Con pistola en mano entráis en el espejo, pronto estáis en un lugar desconocido, no hay un camino. Veis dos lunas, o al menos eso parece, la luz que despiden lo convierte todo en algo espeso y lúgubre. La luna más grande tiene un color marcadamente escarlata, la otra, más pequeña, es blanco-azulada. Inquietantes, como expectantes, parecen dos luminarias sin rasgo alguno.
Hace un frío intenso, no hay escarchas, ni hielo, nada que explique porque hace tanto frio. Los insectos, tan propios de los climas cálidos, pululan por doquier. El murmullo que desprenden, os ensordece. Entre tanto ruido y tanto frío os sentis algo desorientados, el espejo por donde habéis entrado ya no se encuentra.
El grito de un búho os hace salir de vuestro desconcierto, veis un camino empedrado, el ruido en el bosque se torna murmullo y todo parece un poco más normal.
El camino es angosto haciendoos caminar en fila india, a cada paso que dais el camino a vuestra espalda desaparece. Unos metros más adelante, el camino se hace más ancho, el camino continua aproximadamente medio kilómetro, internandose más y más profundamente en el bosque. Tenéis la sensación de que os observan, pero en ningún momento veis nada, salvo unos pequeños ojillos en la maleza y bruscos movimientos en los arbustos que os indican que no estais solos
Tras media hora más de viaje, llegais a un cruce de caminos, ocho sendas surgen ante vosotros. El bosque, en este punto, rodea de forma circular y a una distancia constante de unos 10 metros, el tronco vetusto de un árbol que sorprende por formar un cilindro casi perfecto y por lo frondose de su copa. Al principio no veis nada, el contraste ente la penumbra lóbrega del bosque y la luminosidad del claro os impide la correcta visión. Entonces veis una figura ataviada con una oscura túnica, mira silenciosa el fuego como si en su interior viese algo de sumo interés
Nathan tirada de esencia-2
Jack tirada de esencia-7
Vislumbré la figura a lo lejos, medio envuelta en la penumbra que parecía estar por todas las jodidas partes de este lugar. Era oficial... Esto no era un montaje... No podía ser un montaje. Y si lo era, el que les pasaba la droga tenía que ser muy bueno.
-¿Hola?
Motivo: Esencia
Tirada: 1d20
Resultado: 19
Era esencia -2, pero no recuerdo si era que tenía que tener menos de 5 (mi esencia menos 2) o sacar mucha tirada xD Esto de las tiradas de esencia son algo rarillas.
Me quedé quieto estudiando a la figura mientras me arropaba con mi gabardina de cuero intentando que me confundiese con uno de los suyos, y entonces miré el fuego fijamente yo también...
Motivo: esencia
Tirada: 1d20
Resultado: 16
Tengo esencia 7 :S -7 = 0 así qe casi tiro por tirar...
-Jack... ¿Qué se supone que es este sitio?
Ese hombre no parecía percatarse de nuestra presencia presencia... Y ahora el otro mirando el fuego. Le pego una colleja suave.
-¡JACK! ¿Quieres responderme?
-Shhh, no vayas a molestar al ente que tenemos delante. Estamos en un plano dif... que carajos se donde estamos. Esto es como Alicia dentro del espejo, pero no hay gatos sonrientes, sino figuras lúgubres... Mira el fuego a ver si ves algo, y de reojillo no pierdas de vista a ese ser. Si quieres intenta comunicarte con el, pero que sepas que aquí todo es posible...
Me llevo la palma de la mano a la frente en un gesto de exasperación. Aunque tenía que admitir que no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Esto se parecía más a un sueño que otra cosa.
-Jack... No sé si deberías mirar esa cosa... Sea lo que sea.
-Shhh, no me mires a mi, háblale a ella. Igual es amigable, nunca se sabe.
Continué mirando le fuego...
Era oficial, a Jack se le había ido la cabeza. No parecía él. Iba a necesitar algo que le devolviera el mal genio. Hice memoria, y recordé algo que me había dicho cuando nos conocimos en Inglaterra. Le lancé una mirada de asco... Pero no se me ocurría nada mejor.
-Dios... Esto me va a revolver las tripas.
Le enganché de la pechera y le pegué un beso en la boca. Rápidamente le empuje y comencé a lavarme con fuerza los labios.
-¿Pero que cojones te pasa?, ves ves, ya sabía yo que te atraía, menos mal que no duermo bien o a saber que me habrías hecho por las noches. -lo empujo- mientras saco la lengua y la froto contra la manga de mi camisa a la vez que restriego los labios.- La cosa mas peligrosa de este sitio eres tu sin duda, ¡Mariloles!
Me separo dos pasos y le digo:
-A dos metros de mi, ni se te ocurra acercarte o te hago la operación yo mismo. -le apunto conla mirilla láser a los huevos-
Me relajo un poco y suspiro.
-Creeme, me ha dado tanto o más asco que a ti. Ahora, ¿puedes dejar de mirar el fuego y ayudarme a ver si el ser reacciona, POR FAVOR?
Me giro para acercarme a la figura y cuando estoy de espaldas esbozo una sonrisa malvada.
-Y Jack, intenta no mirarme el culo mientras camino.
-Perdona, pero te aseguro que a mi me ha dado muchísimo mas asco. -dije mientras escupía baba seca al suelo- y tu sucio trasero no es santo de mi devoción, te lo aseguro. ¡Homogayer!.
me acerqué un poco mas a la criatura para mirarla mas de cerca:
-Y si quiero puedo observar el fuego todo lo que pueda, aun mas, con tal de no verte me quedaría ciego mirándolo.
-No te preocupes, Jack. Por mucho que yo sea un homogayer, siempre serás la Reina de las duchas.-río.-La palabra homogayer ni siquiera existe.
Mi pelo, mojado de la tormenta, se había secado y helado. Estaba calado y helado, pero no me acercaría miraría ese fuego a menos que fuera necesario.
-No sé si deberíamos irnos y dejarle... O no darle la espalda.
Le lanzo una mirada.
-Si me lo preguntas, era lo único lo suficientemente chocante como para hacer que dejases de mirar eso. No me gustas, ni me gustará nunca un hombre. ¿Podemos seguir?
-Pero, pero, ¡maldita seas! ¡Reinona!. -continué apuntándole aunque me ignorase-
Le lanzo una mirada de soslayo.
-¿Acaso piensas pegarme un tiro? ¿Ahora? ¿AHORA?
Di un largo suspiro, me acerqué y coloqué mi cuerpo pegado al cañón de su pistola.
-Hazlo, o no lo hagas, pero deberías pensar que hay otras cosas a las que sí deberías estar apuntando. Por ejemplo, lo que sea eso.
Cuando estais lo suficientemente cerca, el ser levanta la cabeza y podeis ver unos profundos y ardientes ojos rojos que os atraviesa. Con un gesto tranquilo os invita a sentaros junto al fuego, cosa que vuestros cuerpos os agradece, ya que hace muchisimo frio en ese lugar
- Sed bienvenidos, extranjeros. Calentaos en mi fogata, la de hoy es una noche realmente fria- Jack nota el toque de cinismo en su voz, aparte de que es gutural y grave- Este fuego conseguirá que entreis en calo. ¿Que os trae por aqui, a este triste lugar?
Dije mientras me acercaba a la hoguera y me separaba de Nathan.
Le pegué un capón.
-Discúlpele. Su madre le dejó caer al suelo de bebé y dio varios rebotes. Hemos venido... -de repente, tengo una idea.- A buscar a Erika Erickson.
La cosa se ponía seria e intenté guardar la compostura. Habría treguas hasta que saliésemos de allí...
Le miro por el rabillo del ojo con un gruñido.
Debería haberte pegado un puñetazo para devolverte en ti.-susurro.- Idiota.