Partida Rol por web

El eco del Diablo

En las profundidades del SOL

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08/02/2016, 10:14
Director

CABECERA

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08/02/2016, 10:38
Hospital Lariboisière

Terminaba el invierno pero seguía haciendo frío. No era mucha la distancia e ir caminando al trabajo era una forma de tomar carrerilla para una jornada de 14 horas en la que nunca se sabe lo que puede pasar.

Durante el trayecto la acompañaba el atardecer y ya llegando podía ver la negra silueta de la basílica de Montmartre sobre el cielo cobrizo.

El Hospital Lariboisière es un complejo antiguo y enorme, con la típica estructura de pabellones que rodea un patio ajardinado al estilo francés. Fue construído en el siglo XIX para hacer frente a las epidemias que de vez en cuando asolaban la ciudad. No es lo que se dice un lugar lúgubre y ha sido restaurado mil veces, pero sus gruesos muros siguen enfermos de una especie de sarro de sufrimiento que Clementine no puede evitar captar.  

Por suerte para ella, Urgencias ocupa un añadido moderno que puede parecer incluso luminoso. Además, contra lo que podría suponerse, estas salas tienen una relación con el dolor más rápida, más resolutiva. A pesar de todo el padecimiento y las muertes que pasaban por allí no es como en los pabellones de enfermos crónicos, donde parece que los lamentos tienen un eco que nunca se termina de extinguir.

Para atajar se llegaba a su puesto bajando unas escaleras. Al cruzar la puerta de entrada, ya era de noche.

Notas de juego

¡Empezamos!

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11/02/2016, 02:22
Clementine Ouvrard

Desde mi apartamento en la esquina de la Rue Caulaincourt y la Rue Tourlaque en el 18eme arrodissement hasta mi trabajo había unas 20 cuadras, aquella tarde decidí caminarlas aunque el frío todavía soplaba en algunas esquinas de la ciudad. Enfundada en mi impermeable color crema hasta las rodillas, vestida con un sweater azul y una pollera de lanilla, mis pasos resonaban melodiosamente por las baldosas de la acera.
La trayectoria hasta el lugar de trabajo reflejaba ciertas costumbres y senderos transitados diariamente, típico de la apropiación de los lugares que nos marcan con su presencia y son parte de nuestra vida. Doblar en tal esquina, pasar por debajo del balcón con flores violetas y rejas ornamentadas, mojarse los dedos con el agua de alguna fuente, ver las hojas caer de los árboles formando una dorada alfombra crujiente sobre las baldosas de la acera. Pequeños grandes placeres que mantenían mi mente en orden cuando todo a mi alrededor pugnaba por desvanecerse o se hacía insoportablemente real.
El ocaso acompañaba cada paso, mientras el dorado y el cárdeno teñían mis espaldas las sombras se alargaban frente a mí, muchas cosas pasaban por mi cabeza: estaba enfadada porque mi mente y mi corazón no se ponían de acuerdo.
Las personas cruzaban mi camino pero no las notaba, París provee esa facilidad de perderse en sus bellos edificios, de sentirse completamente solo y rodeado de una belleza abrumadora.
Al fin, el imponente edificio del hospital surgió frente a mis ojos y me tomé unos segundos para contemplarlo, como si no lo hubiera hecho ya mil veces.
Suspiré. Sería una larga noche... Pero si las personas adecuadas compartían la guardia conmigo quizás no resultara agotador.
Saludé al guardia en su garita y le enseñé el gafete por costumbre, a lo que él levantó la mano para luego bajarla, dándome el visto bueno para entrar. Me cuidé bien de apresurarme para no llegar tarde y ponerme el guardapolvo de rigor.
La sección de emergencias era nueva pero aún así el entorno del hospital no dejaba de darme algún que otro respingo y procuraba no andar mucho sola por los pasillos ni por los senderos entre las distintas alas del lugar. Para colmo de males, las enfermeras solían venir siempre con una nueva historia de fantasmas que, aunque me cuidaba de no demostrarlo, me crispaban un tanto... Creo que debo ser la única que prefiere ver vísceras y sangre a algo incorpóreo tratando de comunicarse.
Saludé a mis compañeros de guardia y comencé a leer la lista de la sala de espera para determinar el caso de mayor gravedad y llamarlo.

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11/02/2016, 11:05
Director

Era entre semana y las primeras horas no hubo demasiada actividad. Indigestiones, mareos, algún pequeño accidente. Sustos, pero nada fuera de la rutina.

 Esta guardia y las del resto de la semana ejercía como supervisor por primera vez al doctor Seyrig, uno de los médicos más prestigiosos del hospital y un intocable snob que tenía fama de pasarse las guardias leyendo, fumando y escuchando música en algún despacho vacío, pero a quien encomendaban las operaciones más complicadas y los pacientes más prestigiosos. Había una norma no escrita por la que a él sólo lo llamaban para las cosas más graves. Así que a efectos prácticos le tocaría a Clementine ejercer el papel de jefa de equipo.

El médico residente este turno era Nicolas, un chico amable y dedicado y la enfermera, Christine, era de esas personas de trato dulce que parecía sensible en exceso para este trabajo pero que se crecía con las dificultades y no conocía el cansancio.

A las diez de la noche llegó el primer caso grave. Un coche había atropellado a un repartidor en motocicleta. Desde la ambulancia informaron que venía al menos con una pierna rota y varias costillas fracturadas y que tenía dificultades para respirar.

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12/02/2016, 21:17
Clementine Ouvrard

"Vaya", pensé mientras miraba la planta de aquella noche, "Hurra por mí, yo dirijo emergencias mientras Seyrig se fuma sus cigarros y se lee sus libros" resoplé y me aparté un mechón rebelde de la cara. Fui al office de enfermería y saludé a las compañeras de turno. Christine estaba otra vez sensible por pelear con su novio, ya me había cansado de repetirle que lo deje y temía que algún día apareciera ella en emergencias pues el muchacho tenía fama de tempestuoso, ahora había adoptado una posición neutral y solo la escuchaba porque estaba claro que no iba a abandonarlo; vaya que debería follar bien ese gañán para aguantar tanto sufrimiento.
Me serví un café negro y le agregué un sobre de crema, estaba horrible como siempre mas ¡Cómo despabilaba! Busqué a mi compañero Nicolas para iniciarle conversación si es que estaba desocupado pero estaba con un paciente. Fue en ese instante que nos avisaron que estaba llegando el motociclista atropellado y mandé a que se preparara el protocolo para esa ocasión, de Nicolas ni noticias... Tal parecía ser que debería atenderlo yo.
 

Notas de juego

Te pido máster que me guíes un poco si es que necesito hacer una tirada hasta que me acostumbre al sistema :)
 

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15/02/2016, 10:51
Director

Los chicos de la ambulancia llegaron pronto. El joven paciente se quejaba de un fuerte dolor al respirar, estaba asustado, convencido de que se iba a morir demasiado joven. Una vez calmado y fuertemente sedado, Clementine pudo drenar una hemorragia producida por la rotura de vasos menores que no necesitó mayor cirugía. Las tres costillas y la pierna no dieron muchos problemas. La rotura de del fémur había sido muy limpia y no había daños ocultos. Con ayuda de una varilla fijaron el hueso para que soldara bien. Tras una hora y media de intenso trabajo el muchacho quedó estabilizado y pudo ser subido a planta. La intervención había sido un éxito y en cosa de un par de meses de relativo reposo, si no había una complicación inesperada, podría seguir con su vida normal.

La enfermera, Chris recogió el instrumental visiblemente contenta -se notaba que le gustaba su trabajo-, cuando recibió un mensaje de móvil y salió a hablar.

Saliendo del quirófano pudo oír las risas de una señora, animada por alguna broma de Nicolas, que tenía un don para reanimar a las ancianas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Casi todas las tiradas las haremos con un factor del primer bloque (Factores Nucleares) más otro del bloque bajo de éste (Factores Periféricos).

Este sistema no sólo sirve para ver el resultado práctico de las acciones, también sirve para inspirar la interpretación e imaginar sentimientos…. A veces tiraré yo por los personajes sólo para ver cómo perciben algo, sin coartar en absoluto su libre albedrío.

En el caso de atender al repartidor la tirada sería de Destreza más Ciencia. El modificador de la tirada de 2 dados de seis caras sería 2+3=5, y la dificultad para un médico de Urgencias a nivel uno sería normal, 11. He narrado la intervención según la tirada.

Habrán tiradas que te pediré que hagas y te invito a que porpongas tiradas para que yo te narre al respecto o hacerlas para inspirarte en la interpretación. De todas formas iremos introduciendo el sistema poco a poco, jugando.

Ah y cuidado con la tentación del metarol. Claro que puedes poner color a una escena, pero intenta centrarte en lo que piensa y siente tu personaje hacia los otros, no en lo que hacen o cómo son. No quiero que te distraigas de tu personaje y los pnj’s siempre tendrán sentimientos sutiles, pensamientos ocultos, que tienen que ser un misterio para que puedas interactuar con ellos de una forma auténtica desde la perspectiva de tu personaje y puedas desarrollarlo en profundidad. Eso sí, te daré estímulos para que puedas orientarte y nunca estés en vacío.

Por supuesto, cualquier cosa que vaya saliendo coméntalo y lo hablamos. :-)

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15/02/2016, 12:04
Nicolas Serres

Al salir del box, Nico hizo un silvidito para llamar a Clementine. Le habló cruzando los brazos. Siempre tenía una sonrisa para ella.

-Parece que la noche va bien. Me ha pedido el dandi que te pases por el despacho del administrador a tomar café. ¡Caray, las hay con suerte!

Ahora su sonrisa tenía un evidente tono burlón.

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17/02/2016, 23:05
Clementine Ouvrard

Bajé la mirada y el resto de mi rostro hacia el suelo, algo intimidada por la familiaridad de mi compañero, me agradaba esa cercanía y me abrumaba al mismo tiempo; luego alcé mis ojos hacia él y sonreí tímidamente -Qué tonto eres -dije torpemente, riendo por lo bajo, como una niña que trata de defenderse, inmediatamente me repuse y alcé la barbilla un poco -Ya quisieras ir tú, ¿Verdad? -agregué bromeando, miré hacia donde estaba la oficina del jefe y suspiré -Supongo que no tengo más remedio... Llámame si me necesitas, por favor -musité dubitativa, "¿Qué querrá?", pensé mientras mis pasos me llevaban hacia la oficina de Seyrig, me frotaba disimuladamente las manos presa de una pequeña ansiedad, "¿Habré hecho algo mal?", me mordí el labio suavemente, "Clementine, no empieces a transpirar", me dije mientras golpeaba la puerta de la oficina.

Notas de juego

Gracias máster! Voy aprendiendo de a poco :)
Las intervenciones de otros pnjs las hago por costumbre de masterear jajaja, te pido mil disculpas, de ahora en adelante me focalizo solo en lo mío ;)

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18/02/2016, 12:44
Max Seyrig

La puerta se abrió dejando escapar el humo del tabaco, el olor a café y la música de piano. Su tupida barba, a pesar de estar impecablemente arreglada le daba al doctor Seyrig cierto aire de naúfrago. Como si Robinson Crusoe se hubiese vestido para visitar a la reina de Inglaterra.

La hizo pasar sin mediar palabra. Y le indicó un cómodo sillón para que se sentara. Sobre el despacho había un equipo de música portátil, un cenicero, un termo y un portátil que iba chivando los avisos de urgencias tal y como iban llegando a los enfermeros que valoraban en el triaje.

-¿Café, té, un cigarro?

Le llenó su taza observándola sin disimulo, como queriendo memorizar su cara.

-Es sorprendente comprobar cómo unos rasgos más bien desagradables en una cara pueden reproducirse con sutil y hermosa armonía en la prole.  

Su padre fue mi profesor de prácticas de anatomía en mis primeros años de carrera. Espero que haya sido mejor padre que maestro. Él representaba todo lo que yo odiaba en la medicina. Lo llamábamos el sapo.

Ahora me alegro de no haberlo ahogado en la piscina del formol.

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20/02/2016, 02:15
Clementine Ouvrard

Al entrar me divertí mirando alrededor sin disimular, admirando cómo había tornado una oficina común y corriente en algo suyo con solo unos pocos detalles; a pesar de no querer reconocerlo era una personalidad interesante, o eso aparentaba ya que nunca había charlado ni pasado mucho tiempo con él. De primera impresión me caía simpático aunque su fama de arrogante y esnob le precedía, fama que descansaba en los hombros de los rumores que había escuchado... No obstante, había algo que nunca había dicho a nadie, no solo porque no siempre creía valioso dar mi opinión, sino porque a veces la gente solo quiere escucharse a sí misma, una de mis máximas personales, por así decirlo, consistía en un manto de respeto para las grandes mentes: las personas con talento se ganaban mi perdón no importaba si eran engreídas, esnobs, o faltas de cortesía, solía ser más tolerante con los inteligentes y talentosos que con el resto de las personas porque el mundo, tan lleno de gente anodina, debería de resultarles insoportable. Es una pesada y solitaria carga ver más allá de lo que ve el resto y un pasaje casi asegurado a la infelicidad. Claro que si eran excesivamente pedantes quedaban en la lista negra, tampoco me agrada que me subestimen... Había que ver en dónde encajaba el doctor Seryg.
-Buenas noches. Café, por favor -me limité a murmurar y bajé la mirada al líquido mientras llenaba la taza, sabía que me estaba observando y, aunque era común de los médicos realizar esos vuelos de águila sobre la fisonomía de los otros por curiosidad, morbo o costumbre, no dejó de intimidarme porque sentí que se encontraba abrumadoramente cerca por más que solo fuera mi impresión.
El comentario sobre mi padre tenía tanto rasgos de sinceridad y desprecio que no pude evitar reírme, un risa repentina e irrefrenable surgió durante unos segundos y luego acabó tan rápido como empezó -Qué manera tan curiosa de hacer cumplidos que tiene doctor Seryg -fue mi primer comentario y lo miré a los ojos por unos instantes tratando de leerlo -Creo que no me equivoco al asegurarle que fue mejor profesor que padre -solté con una expresión seria, luego alcé las cejas y sonreí de lado -Por suerte los genes me favorecieron y me tocó más de mi madre que de él en apariencia -acoté y bebí un poco de café -¿Podemos hablar de otro tema? Esto se está tornando un poco freudiano... -dije bromeando pero en serio.

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20/02/2016, 11:00
Max Seyrig

-Nada más lejos de mi intención.

La verdad es que ser un buen padre no tiene que ser fácil si no eres un buen padre.

Sonrió, mientras terminaba de preparar el café expresso con un poco de espuma.

-¿Sabe que Freud después de de no tener mucho éxito con la publicación de su ensayo sobre la cocaína fue de los primeros en especular con una teoría conexionista neuronal? Su trabajo se titulaba “Proyecto para una psicología científica” y pretendía cuantificar la actividad de las neuronas para explicar los procesos mentales. Sospecho que si hubiera seguido por ese camino, Freud hubiera terminado siendo el más antifreudiano del mundo y a saber qué me habría dicho usted.

Pero lo abandonó pronto por técnicas más intuitivas como la asociación libre para la interpretación de los sueños.

Eran tiempos en los que los médicos querían alcanzar la fama, asaltar las puertas del cielo y sentarse en el trono. Por suerte ahora vivimos momentos más humildes. Y por mucho bombo que se nos dé, los milagros de la ciencia cada vez son menos efectistas. En un par de generaciones volveremos a ser los matasanos que éramos antes de todo este pandemónium de teorías.

Yo entiendo la medicina más bien como una rama de la fontanería. ¿Qué piensa usted? A veces creo que hay gente que golpeándoles con el efecto adecuado un par de veces, a saber qué cosa se desatasca y se arreglan, como pasa con las televisiones viejas.

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24/02/2016, 02:54
Clementine Ouvrard

Estaba confundida, no sabía si realmente el doctor Seryg me estaba buscando conversación o si pretendía algo más, como halagarme para luego pedirme que lo cubra en alguna guardia... Como esta por ejemplo.
Me reí por su observación sobre Freud y bajé la mirada por un instante para relajarme porque estaba ridículamente nerviosa, tanto que para que no me temblaran las manos las aferré al borde de la silla en la que estaba sentada. Mi madre siempre me había retado por moverme mucho y ser muy expresiva así que había aprendido bajo la censura materna a cuidarme de mostrar demasiado mis movimientos y mi ansiedad.
-El hombre en general tiene una molesta tendencia a creerse el centro de todo cuando no somos más que una mota de polvo en el universo -me encogí de hombros y levanté la mirada con el impulso de una nueva oleada de confianza -Solía tener miedo de volar en aviones hasta que me di cuenta de que el avión hacía una trayectoria que circundaba un planeta que se trasladaba en el espacio alrededor de una estrella... -divagué sin darme cuenta con la mirada perdida en los objetos que tenía sobre el escritorio -A veces es imperativa una dosis de perspectiva.
Observé el café con su color tan característico y la espuma que lo coronaba, era evidente que no tenía estas atenciones con todo el mundo y el hecho de que las tuviera conmigo me incomodaba, sin duda habría médicos más brillantes a los cuales sacarle conversación y temía no estar a la altura.
Me reí de nuevo cuando comparó nuestra profesión con la fontanería -Creo que quizás ha jugado demasiado al Super Mario, doctor -comenté con una sonrisa de lado -Eso de andar golpeando a la gente... espero que no la patee también -agregué divertida, luego pensé en que quizás no conociera la referencia. Demonios. -Más allá de eso, particularmente creo que la medicina hizo mal al separarse de las pseudociencias, ¿Cree en el alma, doctor Seryg?
 

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24/02/2016, 08:43
Max Seyrig

Max sonreía y tomaba café.

-¿Patear a la gente?¡No será por falta de ganas!-Gesticuló dando puñetazos en el aire.-¡No me diga que no le tienta a usted patear a más de uno! ¡Vamos!

Y la sonrisa se convirtió en una ligera risa.

Hasta que llegó el tema del alma, donde el doctor Seyrig forzó un silencio teatral.

-Bueno, soy francés y a la postre parisino. Para alguien de mi generación que ha sido cultivado con largos años de instrucción, creer en que realmente existen las personas ya es un hito.

Bebió un sorbo más.

-Me alegra que esa dogmática rigidez esté cambiando en los jóvenes. Pero pienso que la medicina no es ni siquiera una pseudociencia. Es si acaso una artesanía, un oficio. Y no debería, como tal, aspirar a más. No porque se vaya a desnaturalizar la disciplina ni chorradas por el estilo, sino porque va a fagotizar prácticas que no ganan nada aliándose con la clínica.

Paso mis vacaciones en Senegal y allí conozco a gente realmente espiritual. Créame, quizá aquí muchos dicen creer que existe una cosa llamada alma, pero muy pocos actúan en consecuencia. Yo me mantengo en una cómoda postura descreída, mientras asumo que en todo caso mi oficio me dará acceso al cielo, si es que existe.

Sinceramente, me da un poco de vértigo pensar en que de verdad hay algo más allá. Estoy más cómodo golpeando pacientes a ver si funcionan. En ese sentido soy un mediocre, como la mayoría.

Y usted. ¿En qué cree? Y... ¿Hace algo al respecto?

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27/02/2016, 03:45
Clementine Ouvrard

Me sonreí -Sin duda hay personas a las que me gustaría darles un golpe, pero... ¿Le resultará curioso si le digo que la vida suele golpear peor de lo que podríamos hacerlo las personas? ¿Cómo dice el dicho... Me sentaré en la puerta de mi casa y veré pasar el cadáver de mis enemigos?-ladeé mi sonrisa sin querer parecer demasiado tétrica, bebí un poco de café y mi mente comenzó a divagar sobre sus palabras, pero sin pronunciar palabra -Sí... -me limité a susurrar y a los segundos me di cuenta de que si no expresaba mis pensamientos iba a pasar por descortés -En verdad todavía no entiendo cómo es que he logrado escabullirme de Sartre, Beauvoir y compañía, debe ser todo culpa de los yankees que  son la causa de todos los problemas -me apresuré a bromear mientras me pasaba un mechón de cabello por detrás de la oreja, volví a la postura reflexiva -Si bien nuestra profesión nos obliga a mantener la cabeza en esta realidad siempre me ha gustado en mi tiempo libre acercarme a otras, ya sea por medio de la lectura, la música o la introspección -deslicé mirándolo de lado, coqueta. -En mi caso, me resulta una forma efectiva de descansar de esta realidad en la que vivimos, a veces tan dura.
-Así que es usted un pragmático -musité pensativa al reflexionar sobre sus creencias o no creencias -En cuanto a mis percepciones del mundo y del espíritu, no me he puesto a pensar ordenadamente en qué creo -no quería hablar mucho sobre ello porque yo misma no deseaba profundizar ni en las apariciones extrañas que a veces cruzaban mi camino ni en las percepciones anormales que a veces me llegaban en el aire, en la atmósfera de un lugar. Si el doctor Seryg era un descreído no iba a polemizar sobre lo que cada uno creía del más allá, o del más acá... -¿Puedo preguntarle qué hace en Senegal cuando va allí? -quise cambiar de tema -No me hubiera imaginado que alguien como usted viajara a destinos como ese -dije, notando inmediatamente que podía leerse cierta ignorancia y preconcepción en mi pregunta, pero ya era demasiado tarde para callar -Quiero decir, se lo ve muy urbano y occidental - empeoré mi frase inicial. Quizás era hora de que me callara.

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29/02/2016, 10:11
Max Seyrig

-Bueno, empecé intentando evadirme del estrés haciendo turismo exótico, un poco obligado por mis escarceos con la sociabilidad. Pero pronto me di cuenta que ese tipo de entretenimiento contenía toda la miseria que me asqueaba de mi vida diaria. Lejos de encontrarme a mí mismo en esos viajes, me encontraba a mis vecinos. Bueno, a ellos o a gente sospechosamente idéntica…

Sobreactuó una cara de paranóico y miró a Clementine.

-¿A usted no le parecemos todos los demás sospechosamente idénticos?

Rió un poco buscando complicidad y terminó con una sonrisa.

-Así que me olvidé de los safaris o el buceo por los arrecifes de coral y lo cambié por un turismo más saludable y relajante. Ahora soy parte de la legión de oportunistas que intentan llenar sus vacíos vitales trabajando gratis en hospitales del tercer mundo. Últimamente voy a Senegal...

Del ordenador portátil salió sonó un beep, y el doctor abandonó totalmente la conversación para mirar a la pantalla. Se incorporó y se acercó al ordenador con su café en la mano.

-Acaban de informar a cribado desde una ambulancia que se dirigen a un choque frontal con al menos... dos vehículos involucrados. Uno ha caído en el Canal Saint-Martin, en nuestro lado. Estarán aquí en más o menos...

Se puso a teclear.

...la primera ambulancia la conduce… José Ney… rápido... y… la señorita Jaurés… bien, ... traerán a alguien. Podemos estimar entre uno y cuatro. En un cuarto de hora, a lo sumo veinte minutos los tenemos aquí.

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04/03/2016, 03:04
Clementine Ouvrard

Miré al doctor Seryg algo confundida por su comentario y abrumada por su histrionismo, constantemente sentía que invadía mi espacio personal aunque estaba claro que no lo hacía. Y, al mismo tiempo, cada vez que se acercaba me asaltaban oleadas de excitación que se mezclaban con picos breves de pánico, la situación tenía que ser natural, era una conversación que pretendía ser amistosa, o quizás lo era en verdad, pero que mi propia ansiedad no me permitía disfrutar, ¿Por qué me sentía como un ratón cautivo por el baile de una serpiente?
Inspiré hondo un par de veces tratando de que el doctor Seryg no se diera cuenta de ello para evitar hiperventilarme. Sonreí devolviéndole la complicidad pero no comprendiéndola, quizás este era el punto en el que mi capacidad de mantener Max entretenido fallaba y podía presentir que fuera cual fuera su curiosidad con respecto a mi esta estaba por concluir -En verdad no- me sinceré y me mordí el labio suavemente -Las personas siempre me parecen perturbadoramente diferentes, lo que me sorprende es el afán de borrar ese rasgo único que las distingue para amalgamarse con el resto y... -lo pensé unos segundos antes de contestar -La tendencia a repetir los mismos patrones de conducta que los llevan al fracaso y a la infelicidad una y otra vez -lo miré a los ojos -Es casi dolorosamente consolador ver que hay gente que no le importa salirse de la norma -amplié la sonrisa un instante y pestañeé un par de veces.
Cuando me contó sobre su trabajo humanitario en Senegal lo observé con una suave sonrisa pero me cuidé bien de alabarlo, mi forma de ser me llevaba a ser más pragmática en algunas situaciones y la admiración, si tenía fundamento, prefería demostrarla con respeto más que con palabras. Si se enojaba era señal de que lo había hecho para fanfarronear.
Por suerte el beep de las urgencias sonó y toda mi atención se dirigió hacia la situación que se me presentaría próximamente. Me levanté del asiento como accionada por un resorte y apuré el resto de café. -Muchas gracias por el café y la conversación, ha sido agradable -musité -Voy a organizar al equipo doctor, permiso -me disculpé, asumiendo que quizás contemplara no unírsenos.
 

Notas de juego

Si quisiera tirar para diagnosticar a los pacientes adecuadamente y para coordinar las acciones de los distintos médicos a mi cargo, ¿Debería hacer una tirada de intuición + ciencia o razón + ciencia? ¿Y la segunda sería de presencia + qué otro factor? Presumo que la dificultad es 11. Gracias por la paciencia máster :)

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04/03/2016, 12:17
Max Seyrig

El doctor Seyrig la detuvo haciendo un gesto de alto con la palma  y una sonrisa desafiante.

- No se apresure. Esta parte es la más imporante y en la que más errores se cometen. Cierre los ojos y visualice la situación. Este circo tendrá que tener varias pistas. Quiero salir de aquí antes de un minuto con una idea clara de nuestras funciones y la estrategia a seguir. Yo me pido los más graves.

Había algo de examinador en su actitud. Se fue poniendo la bata exagerando el gesto de poner el oído esperando la respuesta.

Notas de juego

Podemos empezar con una tirada de Razón más Ciencia. Si quieres con la tirada narra la respuesta, y si prefieres que avance sin más haz la tirada y me dices que siga.

Para tiradas relacionadas con la medicina, unas cuantas sugerencias:

Razón más ciencia para diagnosticar y planificar. Imaginación más ciencia para intuir un diagnóstico cuando falta información para una deducción lógica, destreza más ciencia para operar en una tirada general, Destreza más maña para montar una prótesis, percepción más ciencia para darse cuenta de algo visual, auditivo, táctil, que puede pasar desapercibido. Introspección más ciencia para hacer memoria sobre algo que se dio en una clase hace muchos años. Presencia más ciencia para dar órdenes a quien no la conozca, Carisma más sincerarse para implicar a los colegas de profesión.

En todas las acciones tendré en cuenta la particularidad de Médico de Urgencias a nivel uno de Clementine.

Tira y pregunta sin cortarte. Yo encantado de explicar lo que surja. Es un sistema de juego que es la primera vez que sale de nuestra mesa y me hace ilusión enseñar sus posibilidades para interpretar y narrar.

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07/03/2016, 03:31
Clementine Ouvrard

En aquel instante, cuando más oportunidad tengo de lucirme, me quedo en blanco. Ni siquiera la más remota idea cruza mi mente y por más que intento delinear mentalmente una estrategia a seguir nada surge, comienzo a ponerme nerviosa porque temo quedar como una principiante. "Vamos Clementine, haces esto cada vez que estás de guardia" trato de animarme, sin embargo, nada da resultado.
-Separar los pacientes graves, analizar las posibles heridas y síntomas visibles, buscar aquellos traumas que sean propios de los accidentes vehiculares para tratarlos... -dije atropelladamente, sin pensarlo demasiado -Lo siento, creo que me distraje demasiado y ahora me cuesta focalizarme, cuando estoy de guardia suelo estar en estado de alerta la mayoría del tiempo y ahora me he relajado, ¿Qué sugiere usted, doctor Seryg?
 

- Tiradas (1)
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07/03/2016, 14:25
Max Seyrig

-Bien, bien. ¿Qué le parece si tomo prestado personal extra y me pongo en el quirófano dos?. Usted prepare el uno con Serres y Modiano. Estabilizamos, e intervenimos.

Su tono era amable, pero no hacía sugerencias sino que más bien daba órdenes. Andando por el pasillo con pasos largos difíciles de seguir, dejaba claro que ahí mandaba él.

-Los primeros serán los más graves. Para usted el primero,yo el siguiente. La doctora Jaurés viene en la primera ambulancia. Esa no deja morir a nadie, así que prepárese para pacientes que pendan de un hilo.

En unos minutos el quirófano uno, preparado, recibió al primer paciente. Una mujer de mediana edad con dos hierros clavados en el torso, multitud de heridas por todo el cuerpo y las piernas totalmente destrozadas. Los hierros que le atravesaban, recién cortados, desprendían ese olor a quemado característico de los cortes con radial. Uno milagrosamente no le había destrozado un pulmón. El otro quedaba peligrosamente cerca de una arteria principal. Las piernas, rodilla para abajo, eran irrecuperables. Parece que el coche había acabado debajo de un camión.

Notas de juego

Tienes que tirar destreza más ciencia para operar, dificultad 15. Si quieres narras con la tirada, si prefieres que siga, dímelo y continúo.

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12/03/2016, 03:54
Clementine Ouvrard

Casi no parpadeé ante las palabras de mi superior pues estaba absorta organizando en mi cabeza los pasos a seguir, las instrucciones qué dar, etc. Asentí primero haciendo un gesto con la cabeza y luego dejé oír un -Por supuesto, doctor Seryg -con la mirada fija en él pero en realidad viendo más allá, hacia los acontecimientos que se avecinaban.
-Gracias por la conversación -deslicé mientras se giraba para salir del despacho con una voz tan ensimismada que no estaba segura de que el receptor hubiera recibido el mensaje.
Mientras daba instrucciones a Nicolas y a Modiano pensaba que bien podría haber pasado por petulante cuando en la oficina de Seryg traté de tomar este asunto del accidente en mis manos, sin embargo no podía asumir que Seryg iba a tomar el mando hasta que realmente lo hizo; entonces, viva mi petulancia. Cuando el ulular de la sirena se dejó sentir en la recepción de ambulancias, mi mente se preparó con ese distanciamiento que enseñan en la escuela de medicina, ni demasiado blanda como para que la empatía me juegue en contra ni demasiado fría como para ser un carnicero con título.
"Vamos Clementine, esta gente pone su vida en tus manos, haz lo mejor que puedas para que vuelvan con los suyos", me alenté para mis adentros. Había decidido recibir al paciente yo y dejar a los otros dos en el quirófano, esperándonos. La luz intermitente de la ambulancia me deslumbró por un instante, al instante la camilla con los médicos de emergencia ya venía hacia mí, me puse a la par y dejé que la doctora Jaurés me diera el parte de a situación, no muy alentadora por cierto. Era muy probable que no pudiéramos hacer nada por las piernas, pero primero que todo había que extirpar los hierros.
Al tiempo que retiraba los pedazos de retorcido metal del torso de la pobre mujer Nicolas drenaba y me ayudaba a contener un posible sangrado, varias veces hubo que estabilizarla y la operación duró más de una hora. Al terminar estaba agotada pero había cumplido mi cometido y la paciente estaba estable, me pregunté para mis adentros si este no era el caso más grave qué le habría tocado al doctor Seryg mientras me lavaba las manos y me sacaba la sangre de abajo de las uñas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sigue tú, por favor, que no se me ocurre qué más agregar :)