Partida Rol por web

El Emperador Sacerdote

AQVILA ET ANGVIS

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06/03/2013, 01:59
Director

Las noche de Roma desde tu hogar huelen a Jazmín y mierda. No importa cuanto aromatizaras las estancias de tu lupanar, el olor a mierda de la calle siempre lo impregnaba todo, lo cual solo sonaba como alegoría a lo que era esa ciudad. Hace poco has oído que esos fánáticos cristianos llaman a la ciudad "La Gran Puta", ocurrencia que te hace reir cada vez viene a tu mente.

Una nueva noche se presenta ante ti y un montón de oportunidades, lo cual te produce un agradable escalofrío. sales de tu sarcófago y te diriges a tu sala de baño donde todo está preparado. Leche de cabra mezclada con agua y miel, todo a una agradable temperatura. Sabes que muchos de los tuyos se bañan en sangre, pero es demasiado obvio y vulgar... no es que no lo hayas hecho, pero hay un tiempo para todo.

Ya dentro de la bañera sientes como tu cuerpo frio adquiere la temperatura del aguay cierras tus ojos para entregarte al placer que esto te provoca. No obstante, el carraspeo de una gargante te hace volver a la realidad. Se trata de Mnécrates, tu ghoul griego eunuco. Vestido con ropa de lino al estilo egipcio, hace una reverencia como si fueras una diosa y te dice:

- Domina, hoy he ido al mercado de esclavos y compre algunos efebos  para ofrecer a los clientes. Los traigo a tu presencia para que los apruebes.

Hacen pasar a tres muchachos de unos 13 años. El primero es un nubio de piel muy negra y musculos tensos; el segundo puede tratarse de un germano o celta de cabello color miel, pecas en su piel casi traslucida; por ultimo, había un chico moreno, posiblemente arabe, con sueves facciones y  ojos almendrados. Todos estan desnudos, con los cuerpos sin bello y untados en aceite para resaltar sus cuerpos.

Mnécrates siempre te trae las nuevas adquisiciones para que las apruebes o por si deseas jugar un poco con ellos.

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08/03/2013, 00:57
Toth-Neferu

- Muy hermosos Mnécrates. Los tres me complacen, tan jóvenes y bellos. Una sorpresa muy agradable por tu parte. - Más tarde, en privado, le recompensaría como se merecía. No ahora. Los muchachos eran recién llegados, y no quería asustarles dando parte de su vitae al ghoul delante de ellos. No quería mostrarles su verdadera naturaleza. No durante un tiempo, al menos. - Ahora déjame a sólas con ellos. - Hizo señas a su más importante siervo, para que se alejara. Cuando desapareció tras los cortinajes teñidos de azúl (un color difícil de lograr con los tintes y, por tanto, caro), se giró hacia los púberes.  - Os portaréis bien con la nueva ama ¿verdad? -
Les examinó unos segundos, en silencio. Parecían algo inseguros. Neferu enseguida mostró interés por el de ojos almendrados. No es que no le interesaran los otros, pero en su tierra natal había visto ya muchos nubios, y el norteño tenía una belleza demasiado extraña.
- Acercaos... - Les dijo, acompañando sus palabras de una gran sonrisa. Intentaba mostrarse poco amenazadora. - ... traed una jofaina, y aquellas sales, para echar en el agua. Entrad sin miedo. -
Se mostró cálida y acogedora con ellos. Les besó la frente y acarició su pelo, como si de sus propios hijos se tratasen. Dejó que se bañaran con ella, y que la frotaran los cepillos. Mientras lo hacía, les hablaba con suave voz de lo importante que era tener complacidos a los clientes romanos. Que su función a partir de ahora sería hacer felices a los que acudían a su casa, y que esta se convertiría en la de ellos si dejaban atrás sus prejuicios para aceptar con naturalidad los deseos de cualquier hombre o mujer:  - Si seguís mís consejos, medraréis, y seréis felices. Aun siendo esclavos, os sentiréis más libres que los romanos que aquí acuden. Si  os dejáis engañar por las doctrinas de la moral, empero, sufriréis grandemente. Libéraos. Dejas atras vuestras antiguas creencias. Ahora sois instrumentos del deseo ¿No es esa la mayor bendición que los dioses pueden otorgaros? ¿Hacer felices a otros?. No importa el sexo, estátus o la edad. No juzguéis las desviaciones ajenas. -
Hizo que se sintieran a gusto. Dioses en la tierra. Dió unas palmadas, y al sonido acudieron un par de sirvientas, que a sus órdenes trajeron uvas, pan y miel. Los muchachos sonrieron, comieron y bebieron alegres. Disfrutaron de la comidad y el cariño del que hace mucho no gozaban.
- Ahora venid. Es hora de callar, y dejar mostraros de lo que hablo. -
Al poco, el mismo par de esclavas hizo traer un potro junto a la piscina. Los muchachos miraron curiosos, sin entender del todo...
- Es sencillo. Uno se tiende, boca abajo, y sus brazos y piernas extendidos se atan a cada una de las cuatro patas del potro. Así queda a merced de los dómine.... - El rostro de los jóvenes cambió al oir esto. - ... si queréis seguir disfrutando de las comodidades de mi casa, cada uno de vosotros tres deberá pasar por el portro, a merced de los otros dos ... así comprénderéis ambos placeres, el del que posee, y el del que es poseído. -
En ese momento, se preparó para sentarse, y disfrutar del espectáculo de la caída de tres almas puras.

Notas de juego

En ese momento, se corre un tupido velo sobre la escena.

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09/03/2013, 23:38
Director

La verdad es que cada vez es más sorprendente el ponencial que tienen los mortales. Sencillamente hay que soltar las cadenas de sus iniviciones y muestran lo que en realidad son. Solo demoraron unos instante en entender lo que esperabas de ellos y pusieron todos sus energías en ponerte contenta. De inmediato el norteño y el africano se transformaron en feroces sátiros, mientras que el oriental se volvio una docil vestal listo para entregar su virginidad a sus lascivos captores.

Disfrutaste viendo como sudaban y se estremecian, deseando poder en algún momento disfrutar de ellos, del sueve y dulce nectar que corre por sus venas, pero un alarido los saca a todos de lo que estaban haciendo.

-¡Cuerpo y sudor! ¡Sangre caliente y joven! ¡Adonai por que me pruebas!.

Viene del jardín y sabes que es.

No sabes como dio contigo, pero suele tener el extraño placer de sus visitas. Aún no tienes claro si el nosferatu más loco o el malkavian más feo, solo sabes que lo encontraste un día pululando por las calles, alimentandose de los vagos y sis hogar. Has preguntado, pero nadie más le conoce, ni los nosferatus de las catacumbas; incluso has dudado si se trata de una visión producida por el hachis.

La informacion concreta que tienes de él es que se llama Yohannan, por lo que supones que es judio. Parece tener una cierta iluminación proveniente de su locura, pues entre las tonterías que dice hay cosas interesantes, el problema es saber cual es cual.

Te asomas al jardín y le ves retorciéndose en un rincón, musitando palabras que apenas entiendes.

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13/03/2013, 09:55
Toth-Neferu

¡Otra vez aquél maldito horrible y sucio perturbado! Encima, interrumpiendo tan agradable sesión. Iniciálmente, se sintió disgustada, y enseguida mandó a los jóvenes dispersarse y descansar por hoy, para su presentación "en sociedad" la noche siguiente.

En caso de haber sido otro mendigo, lo habría hecho azotar y expulsar de su jardín, fuera uno de los malditos o no, pero ella no era como otros. Al iguál que aquél ser que gritaba en el jardín, desde pequeña ella también había sufrido visiones terribles enviadas por el propio Set. Si no hubiera sido criada dentro de los Seguidores de Set, y nadie le hubiera explicado que aquellas alucinaciones eran en realidad mensajes oscuros del Oscuro Dios, seguramente habría acabado como Yohannahn, totálmente trastornada, despreciada y vagando por las calles.

Así pues, comprendía bien el sufrimiento de Yohannahn. Quizás sus visiones no fueran enviadas por Set, si no por algún otro espíritu o demonio del inframundo, aunque él insistía en que el dios único de los judios, o de aquellos nuevos cristianos llegados a Roma, le iluminaba. A veces, le resultaba confuso aquél jóven culto judio, pero Neferu sabía bien que existian muchas cosas misteriosas e incomprensibles más allá de la vida y la no-vida. Sobre todo por su aprendizaje sobre hechicería y el "otro lado" a manos de los Hierofantes del Culto.

- Su Ka no está en equilibrio, pero al menos su caótica locura le verá libre del yugo de Ra al alcanzar el Ma´at, o al menos eso espero... -

Se vistió rápidamente e hizo a los criados apartarse del mendigo. Atendería personálmente a Yohannahn. A medida que recorría el jardín, recopiló en un ramo unas flores cuidadosamente cultivadas por sus criados. Al llegar junto al miserable vidente, se las ofreció cortesmente, añadiendo: - De nuevo aquí, hermano de visiones. ¿Vienes porque sabes que eres bien recibido en esta casa? Entra conmigo... - Por la puerta de atrás por supuesto, no quería que los clientes se espantaran. -... y limpiaré tu cuerpo en un baño. Tengo también nueva vitae, dulce, exótica, y llena del espíritu de la juventud, sólo para tí, si así lo deseas. - Fué llevándolo hacia su casa y negocio.

- Escuchemos tus últimas visiones con calma, y analicémoslas juntos ¿Has visto algo nuevo, ultimamente? Sabes que me agrada saber, sobre todo lo relacionado con la oscuridad y las serpientes...-

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13/03/2013, 22:49
Yohannahn

Yohannahn se encuentra tirado en una esquina de tu jardin, recitando un a salmodia que supones es la lengua de los judios. Entre sus expreciones a veces explotaba en ataques de ira en los que gritaba:

-¡Le bauticé y no movió un dedo por mí! ¡Preparé su camino y dejó que cortaran mi cabeza!.

Cuando te acercas fija sus ojos rojos en ti y relame sus colmillos de rata al escuchar acerca de la sangre joven. No obstante, vuelve a entrar en paroxismo y se retrotrae, como si le resultaras una amenaza:

- Quieres mi alma torturada, serpiente primigenia. Soy solo la voz que clama en el desierto y ahora nadie me escucha.

Para y sus orejas de murciélago se mueven como si estuviera escuchando algo. Luego te susurra:

- Han traido una verga poseida. Nadie lo sabe, pero yo puedo verlo. Los sacerdotes del invertido quieren entregarle Roma al falso sol. Despertarán al que duerme y la luna será roja como la sangre y el cielo negro como el fondo de un caldero.

Notas de juego

Pensé en algo más feo para Yohannahn.

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14/03/2013, 14:35
Toth-Neferu

Neferu sintió lástima por Yohannahn. El profeta rechazaba los regalos que le ofrecía, aferrándose a una falsa virtud. Definitivamente, Yohannahn estaba en manos de Ra, preso de las cadenas de la moral, y nada le hubiese gustado más a Neferu que librarle de sus cadenas y hacerle libre.

Pero no quería hacerlo mediante mentiras, engañas o tribulaciones. No con él. Yohannahn merecía la verdad:

- Es verdad, soy una serpiente. Me conoces bien. Pero no te deseo mal alguno, Yohannahn. Tu lo llamas torturar tu alma, y yo lo llamo liberarla. Te conozco bien, tanto como me conoces a mí ¿Por qué mentirnos entonces? Somos las caras de la misma moneda, al fín y al cabo. -

Neferu había escuchado atentamente sus palabras, y estaba analizándolas. En ellas había mucho más de lo que parecía a simple vista. Yohannahn estaba poseído por un  espíritu, de eso no había duda ya. Algo o alguien hablaba a través de él. Y lo sabía porque ningún ser de su clase había sobrevivido a una decapitación. Si era un alma decapitada, todo indicaba que el alma de un muerto hablaba a través de su cuerpo.

¡¡Ese otro que habla a través de él, es el profeta!! Pensó entonces para sí Neferu, habriendo los ojos como platos al darse cuenta de lo que ocurría... No Yohannahn.

El espíritu no podía ser Romano, o al menos eso intuía Neferu. Quizás se equivocara, pero los romanos no solían decapitar, como pampoco los egipcios. Era una costumbre propia de salvajes pueblos bárbaros del norte, como Dacios y Germanos, o del este, como Liticios o Dacios. Había incontables pueblos con esa costumbre, pero no solían decapitar a cualquiera. Los pueblos bárbaros conocían formas de sufrimiento indecibles. Y la decapiatación, fuera cual fuera el pueblo, era algo destinado generálmente a alguien de relevancia. ¿Quien fuiste en vida, espíritu esquivo?.

La profecía hablaba de un cielo negro como el fondo de un caldero, y de que los sacerdotes del invertido querían entregarla a un falso sol: - SET. - Dijo en voz alta, sonriente. Es el profetizado regreso de Set, la mayor de las serpientes. Pensó entonces para sí....

Neferu abrazó al sucio mendigo con todas sus fuerzas, y besó su mugriento rostro con emoción. - ¡Gracias Yohannahn, gracias por tus palabras! - Había casi lágrimas sanguineas de alegría en los ojos de Neferu. Tanto tiempo habían esperado los Seguidores de Set esa noche, hace siglos profecitada. Se sentía tan feliz...

Sentía como sus manos temblaban de la emoción, e intentó tranquilizarse. Debía ser cuidadosa, pues ella también era portadora de la profecía, pero no había tenido visión alguna hace tiempo. Y si Set quisiera alzarse, ¿no avisaría a sus Seguidores antes que a los Infieles? O quizás no. La oscuridad de Set a veces cegaba incluso a ellos, sus propios Seguidores. Sea como fuera, una profecía no debía interpretarse a la ligera. Puede que incluso al finál no fueran nada más que los desvaríos de un loco...

Tomando a Yohannahn de las manos, y mirándolo a los ojos, intentando profundizar en ellos, mientras le hablaba solemnne:

- Dime tu verdadero nombre, espíritu dentro de Yohannahn ¿Hay algo más que desees decirme? ¿Quién es el invertido del que hablas? ¿Y quienes sus sacerdotes? ¿El Falso Sol es Ra? ¿Quién ha de alzarse y despertar? ¿Acaso Set?... ¡Hablame!-

Notas de juego

Me gusta interpretar al personaje, y diferenciar lo que sabe el jugador de lo que sabe, o cree saber, el personaje. Por ejemplo, es evidente que Yohannahn habla del emperador Helióglavo, pero como mi personaje tiene la habilidad Política 0, interpreto que Toth Neferu no sabe de lo que habla Yohannahn. En cuanto la profecía, la interpreto en clave de la religión de los Hijos de Set. Luego seguro que no tiene nada que ver, pero mola, porque los creyentes, como mi personaje, al fin y al cabo interpretan todo según su punto de vista.

De todos modos, así, tendré una buena excusa para más tarde ir a hablar con los otros PJs, que seguramente sí saben de Política, y hacer que Toth Neferu ate cabos. Dos pájaros de un tiro.

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16/03/2013, 02:42
Yohannahn

El nosferatu se estremece ante tu toque, pues seguramente nadie se acercaba tanto. Sin embargo, cuando le preguntas acerca de qué espíritu lo posee y si tiene algo más que decirte, sus ojos inyectados de sangre muestran miedo. Da un salto increible y se sube al techo de tu domus. Desde ahí, te dice:

- Yohannahn sirve a Yahveh Seboat. Yo vi al espíritu d Adonai como paloma y prendio fuego a Babilonia que ardió por 6 días, consumiendo a los hijos de Caín. Pero eso fue en el tiempo del rey cantante. Busca a los sacerdotes castrados, ellos saben y temen de lo que puede ocurrir.

Luego desaparece de tu vista.

Todo eso de fuego en la ciudad no es nada nuevo, pues roma se ha quemado en su totalidad una vez y siempre se anunciaba el fin del mundo a través del fuego. Pero eso de los sacerdotes castrados solo podría hacer referencia a los Gallos, los adoradores de Cibeles que se cortaban las bolas y la salchicha en honor a su madre.

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20/03/2013, 14:31
Toth-Neferu

Roma ardiendo... La capital del imperio arrasada, una bonita estampa. Sin embargo, Neferu prefería la corrupción de sus opresores romanos a la destrucción de los mismos, má aún si ella iba a estar en la ciudad que se suponía iba arder.

Sea como fuere, los desvaríos del loco podían ser ciertos, y era mejor estar informada, para bien o para mal, si algo iba a ocurrir, más aún si eso significaba el fin del mundo conocido. Sin embargo, no había entendido casi nada de las últimas palabras del profeta: Adonai, Caín, Yahveh o Seboath eran nombres que no le decían nada, posiblemente de orígen hebreo, aunque la referencia a los sacerdotes de Cibeles era bien clara.

Estaba claro que debía ir al templo de la diosa, pero se preguntó si sería bien recibida por sus sacerdotes eunucos.

Entró en casa, y le pidió a Mnécrates que se encargara del negocio el resto de la noche, pues ella tenía cosas que hacer. Se cubrió vistiéndose con una toga de rebordes griegos, cubriendo el cuerpo y la cabeza a modo de capucha, aunque bajo esa toga seguía tan semidesnuda como siempre. Eligió una peluca adecuada y dedicó algo de tiempo a arreglarse.

Después, hizo llamar a un par de esclavos y ordenó que la llevaran en lesticia*. Mientras vagaba llevada en volandas por las oscuras calles nocturnas de Roma, se preguntó si podría visitar a alguno de sus conocidos, otros seres de la noche, para averiguar si sabían del asunto. Recordó a Megara Andreatos, una antigua e influyente amiga, la cuál gustaba de inusuales placeres. Ambas tenían muchas cosas en común. Cuán depravados eran aquellos poderosos aristócratas romanos.

Ordenó a los esclavos que se dirigieran a la mansión de Megara**. La parte alta de la ciudad estaba muy lejos de aquella zona, pero la influencia de la Ventrue le sería de gran ayuda cuando tuviera que pedir información a los sacerdotes de Cibeles.

Notas de juego

* Lesticia = litera. Eran llevadas por esclavos, transportando a sus amos en ellas.

** No se sí se supone que los PJs ya nos conocemos entre nosotros de antemano o no. No sé si crees conveniente que nos involucremos ya unos con otros en la partida. De todas formas, si esta acción no te conviene, podemos obviarla y Neferu se podría dirigir directamente al Templo de Cibeles, aunque me llama la idea de entrar en contacto con los otros PJs.

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29/03/2013, 00:07
Director

Los portadores nubios de tu litera te esperaban en las afueras de tu casa, ya listos, adornados con joyas de estilo egípcio y ropa de lino.

Roma de noche era la boca de un lobo, pues en las calles la única luz que había era la de las farolas que portan tus esclavos y pequeñas lucernas que alumbran las entradas de las casas. Esto es muy bueno para quienes como tú son descendientes del dios egipcio de la oscuridad.

Llegas a la casa de Megara que está en los barrios acomodados cercanos al Palatino. No obstante, el esclavo portero te dice que la señora de la casa  se encuentra en una de las villas de su marido inpeccionando el entrenamiento de sus gladiadores. Por lo que sabes el marido de la ventrue es un senador con intereses en los juegos de gladiadores, algo que asegura la popularidad de los políticos en esa ciudad.

Contar con la ayuda de Megara no es algo que ocurra en la inmediatez, así que deben buscar otras opciones. Por lo que sabes, los galos, sacerdotes emasculados de la diosa Cibeles, han sido obligados a entregar la imagen de su diosa a los seguidores de la nueva religión del emperador. Eso no les trae para nada contentos, por lo que si sabes manejar los hilos adecuados podrás llegar a un entendimiento con alguno de ellos.

Notas de juego

Perdona, pero había enviado este mensaje el fin de semana, pero por lo visto se me cayó el internet.

Por ahora Megara no está disponible, pero eso de que se conozcan es una muy buena idea.

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02/04/2013, 00:55
Toth-Neferu

Toth-Neferu disfrutó del viaje por las nocturnas calles de Roma. Muchos de los Seguidores de Set, ya fueran lemures, o simples mortales, se ocultaban al amparo de la oscuridad. Algo propio de los desposeidos, los perseguidos y los desterrados.

Mostró gesto de sorpresa al saber que Megara no se encontraba en el Palatino, si no en el campo. Era algo inesperado. Aquello había trastocado sus planes. Bajó de la tumbona para comunicarle al portero: - Entonces, dile a tu señora que Neferu ha estado aquí, y que me gustaría hablar con ella. Sabe que es bien recibida en mi casa. O bien, puede hacerme llamar. Como siempre, a su servicio. - Pensó en si decirle o no al portero de la casa la razón de su visita, pero había tantos esclavos discretos como cotillas. Además, los romanos eran supersticiosos, y ponerse a hablar sobre augurios o sobre espíritus a un esclavo podría asustarlo.

Recordaba haber visto al marido de Megara en alguna venta de esclavos nocturna. Megara no era un lémur corriente. Algo excéntrica, incluso para ser una optimate. Al fín y al cabo, estaba desposada. Están locos estos romanos *. Pensó para sí. Pero Megara le gustaba, de algún modo. Era una chupasanges interesante, incluso siendo una patricia propinquo, dos aspectos a los que debería odiar, simplemente por lo que representaban: SPQR; Senatus Populusque Romanus; el Senado y el Pueblo Romano. El Imperio que aplastaba con su férreo pie su amada tierra Egipto.

Se alejó de la opulenta mansión de Megara y su esposo en el Palatino, y en cuanto torció una esquina, ordenó a los esclavos volver al Lunapar:

- Yo viajaré sola el resto de la noche... - Vió a los esclavos alejarse, y se cubrió con la capucha de la stola, una túnica larga y holgada romana que ocultaba tejidos más vaporosos bajo ella. En el borde tenía un simple bordado, para no llamar demasiado la atención.

Viajó así, de manera más discreta, en dirección al templo de Cibeles. La zona del Palatino además era más segura y estaba más patrullada. Lógico si uno pensaba que allí se encontraba la residencia imperial y la de la mitad de la aristocracia romana.

Si hubiese llegado sobre la lesticia al templo podría haber llamado la atención, por eso la había dejado. Estaba deseando llegar al templo de Cibeles y averiguar algo de aquellos sacerdotes. Si hubiesen sido hombres de verdad, podría haberlos sonsacado muy fácilmente mediante sus habilidades seductoras, pero recordó que los Gallos habían dejado de ser hombres al pasar al servicio de la Diosa (ejem), así que tendría que apelar a una suerte de camaradería femenina.

Según entrase al templo, mostraría el respeto debido a la diosa, como mujer, y expresaría a los sacerdotes su "sorpresa" al no encontrarse la estatua de la diosa para rendirle respeto. Entonces vería lo que los Gallos tenían que decirla.

Notas de juego

* Frase común atribuida a los bárbaros insurgentes de cierta aldea gala.

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06/04/2013, 00:22
Director

El frontis del templo de Cibeles no se ve tan imponente como suele ser en el caso de la mayoria de los templos de Roma. La mierda de las palomas no ha sido limpiada de los capiteles ni de los leones que guardan la entrada del templo, como si estuviera avandonado. El interior estaba desprovisto de luz de  antorchas y solo la trémula luminicencia de la calle hiere la oscuridad del interior.

Parece no haber ningún sacerdote ni alma mortal en el lugar, aunque tienes el presentimiento de no estar sola:

Te das cuenta que en el fondo de la nave y a un lado del altar hay dos puntos de luz rojos. Se trata del brillo de unos ojos bestiales y su duaña da unos pasos para salir a la luz. Se trata de una mujer con ropas romanas, pero cuyo rostro tiene un aire a oriente. Ella te dice:

- Si buscasa a la diosa, se la han llevado al templo del dios sol del emperador.

Su acento no es latino, sino más bien griego, y está claro que se trata de una criatura de la oscuridad.

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07/04/2013, 13:51
Toth-Neferu

Al ver a uno de los Lémures, Neferu mostró el respeto y etiqueta apropiado a los hijos de la noche. En realidad, los Hijos de Set no cosideraban a los otros vampiros como "hermanos e iguales", ni mucho menos, pero aun así mantuvo las formas. - Saludos, Lémur. Yo tambien soy una ser de la noche, como tú. - Inclinó levemente la cabeza, a modo de saludo. No había humanos presentes, con lo cuál no rompía tradición alguna de secreto. - Mi nombre es Neferu. No me he alimentado en esta zona, y si crees que mi presencia te importuna, me marcharé por donde he venido sin dudar. - Una vez realizadas las presentaciones y mostrado el respeto debido, siguió hablando:

- Lamento que los siervos del emperador y su nuevo dios se llevaran la estatua de vuestra Diosa. ¿Eres sacerdotisa de Cibeles? Venía buscando a uno de ellos, en busca de respuestas... - La presencia de la otra vampiro y la ausencia de los sacerdotes preocupó a Neferu y la puso en guardia, aunque bien es cierto que humanos son criaturas diurnas, y que había ido al templo por una razón y ahora no podía echarse a atrás. - ... deseo augurios del futuro por su parte. Estaba dispuesta incluso a realizar un donativo al templo por su predicción. - Sacó una bolsita, y mostró algunas monedas. Mientras lo hacía, presentó un rostro amable, y activó el poder de su sangre, de forma sutil, para obtener el favor de la otra criatura.

Tentación es mi nombre. Pensó para sí, mientras sonreía.

- Tiradas (1)

Motivo: Presencia (Fascinación) = Carisma (2) + Expresión (2)

Dificultad: 7

Tirada (4 dados): 9, 9, 8, 6

Éxitos: 3

Notas de juego

PRESENCIA • (Fascinación)

Cuando emplees este poder, todos los que estén cerca de ti se verán intensamente atraídos a ti. Harán casi cualquier cosa por estar cerca de ti, si bien su embeleso no es tan completo como para que se pongan en peligro. Los efectos duran sólo mientras los sujetos estén en tu presencia, pero, la próxima vez que te vean, es probable que se reaviven los sentimientos. Usando este poder con cuidado, puedes tener portentosos poderes de comunicación de masas. Como la Presencia usa la emoción para influir en las víctimas, en realidad no importa lo que se diga, pero usando esta Disciplina te será más fácil convencer a la gente de una cierta línea de acción o de la nobleza de un objetivo.

       Sistema: El jugador debe tirar Carisma + Actuar (dificultad 7). Los afectados pueden usar puntos de fuerza de voluntad para sobreponerse al efecto, pero deberán seguir gastando Fuerza de Voluntad cada pocos minutos mientras permanezcan en la misma zona que el personaje. Sin embargo, en cuanto se haya gastado un número de puntos de Fuerza de Voluntad igual al número de éxitos obtenidos, la víctima será inmune a sus efectos durante el resto de la escena.


PD: Con habilidad Actuar no sé si se refiere a Expresión o Interpretación. Sea como fuere, en ambas tengo un valor 2.

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09/04/2013, 00:21
Rhea Placidia

La mujer te rodea mientras le hablas, como si estuviera oliendo el aroma del perfume que impregna tu cuerpo. Es como una pantera, pues desprende algo animal, depredador y amenazante. Pero cuando se paró nuevamente frente a ti te sonrió amistosa. Entonces te dice:

- Bienvenida seas a este templo, hermana. Mi nombre es Rhea Placidia y hace mucho este templo era mi hogar. Fui debota de la diosa y ayudaba a los gallos. Luego viaje a oriente y me quedé ahí por muchos años. Ahora he vuelto y veo como se han llevado las reliquias de mi diosa para congraciar a un falso dios de la luz.

En verdad ella parecía triste y te estaba expresando sus sentimientos.

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10/04/2013, 00:00
Toth-Neferu

- Aunque seguramente por razones diferentes a las tuyas, a mí también me interesa la misteriosa desaparición de la estatua de la Diosa. - Quizás arriesgaba demasiado al confiar en un Lémur desconocido, pero sin riesgo, no había ganancia, y Thot-Neferu era de la clase de criatura que se movía mejor nadando a favor de corriente que en contra, más aún ante un ser que bién podría ser más fiero y, en apariencia, salvaje:

- Podríamos unir causa, al menos hasta saber que está ocurriendo. No quiero mentirte. Soy de origen Egipcio, y una Seguidora de Set. Quizás no confíes en mí, pero yo deseo averiguar qué está ocurriendo, y tu recuperar la efigie de tu amada Diosa, supongo. -

- Si me ayudas a descubrir lo que están tramando los seguidores de ese falso Dios, como lo llamas, yo podría intentar ayudarte e recuperar a tu... Diosa. ¿Qué tal si nos aproximamos juntas al templo de ese nuevo dios? Si no te complace la idea, puedo marcharme por donde he venido, y dejarte a solas con tu ... pérdida. -

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13/04/2013, 01:25
Rhea Placidia

La mujer esta bajo el hechizo de tu encanto sobrenatural, así que lo que digas es posible que sea acogido favorablemente. No obstrante, sigue habiendo en esa mujer algo amenazante, depredador, cuando se acerca a ti, poniendo la cara de tal manera que sus narices casi se tocan. Su fria mano acaricia tu rostro y te susurra:

- Nuestros caminos se cruzan, hija del dios del desierto. Estoy dispuesta a prestarte mi ayuda y a recibir la tuya. Esta empresa nos hermana, así que no desconfiaré de ti ni de tus intenciones. Solo te voy a pedir un favor: Mi refugio en Roma era este templo y ha sido exacrado. Conoces algún lugar en que pueda descansar durante el día.

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13/04/2013, 15:44
Toth-Neferu

No iba a negar que su aura salvaje de Placidia le dama mala espina, pero los Seguidores de Set tenían pocos amigos, y cualquier oportunidad de hacer uno nuevo no debía ser aprovechada. Sospechaba que su Bestia anisaba alimento, y que simplemente saciándola obtendría a una buena aliada. - Tranquila, hermana Placidia. Mi casa será tu casa. Podrás descansar, y saciar tus apetititos, hasta que encuentres otro refugio adecuado. - Además, Toth Neferu era una una seductora, no una combatiente. Muchas veces las batallas se ganaban siguiendo la corriente, en vez de ofreciendo resistencia. Y el Credo de Set invitaba a intentar atraer a nuevos seguidores para la causa de Set. - Cuando estemos allí, les diré a mis sirvientes que preparen un aposento adecuado sólo para tí. No debes preocuparte, porque mi casa suele ser un lugar muy tranquila durante el día. Es por la noche cuando reálmente hay actividad. Espero que te guste. - Imaginaba que sí. Hasta ahora, sólo los Lémures más estoicos habían mirado con desagrado la casa de Neferu. Y esos normálmente se quedaban fuera, no deseando entrar en un lunapar.

Hizo una señal a Palicidia para que la siguiera, y saliron juntas descendiendo por las escalinatas del templo. Se abrigó, pues a pesar de ser una no-muerta, el clima de Roma era mucho más frío que el de la cálida Alejandría, sin duda. Además, se puso un poco seria al decirle a Rhea Placidia: - Sólo te pido que respetes la tradición de la hospitalidad: La cripta a Set en la casa es sagrada. Podrás alimentarte con los sirvientes de la casa, o en las calles de la zona, pero no deseo muertes. Y por favor, no asustes a mis clientes. - Esa era la parte amarga. Pero ahora venía la parte dulce. - Por lo demás, mi casa carece de normas. Podrás dar rienda suelta a tus instintos y disfrutar de los placeres de mi casa, si así lo deseas. - Lo último lo dijo sonriendo, de forma amigable.

Poco a poco se fueron adentrando en la oscuridad de las calles de Roma...

Notas de juego

Si la noche ya ha dado todo lo que daba de sí, se dirijen al Lunapar a descansar. O si crees que la noche puede dar más de sí, hacia el nuevo templo del "falso dios" del emperador.

Lamentáblemente, Neferu no puede permitir que Placidia descanse en la cripta subterránea donde ella lo hace (donde tiene el altar a Set y la momia). Si van a su casa-lunapar, ordena que preparen una habitación para Placidia a la que no lleguen los rayos de luz.

En caso necesario, ordena que saquen a la momia del sarcófago de la cripta subterránea, y que lleven ese sarcófago a una habitación superior para que Placidia lo use para descansar (llenándolo de cojines mullidos y perfumándolo un poco).

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15/04/2013, 00:38
Director

Placidia acepta de buen grado las condiciones de Neferu, y junto a ella se encaminan de vuelta a su lupanar.

Es extraño, pero caminar al lado de esa mujer es como acerlo acompañada de una pantera. Ella es silenciosa, de movimientos gráciles pero a la vez tensos, como un cazador dispuesto a saltar en cualquier momento.

Ella no habla naa durante el camino, pero te sorprende el interes que genera en ti, ya que cada cuando te das cuenta que la miras con fascinación. Seguramente ella usa losmismos trucos que tú, pero saberlo no hace que el efecto disminuya en lo más minimo.

Cuando llegan a tu casa del placer ya los clientes han acudido y un grupo de importantes romanos se encuentran en los reclinatorios de la sala principal bebiendo, fumando hachis y hablando de politica mientras tus chicas les realizan una felación.

En ese momento otra litera para frente a tu casa y de ella baja Cayo Semprosio Rufio. Se trata de un gordo bastardo miembro del senado mortal que acude a ti pues tiene la fijación de ser sodomizado por mujeres con falos tallados en marfil. Tú conoces esta afición y sabes que un día será una importante moneda de cambio. Ningún romano puede ser usado como puta por otras putas.

Al verlas a ustedes en la sala, Rufio te saluda con una reverencia y luego se observa a Placidia, mientras te dice:

- Dime, encarnación terrenal de Isis ¿Es esta belleza acaso una nueva adquicisión para tu negocio?

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19/04/2013, 02:20
Toth-Neferu

El olor del hachis fumado por los clientes aguzó los instintos de Neferu. Estaba deseando probar algo de sangre con aquella sustancia. Aunque se encontraba saciada, su deseo más un capricho era casi lascibo. Estaba regodeándose en la idea cuando vió al senador Cayo bajar frente a su puerta.

- Ojala fuera mía para poder ofrecerla, ilustre Cayo Semprosio Rufio, nuestro más querido miembro del senado, de exquisitos gustos... - Le respondió. Por muy seboso que fuera su culo, lamerlo era no sólo necesario, si no hartamente deseable, por los favores con los que pudiera proveerla, por supuesto...

- Esta belleza, como bien afirmáis, es mi invitada, igual que lo sóis todos vosotros. Os presento a Rhea Placidia. Una muy querida amiga venida de las exóticas Provinicias de Oriente, que se quedará un tiempo en mi casa, y a la cuál suplico tratéis con tanto respeto y amor como hacéis conmigo. -

- Ahora debo atender a mis clientes... - Se excusó frente a Plaicidia. - ... pero puedes dar una vuelta por el barrio, o bien puedes hablar con Mnecrates, mi eunuco, el cuál puede proporcionarte a alguno de los viriles sirvientes para... bueno, lo que te plazca. - Le guiñó un ojo a la vampiresa, picarona, mientras le decía esto.

En realidad, quería que Mnecrates estuviera un poco al tanto de lo que hiciera la vampiresa. Quería que le sirviera algún esclavo para alimentarla si fuera necesario. Cualquier cosa con tal de distraerla. No quería que aquella bestia urgara en sus cosas o descendira al subterráneo donde se encontraban los sarcófagos y el altar a Set. Aquél lugar era su lugar de descanso, y era sagrado.

Por su parte, procuró estar atenta a las necesidadse de Cayo el resto de la noche.

Era un cliente muy importante, y debía atenderle como tal. Si era necesario, le llevaría a una habitación y le penetraría ella misma con el falo más grande que pudiera encontrar, mientras le humillaba verbálmente. Aquello seguramente satisfacería al gordo y, quien sabe, puede que incluso ella también disfrutara del acto de poder consistente en sodomizar a uno de los prohombres de Roma.

Algunos llamarían a aquello depravación. Gente ignorante, aburrida, sin alma ni vida, amante de las cadenas de la Ley y la Seguridad con las que Ra sometía a las almas del mundo mortal e inmortal.

Cuando el amanecer se aproximara, ordenó disponer del lugar de descanso para Placidia.

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21/04/2013, 02:58
Director

Ver como un senador gordo se estremece y gime ante tus embestidas fue una buena forma de pasar la noche. Cuando ya queda poco para que Apolo muestre su despiadada cara, tu despide a un adolorido pero agradecido Sempronio Rufio en la puerta de tu lupanar.

No sabes que ha sido de Placidia, ya que la dejaste a cargo de Mnecrates para que la dejara instalarse y alimentarse para tranquilizar a su bestia. Cuando te acercas a la habitación que le han designado te encuentras con algo que te pone en alerta. Placidia se encuentra retosando desnuda entre dos hermosos cuerpos, el de una chica y un chico, con los labios y el pecho chorreando de sa sangre.

Por un momento pensante que había matado a dos de tus chicos, pero luego te das cuenta de están inmersos en un extraño extasis, ya que sus cuerpos se estremecen imperceptiblemente y sus bocas se abren para tomar aire.

Ella, cuando te ve, te sonrie con los colmillos aún a la vista y se pone de pie, avanza a ti y tomándote del mentón. besa tus labios con pasión. Sientes el delicioso sabor de la sangre de esos chicos en tu paladar y eso hace que tus instintos se despierten. Luego ella, apartándose, deja libre tus labios y te dice:

- Te estoy muy agradecida por tu hospitalidad, hermana.

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23/04/2013, 18:17
Toth-Neferu

Toth-Neferu se percató, al despedir a Cayo Sempronio Rufo, que podía haberle preguntado sobre el Emperador y su nueva religión. Pero estas cosas ocurrían a menudo al mezclar negocios con el placer. Cuando los instintos gobiernan, la razón escapa.

Sin embargo, no se arrepentía. Se encogió de hombros, pues así eran los dictados del Dios Oscuro. Mejor eso que sentirse un ser atado a los dictados de las obligaciones autoimpuestas. Neferu sabía que cuando hacía algo en nombre de Set, lo debía hacía con completa libertad.

Se asustó un poco al ir a ver a Placidia y encontrársela junto a los cuerpos de los dos jóvenes ensangrentados. Aunque sintió cierto alivio al verlos respirar. Su beso hizo que se avivara su deseo de sangre. No es que su bestia sa hayara hambrienta, pero a veces era bueno dejarse llevar por el placer, simplemente por placer ¿No era esa la esecia de su no-existencia?

Así que respondió a su beso con otro aún más intenso, y sus manos fueron abruptamente al encuentro de las nalgas de Placidia, mientras aproximaba su cuerpo al suyo.