Partida Rol por web

El cantar de la princesa de Asine

E8.- El sendero de los Héroes

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28/11/2018, 19:41
Talios

El gigante se lo pasó de lo lindo el penúltimo día de las competiciones, sin duda la lucha era lo que más le interesaba y la dura batalla que mantuvo con Ischyros y el propio rey sólo aumentaban su diversión y pasión por la lucha, y aunque estuvo a punto de perder junto al joven, al final pudo aguantar sus primeros envites, y conforme más se alargaba la lucha más se decantaba la situación a su favor, llegando al fin a derrotarlo. Estuvo tentado, ante tantos abucheos hacia el pobre miceno, de hacer un acto para honrarle y hacer lo propio que hizo Theon con él en el tiro con jabalina, pero sospechaba que el hermano de Ptolomeo lo había hecho más como parte de un plan que por pura generosidad, quizás para que la plebe siguiera tomándolo como campeón y poder usar dicho favor en algún momento; así pues, optó por no decir ni hacer nada, por mucho que le pesara, y evitar así que lo vinculen con los micenos de una forma bastante estrecha.

Por otro lado, Talios, viendo que las competiciones ya habían acabado para él, no se privó de nada en la celebración de esa noche, comió todo lo que pudo y más, bebió hasta que el propio Dionisio le dijo que parara, algo que seguramente no pasó, pero teniendo en cuenta el estado de ebriedad del ateniense, era perfectamente factible. El jonio no sabía muy bien qué hizo y qué dejó de hacer esa noche, pero una cosa si tenía clara, su tiempo allí se acababa, y alojamiento y comida como en aquel lugar tardaría mucho en volver a probar...

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29/11/2018, 00:28
Theron

De tanto recorrer la ciudad, ya la conocía como la palma de la mano, los taberneros me saludaban con reconocimiento, y algunos marineros soltaban obscenidades en mi presencia, como si de uno mas de ellos me tratase. Decididamente, de no tener éxito en las negociaciones, tendríamos que usar todo lo que había aprendido en estos días. Al amanecer, cerca del puerto oteando las aguas que chocan contra el horizonte, temía que de tener que huir, esto solo trajese mas discordia entre nuestros pueblos. 

Los festejos perduraban a la par que las competiciones, competiciones en las que las viejas rencillas aun estaban muy presentes, lejos habían quedado los primeros días en que se nos veía a todos como héroes, ahora solo los atenienses y el espartano, eran aclamados como tales. De destacar mis sobrinos, o Spyridon, los abucheos resonaban en la arena, cosa que pasa una vez mas en las competiciones del día ... si este es el pensamiento del pueblo llano, nunca se firmará la paz en "Grecia". Aun así, cuando todo acaba no dudo en felicitar a los ganadores, que han hecho hincar la rodilla a un rey. - Han sido combates honorables, por mucho que intenten maquillar el resultado, debéis sentiros orgullosos de vuestros actos.

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01/12/2018, 00:39
Morfeo [Narrador]

Al caer la noche, ya un par de horas después de concluidos los eventos de aquella tarde, inició el ritual de aquel día, en esta ocasión se sacrificó a dos carneros de vigoroso tamaño, ambos fueron ejecutados por el rey usando una daga ceremonial confeccionada con el exoesqueleto de Carakginius. Había esta vez más gente en el evento pues se había permitido a muchos de los pobladores de la ciudad el poder acceder a a los festejos que se realizaban en la acrópolis. Por ello, un banquete aun mayor estaba preparado para aquella noche, en la cual, seguramente los festejos se prolongarían hasta el amanecer.

La noche ya estaba por sobre de ellos cuando, tras apenas concluir con los sacrificios, el rey llamó a todos los héroes para que se reuniesen en torno al altar de los sacrificios. Fue en ese momento cuando una comitiva liderada por un sacerdote de Ares se presentó ante todos trayendo muchas armas, todas ellas confeccionadas también con el exoesqueleto de Carakginius o bien con el de aquel centollo gigante que derrotasen en un inicio.

Uno a uno los héroes fueron hincando rodilla mientras las armas eran depositadas una a una en sus brazos y bañadas con la sangre de aquellos carneros, a través de lo cual, el sacerdote clamaba al dios Ares para que bendijese en batalla a aquellas armas y potenciase el poder de sus portadores.

A Spyridon le fue entregado un Escudo de Carakginius.

A Theron una Lanza de Carakginius.

A Ischyros una Espada de Carakginius y una Espada de centollo gigante.

A Ebalo un Escudo de Carakginius.

A Talios una Hacha a dos manos de Carakginius, una Lanza larga de Carakginius y una Espada a dos manos de Centollo gigante.

A Atreo un total de 30 flechas de Carakginius y otras 20 flechas de centollo gigante. Además de una Daga ceremonial de Carakginius y una Espada de A Centollo gigante.

A Anatolius una Espada de Carakginius, 10 flechas de Carakginius y otras 20 flechas de centollo gigante.

A Akintos tres Jabalinas de Carakginius.

A Ifianasa un Baston de Carakginius.

A Dareios dos dagas ceremoniales de Carakginius.

A Lykaios una Lanza de Carakginius y un Escudo de Carakginius.

A Hypatia un total de 10 flechas de Carakginius y 20 flechas de centollo gigante.

Notas de juego

Atreo y todos: Pues yo creo que a reservas de que me equivoque, al menos la mayoría están bajos de PD.
Spyridon: Llegar a Asine te tomaría 4 horas a paso normal. A 2 horas más al norte se encuentra Tirinto.
Todos: Si alguno reniega los regalos o bien no desea las bendiciones, tendrá que dejarlo muy en claro.

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01/12/2018, 01:11
Rey Karsten

Tras recibir los obsequios, los héroes fueron llevados hasta el centro de la acrópolis, donde se realizaría el gran banquete, a fin de ser ovacionados por todos los presentes. Las armas ya les habían sido retiradas con la promesa de que las encontrarían a la brevedad en sus aposentos, y por ello solo se les permitió, tal como antes, conservar o portar dagas ceremoniales.

Para la cena, los héroes fueron sentados de nuevo de la misma forma que en las noches anteriores, y por tanto todo era prácticamente similar, salvo por el hecho de que había al menos el triple de personas que en la primera noche. El gran banquete inició con la carne del carnero sacrificado asada con especias y aceite de olivo, lo cual se acompaño con pan de centeno y algunos frutos secos para degustar. Mas tarde se sirvió un tradicional caldo negro, preparado con la sangre y viseras de los carneros acompañados por finos vinos y hiervas para darle sabor. Dicho platillo dio por terminada la parte más formal de la cena, momento desde el cual los músicos empezaron a ambientar los festejos y dejo actuar libremente a los invitados. Ya para aquellos momentos, el vino abundaba en todas las mesas, tanto de baja calidad como de la más alta.

El rey se puso de pie en aquel momento y levantado firmemente la voz, se dirigió con palabras, a todos los presentes.

Esta noche consumamos este gran evento, este resurgir de Asine, un resurgir en gloria y honor, un resurgir en sangre y poder. Esta noche, a dos día de concluir estos sagrados festejos podemos ya establecer con orgullo el valor y poder de esta ciudad y el favor de los dioses, que no solo enviaron a poderosos guerreros de todas las tierras de la Helade, si no que permitieron que estos derrotasen a la hasta aquel momento, imbatible bestia de los mares, Carakginius –. El rey aplaudió entonces un par de veces en señal de aviso para sus sirvientes, y enseguida llegaron estos escoltando trayendo bellas joyas que depositaron en el suelo sobre finos cojines, tras ellos, una escolta de guardias de la acrópolis apareció acompañando a cerca de una veintena de bellas y jóvenes doncellas de la ciudad, las cuales se pararon frente a los cojines.

Esta noche – habló de nuevo el rey, – habrá de iniciarse un pacto eterno entre los héroes y esta ciudad. Su sangre correrá por generaciones en esta tierra y la glorificará por encima de cualquier otra. He pedido a las más bellas doncellas de toda la ciudad que se reúnan aquí para presentarse ante los héroes, y si los dioses están de acuerdo, puedan contraer matrimonio tras los festejos. Aunque quien soy yo para impedirlo, si alguno lo desea, pueden contraer matrimonio hoy mismo –. El rey continuó hablando sobre la importancia de aquellos matrimonios; sobre como a través de estos, las bendiciones que habían sido derramadas por los dioses en aquellos días sobre la ciudad habrían de permanecer por generaciones. Fue tal el impetu e importancia que le dio el rey a esto, que el pueblo reunido a allí en multitud clamaba ya a los héroes que se animaran y desposaran doncellas a la brevedad. Y he allí el plan del rey, pues la gente no vería nada bien el rechazo a algo tan sagrado por parte de los héroes.

Fue tal su insistencia, que incluso puso de manifiesto que el viejo general de los ejércitos de Asine había solicitado desposar a la bella y joven Hypatia, aunque no dejo claro si estaba ordenándolo o sugiriendolo.

La misma princesa Melani se acercó a los héroes uno a uno a excepción del caso de Hypatia e Ifianasa, y les indicó que si alguna de las jóvenes había conquistado su corazón, solo debían tomar las joyas frente a ellas y otorgárselas como presente, de tal modo que estarían ellas ya prometidas a ellos en matrimonio. Por otro lado, les advirtió de cierto modo que el rey esperaba que al menos se acercasen a una o más de estas jóvenes y públicamente buscasen conocerlas, a fin de que quedara de manifiesto su interés en pactar con Asine y formar un lazo verdadero entre iguales. Y si bien con esto los héroes podían postergar su decisión sobre a que dama elegir (o si elegir a alguna en aquella noche), cierto era que no aquello de conocerlas daba entender que tarde o temprano el rey Karsten esperaba que ellos desposasen a alguna de las doncellas de Asine. Ya para aquellas alturas las princesa Ava y Haidee no se encontraban más en la cena, la primera se había marchado momentos previos ante una orden indicada por su padre para que la escoltasen a las habitaciones del palacio real, mientras que la princesa Haidee se había escusado al sentirse mal poco después de que su padre presentara a aquellas doncellas.

Notas de juego

Todos: Pueden imaginarse a la bella mujer doria que deseen. ¿Dudas?
Todos: Si desean tomar a alguna joven por esposa, este es el momento, si no desean si quiera conocerlas, han de dejarlo muy claro. El no postear me da completa libertad (de incluso casarlos), tanto en lo actual como en lo anterior.
Todos: Para estos momentos las armas otorgadas ya estarán en sus aposentos.

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01/12/2018, 01:16
Morfeo [Narrador]

Mientras el rey habla sientes una presencia junto a ti, pero cuando volteas no hay nada, aunque alcanzas a ver un sombra que se difumina rápidamente al tiempo que en susurros se te dice – esta es la noche –. Sabes pues que pronto se te darán detalles para llevar a cabo tu misión.

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01/12/2018, 01:19
Princesa Haidee

La princesa Haidee se muestra muy coqueta contigo durante toda la cena, llamándote “mi héroe” con sumo cariño y devoción a cada momento que le es posible. Al momento de que el rey ejecuta su plan, la princesa jala de tu brazo, y te exige que la mires a ella y solo a ella pues no necesitaras a otras, y te pide que no le entregues ninguna joya a ninguna de aquellas mujeres que su padre a traído para ustedes, que solo finjas que deseas conocer a alguna y que en cuanto puedas, te escapes de la cena y te escabullas hacia la entrada de las habitaciones del palacio real, donde ella te esperará ansiosa. Acto seguido, la princesa finge un severo dolor de cabeza y cansancio, y disculpándose, se marcha de la cena.

Notas de juego

La mesa está servida.

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01/12/2018, 01:26
Morfeo [Narrador]

Ves a Mentor volar  en círculos amplios por sobre ustedes, cosa que no había hecho hasta ahora pues siempre se había mantenido lejos de los festejos y eventos de la nobleza doria de Asine. No sabes si algo le preocupa o si solo intenta cuidarte.

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01/12/2018, 07:36
Spyridon

Spyridon observó la factura del excelente escudo que le habían entregado, estaba claro para el general que el Ray Karsten no había escatimado esfuerzo entre sus herreros para complacer a sus invitados.

Saludó al Rey con una inclinación de cabeza, agradecido por el presente, y lo entregó a uno de los esclavos que se ocuparía de llevarlo a la habitación que ocupaba junto sus cosas.

La verdad es que el Rey se estaba portando generosamente con ellos.

Después llegó el momento que el general realmente más temía. El general, veterano en tantas batallas, era totalmente ajeno al mundo del amor y de las mujeres. El recuerdo de su esposa pesaba mucho en su pasado y la visión que había tenido hacía aún más complicado si cabe el poder elegir una nueva esposa.

Podría hacerlo, realmente, sin mayor problema. Aceptar una cualquiera de esas doncellas en aras de una alianza política era importante. Ciertamente un general Miceno y una doncella de Asine no iban a sellar un pacto que pusiera fin a la guerra entre ambas potencias, pero sería un gran paso hacía ello y le permitiría actuar como embajador antes ambas potencias.

Pero Spyridon no era así. Aprendió de su anterior esposa lo que era compartir el amor y, aunque él podía sacrificarse por el beneficio político, no era justo para la doncella que eligiera.

De todas formas, el general inspeccionó a las mujeres, ciertamente bellas, pero desconocidas. Había una que parecía distinta a las demás, no es que fuera especialmente bonita pero había algo en su mirada que el general no podía expresar. Entre todas ellas, solo esa le recordaba a su esposa.

Esa mirada confundió al general. No debía compararla con su difunta esposa, la muchacha debía ser valorada por ella misma, no era justo. La duda asaltó su corazón ¿podría ser el destino?

- Mi alma está atormentada por la anterior pérdida de mi esposa cuyo recuerdo es muy profundo en mi interior. - expresó el general en voz alta. Se acercó a la muchacha que había captado su mirada. - Aún así, estoy dispuesto a que los dioses me muestren su camino y, por el bien de nuestros pueblos, su guía en el futuro. 

No tomó la joyas para dárselas como presente a la dama, sino que tomó una de sus manos.

- Si los dioses lo desean, conozcámonos mejor y que sea la voluntad de los mismos la que nos guíe.

Notas de juego

Spyridon tiene una lucha interior entre servir de enlace entre ambas naciones y el recuerdo de su mujer. No se si ha de hacer alguna tirada por su condición de "Amor perdido".

Al menos está dispuesto a conocer mejor a una de las doncellas, pero no usa las joyas para indicar que necesita algo de tiempo para comprometerse a matrimonio.

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01/12/2018, 19:11
Talios

El gigante estaba más que satisfecho con las armas que había recibido, sin duda estaba deseando probar el filo del enorme hacha contra un enemigo que se precie.

Tras ello vino la ceremonia y el banquete, momento en el que el gigante hizo gala de su apodo y comió y bebió como si no hubiese mañana, y habría terminado la noche profundamente ebrio, si no fuera por la sorpresa que se llevó cuando el rey presentó a aquellas doncellas, acto que le quitó la ebriedad en el momento. Al principio creía que era sólo un ofrecimiento, pero luego se dio cuenta de que no parecían tener mucha opción si no querían ofender gravemente a su anfitrión. No obstante, esperaba que Spyridon o Lykaios dialogaran con Karsten y declinaran amablemente la proposición, pero al ver como el mismísimo general, que nunca había visto tocar a una mujer, se ponía a examinar a las muchachas locales, el ateniense comprendió que no le quedaba mucha opción, hacía mucho tiempo que no sentía amor por ninguna fémina, y de hecho prefería que siguiera así, no le quedaría otra que aparentar y tomarse aquello como una mera apariencia y que la pobre muchacha sufriera las consecuencias. Así pues, al igual que el general, paseó entre las jóvenes, había una de enorme belleza y altura, sin duda le parecía la mejor de todas las presentes, por lo que puestos a tener que coger una, haría como Spyridon, por lo que acercándose a la misma le dijo:

-Parecéis una buena mujer, me gustaría conoceros más en profundidad -expuso haciendo lo propio y dejando claro que no se casaría de momento.

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02/12/2018, 00:13
Hypatia

Sin duda, esa noche no será como las demás. Tras la ceremonias y recibir armas hechas con la coraza del carakginius y del centollo gigante, se dispone el gran banquete y la fiesta que le sigue, pero con la presencia de muchos pueblerinos. Pero no es solo por eso, también comienzan a desfilar mujere6muy hermosas para situarse en el centro de atención. Son como objetos para que los héroes escojan a una para desposarse. Y lo que aun parece más increíble es que varios de sus compañeros accedan a tal cosa.

Pero lo qye la drja fuera de lugar es que ese viejo general de Asine se atreva a insinuar o, incluso, a presuponer que ella se va a casar con él. Ni en sus sueños más locos podría suceder slgo como eso. Espera a que alguien salga en su defensa aunque parecen demasiado ensimismados en seguirle el jyego al rey como para que le presten atención a ella. 

Cualquiera diría que todos están encantados con toda esa situación. 

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02/12/2018, 23:45
Capitán de navío Ebalo

Ebalo con su nuevo escudo estaba como un niño con juguete nuevo, en seguido quiso probarlo, primero pensó en que fuera Talio quien lo golpeara pero lo pensó mejor y se lo pidió a Ischyros, que sólo había pedido una espada, no como los mercenarios que pretendían salir de allí con una recompensa, por las buenas o forzando . Esa manera de buscarse la vida en territorio “enemigo” y bajo presión era algo que el espartano valoraba, eso es mejor que la modestia o la diplomacia que no da de comer.

Ebalo pasa las noches festejando y regalando los oídos al rey, a los nobles y a la princesa. Le deja el honor y esas tonterías a los demás, él aprieta la vida como si fuera una fruta a la que sacarle todo el jugo, y si tenía que parecer un lameculos y un traidor para completar la misión, no sólo lo haría, sino que disfrutaría en el proceso. Eso no quitaba que todas las noches en su cuarto, y en quedos susurros, le fuera dando a Theron novedades de cómo iba todo  con la princesa, detallando sus conversaciones con ella para que estuviera al tanto como iba el cortejo para poder llevársela a Asine.

Aplaudió la idea del Rey como el que más ante la propuesta de casarse con mujeres micenas para crear un linaje de héroes. Ebalo lleva intentado eso desde que llegó, él se podría quedar de semental con las bellas mujeres de la ciudad si así fuera el designio de los dioses, sin embargo para su pesar este no es el fin del camino.

A la hora de elegir es muy difícil ya que son todas muy bellas y considerando un insulto que alguna fuera despreciada, el espartano elegirá a todas las que no sean seleccionadas para conocerlas y darle una oportunidad a todas. En cualquier caso si hay una para cada uno, elegirá a la última. Para pasar con ella una velada conociéndola o conociéndolas, aunque se excusará para ir a cambiarse de ropa, pues seguro que su torpeza unida a la emoción reinante, hace que se le caiga una jarra de vino por encima.

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03/12/2018, 17:39
Atreo

Con la llegada de la noche una nueva ceremonia tuvo lugar y en ésta Atreo estaba cansado de las últimas actuaciones y debía recuperar fuerzas, aunque no quería que nada le nublara el entendimiento o le soltara la lengua demasiado, algo peligroso para ellos, sin dudas.

En la ceremonia por fín se les trató como a los héroes que eran, pues los esforzados herreros y hombres de manos hábiles del Rey les habían preparado una serie de armas, sin duda tras haberlos observado en las competencias. Las flechas, daga y espada que recibió Atreo eran de una manufactura exquisita, aunque las piezas que componían las puntas y filos eran de una naturaleza tan extraña que casi resultaba de fuera de ése mundo, como si los mismos Dioses las hubieran confeccionado para ellos.

El joven cazador, al igual que el resto, no dijo nada ante la bendición que se le hizo a dichas armas en nombre de Ares, pues en su interior estaba clara su elección a su Diosa, y nada podía quebrantar dicha resolución. Sus labios murmuraban mientras la sangre de los carneros caía en ellas.*

En la cena, multitudinaria en éste caso, comió algo más de lo normal, aunque no bebió casi nada, más que agua, pues no quería embriagarse. Mientras cenaban, el Rey Karsten dio paso a una serie de muchachas de Asine extremadamente bellas, y para el total asombro del joven, les ordenó casarse con ellas. Montó en cólera y miró a su hermana, poniéndose a su lado en actitud defensiva en el momento que escuchó la petición del viejo general. - Antes pasarán por encima de mi cadáver, hermana. - le susurró de tal forma que sólo ella le escuchara, pero pronto se dio cuenta de su error, pues les habían dejado una pequeña salida, que era que debían al menos darles una oportunidad a las muchachas.

Se giró hacia su hermana y le dijo en voz audible para quien estuviera cerca - Hermana, sé que no es plato de tu gusto, pero debes darle la oportunidad al viejo general de conocerlo. - y por lo bajini, para que sólo ella le escuchara, añadió - y así haremos tiempo para salir de aquí...síguele el juego. Probablemente se enamore perdidamente de tí y quizás pida la paz para evitar la guerra sólo por poder contentarte y enamorarte...quizás hasta puedas confundirlo de tal forma que nos facilite salir de aquí... - dijo finalmente, con cierta broma en la voz.

Al ver que debía dar un paso adelante como el resto si querían irse en paz, miró a su hermana y le guiñó un ojo, antes de acercarse a coger unas joyas y mezclarse con el resto**. Se acercó a una de las muchachas, la más parecida a la princesa ava que pudo encontrar, y charló con ella un buen rato, ofreciéndole una y otra vez bebida, de hecho, él mismo fue varias veces a por bebida, poniéndose el agua para él y licor para ella, brindando con ella una y otra vez, haciéndole preguntas sobre gustos, aficiones, y demás zarandanjas, pero con el sólo ánimo de ir dejándo pasar el tiempo y que la bebida y la noche fueran haciendo su trabajo, ya no sólo en las muchachas, si no en todos los demás.

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03/12/2018, 18:11
Atreo
Sólo para el director

Notas de juego

*A ver, no sé muy bien como funciona todo ésto del mundo espiritual, los Dioses y demás en ésta ambientación/juego/sistema, pero me parece poco ético el ir aceptando bendiciones de todos los Dioses. Ten en cuenta que en éste caso, no conozco casi nada del tema y voy bastante perdido. Intento interpretar lo mejor que se me ocurre y respetar las reglas del juego, pero en ambientación voy bastante PEZ (perdido).

Si mi pj, por su conocimiento de su propio mundo, religión, etc...considera que es aceptable el "aceptar" las bendiciones de Ares tras declararse devoto de Hécate, pues las acepta, si no lo es (que yo creo que no lo debe de ser), pues renuncia a ellas y sólo aceptará las de Hécate, de hecho, él mismo reza consagrando dichas armas a ella, en lugar de a Ares, por eso he puesto lo del murmullo.

** Intento, mezclándome con el gentío y mis propios compañeros, aprovechando la enorme silueta de Ébalo o Talíos, esconder y llevarme unas joyas. Mi idea es que la Princesa Ava sabe qué significan esas joyas, y me gustaría llevármelas para ofrecérselas en el caso de tener alguna oportunidad, a ver qué sucede. Por eso emborracho a la muchacha y hago tantos viajes arriba y abajo, para confundir a quien pueda haberme visto, dejo ir pasando el tiempo para que la gente en general se emborrache o se canse y así pierda reflejos / atención.

Ésta noche me llevo el martillo y me llevo o dejo a la Princesa en calidad de prometida/casada conmigo, y mañana nos están colgando del palo mayor de algún barco...XDD

Si hace falta alguna tirada, hazla tú por mí, DM, por favor.

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03/12/2018, 18:23
Atreo
Sólo para el director

Antes de retirarse a sus aposentos, Atreo pasó disimuladamente cerca de Hypatia y le susurró con urgencia y en un tono que no admitía réplica  - Hermana, confío en tí más que en nadie. Ésta noche debemos irnos, pues si no, algo muy malo nos sucederá mañana. Avisa al resto y diles que se preparen para salir urgentemente ésta noche. Diles que si desean cumplir la misión, que no tenemos más tiempo, lo que no se me ocurre es cómo resolver lo de la Princesa, habrá que improvisar. Los Dioses me han advertido. - y tras eso, se pierde entre el gentío, desapareciendo de su vista. Nadie parecía poder encontrar a Atreo. 

Notas de juego

Dm, dejo éste mensaje para mi hermana Hypatía, por si consideras oportuno que a mi PJ le de tiempo de advertir al resto antes de que se líe parda. Si no lo ves posible o no lo consideras, borra éste mensaje, por favor.

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03/12/2018, 18:33
Atreo

Notas de juego

Cuando en mi anterior post he puesto que le susurra a su hermana hypatía, podríamos suponer que Ischiros está cerca y Atreo se inclina lo suficiente para que él también les escuche, no la vaya a liar, que si él es impulsivo, Ischyros no se queda atrás...y viene calentito de la pelea con el Rey...jajaja..

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03/12/2018, 23:58
Theron

Las competiciones terminan, los campos de juego son abandonados, y de regreso a la villa que usamos como residencia, una vez mas Ebalo y me detalla como ha avanzado con su plan ... a mi parecer con demasiadas florituras en su relato.

Con el ocaso, las fiesta en el palacio comenzaba, quizás fuese cosa mía, pero por lo que parecía, mas gente llenaba los atrios del palacio. Es en este día de festejos cuando el rey hace patentes sus deseos, presentándonos dos presentes, por una parte las armas obtenidas de las criaturas marinas vencidas, trabajadas por sus artesano y por otro lado la invitación de unir nuestra sangre a la sangre de la ciudad. 

No dudo en recoger el arma bellamente trabajada, la habíamos obtenido con el sudor de nuestra frente y la sangre de nuestros cuerpos, eran nuestras por derecho. Tras mantenerla la lanza unos segundos entre las manos, no dudo en entregársela a un sirviente para que la deje en nuestros aposentos. En cuanto a las muchachas, no puedo dejar de mirar con desconfianza al rey, cuando estas bellas hijas de la ciudad se presentan ante nosotros, la inquina derramada en los discursos, el abucheo constante desde las gradas, ... no tenía sentido ante esta proposición. Es la insinuación del casamiento de mi sobrina, lo que me obliga a acercarme a ella y colocarme protectoramente a su lado.  - Mi rey, me siento honrado ante su proposición, y creo que mi sobrina también, pero sin su padre aquí presente, he de velar por su seguridad y su pureza. Es deber de mi hermano como cabeza de familia, el negociar los términos que sellasen el acuerdo de matrimonio*. Pongo la mano sobre el hombro de la joven. -  Aunque, está en las manos de la joven Hypatia, siempre bajo vigilancia, querer conocer al pretendiente.

Sonrío con la mayor afabilidad que puedo, que no es mucha, mientras susurro al oído de mi sobrina.Jugamos contra el tiempo, puede que como héroes, nos den algo de manga ancha, pero supongo que el rey podría hacerse tu valedor y obligarte al casamiento.

Una vez solventado el tema de mi joven sobrina, estaba el consejo de la princesa, y visto las acciones del "resto" de los héroes, tendríamos que seguir con la mascarada. Acercándome a una de las hermosas doncellas de la ciudad, me presento humildemente ante ella. - Joven dama, si a bien tenéis, podríamos disfrutar de esta tranquila velada. No soy mas que un viejo guerrero venido de otras tierras, quizás vos podrías hablarme de las maravillas de esta ciudad y sus gentes.

Notas de juego

*Supongo que esto se negociaría, vía dotes; ovejas, cabras y oro que se entregarían al novio.

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04/12/2018, 08:20
Anatolius

Durante los festejos de la noche, la cosa no se fue muy de madre mientras el Rey y algunos nobles hablaban de los actos heroicos en la batalla contra Carakginius. En esos momentos no prestaba atención puesto que otra cosa captaba mi atención: Mentor estaba dando vueltas sobre nuestras cabezas:-No me gusta. Si está ahí arriba algo va a pasar.-pienso para mi mientras escucho de fondo la voz del Rey. Me levanto de la mesa, con la excusa de tener que evacuar y me alejo de la fiesta. 

Silbo una suave melodía para llamar la a Mentor y extiendo el brazo. Cuando aterriza sobre él, hablo:-Que ocurre? No es normal que salgas a volar a estas horas de la noche y con esta fiesta montada.-

Notas de juego

Master si me puedes contestar sigo con el post. 

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04/12/2018, 23:21
Ischyros

Todo aquel asunto del combate que gané al Rey, el pugilato, me sentó muy mal y solo pude conformarme de las muestras de apoyo que mis compañeros me brindaron ante tamaña injusticia. Injusticia diseñada para intentar salvaguardar el honor de Karsten pero que solo lo hundió como un cobarde y deshonroso, basando su reputación en trucos baratos y engaños. Mantuve mi temple gracias a mis amigos y familia, para no proferir las verdades que en esta ciudad se callan a destajo sin ninguna vergüenza.

Luego vinieron más de esas ceremonias innecesarias que, a menos de una semana de comenzadas, ya me tienen completamente aburrido. Si antes solo adoraba al padre Zeus, recordándolo solo en casos puntuales, ahora desprecio mucho más al clero que antes.

Pero recibo las espadas que me tienden, no por aceptar un regalo de los Dorios sino porque siento que me las merezco. Luché, sangré y derroté a esas bestias en conjunto con mis compañeros de armas, amigos y familia, por lo que aquello que venga de esos centollos es nuestro por derecho.

Finalmente, después de más ritos innecesarios, llega la gota que rebalsó el vaso. Una ridiculez en la que debemos aceptar desposar a unas muchachas solo para unir a nuestros pueblos. Atreo habla a Hypatia y a mí, intentando de que no vocifere lo que tengo acumulado en mi interior desde que comenzó todo este asunto. Miro la joven delante de mí y luego a Atreo antes de murmurar:

 - "Lo siento."

Levanto la voz para que todos oigan:

 - "¡NO!"

Doy un paso adelante, por el lado del cojín y comienzo a hablar:

 - "No me interesa conocer a esta joven y hermosa muchacha pues no vine a Asine a buscar esposa. Ni siquiera vinimos a Asine a matar a Carakginius sino que fue algo que hicimos para ser escuchados. Fuimos tomados como hostiles apenas pusimos un pie en estas tierras, amenazados con la prisión y la muerte sin delito alguno. Les libramos de aquel terrible mal. ¿Y que recibimos a cambio? Ser obligados a mostrarnos como atracciones mientras el rey se llena la boca con la gloria de un pueblo que no fue capaz de matar a su propia bestia, desconociendo que estos héroes son en su mayoría de sangre Micena. Injusticia han destilado sus palabras, usando nuestra hazaña para gloria de Asine y no de quienes realmente lo consiguieron, omitiendo en cada uno de sus discursos que somos de Micenas y que Ebalo, llamado arbitrariamente general por la corte, es solo un amigo más que nos acompaña bajo el mando del General Spyridon, solo por no reconocer que un Dorio puede servir con gusto bajo las órdenes de un Miceno. ¿Y ahora qué? ¿Nos obligan a casarnos para mejorar su raza con nuestra sangre? No permitiré jamás que mi hermana despose a un anciano que falló por años en derrotar a una bestia que no nos duró una hora en combate. Ella es una heroína de Asine, ella elegirá al hombre que desea, en esta ciudad o en la que a ella le plazca."

Miro a mis compañeros antes de continuar:

 - "Ya no me interesa seguir con esta farsa, para gloria de alguien que ni siquiera es capaz de asumir una derrota solo porque su oponente es un bastardo de una ciudad enemiga. No, es hora de decir la verdad y la única verdad importante de mencionar y recordar es que nosotros somos los Héroes de Asine, nosotros acabamos con Carakginius y su progenie, nosotros hemos sido bendecidos por los dioses y podemos derrotar al enemigo que se nos ponga por delante. Solo los Dioses marcarán nuestro destino, no usted."

Finalizo mirando directamente a Karsten, desafiante. Ya no me interesan sus caretas, no me interesan sus tramas ni seguir siendo una pieza en sus sucios designios. La verdad ha de salir a la luz, aunque a nadie de los presentes le importe. La justicia siempre ha de imponerse pues lo que es justo debe gritarse y las injusticias deben ser denunciadas. Ya está hecho y sé que, si soy asesinado y por eso mi padre no puede ser rescatado, sabrá entender pues es un hombre justo y tampoco callaría, ni siquiera frente al rey Karsten.

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05/12/2018, 01:46
Morfeo [Narrador]

La noche se mostraba absoluta, con una luna radiante y unas estrellas esplendorosas, y sin embargo, la oscuridad parecía querer devorarlo todo. Si el rey había hecho una jugada, sin duda los héroes habían hecho la propia, para bien o para mal, algunos habían accedido prácticamente con completa disposición, a las palabras del rey, otros habían jugado al juego del rey pero sin romper la cuerda que claramente ya se estaba tensando lo suficiente, y finalmente estaba Ischyros, que con un claro y contundente “No”, quebró por completo la luz que se depositaba en las ilusorias miradas de los nobles e invitados presentes en aquella cena. El silencio fue total por prácticamente una eternidad, la cual duró no más de un par de segundos de dudas, tras los cuales, los guardias de la acrópolis ya desenfundaban sus armas ante una clara amenaza a su rey y su reino.

Notas de juego

FIN DE LA ESCENA