Partida Rol por web

El Festival del Unicornio (Finalizada)

3.- Escena pública: La llegada del unicornio

Cargando editor
02/03/2012, 19:26
Director

Había caído la noche cuando las druidas llegaron de vuelta a Zoquejo. Habían recorrido los últimos kilómetros de bosque ya a oscuras, por suerte era la zona de vegetación más abierta y despejada, en el límite de la densa maraña que defendía la frontera del Reino y fácil de transitar en forma de caminos; muy lejos del agobiante y tupido manto arbóreo del que venían tras investigar.

El sonido y la luminosidad de las fiestas les llegaba desde lejos, mucho antes de que los árboles de alrededor les permitieran ver la ciudad propiamente dicha. Cuando entraron realmente a la ciudad les llamó poderosamente la atención que no había apenas gente por las calles engalanadas y los escenarios que, mientras habían estado hoy en la ciudad no dejaban de tener gente actuando, estaban ahora vacíos. Los pocos transeúntes eran o bien guardias vigilantes o gente que se dirigía hacia el arco de salida que llevaba al Arrabal y el Festival. Siguiendo a esas personas descubrieron pronto el motivo de esa desolación.

Todo el mundo parecía haberse reunido en torno a la Plaza del Fielato, incluso la feria parecía haberse vaciado casi del todo y sus visitantes e incluso los feriantes, se habían unido a los últimos espectáculos del escenario principal que amenizaban la final del concurso de tiro con arco. Nívea Selen y Auria, poco dadas a las aglomeraciones no podían evitar cierta sensación de agobio, de modo que tuvieron un buen trabajo antes de conseguir un sitio que les garantizase una buena vista, aunque para su sorpresa, gente local les hizo un hueco cómodo cerca del muro de espinos cuando reconocieron a la mayor de las dos mujeres como druida, parecían emocionados y muy orgullosos de verla allí mientras no dejaban de hacerle comentarios, muchos de ellos sin sentido o con mucha ignorancia, sobre unicornios y sobre el que, supuestamente, vendría. Aunque resultaba un poco incómodo para la retraída y poco sociable druida, les había permitido a ella y a su joven amiga un puesto de privilegio para los actos de la plaza; incluso Tronador pudo tumbarse cómodamente a los pies de las elfas.

Cargando editor
02/03/2012, 19:27
Director

Gaëlle y Karlack salieron de Limyè Maten juntos, se dirigían hacia la Plaza del Fielato junto a algunos rezagados, disfrutando del tremendo colorido que los fuegos faéricos y los candiles mágicos provocaban en todo el camino aprovechando que el sol había desaparecido por completo hacía rato. Llamaba la atención lo vacía que estaba la zona después de las aglomeraciones de todo el día, aunque esto sólo duró hasta llegar al entorno de la plaza, donde ya ni siquiera los empellones de Karlack eran suficientes para abrir camino fácil entre la muchedumbre que se había reunido cuando apenas quedaba una hora para la llegada del unicornio. Incluso la feria parecía haberse vaciado para trasladar su población a la plaza del Fielato, dónde ser organizaban los actos mayores del Festival.

 

La bardo había terminado de arreglarse y estaba sobrecogedoramente hermosa con un vestido que parecía valer el sueldo de varios años de un campesino; mientras la esperaba en la taberna de la posada, Karlack había podido disfrutar relajándose con un vino especiado delicioso que acompañaban de unos bollitos de semillas muy sabrosos, en un ambiente cada vez más tranquilo a medida que la posada y los aledaños se vaciaban.

Cuando por fin llegaron a la plaza, Gaëlle tenía que actuar en apenas unos minutos, su espectáculo estaba programado para amenizar el momento previo a la final de tiro con arco, que estaba en sus últimas rondas junto cuando llegaron. A pie de escenario, gracias a haber llegado con la bardo, Karlack disfrutaba de un espacio amplio pues pocas personas estaban a aquel lado de las vallas de madera que evitaban que la gente se acercase a la plataforma de actuaciones. Desde allí acabó viendo a lo lejos a Theonil y Evea, estaban juntos hablando con tranquilidad entre la multitud, con un poco de esfuerzo podrían llegar lo bastante cerca para que se unieran a él en su espacioso y cómodo sitio junto al escenario.

Cargando editor
02/03/2012, 19:32
Director

El aasimar y la humana de piel oscura seguían poniéndose al día y haciendo planes cuando se vieron rodeados e integrados en la multitud que acudía ya a los acontecimientos principales del Festival. Pronto estuvieron en los bordes de la Plaza, cerca del escenario donde se desarrollaban las principales actuaciones.

Pudieron ver a Gaëlle y Karlack acercarse por un pasillo hasta el mismo escenario, la bardo se separó del mercenario para ir a las bambalinas mientras éste se quedaba en un espacio vallado poco concurrido a pie del tablado. Él también les vio y les hizo señas por si querían ir a aquel espacio más cómodo.

Evea realmente no tenía nada que hacer más que ver los espectáculos y la llegada del unicornio, a parte de preocuparse por sus graves y serios problemas; Theonil por su parte, debería decidir si quería estar con Nasha, dado que en unos 30 minutos las doncellas empezarían a tomar posiciones y a prepararse para la llegada del unicornio, que se produciría en menos de una hora.

Cargando editor
02/03/2012, 19:34
Director

La plaza del fielato estaba abarrotada. Un sinfín de luces de colores, mágicas en su mayoría, adornaban cada edificio, el muro de espinos y todos los árboles del bosque que se veían desde allí dando al conjunto un elegante y un poco sobrecogedor aspecto faérico y manteniendo bien iluminado el lugar a pesar de ser ya noche cerrada.

El escenario principal ocupaba una parte de la plaza y no dejaba de tener actuación tras actuación, a cual más espléndida y primorosa, ahora ya todas de base musical. Una gran mayoría de la gente se divertía bailando y siguiendo las canciones, mientras disfrutaban a la vez de otros espectáculos.
En el extremo opuesto había un amplio graderío, aislado de la muchedumbre mediante vallas que parecían hechas de madera natural crecida del mismo suelo y custodiado no sólo por varios guardias de la ciudad sino por lo que parecían ser cuatro soldados ataviados con armaduras y sobrevestas que podían reconocerse como el escudo de la Casa Real del Reino del Bosque. Numerosas personas bien vestidas, de raza elfa en su mayoría, ocupaban cómodos sillones en las gradas; muchos parecían interesados únicamente en charlar o departir con un elfo sentado en el centro y especialmente bien vestido, pero que no podía ocultar un cierto aire de petimetre.
Justo delante, entre medias del graderío y el escenario, había una amplia zona despejada, donde se desarrollaban las últimas rondas del concurso de tiro con arco que atraía a una buena parte de la multitud, la mayoría apoyaba a la heroína local, Sándala del Brezo Afilado, que pasaba con facilidad ronda tras ronda. El concurso se interrumpió justo para la primera de las actuaciones estelares, una bardo conocida en el zona llamada Gaëlle Bellerose (ver pjs). Para la final propiamente dicha se había programado una actuación netamente musical, que con un sonido épico y potente que hizo vibrar hasta a los más desapasionados respecto a la arquería, mientras Sándala se proclamaba ganadora entre el éxtasis colectivo de los espectadores locales.

Una amplia y primorosa orquesta, que tocaba música de baile, amenizaba los momentos previos a la llegada del unicornio, espera que la gente sobrellevaba con un animado baile multitudinario. Poco antes de las once de la noche, la orquesta terminó la música de baile y fue sustituida por otros músicos que tocaban magistralmente música ambiental que contribuía a intensificar la sensación de emoción y anticipación que iba creciendo en la multitud. A la vez, la zona despejada en que había estado disputándose el tiro con arco se fue llenando con jóvenes mujeres que, ataviadas con espectaculares vestidos blancos, se separaban de sus familias despidiéndose con emoción para formar un amplio semicírculo de un par de filas de profundidad, aunque lo bastante abiertas para que la fila posterior fuera fácilmente divisable y accesible.

Era difícil decidir quién podía llamar la atención entre tanta joven espléndidamente ataviada, pero aún así había varias con vestidos absolutamente impresionantes, que podían valer miles de monedas de oro; otras llamaban la atención por lucir trajes tan ridículamente recargados que podía hacerse de preguntar al observador cómo pensaban esas chicas cabalgar un unicornio con ese traje puesto, si eran elegidas. Pero quizás la más destacada, por la cantidad de gente que la animaba y proclamaba “ganadora” aunque el unicornio aún tardaría varios minutos en llegar era una joven que había salido de entre el grupo del clero local, tras despedirse de alguien en el palco y de un hombre maduro de aspecto un tanto descuido pero bastante atractivo. La chica realmente tenía un aspecto impresionante, pero de una forma sacra, digna y elegante, lucía un brillante y llamativo pelo platino casi blanco y era perceptible en ella un aura sagrada que resultaba casi visible, llevaba una carta firmemente cogida en la mano; pero, a pesar del vestido y el aspecto tan regio, se la veía demasiado joven para el supuesto trabajo, apenas una adolescente; sin embargo nadie parecía darse cuenta de ello. (El hombre es Theonil de los PJs y la joven es Nasha de los PNJs).

Por otro lado resultó también llamativo el ligero revuelo que se produjo unos minutos antes, junto al muro de espinos, en la zona ocupada por los elfos locales que quieren ver el Festival saliendo del Centro lo mínimo posible; la agitación fue causada cuando la multitud se apartó para hacer sitio respetuosamente a una mujer y una chiquilla élficas que van acompañadas por un pequeño jabalí (o un jabato grande, según se mire); la gente parece deseosa de comentar cosas a la mujer, con grandes aspavientos y señales. (La mujer es Nívea Selen de los PJs y la chiquilla Auria de los PJs).

Notas de juego

- Todos deberíais tener dos turnos, uno con la parte en que llegáis al Festival con vuestro acompañante (dado que todos vais por parejas) y otro general con todo lo que va a ocurrir en la escena hasta la llegada del unicornio y que puede que os requiera varios turnos para reaccionar o interactuar con todo lo que os interese.

- He supuesto que Theonil estará con Nasha (y que le dará la carta de Gaëlle) al menos justo antes de que las chicas se preparen para la llegada del unicornio, si hay algún cambio sobre esto editaré y haré notar así las posibles modificaciones.

- Podéis actuar libremente, como hasta ahora, con todo lo que queráis hacer hasta el momento que detallo haciendo los turnos sucesivos que os sean necesarios y a los cuales responderé cuando sea oportuno. Como todos estáis en el mismo sitio, por comodidad haced los turnos públicos, salvo que sea algo delicado; mejor la comodidad que la puntillosidad de andar pensando cada acción qué posibilidades hay de que la vean otros o no si que lo hagan no tiene importancia. Obviamente el post de AlexSM con su actuación debe ser público, al menos en su mayoría (si quieres pasar uno sólo para mi con el detalle mecánico de lo que quieras hacer, bien también)

- En el que consideréis el último de vuestros turnos incluid claramente (sea como parte del post o como una nota) dónde pensáis estar cuando llegue el unicornio para tenerlo en cuenta en le siguiente turno general que será la llegada de la criatura. Pero no vayáis más allá de la llegada de la criatura, pues la usaremos para siguiente sincronización.

- Por supuesto podéis (y seguramente necesitareis) varios turnos para ir narrando cómo queréis reaccionar a todo lo que va pasando o para hacer cosas que tenéis pensadas en cualquier momento. Que yo haya narrado hasta los momentos previos a la llegada no quiere decir que haya que seguir desde ese momento, sino que ya podéis ir avanzando a vuestro ritmo, en orden cronológico hasta ese momento. No es necesario que agrupéis post que van diferidos en el tiempo, vamos resolviendo situación por situación y cuando queráis pasáis al siguiente momento hasta que lleguéis al punto de la llegada del unicornio. No se si me explico, cualquier duda consultad sin miedo.

Cargando editor
05/03/2012, 03:28
Auria

Auria se encontraba agobiada entre tanta multitud. No podía acercarse demasiado a aquel lugar, pero vio como la gente le iba dejando espacio y podía contemplar la llegada del unicornio con mucha facilidad. A su lado tenía a Nivea y  Tronador. Auria miraba de arriba a abajo a todas las chiquillas que se presentaban. Unas parecían ser voluntarias y otras seguramente obligadas. 

Una idea se le pasó por la cabeza, quizá sería bueno que ella misma se postulase. Sus vestimentas no eran para nada del nivel de las allí presentes, pero quizá eso no fuera de incumbencia para el Unicornio. Quizá no, seguro. Los humanos y algunos elfos civilizados no se daban cuenta de que las criaturas mágicas como los unicornios miraban a las personas más allá de su apariencia. Era absurdo pensar que mirase la ropa con la que iban.

Auria se giró a su compañera y susurrándole muy bajito, sin que le oyera nadie le dijo algo:

- Nivea, ¿crees que soy demasiado joven como para presentarme entre las candidatas? Quizá sea una buena opción presentarme voluntaria. Puede que eso sea suficiente para que empecemos a saber qué es lo que está pasando aquí. Sigo sin creerme que ese unicornio sea de verdad. Así que, ¿qué mejor manera hay para averiguarlo? o... dijo volviendo a pensar como si una nueva idea se la acabase de venir a la mente

O... ¿Por qué no nos presentamos las dos?

Cargando editor
06/03/2012, 18:41
Gaëlle Bellerose

El baño le había sabido a gloria. Había sido corto, pero suficiente para relajarse y ordenar sus ideas. Había llegado a Zoquejo esperando un festival tranquilo, esperando divertirse y ganar algo de dinero, pero todo estaba siendo… diferente.

Al salir del agua echó un ojo al vestido que acababa de usar. Había planeado llevarlo también en esa última actuación, pero no había manera de que lo tuviese listo en tan poco tiempo. Se acercó a su equipaje y de allí sacó un vestido que, colocando con sumo cuidado, había guardado apartado de los demás. Lo estiró sobre la cama y durante unos segundos se quedó mirándolo.

La pieza más cara de su colección era un vestido blanco, de fina seda, casi transparente en algunas partes. De gran exagerado vuelo, preparado específicamente para ondear como una bandera ante la más pequeña brisa de aire. De delicado acabado, con sutiles adornos dibujados con hilo de plata, y arreglado a medida para que se adaptase a ella a la perfección. Desde la primera vez que lo vio había sido consciente de que todo aquello no sería fácil de apreciar en la distancia, pero nunca le había importado.  Estaba enamorada de aquel vestido, que guardaba para ocasiones especiales. Al final aquella iba a ser una ocasión muy especial.

Con gran cuidado se vistió, se peinó y se dio unos casi imperceptibles retoques de maquillaje.

Salió de la posada acompañada por Karlack, el joven guerrero, para dirigirse hacia la plaza, donde estaba situado el escenario principal. Allí actuaría en muy poco tiempo.

Caminaba con el vestido recogido en torno a uno de sus brazos, para evitar ensuciarlo o estropearlo en el trayecto, con su laúd a la espalda y un pequeño saquito con algunas de sus pertenencias* atado alrededor de su muñeca izquierda. Acompañada como iba no era necesario portar ninguna de sus armas.

El único otro objeto que portaba era el pequeño amuleto que colgaba de su cuello, que en ocasiones acariciaba mientras susurraba unas palabras para ella misma. Pequeños rezos y peticiones a Olidammara. Gaëlle en aquellos momentos se debatía entre una tremenda emoción y un ligero pánico, o quizá fuese lo contrario. No  importaba, esta vez no olvidaría lo importante. Esta actuación no era para el público, era para ella misma. Para ella y para su hermano. En aquel momento no le habría importado no tener público, todo habría sido lo mismo.

Acompañada por Karlack esperó a que llegase su momento para actuar.

Notas de juego

*Una poción y algo de dinero.

Cargando editor
06/03/2012, 19:30
Theonil Bremârck

Con una expresión cansada me acerco a Nasha. En cuanto me doy cuenta de la dimensión de los acontecimientos no puedo sino obligarme a sonreír sinceramente.

La beso tiernamente en la mejilla, y le miro a los ojos. - Igualita a su madre... - Dudo un breve instante, pero la abrazo fuertemente. Una lágrima casi se me escapa, pero supe contenerme.

-Toma. Me dieron esta carta para ti. Léela cuando tengas tiempo. Ten mucho cuidado, ¿vale? - Le aparto un mechón de la cara -Este es tu destino. Si te hace feliz, lo acepto. Vive tal y como debes. Nunca doblegues tu alma, hija. Nunca. -Cojo el colgante de madera con forma de luna, toscamente tallado. -Así te proteja la diosa de la fortuna como me protegió a mi. Y así lo haga Riffilane. Más le vale. - Le guiño un ojo, y me callo antes de lanzar una blasfemia demasiado grande para cualquier oído sensible.

Cargando editor
06/03/2012, 21:10
Nívea Selen Telq'ssir

Totalmente fuera de su elemento cuando hay tanta gente que pretende hablar con ella, y además unos cuantos centímetros más abajo que todos, Selen se siente igual, recuerda, que cuando la manada de rinocerontes decidió pasar por su campamento una mañana. Sin saber bien que hacer con todas esas personas llamando su atención trata de no ser descortés, pero camina lo más rápido posible. Necesita ubicarse adelante, donde tenga buena vista, para poder buscar dónde se ubican la población elfa del lugar. Seguramente, piensa ella, también querrán ver el aconteciemiento pero se mantendran separados del gentío; y mientras sonríe debilmente a las caras borrosas y balbucea respuestas monosilábicas, comparte su sentimiento de querer estar apartados.
Cuando por fin se abrió paso a través del gentío de pronto se dió cuenta que Auria le estaba diciendo algo también. Hablando muy entusiasmada de ¡mezclarse con las candidatas! pero claro!
-¡Que excelente idea! así lo vas a poder ver bien de cerca ¿cómo se te ocurren esas cosas brillantes? Sí, acercate a las demás, yo no podría presentarme, yo soy ehm, ya un poco, estemm, mayor para estar entre ustedes- dice mientras sonríe tontamente y se sonroja un poco- Además quiero apurarme y hacer un par de preguntas rápidas a los elfos sobre esos carteles que encontramos ¿sí?

Notas de juego

¿Supongo que hay algun sector donde estén ubicados los elfos? Me apuro y cruzo el lugar hasta donde estén

Cargando editor
06/03/2012, 21:28
Karlack Rowder

Karlack aguardó pacientemente a que la bruja terminara de acicalarse. No entendía porqué tardaba tanto, no tenía una espada que afilar ni una armadura que pulir.

Lo hizo cuando la puerta de la habitación se abrió y Gaëlle salió. La respiración se entrecortó, el pulsó se aceleró y la sangre cubrió las mejillas cuando se dio cuenta de que no dejaba de mirar las voluptuosas curvas que aquel vestido marcaba en el cuerpo de la bardo.

Emmm bien, ¿ya estás?....iré yo delante. Si alguien te importuna sin que yo me dé cuenta me avisas y yo me encargo.

El guerrero evitó mirar a Gaëlle mientras la hablaba para disimular su rubor y se puso en marcha.

Se posicionó cerca del escenario, un sitio privilegiado para ver y oír el espectáculo que la bardo ofreció. Y no sólo eso, sino que estaba lo suficientemente cerca para poder actuar en caso de amenaza y tenía una visión de todo los que les rodeaba gracias a su posición elevada.

Desde allí vio a Evea y Theonil junto a una bella joven. La hija de Theonil seguramente por la manera en el que éste la miraba y abrazaba.

Con un gesto intentó que se percatasen de su posición

Cargando editor
12/03/2012, 18:55
Nívea Selen Telq'ssir
Sólo para el director

Notas de juego

Mi personaje está con toda la intención de interrogar a algunos elfos :D

En cuanto me digas si se divisa algun grupo de ellos (de los habitantes del lugar) podría seguir el post de como los abordo. Saludos.

Cargando editor
12/03/2012, 18:59
Director

Notas de juego

Perdona, se me paso tu nota!

Si, todos los que tienes alrededor desde el que sales del Centro son elfos; Auria y tu habéis salido lo menos posible del bosque, justo junto al muro de espinos con los demás elfos que gustan de alejarse mucho de la parte puramente elfa de la ciudad. También puedes haber detenido a algún grupo por la ciudad en un sitio más discreto antes de salir a la ceremonia (en este caso, si quieres, puedes hacer el post sólo para ti y para Auria, aunque en realidad no importa demasiado)

Cargando editor
13/03/2012, 18:03
Director

Gaëlle hacía que todas las miradas se girasen hacia ella una vez entró en bastidores, era tal la sensación que ni siquiera nadie se preguntó si Karlack realmente podía llegar hasta el cómodo lugar en que se había posicionado.

La parte de atrás del escenario principal era notablemente mejor que las de los anteriores, había un entramado importante, con pequeños habitáculos individuales con espejos en los que los artistas podían preparar los últimos retoques. La zona era un hervidero de actividad, con chavales y chavalas jóvenes yendo de acá para allá cargando cosas y artistas preparándose, subiendo y bajando del escenario y al foso de orquesta. Varios organizadores corrían continuamente gritando a todo para que trajeran o se llevaran algo, se dieran prisa en sus quehaceres o se preparasen para actuar.

Apenas había terminado de situarse, explorar el lugar y darse los últimos retoques cuando un elfo estirado vestido con un elegante traje negro con puntilla en las mangas y el cuello no tardó en llegar a Gaëlle y decirle con un acento snob y una genuflexión recargada.

-“Inolë Bellerose, sale a escena en diez minutos.” –

Sin poder evitar una sensación de nerviosismo la bardo pudo ver desde la parte de detrás del escenario cómo la plaza estaba llena a rebosar. Debía de haber al menos tres mil personas que abarrotaban no sólo el suelo y el graderío de autoridades, sino todas las ramas de los árboles más cercanos que tenían construcciones que daban a la plaza y las ventanas y balcones de los edificios que la rodeaban, que se veía eran estudiadamente grandes para éste menester.

Los artistas que la precedieron, muy buenos, dicho sea de paso, se cruzaron con ella a pie de las escaleras que le llevarían ante su público con un breve deseo de suerte y, como en una nube, pudo oír al maestro de ceremonias (el elfo refinado que le había hablado) presentándola con bombo y boato tal vez exagerados. El público ovacionó ruidosamente, metido en ambiente de fiesta y muy excitado ante la inminente culminación del Festival con la llegada del unicornio, así como las emocionantes rondas finales del concurso de tiro con arco.

Notas de juego

Siguiendo la lógica que dije os lo pongo para todos, aunque va particularmente al caso para Gaëlle. Cualquiera podéis, de todos modos, usar lo que ocurre para dar mayor vida a vuestros propios posts.

Cargando editor
13/03/2012, 18:04
Nasha

Nasha parecía brillar con luz propia, estaba radiante e impresionante; tanto que probablemente todos, salvo Theonil, habían olvidado que sólo tenía catorce años. Cuando vio acercarse al detective corrió hasta a él con una sonrisa enorme y le abrazó, aunque con todo el cuidado para no arrugarse la ropa ni estropearse el peinado; el aasimar no pudo dejar de preguntarse si la chiquilla no habría pensado que el no vendría, viéndola tan contenta y emocionada con su llegada.

Cotorreaba sin parar acerca de las actuaciones, los tirados con arco, la multitud… tanto que a Theonil le costó meter baza para entregarle la carta, su hija se apartó el flequillo de los ojos y miró alternativamente a él y a la carta con algo de suspicacia, luego la cogió y la examinó. En seguida rompió a reír, el ojo agudo de Theonil notó que con cierto alivio y tensión liberada, probablemente se olía alguna jugarreta de última hora para hacerla desistir de su empeño. Se giró a su padre con una sonrisa dulce y con su voz de sacerdotisa repipi le dijo:

-“Pero papá aquí pone ‘Para: Notcha Flechacertera’. No es para mi, Notcha es la anterior elegida. Pero… sí seguramente la vea próximamente, cuando me lleve el unicornio seguramente me uniré a las demás amazonas y veré a Notcha para darle la carta. ¡Ay, papá, siempre tan despistado!” – añadió con una risita cariñosa y abrazandole.

La joven sacerdotisa siguió hablando en un torrente de palabras, nervioso e incontenible, contándole como le había ido la tarde, le habló con pelos y señales de los rituales, rezos y preparativos por los que había pasado. Tan excitada y parlanchina que a Theonil le costaba meter baza y se sentía más cansado sólo de pensar en el día de su hija que por toda la tarde de averiguaciones y problemas. Cuando por fin pudo decirle lo que quería decirla, ella adoptó una expresión mucho más seria y meditabunda, casi triste. Estuvo callada unos minutos antes de responder.

-“Algún día, papá, cuando venga y te cuente que he visto a mamá, lo guapa que está en Arvandor y lo que me ha dicho, lo verás como yo. Y tu también estarás contento de que sea Amazona de Unicornio al servicio de Rillifane. Ya lo verás papá.”- Theonil pudo distinguir una lágrima en los ojos de su hija, pero varias de sus compañeras en la escuela sacerdotal, de su edad o un poco mayores, pero que aún no habían alcanzado el grado de acólitas, parloteaban cerca y amenazaban con irrumpir para despedirse ruidosa y lacrimógenamente de ella.

Theonil aún tubo tiempo de estar con Nasha unos minutos más cuando se fueron las gritonas jovencitas, cuando le entregó el colgante, Nasha no pudo evitar llorar abiertamente, con ciertos aspavientos para cortar las lágrimas antes de que estropearan el maquillaje cogió el colgante con manos temblorosas y se lo puso, dejando que colgase por encima de su vestido blanco ribeteado con plata, donde ya podía verse el colgante que le había regalado en la comida. Tras dirigirle una mirada ceñuda por su comentario irrespetuoso hacia su dios, se quitó el símbolo sagrado que solía llevar, un árbol vivo en miniatura enganchado a una cadena de madera y se lo dio.

-“Y tú lleva éste, padre, porque algún día podré usarlo para comunicarme contigo todos los días. Le pedí al honorable Eliaster que me lo hechizara para ese propósito. Al principio estaba un poco reacio pero le convencí con mi argumentación teogonal.” – la última frase la había acompañado de su tono más repelente y Theonil sintió un escalofrío al imaginar a su hija cuando tenía ‘esa actitud’  y al arrogante Eliaster enfrascados en una discusión de filosofía religiosa profunda.

Para ese momento la multitud había empezado a silenciarse en sus gritos y cantos para formar un nervioso murmullo en crescendo y las primeras doncellas se dirigían hacia el centro de la Plaza.

Notas de juego

Lo mismo que antes pero para Theonil. Aunque el detalle de las conversaciones sólo podrían oírlo Nívea Selen y Auria que estarán relativamente cerca de ellos.

Como veis no todos tenéis porqué ir en el mismo momento temporal, pero procurad que si queréis participar en varios tramos vuestros post sigan, en lo posible, el orden cronológico que dicta. Por ejemplo si queréis hacer algo durante la actuación de Gaëlle y también durante la preparación de las doncellas, intentad que el primero vaya antes que el segundo.

Cargando editor
13/03/2012, 21:02
Theonil Bremârck

Abrazo tiernamente a Nasha durante varios segundos, y enjugo sus lágrimas con la manga de la camisa mosquetera.

pongo mis manos en sus hombros y le susurro, con un tono lleno de entereza: Dile... dile a Nar que... bueno, que... le quiero. Le quiero. - Le beso en la frente - Adios hija. Sé una auténtica Bremârck.

-Antes de escuchar su réplica, le guiño un ojo y me voy, conteniéndome a mi mismo. Me acerco a Karlack y le susurro unas palabras.

Cargando editor
13/03/2012, 21:09
Theonil Bremârck

-Te necesitaré cerca, Karlack. Algo huele mal en todo esto, y no pienso permitir que ocurra nada durante el festival - Pongo una mano en su hombro y añado - Dile a Drieric que está contratado por una temporada, puede que necesitemos su espada. -  le guiño un ojo - La señorita Bellërose está encantadora, ¿verdad?

Cargando editor
13/03/2012, 23:53
Karlack Rowder

La cara de Karlack se encendió al instante después de la referencia de Theonil a la bruja.

Asintió torpemente... Estaré pendiente, desde ayer que no lo veo, pero seguro que le interesará el trabajo. Si está por aquí, cuenta con su espada. 

Cargando editor
14/03/2012, 03:39
Gaëlle Bellerose
Sólo para el director

Tras abandonar a Karlack  y pasar tras el escenario principal los nervios previos a la actuación comenzaron a invadir a Gaëlle. Había intentado estar tranquila, relajarse, quitarse de la cabeza que pudiese tener cualquier tipo de importancia o trascendencia, pero era imposible. Demasiada gente, demasiados buenos interpretes antes que ella, demasiada expectación. ¿Y si aquello le salía mal? ¿Y si simplemente no les convencía? ¿Y si simplemente no encajaba con el ambiente de fiesta?

Se detuvo, mirándose en uno de los pequeños espejos, cerró los ojos un momento y respiró hondo. No importaba. No importaba lo que pensaran. No importaba que no le gustara a nadie. Trató de convencerse. No iba a tocar para ellos, aunque todo pareciese indicar que si. Volvió a recordarse tocando para Pia junto al lago, aquello la tranquilizaba.

Abrió los ojos, algo más calmada, y se dio unos últimos retoques. Sutiles, evitando recargar el maquillaje, ese no era el día para aquello.

Mientras la presentaban, y justo antes de subir al escenario, Gaëlle se tomó la ultima poción que le quedaba. La había guardado para algo importante, y aquello era lo más importante que iba a hacer en el festival. La temporada siguiente al festival iba a tener que trabajar duro para recuperar todo lo que se había gastado. Había venido a ganar algo de dinero para poder despreocuparse un tiempo después, y había sido justo lo contrario. Pero si las cosas salían bien, habría merecido la pena.

Subió al escenario con andar relativamente tímido. Había conseguido tranquilizarse un poco, pero aun así le temblaba todo el cuerpo. Hacía muchos años desde la ultima vez que se había sentido así ¿desde su primera actuación quizá? Demasiado tiempo para recordarlo con certeza.

Una vez en el escenario, con el laúd aun a la espalda, dejando que el vestido fluyese con naturalidad, se dirigio al publico.

-Este... este es un momento muy especial. Es especial para Zoquejo, y por otras razones es especial para mi. Por eso, hoy voy a hacer algo especial. Algo que nunca he hecho, y que seguramente no hayáis visto muchas veces. Hoy... todo lo que os voy a contar hoy será verdad... todas las  historias que os contaré, las canciones que cantaré, la gente de la que hablaré... todo será real.

Tragó saliva antes de continuar.

-Esto no es lo que tenía preparado para esta tarde, pero mi experiencia de los últimos días no es lo que había esperado. No se si saldrá bien o no, no se si os gustará, ni si es lo que esperáis, pero es lo que necesito hacer en este momento. No espero monedas ni contribuciones, solo que me escuchéis... hoy pido nada más...

Se detuvo un momento, mirando nerviosa al publico.

-Y si sale mal... bueno, si sale mal siempre podréis decir que visteis hacer el ridículo a Gaëlle Bellerose, tampoco eso es algo habitual - trató de esbozar una sonrisa burlona, que quedó claramente forzada.

Tras un par de segundos de pausa incomoda, comenzó a contar la historia de una niña humana cuyos padres mueren siendo ella apenas un bebé. Una niña cuyos padres, amigos de una pequeña comunidad elfa, mueren asesinados tratando de defenderla de un grupo de asesinos que habían hecho algún tipo de pacto con fuerzas oscuras. Cuenta como la madre de esa niña, con sus ultimas gotas de vida, la lleva de vuelta a la comunidad, donde muere. Y como una juglaresa, que había tenido gran amistad con sus padres, se hace cargo de ella.

-Le enseñó todo lo que sabe. Le enseñó música, le enseñó magia, le enseñó a amar a la naturaleza, a las personas sin importar su procedencia, y a la vida.

Mientras hablaba iba acompañando sus palabras con una suave, casi inaudible, melodía de laúd. Se notaba improvisada, pero de alguna manera encajaba. Mientras hablaba, los espectadores cercanos podían ver como de sus ojos brotaban algunas lágrimas.

-En ocasiones se sentaban durante la noche en un claro del bosque a tocar.

Comienza a tocar una suave canción, tras sentarse en la tarima cruzando las piernas, en el centro del escenario, acompañada de un delicao canto en élfico. Mientras canta se la ve animada, emocionada. Y junto a ella parecía formarse un pequeño fuego. 

-Esta era su canción favorita - comentó al terminar - Esa niña un día se fue de casa, a ver mundo, pero ahora lamenta mucho tardar tanto en volver a casa. Pero lo hará, pronto lo hará.

Tras acabar la canción continuaba tocando el laúd, ahora con la mirada perdida en el horizonte, quizá en el cielo.

-Pero estaba solo ella, aquella niña tenía una familia entera.

Comienza a contar que tenía un hermano y una hermana, no de su misma sangre, pero eso nunca fue lo importante. Un hermano que la quiso, que la protegía, y que más tarde tendrá su propia historia. Una hermana que creció junto a ella, con quien compartió todo, y de quien se distanció cuando decidió abandonar la comunidad.

Si haber detenido la música un instante, comienza a tararear una canción, una canción triste. No puede evitar agachar la cabeza en algunos momentos.

-Siempre ha lamentado haberte decepcionado - comenta al acabar, casi con la esperanza de que la persona de quien habla esté allí - pero ese era su camino, no podía elegir otro. Sueña con que un día la perdones y la acompañes en alguno de sus viajes. 

En ese momento se levanta, sigue tocando el laúd, no detiene nunca la melodía. Comienza a hablar de lo que ocurrió cuando esa niña ya no era tan niña, cuando había crecido, y se había ido por su cuenta a ver mundo. Su melodía va volviéndose más rápida, más alegre.

-Fue entonces cuando, por primera vez, conoció el amor.

Comenzó entonces a tocar una canción, una canción que casi todos conocen, pero de manera diferente. La letra es diferente. La letra habla de la persona a la que amaba, que la enseñó a valerse por si misma lejos de la protección de su familia, que la quiso con locura...

-Pero los sueños no duran para siempre, llega un momento en que hay que despertarse - comentó apenada justo al terminar la canción.

Mientras narra como la traicionó, como se aprovechó de ella, y como la traicionó, toca una triste melodía, con momentos de rabia intercalados.

-Pero aquel no era el fin del mundo. Aquella chica, ahora una mujer, continuó su camino sin mirar atrás. Se dedicó a lo que amaba, a la música, y no tardó en salir adelante.

La música volvió a coger ritmo, recuperó vida, recuperó alegría. Volvía a cantar en élfico, mientras a intervalos, sin dejar de tocar, contaba las peripecias de la juglaresa durante sus viajes. Una historia alegre, casi cómica por momentos.

-Allí fue donde volví... donde volvió a enamorarse - habla emocionada, sin saber muy bien para quien, subida en una nube - Fue otra juglaresa que se encontró en... en su camino. Se unió a ella, y juntas vivieron un autentico sueño. Ella le enseñó algo que tiempo atrás había olvidado, tenía que olvidarse de lo que otros esperaban, y dejar que su corazón la guiase. Fue el mejor consejo que nunca le diesen.

Toca una canción, una bella canción, mientras pasea sin rumbo por el escenario, dejando que el viento mueva su vestido, sin centrar la mirada en ningún sitio. La canción que le cantó a Pia el día que se rindió a sus brazos, el día que Pia evitó que tirase la toalla. La canción que improvisó al lado de un lago cuyo nombre no recuerda, a unas pocas decenas de metros de una posada cuyo nombre no recuerda, bajo las estrellas. La canción que en aquel momento no llegó a terminar. Y esta vez la canta hasta el final. 

Acaba sentándose de nuevo en el centro del escenario para cantar la ultima parte. Canta acompañada de un fondo de estrellas emulando el cielo que sus ojos contemplaron aquella noche.

-Pero de nuevo, como en tantas otras ocasiones, ella se fue - comenta con tristeza, tocando a la vez una suave y melancólica melodía - ella se fue... - deja de tocar, en ese momento levanta la cabeza, se le ilumina la mirada - pero no para siempre. Volvió, tiempo después volvió... pero eso es otra historia.

Continua contando su historia, haciéndola pasar por la de otra persona, pero sin conseguir en ningun momento ocultar que es la suya propia. Cuenta como continuó viajando, como volvió a enamorarse, como se enamoraron de nuevo de ella, como volvió a quedarse sola... Habla de los sitios que visitó, de la gente a la que se encontró. La historia es a veces alegre, a veces triste. Lo acompaña con canciones, con algo de magia en los lugares donde se emociona.

Tras un rato de narrar y cantar sus aventuras se detiene. Guarda unos segundos de silencio, y se dirige al publico.

-Esto es casi todo lo que quería contaros. Solo queda una ultima historia, la más importante de todas. Al principio os hablé de mi... de mi hermano. Os dije que su historia vendría más adelante...

Sentada a un lado del escenario, con la espalda apoyada, comienza a narrar la historia del soldado que se enamoró de una cazadora, de la que se separó cuando ella se fue, huyendo de los absurdos prejuicios que había hacia ella. La historia de cuando fue a buscarla, y descubrió que ella le había estado esperando... pero había sido elegida por el unicornio. La historia de como él volvió a buscarla, para decirle que aun la amaba, pero la guerra volvió a alejarlo. Lo hizo mezclando narración, música, intercalándolo con poesía élfica, en ocasiones directamente llorando. Era una historia caótica, como lo era su cabeza en ese momento.

-Entonces... - siguió casi entre sollozos - fue cuando su hermana pequeña, su hermana humana, se ofreció a darle el mensaje a la doncella del unicornio... se ofreció a hacerle saber que aun la quiere, y a tratar de que se reuniesen al menos una vez más... - se detuvo un momento - ...y esto fue lo mejor que se le ocurrió a la estúpida de su hermana... Antes os dije que solo iba a pediros que me escucharais, pero debo pedir una cosa más... contad la historia, quizá si llegase a oídos de ella...

Se quedó en silencio, completamente en silencio, sentada a un lado del escenario, esperando a que pasase algo. 

- Tiradas (1)

Motivo: Interpretar

Tirada: 1d20

Resultado: 3

Notas de juego

Voy con todo. Gasto los 2 puntos de rasgos en:

Emocional (2)

Inocente (4)-> Porque estoy contando una historia real. Si no cuela xD Pues bondadosa (3)-> porque todo es por una buena causa, y si tampoco cuela me contento con Fama (1).

Creo que ahora mismo sumo una burrada (entre 25 y 30), como me fallen los dados me da algo... Bah, malditos dados, me odian mucho... Con esa tirada lo dejo de momento solo para el director, ya me dirás si lo pongo publico, o prefieres re-narrarlo. 

Cargando editor
14/03/2012, 11:17
Director

Notas de juego

Tirada:
3 dado
+13 interpretar con carisma aumentado
+2 uso de canciones
+2 uso de narraciones
+2 ventaja significativa por uso de magia pero es habitual en éste entorno
+4 ventaja enorme por aspecto: el vestido de cientos de monedas de oro y un carisma sobrehumano en un entorno que valora mucho la estética
+2 rasgo de emocional perfectamente aplicado
+4 rasgo de inocente aunque no encaja tanto si que puede hacer que tu interpretación sea totalmente creíble y predisponer al público mejor porque le convences de que todo lo que dices es real
+1 ventaja menor por hacer referencia a los unicornios y las anteriores amazonas en el relato

Total 33

Además la CD es 5 puntos menor porque el público está en un ambiente fuertemente festivo y muy predispuesto a pasarlo bien, a parte de haber corrido el alcohol libremente.

 

Así que puedes hacer público tu post, si quieres.

Esta tarde o mañana narraré la reacción del público, por si lo quieres tener en cuenta para cualquier retoque: como es lógico será extremadamente positiva, aunque como aspectos negativos (derivados de la tirada del dado que marca que el éxito extraordinario pasa de una forma entre las peores posibles) el público se habrá olvidado de las implicaciones de que sea algo real entre tanto vaivén emocional de modo que la súplica final no tiene efecto y nadie se queda con la idea de que haya que hacer llegar un mensaje a las amazonas porque les queda todo como muy etéreo sin remitente ni destinatario exacto XD y el ánimo queda un poco más melancólico del que sería deseable (para la mayoría, seguro que para Theonil le va bien :) con el final triste, además parece que a Gaëlle le quedan mejor los bajones que las subidas en el ánimo durante la actuación. Pero en conjunto una actuación estelar, digna del Festival.

Cargando editor
14/03/2012, 13:16
Gaëlle Bellerose

Tras abandonar a Karlack  y pasar tras el escenario principal los nervios previos a la actuación comenzaron a invadir a Gaëlle. Había intentado estar tranquila, relajarse, quitarse de la cabeza que pudiese tener cualquier tipo de importancia o trascendencia, pero era imposible. Demasiada gente, demasiados buenos interpretes antes que ella, demasiada expectación. ¿Y si aquello le salía mal? ¿Y si simplemente no les convencía? ¿Y si simplemente no encajaba con el ambiente de fiesta?

Se detuvo, mirándose en uno de los pequeños espejos, cerró los ojos un momento y respiró hondo. No importaba. No importaba lo que pensaran. No importaba que no le gustara a nadie. Trató de convencerse. No iba a tocar para ellos, aunque todo pareciese indicar que si. Volvió a recordarse tocando para Pia junto al lago, aquello la tranquilizaba.

Abrió los ojos, algo más calmada, y se dio unos últimos retoques. Sutiles, evitando recargar el maquillaje, ese no era el día para aquello.

Mientras la presentaban, y justo antes de subir al escenario, Gaëlle se tomó la ultima poción que le quedaba. La había guardado para algo importante, y aquello era lo más importante que iba a hacer en el festival. La temporada siguiente al festival iba a tener que trabajar duro para recuperar todo lo que se había gastado. Había venido a ganar algo de dinero para poder despreocuparse un tiempo después, y había sido justo lo contrario. Pero si las cosas salían bien, habría merecido la pena.

Subió al escenario con andar relativamente tímido. Había conseguido tranquilizarse un poco, pero aun así le temblaba todo el cuerpo. Hacía muchos años desde la ultima vez que se había sentido así ¿desde su primera actuación quizá? Demasiado tiempo para recordarlo con certeza.

Una vez en el escenario, con el laúd aun a la espalda, dejando que el vestido fluyese con naturalidad, se dirigio al publico.

-Este... este es un momento muy especial. Es especial para Zoquejo, y por otras razones es especial para mi. Por eso, hoy voy a hacer algo especial. Algo que nunca he hecho, y que seguramente no hayáis visto muchas veces. Hoy... todo lo que os voy a contar hoy será verdad... todas las  historias que os contaré, las canciones que cantaré, la gente de la que hablaré... todo será real.

Tragó saliva antes de continuar.

-Esto no es lo que tenía preparado para esta tarde, pero mi experiencia de los últimos días no es lo que había esperado. No se si saldrá bien o no, no se si os gustará, ni si es lo que esperáis, pero es lo que necesito hacer en este momento. No espero monedas ni contribuciones, solo que me escuchéis... hoy pido nada más...

Se detuvo un momento, mirando nerviosa al publico.

-Y si sale mal... bueno, si sale mal siempre podréis decir que visteis hacer el ridículo a Gaëlle Bellerose, tampoco eso es algo habitual - trató de esbozar una sonrisa burlona, que quedó claramente forzada.

Tras un par de segundos de pausa incomoda, comenzó a contar la historia de una niña humana cuyos padres mueren siendo ella apenas un bebé. Una niña cuyos padres, amigos de una pequeña comunidad elfa, mueren asesinados tratando de defenderla de un grupo de asesinos que habían hecho algún tipo de pacto con fuerzas oscuras. Cuenta como la madre de esa niña, con sus ultimas gotas de vida, la lleva de vuelta a la comunidad, donde muere. Y como una juglaresa, que había tenido gran amistad con sus padres, se hace cargo de ella.

-Le enseñó todo lo que sabe. Le enseñó música, le enseñó magia, le enseñó a amar a la naturaleza, a las personas sin importar su procedencia, y a la vida.

Mientras hablaba iba acompañando sus palabras con una suave, casi inaudible, melodía de laúd. Se notaba improvisada, pero de alguna manera encajaba. Mientras hablaba, los espectadores cercanos podían ver como de sus ojos brotaban algunas lágrimas.

-En ocasiones se sentaban durante la noche en un claro del bosque a tocar.

Comienza a tocar una suave canción, tras sentarse en la tarima cruzando las piernas, en el centro del escenario, acompañada de un delicado canto en élfico. Mientras canta se la ve animada, emocionada. Y junto a ella parecía formarse un pequeño fuego.

-Esta era su canción favorita - comentó al terminar - Esa niña un día se fue de casa, a ver mundo, pero ahora lamenta mucho tardar tanto en volver a casa. Pero lo hará, pronto lo hará.

Tras acabar la canción continuaba tocando el laúd, ahora con la mirada perdida en el horizonte, quizá en el cielo.

-Pero estaba solo ella, aquella niña tenía una familia entera.

Comienza a contar que tenía un hermano y una hermana, no de su misma sangre, pero eso nunca fue lo importante. Un hermano que la quiso, que la protegía, y que más tarde tendrá su propia historia. Una hermana que creció junto a ella, con quien compartió todo, y de quien se distanció cuando decidió abandonar la comunidad.

Si haber detenido la música un instante, comienza a tararear una canción, una suave canción triste. No puede evitar agachar la cabeza en algunos momentos.

-Siempre ha lamentado haberte decepcionado - comenta al acabar, casi con la esperanza de que la persona de quien habla esté allí - pero ese era su camino, no podía elegir otro. Sueña con que un día la perdones y la acompañes en alguno de sus viajes.

En ese momento se levanta, sigue tocando el laúd, no detiene nunca la melodía. Comienza a hablar de lo que ocurrió cuando esa niña ya no era tan niña, cuando había crecido, y se había ido por su cuenta a ver mundo. Su melodía va volviéndose más rápida, más alegre.

-Fue entonces cuando, por primera vez, conoció el amor.

Comenzó entonces a tocar una canción, una canción que casi todos conocen, pero de manera diferente. La letra es diferente. La letra habla de la persona a la que amaba, que la enseñó a valerse por si misma lejos de la protección de su familia, que la quiso con locura...

-Pero los sueños no duran para siempre, llega un momento en que hay que despertarse - comentó apenada justo al terminar la canción.

Mientras narra como la traicionó, como se aprovechó de ella, y como la traicionó, toca una triste melodía, con momentos de rabia intercalados.

-Pero aquel no era el fin del mundo. Aquella chica, ahora una mujer, continuó su camino sin mirar atrás. Se dedicó a lo que amaba, a la música, y no tardó en salir adelante.

La música volvió a coger ritmo, recuperó vida, recuperó alegría. Volvía a cantar en élfico, mientras a intervalos, sin dejar de tocar, contaba las peripecias de la juglaresa durante sus viajes. Una historia alegre, casi cómica por momentos.

-Allí fue donde volví... donde volvió a enamorarse - habla emocionada, sin saber muy bien para quien, subida en una nube - Fue otra juglaresa que se encontró en... en su camino. Se unió a ella, y juntas vivieron un autentico sueño. Ella le enseñó algo que tiempo atrás había olvidado, tenía que olvidarse de lo que otros esperaban, y dejar que su corazón la guiase. Fue el mejor consejo que nunca le diesen.

Toca una canción, una bella canción, mientras pasea sin rumbo por el escenario, dejando que el viento mueva su vestido, sin centrar la mirada en ningún sitio. La canción que le cantó a Pia el día que se rindió a sus brazos, el día que Pia evitó que tirase la toalla. La canción que improvisó al lado de un lago cuyo nombre no recuerda, a unas pocas decenas de metros de una posada cuyo nombre no recuerda, bajo las estrellas. La canción que en aquel momento no llegó a terminar. Y esta vez la canta hasta el final.

Acaba sentándose de nuevo en el centro del escenario para cantar la ultima parte. Canta acompañada de un fondo de estrellas emulando el cielo que sus ojos contemplaron aquella noche.

-Pero de nuevo, como en tantas otras ocasiones, ella se fue - comenta con tristeza, tocando a la vez una suave y melancólica melodía - ella se fue... - deja de tocar, en ese momento levanta la cabeza, se le ilumina la mirada - pero no para siempre. Volvió, tiempo después volvió... pero eso es otra historia.

Continua contando su historia, haciéndola pasar por la de otra persona, pero sin conseguir en ningún momento ocultar que es la suya propia. Cuenta como continuó viajando, como volvió a enamorarse, como se enamoraron de nuevo de ella, como volvió a quedarse sola... Habla de los sitios que visitó, de la gente a la que se encontró. La historia es a veces alegre, a veces triste. Lo acompaña con canciones, con algo de magia en los lugares donde se emociona.

Tras un rato de narrar y cantar sus aventuras se detiene. Guarda unos segundos de silencio, y se dirige al publico.

-Esto es casi todo lo que quería contaros. Solo queda una ultima historia, la más importante de todas. Al principio os hablé de mi... de mi hermano. Os dije que su historia vendría más adelante...

Sentada a un lado del escenario, con la espalda apoyada, comienza a narrar la historia del soldado que se enamoró de una cazadora, de la que se separó cuando ella se fue, huyendo de los absurdos prejuicios que había hacia ella. La historia de cuando fue a buscarla, y descubrió que ella le había estado esperando... pero había sido elegida por el unicornio. La historia de como él volvió a buscarla, para decirle que aun la amaba, pero la guerra volvió a alejarlo. Lo hizo mezclando narración, música, intercalándolo con poesía élfica, en ocasiones directamente llorando. Era una historia caótica, como lo era su cabeza en ese momento.

-Entonces... - siguió casi entre sollozos - fue cuando su hermana pequeña, su hermana humana, se ofreció a darle el mensaje a la doncella del unicornio... se ofreció a hacerle saber que aun la quiere, y a tratar de que se reuniesen al menos una vez más... - se detuvo un momento - ...y esto fue lo mejor que se le ocurrió a la estúpida de su hermana... Antes os dije que solo iba a pediros que me escucharais, pero debo pedir una cosa más... contad la historia, quizá si llegase a oídos de ella...

Se quedó en silencio, completamente en silencio, sentada a un lado del escenario, esperando a que pasase algo, a que alguien dijese algo.

Notas de juego

Lo dejo exactamente igual. Ya pondré las "reacciones a las reacciones" en el siguiente mensaje. Pero sigo diciendo lo mismo, los dados estos no me quieren nada... ¬¬

Cargando editor
14/03/2012, 14:05
Evea, la gata

 Sin haberse dado a conocer demasiado pro la comunidad, y no teniendo que desarrollar ningún papel en la función que se estaba realizando, la joven de tez oscura se movía como podía entre el gentío para encontrar un lugar desde el que poder ver.

 Buscaba ver al público más que la función, pues el peligro vendría de esa parte y no de atrás.

Notas de juego

 Se mantiene alerta en busca de amenazas, ajena a las actuaciones. No intervendré en la escena.