Partida Rol por web

El bothan pasa sus manos por el interior de los ropajes del agente, recabando pequeños objetos como por ejemplo una tarjeta de ID.

"Mmm, esta tarjeta de identificación podría servirnos para agentes encubiertos. La organización estará orgullosa de mí."

Siguiendo con el rastreo, topa con una tarjeta y un comunicador que también se apropia.

Una vez registrado al agente, el bothan se dirige hacia la otra agente, pero no llega a su destino.

Al parecer la chica herida tiene prisa por salir de aquel lugar y razón no le faltaba.

Así pues, Aker se dirigió presto tras la mujer. Aquella persona podría ofrecerle mucho más que el cadáver de una agente imperial...

Sus compañeros habian pasado un detalle, habia 3 testigos , una operadoradora o algo asi y dos hombres que habian salido huyendo

-Si nos delatan , estaremos en problemas, espero no se hallan quedado con nuestras caras

Una sugerencia velada no propia de ella,pero necesaria,qunque seguro se habian dado cuenta

Tras lo cual decidio ir con ellos, ya que queria ayudar a la mujer y averiguar porque la querian apresar

Todos menos el soldado Calamari, que se quedó hurgando en la consola de la puerta norte, salisteis por la puerta sur. Las puertas de acceso al Promenade se cerraron tras vosotros y guiados por la mujer herida, que aunque tambaleante mantenía un buen ritmo, os fuisteis adentrando en la parte decrépita de la estación espacial.

Doblasteis esquinas, atravesasteis corredores vacíos, bajasteis y subisteis por elevadores y a cada paso la sensación de decrepitud iba en aumento. Unos minutos más andando y el suelo se desharía bajo vuestros pies. Por suerte la mujer se detuvo antes de que esto ocurriera delante de una puerta cualquiera. Tecleó una clave de acceso y esta se abrió.

Ante vosotros había una pequeña habitación, poco más que un trastero con un jergón al fondo y un par de estanterías. La mujer se acercó al jergón y se dejó caer en este. - Bienvenidos a la zona franca. Mi nombre es Mara. - dijo mientras trataba de esbozar una sonrisa que terminó por convertirse en una mueca de dolor.

Todos menos tú abandonaron el recibidor del Promenade en dirección a las zonas menos cuidadas de la estación espacial. Mientras seguías tratando de mantener cerrada la puerta norte, la otra se cerró y perdiste de vista al resto de personas que se habían visto involucrado en el tiroteo.

Allí estabas tratando de forzar una cerradura de una estación imperial, en una sala con cuatro imperiales muertos, 2 troopers y dos informantes.

Conseguirlo al final no te llevó mucho, tras un intento fallido prestaste un poco más de atención a la tarea. La puerta estaba bloqueada, aunque cuanto tardarían los troopers que venían a la carrera en abrirla era una incognita.

Ahora si. Era tiempo de salir por patas, ya que mas no podia hacer. El no era un saqueador de cuerpos como el bothan ni un asesino que se entretuviera matando simples troopers, mucho menos si queria algun dia ayudar a liberar su planeta... Tenia que tratar de mantener su disfraz, de momento.

Ragab no estaba quieto mientras pensaba, corriendo a la puerta sur. Una vez alli evaluo sus opciones. Se puso la capucha de la capa para disfrazar en lo posible sus rasgos, y luego marcho por el camino mas corto que podia recordar, al sector de los alienigenas, evitando desde luego la Promenade...

Hola Mara, mi nombre es Bant y mientras continúan las presentaciones creo que es momento de echar un vistazo a esa herida. Tiéndete y permite que te cure.

Estoy algo desorientada tras el paseo pero creo que nos ha traído a la parte de la estación más alejada de la zona de tránsito comercial. Una zona lo bastante abandonada como para esperar que ni lleguen los soldados. Tengo tantas dudas que  plantear que no se por cual empezar pero antes de eso me concentro en practicar una primera cura a Mara.

El bothan sigue a la mujer a través de varios pasillos, sin mirar mucho a los lados para no parecer sospechoso.

Sin embargo, antes de entrar en la zona franca, si que comprobó que nadie les hubiera seguido. Aguardó en la puerta hasta que todo el mundo hubiera entrado y cerró tras él.

Casi no se movió de la puerta. Apenas conocía aquella gente y la mujer necesitaba asistencia de ese "médico" mon calamari.

-A mi podéis llamarme por el nombre de Aker. Dijo sin mucho entusiasmo. -En cuando haya terminado con las heridas, me gustaría hablar con usted, Mara, sobre el tema ese que dijo el stormtroper. Nosequé de una rebelión. Se hace medio el sueco el peludo.

El droide se coloca en una esquina y saca un pequeño kit de herramientas, con precision mecanica empieza a autorrepararse el hombro dañado por los disparos del trooper, empieza soldando de nuevo los cables internos, y sustituyendo las juntas de los servos quemados, endereza piezas de chapa, y reatornilla las piezas que se han soltado, parece distraido.

-Autoreparacion en progreso, porfavor no molestar, tiempo estimado 450 horas 35 minutos 47 segundos, autoreparacion en progreso, porfavor no molestar, 450 horas 35 minutos 29 segundos.....- Dice en una cantinela baja,  una y otra vez.

La humana se siente un poco extraña entre tanto desconocido.Por un momento piensa en insistir en prestar su medpac pero se contine ya lo habia dicho osea que ya lo saben ademas parece que el mon calamari tiene mas idea de medicina que el asi que le deja el protagonismo si necesita algo solo tiene que pedirlo. Ademas la mujer no a dado señales de queja muy grave no sera

Por un momento se sienta atrapada en una ratonera sin salida cuando Aker cierra la puerta tras ella, Cuando dice su nombre ella le corresponde

-Yo me llamo Jilokasina

Sin duda el destino habia juntado a seres tan dispares y lo que les unia pronto iba a revelarse......

Ragab, al salir de la sala recibidor al Promenade, por la puerta sur, distinguió como la gente que instantes antes habían estado con él torcía por el primer pasillo a la derecha, como era el camino más corto hacia la parte a la que tenía intención de ir, a cierta distancia les siguió.

Tras varios cambios de pasillos, usos de elevadores, el ambiénte decrépito se fue haciendo patente, lo que era un claro indicativo de que habías conseguido tu propósito. Una vez en la zona deseada y a varios metros detrás del grupo encabezado por la mujer que os había metido en problemas, ellos siguieron avanzando, mientras tu sopesabas tus opciones.

Si querías seguirlos todavía estabas a tiempo, la mujer no avanzaba demasiado rápido, con lo que darles alcance no era complicado. Pero también estaba la posibidad de ir por tu cuenta y tratar de encontrar un modo de salir de la estación.

Desde detras, observaba al grupo de problematicos. Por fortuna parecia que podria librarse pronto de ellos, a pesar que el camino medianamente los unia. Ya en el sector alienigena, a no tardar, tomo una calle alternativa y los perdio de vista. 

Lo que ahora necesitaba era lo que habia venido a buscar en un principio, un trabajo que le sacara de la estacion. Pilotar alguna nave o entrar como mecanico seria perfecto para escabullirse sin problemas. 

Ragab lo penso un poco y se dirigio al bar mas cercano. Los cantineros de cualquier parte de la galaxia, eran los mejores informados de todos despues de los que mantenian la Base de Datos. La otra opcion seria directamente visitar los hangares, pero por el momento preferia mantenerse alejado de las zonas principales, que seguramente estarian mas vigiladas... 

El bothan esperó a que todos hubieran entrado. Inspeccionó una última vez el pasillo para comprobar que nadie les había seguido y no vio a nadie. Cerranda la puerta y mientras las presentaciones se realizaban, el calamari, despreocupándose por su propio estado de salud, certificaba que Maya estaba gravemente herida, aunque estable, y que no mejoraría mientras no fuera intervenida. Desgraciadamente para poder ayudarla se precisaba de material quirúrgico del que no disponía dada la precaria situación en la que se hallaban.

Por su parte Mara, conocedora de la gravedad de sus heridas y tras unos segundos de duda les habló - Sé que habéis hecho muchísimo por mi, y que os debo la vida. Os estoy profundamente agradecida por ello. Y aun así me veo en la necesidad de pediros un nuevo favor, necesito conseguir la información acerca de la localización de un cargamento muy valioso para mi. ¿Me ayudaríais? -

Tras ayudar como puedo a la humana me retiro a un rincón y discretamente me relajo. Por fin tras todo este rato puedo simplemente liberar la tensión y el miedo acumulados. Aprovecho para tranquilizarme estos momentos en tanto escucho lo que dicen el resto antes de pronunciarme.

-Daños en los sistemas criticos, se necesita ayuda externa para realizar reparacion- tras unos instantes el droide se detiene, mira a la Mara y dice -El daño de mis sistemas es critico, necesito ayuda especializada para recuperar plena capacidad de combate, me encuentro imposibilitado para realizar la mision secundaria de localizacion del carguero, porfavor espere hasta que la reparacion se haya llevado a cabo-

Aker se aproxima a la mujer cuando esta lanza la propuesta.

-Depende, si antes me responde mi pregunta, puede que la ayude. Dice calmado y sin ningún ápice de sentimientos. Entonces el curioso robot suelta una frase de error.

"Se ha cargado un par de troopers, que menos que echarle una mano?"

-Si me disculpas... Le pide permiso al robot mientras saca un datapad y una herramienta de su cinturón. -Voy a hacerte un diagnóstico con el datapad para saber donde están tus errores principales y luego echarte "un cable".

-Así a primera vista parece que te han dado bien. Me vendrían de lujo un par de manos extras para reparate.

Durante la hora que dura la reparación, Aker no puede refrenar su curiosidad por el robot e introduce un comando en su datapad. Observando el texto que aparece, el bothan decide hacer una copia en una tarjeta de datos y teclear un par más de comandos.

Una vez que me siento más recuperada me acerco donde están examinando al droide al que miro con cierta desconfianza. Siempre me han parecido peligrosos los autónomos como este, tan peligrosos como un soldado clon de esos que nos atacó.

No soy muy ducha en mecánica pero si me indicas qué necesitas puedo intentar echarte una mano.

Con precaución para no meter la pata sigo las indicaciones del bothan y parece que consigue lo que quería. De vez en cuando hablo algo con él en su idioma.