de muerte. Si tiene honor o es un farsante, quedará demostrado ahora.

Notas de juego

Brindo mi polen para que sane a Spyridon.

Uso el fruto de Hera en mí mismo.

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12/07/2018, 01:00
Theron

Aun con todas nuestras diferencias, parecía que en momentos de necesidad el grupo se aunaba para ayudarse unos a otros, mas de uno había entregado su regalo divino, para ayudar al general caído. Un regalo que junto, al cántico de Ebalo parecía capaz de sanar por completo a Spyridon. Niego con la cabeza, ante la puesta en escena de nuestro "comandante", y pienso en disciplinarlo, pero al fin y al cabo sanar a Spyridon era lo importante, no la pose y la palabrería de Ebalo, comportándose cual estrella principal en el centro de la Skené.

Concentrate comandante, y se raudo, casi no nos acompaña nadie ... apenas unos guardias de la ciudad y el propio rey. Pienso en lo poco que les costaría bajar hasta nuestra altura, e intentar de nuevo doblegarnos. - No se los dioses, pero los hombres se impacientan bajo estas condiciones climatológicas, y no creo que estén de buen humor tras haber abatido a Carakginius.

 

 

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13/07/2018, 03:01
Morfeo [Narrador]

Con la ayuda de Hypatia, Ebalo y el polen que les había entregado Iris procedente de los jardines de Hera, el general Spyridon, pudo, ante la mirada atonita de todos, sanar sus heridas con gran facilidad. No obstante su espalda se había desviado y aunque ya despertaba, fue claro que el general no podría caminar; sus brazos tambien estaban mal, y no era claro si algún día tendría fuerzas en ellos para rehacer sus heridas.

La marea ya estaba bajando tras despejarse el día y retroceder la fiereza de los mares. El ruido de las gentes que salian de sus escondites tras la batalla ya empezaban a escucharse, y por ello astutamente Atreo aprovechó para usar sus dotes de narrador y poner más enfasis en los hechos que estaban ocurriendo.

Hypatia y Talios habían sido de los más desesperados en aquellos momentos ante la proximidad de la muerte de Spyridon, y fue por ello que en lo alto se observó que el rey Karsten daba órdenes energicas a sus tropas. Sus intenciones no eran claras, bien podrían ayudarles o bien podrían intentar rematarles. De cualquier forma tambien habían visto a la joven princesa y habían escuchado las palabras de Atreo, lo cual hacia poco probable que les tendieran una emboscada.

Notas de juego

Anatolius: Fallas ambas tiradas, lo cual es bueno por que el uso de proeza de fuerza solo le hubiera hecho daño al general.
Atreo: No se para que quieres rezar en si. Explicame y te digo. Si es solo narración, pues no necesitas nada, solo rezas brevemente tal como has hecho. En cuanto al usar de actuar narrador, todo bien.
Spyridon y todos: He abusado un tanto de lo narrativo, pero con un buen fin y sin afectar a nadie.
Todos: ¿Alguien uso dos veces el fruto de Hera?
Spyridon: Con lo que te han dado ya, sanas considerablemente tus heridas. Actualmente estás en 24 de vitalidad. Pero tus brazos y espalda están atrofiados, no puedes andar sin ayuda y no puedes mover con libertad tu mano izquierda.

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13/07/2018, 03:08
Morfeo [Narrador]

Como un sueño, puedes ver a tu joven esposa fallecida quien a lo lejos te saluda. Su belleza es aún más intensa que antes y tu amor por ella parece haber cobrado una fuerza inigualable. De algún modo sabes que es real, que ella está allí, y que la pequeña criatura que le acompaña y que nunca antes habías visto, es tu hijo, quien falleciera junto a su madre antes de nacer.

Hallie se acerca a ti con pasos lentos pero firmes, mientras el pequeño, de no más de una decena de años juega corriendo entre la hierva. La visión se vuelve borrosa y sabes que se ha marchado, que de algún modo te la han arrancado. Escuchas entonces una voz firme que te dice -no es la hora general, tienes un deber que cumplir-.

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13/07/2018, 03:21
Morfeo [Narrador]

El general, quien hiba recobrando el sentido y precensiaba tras su caida en batalla el resultado final de la misma con la muerte de aquella inmensa bestia salida de los mares, intentó levantarse pero no pudo, sus piernas no les respondian, su brazo derecho no tenía la fuerza de antes por lo que flaqueaba al intentar levantarlo para solicitar ayuda para ponerse en pie.

No obstante su mirada estaba fija en la costa como si hubiese perdido a lo lejos algo que hubiese añorado por años y estuviese desesperado por levantarse y alcanzarlo. Justo entonces, cuando todos eran conscientes del estado actual del general Spyridon y de lo que ello podría implicar en su misión, una gran luz se propicio sobre de ellos, rodeandoles y extendiendose hasta los cielos como un gran arco, un arco multicolor, desde el cual descendia la diosa Iris, mensajera de Hera.

Tomando la mano del general Spyridon, la diosa menor le ayudó a levantarse y este lo hizo con soltura, como su cuerpo igual de sano que el día que partieran de Micenas. Milagrosamente había sido sanado.

-El tiempo se agota- exclamó la diosa, -hay lucha en los cielos, deben darse prisa pues Hera no podrá ayudarles como antes- exclamó. -Hera quiera que sepan que aún cuando muchas fuerzas se opongan a su destino, realmente solo tienen un verdadero enemigo, el señor del inframundo. No deben confiar en él, pues tarde o temprano pereceran y con ustedes toda la humanidad-. La diosa se quedo allí mirandoles, pero su cuerpo empezaba a elevarse de nuevo para marcharse.

Junto a ellos, la princesa Ava les miraba atonita, pues ella no había visto nada y le intrigaba porque todos se habían callado de repente y no se movian. Aunque más que mirarles, miraba a Atreo, en quien había posado su mirada durante el combate, y que con su narración había cautivado más su corazón aventurero. Si Ebalo creía que la princesa se fijaría en su musica, se había equivocado de princesa, ella no soñaba con canciones y poesia. La princesa deseó hablarle Atreo, preguntarle que es lo que estaba viendo, que es lo que estaba pasando, pero cierta timidez y miedo le impidieron actuar.

Notas de juego

Todos: Han desbloqueado sus últimos 2 puntos para bendiciones. Deben gastarlos de inmediato. De momento aun no es posible comprar bendiciones con experiencia. Recuerden que con estos puntos no se puede tener una bendición por arriba de rango 3.
Todos: Tienen la oportunidad de hablar con la diosa Iris. Aunque será algo breve, no puede responder a todo y ha de marcharse pronto.

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13/07/2018, 13:59
Atreo

Tras su rezo, contempló al General y el ansia que habitaba en sus ojos, la enorme tristeza que amenazaba con anegarlos para siempre por la no consecución de un objetivo largamente añorado. Sintió una congoja en el corazón por no haber sido más rápido derrotando a la bestia, o haber podido hacer algo más para evitarle a aquel buenhombre, que lo estaba arriesgando todo para ayudarles, el daño y sufrimiento que estaba padeciendo. De pronto, encontró que el cielo estaba iluminado con una luz celestial, un arco de colores era el fondo que cubría a la Diosa Iris que descendía hacia ellos - ¡El Arco de Iris*! - pensó Atreo, maravillado ante tanta belleza. Una vez más, los Dioses demostraban su apoyo a la causa de ellos.

Ante sus atónitos y felices ojos, levantó al General como si no le hubiera pasado nada. Apenas un parpadeo había separado la imagen del General herido y atrofiado de la del hombre robusto y fuerte que había partido con él. Parpadeó varias veces más, sin poder creerlo del todo, pero con la tristeza volando lejos de su corazón tras lo que había visto.

Iris les habló, y él prestó atención a sus palabras. Sintió que tras sus palabras la mensajera de Hera les invitaba a hacer alguna pregunta pero realmente no sabía por dónde empezar, así que calló y contempló a los demás, sobretodo a los que hasta ahora se estaban haciendo cargo de tomar las decisiones más importantes, esperando que con su sabiduría y claridad de entendimiento pudieran obtener información o pistas útiles.

Esa contemplación le permitió fijarse en la Princesa Ava, que le miraba con ojos chispeantes, boca entreabierta, pómulos ligeramente sonrojados y con el cuerpo inclinado hacia él, pero conteniéndose en algo, como si hubiera palabras que pugnaran por salir de su boca, pero no tuviera valor para ello. - Qué belleza, qué beldad. - pensó, perdiéndose en los ojos de la muchacha. Cupido había lanzado una flecha directa a su corazón....a él...al arquero.

Sin saber muy bien porqué lo hacía, qué extraña fuerza le impulsaba, señaló hacia Iris y susurró, acercándose a la princesa mientras la miraba a los ojos, transmitiéndole con todas sus fuerzas el sentimiento de orgullo, pasión, protección y amor que profesaba hacia su padre y por la causa emprendida - Los dioses nos transmiten su beneplácito por nuestro valor y arrojo, y nos animan a seguir nuestro camino, pues el destino de la humanidad descansa en nuestros hombros. ¿Acaso hay meta más elevada? ¿Quién no querría participar en ella? Ya no es sólo por nosotros, si no por todos y cada uno de los que habitan las tierras, mares, islas y océanos. -

Quizá Atreo acababa de comprender que aquello ya no era sólo por salvar a su padre, cosa que no deseaba más que ninguna otra, si no que todos los padres, madres, hijos e hijas de la tierra estaban en peligro y alguien tenía que dar un paso al frente para librarlos a todos de un funesto y definitivo final.

Su corazón le dijo que aquella era la mujer de su vida, una aventurera como él, ansiando viajar y conocer mundo, vivir por sí misma y luchar por lo bueno y justo, y sin poder evitarlo su boca dijo:

- ¿Me acompañaréis en tal honrosa tarea? -

Notas de juego

*Para los de la Logse.  (una broma de España, Hador)  XD

Atreo: No se para que quieres rezar en si.

 La intención era llamar la atención de la Diosa sobre ésta batalla y ofrecerle en sacrificio las piezas "cazadas", a la par que honrar a las bestias (y quizá, al darle un sentido a la muerte de la colosal criatura, calmar un poco a Poseidón). 

No sé si me he excedido o no, pero pienso que es apropiado para la escena tal cual me has dado pie. Si es necesario tirar alguna habilidad para "ligar", adelante máster, pero prefiero seguir con la interpretación, ya que no es mi intención "seducirla", si no que me muestro tal y como soy y si le gusto, pues mejor que mejor.

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13/07/2018, 14:41
Talios

El mercenario se disponía a cumplir con diligencia todos los encargos de la muchacha, pues parecía la más entendida en medicina de su grupo, y aunque los esfuerzos conjuntos de su grupo habían conseguido hacer que volviera en sí, ver al general en una situación tan "frágil" le supuso un duro golpe, intentó que su rostro no lo reflejara, pues no quería que Spirydon se sintiera aún peor, por lo que ayudándolo a andar agachó su cabeza y dijo escuetamente:

-Vámonos general, hoy has estado a la altura de un semidios -dijo honrándole por su actuación en la batalla.

No obstante, cuando el jonio se preguntaba qué harían ahora con el líder de aquella misión que estaba prácticamente inhabilitado, como si fuera imposible, la mismísima Iris se presentó ante ello, y como si su grandiosa presencia no fuera regalo suficiente, curó al instante a Spirydon, haciendo que el ateniense cayera de rodillas e hiciera una solemne reverencia, de profundo agradecimiento ante la diosa; y permaneció así hasta que se le permitió hablar, momento en el que dijo:

-¡Oh magnífica Iris! ¡grande es tu bendición para con nosotros los mortales que no somos dignos de tanta generosidad por tu dadivosa parte! mas nuestro agradecimiento hacia vos no tiene parangón en este momento -expuso mostrando su sincero agradecimiento- decidnos una última cosa gran Iris, ¿debemos cuidarnos también de otras deidades Oscuras como Hécate? ¿tiene Hades aliados o trabajo en solitario? -preguntó evitando mirar de reojo a Atreo, pues si la diosa confirmaba sus temores no pensaba fiarse lo más mínimo de aquel muchacho.

Notas de juego

Pues eso, de momento no voy a delatar a Atreo, pero que sepas que te estoy observando... XD.

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13/07/2018, 18:07
Hypatia

El momento de alegría al ver como Spyridon se despierta, se ve eclipsado por las condiciones en las que éste lo hace. Parece que no puede mover las piernas y que, a penas, tiene fuerza en los brazos. Se le rompe el alma al pensar que quizá no vuelva a caminar. Quizá hubiese sido mejor dejarlo marchar, pero lo hecho, hecho está. No hay vuelta atrás y deberán vivir con ello toda su vida.

O eso es lo que piensa cuando del cielo se comienza a apreciar el arco multicolor de Iris. La mensajera de Hera les trae un mensaje de diosa. Y parece que no trae buenas nuevas. Los dioses están peleando en el Olimpo así como los hombres luchan en la tierra de los mundanos. Pero lo más importante es que Hera parece haber curado por completo a Spyridon. O quizá sea un regalo de la propia Iris.

Escucha con atención.

-Diosa Iris, ¿debemos aun retornar por mar? Poseidón ahora está en nuestra contra y podría ser una trampa mortal para nosotros.

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13/07/2018, 21:14
Spyridon

Con inmenso dolor el general abre los ojos lentamente y contempla desde el suelo a sus compañeros inmersos en la dura tarea de traerlo de vuelta. Pero su mirada está perdida más allá, como si pudiera ver al otro lado de las embravecidas aguas hacia un horizonte oculto por la tempestad.

Una palabra, un susurro escapa de sus labios - Hallie... - y por un instante parece que esboza una ligera sonrisa.

El camino de retorno es duro y el general poco a poco se percata de dónde está y recuerda los últimos instantes, la poderosa acometida de Carakginius y luego... nada. Con los sentidos casi recuperados intenta incorporarse, pero no puede, está roto.

¿Carakginius...? - Desde donde está puede ver donde a un lado como yace la inmensa mole ya inmóvil de la bestia. No sabe cuanto tiempo ha pasado, podría ser un instante o una eternidad, pero la bestia ha caído y se ha cumplido el encargo del rey.

Una nueva sonrisa sacude al general. Empieza a ser consciente del destrozo de su cuerpo y que seguramente no podrá volver a andar, pero es un soldado y desde la primera vez que juró lealtad a Micenas ya fue consciente de que algún día moriría en una batalla lejos de su tierra natal, pero ahora ya no tenía miedo.

No podía ver a todos y le constaba hablar, pero todas la miradas estaban dirigidas a su persona por lo que supuso que no había más heridos de gravedad. Buen precio por la victoria.

Entonces una poderosa luz lo envolvió y una joven de gran belleza le tomó de la mano. Un gran dolor recorrió su cuerpo, pero tal como llegó, desapareció y el general pudo levantarse ayudado por la muchacha.

Se sentía bien, muy bien, como si la lucha no hubiera ocurrido. Aunque el general se había puesto en pie, cayó de rodillas ante la diosa.

- Gracias por dar una nueva oportunidad a este viejo guerrero. Mi brazo, mi corazón y mi alma siempre estará a vuestro servicio.

Spyridon no pudo decir más. Había pasado demasiado y ya no podía hablar, le faltaban palabras de agradecimiento a sus compañeros y les apretaba la mano con fuerza.

Aun era pronto para poder reaccionar ante la muerte de Carakginius.

Notas de juego

En cuanto pueda me meto con la activación de los puntos divinos.

Y gracias a todos :-)

Cargando editor
15/07/2018, 02:24
Theron

Las heridas se cierran, la respiración empieza a calmarse, y las muecas de dolor se relajan, parecía que nuestras acciones aunque burdas habían salvado la vida de Spyridon, aunque no sin un coste. - Buen trabajo sobrina, ... quizás un físico pueda reparar sus extremidades, pero poco mas podemos hacer aquí.

Una aparición divina, evita que tengamos que ahondar mas en la miseria que sería quedar lastrado por las heridas recibidas en un país extranjero. La diosa Iris nos bendice con su presencia y consejos, mientras que termina de sanar el cuerpo de Spyridon.

Mi señora, ya me dijo que tendríamos que hacer valer nuestras acciones para que el rey cumpliese con su promesa. ¿Ha cambiado en algo el destino, piensa ahora en romperla, ahora que hemos terminado con su maldición?.

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15/07/2018, 03:50
Ischyros

Gracias a nuestros aportes, el General Spyridon es capaz de salir de las garras de la muerte, por lo que todos nos ponemos felices, pero basta con ver el estado en el que queda, con esa debilidad e incapacidad para entender que es una victoria con mal sabor. Un gran guerrero como él, veterano de muchas batallas y con un brazo poderoso para el combate, por siempre alejado del honor del combate. Un precio demasiado alto a pagar.

Pero entonces la Diosa Iris aparece y recupera al general de sus heridas, permitiéndole volver a luchar otro día. La máxima bendición que un guerrero puede recibir.

Entonces mis compañeros comienzan a preguntarle a la diosa y yo me sumo a apoyar las útiles preguntas que el gran Talios pronunció y que me parecen las más importantes ahora:

 - "Lo que dicen es cierto y si Hecate se presentó, algún otro dios intentará tentarnos. Debemos saber quienes están de parte de Hera y quienes son sus enemigos. En quien podemos confiar y de quien debemos cuidarnos."

Me duelen mucho las heridas que tengo, pero sé que puedo esperar a cuando llegue el momento para descansar y sanarme. En este momento eso no es lo que más me importa, sino que la salud de mis compañeros y el correcto sendero a seguir de ahora en adelante.

Cargando editor
17/07/2018, 04:21
Morfeo [Narrador]

La menor de las princesas de Asine, Ava, escuchó con atención las palabras del diestro Atreo, a quien había visto luchar con gallardía desde la distancia, y que le llevaba a imaginarse a ella misma luchando como una fiera amazona con su arco, y solo porque era muy joven para pelear como Akintos con su escudo y lanza. Y aunque no entendía lo que sucedía con los héroes en aquel momento y que era lo que Atreo quería decirles exactamente, si que entendía que este, hablaba de algo muy grande, algo que sería épico, solo digno de héroes. Y no solo eso, sino que éste, le invitaba a emprender aquella marcha hacia lo inimaginable.

Y sin dudarlo, levantando el puño aun con la inocencia de su juventud exclamó rotundamente -¡Sí!-, mientras daba un salto de emoción sin aun comprender que alrededor de ella se gestaban asuntos realmente importantes.

Aunque pocos prestaran atención al atrevimiento de Atreo, para los héroes, aquel menor acontecimiento estaba reconstruyendo su destino, pues una fértil semilla había sido sembrada.

Iris escuchó entonces las preguntas de Talios e Hypatia, las cuales fueron formuladas apenas detrás de las palabras de Atreo.

-Todos tenemos enemigos y todos tenemos aliados. Confiad bien sus hermanos de batalla, pues su sangre a sido derramada junto a la vuestra, desconfiad de sus enemigos pues siempre estarán esperando a que bajéis la guardia. Desconfiad aun mas de sus aliados, pues aun los dioses desconfían entre ellos en el olimpo, y la rueda del tiempo está girando- exclamó la diosa con palabras que era claras y confusas a la vez. A la pregunta de Hypatia, la diosa, tomándole el caballeo le respondió a la joven. -Haces bien en tener miedo. Poseidón no les perdonará ni ahora ni con facilidad. Pero emprended ahora el viaje a Micenas por tierra y prácticamente todo estará condenado. Viajad por mar y aun albergaran esperanzas, por dura que pueda ser la gesta-. La diosa parecía complacida y se disponía a marcharse ya, por lo que dijo algo más que nacía de su corazón -hemos puesto nuestra fe en ustedes, aunque no toda. Su misión aquí prácticamente ha terminado-. A las palabras de Spyridon solo asintió, consciente de que no había más que decir, el general había recibido un bello regalo de parte de Hera por su esfuerzo y no era necesario algo más.

La diosa Iris escuchó a Theron y Ischyros mientras se elevaba a través del arco iris y a la distancia, sonriendo de forma picara respondió, -pensad en los dioses como en los hombres, no todo es pureza y no todo es maldad. Hay mucha belleza en la oscuridad y mucha maldad en la luz- sentenció finalmente para luego desaparecer. Y con ello se fue aquel gran arcoíris, aunque no del todo, pues un gran arcoíris se presentó en la mar como un testimonio del fin de la tormenta, de la batalla y del mismo Carakginius.

Notas de juego

Todos: Tienen algunos momentos para hablar entre ustedes si lo consideran importante. Saben que Karsten ya ha mandado tropas a en teoría auxiliarles, por lo que pronto tendrán compañía, sin contar con los curiosos que no tardarán en arremolinarse.

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17/07/2018, 04:24
El Oráculo [Director]

Notas de juego

Atreo (Lógica): No tienes claro si el rey los estaba usando para acabar con la criatura. Mas bien crees que el esperaba que la bestia los matase a ustedes.
Supervivencia: Desconozco de temas relacionados, pues puedes considerar que tu personaje conoce al menos las técnicas básicas para atrapar centollos en la costa de uno a uno.
Conocimiento común cultural Grecia: Desconoces del tema.