Partida Rol por web

El eco de un sollozo

Capítulo Tres: La capilla oscura

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28/09/2021, 13:41
Narrador

En silencio, cada uno de los presentes, se colocó alrededor de la puerta subterránea. Tras esto se realizaron un pequeño corte y extendieron la mano sobre la abertura de piedra. Las gotas de sangre comenzaron a manchar su superficie, corriendo con lentitud a través de los canales excavados en ella; sin embargo pronto sintieron un fuerte dolor en su mano. La herida comenzó a palpitar con fuerza, borboteando abundante sangre poco después. Trataron de retirar la mano, pero una fuerza invisible les sujetaba de manera inamovible. 

En el momento en el líquido carmesí colmó por completo el patrón circular, los presentes pudieron retirarse con gran cansancio y debilidad. Confundidos intercambiaron miradas de miedo y sorpresa. Debía de haber unos cuatro litros, puede que más incluso. Si solo uno de ellos hubiera hecho la ofrenda, sin duda habría muerto de manera agónica e irremediable. 

Hecho el sacrificio, la piedra se fundió varios centímetros, para posteriormente echarse a un lado. Fue entonces cuando vieron unas aguas ponzoñosas en las que nadaban pirañas de gran tamaño. Elessäl, lejos de intentar entablar un vínculo natural con aquellas criaturas, decidió canalizar su quintaesencia de manera eléctrica sobre las aguas. Como resultado, los peces comenzaron a flotar, muertos o aturdidos, en la superficie. 

Cerca de su destino, se sumergieron en las aguas y comenzaron a nadar a través de un corredor natural. Sus paredes, escarpadas y afiladas, se encontraban pobladas por algas y musgos de colores violáceos. Después de bucear varios metros hacia abajo, en los que sintieron el cambio de presión en sus oídos, la abertura empezó a ascender, junto en el momento en el que sus pulmones comenzaban a protestar. 

Cuando llegaron al exterior, sintieron su cabeza embotada y el mundo a su alrededor parecía decidido a no detenerse. Segundos después, en los que se afanaron por respirar todo el aire que podían, pasearon su mirada por el lugar. Una brecha natural, salpicada por gruesas telarañas en las que colgaban varios cuerpos. El olor era nauseabundo, una mezcla de humedad y podredumbre.

Notas de juego

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28/09/2021, 19:39
Xan Giao

Aquello había sido extraño a la par que terrorífico.

Podía sentir cómo su vida se deslizaba a través de sus venas para depositarse sobre el altar, su cálida sangre derramada unida a la de sus compañeros mientras no podía apartarla, creyendo que perecería tontamente frente una puerta. Se sentía tan cansado que hasta hincó su rodilla en el suelo, sintiendo que sus fuerzas se perdían lentamente, ¿realmente había llegado su hora? ¿Estaba destinado a morir tan cerca de su venganza después de todo lo que había pasado? Parpadeó varias veces para ver el resto, tan débil que el hecho de parpadear resultaba un esfuerzo casi titánico.

Después de unos largos segundos, sin saber exactamente cuándo, pudo volver a tener el control en su mano para retirarla, alejándose también unos pasos con tan de no repetir la experiencia.- Salgamos de aquí.- Susurró para ahorrar fuerzas mientras observaba cómo el mago se encargaba de las pirañas, dejándoles vía libre bajo el agua.

Nadar no era algo que le apeteciera ahora mismo, sobre todo teniendo en cuenta que una fuerte corriente podían llevarles a todos tan adentro del abismo submarino que sus cuerpos se quedarían eternamente perdido en las profundidades, pero por suerte para ellos parecía que los dioses les habían concedido un poco de calma, al menos por el momento.

Tragó una larga bocanada de aire al estar por fin en contacto con el aire, aunque la pureza que recordaba respirar en los albores del bosque ahora era un recuerdo bastante lejano. El olor era nauseabundo, incluso llegaba a atontar sus sentidos, pero era mucho mejor que estar sin aliento.

Buscó alguna superficie sólida con tal de salir del agua, aprovechando también para recuperar un poco de sus energías mientras ayudaba a sus compañeros, concediéndoles un poco de fuerza extra. Después echó un rápido mirado al lugar, cavilando posibles salidas y sobre todo vigilando por si había cualquier tipo de movimiento. Todavía necesitaba recuperar sus fuerzas antes de una batalla.

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28/09/2021, 20:05
Turmil

La idea de hacerse cada uno un corte, para evitar un sacrificio y a la vez tener sangre, no le pareció luego tan buena a Turmil, alguna extraña fuerza les hacía seguir desangrándose hasta que el ritual se completaba. Sintió como perdía mucha sangre, pero nada pudo hacer hasta que el ritual finalizó. Luego a bucear, casi hasta sentir como estallaban sus pulmones, no iba a llegar en las mejores condiciones al encuentro con quien una vez fue su maestro. Pero lo peor estaba por llegar, algo ya le había preparado el oscuro templo al que habían llegado. Pero hasta el olor era terrible, a punto estuvo de vomitar, tener que tomar grandes bocanadas de aire, tras el largo periodo de anoxia, y hacerlo de aquel asqueroso y pegajoso gas, era cuando menos, una sensación extraordinariamente desagradable. Y no parecía que se fuese a reponer con facilidad, ya que la visión acompañaba al olor, grandes telarañas y cuerpos en diferentes estados de degradación y digestión. 

¿Dónde se habían metido? ¿Cómo era posible que su querido maestro hubiese terminado en un lugar así? Pero en ese momento lo más importante era ponerse en guardia frente a posibles arañas, que por el tamaño de las víctimas y de las telarañas, tenían que ser enormes. En un susurro, comento a sus compañeros:-Mejor que nos movamos con cuidado, esto tiene el aspecto de haber sido hecho por arañas de enorme tamaño.-Por no pensar en el druida que estaría en un abismo de locura, des que ya no habría posibilidad de retorno. Saco su arco, y moviéndose con sigilo, comenzó a reconocer la zona. 

- Tiradas (2)
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28/09/2021, 22:33
Gadea Yseult

Una vez que sus compañeros estaban de acuerdo en ofrecer parte de su sangre, Gadea levantó su mano derecha y se la miró. No estaba del todo convencida. Mientras se miraba su palma - que estaba boca arriba - acercó una daga e hizo un corte. Con la palma abierta, dejó que brotara un poco de sangre. Cerró su puño y giró el brazo para que la sangre pudiera caer más fácilmente. Con sus dedos hizo presión y lentamente comenzó a caer una gota de sangre.

Cuando la gota hizo contacto con una de las líneas de la simbología del suelo, Gadea sintió que de alguna manera, se quedaba fija en el lugar. Desde el corte que tenía en la mano, un fuerte dolor le subía un poco por el brazo. Quería apartar la mano, de alguna forma, pero una fuerza superior a ella se lo impedía. Mientras poco a poco iban cayendo gotas de sangre, para la sacerdotisa parecía que su vida se le escapaba, que poco a poco, se iba sintiendo más y más cansada, más apagada.

Una vez todos los canales se llenaron, se abrió una puerta. Gadea se puso de rodillas y cogió aire, como si hubiese vuelto a la vida. Realizó varias respiraciones profundas, o al menos lo intentó con cierto trabajo. Detrás de aquella puerta, había agua y pirañas. Elessäl conjuró un hechizo para que pudieran pasar y tuvo un gran éxito.

Junto con sus compañeros, estuvo nadando hasta que consiguieron llegar a la superficie. Cuando Gadea salió y respiró, le vino un olor muy desagradable. Abrió sus ojos y contempló el lugar. Ahogó un grito y se llevó las manos a sus labios. Estaba horrorizada ante la escena que tenía delante, no conseguía apartar su mirada. Poco a poco, fue acercándose a aquellos cuerpos sin vida, sin salir de su horror.

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29/09/2021, 12:42
Elessäl

El mago sentía el ambiente cargado, a la misma vez que notaba como una fuerza sobrehumana rodeaba aquel lugar en relación a las señales de las piedras. Un leve corte parecía que sería suficiente, pero de repente se vieron atrapados por un gran poder que ni siquiera el mago pudo controlar. El sacrificio había tenido éxito y las grutas se abrieron.

- No podemos dejar que estas pirañas se vuelvan en nuestra contra con cualquier poder. Si nos atacan dentro del agua, tendremos muchos problemas para llegar al otro lado... - dijo el elfo a su pesar.

Se arrodilló ante las aguas y cerró los ojos, susurrando en su idioma antiguo. Una pequeña llamarada comenzó a rodear la mano del mago, pero en unos segundos se tornó azul y chispeante, haciendo que el fuego se convirtiera en la materia del rayo. 

- Namarië. Lo siento...

Y en las aguas se cruzaron rayos y relámpagos que electrificaron a aquellas criaturas. Visiblemente dolorido, Elessäl se giró hacia sus compañeros.

- No temáis, podemos cruzar tranquilos.

Y empapados, llegaron al otro lado del agua, donde una sentimiento de desconfianza llenó el corazón del mago. Tumril fue el primero en hablar.

- Estoy de acuerdo con vos, maese cazador. Estos bosques tienen ojos y saben dónde nos dirigimos a cada paso que damos. Tenemos que avanzar con cuidado y con sigilo, evitando cualquier trampa para no acabar como estas pobres criaturas - dijo examinando los cuerpos colgantes -. Dama Gadea, no se aleje demasiado. 

Después miró al hombre de las katanas, asintiendo. 

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29/09/2021, 16:51
Narrador

Las escaleras de piedra serpenteaban a través de un camino excavado de manera natural, uno que los aventureros no dudaron en tomar, pues tenían que cumplir su destino. Atrás quedaron las aguas pestilentes y los cuerpos en descomposición, permitiendo al grupo distinguir los aromas propios de un lugar con escasa ventilación. El polvo, unido a la humedad del lugar, irritaba sus ojos y pulmones.

El grupo camino en silencio, pasando con sigilo sus pies por el empedrado; sin embargo, Gadea y Elessäl, no pudieron evitar toser en alguna ocasión. Aunque estos trataron de expectorar de manera suave y poco llamativa, el eco del lugar potencio sonido, propagando ruido seco y sonoro por el lugar. En cada ocasión que eso ocurría se detenían y escuchaban. Para buena fortuna nada les seguía o al menos eso era lo que creían.

Tiempo después el túnel desemboco en una sala circular de gran tamaño, en cuyo final encontraron una puerta de madera. Antes de cruzar, miraron las paredes cubiertas de telarañas y las innumerables estalactitas que decoraban el techo. Gracias a eso, fueron conscientes del colosal arácnido que reposaba inmóvil en una de las esquinas del lugar. Si eran lo bastante sigilosos podrían cruzar la puerta sin llamar su atención, guardando sus energías y recursos para el verdadero enfrentamiento.

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Notas de juego

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29/09/2021, 17:49
Turmil

Se desplazaron haciendo poco ruido, y de momento no parecía que nada les estuviese siguiendo. Turmil estaba preocupado por las enormes telarañas, que habrían sido hechas por enormes arácnidos, muy peligrosos y que podrían estar en cualquier lugar, esperando la oportunidad para atacarles. Pero esto de momento no ocurrió. Llegaron a una sala de gran tamaño, y tenían que atravesarla y llegar hasta una puerta de acero. Allí por fin, vieron una enorme araña, que de momento parecía no haberse percatado de su presencia. Señalo en silencio a la enorme criatura y paso en sigilo, hasta llegar a la puerta, donde saco el arco y apunto a la araña, preparado por si alguno de sus compañeros, la alertaba. Esperaba que no fuese necesario, no estaban para meterse en combates innecesarios, seguro que su maestro no iba a ser un hueso fácil de roer.

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29/09/2021, 18:11
Xan Giao

Avanzaban con buen pauso y evitando hacer más ruido del necesario, mirando de soslayo con reproche a aquellos que no podían aguantar unos segundos sin evitar hacerlo. Estaban en un momento crítico y sus fuerzas todavía se estaban recuperando, necesitando más tiempo del que tenían para sentir que podía volver a luchar con cierta normalidad, por lo que ahora toda precaución era mínima.

Por desgracia estaban rozando el límite y en este caso tenía ocho pálidas y un tamaño que helaría a cualquiera, quedándose quieto para colocarse en una última posición, rezagado del resto. Con un golpe de cabeza indicó a los faltantes que avanzaran, llevándose después un dedo a los labios para pedir silencio.

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29/09/2021, 19:58
Elessäl

Elessäl amortiguó cada paso mientras caminaba. La sensación de abandonar un peligro para adentrarse en otro peor era ya el guión de su aventura. Pero eso no impidió al mago avanzar decidido. Hasta que llegaron a un lugar donde las telarañas colgaban de cada una de las esquinas de aquella sala. Tras unos segundos para comprobar qué sería lo mejor, al no llamar la atención del arácnido, siguieron caminando lentamente dirección a la gran puerta que los esperaba.

¿Sería la última prueba a la que se enfrentarían para poder salvar el bosque?

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29/09/2021, 23:39
Narrador

Cuando el grupo se reunió al final de la sala, Turmil examinó la puerta antes de abrirla. Tras unos instantes de examen exhaustivo, descarto la existencia de trampas, ya fueras mágicas o mundanas. Conteniendo la respiración, tomó el pomo y mientras tiraba hacia arriba, comenzó a girarlo con lentitud. A pesar de ello los goznes chirriaron; sin embargo no lo suficientemente alto como para alterar el sueño de la colosal araña. 

Después de cruzar la puerta, descendieron por unas escaleras de piedra hasta llegar a un estanque de aguas estancadas y malolientes. Al final de este, incrustado en la pared, se encontraba el templo de Nerull, una estructura fiel a su representación, una calavera. El grupo podía sentir como aquel lugar estaba maldito. El lugar estaba cargado con un ambiente opresivo que atenazaba sus corazones y erizaba el vello de sus nucas. Cuando pusieron un pie en las heladas agudas y comenzaron a caminar hacia su destino, sintieron un escalofrío que recorrió por completo sus espaldas. 

Con cada paso que daban, la sensación de incomodidad fue sustituida por un miedo primigenio y devastador que amenazó con hacerles desistir, darse la vuelta y marcharse para no volver jamás; sin embargo no podían hacer aquello. Sin duda cualquier otra persona no habría sido capaz de llegar hasta allí. A pesar de las riquezas que les había prometido el barón, ningún saco de monedas, por muy grande que fuera, podía pagar lo que estaban apunto de realizar.  De modo que, haciendo acopio de valor, el grupo se adentro en la capilla oscura.

El interior de la iglesia era una sala circular, soportada por varias columnas formadas por restos humanos. Las cuencas vacías de las calaveras observaban con mirada perdida al hombre sentado en el trono, el cual estaba en la parte final de la habitación. Este, al verles llegar, se levantó y tomó su bastón. Tras esto camino con decisión, hasta colocarse a una distancia prudencial de ellos.

Aún estáis a tiempo de retiraros. Hasta ahí llega mi clemencia— pronunció Kol¨Mark con autoridad—. Si por el contrario, deseáis seguir buscando sangre, vuestra alma será consumida por el insaciable apetito de Nerull. Algo que no será breve precisamente, sino que ocurrirá a lo largo de varias décadas.

Al ver como sus amenazas no surtían efecto en los héroes allí reunidos, golpeo con fuerza el suelo con su cayado, provocando que los restos humanos de las columnas cobraran vida. Estos, con movimientos rígidos y ortopédicos, abandonaron su hogar en la piedra, para colocarse frente al druida oscuro, mientras emitían un alarido ronco y estridente.

Notas de juego

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30/09/2021, 00:38
Gadea Yseult

Siguió a sus compañeros sin dejar de observar los cuerpos sin vida. Seguía por instinto porque apenas estaba pendiente del camino Todas estas vidas han sido arrebatadas y probablemente sean personas inocentes... Tened vuestro descanso eterno... pensaba. 

La sacerdotisa, mientras más avanzaba, peor se encontraba. Le daban escalofríos, de vez en cuando temblaba y miraba hacia todas partes con desconfianza y alerta. Llegaron a una sala circular y pudo ver al antiguo maestro de Turmil. Lo observaba con detenimiento, su pose, su voz y cómo se dirigía hacia ellos. Luego miró a Turmil con cierta pena Sarenrae, por favor, dale fuerzas para que pueda afrontar lo que está por llegar... Su mirada volvió hacia el druida. No lo conocía pero no ponía en duda las palabras que Turmil había dicho anteriormente acerca de su maestro. Se armó de valor y le habló - ¿Por qué? ¿Por qué apostar por la muerte y no por la vida? ¿Para qué sirve la muerte si lo que trae es oscuridad?

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30/09/2021, 13:23
Turmil

Estuvo cerca, demasiado, pero lograron dejar la sala circular sin atraer la atención de la enorme araña. Y llegaron a su destino, una terrible iglesia dedicada a la muerte. Un lugar horrible, en lo más profundo de su corazón, Turmil albergaba la esperanza de que fuera un error, y que no se tratase de su maestro, no le parecía posible una transformación semejante, terminar sirviendo a la muerte, en lugar de a la vida. El miedo era algo secundario, sin importancia, frente al reto de tener que conocer la terrible transformación de su maestro, y enfrentarse a quien había sido como un padre para el, durante sus largos años de aprendizaje. Al poco de entrar, en tan tétrico lugar, cuyas pareces parecían hechas de restos de personas, en el oscuro trono le vio. ¿Cómo había podido cambiar tanto? ¿Tan poderoso era su odio, como para haberlo transformado en esta aberración? Sentía una profunda pena, por el sufrimiento que debería estar pasando Kol¨Mark, pero también un enorme rechazo por todo el dolor que estaba ocasionando.

Al menos, de momento parecía que no le había reconocido, el casi no podía reconocer al que una vez había sido su maestro, pero algo en su voz, le dejo claro que era quien antaño había sido un bondadoso druida. Trato de concentrarse en atrapar con enredaderas a los esqueletos que el druida oscuro había convocado contra ellos, pero la mayoría de su magia no funciono, no podía concentrarse, ni dejar de vivir aquella pesadilla, aquel horror, viendo la transformación de alguien a quien había querido mucho.

Pero en aquellos momentos, tenía que estar atento y servir de ayuda a sus compañeros, el combate iba a resultar muy difícil, todo un reto. 

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30/09/2021, 13:28
Narrador

Como en la pelea anterior con el gusano de gran tamaño, Xan llamo la atención del sacerdote oscuro. Realizo desde gestos a pronunciar maldiciones en contra de esa persona. En definitiva utilizo todo su repertorio para enfurecerlo, algo que sin duda funciono. Con un nuevo golpe de su bastón movilizo a sus secuaces no muertos. Una docena fue contra el adusto espadachín, mientras que el resto se dividió para atacar a los demás aventureros.

El grupo al completo demostró estar por encima de cualquier superioridad numérica en el primer embate. Tan solo Elessäl sufrió una herida menos en la cabeza que le aturdió momentáneamente, el cual a pesar de ello comenzó a conjurar un poderoso hechizo de electricidad. Este al impactar provoco la desintegración de tres de estos esqueletos.  Mientras tanto Gadea y Turmil trataron de imitar a su compañero con conjuros de otra índole; sin embargo el acoso incesante del enemigo hizo imposible tal acto. Sin embargo Kol´Mark no iba observar el combate sin intervenir en ningún momento. Con una sonrisa en sus labios extendió la palma hacia Xan, desde la cual emergió poco después una estaca de hueso que se clavo profundamente en el pecho del espadachín. Tras esto el antiguo druida giro su mano hacia el elfo, lanzando al segundo un nuevo proyectil que rozó el hombro del arcanista.

Mientras tanto Gadea al ver que su compañero caía gravemente herido, conjuro un muro de piedra que lo separó de sus enemigos, ofreciéndole unos valiosos segundos. Aprovechando aquella oportunidad, Xan se replegó con rapidez, logrando acabar con uno de sus adversarios en el proceso. Poco después, Elessäl se coloco a su lado y convocó una luz esmeralda, que cubrió su cuerpo por completo, paliando el dolor y cerrando parcialmente sus heridas. Por otra parte Turmil trató de apoyar a sus compañeros, pero de nuevo el nerviosismo provocado por el fragor de la batalla, lo hizo imposible.

Instantes después los muertos rodearon con rapidez el muro creado por la sacerdotisa, atacando al grupo poco después desde todos los flancos. Puede que el miedo de perder a un compañero les hiciera perder la concentración de lo que les rodeaba o puede que fuera simplemente por el gran numero de enemigos, el caso es que en aquel momento del combate, los esqueletos comenzaron a ganar terreno, consiguiendo herirles con sus afiladas falanges. 

Superados en numero el grupo comenzó a retroceder por la marea constante de garrazos y mordiscos. A pesar de que otro de ellos cayó por los precisos ataques de Xan, los esqueletos seguían atacando sin retroceder o vacilar, hiriendo de nuevo al joven oriental. 

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30/09/2021, 20:09
Turmil

La situación se estaba haciendo muy difícil, estaban siendo heridos, y estaban rodeados por enemigos. Necesitaban acabar con el combate, darle un giro. Y allí estaba, quien en otro tiempo había sido su maestro, el culpable de todo, y que ahora estaba a punto de acabar con ello. No quería haberlo hecho, pero no había más remedio, cogió el arco y apunto a su maestro. No podía dejar que acabase con ellos, y con todo lo demás, si alguna vez había sido su maestro, ahora poco o nada quedaba del elfo que había conocido. Apunto y disparó.

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01/10/2021, 08:44
Xan Giao

Estaban en la mierda, y lo peor de todo es que ellos lo sabían.

No necesitaba girar para mirar a sus compañeros y su estado puesto que los gruñidos de dolor y el olor a la sangre era palpable en el ambiente, creyendo incluso que podía saborearlo. Por desgracia sí, ese sabor metálico era real, escupiendo en el suelo un gargajo de sangre antes de colocar una mano en su pecho herido. ¿Aguantaría un golpe más? Dudaba, no con la cantidad y poder de enemigos que tenía delante, pero la opción de retroceder no estaba en la lista.

Hay que acabar con esto.- Mientras hubiera dolor significaría que seguía vivo. Mientras hubiera dolor podría volver a levantarse. Y sobre todo mientras hubiera dolor seguiría luchando.

Apretó los dientes en un último esfuerzo antes de correr con las katanas en mano, dispuesto a llevarse a varios por delante antes de caer.

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02/10/2021, 00:26
Gadea Yseult

Mal... todo mal, nos superan en número... pensaba mientras iba mirando a su alrededor. Intentó dejar fuera de combate a aquel druida, pero no tuvo éxito. Sus compañeros iban luchando contra los esqueletos, y poco a poco iban debilitando a unos y otros, pero no era suficiente.

Gadea intentaba pensar con rapidez. Tenía varios flancos a los que atender, tanto por parte de los esqueletos, como por sus compañeros. Cerró sus ojos y comenzó a murmurar. De sus manos, comenzó a salir un pequeño destello de varios colores, que iban desde los violetas, pasando por los amarillos y terminando por naranja. Esos destellos, se iban juntado en el centro de sus manos y una vez que tenía una bola, abrió sus ojos y la lanzó hacia delante, explotando en medio de los esqueletos.

 

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02/10/2021, 09:01
Turmil

Le había resultado difícil, pero tenía claro que no había otra opción.-Hemos de acabar con el druida, solo así podremos vencer en este combate. Los esqueletos son una distracción, que nos aleja del objetivo principal.-Y volvió a preparar otra flecha para dispararla contra el que otrora fue su maestro. Mientras tenía que esquivar los ataques de los esqueletos. Había llegado el momento de la verdad, en los próximos instantes se decidiría su futuro y el del bosque.

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02/10/2021, 10:19
Elessäl

El mago jadeaba mientras retrocedía lentamente junto a sus compañeros, observando la situación. Un hilo de sangre recorría la comisura de sus labios y otro caía por su frente dirección al pómulo. De sus manos se dibujaban pequeñas ráfagas de electricidad, que chisporroteaban alegres, pero débiles...

Elessäl cerró los ojos e inspiró profundamente. Los rayos comenzaron a rodear todo su cuerpo, alternándose en azules, blancos... pero todos resplandecientes. De nuevo, el elfo flotó unos centímetros del suelo. Notaba como su cuerpo se estaba quedando sin energía, pero aún no estaba todo perdido.

Alzó una mano al frente, con los dedos índice y corazón extendidos. Observaba como los esqueletos seguía avanzando hacia ellos con aquel druida maligno al fondo, liderándolos. El mago abrió los ojos, en blanco. Poca a poco, los rayos se fueron apagando y algunas partes de su cuerpo se hicieron invisibles. La imagen del Elessäl tintineaba, yendo y viniendo, pero de repente se detuvo, mostrándose como siempre, pues su magia no se quedó en su ser, sino que recayó en el asiático.

- Es nuestra última oportunidad, ve y da muerte a esa maldita criatura... No temas, pues ahora no eres visible a los ojos de ningún ser... Rodeálo y haz lo que sabes hacer, joven guerrero...

Los pies del mago se posaron de nuevo en la tierra, hincando una rodilla. Se incorporó lentamente, con una media sonrisa y su mano rodeando su abdomen. Con el brazo libre, empuñó su espada. 

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02/10/2021, 13:00
Narrador

Elessäl y Gadea, lejos de rendirse, canalizaron una explosión conjunta de múltiples cargas eléctricas y hermosos colores. Como resultado, seis de sus enemigos cayeron, los cuales se sumaron a los dos derrotados por Xan. Por otra parte, Turmil golpeó a su antiguo maestro con una flecha, justo en el instante en que finalizaba los componentes somáticos del conjuro. Para buena fortuna del druida corrupto, su armadura de hueso protegió su corazón de ser atravesado por la saeta del explorador. 

Los esqueletos, lejos de estar amedrentados, ocuparon el puesto de sus compañeros caídos y continuaron con el ataque; sin embargo la ventaja numérica ya no era tan rotunda, logrando aturdir a la sacerdotisa durante unos instantes. En aquel momento dos de los no muertos retrocedieron, colocándose en los flancos de Kol´Mark, el cual se afanaba en lanzar otro hechizo más sobre sí mismo. 

Al ver aquello comprendieron que debían atacar al sacerdote en la mayor brevedad posible, si no aprovecharía el tiempo brindado por sus secuaces, para prepararse contra ellos. De modo que mientras Turmil disparaba de nuevo sin lograr éxito y Xan lanzaba tajos para mantener a raya a sus adversarios, Elessäl utilizó sus artes arcanas para volverlo invisible.

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02/10/2021, 17:37
Turmil

Para su desgracia, estaba ocurriendo lo que Turmil había pensado, el druida se estaba preparando, haciéndose cada vez más fuerte y difícil de abatir. Falló un disparo, pero en esta última ocasión volvió a acertarle, a ver si tenía suerte y lograba hacerle alguna herida.

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