Partida Rol por web

En éste lugar los grandes guerreros se juntan a reflexionar y a planificar sus misiones, debatir sobre misiones de niveles relevantes y beber un rato sin llegar tarde a las misiones. Disfruten, consulten. NPCs nuevos próximamente.

Los rayos caian sin misericordia y su luz dejaba ver violentamente la extension de un bosque espeso a lo lejos, muy lejos de aqui, bajando todas las montañas.

Cuando la luz comenzaba a desaparecer, imagenes torcidas comenzaban a verse bajando las montañas... Parecian los delirios de una mente transtornada. Sin embargo en su mente no habia mas que un silencio absoluto. Nada hacian, nada pensaban... nada decían. Solo sus ojos se iluminaban y se apagaban al ritmo de los relampagos.

Las memorias de un pasado heroico traen consigo una pena infinita. Algun dia esto terminará? merecemos un descanso los afligidos soldados del destino?

Que sentido tiene morir para volver a pelear en la proxima vida...

El resplandor de un rayo cercano se deforma y se convierte en espada.

Tan reluciente y tan majestuosa. Los heroes encantados miran con atencion tan hermosa creacion.

No necesitamos nada mas que verla. Nada mas nos hace falta...

Una vez cae el ultimo relampago de tormenta, todo vuelve a ser oscuro y pronto algo tenuemente iluminado. Las nubes de dispersan y dejan ver la luz de la luna bañando con su luz el paisaje.

Los hombres no volvieron a ver, ni comer... pronto dejaron de respirar.
Desapareció aquella espada y con ella el alma de todos los hombres que extasiados miraron su belleza.

La voz aspera de aquella estatua apostada en la primera sala de la cueva, sonaba triste mientras contaba su relato.

Yo era un herrero, no era el mejor, lo se. Pero amaba lo que hacia.

Lo unico hermoso que hice en mi vida comenzo a robarse la vida de los que me rodeaban. Y Cuando llego mi hora, solo me despojo de mi propia muerte, dejandome en esta base de marmol... Exponiendome como a su creacion... Ironico verdad?

Si se adentran demasiado, correran un riesgo enorme... Por favor que no la vean, por favor... huyan antes de que la proxima tormenta termine...

https://www.youtube.com/watch?v=H5utjkhqnQs

La cueva de cristal se hayaba oculta del mundo y sin embargo parecía que habia gente ahí.

Mas allá, dentro de aquel laberinto cristalino, donde sus imagenes se reflejaban y replicaban cientos, miles de veces, Habian dos personas sentadas en la solitaria oscuridad. Mirandose fijamente.

Una enana de cabellos largos en mechones gruesos como cuerdas, que vestía en metal y malla pesada, cubierta por una capa de tonos carmesí, y un elfo de mirada fria y totalmente desafiante, la mirada de un verdugo. Amenazante como la mismisima muerte, vistiendo en tonos oscuros, portando un arco realmente elaborado y un abanico en su cintura.

Parecia que ninguno queria dormirse antes que el otro.

Llegado un momento, y casi inesperado, la enana levanta una ceja, se recuesta en el suelo, y deja de prestar atención a aquel elfo.

Pasada la tensión, voces variadas que provienen de un poco mas dentro, llaman su atención.

Era un grupo de aventureros sentados alrededor de una fogata, parecia que discutiendo, pero pronto cuando escuchan con mas atención, caen en cuenta que una historia está por ser narrada.

Algunos de esos aventureros son conocidos para ustedes, otros no. Pero su apariencia es extremadamente joven.

Al centro del grupo, un hombre calvo de ojos claros y calmos como copos de nieve comienza la secuencia diciendo.

- Estamos en el pasado, hace un millon de años, o 10 millones de años, u 80 millones, pero aqui estamos y algo va a pasar. No se que es pero algo va a pasar y tengo miedo. Quiero que esto termine. Quiero volver...

- Era una nave espacial? Pregunto Khalmir.

- Si. Dijo StoneSoul.

- No. Dijo Yveltius. Se miraron mutuamente.

- Bueno, creo que si... corrigió Yveltius. Pero StoneSoul dijo No. No era como una nave espacial.

Volvieron a interrumpirse, mientras los otros se miraban perplejos.

- Es que no se como explicar... dijo.

- Trata por favor, Ordenó aquel hombre calvo, ancioso.

- Cayó del cielo... Repitió Yveltius. Pero no era una nave espacial exactamente. O un meteorito.

Era como la torre flotante de alta hechiceria que se hayaba asentada desde los origenes de Lekethrum. Con el espiritu de Amanga adentro. Solo que eso no era Amanga. Con solo sentirlo, verlo llegar, uno sabia que eso era malo. Que eso tenia malas intensiones.

- Vino de afuera, desde el principio del tiempo, desde antes de que hubiera hombres en cualquier parte del mundo. Pero eso estaba ahi, dormido, esperando a que las civilizaciones bajaran de Black Rock. Esperando a que se derritiera el hielo. Esperando a que llegara la gente.

- Cayó del cielo! Dijo Yveltius. No quiero volver a ver algo asi en toda mi vida... Ardía con tanta fuerza que no se lo podia mirar... y arrojaba electricidad, y producía truenos. El ruido era como el fin del mundo. Y cuando eso golpeó contra la tierra, inició un incendio total. Y eso fue el fin de todo...

Los viajeros quedaron en silencio y todo el lugar se cubrió en un sentimineto amargo y lleno de misterio.

Al tocarlos e intentar hablarles, se dan cuenta de que son imagenes, ilusiones que atraviezan con las manos y a las que no pueden preguntarles nada. Salvo al hombre calvo que de un momento a otro comenzo a hablar a la nada, preguntando si alguien lo escuchaba. Preguntando si alguien quedaba aún ahi.

Al acercarse mas a el para hablarle, él los seguia con su cuerpo, pero se dan cuenta que sus ojos ven a la nada... Son los ojos de un hombre ciego.

Se referia a si mismo como un relator, sin mas. Que acompañaba a aquellos aventureros y que en su aventura pasaron por éste lugar y que por las propiedades de los cristales, su pasar por esa cueva quedó memorizada en los cristales.

Pero una parte de él aun vive en esos cristales, aún espera a que sus amigos de aventura le digan algo mas de lo que le dicen cada vez que la secuencia se repite y se repite por siempre.

El hombre calvo deja de hablar en un momento y de repente la secuencia vuelve a comenzar de nuevo, y de nuevo, y de nuevo...

Poco a poco dejan aquella cueva triste... Su mente tiene preguntas, muchas, pero no hay tiempo. Un azotamentes? Una espada realmente poderosa? Mejor moverse...