Partida Rol por web

El código del Dragón (Edén IV)

1. Inicio

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04/02/2019, 15:29

Pronto la hora de la cena llegó y junto a ella cada uno de los miembros fueron llegando para sentarse en una mesa circular reservada, exclusivamente, para el equipo. Aquel salón -comedor cubría todas las necesidades básicas de sus clientes. Con vistas a la piscina , a lo largo y al ancho de la estancia en forma de 'L', los invitados podían servirse ,automáticamente, de todo cuanto gustase, pues era un buffet de comidas de todo el mundo. Aunque siempre tenían la posibilidad de preguntarle a algunos de los camareros cuál era la mejor elección ; y estos, con un fluido nivel lingüístico gastronómico recomendaban lo mejor de lo mejor.

El ambiente era cálido. El simple hecho de que al lado hubiera justamente agua extraída del mar, refrescaba el ambiente, trasportando así al cliente a un sueño de paz y tranquilidad. Al fondo, una delicia para los oídos, había unos artistas tocando para el deleite de aquellos exquisitos tímpanos.

Entretanto, la guía fue la primera en llegar con un kimono apropiado para la ocasión. 

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04/02/2019, 15:39
Edu González Pérez

Edu no estaba para jueguecitos, para colmo, el ocaso empezaba a hacer acto de presencia. 

-Entonces... ¿aceptas las condiciones? -preguntó en su en aquella última oportunidad. 

 

 

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04/02/2019, 15:41
Diana Lastres Nieves

- Me alegro de que hayas aceptado cada una de las condiciones. -sonrió con dulzura-, en breves te ubicaremos en una estancia donde puedas hospedarte. Bienvenida.

Comentó con la misma frialdad de un asesino hablándole a su próxima víctima.

Notas de juego

Ellos son como robots, sobreentienden que aceptáis sin aceptar.

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04/02/2019, 19:24
Dagomaru Weir

El Doctor Weir dedicó principalmente su tiempo a repasar no solo su mandarín, si no también a repasar la historia de la dinastía Quing. El hecho de que estuvieran debajo del agua no le ayudaba a concentrarse, y lo tenía bastante paranoico afirmando en más de una ocasión que el techo estaba a punto de caer sobre él y sobre su acompañante, Kruger.

Dudaba de que pudiera hacer noche allí, así que ya había preparado una mezcla perfecta entre un tranquilizante y la dosis exacta de vodka para dejar sedado a un caballo, justo todo lo que necesitaba antes de irse a dormir aquella noche si el día siguiente quería ser una persona operativa, y no alguien abrazado a una almohada afirmando que el techo sel e había venido encima y que el agua estaba excesivamente salada para su gusto.

Por suerte, después de haber planeado como drogarse para dormir con las dosis exactas y justas, de haber hecho su pequeño repaso sobre tales libros y releer parte de un diccionario mandarín, se dispuso a vestirse de traje y chaqueta, así como peinarse para un lateral y quedar lo suficientemente elegante para la ceremonia de la noche. Si quería coordinarse con el resto del equipo, tendría que conocerlo.

Y las relaciones sociales no eran su punto fuerte.

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05/02/2019, 00:21
Ramón Roures

Aunque intento ponerme mi mejor ropa es evidente que no he sido nunca cliente de hoteles como éste, ni nada parecido. Resignado ya que la otra opción, quedarme en la habitación como un niño pequeño para que no lo vean, no es tal. Hace años acepte el dedicarme a viajar donde me enviaran y realmente no tengo ninguna queja de la habitación, el hotel, ni la guía. El que me sienta sobrepasado por el evidente lujo, no es motivo de quejarse.

Una vez en el comedor veo en la distancia a nuestra guía y a uno del grupo, pero es uno de los que no se ha rebajado a decirme su nombre.

Antes de llegar hasta ellos me dirijo a la parte del buffet para servirme. Al cabo de un par de minutos una amable camarera viene en mi auxilio ante mis evidentes dudas de lo que esta disponible para servirnos. He sido siempre una persona de gustos sencillos y nunca he ido a restaurantes modernos, si he querido carne o pescado me ha gustado reconocerlo en el plato, no una cosa moderna que no logro distinguir si es o no lo que he pedido. Nada mas intercambiar unas palabras es evidente que ha situado geográficamente mi procedencia y me acompaña donde hay platos europeos reconocibles para alguien poco sofisticado como yo.

Cuando finalmente llego hasta nuestra guía me detengo delante suyo, mientras señalo las sillas por si hubiera un orden establecido para sentarnos. – Buenas noches. – Bajando la voz. – ¿Como es más correcto dirigirme a usted? Como japonesa seria Shiraiwa-sama, ¿no? Pero estamos en China y podría sentirse incomodo alguien de aquí. Disculpe mis dudas que solamente muestran mi falta de cultura.

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05/02/2019, 18:05
Shiraiwa Aratani

Aratani observó como uno de los del grupo era el primero en aparecer. Realizó una leve inclinación y le invitó a sentarse.

Bienvenido, Weir - sama, ¿has descansado del viaje? -le preguntó en un tono moderado, más bien bajo y dulce-. Puedes servirte en el buffet o esperar a la camarera. -sonrió-.

Por el rabillo del ojo visualizó a otro de los miembros del equipo. Nuevamente, como si de un protocolo se tratase, Aratani realizó la inclinación y sonrió:

¿Ha descansado el señor Roures-sama?, espero que así sea. -Asintió levemente con la cabeza-,Roures-sama, uno nunca debe olvidar de dónde viene. 

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05/02/2019, 22:29
Ramón Roures

No puedo dejar de asentir ante las palabras de nuestra guía. – Si Shiraiwa-sama he reposado un poco. Por otro lado, nunca he logrado entender como alguien puede llegar ha hacerlo, aunque sea mentida para alagar a otros.

La consulto con la mirada para sentarme a su lado o dejar el sitio libre si lo ha reservado para alguien después de saludar con gesto al otro miembro del grupo.

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06/02/2019, 20:13
Grzegorz "Greg" Mielewczyk

Llego a la habitación y miro debajo de las camas, el teléfono, televisión y mando, en las alarmas de incendios y en el conducto de ventilación. Busco cámaras o micrófonos.

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06/02/2019, 20:20
Grzegorz "Greg" Mielewczyk

El agua cuasi hirviendo me cae por la nuca y la espalda después mientras apoyo mi cabeza en mi brazo y este sobre la pared. A veces oigo los gruñidos y los gritos en mi cabeza como si aún estuviera ahí... 

Me coloco las gafas y la cazadora de cuero mirando el espejo de la habitación.

-Cartera, pipa, móvil...

Cierro la puerta tras de mi con un ligero portazo y enfilo hacia el ascensor.

Con un gesto sutil saludo a nuestra anfitriona y con uno algo más elaborado, pero poco, a los comensales que comienzan a aparecer.

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06/02/2019, 20:31

Notas de juego

No hay nada, sólo una habitación corriente de hotel.

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06/02/2019, 20:32
Shiraiwa Aratani

Aratani sonrió y le comunicó a Ramón que podía sentarse donde se le antojase, pues aquellos sitios no tenían nombres asignados. Tras ello, justo cuando velaban armoniosamente, el profesor polaco llegó a la estancia.

Konichiwa, Miele... -le costaba pronunciar su apellido al completo, no obstante, lo recibió con la repetitiva inclinación y le invitó a sentarse-. ¿Ha descansado?, ¿cómo se encuentra? Puede escoger los platos que más guste o esperar a la camarera.

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06/02/2019, 21:33
Grzegorz "Greg" Mielewczyk
Sólo para el director

Notas de juego

No me fío de ti... ni de nadie de esta organización

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06/02/2019, 23:33

Notas de juego

Que no te fíes  de mí y manejas al pobre y bueno del profesor... mal vamos. Je.

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07/02/2019, 03:05
Nina Diatlov
Sólo para el director

Katrina sonrió extrañada, pero asintió dándose cuenta de que poco iba a lograr reclamando a aquella mujer con sonrisa de hiena.

Notas de juego

bueno, ¿que condiciones que no me he enterado de nada?

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07/02/2019, 12:37
Ulthred Johansson

Medio deshice la maleta sacando la ropa más susceptible de arrugarse y me di una ducha reparadora ya que el viaje había sido largo y aún están tenso por la misión y haber dejado a Esta...

Tras la lucha me vestí de manera informal pero sin pasarme, y vale hasta el gran salón comedor presidido por unos amplios ventanales que daban a una impresionante piscina. Vi la mesa reservada para nosotros, fue fácil identificarla pues Llo ya se encontraba Aratani con otros compañeros del grupo.

-Konichiwa Shiraiwa-sama-dije a la joven oriental inclinando ligeramente el cuerpo cuando llegué a su altura para luego mirar al resto saludando de una forma más distendida.

-Éste ces un emplazamiento fantástico, les felicito y la habitación es un lujo- miré sonriendo a Shiraiwa.

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07/02/2019, 17:48
Ramón Roures

Me siento al lado de nuestra guía después de una pequeña inclinación. No voy a preguntarle para después ofenderla no sentándome allí una vez me ha indicado que si puedo hacerlo.

Voy saludando con leves gestos a los que acuden posteriormente tomando nota mental de sus nombres.

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08/02/2019, 01:59
Heinrich von Krüger

El NO-Doctor Kruger, pero sí cazatesoros, dedicó principalmente su tiempo a repasar no solo su web privada acerca de información poco habitual de la Segunda Guerra Mundial, si no también a repasar otras webs y fuentes poco fiables de información que le daban la razón sobre la ausencia de cámaras de exterminio. El hecho de que estuviera debajo del agua no le ayudaba a concentrarse, pues le tenían bastante paranoico, dado que su acompañante no cesaba de afirmar en más de una ocasión que el techo estaba a punto de caer sobre él y sobre el bueno de Kruger.

Dudaba de que pudiera hacer noche allí, sin tener que asfixiar al doctor con la almohada, así que ya había preparado una mezcla perfecta entre música de Carl María Von Weber y un bastón por si su acompañante se ponía pesado, justo todo lo que necesitaba antes de irse a dormir aquella noche si el día siguiente quería ser una persona apenas operativa, agradable y sociable;  es decir, para ser lo límite de lo tolerable, el estado habitual del alemán, y no alguien agarrado al cuello de Dagomaru que no paraba de afirmar que el techo se le había venido encima y que el agua estaba excesivamente salada para su gusto.

Por suerte, después de haber planeado como relajarse y no cometer un asesinato para dormir, de haber hecho su pequeño repaso sobre tales Webs de fiabilidad dudosa y releer argumentos de una conspiración judeo-comunista, se dispuso a vestirse de traje y chaqueta, así como no peinarse para un lateral -pues era calvo- y quedar lo suficientemente elegante para la ceremonia de la noche. Si quería coordinarse con el resto del equipo, tendría que conocerlo... por suerte él no quería coordinarse, solo quería comer, y por desgracia -para el resto del equipo- ellos también.

Y las relaciones sociales sí eran su punto fuerte... A no ser que hablara él, entonces las cosas se iban degenerando rápido.

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08/02/2019, 14:58
Eoric Starggen

maldita sea en serio, no es capaz de asumir un no por respuesta- digo bastante alterado mientras cojo el contrato airadamente- aqui tiene su basura de contrato , ve la X es mi firma de desprecio absoluto contra las condiciones precarias de su organización ahora donde esta Diana quiero hablar con ella - digo mientras zapateo el contrato firmado encima de su mesa, aquel anciano esta trastornado tengo que encontrar la manera de analizar aquella situacion desde dentro y hablandolo con una persona mas normal como diana

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08/02/2019, 23:19
Marina Sorní

Incluso después de haberme tomado mi tiempo para conocer la que sería mi habitación seguía sin sentirme tranquila, era una habitación fantástica al igual que el resto del hotel, de eso no había duda, pero... seguía sin convencerme aquel cambio repentino e iba a necesitar más tiempo para, de algún modo, asimilarlo.

Me dí una ducha y me cambie de ropa; vestida de forma formal pero cómoda, nada de tacones ni vestidos, finalmente fui a cenar reencontrándome con mis compañeros como habíamos hablado.

-Hola, espero no haberos hecho esperar de nuevo- saludé a todos inclinando la cabeza ligeramente en señal de respero antes de tomar asiento y desviar mi atención por un momento a las vistas de la piscina para después devolverla a mis compañeros nuevamente, acompañada de una leve sonrisa de cortesía.

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11/02/2019, 12:27
Heinrich von Krüger

Por su parte el alemán arrugó la nariz a modo de respuesta de esa sonrisa de cortesía. Podía haber dicho algo, podía haber sido amable, e incluso podía haber estrangulado a su compañero, pero nada de eso hizo, tan solo arrugó la nariz y miró a aquella mujer que parecía tan risueña y encantadora.

Se podía notar a leguas que Heinrich estaba molesto, había llegado molesto y seguía molesto. Una noche de ópera alemana del Siglo XX no le había calmado lo suficiente como para tener los niveles mínimos de cordialidad y amabilidad con los presentes, puesto que había gastado todos sus "puntos de cordura" en no estrangular a su compañero que gritaba en sueños algo sobre una esfera en un pozo, hombres-pez y ¿Ubuntu?.