Partida Rol por web

El Enemigo Interior 1: Identidad Confundida.

Prólogo. La Llegada a la Posta.

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01/10/2020, 20:32
Alys de Louvriers

La actitud de Ragnar la dejó confundida. Se había mostrado rabioso y luego, indiferente a la reprimenda de Alys, lo que la dejó sin ganas ni fuerzas para seguir pensando. Ayudó a Chester a ponerse en pie y luego entraron en la posada.

-Tienes razón, Alder, es mejor que entremos -le dijo al muchacho-. No hay nada que discutir.

Una vez dentro, se puso cómoda. Gracias al conjuro del arcano, Alys se sintió mucho mejor ahora que no estaba cubierta de barro, aunque en el fondo sabía que seguía estando sucia. De modo que no disimuló ni un poco.

-Quiero un baño -anuncio a todos en general y a nadie en particular-. Buenas noches, señor Fondleburger. Este lugar es muy bonito, muchas gracias por atendernos. Me gustaría darme un baño, si fuera posible, y una cena caliente, además de... sí, bueno, una habitación -musitó sonrojada, pues no pensaba compartir habitación con Ragnar. Ni con Alder. Quizá, con Chester, porque parecía discreto.

Pero, definitivamente, necesitaba una habitació para ella sola. Solo podía pensar en quitarse la armadura, la túnica y quedarse desnuda sin que nada le rozara la piel.

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01/10/2020, 22:08
Ragnar

El posadero le inundó, nuevamente, de palabras.

Sus oídos estaban saturados de tantas palabras, así que solo respondió con un gruñido a la verborrea de Gustav. Alder se encargaría de él. Siempre lo hacía.

Se dejó caer pesadamente en la silla, haciendo la madera protestar bajo sus más de cien kilos. 

—Comeré un plato de asado hasta los bordes. Dormiré en los establos, si es posible.

Dedicó una mirada de algo parecido a disculpa a Chster. El mago se había ocupado de quitarle el olor del camino. Era algo que él, en el fondo, no agradecía. Su olor de humano sería percibido ahora en millas a la redonda y eso solía traer problemas: las presas escapaban, y según qué bestias podrían acercarse, interesadas. Al menos en el mundo salvaje. Estaban, ahora, en tierras civilizadas, y aunque Ragnar no era el más civilizado ciudadano del imperio, sus recuerdos apuntaban a que la higiene era algo que se esperaba de un individuo así que no había puesto pegas.

Seguro que Alys olía a pan recién horneado.

—Chester —dijo pellizcando y devorando inconscientemente un trozo de pan de un cesto que Gustav les había traído—. Antes has dicho que eras adoptado. ¿En qué consiste eso, exactamente? ¿Y qué tiene que ver con que haya un tío con tu misma cara?

Miró inconscientemente a Alys durante un latido de corazón antes de devolver su atención a Chester.

Sabía lo que había visto. Ella lo había puesto en duda, pero desde que habitaba en el cuerpo de Ragnar, su vista se había aguzado en la misma medida que su olfato se había atrofiado. Tanto era así que le había costado literalmente días superar la confusión que le suponía aquella sobreexposición de estímulos visuales. Veía demasiado, olía demasiado poco para lo que había estado acostumbrado durante toda su vida.

Pero ahora había superado aquello, y pondría la mano en el fuego a que aquel tipo era igual que Chester.

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01/10/2020, 22:55
Chester Clancy, el que no folla

Chester esperaba tan poco ser interpelado que incluso respondió positivamente.

—Significa que mis padres no fueron las personas que me concebieron. Cuando era un recién nacido alguien me entregó a ellos para que me cuidaran y me criaran—el mago bebió un poco de agua—. Eso significa que no sería imposible que tuviera un hermano gemelo y que por algún motivo nos separaron al nacer.

Tras quedarse unos segundos pensativo añadió.

—Nunca le pregunté a mis padres el motivo por el que me dejaron con ellos. Siempre pensé que mis padres biológicos no podían encargarse de mi y me entregaron a una buena familia. Mis padres nunca pudieron tener otros hijos.

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01/10/2020, 23:23
Ragnar

A Ragnar le costaba seguir los razonamientos del mago. Tuvo que meditar un tiempo sobre lo que había dicho antes de replicar:

—Entonces... es como si fueras un cachorro de lobo que una perra amamantara —empezó, con denodado esfuerzo, esperando la aprobación de Chester antes de continuar—. Y entonces te reencontraras con un lobo de tu camada. ¿No?

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02/10/2020, 07:27
Alder, el casto

Alder sonrió reconfortado al entrar en la posta. Aquel jolgorio, aquel olor a comida, el ruido de los parroquianos y la amable bienvenida del posadero le recordaron cual era su parte favorita de emprender aventuras. Cuando tocaba descansar.

En cuanto el bueno de Gustav inició su verborra, el joven aventurero echó un vistazo a su variopinto grupo cayendo en cuenta que en verdad él debía ser el único acostumbrado al camino. Por un lado estaba Alys, la cual pese a ir pertrechada con una armadura parecía fragil como una flor ornamental de cristal. Luego tenían a Chester quien casi se podría decir que olía a libro viejo y para acabar estaba Ragnar, del cual se podrían decir muchas cosas, pero era indiscutible que no parecía muy acostumbrado a tratar con personas.

Siendo así decidió tomarse la libertad de encargarse de los negocios con el posadero.

-Mi buen Gustav. ¡A uno se le descansan los pies con tan solo cruzar el umbral y ser recibido de forma tan hospitalaria!-dijo pasando un brazo sobre los hombros del encargado de la posada de forma cómplice.

-Como nuestro aspecto atestigua, necesitamos comida y descanso para poder proseguir con nuestros queaceres en el camino-Alder enseguida se adaptó a la verborrea del posadero, haciéndose partícipe de la misma.

-La dama requeriría una habitación individual. Con una buena barrica de agua templada. Otra habitación de dos camas y, por el motivo que sea una cuadra de caballo para nuestro querido grandullón-dijo señalando a Ragnar a la vez que se encogía de hombros.

-¿Y que es eso que huele tan bien? Que sean 4 platos. O cinco, pues dudo que esos músculos vayan a saciarse con uno solo...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Utilizo una actitud amigable para tratar de conseguir algún tipo de descuento o consideración por parte del posadero

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02/10/2020, 16:11
Chester Clancy, el que no folla

—Algo...así—respondió Chester a la extraña analogía de Ragnar.

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02/10/2020, 16:29
Alys de Louvriers

Alys intentó no escandalizarse, primero con la mirada que Ragnar le dirigía, y después con su analogía del mundo animal; tan cruda y directa. Aquel hombre estaba sin civilizar. Eso podría explicar su brutalidad y temperamento, no le habían enseñado a leer, escribir, no había recibido educación. Debía haber sido abandonado, siguiendo su línea argumental, y criado por alguna bestia salvaje. Al menos sabía hablar, aunque no demasiado. Quizá, si se dejase enseñar, podría aprender que lo que había hecho estaba mal. Aunque también había hecho cosas buenas por ellos, como salvarles y protegerles.

La herbolaria se frotó los ojos, estaba demasiado agotada para seguir pensando. De modo que se dirigió a Chester, pero mirando de reojo a Ragnar, vigilando que no la mirase otra vez de esa forma.

-A mí me entregaron a la abadía -comentó, como si fuese de lo más normal ser huérfana, que por lo visto sí-. Mis padres fueron los sacerdotes del templo, me enseñaron a leer, escribir y aprendí un oficio con el que valerme por mí misma. Por un lado, te entristece pensar que alguien podía no quererte lo suficiente como para abandonarte; pero por otro, piensas que quizá era la mejor opción y por ello, estoy agradecida. ¿Te gustaría conocer a tus padres de verdad? A lo mejor es verdad que tienes un hermano, ¿te interesaría saber algo así? 

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02/10/2020, 17:43
Herpin Stithherwurd

Mientras los recién llegados intercambiaban impresiones y hacían confesiones sobre su infancia, se acercó a le mesa un hombre espigado, con un bigotito un tanto ridículo y barba de chivo. Aquel hombre tenía cara de amargado y un aura depresiva le envolvía. Portaba una enomre bandeja apoyada contra su cintura y en la misma una serie de humenates platos y jarras de vino y cerveza.

- Buenas noches... - Dijo de manera casi imperceptible.

Inmediatamente empezó a servir los platos frente a los cuatro comensales. Cuando tuvo que servir el quinto dudó. ¿Sobraba? Eran cuatro, pero la cocina le había servido cinco. No parecía enteder y le lanzó una mirada a Gustav. Éste enseguida se presentó junto a la mesa.

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02/10/2020, 17:47
Gustav Fondleburger

- ¡Si, déjalo por aquí, Herpin! - Dijo el orondo posadero. - ¿No ves que son jóvenes hambrientos?

El camarero depositó el quinto plato donde le vino bien y sin decir más, se dio media vuelta y regresó hacia la cocina. Gustav frunció el ceño y le miró de reojo con los brazos en cruz y refunfuñando algo para sus adentros. Desde luego no parecía muy satisfecho con su camarero.

- Hoy en día, el servicio está fatal. - Les comentó por lo bajo. - ¡Ya nadie tiene ilusión por trabajar! - Comentó. - Pato al horno relleno de entrañas de cerdo y criadillas de burra con azafrán, huevos escalfafos con queso amargo por encima y pan de trigo negro. - Describió el menú. - ¡Espero que lo disfruten! - Exclamó alegremente. - ¡Cualquier cosa, estoy a su servicio!

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02/10/2020, 17:52
Hultz

Mientras tanto, en la mesa de al lado, los dos hombres que vestían uniformes, ya estaban a punto de acabar la quinta botella de vino. Los dos reían y cantaban y empezaban a ser algo molestos para el resto de clientes. El bueno de Gustav los miraba de reojo, se le notaba enfadado por la situación.

LA CONOCÍH EN LA TABEEERNA, LA VI
PEDÍH UNA COPAH DE VINO
me dijoh...

El borracho realizó una pausa. Parecía haber olvidado la letra. Miró a su compañero y meneó la cabeza. Entonces comtinuó.

lalalalalalalalaLALALALA
me dijoh ven a mi mesah...

Entonces agarró la botella de vino y le dio un buen lingotazo. Soltó entonces una carcajada y escupió parte dle vino sobre la mesa manchando a su compañero. Se produjo un silencio incómodo entre ambios, que se miraron fijamente a los ojos.

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02/10/2020, 17:59
Gunnar

Volveré, volveré
porque te quiero
hasta tu puerto volveréeee
Volveré, volveré,
serás mi estrella
si tu me esperas
volveréeeee.

Y por desgracia para muchos, no se mataron. El otro borracho siguió la canción y cuando acabó se puso en pie y le dio un abarzo a su compañero de mesa. Los dos, empapados de vino y rojos como tomates por el exceso de alcohol en su sangre, se sentaron y siguieron bebiendo mientras conversaban a grito pelado sobre ningún asunto en particular, pues cada uno hablaba sobre un asunto diferente. ¿Cómo se entendían? No lo hacían, pero les daba igual.

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02/10/2020, 19:14
Ragnar

Escuchó la historia de Alys, que también era adoptada, a su manera, pero en vez de ser entregada a una familia, había sido entregada a un templo. Ya solo faltaba que Alder lo fuera también y podrían formar un grupo los tres, y contarse los unos a los otros cómo se sentían al respecto. Ragnar no había sido adoptado. A decir verdad, hasta hacía un momento, no conocía el concepto. Sus padres vivían, le habían criado lo mejor que habían sabido y, a decir verdad, eran mejores personas de lo que Ragnar había sido jamás. 

Perdió rápidamente el interés en la conversación cuando llegó la comida. Ragnar agarró el pato con las manos desnudas, ignorando los cubiertos. La piel del ánsar abrasaba aún, y tenía que pasar la pieza de una mano a otra para evitar quemarse. Verle comer era un espectáculo estremecedor y no era muy distinto a ver comer a una fiera salvaje. Se metía en la boca la pieza entera, mordía carne y huesos por igual, aunque ya había aprendido a hacerlo con cuidado, pues los dientes de Ragnar eran pequeños y delicados. Pronto le corrió un reguero de salsa por la barbilla que se limpiaba de vez en cuando con los brazales de cuero que Chester había limpiado hacía un momento. Masticaba con la boca abierta y escupía los huesos al plato, sin pudor.

Algo le tenía que conceder a los humanos. Por mucho que le gustara el sabor de la sangre fresca, la comida cocinada sabía mucho mejor que la cruda y estaba tan tierna que prácticamente se deshacía en la boca.

Ignoró la canción de los borrachos y siguió comiendo, deseando que ninguno de sus compañeros le interrumpiera preguntándole cómo había sido su infancia y cómo se sentía al respecto.

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02/10/2020, 19:42
Alder, el casto

Al parecer la cosa iba de airear sus infancias, pero por suerte o por desgracia la de Alder no guardaba sorpresas, extravagancias o giros inesperados, si bien le pareció cortés el participar de la conversación.

-Eh... nada fuera de lo común en mi caso, me temo- dijo agarrando una rabanada de pan negro, partiéndola en dos y mojando uno de los pedazos en la salsa.

-Mi madre era una ramera en Ostenmark, donde nací. No supe cual de los puteros que la frecuentaban era mi padre, si bien vivíamos en la casa de un don nadie llamado Uther. Ese simpático caballero me hacía robar en las calles desde que tengo memoria y, los días que no traía lo suficiente o estaba él lo suficientemente borracho, me daba palizas de muerte. En cuanto tuve edad suficiente, diez o... once, me escapé y me busqué la vida, lo que en resumidas cuentas nos trae a aquí y a ahora, supongo- dijo alzando las cejas y encogiéndose de hombros, quitándole importancia.

Mientras hablaba, no pudo pasar por alto lo mucho que Ragnar estaba disfrutando de la comida y el empeño que ponía en ignorarles y en tratar de ser ignorado, por lo que no pudo estarse de, tras dibujar una sonrisa maliciosa, preguntar

-¿Y que hay de ti, grandullón? ¿Que nos cuentas?

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02/10/2020, 19:57
Alys de Louvriers

Alys dudó sobre la ilusión de trabajar a la que se refería el dueño de la posada. Si tuviera que lidiar con borrachos como aquellos, la verdad, tampoco estaría de muy buen humor para trabajar. Estaba acostumbrada al silencio, a la disciplina, al orden. El caos de los últimos días la desestabilizaban, todo era desorden, nada estaba controlado. El ruido, el barullo, las prisas, la ansiedad por hablar pisando las palabras de los demás, la violencia... todo aquello le provocaba demasiada inquietud.

"La cena está muy bien, pero ¿y mi baño?" pensó la muchacha mientras le daba vueltas a la comida en el plato.

Fue turno de que Alder contara su historia. Alys se preguntó si había sido ella la artífice de que todos contaran sus orígenes, porque esa no había su intención, pero cuando el muchacho contó las horribles circunstancias de su concepción a ella se le revolvieron las tripas. Era todo demasiado espantoso para ser verdad. Entonces vio comer a Ragnar, ese salvajismo, esa poca educación, esas formas de animal asilvestrado y nada civilizado, que terminó de desestabilizarse del todo. Se quedó mirándolo con los ojos como platos, entre fascinada y horrorizada, mientras le daba vueltas a la historia de Alder, sobre putas y puteros, y podría haber vomitado el conejo que se había comido unas horas atrás si eso no fuese de mala educación. Pero hervía de rabia, presa de la confusión.

-¡Utiliza un cubierto! -exclamó en dirección al bárbaro.

Que en verdad Ragnar no tenía la culpa de nada, solo que le parecía todo tan horrible, tan deprimente y tan fuera de lugar, que si ese era el mundo real, prefería clausurarse en el convento para no salir jamás. Y encima él comía con las manos y masticaba huesos. 

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02/10/2020, 23:40
Ragnar

No le hizo ni puñetera gracia que le interrumpieran en su puñetera comida para hablar de su puñetera infancia. Miró con hosquedad a Alder, pasándose la lengua por los dientes. Entonces Alys sugirió que usara los cubiertos. Los miró con confusión en un instante y entonces, buceando en los recuerdos de Ragnar tuvo una revelación. ¡Pues claro!

Ragnar cogió un cuchillo, clavó el pato en él y empezó a mordisquearlo con fruición. ¡Ahora podía comerlo sin quemarse las manos! Miró a Alys con orgullo antes de responder a Alder.

Mi infancia fue completamente feliz, gracias —dijo con la boca llena, enviando trozos de comida en todas direcciones—. Ni adopciones, ni muertes de mis padres, ni traumas, ni nada. Ningún sentimiento del que necesite hablar, ¡gracias! Es más, dudo que tenga de eso. Lo mío es aplastar enemigos, verles destrozados y oír el lamento de sus mujeres.

Notas de juego

Aprendió todo esto de Arturo Pérez Reverte.

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03/10/2020, 13:09
Chester Clancy, el que no folla

Chester volvió a centrar su atención en su grimorio. Mucho más interesante que ver comer a Ragnar como un salvaje, aguantar borrachos cantando o escuchar a Alder esforzándose en contar cuán horrible había sido su vida. Seguro que había sido malísima, no había duda de ello, pero algo le decía que le encantaba que pareciera peor todavía.

El mago estaba estudiando si tenía que cambiar sus conjuros ahora que viajaba acompañado. Estaba claro que no podía prescindir de sus trucos, sobretodo con la facilidad que Ragnar tenía para ensuciarse (y seguro que también para ensuciar a los demás). Pero quizás...

Chester volvió a alzar la vista mirando al bárbaro.

Sí, podría funcionar.

Tras beber un poco de agua comenzó a  comer.

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04/10/2020, 00:37
Alys de Louvriers

La muchacha se llevó la mano a la frente al ver que no había conseguido que Ragnar entendiera lo que quería decir. Infancia feliz; sí, claro. Por eso era un bruto desalmado que no sabía ni comer como las personas normales y prefería dormir con los animales a estar en una cama caliente y mullida. Se frotó la frente, realmente agotada.

-Ragnar... -dijo Alys, lanzando largo suspiro y mirando al bárbaro muy seria-. Eres un hombre práctico, eso ha quedado claro. Pero la vida no es solo ser práctico, comer, dormir y... -aplastar cabezas-... y eso que haces como si no importara nada. Mira. Comer, como descansar, hablar, contemplar un amanecer, todo eso son pequeños placeres. Así que, como consejo, y de verdad que no espero que lo lleves a cabo, de modo que te lo puedes tomar como una sugerencia... Come más despacio. La comida no solo te alimenta, te da placer, te calienta el estómago y te levanta el ánimo. Deja que el sabor te inunde, disfruta cada bocado, porque es un regalo y no sabemos cuando podremos comer así de bien. Igualmente, no duermas con los animales, descansa en un lugar limpio y cómodo, pues a tu cuerpo le sentará bien descargar tensión.

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04/10/2020, 00:50
Ragnar

Ragnar lanzó unas largas y estentóreas carcajadas.

—¡No te voy a decir qué voy a hacer para descargar mi tensión, pero eso sí que me producirá placer! —dijo, alzando su vaso para brindar con Alder.

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04/10/2020, 00:57
Alys de Louvriers

Alys se sonrojó hasta que no se podía distinguir su cabello del tono de su piel, ardía de furia y de vergüenza. Había intentado interactuar con ellos, Chester la había ignorado, Alder había contado una historia horrible y Ragnar se había reído de ella. Sin decir palabra, cogió su plato de comida, se levantó de la mesa y se dirigió al posadero.

-Mi habitación. ¿Dónde está?

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04/10/2020, 08:46
Gustav Fondleburger

- ¡Oooooh! - Exclamó sorprendido Fondleburger. - ¿Ya se retira? ¿Le ha gustado la cena? - Miró a su camarero y le hizo un gesto. Éste le respondió negativamente y el posadero frunció el ceño, de nuevo molesto con Herpin. - Si toma de agua todavía no está lista señorita. Ahora mismo se la preparamos. No obstante, son treinta chelines por la habitación, cinco por la cena y quince por el baño. - Le comentó dispuesto a cobrar antes de conducir a la joven a su estancia. - Piense que la habitación es para cuatro y usted la ocupará toda entera... - Comentó tratando de excusarse por el elevado precio.

Notas de juego

Son en total 50 chelines, lo que es lo mismo que 5 coronas de oro o 5 piezas de oro.