Partida Rol por web

El corazón de Caín

[14] Robledo

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07/01/2019, 22:57
.=Corazón de Caín=.

Los que habían llegado de Galicia se sorprendieron al ver que desde la central les llamaban para dirigirlos, de forma directa, a la zona de Concepción, a la calle Estrecho de Corea. Según les informaron el capitán Robledo llevaba todo el día desaparecido y había faltado a varias reuniones importantes.

Antes de activar un dispositivo oficial les habían informado a ellos y al resto del equipo, que terminaba su investigación del robo de coche, para que echaran un vistazo a su casa.

Ambos llegaron casi de forma simulatánea. Eran las 19:40 y oscurecía. Aparcaron en aquella calle residencia, llena de pequeñas casas de aspecto muy similar, ante la que se correspondía con la de su capitán. La puerta de la verja del pequeño jardín exterior estaba abierta pero por lo demás la casa permanecía cerrada a cal y canto. Sin embargo el coche de Robledo estaba aparcado a la puerta.

Tras un breve saludo ambos equipos se dirigieron a la puerta de la casa y llamaron al timbre. Insistieron un buen rato pero nadie contestaba.

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08/01/2019, 01:59
Patricia Monteros

El viaje hasta la casa de Robledo transcurrió en silencio para Patricia. Que los autores de los crímenes pudieran estar infiltrados en el cuerpo la habían dejado preocupada, pensativa. Para completar su desazón, Robledos no daba señales de vida desde la jornada anterior. Mal asunto aquel, sobre todo porque el jefe había dejado una huella en el sótano de Bragante, señal de que no estaba alerta como siempre.

Al encontrarse con sus compañeros que habían vuelto de Galicia, sonrió y se acercó a saludarlos con un abrazo.

-Chicos, los estábamos extrañando! Que tal ha ido el viaje? Bueno, luego nos ponemos al día, veamos que le pasa al jefe.

Sin esperar a ver si los demás la seguían, Monteros atravesó la verja semi abierta y se acercó a la puerta de entrada, para tocar el timbre un par de veces.

Mientras aguardaba respuesta, se asomó a un lado y al otro, buscando luces o movimientos dentro del hogar.

Notas de juego

Si hay que gastar puntos de investigación para detectar algo raro en la entrada, adelante!

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08/01/2019, 21:05
.=Corazón de Caín=.

Hubo un momento de tenso silencio mientras esperaban una respuesta. Patricia ojeaba el frontal de la casa en busca, sin suerte, de algo que indicase la presencia de su jefe. Regresó a la puerta y timbró de nuevo. Sin respuesta nuevamente. Decidió rodear la casa y encontró un caminito que llevaba a la parte trasera, a la puerta de la cocina y su ventana. La persiana estaba allí medio levantada y se veía una luz que procedía del salón principal.

La cocina estaba pulcramente recogida y el salón, desde donde estaban, estaba en tinieblas por la luz indirecta que parecía venir de una esquina del mismo, fuera del ángulo de visión. Cuando Patricia se aproximó a la puerta de la cocina - que no era de seguridad - se dio cuenta de que ésta había sido forzada.

Notas de juego

No hay coste de puntos.

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09/01/2019, 12:05
Angel Gutierrez

Gutierrez saludó con un gesto de la cabeza a los compañeros que se habían reunido con ellos y sacó el paquete de tabaco mientras se dirigían a la casa de Robledo pero lo guardó nada más ver que el coche del comisario estaba allí. No le apetecía tener que explicar a los de forénsica por qué había ceniza allí si es que tenían que terminar llamándoles.

Mientras Monteros llamaba al timbre, él puso la mano en el capó del coche para comprobar si estaba caliente, señal de que había llegado reciéntemente, y después siguió a su compañera a la parte de atrás.

- ¡Joder! - exclamó sacando su pistola y, empujando la puerta con el pie, entró al interior mientras indicaba a sus compañeros. - Esperad aún para pedir refuerzos...

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09/01/2019, 13:03
Gustavo Cortés

Gustavo había llevado mal el camino de vuelta. Todo lo que había ocurrido en su periplo por Galicia le reconcomía y, aunque en algún momento él intentó sacar el tema de conversación con su compañera de viaje, Aldara, pronto decidió callar. Hablar de aquello le ponía "mal cuerpo". Y sin embargo la duda se había plantado allí en un oscuro rincón de su mente esperando ser regada y abonada para medrar en algo terrible, sin duda. 

El recibimiento tampoco era para menos... Robledo desaparecido y la sospecha de que el caso que llevaban entre manos podía ramificarse hasta el punto de tener conexión directa con la desaparición del Comisario.

Un parco saludos los compañeros rubricó la preocupación general que se había instalado en el grupo. Se mascaba en el ambiente que algo no estaba bien. Gustavo siguió al resto hasta la parte trasera de la casa con la expectación aferrada a su garganta. Necesitaba deshacer aquel nudo tan urgentemente como respirar. Sin embargo el aire parecía simplemente evitar entrar en sus pulmones.

La pistola de Gustavo siguió a la de Gutiérrez. La puerta forzada y una luz en el interior presagiaban lo peor.

- Vamos... - dijo el agente a la vez que entraba en la cocina con el arma en ristre. Si de algo valía el entrenamiento recibido a la hora de entrar en una vivienda era en aquel momento. Cubrir los espacios calientes era la prioridad... pero allí no se oía un alma así que era casi como pelear contra un fantasma.

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09/01/2019, 18:06
Aldara Seoane

Apenas me dio tiempo a devolver los saludos que mis compañeros me entregaban con efusividad, pero la fiesta no iba a tardar en llegar puesto que parecía que en nuestra ausencia los eventos se habían precipitado locamente, ahora debíamos estar preparados para las consecuencias, por eso me coloqué en la formación de mis compañeros para el acceso a la casa.

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09/01/2019, 18:30
Patricia Monteros

-¡Con cuidado!- Fue lo único que atinó a decir Patricia al ver que sus compañeros tomaban la delantera arma en mano.

Sabía que la preocupación los llevaba a actuar con prisa, pero sus raíces forenses impulsaban a Monteros a preservar la escena, sobre todo si había ocurrido lo peor. Sería un terrible dolor de cabezas descubrir más tarde que ellos mismos podrían haber destruido pruebas que los acercaran a los criminales.

Tomando nota mental de donde ponía sua pies y cuidando de no alterar nada a su paso, la detective siguió a Gutiérrez y a Cortez al interior de la vivienda del jefe de la policía. 

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09/01/2019, 23:56
.=Corazón de Caín=.

Angel y Gustavo accedieron primero, con las armas preparadas. Aldara los seguía de cerca mientras Patricia revisaba el estado de la cocina y por donde pasaban sus compañeros. Por su parte Guillermo, en el exterior, se apresuró a llamar a los refuerzos.

El olor metálico de la sangre los preparó para lo peor. En cuanto alcanzaron el salón sus ojos tardaron unos segundos en acostumbrarse a la tenue luz que venía de una lampara de pie que había sido tapada con una tela, quizás una manta de uno de los sofás. Ahora el hedor era más intenso, a bilis y sangre, como un matadero. La escena que se les presentaba en el medio del salón ya les resultaba macabramente conocida.

Robledo estaba en medio de un círculo, con los brazos extendidos y el torax abierto de par en par. Esta vez el asesino no se había preocupado de ser tan meticuloso como en las otras ocasiones y la sangre lo empapaba todo: paredes, armario, sofá. Se quedaron un momento inmóviles en el umbral, no tanto por lo escabroso de la escena sino por hacerle caso a Patricia y no estropear ninguna posible prueba. No había ningún lugar donde ocultarse en aquel salón por lo que descartaban que un asesino pudiera estar allí. Sin embargo había unas escaleras a la planta superior que se encontraban al otro lado del cadáver.
 

Notas de juego

El coche estaba frío, por cierto.

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10/01/2019, 10:49
Angel Gutierrez

- Me cagüen la... - Gutierrez no pudo acabar la frase, ya que tuvo que taparse la boca con el brazo para tratar de que la arcada que le había subido por la garganta no terminara en un desastre en cuanto a pruebas forenses se refería.

Una cosa era ver a yonkis con la piel azul después de que les pillara la noche de enero con un buen chute en un callejón de Chueca o incluso ver a uno de esas pandillitas de ahora que se había llevado un par de navajazos de más... pero verlo en un conocido, en un amigo, joder... ¡que era Robledo!

- Putos salvajes. - fue lo único que dijo cuando recobró la compostura y le hizo un gesto a Cortés para subir hacia arriba. Se detuvo en el primer escalón y miró a sus compañeros. - Ni se os ocurra avisar por radio, llamad por móvil a Santos* y que se traiga a sus mejores chicos pero que no sepa qué ha pasado...

Acto seguido, comenzó a ascender con la pistola por delante.

Notas de juego

* pongo Santos por ponerle apellido a algún encargado de científica y no poner "el superior de Científica" ;)

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14/01/2019, 22:54
Guillermo Montalbano

Fuera, completamente ajeno al descubrimiento de sus compañeros, Montalbano terminaba la llamada apurado. 

—A las patrullas cercanas al barrio de la concepción que se personen en la calle Estrecho de Corea. Identificar a todo elemento sospechoso y por mi puta madre si veis un Renault Laguna lo detenéis, aunque sea del mismísimo Bourbone—

Nervioso intentó hasta en tres ocasiones colgar la llamada sin éxito, hasta que del otro lado colgaron en un estallido de ordenes dadas a medio grito. Desesperado guardó el móvil en el bolsillo de la chaqueta sin siquiera bloquearlo y dio tres zancadas por la cocina en dirección hacía sus compañeros. 

En el salón, tras las espaldas petrificadas de Monteros y Cortés vio la escena. 

—Joder...— Musitó por lo bajo, completamente frío y contagiándose de la petrificación de sus compañeros. Sintió como todo se le helaba, y aunque en otros tiempos hubiese saltado tras Gutierrez hoy no podía. Ahora mismo solo era un viejo a punto de jubilarse comprobando como un compañero se había llevado la peor parte. Uno más. Uno más de una lista interminable de compañeros más aviesos, más válidos y mejor preparados al que había sobrevivido. En el fondo el deseo de la muerte le apretó los huevos y la verguenza por no haber podido hacer nada por ellos le atenazó el corazón. 

 

Notas de juego

Dejo al viejo en estado pre-infarto y no hago nada mientras me recupero del jetlag. Os leo. 

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15/01/2019, 02:17
Patricia Monteros

Patricia alcanzó la escena poco antes que Montalbano. Si bien su razón la venía preparando para lo que podía encontrar allí, ver al jefe de la policía abierto en canal, sin su corazón, en medio de un baño de sangre la dejó helada, quieta, sin poder reaccionar.

No, Robledo no! Se dijo a sí misma mientras intentaba encontrarle algún sentido a lo que veían sus ojos. La escena era la misma que la vista dos veces más aquella semana, solo que toda roja. Como si los asesinos se estuvieran mofando de ellos, diciéndoles que no les valía la pena acomodarla, dejarla pulcra como las anteriores.

Robledo no! El jefe la había acompañado durante sus primeros pasos como detective dentro de la unidad. Aunque regañón y malhumorado cuando los criminales de Madrid daban más trabajo que el acostumbrado, había sabido aconsejarla correctamente para forjar su carrera. Y aunque más de una vez se había llevado un buen rapapolvo, siempre había cuidado de ella, cubriendo sus espaldas como un buen jefe.

No, Robledo... no.

-Yo... te sigo, Gutierrez -dijo en voz baja, grave, al tiempo que desenfundaba su pistola y se disponía a seguir a su compañero a la planta alta, con la mente embotada por el shock. Mientras ascendía, las lágrimas comenzaron a correr en cascada silenciosa. Robledo no.

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15/01/2019, 11:04
Gustavo Cortés

Gustavo tuvo que apoyarse en una pared. Si allí hubiesen huellas clave para la resolución del caso probablemente se las llevaría con su chaqueta pero las piernas le fallaban y antes de caer de bruces sobre el cuerpo prefirió buscar un apoyo. La pistola tembló en sus manos y la boca se le abrió de par en par tratando de cazar algo de aire que, caprichoso, se negaba a entrar en los pulmones. 

No se esperaba algo así. El otro cuerpo que habían encontrado en primer lugar había sido preparado pero aquello era una auténtica carnicería. No entendía la conexión. Se había perdido algo crucial mientras investigaba en Galicia y ahora su jefe estaba tendido en el suelo con la caja torácica abierta como un macabro libro. Toda la escena parecía un decorado para una película. Cortés, simplemente no daba crédito.

La voz de Gutiérrez y Monteros le sacaron de su mente. Le devolvieron a aquel instante y se dió cuenta que aún había cosas por hacer. Sus compañeros ya corrían escaleras arriba pero si el asesino estuviese en la misma planta... tal vez la cocina, un armario o un cuarto de baño de servicio aún podrían atraparle. El arma volvió a erguirse y continuó el registro de la vivienda por la planta de abajo.

Notas de juego

Pues eso... ya que hay dos que se van para arriba termino de registrar por abajo. Cocina, baño, armarios...

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16/01/2019, 22:46
.=Corazón de Caín=.

Ángel y Patricia ascendieron por la escalera. Llegaron a un pasillo de la planta superior donde había tres puertas: un baño, la habitación principal y otra que parecía hacer las veces de despacho. Las tres estancias eran pequeñas y estaban vacías. Fuera quien fuera quien había hecho el destrozo del salón ya no estaba allí.

En la zona inferior Gustavo tomó la iniciativa. Había una puerta que conducía al único baño de la casa y tampoco había nadie allí. Se había esfumado. Entonces sus ojos se posaron de nuevo en la escena del crimen. Al lado del cuerpo estaba la mesita del teléfono fijo y bajo éste destacaba un sobre de color morado. El detective se aproximó. Por el patrón de manchas aquel sobre tenía que estar manchado pero estaba impoluto. Aquello sólo podía significar una cosa: quien había cometido aquel crimen lo había dejado allí para que lo vieran.

Mientras Gustavo contemplaba el sobre sus compañeros regresaban del piso superior.
 

Notas de juego

Por el momento todavía no ha llegado ninguna patrulla al lugar...
 

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17/01/2019, 12:05
Angel Gutierrez

Gutierrez estaba rabioso y eso se notaba en su forma de caminar, como si descargara su rabia en cada paso que daba, haciendo retumbar el suelo.

- Joder... - era lo único que mascullaba de vez en cuando mientras lo único que deseaba era descargar su enfado contra algo. O contra alguien.

Tras informar a sus compañeros que necesitaba un pitillo, salió al exterior sin apenas dirigir la mirada hacia aquella aberración en que se había transformado su viejo amigo.

Tan pronto el humo comenzó a llenar sus pulmones, empezó a pensar con más claridad y supo que sus compañeros serían más útiles que él en la escena del crimen por lo que comenzó a moverse por la calle, atento por si alguna de aquellas casas tenía alguna cámara o veía algún vehículo que le llamara la atención.

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17/01/2019, 15:56
Gustavo Cortés

- Nada...  - exclamó Gustavo cuando comprobó que aquel baño estaba vacío. Efectivamente el tipo que hubiese perpetrado aquella atrocidad había abandonado el lugar precipitadamente. ¿O no? Si en el otro lugar había limpiado escrupulosamente debía de haber una razón. Como psicólogo perfilista a Gustavo no se le escapaba algo tan evidente. Al final, los psicópatas quieren ser descubiertos y, de una u otra manera, establecen un juego peligroso con sus perseguidores en el cual necesitan exponerse. La cuestión era... ¿por qué en el caso del crimen que ahora les ocupaba no se había molestado en adecentar la escena? ¿Un problema de tiempo, tal vez?

La mente de Cortes deambulaba por estos derroteros... lejos de allí, aunque pudiera parecer lo contrario. Intentando no focalizar el cuerpo. No mirar el pecho de aquel hombre abierto en dos.

Y, en cambio, era como el proverbial elefante blanco en la habitación... del que nadie quiere hablar pero cuya presencia resulta insoportablemente imposible de ignorar. Hasta que sus ojos cayeron sobre aquel pedazo de papel morado. El primer impulso fue tomarlo y abrirlo pero se contuvo. Mucho dudaba acerca de que el asesino hubiese cometido un error tan absurdo pero de cualquier modo, cualquier cosa que pusiese allí, bien podía esperar a que llegase alguien de la científica. A menos que...

- Patricia... - gritó Gustavo. - Necesito unos guantes para examinar pruebas. Dime que tienes algo, por dios.

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17/01/2019, 21:22
Patricia Monteros

-Nada... Otra vez llegamos tarde -susurró Patricia frustrada, al no encontrar rastros del autor del asesinato de Robledo.

A un ritmo más lento que su compañero, la detective abandonó la planta alta. A mitad de camino, en las escaleras, respondió a Gustavo.

-En el coche de Ángel quedó mi bolso. Hay una caja de guantes de látex, algunas pinzas basicas y dos o tres viales para recoger muestras. ¿Los buscas tú? Creo que voy a quedarme un rato más en esta ubicación, desde aquí puedo estudiar la escena completa.

Monteros juntó valor y volvió a mirar a su jefe, intentando abstraerse de la carga emocional que le ocasionaba este crimen. Desde allí, su mirada comenzó a absorber toda la estancia, tratando de no saltearse ningún detalle. Además de la falta de pulcritud, quería verificar qué otras diferencias presentaba la escena del crimen de Robledo con las dos que ya habían analizado.

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17/01/2019, 21:53
Guillermo Montalbano

Lívido Montalbano se tambaleó hacia adelante y casi perdió el pie. Pero logró mantenerse. Su mente se aferró a lo único que parecía cuerdo en aquel momento: El caso. 

Recuperándose sus tumbos se convirtieron en pasos firmes, meticulosamente extrajo la libreta de su americana y el bolígrafo de uno de sus bolsillos. Se situó delante de robledo y como si fuese un cadáver más empezó a tomar notas. Se fijó en todas las características del crimen tomando notas comparativas respecto del que ya había visto en el apartamento de Adelaida. 

 

Notas de juego

Pues Guillermo toma notas de todo y va comparando con las notas de Adelaida para ver si descubre algo sobre eso. Si es necesario usar algo de la ficha, pues... es que ni idea de como va. XD

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17/01/2019, 22:51
.=Corazón de Caín=.

Gustavo salió a la calle para coger el bolso de Patricia. Allí, tal como ella había dicho, estaban los guantes. Mientras tanto Ángel fumaba de forma compulsiva mirando la zona. No había ninguna cámara en aquella parte de la calle porque no se veía una intersección cercana. Ningún cajero, ninguna tienda. Una zona residencial. A lo lejos vio ahora las luces de un coche patrulla que se aproximaba seguramente respondiendo a la llamada de Guillermo.

En el interior de la casa Patricia revisaba cuidadosamente el cadáver. El silencioso tenso se rompía solo por el sonido del lápiz de Guillermo rasgando el papel de su libreta de notas quizás con más fuerza de la necesaria. Aquello había alterado a todo el grupo pero eran profesionales. Debían serlo si querían vengar el atroz asesinato de su jefe.

El escenario se presentaba idéntico a los dos anteriores. Robledo estaba desnudo y dispuesto formando la figura del Ahorcado del Tarot en medio del círculo central con la estrella que conformaba los otros círculos de alrededor. Tampoco faltaban las vela negras en cada punta. El pecho abierto brutalmente con unas cizallas de autopsias o una herramienta similar, con el corazón ausente. La única diferencia era la sangre que salpicaba todo: suelo, paredes y hasta techo. Aquello había sido un volcán en erupción. Y eso solo podía significar una cosa que hizo que Patricia se estremeciese: Robledo estaba vivo cuando le abrieron el pecho. ¿Cómo demonios podía estar vivo y sin forcejear mientras le hacían eso?1

Guillermo contemplaba la escena general. Retrocedió unos pasos teniendo cuidado donde pisaba. Sus compañeros también habían sido todo lo cuidadosos que podían dentro de lo razonable, pero era imposible entrar en aquel salón sin pisar algo de sangre. Su mirada se dirigió al sobre. Había sido puesto allí a posteriori ya que las trazas de la sangre no coincidían con su inmaculada presencia. Los ojos del investigador bajaron de forma instintiva a los pies de la mesilla sobre la que estaba el sobre: huellas. Se acercó un poco más. Una huella peculiar: un bastón o una muleta2.

Notas de juego

Esto ha sido gratis.

Si queréis más información debéis hacer alguna pregunta pertinente sobre algo de lo descrito (o no descrito) y gastar un punto de criminalística por ello. Si creo que no es necesario el punto no os lo descuento pero es más probable que sí lo haga.

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18/01/2019, 10:05
Angel Gutierrez

Gutierrez encendió un segundo cigarro con los restos aún humeantes del anterior y sacó la placa en cuanto vio que se acercaba una patrulla.

Tenía claro que nadie aparte de ellos iba a entrar en la casa, al menos hasta que llegaran los de científica, pero les pondría a revisar la zona, quizá buscar la cámara más cercana o preguntar a los vecinos si habían visto u oído algo extraño a lo largo del día.

Justo antes de que Cortés se perdiera de su vista, se acordó de la segunda escena del crimen y le lanzó un silbido para llamar su atención.

- Que alguien mire la parte trasera, en la casa de Bagante saltaron la tapia y estas casitas suelene tener algún patio detrás.

Notas de juego

Gutierrez de momento coordinará la zona exterior, que poco va a hacer en la escena del crimen aparte de molestar.

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18/01/2019, 11:34
Guillermo Montalbano

Montalbano se acercó a la mesilla cuidadosamente, metió una mano en su americana, depositándo la libreta y el boligrafo mientras extraía su pañuelo en una mano y en la otra su móvil.

Agachándose luchó brevemente con el aparato hasta que activó la luz trasera, entonces se dispuso a investigar la escena. Tomo un par de fotos con el móvil de la marca que le llamó la atención y rebuscó debajo de la mesilla y en los alrededores por algo de contexto que arrojase más luz sobre esa marca[1].

Cuando estuvo contento con ello se levantó de nuevo un poco renqueante, llevándose consigo el sobre cubierto por el pañuelo. Se lo extendió a gustavo que venía preparado para abrir su contenido y se quedó pensativo mirando con perspectiva la escena del crimen.

Notas de juego

[1] gasto punto de criminalistica sobre las huellas que le han parecido sospechosas al sabueso.