Partida Rol por web

El cantar de la princesa de Asine

E9.-Sueño de una noche de luna llena

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29/05/2019, 22:39
Capitán de navío Ebalo

Ebalo se puso a remar como los demás y acompañó con una canción para intentar que cogieran un ritmo al unísino, y si no, pues por lo menos se entretenía cantando. La canción va sobre Poseidon y 3 sirenas con los pechos enormes es muy divertida, puede que Poseidón tenga un poco de sentido del humor.

De reojo ve a Hypatia bajar bajo cubierta. Espera que se encargue de todas las cosas allá abajo, hay cosas que tienen que estar bien sujetas y protegidas. Pero supongo que serán problemas para más adelante, lo primero será salir de allí. ¿Del cazo a las brasas? ya veremos.

-[...] con sus tetas grandes como perolas, eran como islas entre las olas [...]- se oye en un momento dado cuando la tormenta deja espacio para que se oiga su voz.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Fuerza 14

Lógico 10

Cantar 7

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30/05/2019, 00:58
Ischyros

Nuestra huida de los barcos dorios no es tan veloz como esperábamos, probablemente porque nunca nos planteamos el hecho de que la falta de remeros nos haría ir lento en comparación con cualquier perseguidor. Nuestra fuerza física superior podría brindarnos una ventaja pero no creo que sea lo suficiente como para equiparar una dotación completa.

Sin dudarlo un momento, tanto porque sé que debo aportar en ello como por saber que no tengo ninguna otra forma de ayudar, tomo un remo y comienzo a remar intentando seguir el ritmo que marca el resto, especialmente Ebalo con su canto.

"Uno, Dos, Tres, Cuatro..."

Intento seguir el ritmo mentalmente, sin saber realmente si lo estoy haciendo bien o no pues nunca había remado antes. Había visto a alguien hacerlo en botes pequeños pero nunca en un trirreme como este o similar, por lo que solo me queda suponer que es la misma esencia.

Continúo, intentando aportar de alguna manera a que consigamos entrar en la tormenta como dice el Capitán Tesifonte y esperando que esa no sea la última decisión que tome ese hombre... para todos nosotros.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Proeza de Fuerza: 9

Lógica: 8

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30/05/2019, 18:44
Atreo

Tras unos minutos con la mirada perdida, Atreo se fijó que habían muchos más remos vacíos que hombres, y que la mayoría estaban allí esforzándose al máximo mientras él estaba sentado esperando el impacto de la tormenta sobre ellos.

Los cielos oscuros, las nubes tormentosas y los rayos relampagueando encima de sus cabezas, mientras los truenos retumbaban como avalanchas en el cielo, la humedad en el aire...todo indicaba que estaban a punto de entrar en la tormenta.

- Mierda...esperadme hermanos, que voy. - dijo, sacando el brazo de debajo de la cuerda y frotándose mientras se ponía de pie y oteaba alrededor. Con una mano en la barandilla se sorprendió cuando vio que dos barcos enemigos estaban a punto de alcanzarlos. - Por Hécate... - susurró.

Sin pensar más, se sentó en uno de los remos y con fuerza y brío, contando los segundos y acompasando su ritmo al de los demás, comenzó a remar.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Proeza de Fuerza: 13

Lógica: 11

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30/05/2019, 18:52
Atreo

Una encrucijada se ha presentado ante ti, y tú, solo tú has elegido tú camino. El Hades no me espera, no podría verte allí. Una tareas has cumplido bien dices, faltan dos, al terminar la tormenta, al despertar, conocerás la segunda.

Has decidido salvar otra vida a la par de la tuya. Sabía decisión, o quizá sea la suerte que te acompaña mi fiel sirviente. Escucha ahora mis palabras y podrás cumplir tu destino.

Cuando llegue el momento y todo esté perdido, levanta en lo alto el martillo ancestral de Asine y ofrendalo para apaciguar la venganza que ha de caer sobre ustedes

Un susurro colmó su mente, haciendo que su mirada quedara perdida en el horizonte durante unos momentos. 

Una sonrisa apareció en su rostro durante un momento, como si estuviera pensando en algo gracioso.

- Gracias, mi señora. Se hará vuestra voluntad. - respondió mentalmente Atreo, pensando que por fín tenía un indicativo que le decía que Hécate no era tan malvada como parecía a primera vista, si no todo lo contrario, parecía una Diosa benevolente con los que cumplían lo pactado, los valientes y los eficientes. Le había dado la impresión que si le era fiel, ponía todo su esfuerzo en complacer a la Diosa y en hacer sus tareas de la mejor forma, ella le sería favorable.

Había apostado por ello su vida, y había ganado.

Rápidamente se levantó para ayudar a sus hermanos y compañeros*-

Notas de juego

*Ésto sucede justo antes de levantarme, pero he escrito los post en orden inverso.

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30/05/2019, 22:22
Anatolius

Si lo que escuchaba por encima de la bodega de remos era verdad nos dirigíamos hacia una tormenta para poder dejar atrás a los dorios. Un plan arriesgado pero creo que si tenemos suerte estaremos un paso más cerca de conseguir nuestro objetivo.

Mientras rezaba a la Diosa Atenea para que me diera fuerzas para superar mis límites y empujar el trimerre caí en la cuenta de que Mento no debía de andar muy lejos de donde estábamos. Me concentré en la imagen del búho de la diosa y, si teníamos esa conexión otorgada por la diosa, dije mentalmente:-Mentor si me oyes, no aterrices en el barco, nos dirigimos de cabeza a una tormenta. Vuela alto y sorteala.-no sabía si el mensaje le llegaría pero era lo menos que podía hacer por él.

Con fuerzas renovadas gracias a la Bendición de Atenea, tiré con fuerza del gigantesco remo y fijándome en los movimientos de mi hermano me sincronicé con él. 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Vitalidad: 55/55

PA: 4/5

Bendición de Atenea: +1 a fuerza; +1 a voluntad (1/3 turnos)

Armadura: Coraza de cuero, Hombreras de cuero, Casco Pequeño, grebas en mal estado 

Brazo Izquierdo: Arco

Brazo derecho: Espada de Carakginius

Puntos divinos: 35/39

Flechas de madera: 13/13

Flechas de Hierro: 8/10

Flechas de Centollo Gigante: 20/20

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30/05/2019, 23:17
Theron

La madera del remo era muy diferente a la madera del asta de la lanza, la lucha contra el mar era muy diferente ala lucha acaecida contra los soldados de Asine, aunque ahora que lo pensaba esta lucha es muy parecida a la lucha contra el centollo gigante. Esta tormenta sería una nueva lucha contra Poseidon.

Remad, una y otra vez, remad.

Los bandazos del mar zarandeaban el barco, el remo que sujetaba tiraba de mi y al mismo tiempo golpeaba de un lado a otro.

- Tiradas (2)
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30/05/2019, 23:36
Hypatia
Sólo para el director

Cada nueva palabra en la historia de la princesa la deja sorprendida y, a la vez, bastante molesta tanto con Ebalo como con la joven Ava que ahora se encuentra escondida en la cubierta inferior. ¿Es que no pueden ver más allá de sus deseos? Además, ¿cómo va a entregar a Ava al rey miceno? ¡Imposible! Aunque la vida de su padre dependa de ello. Una joven como Ava no debería acabar en manos de un rey malvado y déspota como el miceno. Además, con la desaparición de la princesa, dará al Rey Krasten más motivos para atacar Micenas. No hay posibilidad de parar esa guerra.

-Nada se puede hacer ahora. Debes quedarte aquí, princesa. La tormenta se cierne sobre nosotros y será peligroso en cubierta. Después hablaré con los dos.

Poco le importa que quien esté frente a ella es una princesa. Las acciones irresponsables deben recibir reprimenda.

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01/06/2019, 00:35
Morfeo [Narrador]

La adversidad siempre impulsa a los héroes. En los momentos en que el destino cierra sus puertas y niega el paso a aquellos que han dado su vida para llegar ante él, que han sangrado y hecho dolorosos sacrificios; en ese momento, estos héroes que lo han dado todo se han de levantar frente a su destino y exclamando con valentía y decisión, dirán que ese no será el día final, sino el inicio de una nueva y gran travesía, que hoy serán héroes no solo ante los hombres mortales que les han visto sangrar si no también ante los dioses que les han cerrado las puertas.

La fiereza de sus corazones se proyectaba en el agua, la cual rugía ante el batir de los remos. A la distancia, el enemigo empezaba a perder terreno y el trirreme de guerra de la princesa Melani ganaba velocidad. Y no, en aquel momento no eran los Dioses, no realmente, eran ellos, su poder interno y corazón lo que les impulsaba hacia aquella temible tormenta.

Los Dorios en los trirremes que les perseguían empezaban a hacer el alto, las olas crujían con fiereza, una gran tempestad se anunciaba en los cielos y una sentencia de muerte se escuchaba en el crujir de la madera de las embarcaciones. Los Dorios entendían, los héroes entendían; aquello no era normal, y los dorios de Asine no iban a seguir a los héroes en su lucha contra el Dios de los mares. Por ello, con mucho esfuerzo e incluso algunas pocas perdidas, lograron retroceder y dirigirse a puerto.

Los héroes por su parte avanzaban, con seguridad y valor, ya no había vuelta atrás. Las olas empezaron entonces a crecer más y más, los vientos les golpeaban con dureza como si les abofetearan una otra vez a cada instante. La lluvia caía con dureza y sin parar, hiriéndoles el cuerpo como duras piedras lanzadas con ira, mientras que en cubierta, el agua empezaba a acumularse de forma preocupante. El viento gritaba, lo hacia con furia, con ira; la tormenta quería destruirlos.

Pero el trirreme soportó uno tras otro de los embates, uno tras otro, y los vientos arreciaba y gritaban con mayor fuerza, con desesperación. El agua parecía entrar por todas partes y ya había gritos de marinos aseguraban que alguno de sus compañeros había sido tragado por los mares. El capitán tesifonte parecía gritar que se amarraran al barco mientras el mismo hacia lo propio, aunque su voz se perdía a la distancia y realmente nadie le entendía. Una fuerte ola de más de diez metros de altura golpeo entonces la embarcación rompiendo el palo mayor y tragándose las velas del barco. El capitán, quien justamente se había atado aquel mástil, ahora sangraba de su brazo derecho que lo colgaba con flacidez, probablemente dislocado o roto.

Una gran ola se aproximaba, más grande que la anterior, quizá del doble de tamaño. El capitán ya no gritaba, ni siquiera se atrevía a mirarla; en su corazón y el de muchos otros, todo estaba perdido, serían engullidos por el Dios de los mares. Poseidon cobraría su venganza. Y en aquel momento de desesperanza, entre la furia de la tormenta y la proximidad de aquella gran ola que traía el fin de sus vidas plasmado, dos cosas inusuales se suscitaron.

La primera de ellas fue la figura de una mujer joven, muy joven, que había aparecido desde la cubierta inferior del barco, mojada y aterrorizada. Poco les habría importado aquella rareza de no ser por que la mayoría de los presentes reconocieron en ella a la princesa Ava, la hija menor del rey de Asine.

La segunda fue igual de inusual pero sumamente atemorizante. De los cielos una segunda voz se escuchó, no eran gritos de furia, sino una voz cargada de seguridad, infortunio y templanza. Una voz que contrastaba con todo lo que estaba ocurriendo y cuyas palabras también carecían de sentido.

– Has decidido conservarlo y con ello, tienes la oportunidad de salvarlos a todos. Levanta ahora en lo alto el martillo y ofrendalo a las tormentas, y al despertar, la luz brillará de nuevo en sus vidas – .

Notas de juego

Todos: Han obtenido tiras muy altas, todos salvo Ischyros, aunque su falta queda escondida entre la gran destreza de todos los demás.
Todos: Siento decirles que ya con esto estamos cerca del final de la partida. Tienen libertad en sus acciones.

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01/06/2019, 11:12
Atreo

El mar les zarandeaba de un lado a otro mientras ellos ponían todos sus sentidos en remar una y otra vez, desafiando a la tormenta enviada por el Dios Poseidón, sin ninguna duda. Atreo soltó una carcajada al viento mientras el agua le salpicaba la cara, agitándola de una lado a otro para que la misma no le enturbiase la visión. Era feliz allí, luchando contra los elementos de la naturaleza, incluso contra los enviados por los mismísimos Dioses. Él era un cazador, un superviviente en condiciones extremas, y ahora mismo se sentía impulsado por todo lo aprendido, por su naturaleza y por la doble misión que tenían. El amor por sus padres, la necesidad de justicia y la ambición de conseguirlo, todo ello impulsaba el remo de Atreo. 

Las olas les azotaban y los hombres gritaban y gemían, los hombres normales, pues ellos, los Héroes de Asine y de otros lugares, sólo podían mirar a la tormenta y pensar en vencerla. Un crujido enorme, como de un gran árbol partiéndose vino del centro del barco, y Atreo pudo ver que el palo mayor se perdía mientras caía por la borda, engullido por la furia del mar. El capitán continuaba atado al palo, pero no parecía en buenas condiciones dado que tenían los ojos cerrados, la piel pálida y uno de sus brazos colgaba inerte y sangrando. - ¡AGUANTE CAPITÁN!¡SALDREMOS DE ÉSTA! - gritó, exultante. 

Sus ojos, entonces, vieron una delicada figura que salía de la parte de abajo del barco, subiendo por las escaleras que daban a las profundidades de la nave. El sonido de las olas casi no permitía escuchar nada más que el golpear del mar y el retumbar de los truenos, el agua que les impactaba enturbiaba su visión, pero Atreo vio sin lugar a dudas que aquella figura pertenecía a la Princesa Ava, su amada, aterrorizada y aterida. 

Una voz surgió en lo alto mientras Atreo se dirigía raudo y veloz hacia la princesa, voz que Atreo reconoció en el acto y que le hizo desviarse hacia el cofre donde había guardado el martillo. Con un rápido tajo de su daga cortó la cuerda y sacó el martillo, yendo inmediatamente a donde estaba la princesa y rodeándola por la cintura con su fuerte brazo izquierdo mientras la atraía hacia sí mismo, intentando compartir su calor con la aterida fémina. - No te preocupes, yo te protegeré. - le dijo con total seguridad.

Levantando en alto el brazo derecho con todas sus fuerzas, miró hacia el cielo, directamente hacia las negras nubes donde los rayos se entrecruzaban con violencia primordial formando un manto de luz en el firmamento - ¡POSEIDÓN! ¡ACEPTA ÉSTE LEGENDARIO MARTILLO COMO OFRENDA A LAS TORMENTAS!¡CALMA TU IRA Y DÉJANOS IR O TODO ESTARÁ PERDIDO, INCLUSO PARA TI! - gritó con todas sus fuerzas, confiando en la palabra de su Diosa Hécate.  

Curiosamente, el suave y dulce olor del pelo de la Princesa fue lo que más recordaría en días venideros...

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01/06/2019, 17:07
Talios

Rápidamente, con todos los héroes deseando salvar sus cuellos, el vigor se impuso en la tropa, haciendo que remasen como si no hubiera mañana, llegando a sacar ventaja incluso al resto de navíos, pese a que contaban con menos de la mitad de remeros enemigos casi con seguridad. Mas el júbilo por escapar de sus perseguidores les duró poco, rápidamente Poseidón desencadenó toda su furia contra ellos, hasta tal punto, que el gigante deseaba volver a la persecución con los dorios, pues contra ellos al menos tenían una oportunidad, pero no fue así. Una oleada tras otra debilitaban la embarcación, y cuando ya parecía todo perdido, una voz surgió de la nada, y por si fuera poco, la princesa rubia salió a cubierta "Jodido espartano" pensó para sí esbozando una leve sonrisa pese a lo desesperado de la situación, pues sin duda Ébalo estaba detrás de eso.

No obstante, un nuevo suceso llamó su atención, el joven Atreo fue a sacar el susodicho martillo, un arma que no había visto nunca y del que tendría que preguntar al muchcacho, pues que aquel dios se lo exigiera a cambio de sus vidas era demasiada casualidad "¿Acaso el chico ya sabía que pasaría esto? ¿se lo habrá quitado al rey y por eso nos perseguían? ¿no será este el motivo por el cual Poseidón les mandase a Carakginius?" muchas preguntas se arremolinaban en su mente, pese a que no tenía por costumbre cuestionarse muchas cosas, pero todo aquel asunto le olía raro, mas si con ello salvaban la vida merecería la pena, por lo que únicamente calló y esperó a ver qué ocurría, pese a que según las palabras del dios del mar, iban a perder el conocimiento hasta la mañana próxima...

- Tiradas (3)

Notas de juego

Máster, hago tirada de conocimiento de los dioses porque me extraña que pida que lo ofrezca a las tormentas el mencionado martillo, algo que sería más coherente con Zeus, por lo que me gustaría saber si el que nos habla es Zeus o Poseidón. Vaya, otro crítico, estoy bastante enrachado últimamente XD, si con ello puedo averiguar algo más del dios que nos habla, bienvenido sea.

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01/06/2019, 21:43
Ischyros

Mis brazos intentan mantener el ritmo al remar pero no consiguen ayudar demasiado en la labor. Uso toda mi fuerza pero ni mis brazos ni el momento de moverlos parece ser demasiado preciso para impulsar el barco. Probablemente es suficiente para un día de navegación común, pero no para huir de la armada de Asine. Por suerte, mis compañeros son sumamente efectivos y rápidamente consiguen hacer que el trirreme se aleje con gran velocidad del resto de los barcos.

"Debería exigirte más, Ischyros. Sé que puedes."

La tormenta nos recibe con gran furia y es claro que pronto moriremos al ver que el mástil central se destroza con un golpe de ola. Otra más grande viene y hasta en el rostro del valiente capitán Tesifonte muestra la absoluta desesperanza ante un sino aciago que ya toca nuestra puerta.

Pero entonces aparece la Princesa Ava y eso abre varias preguntas y dilemas morales que en este momento no puedo detenerme a pensar. Por otro lado, aquella voz que desciende de los cielos. Atreo responde a la llamada y ofrece un martillo a Poseidon a cambio de nuestras vidas. Al verlo, muchas cosas toman sentido.

 - "Realmente lo hizo..."

Lo que dijo la princesa Melani acerca del motivo por el cual el Rey Karsten decidió ir a por nosotros era real y fue Atreo quien incitó aquellas hostilidades, probablemente en nombre de su nueva Diosa, la que todos vimos cuando él le juró lealtad. Mi hermano vendió su alma a una diosa oscura, de hechicería y sombras, probablemente la fuente de sus nuevos y oscuros poderes.

Miro en silencio la escena, esperando que, ya habiendo llegado hasta aquí, aquel extraño acto de mi hermano nos salve de morir este día entre las olas.

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02/06/2019, 08:36
Spyridon

El general se concentraba en el remo. Desde que habían salido del puerto era en lo único que concentraba su esfuerzo con la esperanza de dejar atrás la flota Doria.

El esfuerzo por fin había dado su fruto, pero ahora a lo que se enfrentaban no eran ya unos meros mortales, la ira del propio dios Poseidon de descargaba sobre ellos.

Mientras la tempestad crecía a su alrededor, Spyridon observó como el capitán y algunos marineros se ataban o aferraban a lo que podían para poder soportar el embate de los elementos. El general hizo lo propio mientras intentaba vislumbrar a través de la tormenta a sus compañeros esperando poder encontrar a todos una vez la tormenta hubiera amainado. Pero la tormenta era algo sobrenatural y el general tenía poca confianza de que se calmara por si misma.

Entonces pudo observar una figura femenina que subía al puente... no era posible, era la princesa Ava. Una nueva esperanza surgió en el corazón del general, si llevaban a una princesa el rey se vería obligado a soltar a su amigo. Era un nuevo paso, ya vería después cómo rescatar a la propia princesa.

Pero esa estaba muy lejos en el futuro. Ahora mismo tenían que sobrevivir.

Entonces Atreo extrajo un extraño martillo y se lo ofrendó a Poseidon. Spyridon no entendía nada de nada, se sentía realmente perdido, pero alababa la osadía del muchacho mientras las esperanzas de sobrevivir e incluso de acabar con éxito la misión crecían en su interior.

Notas de juego

Si estamos cerca del final, es un final épico. La verdad, espero que esto no acabe aquí.

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02/06/2019, 20:21
Theron

Avanzamos sobre las olas, alejándonos de las embarcaciones dorias e internándonos en la tormenta, una tormenta que restalla con furia cuando la alcanzamos, las olas zarandean el barco y restallan sobre la madera. Una madera que se astilla por doquier, remos partidos y lo mas preocupante ocurre cuando el mástil es casi arrancado de cuajo, perdemos hombres tragados por las olas y los que nos mantenemos en nuestros puestos vemos como otros son heridos por la furia de la tormenta. 

Empujo con fuerza el remo, intuyendo como este empieza a combarse y las fibras de madera a rasgarse, todo era inútil. Nuestro viaje, la batalla contra tantos oponentes o criaturas de leyenda acababa aquí en medio del mar. Mas cuando el desánimo me embargaba, la aparición no solo de la princesa Ava acompañada de una oscura y divina figura, hizo a mi sobrino Atreo actuar. Y sacando de su saco el martillo dorado del rey, hace una propuesta a Poseidón, una propuesta que mas nos valía a todos que este aceptase.

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03/06/2019, 22:09
Anatolius

Gracias a los esfuerzos de todos logramos escapar de los Dorios que nos perseguían, a través de la intensa tormenta, pero la alegría duró poco dado que una fuerte ola impactó contra el lateral del barco y zarandeó a todos. Intentando mantener el remo firme se rompió a causa del oleaje:-Mierda!. Voy a intentar algo estúpido, si sale bien será digno de contar si no moriré como un idiota!-grité, intentando hacerme oir por encima de la tormenta.

Salí a trompicones del habitáculo de los remos para la cubierta para observar el panorama. El mástil roto y el Capitán con un brazo machacado, La princesa Ava por allí también, era una locura. Canalicé la magia de la diosa Atenea para lanzar dos poderosas lanzas hacia el oleaje con la esperanza de romper la cresta de la ola y minimizar el impacto del agua contra el barco. Justo antes de que pudiera atacar al enfurecido mar, una voz apareció sobre nosotros sobre el martillo que llevaba Atreo:-Haz lo que dice! Si no funciona te necesitaré para romper el oleaje!.-grité a Atreo. 

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05/06/2019, 01:38
Hypatia

La tormenta está tomando fuerza y parece que el envite de las olas no se va a acabar nunca. El agua se cuela en todos lados y empapa incluso a los que no están en la cubierta. La princesa, por algún motivo, decide que es una buena idea salir al exterior así pues, la sigue para intentar protegerla de los peligros del mar, aunque la verdad es que ella no es que sea muy buena con éste.

El panorama en cubierta no es el mejor. Una de las olas ya se la llevado por delante el mástil mayor y el capitán parece herido.

-¡Princesa! ¡No es el mejor sitio para estar! - alza la voz para que la chica sea capaz de escucharla incluso con el ruido furioso de las olas y la lluvia. 

Es entonces cuando se escucha otra voz desde los cielos y su hermano Atreo decide que es momento de sacar el martillo del Rey de Asine... en frente de una de sus hijas. Pero poco importa en ese momento. Parece que es la única forma de poder salir de ahí sin acabar ahogados en el mar.

Se mantiene junto a la princesa e intenta protegerla.

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05/06/2019, 06:16
Morfeo [Narrador]

- ¡POSEIDÓN! ¡ACEPTA ESTE LEGENDARIO MARTILLO COMO OFRENDA A LAS TORMENTAS!¡CALMA TU IRA Y DÉJANOS IR O TODO ESTARÁ PERDIDO, INCLUSO PARA TI! - gritó con todas sus fuerzas Atreo, apenas sostenido del trirreme, confiando en la palabra de su Diosa Hécate.  

La tormenta, no obstante, no menguó. Los vientos seguían arreciando y la inmensa ola ganaba fuerza y tamaño. Más y más cerca cada vez, con una majestuosidad inequívoca que expresaba el fin de sus vidas; y si iban a morir, que mejor muerte que aquella dada bajo el puño de un Dios, en toda la magnitud y belleza de los mares. Aunque ciertamente no todos lo veían así, había a quienes aquella gran ola les aterraba al grado de perder la cordura.

En los últimos momentos, cuando la mar se precipitaba sobre de ellos, los héroes pudieron ver a al menos un par de marinos saltar por la borda, presos de la desesperación, uno de ellos aún atado a la embarcación con una cuerda de su tobillo. Otro más blandía una lanza y vociferaba palabras llenas de ira contra la tormenta, palabras que eran devoradas por los vientos. Ciertamente era imposible que pudiese dañar a la mar con solo una lanza de madera, pero, de cualquier modo, su valor y osadía eran reconocibles y no serían olvidados.

Ava resbalo por la borda en ese momento, justo cuando Hypatia a duras penas había logrado llegar hasta ella y le sostenía con todas sus fuerzas de una mano, intentado que la mar no se la tragase mientras que su subconsciente le decía de que no tenía caso, de cualquier modo, la mar les tragaría.

Todos miraban a Atreo en aquel momento, como si fuese su última esperanza, y este mismo así lo había pensado hasta que miró a Ava caer, perdiendo con ello parte de la fe que había depositado en su nueva diosa. Quería ir a salvarla, pero sentía que debía mantenerse firme con el martillo en lo alto. Así, cuando la gran ola les impactó, Atreo aún sostenía el martillo y su otra mano intentaba alcanzar desesperadamente a Ava, aunque sabía que ésta se encontraba muy lejos y que la mar pronto les tragaría no permitiendo su reencuentro. La mar los engulló entonces.

Todos habían fallado. Habían partido de Micenas para salvar a un inocente, a Ptolomeo, padre de Lykaios, Ischyros, Atreo, Dareios e Hypatia. Habían vivido muchas aventuras y derramado su sangre juntos, el uno por el otro. Habían llegado a Asine con la clara convicción de no solo salvar a Ptolomeo, sino de salvar a toda la Helade e incluso al Olimpo. Pero habían fallado. Ahora, sus actos les llevaban a su muerte, y no solo eso, también habían condenado con ello a Ava, una inocente joven, y a su vez habían generado una guerra cuyo odio y deseo de venganza ya no tendría parangón.

La luz en sus ojos se torno en oscuridad a medida que el agua entraba a sus pulmones, el dolor y la ira por su fracaso eran grandes. Y sin embargo todo era bello en aquel momento final mientras miraban a los cielos desde las profundidades de la mar; habían partido unidos y morirían unidos, como hermanos, y como héroes.

No obstante, el destino quizá no lo querría así. En sus pensamientos, mientras sus mentes se perdían en profundos sueños, una poderosa voz que les sonaba parecida a las tormentas de la mar les habló diciendo.

 Acepto tu tributo – sentenció la voz mientras sus mentes se perdían en las profundidades silenciosas de la mar.

Notas de juego

Todos: Como Spoiler, que no importa pues ya pronto lo podrán leer, hay un par de piezas más que desencadenaron todo esto, una de ellas, la más importante, sigue aún en silencio.
Todos: Si, todos han sido tragados por la mar. Si lo desean, pueden narrar los momentos finales de sus personajes antes de que Poseidón cobrara (o no) venganza.
Todos: Les pongo el epílogo pronto.

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05/06/2019, 06:52
El Oráculo [Director]

Notas de juego

Conocimiento de Dioses: Oyes la voz y la analizas, y aunque tus pensamientos iniciales te llevan a Zeus o Poseidón, pronto reconoces esa voz poderosa y femenina. Se trata de la Diosa Hecate, la diosa bruja de las encrucijadas, aquella que se presentará ante ustedes en las mazmorras de Asine y a la cual jurará fidelidad el propio Atreo.

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05/06/2019, 15:08
Anatolius

La gran ola seguía acercándose, al parecer las palabras de Atreo no han funcionado y el mar respondió con toda su furia. En ese momento entendí que poco iba a servir lo que le hicieran los poderes de Atenea y, entonces, vi a Hypatia intentando salvar a Ava. 

Disparé la lanzas de Atenea contra el oleaje y salí corriendo hacia ellas:-TALIOS! SACA A TODOS DE LA BODEGA! HAY QUE SALIR DE AQUÍ!-grité cuanto pude para hacerme oír por encima de la tormenta. Llegué hasta Hypatia y la agarré:-No la sueltes!-le dije y añadí a continuación:-Saldremos de esta!-

Era mentira. Todos en nuestro interior sabíamos lo que iba a ocurrir en los siguientes instantes. Pero aun teníamos un atisbo de esperanza y miré a Hypatia:-Tu padre estaría orgulloso de ti, al igual que de tus hermanos!-dije y volví la mirada a Atreo:-Lo.....y entonces ocurrió. La gigantesca ola que se nos echaba encima engulló le barco por completo y nos arrastró hacia el fondo del oceano. Poseidón tenía su venganza y el Hades nos esperaba con unas celdas de lujo. La oscuridad se hacia cada vez mayor pero en ningún momento solté a Hypatia. 

Aunque fuéramos al Hades no iba a permitir que pasara ese tormento sola. Apreciaba a la joven micena y habíamos compartido mucho desde que mi yo y mi hermano nos ofrecimos a ayudar en la misión. Me gustaría haberla conocido en otras circumstancias y, a lo mejor, haber llegado a cortejarla como era debido. 

Talios. Sé que te veré en el Hades y lamento de todo corazón haberte arrastrado a esto. Ha sido un honor haber sido tu hermano y no me parece que sea un mal final de nuestra vida. Hemos peleado por una buena causa por una vez y hemos vivido experiencias que de otro modo no habríamos vivido. Me enorgullece que seas mi hermano. 

Mentor. Siento que las cosas hayan acabado así y no haberte hecho caso en todas las ocasiones que me has aconsejado, si pudiera, me gustaría volver a verte en otra vida.

Cuando la oscuridad era casi total, escuché una voz divina: Acepto tu tributo. Y la oscuridad se hizo plena y seguimos hundiendonos, cada vez mas cerca del Hades. 

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05/06/2019, 19:25
Talios

El ateniense prestó suma atención a las palabras de aquella deidad, todos creían que se trataba de Poseidón y de su ira, pero conforme más sílabas escuchaba, más seguro estaba de que no era así, ni siquiera se trataba de Zeus, por lo que viendo el error que estaban a punto de cometer salió corriendo como si fuera a placar al joven atreo, al mismo tiempo que la enorme ola se precipitaba sobre ellos, por lo que en su frenética carrera sólo acertó a decir a voz en grito para que todos los presentes pudieran oírlo:

-¡No! -decía levantando la mano como si quisiera para al cazador- ¡No es Poseidón quien habla! ¡sino Heca...! pfff glug glug -decía al mismo tiempo que el inmenso tsunami barría la cubierta y con ello al enorme guerrero cuya frase quedó inacabada para desasosiego de todos los presentes.

Lo siguiente fue el caos más absoluto, perdió el norte, el sur y cualquier percepción sensorial, no pudo ni siquiera contar la cantidad de vueltas y giros bruscos que dio, hasta que al final la calma lo embargó, el tranquilo descenso del cuerpo sin fuerzas, un cuerpo sin aire y en cuyo únicos instantes sólo puede esbozar un último pensamiento "Maldita Hécate y maldito Atreo por servirla, ella le mandó robar el mismo objeto por el cual ahora nos encontramos como fugitivos y enemigos de la ciudad con la que pretendían pactar, y no sólo eso, sino que se ha llevado nuestras vidas también..." pensó antes de perder definitivamente el conocimiento y esperar a que en el Hades el ingenuo joven pagara por la responsabilidad de sus actos.

Notas de juego

Máster, no lo roleo por no empañar el corte épico de la despedida, pero las armas de Talios las amarra fuertemente contra su cuerpo antes de que llegue el fin. Si no lo ves factible, la dejo en la caja junto con la de los demás.

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05/06/2019, 21:11
Spyridon

Cuando la princesa cayó, el general intentó moverse hacia ella soltándose del remo. Pronto se dio cuenta de la inutilidad de su esfuerzo al ver levantarse la monstruosa ola.

Atreo hizo la ofrenda y una voz poderosa se escuchó mientras el trirreme era arrastrado por las enfurecidas aguas.

Spyridon notaba como su hundía en la negrura del frió abismo. Según la oscuridad le iba rodeando, una gran paz llenaba su espíritu. Ya había estado en el otro lado y sabía lo que la aguardaba, no podía tener miedo.

Recordó la misión y se lamentó por el destino de su amigo. Pero había hecho lo que estaba en su mano, el general estaba satisfecho con todo lo que había pasado. Ojalá las cosas hubieran ido de otro modo, pero no se arrepentía de nada.

Miraría con orgullo a aquellos que le esperaban en el otro lado.

Una sonrisa cruzaba su rostro a medida que la oscuridad lo engullía.

Pronto nos volveremos a ver...