Partida Rol por web

El Festival del Unicornio (Finalizada)

2.- Escena pública: El Día del Festival del Unicornio

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10/11/2011, 20:58
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Los sueños fueron frescos y dichosos, veía colores en ellos por primera vez en mucho tiempo, el sentimiento de progreso había anidado en su alma, un paso vital en su propio camino de desarrollo. Un hito superado, descansó como hacía años que no descansaba, a pesar de que su cama era la menos cómoda que había tenido nunca. Pero el cansancio se fue disipando, su espíritu dejó de vagar por planos místicos y oníricos y las sensaciones, no muy cómodas, de su cuerpo reclamaron la atención. Había llegado un nuevo día.
El fresco de la mañana no despertó a Auria, a pesar de que estaba tumbada en el suelo, en una posición extraña para un bípedo y más propia de un cuadrúpedo. El bosque a su alrededor era tan denso y enmarañado que la temperatura no variaba apenas a lo largo del día y se mantenía cálida y con bastante humedad, sólo la vista aguda de elfa le permitía distinguir su entorno en un bosque negro por la densidad de vegetación a pesar de ser bien entrada la mañana.
Estaba en una zona del bosque donde los árboles crecían sin control, las copas debían sobrepasar los cincuenta metros, y sólo dejaban filtrarse un rayo de sol suelto acá y allá. El sotobosque estaba tan lleno de espinos, brezo, zarzas, helechos y materia vegetal muerta que habría sido imposible llegar hasta allí sin sus dones naturales, de hecho probablemente no habría podido tener un lecho de hojas para dormir sin el respeto que las plantas le tenían como druida; pero incluso así la zona que concedían a Auria era la imprescindible, la vegetación casi arañaba la sencilla ropa de la muchacha.
Todo tenía un aspecto raro, irreal, sentía lejos a la naturaleza, aunque estaba en el bosque. Había algo que no cuadraba, pero la elfa no era capaz de decir qué. Miró a su alrededor y trató de orientarse, de sentir más allá de lo que le decían sus sentidos y comunicarse con la naturaleza. Le costó un mundo reconocer el norte y el sur y se sentía sola, algo iba mal. Entonces Auria se dio cuenta de lo que pasaba.

 

No había ni un solo animal superior a las cucarachas y escarabajos que descomponían los troncos y ramas de los árboles que no habían sido lo bastante fuertes, acabando en el suelo como alimento para los más aptos; no había pájaros, ni rastro de mamíferos fueran herbívoros o carnívoros, grandes o pequeños; tampoco percibió signos de que pudiera haber siquiera un reptil alrededor, ni una mísera culebra o un pequeño lagarto. Al principio Auria no entendía qué pasaba, pero conforme pasaron los minutos, tras tomarse un tiempo para adecentarse de su carrera nocturna y tomar un frugal desayuno descubrió cual era el problema. Esa parte del bosque donde había despertado no quería a Auria, algo no andaba bien allí, se sentía insegura y amenazada, había algo allí que no estaba contento con la druida merodeando. Seguramente los animales se habrían sentido igual y aquellos con la suficiente astucia para notarlo y darse cuenta habrían huido.

La joven druida no sabía qué era aquello ni cual podía ser la fuente, aunque algo le decía que permanecer allí mucho tiempo podía acabar siendo fatal. Lo que quiera que había tomado el lugar de Gaia en aquel lugar era muy poderoso, muy malvado y hostil.

Notas de juego

Bien, abrimos un nuevo capítulo para el nuevo día, que se rematará con la celebración del Festival del Unicornio. Esta parte será la más abierta de todas, porque en principio la idea es que los personajes disfruten de los juegos y atracciones o hagan averiguaciones de las cosas que les preocupen. Voy a añadir un post general con el ambiente de la ciudad, pero, al menos de momento, a ti no te aplicaría porque no estás en ciudad. Si en algún momento vuelves, puedes recurrir a él para determinar lo que te encuentras.

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10/11/2011, 21:07
Director

 La vuelta a la posada acompañado de Evea había sido tranquila y sin sobresaltos, el bullicio de la plaza del fielato le hizo pensar que no podría dormir en toda la noche, pero la realidad fue que el agotamiento y un más que decente aislamiento de su cuarto hicieron que se quedase dormido enseguida. Con sensaciones enfrentadas por la resolución de su cuita con Gatuzzo y la adrenalina aún fluyendo por el duelo a muerte, aunque al final no hubiera resultado tan mortal, Drieric se quedó dormido al poco de meterse en la cama con su ropa de noche, su sueño fue inquieto y no tan reparador como le hubiera gustado.
El hecho era que con el amanecer la fiesta había recrecido notablemente y con ella su nivel sonoro, el aislamiento de la posada llegó a su límite y la capacidad de su cansancio para ignorar el entorno también, de modo que aún somnoliento y cansado se despertó definitivamente cuando la mañana no estaba demasiado avanzada.

 

El olor de la comida disipó sus últimos pensamientos de volver a la cama sustituyéndolos por el recuerdo de la oferta de magia restablecedora hecha por el clérigo la madrugada anterior y la de la cita con sus nuevos compañeros de armas. Por si fuera poco su bolsillo estaba lleno y el Festival ofrecía muchos sitios donde aligerarlo a cambio de diversión.
 

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10/11/2011, 21:09
Director

El trayecto de vuelta a la posada junto a Drieric fue tranquilo y sin sobresaltos, la fiesta en la plaza no había decaído y un gran barullo atronaba justo fuera de ella, tras despedirse de Drieric que fue directo a su cuarto, con aspecto cansado, Evea se preguntó si sería buena idea buscar alojamiento en esa posada pues el ruido de la plaza del fielato era importante; sin embargo estaba tan cansada ahora que buscar otro alojamiento se le antojaba una hazaña, así que decidió preguntar.
La misma camarera pelirroja que les había atendido, que no había perdido un ápice de frescura y buen humor, le confirmó que podían asignarle uno de los pequeños cuartos especiales para huéspedes del Festival, que aunque eran pequeños y no muy equipados, eran cómodos y funcionales. El precio estaba también bastante ajustado, en especial considerando la época del año, hasta el punto que hubiera podido pagarlo tranquila incluso sin la reciente recompensa que aliviaba notablemente su economía, demasiado ajustada desde que había iniciado la búsqueda de Tianna.


Lo cierto es que Evea, poco acostumbrada a los lujos, encontró la pequeña pero cómoda y confortable cama totalmente apropiada, el cuarto estaba lo bastante aislado como para que la música y el jolgorio sonasen muy amortiguados y lejanos. El habitáculo era muy estrecho, tras dejar todos sus bártulos, agradeció su propia agilidad para ser capaz de quitarse la armadura y desvestirse en el pequeño espacio que quedaba pues le resultó necesaria. El agotamiento de una jornada tan larga y la debilidad de las heridas recibidas, a pesar de la agradable curación de la imposición de manos del paladín, se tomaron en ese momento un alto peaje. Tanto que en su estado no tardó ni cinco minutos en quedarse dormida en el mullido colchón de plumas, tan cansada que prefirió perder un poco más de tiempo al día siguiente en la limpieza que desmaquillarse antes de dormir.

La joven se despertó pronto, demasiado pronto para lo cansada que estaba. Estaba en la misma posición que se había dormido, aunque tampoco es que su lecho hubiera permitido grandes aspavientos, pero aunque había dormido del tirón no estaba muy bien, no recordaba lo que había soñado exactamente, pero era muy consciente de que había tenido pesadillas, reales y muy inquietantes, se sentía un tanto descorazonada y supo que había llorado en sueños porque notaba el khol corrido por sus mejillas sin necesidad de mirarse en la pared al diminuto espejo de metal batido, que aunque de poca calidad era un detalle que hablaba muy bien del cuidado que la posada ponía incluso para sus habitaciones más humildes.
Aunque no recordaba qué había soñado exactamente, tenía la seguridad irracional propia del conocimiento adquirido en sueños, de que sus pesadillas tenían que ver con la profecía de Rillifane y con Lady Tianna torturada por toda la eternidad, todo ello mezclado con un sentimiento de culpa totalmente fuera de lugar, dado que no había nada que ella supiera que había hecho o dejado de hacer que pudiera hacerla merecedora de ese sentimiento.

Mientras se arreglaba en el pequeño aguamanil antes de decidir si hacer uso del derecho a acceder a los baños públicos de la posada, su mente se fue relajando y su estado de ánimo aplacando a medida que ponía en orden sus pensamientos y ajustaba sus sentimientos a sus conocimientos reales y no a los oníricos e inaccesibles. Comprendió que el sentimiento era, simplemente, producto de sus sueños, que en ellos había descifrado la profecía, viviendo el resultado de verla cumplida, aunque sin recordar ni el más mínimo detalle, en especial ahora que había vuelto a organizar su mente con la realidad y no con sus ensoñaciones. Aunque eso alivió totalmente el sentimiento de culpa y la pena irracional por un terrible destino que no se había cumplido, lo sustituyó una cierta rabia por saber que conocía el modo de descifrar la profecía pero no lo recordaba. ¿Conseguiría hacer aflorar ese conocimiento antes de que fuera demasiado tarde? Algo le decía que si y, cuando salió de la posada el ambiente festivo y musical alivió un poco más su espíritu con un poco de cauta esperanza.

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10/11/2011, 21:15
Director

La bardo se despertó mucho antes de lo que su cuerpo hubiera querido. Su organismo le gritaba que quería al menos otro par de horas de sueño antes de ser capaz de rezongarle que estaba madrugando demasiado pero asumir que el destino es injusto. Pero su mente no parecía compartir esa opinión, incluso mientras cerraba los ojos con fuerza para volver a dormirse los acontecimientos de la noche anterior, las preguntas, las inquietudes y, sorprendentemente, las ganas de aliviar sus penas en el Festival al recordar cómo medio día antes los juegos y atracciones le habían llamado la atención, se conjuraban para revolver su sueño y hacer imposible volver a dormirse.

Había tenido un sueño inquieto, como atestiguaba la cama totalmente desecha y su ropa de dormir arrugada, no recordaba más que momentos sueltos, alternando pesadillas con sueños muy agradables, en que mezclaba hechos del pasado y posibilidades futuras relacionados con todo lo que la había pasado la tarde anterior. Pero todo ello había supuesto que encima de dormir poco, el descanso no hubiera sido especialmente reparador, a pesar de lo cómoda que era la cama.

El olor de pan recién hecho del horno de Buenamesa y un irracional vacío en las entrañas que le quedo cuando, sin ninguna base real, su estudio de sus sueños le dejó la seguridad de que algo malo de lo que había soñado sería inevitable, terminó de despejar su sueño, aunque hizo aún más patente su cansancio. Oír el suave crepitar del fuego que indicaba que los atentos Buenamesa habían dejado calentándose un baño, le llevó a los labios una cansada sonrisa, pero al ir a levantarse recibió otro flechazo bajo la línea de flotación de su buen humor cuando un martillazo en la cabeza la devolvió a la cama. Resaca, por si fuera poco. Cómo podía afectarle tanto el vino de los elfos escapaba a su comprensión, pero era afortunada de haber encontrado excusa para dejarlo a tiempo y de haber estado ocupada y bien custodiada el resto de la noche, porque la resaca de caballo indicaba que estaba mucho peor de lo que realmente se había sentido.

Con un gemido recordó que había quedado con sus nuevos amigos en una posada del centro, tal vez alguno supiera cómo librarse de ese dolor de cabeza mezcla del cansancio y la resaca alcohólica, algunos tenían pinta de haber tenido sus encontronazos con el alcohol a menudo.

Notas de juego

Llegó el momento de pagar esos tres fracasos en fortaleza, amigo mío. Estás a -1 a todas las actividades físicas toda la mañana (salvo que encuentres salvación, que la hay y bien sencilla, aunque tu no la conoces de momento }:)

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10/11/2011, 21:20
Director

Tras encontrar un nuevo trabajo nada más haber cobrado el anterior, el mercenario se sentía feliz. Se dirigió a la salida acompañado de Theonil, ya que por lo visto el aasimar vivía en el Arrabal.
Sintiéndose contento por la marcha de los acontecimientos, aunque muy cansado tras tantas emociones y tan largo día, llegó al arco de entrada charlando de temas intrascendentes con su nuevo compañero. Pudo advertir que el guardia se veía muy aliviado cuando salieron del Centro, incluso creyó oír su suspiro de alivio. Realmente estos elfos se estresaban mucho cuando los extranjeros entraban en su recluida ciudad.


La plaza del fielato, donde estaba su posada y el centro de la fiesta estaba casi tan animada como la habían dejado al comienzo de la noche, aunque el guerrero estaba demasiado cansado para volver a unirse a la fiesta. Theonil se separó de él allí dirigiéndose por el Arrabal en dirección contraria a la que fueron para llegar al almacén.
Dentro de la posada había aún un ambiente animado a pesar de ser de madrugada, aunque no tanto como por la tarde. El servicio de la posada cuidaba los detalles hasta lo más mínimo, como demostró el hecho de que la camarera que los había atendido a él y Drieric esa tarde, la pelirroja que se presentó como Trellana, ayudó a Karlack a quitarse la armadura en su cuarto, una tarea que le resultaba casi imposible de acometer en solitario; aunque para su decepción se marchó, escurridiza, tan pronto como había aflojado los enganches y las cinchas lo suficiente para que le fuese cómodo desvestirse. El cansancio con que se metió en la cama y lo poco que tardó en dormirse a pesar del sonido de las celebraciones, que sonaba mucho menos de lo que podía esperarse, por otro lado sugirieron que, tal vez, había sido mejor que la bella elfa se marchara.

Karlack se durmió con una sonrisa, pensando que no todos los días acababa uno dos trabajos y encontraba otro. Sin embargo, como no todo podía ser perfecto, resultó que le habían asignado la que probablemente era una de las peores habitaciones de la posada; no por su comodidad, ya que había dormido como un tronco en esa cama mullida y acogedora, y el mobiliario no era escaso en absoluto, sino porque estaba tan cerca de un escenario de los que había para el Festival que, a pesar del aislamiento notable de las paredes, el escándalo de los festejos le despertó mucho antes de lo que a su organismo le hubiera gustado. El ruido y el olor de pan recién horneado impidieron que volviera a conciliar el sueño, a pesar de sentirse aún bastante cansado.
Las promesas de diversión del festival y el recuerdo de la oferta del sacerdote de magia de restablecimiento le convencieron para abandonar las cálidas mantas en lugar de remolonear intentando encontrar el esquivo pero deseable descanso.

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10/11/2011, 21:23
Director

La druida había descansado como hacía semanas que no lo conseguía, durmiendo como un tronco tan profundamente que hubiera pasado por humana por la forma en que dormía. La tensión de los últimos días, mientras viajaba al Festival temiendo no encontrar nada que justificara su desobediencia al círculo de barbasblancas parecía haberla alcanzado de pleno esa noche y haber desaparecido en forma de sueño reparador.

Toda la información que había recopilado había dejado a la elfa una gran sensación de logro, no sólo había socializado más que en toda su vida, sino que lo había hecho con éxito y ahora tenía muchos datos en los que pensar. Sentía una ligera punzada de culpa por esa sensación de alivio que le proporcionaba saber que había datos que no encajaban y que todo apuntaba a que su visita a Zoquejo no sería en balde. Al fin y al cabo, no dejaba de ser alegrarse de que hubiera malas noticias, pero no era menos cierto que los hechos no ocurrían porque ella los descubriera, sino que estaban ahí y ella lo había intuido.

A pesar de haber dormido más horas de las normales, Nívea Selen no se despertó tan lúcida como habría sido de esperar. Por un lado el murmullo constante de los lejanos festejos resultaban demasiado altos para quien estaba acostumbrada a la paz de la espesura salvaje sin civilizar, por otro en la misma posada parecía haber habido algún ajetreo nocturno con voces y carreras por las ramas que habían perturbado su sueño aunque su agotamiento evitó que la desvelara e incluso que se despertara más allá de menos reparador duermevela.
Pero sobre todo le había afectado algo más profundo, un sentimiento místico. Gaia estaba intranquila en algún sitio no muy lejano y esa intranquilidad se le había contagiado a su sirviente. Sin ningún motivo real, Selen había quedado desasosegada durante su sueño nocturno porque la naturaleza lo estaba y ese era el motivo de que un sueño excelente no hubiera tenido un efecto a la altura. Aquello terminó de hacer que la idea de que el sitio de la druida era allí y ahora se fortificara en su mente.

Se levantó acompañada del olor delicioso de comida recién cocinada, le sorprendió e intranquilizó saber que las dos compañeras montaraces que conoció la noche anterior, tanto Liz Idaira como Auria habían dejado la posada durante la noche. En el caso de la segunda sin despedirse siquiera ni avisar al posadero, pero los sonidos del Festival que llenaban el comedor, resultaban un atractivo canto de sirena que aliviaban incluso su sentimiento de amenaza y estimulaban la curiosidad de la druida que nunca había asistido a una celebración como ésta, aunque la multitud y la idea de mezclarse en ella le producían una cierta sensación de agobio.

Notas de juego

Bueno, Despertar, antes de nada pedirte disculpas por el retraso de éste turno. Las andanzas nocturnas de otros personajes llevaron mucho más de lo que yo pensaba y la necesidad de sincronizaros me impidió avanzarte más. Errores de master novato, lo siento mucho. 

Si aún deseas continuar con la partida y no te has aburrido de mi falta de previsión, ahora mismo estáis todos en el mismo momento, el día del Festival, aunque vuelve a ser una fase de actuación libre, hasta la llegada de la medianoche. 

En el OT daré algunas pautas de lo que espero de este capítulo que espero ayuden a evitar que nadie vuelva a quedarse esperando a los demás.

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10/11/2011, 21:32
Director

Tras rematar las negociaciones, Theonil volvió a casa acompañado de su nuevo compañero, sentía una notable satisfacción por el deber cumplido. El caso se había complicado, las pistas no eran muchas y el tiempo gastado con el asunto de Evea y Tianna habían llegado a intranquilizar un poco al investigador, que por un momento temió no tener tiempo de resolver el peligroso robo. Pero todo había acabado resolviéndose bastante bien, la recompensa había sido generosa y salvo por el muerto y la fuga de Brien todo había sido un éxito.
Encontrarse con aquella gente había resultado una auténtica suerte, pero nada de esto podía aplacar la preocupación por Nasha y el unicornio, la noche había pasado rápida, caótica y animada pero eso sólo significaba unas horas menos en el que podía ser su último día al lado de su hija.

Así que para cuando se despidió de Karlack a la altura de la plaza del fielato donde docenas de celebrantes disfrutaban ajenos a la angustia del aasimar, su ánimo era más taciturno de lo que los últimos hechos hubieran sugerido en otras circunstancias.
Su casa estaba oscura, el fuego de la chimenea se había terminado de apagar y un plato de verduras rehogadas se había quedado frío en la mesa. Puede que estuviera a punto de darle uno de los mayores disgustos de su vida o puede que no, pero Nasha era, definitivamente, una hija modélica. Puede que demasiado modélica, dijo su parte más tunante. Se acercó a la alcoba de su hija con sigilo no queriendo despertarla ni sobresaltarla, la puerta estaba completamente abierta y la niña, ya no tan niña se dijo Theonil, aunque llevaba puesto un discreto y elegante camisón no estaba arropada; sin duda se había quedado dormida esperándole, y el cabo de vela consumido en la mesilla de noche lo confirmaba.
Theonil no tuvo valor para despertarla, se la veía agotada, y tan a gusto… Aunque el día del detective había sido largo y duro, como su cansado y maltrecho cuerpo podía atestiguar a pesar de la curación mágica, el de la muchacha no lo habría sido menos, al añadir la preparación del festival a su ya complicada agenda de iniciada. Por no hablar de su deseo de pasar tiempo de calidad con todos sus seres queridos, por si mañana era su último día; sintió una punzada de remordimiento al darse cuenta que no había visto a Nasha en toda la tarde ni en toda la noche.

Pero demasiado cansado, se retiró a su propio cuarto y a su cama demasiado grande desde la muerte de Narina tras arropar a su pequeña, que si siquiera rebulló, tan profundamente dormida estaba. No tardó en quedarse dormido él también.
Su sueño le pareció demasiado corto, pero la animación de la calle, los cantos ceremoniales de agradecimiento a Rillifane por el nuevo día de Nasha y el olor del desayuno terminándose de cocinar se aliaron para alejar su sueño, aunque no su cansancio. Ya no era tan joven como antes y le empezaba a costar conciliar el sueño cuando se desvelaba.
Desperezándose y frotando sus maltrechos huesos y su cuerpo cansado, se dirigió a su ropa mientras pensaba con anhelo en la magia restablecedora que Merryl le había ofrecido a él y sus nuevos amigos hacia ¿Cuánto? ¿Cinco horas, cuatro?

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10/11/2011, 21:36
Director

La ciudad estaba totalmente cambiada con el nuevo día, el bullicio era enorme y las calles, tanto del Centro como, especialmente, del Arrabal estaban llenas de gente, así como de artistas callejeros de todo tipo.
Las tabernas de toda la ciudad estaban llenas, a pesar de que el recinto de la feria estaba a rebosar y ni un puesto ambulante de comida ni de bebida echaba a faltar clientela. La música sonaba por todas partes, tanto dentro como fuera del muro de espinos y los escenarios para las actuaciones oficiales no quedaban vacíos ni un segundo, siempre ofreciendo las actuaciones de artistas importantes con magníficos espectáculos, sobre todo musicales, pero también de otras artes, así como equilibrismo, malabarismo, funanbulismo, prestidigitación, ilusionismo, magia y otras muchas facetas más extrañas aún. Aunque éstos escenarios se concentraban en la plaza del festival, junto al fielato y el arco que separaba las dos partes de la ciudad, no eran los únicos dado que unos cuantos desperdigados estaban en las plazuelas más coquetas y hermosas del Centro, adornados y floridos para deleitar exclusivamente a la población élfica del enclave.

Entre todas las posadas destacaba la de la plaza, en el Arrabal justo entre el arco de entrada y la gran explanada que era el centro de la feria, por la cantidad de gente y la rapidez con que las camareras atendían los pedidos sin perder la sonrisa. Entre los chiringuitos de la Feria el más concurrido era un enorme armatoste de metal, que formaba una taberna desplegada en lo que era un carro y regentada por un enano, Garamm Destilador, que invitaba a todo el mundo a pasarse por su universalmente famoso concurso de bebida que tendría lugar por la tarde.

Juegos y pruebas de habilidad aparecían por doquier y rápidas colas que no cesaban de despacharse y volver a llenarse mostraban los lugares de inscripción de las actividades populares de más éxito: la previa del concurso de tiro con arco que sería el plato fuerte de las actividades antes del colofón que todos esperaban con la aparición del unicornio y la carrera de sacos, para la que ya desde la fila de inscripción pueden verse los primeros piques amistosos entre amigos y vecinos.

A pesar de la numerosísima asistencia, no parece haber tumultos, los guardias patrullan completamente estresados, de un lado a otro atendiendo consultas, ayudando en emergencias y llamando la atención de los muy borrachos o un poco vándalos. Sólo hay dos zonas que parecen un poco más problemáticas, con algunos grupos de descontentos abroncando a los que se acercan, que no por ello pasan a ser pocos. Allí la presencia de los guardias es permanente, esos lugares son las dos carpas más grandes y alejadas, la que contiene el Circo de los Horrores y la que no puede ser otra cosa que un Espectáculo subido de tono y los servicios habituales asociados al mismo.

Todas las calles, tanto de la ciudad como del arrabal están adornadas con luces mágicas, ilusiones y adornos convencionales. La población parece haber crecido al triple e incluso puede verse aquí y allá criaturas extrañas, algunos centauros bebiendo en las tabernas e incluso un par de pixies jugando y haciendo bromas por todas partes.

Las conversaciones giraban sobre todo acerca del Festival y la llegada del unicornio la próxima medianoche, pero se mezclaban con lo que parecía ser la historia del día que, como solía ser habitual, había ido mutando al pasar de boca en boca hasta haber más versiones que gente la repetía. Por lo visto se habían producido dos hechos inusuales que, según quien lo contase, estaban o no relacionados. Por un lado parecía haber habido una gran pelea en un almacén en las afueras del Arrabal entre un grupo de bandidos de los que casi nadie sabía nada, y los pocos que sabían sólo decían ‘Sangrador’ o ‘Coronal’ mientras hacían un supersticioso gesto de protección que se habían enfrentado a unos mercenarios que iban dirigidos por un tipo local que, según quién contase la historia iba desde un buscavidas a un elegido de los eladrines. La batalla había sido apoteósica, con magia, muertos y algunos decían, aunque sus palabras no se respaldaban con ningún incendio en el Arrabal, que bolas de fuego. El motivo tampoco estaba claro, había quien decía que robo, otros secuestro, los menos una guerra entre eladriens y demonios y algunos otros decían que, en realidad, les habían encontrado con niños secuestrados, porque toda la movida del almacén estaba relacionada con el segundo acontecimiento de la noche, que era la misteriosa muerte de un fugitivo pederasta; había sido asaetado mientras trataba de trepar el muro de espinos, algunos decían que por una misteriosa mujer desde el interior de la ciudad, a la que, por motivos desconocidos, muchos calificaban de mujer-lobo aunque no eran capaces de dar una razón que no sonase a inventada, sin embargo esto también estaba en duda pues había otras versiones que llegaban al extremo de decir que la propia Sehanine Moonbow había aparecido para disparar al horrible criminal y castigarle por sus crímenes abyectos.

Notas de juego

Bueno este post general debería servir como marco de fondo para todas las acciones que desarrolléis, al menos hasta la media noche en que debería aparecer el unicornio.

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10/11/2011, 22:27
Theonil Bremârck

El simple rumor de la calle desperezó a Theonil. El sueño comenzaba a hacerse difícil en las pieles del eladrin; las noches en vela parecían cada vez más largas, y sus facultades ya son son lo que eran.

Pero mírate... - Dice delante del espejo, sólo vestido con unos pantalones de lino- Dónde estuvo el gran ballestero; dónde quedó el Theonil de las novelas, el que era capaz de detectar una mentira sólo por el olor del aliento.

Una sonrisa se dibujó en su rostro, al tiempo que una lágrima fugaz era secada con la manga. El investigador tomó aire- Aún me queda mucho por hacer, Narina... Pero no te abandonaré.

Con un gesto enérgico mueve la cabeza y abre su humilde armario. Tianna y Evea podrían darle un día de margen. De todas formas intentaría hablar con La Gata un rato para darle algunas directrices sobre donde asomar la cabeza.

Vistiéndose con una túnica de seda roja, unos calzones de lino por debajo y sus zapatos más elegantes agarra una de las botellas del fondo del armario; reservadas para ocasiones especiales, y la descorcha con un virote. 

-Pura elegancia...- Dice, mientras le pega un buen lingotazo, y se dirige a la cocina a hablar con Nasha. Hoy debería estar muy ocupada, así que quizás ésta sería su última oportunidad de hablar con ella antes de la ceremonia del maldito caballo con un pincho entre los ojos.

Notas de juego

hago este primer post en 3º persona :3

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11/11/2011, 00:11
Gaëlle Bellerose

No sin cierta dificultad Gaëlle se incorporó hasta quedarse sentada en la cama. Puso los pies sobre el suelo y se quedó allí durante unos segundos, aun con los ojos cerrados, las manos apoyadas sobre el colchón. ¿Desde cuando le sentaba tan mal el vino? No es que no estuviese acostumbrada a beberlo. Quizá hubiese sido la mezcla de vino, ejercicio y estrés. Quizá había tenido que ver con sus sueños, o sus sueños con el vino. No recordaba haber estado tan mal como para ahora encontrarse así.

Probablemente solo se tratase de que aquel vino era más fuerte de lo que pensaba. 

Antes de levantarse trató de rememorar todo lo que había ocurrido la noche anterior. ¿Habría sido todo parte del sueño, parte de su borrachera? Una marca en la pierna y una carta, cuyo perfume le llegaba desde el suelo, le decían que no. Todo había sido real, aunque en parte le siguiese costando creerlo.  

No pudo evitar una lagrima al pensar en esa carta. La prueba definitiva de que Adalbern le había tendido una trampa. ¿Que demonios había pasado? ¿Había sido mentira todo cuanto había ocurrido entre ellos? Le costaba creerlo, pero todo parecía indicar que si. Al menos la trama parecía abortada, y no creía que él se atreviese a hacer nada por su cuenta. Seguramente el aun no sabía que sus compañeros habían sido detenidos cuando se coló en la habitación.  

Trató de quitárselo de la cabeza y su mente se volvió hacia Pia. Había aparecido anoche, como por arte de magia, y de pronto parecía que nunca se hubiese ido. Lo primero que tenía que hacer era acercarse al cuartel y ver si la habían soltado. Esperaba que después pudiese ayudarla a buscar a Notcha... aunque quizá quien si podría hacerlo eran los compañeros que había conocido la noche anterior. Al menos Theonil parecía conocer el lugar y tener contactos. Pero antes de eso necesitaba adecentarse y comer algo.

Sin dejar de darle vueltas a aquello se dio un baño, a punto estuvo de dormirse en el agua, se arregló para tratar de disimular los efectos de la falta de sueño, y buscó algo de ropa. Un vestido sencillo y cómodo, menos llamativo que el de la noche anterior, ya tendría tiempo durante los festejos de la tarde de lucirse. Se colgó del cuello el colgante de Olidammara que siempre la acompañaba, a la espalda el Laud, y echó unas monedas y uno de sus frascos de esplendor de águila al zurrón. Quien sabe si iba a acabar tocando en algún lugar, la idea le gustaba, y sientiendose como se sentía lo necesitaría. Y para completar su equipo cogió la carta, la dobló y se la guardó bajo el vestido.   

En cuanto estuvo lista bajó al piso de abajo, al comedor, y tras saludar con una sonrisa al maese Buenamesa le encargó algo de comida para el desayuno. Necesitaba algo contundente para asentar el estomago y empezar a olvidarse de aquella sensación de malestar. Después iría directamente al cuartel a buscar a Pia. 

Notas de juego

Bajo a desayunar, si nada me interrumpe me voy al cuartel. 

PD: Hay algo mal con los personajes ¿no? Salgo yo en lugar del Pj. 

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11/11/2011, 18:58
Nasha

Theonil entró en la cocina y empezó a ocuparse de las sartenes, Nasha estaba en el patio ocupada con sus rezos, aunque voluntariosa y hacendosa no sería la primera vez que se le quemaba el desayuno por estar entretenida en otros asuntos, según ella, más elevados.

Para cuando terminó sus loas, el desayuno estaba listo. Nada más entrar obsequió a su padre con una sonrisa luminosa. Se dirigió rápida a abrazarlo.

-"Bendición, padre. Rillifane te guarde" - 

El abrazo pudo ser un poco más fuerte de lo normal, y Theonil no necesitó recurrir a sus entrenadas habilidades para deducir que estaba un tanto asustada. Con gesto ligeramente ceñudo, se sentó a desayunar junto a Theonil, mientras abría su mente.

-"Alvaël pasó a primera hora para contarme las noticias. Inmediatamente supe que estabas implicado. ¡Dijo que hubo una pelea con muertos, magia y bolas de fuego! Estaba tan preocupada, porque dijo que habían llevado mucha gente inconsciente y herida al templo, menos mal que me di cuenta que no había rastros de sangre en el suelo, esta vez." - Theonil dio gracias en su cabeza por la oportuna curación del paladín y porque la niña no hubiera visto su jubón desgarrado y ensangrentado. Y también se felicitó porque la triste situación del unicornio tuviese como efecto positivo el estar tranquilo sobre ese Alvaël y las faldas de su hija. El joven era un bribonzuelo semielfo un par de años mayor que Nasha que le recordaba demasiado a sí mismo para que se hubiera sentido tranquilo de tenerlo rondando tanto tiempo tan cerca de ella si no fuera por la confianza extrema que tenía en la pequeña.

 

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11/11/2011, 19:16
Director

El desayuno de la posada unido al baño caliente fueron realmente reconfortantes, aunque no milagrosos, de modo que sus preocupaciones no se habían disipado de su mente y la resaca seguía siendo desagradable; pero su ánimo había mejorado y sus fuerzas parecían suficientes para afrontar el día, lo que era mucho más de lo que sentía cuando se levantó de la cama con todo el cuarto moviéndose desconsideradamente.

Gaëlle emprendió el paseo hacia la entrada contenta de que sus actuaciones programadas en el Festival no fueran hasta la tarde, en ese momento actuar no era la principal prioridad en su lista. El guardia de la entrada, muy atareado explicando a varios turistas que no podían atravesar el arco, le dio el alto, pero enseguida pareció darse cuenta de quién era y le hizo un gesto para que siguiera con gesto de fastidio; apenas tuvo la bardo de pensar en el nuevo desplante cuando entendió el motivo del guardia, ya que todos los que le rodeaban empezaron a gritarle indignados al permitir entra a Gaëlle y no a ellos.

Dejó la discusión atrás apresurándose rumbo a la prisión, apenas entró el único guardián que parecía hacer turno en la cárcel le señaló un muro nada más verla, sin mediar palabra aunque sí saludó posteriormente. Familiarizada por el día anterior con la naturaleza del lugar la humana avanzó decidida contra la pared de raíz, que se separó al acercarse para rebelar una estancia amueblada con un escritorio, un sillón de hojas y una estantería todas hechas de forma natural con las raíces del árbol. Dentro estaba Aleena Recta, la teniente con la que había hablado ayer y que dijo que Pía podría ser liberada hoy. Tenía una montaña de papeles en la mesa y pinta de estar muy estresada, cuando la vio, se levantó para saludarla. Gaëlle notó que su gesto cambiaba, se había puesto muy seria y la mirada le decía que las cosas no iban bien, no pudo evitar sentir que el corazón le daba un vuelco cuando la invitó a sentarse, con amabilidad pero también severidad.

Notas de juego

Creo que ya lo he arreglado. Parece ser que escena de foro no es lo que yo pensaba XD

Luego te pongo el siguiente turno, ahora se me ha hecho tarde

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11/11/2011, 23:26
Theonil Bremârck

Con una sonrisa amplia, el eladrin escucha sus palabras mientras sirve un par de generosos vasos de vino.

Esta vez no era trabajo, Nasha... Tiene que ver con unos viejos amigos este asunto, y quería asegurarme de que todo fuese bien durante el festival. Y no te preocupes, No fue tan espectacular ni sanguinolento como se cuenta. 

La endurecida mano del detective roza lentamente la mejilla de su hija, mientras sonríe. Bebe un generoso sorbo.

-Así que hoy es tu día. No es el camino que querría para ti, y lo sabes, pero si algo sé es cada uno camino por su propio sendero. 

Frotándose las sienes emite un gruñido de cansancio, y vuelve a sonreír, esta vez algo más apagado.

Tengo que hacer algo importante, Nasha. Me gustaría hablar contigo antes de la ceremonia, hazme un hueco, cariño. 

La besó cariñosamente en la frente, y en el oído le susurró:

Y, sobre todo: Que esa cabecita no calle lo que dice el corazón. 

Se retiro rápidamente, llevando consigo un poquito de dinero por si quería comprar algo por los puestos; pero no perdería el tiempo en ello. Iría a hablar con Alvaël.

 

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12/11/2011, 02:00
Aleena Recta


Aleena empezó a hablar de inmediato, ahorrando a Gaëlle el mal trago de intentar hablar mientras su estómago amenazaba con vaciarse por la tensión y la inquietud.
-"Buenos días, maestra Bellerose. Me temo que no tengo tan buenas noticias como me habría gustado; pero, por favor, tranquilícese, no  son tan malas como parece temer, por la cara que ha puesto." - la teniente cruzó las manos sobre el escritorio y miró a la humana a los ojos con gesto ceñudo aunque voz tranquila, pero inflexible.
-"Primero lo primero, nuestras investigaciones, ayudadas con magia mental de nuestros magos y clérigos no ha dejado lugar a dudas de que los individuos con los que usted, Theonil y el resto se vieron implicados violentamente, tenían el propósito de secuestrala a usted con ánimo de venderla en tierras humanas del Norte. Esto justifica totalmente las acciones violentas de todos ustedes, de acuerdo a nuestras leyes.  El hecho de que los malhechores tuvieran relaciones con no uno sino dos proscritos de nuestra nación, uno con sentencia de muerte diferida, así como su implicación en otros propósitos criminales adicionales no habla tampoco a su favor, de modo que aunque parece posible que la violencia de su actuación fuese excesiva, incluso eso sería indiferente. Theonil, usted, la discípula de Lady Tianna y los dos humanos están libres de cualquier sospecha y cualquier cargo." - El tono de la elfa había sido amable, comprensivo e incluso había acompañado de una media sonrisa las últimas frases, pero eso sólo hizo más duro el cambio de cara cuando se dispuso a continuar.
-"Por desgracia la situación con Pía de Vries no es tan simple. Dado que ya había interrogado a los criminales humanos que tenemos encerrados y entendido bastante la situación, me sorprendió sobremanera que se negase en redondo a someterse a una zona de verdad." - el desagrado de Aleena era patente en su cara de gesto fruncido y sus labios prietos y en el tono de su voz.
-"A pesar de que la expliqué que había matado a un hombre y que, por tanto, estaba obligada a someterse a interrogatorio para determinar sus motivos y las circunstancias. Incluso cuando tuve la amabilidad de adelantarle las conclusiones sobre los motivos de los criminales que habíamos descubierto y señalarle que usar magia mortal en esas circunstancias era exagerado y cruel pero perfectamente admisible, se negó a someterse a cualquier sistema mágico de verificación de la verdad." - su desaire y enfado se habían hecho manifiestos en la parrafada y a Gaëlle no le quedaba duda de que Pía ya no le gustaba nada a la elfa.
-"Por desgracia mantuvo su obstinación, algunos de nuestros conjuros resultaron ineficaces contra su cabezonería y el resto fue muy capaz de ocultar con contestaciones vagas, incompletas o inexactas sus motivos a nuestro interrogatorio. No hemos sido capaces de determinar exactamente sus motivos, ni las circunstancias de su aparición. Pero sí hemos obtenido algunos datos. Pía utilizó magia mortal con el propósito de matar al hombre, porque quería protegerte, si; pero también por otro u otros motivos que no hemos podido deducir. Pía había hablado con el muerto antes de que viniera aquí pero no estaba implicada directamente ni favorablemente en ninguna de sus tramas, nótese que no hay garantía de que no lo estuviera indirecta y no favorablemente. Si hubiera podido causar daño no mortal al hombre, y ni ella, ni tu, ni tus amigos hubieráis corrido peligro por hacerlo, ella no puede decir que no habría matado igualmente al hombre. Pía pretendía matar intencionadamente al hombre cuando ejecutó el conjuro y se negó a responder a la pregunta de si hubiera vuelto a atacar al hombre si hubiera caído inconsciente o incapacitado." - el tono de Aleena, duro y acusatorio, se relajó según iba acabando la frase hasta transmitir una cierta lástima al final que se extendió a sus siguientes palabras.
-"Que despertase al juez de madrugada para agilizar el juicio y que la acusada estuviera libre para festival, sólo para encontrarnos un testigo hostil, cuando esperábamos que, simplemente declarara que había matado accidentalmente al hombre al intentar defenderos, no ayudó en su veredicto." - tras una breve pausa continuó - "Pía ha sido encontrada culpable de homicidio voluntario en defensa propia o de los suyos, en lugar de muerte accidental en combate en defensa propia. Lo siento, Gaëlle." - inmediatamente añadió las implicaciones en tono tranquilizador - "Por suerte eso no es ningún tipo de asesinato, de modo que no tiene que cumplir penas de prisión y aún menos de castigo físico, en lo que a los elfos se refiere." - su tono volvió a hacerse triste -"Pero debe abandonar Zoquejo y tierras elfas lo antes posible y no volver nunca. Puedes verla e, incluso, estoy dispuesta a que seas tú en lugar de los guardias quien la acompañe fuera de la ciudad. Tengo confianza en tí, pero no en ella."


Aleena se levantó y acompañó a Gaëlle fuera del despacho, aunque antes de salir, la tomó del brazo y añadió en tono muy bajo y confidencial:
-“Escucha, hay algo muy raro en su historia, algo turbio. Traté de sonsacarla qué tiene que ver contigo todo ésto, pero se cerró en banda y su abogada se encargó de que no pudiera hacerla ninguna pregunta que no estuviera estrictamente relacionada con la acusación, esto es la muerte, mientras estaba bajo el influjo de los conjuros. Pero creo que hay algo que no cuadra, sólo hablaba para echar mierda en ese tal Adalbern, como si él fuera el cerebro detrás de la operación; sin embargo, de acuerdo a los otros criminales, Deveraux no sabía que eras tú a quien iban a secuestrar.” – por un momento pareció que la guardiana iba a dejar ahí las cosas, pero mientras la bardo ya salía se giró hacia ella y en voz más alta le advirtió señalándola con un dedo.
-"¡Ah! Y Bellerose, si te encuentras con el tal Adalbern Deveraux, te lo advierto:  aunque no supiera que eras tú el blanco del secuestro, sabía que en lo que andaban metidos él y sus compinches o, como mínimo, lo sospechaba fundadamente. Está acusado de colaboración necesaria en intento de secuestro, y lo que es peor tráfico de reliquias sagradas y asociación con malhechores y desterrados; estas dos en grado de acción, no de colaboración. Si le encontramos irá con los demás, al menos quince años.” – la oficial señaló en dirección a los calabozos, relajó el tono de su voz y, casi con tono de petición añadió – “No se te ocurra mezclarte con él.”


Gaëlle ya salía por el hall en dirección a las escaleras que la llevarían a la celda de Pía, aún más aturdida por las nuevas noticias cuando le llegó la voz de Aleena por última vez, ahora en un tono más amable y preocupado.
-“Una cosa más, maestra Bellerose, no tenéis vuestro mejor aspecto y supongo que aún pensáis cumplir las actuaciones que tenéis contratadas con la ciudad. El templo me ha pasado una petición de gasto por una oferta de conjuros de restablecimiento para los héroes que recuperaron las reliquias sagradas, una vez que te hayas ocupado de de Vries, tal vez desees pasarte por el templo de Rillifane. Por ahora puedes entrar en las calles principales del Centro, pero ni se te ocurra internarte en el bosque.

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12/11/2011, 05:36
Gaëlle Bellerose

Conforme Aleena la expresión de Gaëlle iba volviéndose más y más sombría. Los nervios iban apoderándose de ella. Primero fue un escalofrío, luego empezaron a temblarle las manos, luego el labio inferior… como si quisiera decir algo pero no supiese el qué. Las dudas del día anterior que creía haber despejado volvían a apoderarse de su mente, acompañadas de otras no menos importantes.

La carta, impersonal… encajaba con lo que la teniente Aleena decía. Adalbern no sabía que era ella. Aquello por un lado la aliviaba, pero por otro…

Oh, Pia… ¿En que lío te has metido?

Ahora recordaba haberla visto discutir a través de la ventana de la posada. ¿Se trataba de los mismos hombres? Estaba claro que le seguía ocultando algo pero ¿Que podría ser? Ella no podía querer dañarla de ninguna manera. La conocía, a veces era… difícil… pero la quería, Pia la quería.  Ahora tenía que acompañarle lejos de allí… y estaba segura de que daría la vuelta, o quizá se fuese, para siempre. No creía que fuese simplemente a aceptar aquello y esperarla fuera de Zoquejo…

Por su cabeza empezaron a desfilar las más rocambolescas teorías acerca de cómo se había llegado a aquello. Trató de apartarlas, pero su mente no hizo más que mezclarlas y adornarlas, como todas las historias de las que oía hablar y después relataba.

Aun tratando de mantener la compostura no pudo evitar derramar un par de lágrimas mientras se levantaba ir hacia el calabozo a buscar a Pia. Cuando la teniente la cogió del brazo un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. Aleena había tenido que notar que estaba temblando.

Antes de alejarse por las escaleras se dirigió a la teniente.

-Verá… hay un asunto con el que… que necesito ayuda y no sé muy bien a quien acudir – su voz sonaba entrecortada  – no se preocupe, no es acerca de ningún problema, quizá el templo fuese más apropiado… - se detuvo un segundo – Mi hermano… bueno, mi hermanastro… yo fui criada en una aldea elfa no demasiado lejos de aquí... por una juglaresa llamada Carolien Camellia... pero al grano, ayer me encontré con mi hermanastro… hacía varios años de la última vez…  - por momentos parecía divagar – tuvo que partir hacia el norte, hacia el Valle del Grito a unirse a su unidad y… me dejó un mensaje para entregarle a Notcha, la última doncella del unicornio… Yo… en el último festival tenía quince años, no se casi nada acerca de cómo funciona ¿Cree que ella estará ahora en Zoquejo…? – Esperó expectante -  Se… seguramente sea mejor que vaya al templo…

Titubeo como si no supiera si seguir hablando o callar, se encontraba prácticamente en estado de shock y le costaba centrarse. Esperó por la respuesta de la teniente, y después se dirigió a las celdas a buscar a Pia.

- Tiradas (1)

Motivo: Diplomacia

Tirada: 1d20

Resultado: 5(+5)=10

Notas de juego

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14/11/2011, 00:02
Evea, la gata

 La ajatreada actividad que había en la comunidad golpeó en un momento los agudos sentidos de la joven Evea, aturdida esperó unos momentos a que su mente pudiera digerir el bombardeo de sensaciones, palabras, gritos y risas que inundaba el lugar. Durante unos momentos se sentía totalmente fuera de lugar, con el objetivo que la había impulsado a llegar a ese enclave y lo ocurrido la pasada noches, contrastando fuertemente con la presente algarabía.

 Con un chasqueo de la lengua se puso a andar hacia la zona del arco. Sería bueno ver al padre Merryl, quería terminar de sanar sus heridas, que si bien el reposo nocturno la había ayudado, seguí algo lastimada. Pero antes de acudir a ver al sacerdote élfico, tenía que hacer algo con su imagen. Hacía algún tiempo que sus ropas merecían un buen remiendo, pero es que tras el combate de la noche, sus ropas eran poco más que harapos. Afortunadamente ahora tenía la falquitrera llena y podía permitirse el pequeño lujo de renovar sus indumentarias. Luego con un aspecto menos deplorable ya podría hablar con el sacerdote

 

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14/11/2011, 03:17
Auria

Auria se levantó extrañada, por un lado sentía por primera vez alivio, había descansado como no lo había hecho nunca. Sentía una paz que embriagaba su alma.

Es extraño que arrebatar un ser vivo a la tierra de tanta paz como siento, quizá haya sido un bien mayor para la naturaleza.

Pero sus buenos sentimientos no duraron demasiado, pronto se sintió desubicada, tenía la sensación de estar en un bosque creado, como si nada de aquello fuese real, una sensación extraña volvía a anidar en lo más profundo de su ser. Había matado a un hombre, eso le había dado paz, pero quizá la Naturaleza no estaba de acuerdo en esa decisión tomada. 

Quizá no era eso, sino que la naturaleza no era lo que parecía ser, quizá era eso que había oido hablar, alguna vez en las ciudades, Naturaleza Artificial. Nunca había entendido esas palabras, hasta hoy.

Auria se levantó rápida pero confusa, sacó su arco y cargó en ella una flecha. Era su instinto de supervivencia, sentía que algo iba a ocurrir que algo había de extraño en el lugar. 

Miró en todas las direcciones, esperando a que algo malo se cerniese sobre ella...

Notas de juego

No me he leido el segundo post ya que no estoy allí y no quiero que esto influya en mis decisiones.

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14/11/2011, 19:08
Nasha

Nasha parecía muy tranquila ya desde nada más ver a Theonil, de modo que asintió a sus explicaciones de la pelea con la cabeza, escuchando atenta pero sin temor.
-“A la gente le gusta mucho exagerar. Y a Álvaël especialmente, no entiendo porque le gusta tanto dárselas de enterado.”- a veces la chiquilla tenía reacciones tan adultas que Theonil casi hubiera preferido que andase suspirando por los rincones por los chulillos que la rondaban, como hacían las chicas normales de su edad.
-“Gracias a Rillifane que estás bien, padre. Aunque seguro que el abuelo no está nada contento ¿Qué dijo la teniente Recta?”- la cara de ángel de la joven no cambió en absoluto y en investigador se dijo que tal vez su hija fuera mejor disimulando de lo que él pensaba, desde luego el comentario viniendo de otro hubiera sido un tiro con bala, pero eso no iba con Nasha.

 

La muchacha desechó el intento de su padre de reabrir la conversación acerca del unicornio, su decisión estaba tomada y la cabezonería de su hija parecía haber llegado al peligroso punto en que daba por hecho que el unicornio la seleccionaría a ella. Y remató la conversación con un concluyente:
-“Mi corazón y mi mente son uno. Ambos residen en Rillifane y si me pide que le sirva como amazona de unicornio, así será. No hay mayor honor al que pueda aspirar. Tendré más de lo que nadie en la historia del templo, salvo Brilara.” – Theonil sabía que hablaba de la amazona seleccionada hacía dos ediciones y que también era inciada, aunque de Corellon, el cabeza de panteón –“Y ella era mucho mayor que yo, incluso considerando que era elfa.”

Se despidió de Nasha quedando en comer juntos en el restaurante favorito de la chica, detrás de la plaza de entrada al centro, en la copa de uno de los árboles más altos desde el que se veía un continuo mar verde sin fin. Las ganancias recientes daban más que de sobra para repetir eso a menudo pensó con alegría el aasimar, aunque al considerar que si Nasha se iba hoy con el unicornio daría para muchísimo más que eso durante muchísimo tiempo y su ánimo se ensombreció de nuevo.

 

 

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14/11/2011, 19:36
Alvaël

Theonil tuvo más dificultades de las previstas para encontrar a Alvaël, casi parecía que le estuviera evitando, pero al final le arrinconó, el joven estaba tratando de impresionar a unas cuantas jovencitas en la salida de la clasificación para el concurso de tiro con arco presumiendo de lo fácil que había sido clasificarse para la ronda final que se produciría al anochecer, justo ante de la llegada del unicornio. El joven miró a Theonil con el gesto, que él conocía de sus tiempos mozos, típico que dirige uno a un padre de una chica a la que ronda.
-“Buenos días Señor Bremârk, ¡señoritas!, si me disculpáis tengo que ir a… Apuntarme al concurso de bebida… Sí, ya sabéis…” – dijo haciendo un gesto de machote, aunque era obvio para Theonil, no así para las chicas, que estaba fanfarroneando, si quiera porque no tenía edad para que le dejaran beber.
Su intento de eludir al experimentado detective fue en vano y no tardó en encontrarse cara a cara con el padre de Nasha. Con una sonrisa de preocupación miró hacia arriba a los ojos del aasimar con el que acababa de tropezar al intentar escabullirse y dijo:
-"Vaya, ¿qué tal señor Bremârk? bonito día ¿no?. ¿Disfrutando de la feria? Yo tengo que irme a... un sitio".

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14/11/2011, 20:10
Aleena Recta

Cuando Gaëlle expuso su nueva petición la teniente Recta le sonrió con simpatía, aunque con gesto un poco apenado.
-“Conozco a Carolien. Y sabía quien eres, cuando ví tu nombre entre los artistas invitados supuse que querrías entrar otra vez en el bosque. Recuerdo a Notcha, trabajaba para mi cuando fue seleccionada, si no fuera porque ya sabíamos a qué atenernos nunca hubiera pensado que se convertiría en amazona de unicornio." - en ese momento Gaëlle fue plenamente consciente de que Aleena era una elfa, tanto tiempo fuera había atrofiado su costumbre de hablar con elfos y viendo el juvenil y atractivo rostro de la teniente había olvidado que podía tener varios siglos de edad y que, seguramente, había pasado años, si no décadas, en todos los pueblos de los alrededores. La exploradora continuó hablando
-"No creo que Notcha, o ninguna otra amazona para el caso, venga por el festival en si. Eso sería inaudito. Tu mejor opción es estar atenta a la hora de la llegada, podría ser que los otros unicornios y las demás amazonas estén por alrededor, esperando en el bosque a la nueva pareja, nunca se sabe.” – su tono trataba de ser animado y esperanzado, pero realmente no lo conseguía, ¡olidammara! A la teniente se le daba peor mentir que a ella que no le engañasen, aunque luego siguió con toda la pinta de que crear falsas esperanzas le gustaba tan poco como dar malas noticias – “Pero yo no me haría grandes ilusiones, la verdad, llevo en Zoquejo como oficial o como teniente desde antes del primer avistamiento y nunca se ha visto más de un unicornio a la vez en la ceremonia, por llamarla de alguna forma. Bien es cierto que casi nadie está por el bosque en ese momento, salvo algún que otro guardia rezongante y más interesado en cotillear la elección o, al menos, el paso del unicornio que en vigilar. En cualquier caso, si quieres preguntar en el templo, puedes acercarte; tienes mi permiso. Aunque no se si podrás hablar con Merryl, estaba muy cansado, de hecho envió clérigos menores para los interrogatorios. No deberías tampoco depositar muchas esperanzas en ello, dudo que tengan más información que nosotros y no creo que la idea de que una amazona de unicornio se acerque a la ciudad a comunicarse con sus antiguos… amigos les resulte particularmente agradable. Creo que tratarán de convencerte de que ha sido elegida, que es un gran honor y todas esas paparruchas con las que han comido la cabeza a Nasha Bremârk, no olvides que el culto principal del templo es a nuestro dios de la naturaleza, Rillifane, para ellos los unicornios son sagrados y no hay mayor honor para una mujer que convertirse en Amada de Valarian.

 

Parecía que la cosa se quedaría ahí, pero cuando ya se daba la vuelta, Aleena carraspeó y añadió.

-“Mira… Gaëlle… Verás... Tal vez… Tal vez pueda conseguirte permiso para entrar en el Centro durante la ceremonia. Esto es, si no vas a irte con esa De Vries inmediatamente y realmente quieres perderte la elección, es muy emotiva y emocionante, la verdad. He hablado con el capitán y el consejo, porque suponía que acabarías pidiendo permiso para entrar en el reino… En principio lo ven con buenos ojos y dijeron que si no causabas problemas mientras estuvieras aquí, con lo que habías hecho con los ladrones de reliquias y todo eso… Tal vez podrías entrar en el Reino cuando se vaya la gente… Supongo… que si realmente quieres… podría dejarte entrar por la noche a vigilar el bosque, mientras no te alejes mucho; las patrullas del ejército no se tomarían a bien tu presencia y no creerían que tienes mi permiso verbal.

 

A la teniente Recta parecía costarle un mundo saltarse las reglas de esa manera y, aunque había sido un detalle esa previsión y deferencia que había tenido para con ella al pedir acceso al Reino elfo para ver a su familia, lo cierto es que ahora no era tan fácil decidir lo que realmente quería; por un lado estaban sus familiares, ver a Laila y Carolien, saber si Ásvaldr había vuelto a salvo de la guerra y contarle qué había pasado con Notcha, si había algo que contar para entonces... Pero por otro estaba Pía, la temperamental, irresponsable e imprevisible Pía. Y, sobre todo, la expulsada Pía.