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El Enemigo Interior 1: Identidad Confundida.

Capítulo 2. Altdorf.

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22/11/2020, 14:18
Narrador

ALTDORF, CAPITAL IMPERIAL

La última parte del trayecto transcurrió sin incidentes. El grupo partió poco después de las caravanas y no volvieron a cruzarse con ellas en todo el camino. Evidentemente iban a mayor velocidad. Sin duda alguna, éstas llegarían a media mañana, como muy tarde al mediodía o la hora de comer. En cambio a ellos les esperaba toda una jornada de larga caminata todavía, posiblemente hasta la puesta de sol y así fue.

Antes de llegar a Altdorf se cruzaron con algunos comerciantes y viajeros que viajaban en contra dirección y llegaron a adelantar a un monje de Sigmar que viajaba en solitario y junto a una carreta con barriles de vino, tirada por una mula ciega. Almorzaron junto al alegre sacerdote, quien les invitó a vino y les contó que venía de Bultdorf, un pueblo que había sido incendiado por el famoso cazador de brujas, Fabergus Heizdork, pues al parecer sus habitantes adoraban a demonios, pues al parecer comían carne cruda.

Poco después de reemprender la marcha y de despedirse de Thomas, que así se llamaba el monje, se toparon con una patrulla imperial. Éstos les comentaron que viajaban hacia el este, pues se decía que se había visto una serie de demonios bailando alrededor de una hoguera junto a un bosque cercano a Tenefelfeur. Fuera como fuera, cuando empezaba a anochecer, fue cuando vislumbrastéis los muros de Altdorf.  Habíais llegado a vuestro destino y estabais agotados.

Altdof es la capital del Imperio, además de la ciudad más rica. Desde la periferia se puede ver el Palacio Imperial por encima del Reik, dominando la ciudad. Durante todo el año Altdorf es como un patio de recreo para toda la nobleza. Muchos son los jóvenes nobles que dejan su hogar para vivir en la capital y una vez allí se dedican a beber y a lucir su riqueza por las calles de la ciudad. En muchos casos se supone que van a la Universidad, pero en realidad no lo hacen, aunque el hecho de que no asistan a clase supone un gran alivio para los profesores, puesto que les permite prestar más atención a los estudiantes serios o dedicarle más tiempo a sus investigaciones, a menos que sigan el estilo de vida de los estudiantes nobles, gracias a sus elevados sueldos.


Nada más llegar al centro de la ciudad, el grupo se ve rodeado de numerosos gritos procedentes de ganchos de los diversos locales, que invitan a probar sus lujosos menús, sus refinados vinos o simplemente sus cómodos colchones.

- ¡Angelino, la mejor posada de la ciudad!

-  ¡Vengan al Gato Violinista, la mejor comida de la ciudad!

- ¡Posada del Oso, las mejores camas de todo Altdorf!

Es fácil percatarse de que existe una agria  competencia entre los ganchos de los diferentes locales. Algunos están discutiendo a voces y otros directamente llegan a las manos. Aunque nada grave, no habrá que lamentar víctimas, salvo por algún que otro ojo morado.

Notas de juego

MAPA DE ALTDORF

1.  Koningplatz.

2. Palacio del  Emperador.

3. Templo de Sigmar.

4. Barrio Popular.

5. Barrios de  los  comerciantes.

6. Estibadores.

7. Universidad de Altdorf.


Estáis al fin en Altdorf, concretamente en la Koningplatz, ya está anocheciendo. Decidme que queréis hacer.

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23/11/2020, 00:19
Ragnar

—Bueno, pues ya hemos llegado sanos y salvos a Altdorf —dijo Ragnar, cargándose el hacha, pesadamente, en el hombro—. Supongo que esto es una despedida.

Chester querría ir a investigar lo de su nuevo título nobiliario. Y Alys querría meterse en un nuevo convento donde rezar y estar segura. Quizá Alder fuera el único que lo acompañaría a visitar al Príncipe en busca de trabajo. Eso si no se distraía con el primer tipo que le invitara a jugar a las cartas.

—¿Dónde vais a ir? ¿Qué queréis hacer? —les preguntó.

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24/11/2020, 22:05
Chester Clancy, el que no folla

—¿Por qué íbamos a despedirnos?—preguntó Chester consternado.

Lo cierto es que con todo lo que había pasado, el mago no estaba dispuesto a separarse de Ragnar. Tenía claro que si se quedaba sólo era hombre-muerto. Incluso yendo con el bárbaro podía morir, porque él no era de los que llevaban una vida tranquila. Pero sus posibilidades de supervivencia aumentaban algo así como en un 69%.

—No sé si lo dices por lo de mi supuesto... doble—no estaba preparado para llamarlo hermano—. Pero yo he venido a Altdorf para trabajar para el Príncipe. Sólo así conseguiré entrar en la Real Orden Bretoniana de los Apóstoles del Saber. Es a lo que veníamos todos, ¿no?

Ni de coña se iba a quedar sólo.

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24/11/2020, 22:20
Alys de Louvriers

Alys miró a Ragnar sin saber qué decir exactamente. ¿Una despedida? ¿Por qué? No lo preguntó en voz alta porque Chester intervino rápidamente para poner voz a los pensamientos de la sacerdotisa. ¿Por qué iban a separarse ahora que habían llegado e iban buscando trabajo con el Príncipe? La muchacha descubrió con sorpresa que, simplemente, no quería quedarse sola en la gran ciudad. Al mirar sus calles y el griterío de las tabernas y posadas, le daba demasiado vértigo y demasiado miedo. Estaba demasiado acostumbrada a la tranquilidad de una abadía y de un pueblo.

-Bueno... y-yo creo que podemos acompañarnos un poco más, m-mientras buscamos un lugar donde quedarnos -tartamudeó como si hubiese olvidado hablar-. Podría ir al templo de Sigmar a pedir cobijo. Ayudar a los necesitados. Recuperar un poco la normalidad. Contar lo sucedido en el pueblo... quizá alguna milicia pueda desplazarse allí a buscar supervivientes.

Hundió los hombros.

-Sí, Chester, a eso veníamos.

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24/11/2020, 22:39
Ragnar

Ragnar se encogió de hombros.

—Pensaba que te olvidarías de esa Orden tuya e irías a reclamar... lo que sea que esa carta te permite reclamar —le dijo a Chester. Después miró a Alys—. Y que tú harías... lo que acabas de decir. Buscar cobijo en un templo y ayudar a los necesitados, no a este y a mí.

Hizo un gesto con el pulgar hacia Alder y dudó un momento.

—¿Estás seguro de que quieres seguir con esto? Será peligroso. El Príncipe buscaba aventureros, y tú no lo eres —le dijo a Chester y carraspeó—. No lo digo como un insulto. Eres más que eso. Puedes hacer más cosas que meter un palmo de acero a alguien en las tripas.

Alys también sabía hacer más cosas, pero a juzgar por sus palabras, ella había terminado por desestimar juiciosamente la idea de aceptar la oferta del Príncipe.

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25/11/2020, 15:53
Alder, el casto

-Bueno...dijo al fin el muchacho, desperezándose sin disimulo alguno antes de continuar.

-Por mi parte no tengo ningún plan inamovible...- se rascó el mentón, con aire taciturno

-Podría ir a la audiencia con el príncipe, si eso es lo que va a hacer la mayoría. Si bien me parece una lástia desestimar tan pronto todo el asunto de Chester y de su justa herencia... sonaba cuanto menos interesante y me habría gustado saber a donde llevaba todo eso. Parecía una oportunidad de esas que solo se presentan una vez en la vida.-el joven pícaro parecía estar hablando con absoluta franqueza hasta aquel momento.

-Y tu no hagas caso del grandullón puesto que su orgullo a veces habla en lugar de su lengua... Nosotros somos tan necesitados o más que los huérfanos que puedan vivir en esta ciudad- dijo en dirección a la muchacha

Piénsalo de no haber sido por ti es probable que los demonios del camino hubiesen acabado con nosotros y en cambio, gracias a tu presencia ahora existen tres adoradores del Caos menos en el Viejo Mundo- dijo de forma algo teatral, dando énfasis a aquello que estaba diciendo, a la vez que posó una mano sobre el hombro de la muchacha.

-Eso sí es marcar la diferencia... Hay muchos devotos que pueden cambiar sábanas o alimentar a hambrientos, pero...¿Cuantos pueden salir victoriosos de un enfrentamiento con seres del Caos?

Entrecerró los ojos buscando la mirada de Alys-Puedes parecer una bonita y delicada flor, Alys... pero creo que todos los presentes hemos visto que hay algo más.

Sin parar de hablar, esta vez se colgó del hombro de Chester, para dirigirse a él.

-Y eso también va por ti, amigo... enciérrate en una biblioteca durante 20 años y te aseguro que aprenderás menos que 5 años en el camino.

Hacía tiempo que Alder no encontraba un grupo de gente con la que se encontrase cómodo y se viese con opciones de lograr cosas importantes, por lo que si debía regalarles los oidos y endulzarles algo la realidad, no veía nada malo en ello.

 

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27/11/2020, 05:34
Narrador

Entre conversación y conversación, aquel grupo de casuales compañeros, acabaron en la Koningplatz y aunque ya estaba anocheciendo, ésta todavía estaba rebosante de vida. Comerciantes vendiendo sus productos, niños correteando, jóvenes conversando alegremente en las proximidades de alguna cantina y los ya nombrados ganchos de los diferentes locales, daban color a aquella enorme plaza.

Fue entonces, entre toda aquella multitud, cuando en primer lugar Alys y poco después también Ragnar y Alder, percibieron como dos tipos les miraban de lejos sin disimular demasiado. Chester, cansado y despistado, no se percató absolutamente de nada. Aquellos dos tipos parecían altforfianos normales, aunque su actitud no era para nada normal. Mientras uno de los dos simulaba observar al gentío, el otro se rascaba la oreja izquierda con el meñique derecho sin dejar de mirar fijamente a Chester. Aquel tipo repitió el gesto varis veces y cada vez de forma más exagerada.

En un momento dado, ambos hombres, sin dejar de mirar al mago de reojo, se dijeron unas palabras al oído y ambos, acercándose a Chester, comenzaron de nuevo a realizar el gesto cada vez de manera más exagerada y llegando hasta el punto de resultar cómica. En un momento dado, cuando se percataron de que los acompañantes de Chester se miraban los unos a los otros sorprendidos y que el mago seguía a los suyo, se dieron media vuelta al unísono, tratando de perderse entre la gente.

 

- Tiradas (4)

Notas de juego

            

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29/11/2020, 11:28
Ragnar

Ragnar asió el hacha, mirando con hosquedad al par de hombres que hacían gestos estúpidos. Cuando dieron media vuelta volvió a colocarla sobre su hombro.

Quizá sea buena idea que te quedes con nosotros unos días, Chester —gruñó el kislevita—. Y no, Alder, no los sigas. Sería la segunda trampa en la que caes en los últimos días. Haced como si no hubiera pasado nada. Vamos a buscar una posada en la que llenarnos la tripa y veamos si nos quieren atacar allí.

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03/12/2020, 22:07
Chester Clancy, el que no folla

Chester no se había enterado de nada.

¿Qué? ¿Que Alder no los sig...?—entonces cayó en la cuenta de lo que pasaba y se puso blanco como la leche—Oh... ¡por todos los dioses!

Al mago le entró un temblor incontrolable y si no echó a correr era por el miedo a que Bronan le idera un puñetazo y o derribase al suelo. Porque es lo que iba a pasar si lo hacía. El mago neurótico empezó a mirar a un lado y a otro, como si esperase que la mismísima parca se abalanzara sobre él.

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05/12/2020, 00:07
Alys de Louvriers

Alys estaba empezando a ponerse nerviosa y lo de quedarse en la ciudad, en el templo, no le inspiraba mucha confianza. Porque aquellos tipos los estaban singuiendo. Además, lo hacían de manera demasiado evidente. ¿y si alguien los seguía con más sigilo y destreza? Pero, ¿por qué razón iban a seguirles? La joven empezó a darle vueltas a la cabeza y lo que imaginaba le daba demasiado miedo como para marcharse sola.

-Lo siento, empiezo a tener demasiado miedo -confesó, temblorosa-. Vamos a comer algo, todos juntos. Por favor. Después, ya veremos que podemos hacer.

Estaba claro que si quería sobrevivir tenía que quedarse cerca de Ragnar. Y de Alder. Y de Chester, aunque éste se pusiera a correr como pollo sin cabeza por la plaza.

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05/12/2020, 00:20
Ragnar

¡Joder! Calmaos, ¿vale? Tenéis toda la puta cara de alguien que espera recibir un bofetón. Los tipos como esos lo saben. Les atrae vuestra cara de imbéciles. Lo sé porque Ragnar se aprovecharía de alguien como vosotros, y eso no es bueno —gruñó—. ¡Joder, demostrar algo de dignidad! ¡Plantad cara! ¡Haced como si el mundo os debiera una y estuvierais dispuestos a cobrárosla! Hinchad el pecho, levantad la barbilla, echad atrás los hombros. ¡Haced como si el mundo fuera vuestro, y lo será!

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05/12/2020, 14:36
Alder, el casto

Alder no pudo disimular una carcajada contenida ante los furibundos comentarios de Ragnar.

-Hay que ver como te pones, grandullón... primero que si no los siga y luego que si hay que ir mordiendo por la calle...- se encogió de hombros, negando con la cabeza y manteniendo una tranquila sonrisa

-Afloja un poco, anda. Ni Alys ni Chester están habituados al camino y sus particularidades y de veras que entiendo la intención educativa que tienen tus palabras, pero dales algo de tiempo...¿no?-dijo dando una palmada suave en la espalda del mago- Yo creo que tienen madera, ya verás.

mientras hablaba su mirada iba de un lado a otro, buscando algo entre la multitud de forma bastante disimulada.

-Por otro lado estoy de acuerdo nuestra bonita amapola en cuanto a lo de comer algo. Seguro que eso nos iría bien...-Por un momento se rasco el mentón, dudando en si decir aquello o no.

-Y respecto a lo de no seguirles...-cabeceó un par de veces, achinando los ojos-Aparentemente parecen bastante tarugos, pero podrían ser  la punta de lanza de algo mayor y preferiría asegurarme antes que tener que lamentar... ¿Qué tal si me doy una vuelta por la plaza y alrededores mientras vosotros os adelantáis a la posada... algo muy muy precavido y con garantías, claro- puntualizó

 

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07/12/2020, 04:05
Narrador

Finalmente, aquellos dos tipos se marchan hasta una vivienda cercana. Miran atrás echando una última ojeada sobre Chester y el resto del grupo y se introducen en el interior de la vivienda, junto a un tercer hombre, cerrando la puerta.

Notas de juego

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07/12/2020, 04:10
Joseph Quartjin

- ¡Vaya hombre, ésto si que es una sorpresa! - Dijo un hombretón de barba pelirroja que se acercaba hacia Alys con los brazos abiertos. - ¡Soy yo, Joseph! ¿No te acuerdas de mi, Alys?

Si, Alys se acordaba se ese hombre. No es que fuera exactamente un amigo, pero si le conocía. Se trataba de Joseph Quartjin, un barquero itinerante del Reik, que una vez al mes aproximadamente, le traía mercancías a su herbolistería. Por lo poco que Alys sabía de él, le consideraba un tipo honrado y sin maldad.

¿Qué haces por aquí, en Altdorf? - Le preguntó extrañado. - ¡Eres la última persona que esperaba ver aquí!

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07/12/2020, 23:17
Alys de Louvriers

Alys no contestó inmediatamente a Ragnar y luego Alder respondió por ella. Con un gesto malhumorado, la sacerdotisa encaró nuevamente al bárbaro. Le estaba muy agradecida por todo lo que estaba haciendo, entendía sus palabras de ánimo y su pragmatismo; incluso entendía que a veces fuera un bruto. Aunque le extrañó que hablara de él en tercera persona. Eso no lo había hecho nunca.

-Lo que Ragnar hace es lo que Ragnar conoce -respondió ella, despacio-. Eres un guerrero, peleas y además tienes un aspecto terrorífico. Yo soy una mujer que no sabe pelear. Por muy valiente que pueda ser, si me clavan un cuchillo en las costillas lo más probable es que me quede pensando cómo parar la hemorragia y cuantos segundos de vida me quedan, en lugar de responder con violencia. Cada uno somos como somos y cada uno tenemos nuestro lugar. Y si no me he alejado de ti es porque tengo miedo de estar sola en esta ciudad. Porque nunca he estado fuera de mi convento y de mi pueblo y ahora mismo solo puedo confiar en ti. En vosotros. Basta ya de llamarnos imbéciles, creo que al menos nos merecemos un poco de respeto, aunque para ti no haya dignidad en ser una persona normal.

Dicho aquello, miró hacia otro lado, enfadada de nuevo con Ragnar y su manía de hacer las cosas a su manera.

-Gracias, Alder, por tus palabras de ánimo -le comentó a su compañero-. No sé si es buena idea que...

Fue entonces cuando vio llegar al señor Quartjin y se extrañó de verle allí. Más aún, se extrañó de que la reconociera con aquellas pintas en mitad de la plaza.

-¡Señor Quartjin! Yo tampoco esperaba volver a verle. Bueno, no sé qué esperaba, en realidad. Es... sucedió una tragedia. El pueblo fue atacado. Yo estaba fuera y... er... Ragnar estaba allí cuando pasó todo. Me alejó del ataque y del fuego. Solo yo he sobrevivido. Hemos venido hasta aquí para... no sé muy bien para qué. Para pedir justicia, supongo.

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07/12/2020, 23:46
Alys de Louvriers

Se sintió enfurecer.

—Hablas de lo que no sabes —le echó en cara a la sacerdotisa, sintiendo cómo la ira crecía en su interior—. Sabes muchas cosas, Alys, y Chester también. Más de lo que yo podría saber en varias vidas, pero son distintas a las que sé yo. Pero podrías... podríais aprender algo, si fueras capaz de pensar que alguien tan bruto como yo quien te puede enseñar algo a alguien tan lista como tú.

Señaló en la dirección de los hombres que habían desaparecido.

—Esos hombres son como Ragnar. Solo entienden la violencia. Y puedes evitar la violencia si te muestras fuerte. Nadie es tan imbécil como para atacar a aquello que piensa que puede destruirle. ¿Es que no entiendes que atacan a la debilidad? ¡No pretendo que seas fuerte, si no estás preparada! Solo quiero que...

Entonces llegó el tal Joseph Quartjin. Ragnar gruñó y dejó caer su hacha al suelo, de pura frustación. La recogió y se alejó unos cuantos pasos.

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07/12/2020, 23:52
Joseph Quartjin

¡Vaya, es terrible! - Exclamó. - Escuche algo, si, pero no creí que fuera tan grave como para tener que abandonar tu casa, Alys. Cuanto lo siento... - Se rascó la barba. - ¿Y vienes a pedir... justicia? ¿A Altdorf? Supongo que el Emperador ya ha hecho todo lo que tenía que hacer, que no quiere decir que sea todo lo que está en sus manos. Claro está. -  Se encogió de hombros. - Bueno... ¿Te puedo invitar a tomar algo? -  Miró a los acompañantes de Alys. - A ti y a tus amigos, claro. Conozco un buen sitio. ¿Qué me dices?

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08/12/2020, 23:14
Alys de Louvriers

Alys lanzó un suspiro. Claro que no esperaba justicia alguna, solo quería desaparecer. Pero encerrarse en el convento no devolvería a la vida a todas las personas que habían muerto en su aldea.

-Seguro que conoce Altdorf mejor que nosotros, señor Quartjin. Nos sería de gran ayuda si nos recomendase un buen lugar donde hopedarnos, sí. 

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09/12/2020, 10:52
Narrador

Jospeh condujo al grupo de aventureros hasta el río. Durante todo el trayecto no dejó de parlotear alegremente, lo cual ponía nervioso a Ragnar, incomodaba al inseguro Chester, complacía al extrovertido Alder y mantenía ocupada a Alys entre preguntas y respuestas. Todo sobre temas banales, como el estado de viejos conocidos de ambos  o las virtudes y defectos de la capital Imperial o los mejores lugares donde comer o beber un buen vino.

Finalmente, cuando llegaron al Reik, empezaron a notar el ambiente fluvial.  A lo largo de la orilla estaban amarrados  todo tipo de embarcaciones, ya fueran de pesca, de transporte de pasajeros o de mercancías. Por haber, hasta había un enorme barco de vapor de rimbombante nombre, "El Emperador Lutiplod", se llamaba. En aquella zona, el olor predominante era a pescado, en algunos puntos más desagradable que en otros, eso si. Rudos marineros cargaban y descargaban cajas de pescado recién cogido, mercancías, arreglaban redes de pesca o simplemente parloteaban de todo y nada en general.

Finalmente llegaron al lugar donde estaban siendo conducidos. La taberna "El Barquero", se llamaba aquel alegre y acogedor lugar. La mayoría de los clientes parecían gente de río, barqueros y pescadores en su mayoría y algún que otro marinero. Reinaba un ambiente de cordialidad y simpatía y a tener por  los carteles con el menú y a los platos que se iban marchando, la comida y bebida parecían apetecibles y a buen precio.

Nada más entrar Joseph se acercó a la barra y pidió cinco botellas de vino. Si, cinco botellas, no cinco copas, una por persona. Parecía realmente dispuesto a festejar el reencuentro por todo lo alto. Una vez hecha la comanda, les llevó a un lugar apartado y se sentaron en una mesa.

Notas de juego

MAPA DE LA SALA DEL BAR DE "EL BARQUERO"

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09/12/2020, 11:10
Joseph Quartjin

Joseph  llenó una copa de vino y se la bebió de golpe. Repitió la acción una segunda vez y finalmente llenó una tercera copa, pero ésta no se la bebió, todavía...

¿Sabéis que me contó el otro día mi amigo Volkar? - Si, lo iba a contar quisieran o no. - Se  dice que la universidad está llena de nigromantes y demonologistas. Suceden coss muy extrañas. - De repente subió el tono. - Creo que deberían dejar las cosas como están. Yo no sé que está pasando, pero he oído que por las noches se ponen pesadas túnicas y recorren los pasillos de la universidad... - Bajó de nuevo el tono de voz. - ...y hacen lúgubres cánticos y  gritan cosas horribles.

Se bebió entonces la tercera copa y llenó una cuarta. 

Oye Alys... - Frunció el ceño. - Me has dicho que la aldea fue atacada, pero eso no responde a mi pregunta. ¿A qué habéis venido a Aldorf?  ¿Buscáis trabajo o algo?