Partida Rol por web

El registro de la propiedad hervía de actividad a esa hora de la mañana, pero Gutierrez y Patricia no estaban para esperar. En concreto Gutierrez se adelantó a todo los da la cola para mostrar su placa. Un poco después estaban cómodamente sentados en el despacho de uno de los registradores más veteranos. El hombre cerró una carpeta en la que había diversos planos para interesarse por los agentes:

- La chica de recepción dice que se trata de una investigación en curso. ¿En qué puedo ayudarles detectives? 

"Nunca subestimenes el poder de la placa" era el lema, al menos de uno de ellos, del ya difunto detective Serrano, que había sido el mentor de Gutierrez. Y a Gutierrez le encantaba comprobar la veracidad del mismo.

- Estamos investigando las distintintas propiedades de Adelaida Menéndez Garrido aunque quizá estén a nombre de su empresa... - Gutierrez fue al grano, sin andarse con rodeos, y sacó la libreta y buscó la tarjeta del asistente. - Es probable que haya habido cambio de nombre, por lo que posteriormente quizá tengamos que darle otro nombre adicional.

El hombre echó un vistazo a los datos y luego consultó su ordenador. 

- Veamos... me consta un apartamento aquí en Madrid en la zona centro, concretamente en la calle San Bernardo. Veo que tiene también otra propiedad en la provincia de la Coruña, en Malpica, una casa. Y otro apartamento en Granada.

El hombre saca por impresora un listado con las direcciones y tasaciones de las propiedades:

- Todas tienen al día sus pagos.

Les tiende el papel a los detectives. Echándole un ojo rápido queda claro que todas las propiedades suman una considerable cantidad en inversión: Adela era una persona con mucho dinero.

- En cuanto a Antonio Carmona Sallés... no figura nada en el sistema. Lo siento.

Patricia tomó nota de las direcciones de las otras propiedades por si se hacía necesario acudir a ellas para continuar la investigación. En un estadio tan incipiente de la investigación, lanzarse a recorrer media España no tenía sentido, pero tal vez, con el correr de los días (y si la cosa no avanzaba demasiado), sería necesario dejar la ciudad capital.

-Y dígame... ¿las propiedades se encuentran sólo a su nombre? ¿o existe alguna otra persona como copropietaria? -Patricia quería saber si su ex esposo figuraba en algún lado. El dinero siempre era un buen móvil para cometer un asesinato y no sería la primera vez que se montaba un escenario extraño para desviar la atención hacia otro lado.

Gutierrez anotó también rápidamente las direcciones en su libreta y asintió ante la pregunta de Monteros aunque dudaba que una mujer tan altiva como la que describían sus vecinos fuese a seguir compartiendo propiedad con alguno de sus dos exmaridos.

Faltaría comprobar si había habido cambio de nombre, pues dudaba que alguien de procedencia extranjera fuese a llamarse Adelaida Menéndez Garrido.

Cuando terminasen aquí, le diría a su compañera que pasasen por el Registro Civil, por si encontraban algo que les diese otra propiedad.

- No, es la única titular.- informó solícito el hombre.

Se encogió de hombros:

- Lo siento. Es todo lo tenemos. Las propiedades están pagadas y los impuestos al día. No consta ninguna irregularidad en su compra y cotejando con los datos de Hacienda todo está declarado legalmente. Me temo que si están investigando algún caso de corrupción o blanqueo de fondos nunca he encontrado unos expedientes más inmaculados.

- Muchas gracias. - hizo un gesto de cabeza como despedida del registrador. - Seguramente volvamos a llamarle.

Espero un momento por si Monteros tenía alguna pregunta más y, al salir del despacho, le contó sus intenciones.

- En el Registro Civil podrán decirnos si realmente se cambió el nombre y el portero tenía razón. Creo que nos dará tiempo antes de almorzar algo, ¿te parece?

Monteros se sentía un tanto decepcionada por los resultados de las pesquisas en el registro de la propiedad. Si la difunta era tan buena ciudadana, rastrear un móvil para su muerte iba a ser más complicado de lo habitual. Agradeció al funcionario que los había atendido y al salir le comentó sus impresiones a Gutierrez.

-No es que esperara resolver el caso en un par de horas, pero esto de no encontrar allegados con motivos para vérselas con la psíquica me molesta. Ok, vayamos al registro civil, tal vez allí tenemos más suerte. Pero paremos por un café de los de llevar... la dieta del apio me está matando!

Gutierrez ya se había tomado su carajillo de las mañanas pero no le importaría tomarse un cortadito. Además, al conducir él, sabía que podía evitar terminar en un negocio de esos modernos que cobraban el café a precio de lujo.

Lo que parecía que iba a ser un papeleo rutinario pronto demostró ser un curioso enigma.

El acta de nacimiento de Adelaida Menéndez Garrido la databa como nacida en septiembre de 1967 en Galicia, concretamente en un pueblo llamado Boiro ubicado en las Rías Baixas. Aparentemente todo coincidía con el historiar de la víctima y los demás papeles identificativos así lo consignaban.

Tenían allí también el libro de familia con los datos de los dos ex-maridos: Miguel Martínez Castro, nacido en 1966. Casado con Adelaida en 1990 y divorciado en 1998. Gerardo Abelleira Sánchez, nacido en 1974, casado con Adelaida en 2004 y divorciado en 2006. El primero tenía residencia a las afueras, en una zona de chalets para gente con dinero. El segundo tenía un piso a su nombre en el centro.

Pero lo que les llamó a los investigadores fue algo que encontraron casi por casualidad. Buscando la corroboración de que el nombre era el original se encontró con un acta de fallecimiento de una Adelaida Menéndez Garrido con fecha de octubre de 1967. La defunción se firmó en Santiago de Compostela pero aquello situaba a dos bebés con mismo nombre y apellidos - nada comunes en la zona - en un área inferior a 40 kilómetros de distancia. ¿Qué significaba eso? Buscando en la documentación los padres de la nacida en Boiro figuraban como 'fallecidos en accidente'. No había ninguna pista en la documentación del fallecimiento en Santiago. No podía ser una casualidad. Había algo realmente raro con los orígenes de la víctima.

A medida que los documentos iban llegando, Patricia les tomaba fotos con su móvil, para tener el registro para más adelante. Le llamó la atención que la mujer era más joven* de lo que parecía, aunque tal vez una vida difícil le habría pasado factura.

Lo segundo curioso a ojos de Patricia (aunque más por cotilleo que por otra cosa) fue que el segundo marido era bastante más joven que ella. Ninguno de los matrimonios habían sido largos y la mujer había recuperado la soltería bastante joven.

Por último, y ahí fue donde codeó a Gutierrez un tanto alarmada, les llegó la información de la muerte de una beba con el mismo nombre y cerca del pueblo natal de la víctima del caso que tenían entre manos.

-¿Estaremos ante un caso de sustitución de identidad? -consultó al veterano por lo bajo-. Porque los Menéndez Garrido no tienen nada de rusos y convenientemente están muertos. Tal vez nuestra víctima huyó de la mafia rusa en su juventud y hasta ahora se creía a salvo, hasta que sus persecutores dieron con ella y se lo hicieron pagar... O tal vez debería dejar de mirar películas sobre conspiraciones y guerra fría -agregó con una sonrisa al darse cuenta de lo absurdo que sonaba aquello una vez que se decía en voz alta.

-No se me ocurre qué más preguntar. Tal vez antes de volver a la comisaría podríamos hacerle una visita al ex número dos, que no vive tan lejos de aquí.

Gutierrez iba apuntando los datos en su libreta con la ayuda del mordisqueado lápiz: Gallega... marido uno... marido dos... ¿acta de fallecimiento?

Monteros expresó en voz alta lo que también se le pasó por la cabeza a él mismo, la posibilidad de que fuese algo propio de una película de Antena3*.

- Si es así, - respondió a su compañero - podemos darnos por jodidos porque no va a haber forma de sacar nada de un registro de hace cincuenta años en un pueblo de mala muerte.

Asintió ante la propuesta de Monteros de hacer una vistia al segundo ex marido.

De camino al apartamento del ex n° 2, Monteros siguió divagando sobre la posibilidad del cambio de identidad.

-A ver... me parece que no tenemos que irnos tan atrás. Aunque en España estas cosas no pasan -empezó con tono irónico-divertido- podría ser que existan ciertas organizaciones que operen fuera de la ley, que lleven un registro (por decirlo de alguna manera) de fallecimientos de familias enteras en el medio de la nada, para vender esas identidades sin que salte en ningún lado. También podría ser que algunos agentes de la ley tengan contactos que le puedan averiguar si esto es así y si conocen a quienes podrían haber hecho entrar a una inmigrante ilegal rusa muy adinerada, que escapaba de vaya una a saber que peligro proveyéndole el nombre y la vida de una beba nacida en el medio de la Galicia profunda, sin vínculos que pudieran reclamarla.

Al llegar a este punto, Patricia no podía evitar la risa. Sabía que Gutierrez tenía muchos contactos en los bajos fondos pero no gustaba presumir de ello, por eso la agente nunca le pedía directamente que fuera a tratar con ellos.

-Tendríamos que ver cuando es que nuestra astróloga favorita se ha lanzado a la fama. Eso nos puede dar una fecha límite sobre la cual retroceder para averiguar sobre su verdadera identidad, si es que no se trata de una gran casualidad cósmica.

Mientras hablaba, googleó el nombre "oficial" de la víctima. Seguramente wikipedia tuviera algunos datos sobre la vida pública de la conocida astróloga, así como una fecha aproximada de cuando se lanzó a la fama.*

La investigación en el registro se había alargado bastante pero eran poco más de las 19:30. Una hora razonable para visitar al ex-marido. Mientras Angel conducía Patricia revisaba información en Google. Poco había. Ni siquiera salía en la wikipedia. Nada que ver con otros personajes como Rappel o Sandro Rey. Puede que Adela tuviera un programa de éxito o conocidos famosos, pero no era pasto de las publicaciones frikis. Pero el no aparecer en Google ¿no era acaso uno de los resultados más extraños que se podían encontrar? 

Aparcaron delante del piso del segundo marido. Estaba en una zona céntrica, otro piso con buena ubicación y probablemente caro. Llamaron al telefonillo de forma insistente - aquí ya no había portero - pero nadie les contestó. 

- Para eso, lo primero que habría que hacer es empezar a tirar para atrás toda la información hasta encontrar dónde y cuándo empezó ese nombre a ser usado. - respondió a Monteros cuando ésta dejó caer que quizá alguien sabía de esos temas. - No suele funcionar como en las películas y que haya alguien que conozca a todos los delincuentes de España, si no que ese tipo de información se suele ir consiguiendo de forma más artesanal, digamoslo. Pero hay que saber por donde empezar.

El marido no contestaba y Gutierrez empezó a llamar al del piso de al lado a ver si alguien contestaba.

Gutierrez llamó a varios pisos para ver si alguien podía abrirle la puerta. Finalmente logró que uno de ellos abriera el portal tras identificarse como policías. Cuando le dijeron a que piso querían ir el vecino le contestó:

- Les abro la puerta pero pierden el tiempo agentes. Gerardo está en Francia desde hace un mes y creo que no iba a volver hasta terminar allí un proyecto. 

- ¿Qué tipo de proyecto? - preguntó Gutierrez.

- Pues creo que dijo algo de una serie de esculturas para una catedral. Es muy habitual que pase largos períodos viajando cuando recibe encargos del extranjero o tiene exposiciones en museos. Si llaman a su agencia seguramente les podrán dar la dirección.

La puerta del portal se abrió, aunque la era muy probable que tal como decía el vecino no encontraran nada de interés allí.

Patricia se sintió bastante desilusionada al comprobar que el ex n° 2 no estaba en casa. Esperaba llevarse algo más de información antes de terminar el día, aunque no había estado del todo mal.

-Vamos Gutierrez, volvamos a la comisaría. Si el fulano no está, no nos van a admitir ninguna prueba que podamos encontrar aquí de manera ilegal. Tendremos que hablar con esa agencia.

-Por otra parte, no puedo creer que esta mujer no aparezca en la red. Más con su negocio. Hoy en día hasta el más pelagato se puede encontrar en Google. ¿Es que no usa Facebook? ¿Cómo consigue los clientes? -realmente estaba intrigadísima al respecto. ¿Quién era la astróloga en realidad? Tal vez, detrás de su asesinato se escondía una historia mucho más truculenta de lo que había parecido en un principio.