Partida Rol por web

El foso del diablo

Escena 2. La Ciudad de Granito

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10/12/2018, 13:43
Narrador

Estación de Ferrocarriles de Aberdeen. Aberdeen.

Miércoles 26 de octubre de 1927

00:07 de la mañana

Pese a la urgencia de Alfred en salir cuanto antes hacia Aberdeen, la comitiva, obligada a preparar un viaje a contrarreloj y a tratar de solventar los correspondientes pormenores por lo súbito del evento, no logra partir hasta el principio de la tarde siguiente.

El camino, aunque largo, se hace ameno gracias a la animada conversación que transcurre en el reservado de los cinco de Alfred. El crítico de arte, aunque algo preocupado por las misivas recibidas el día anterior, se muestra de buen humor al sentir que en breve podrá aclararlo todo y volver a ver al bueno de Edward. Durante el camino, explica que conoció a su enigmático amigo hace años en Londres, mientras este estudiaba en el King’s College. Aclara que, aunque viviera en la ciudad del Támesis, Edward nació en Aberdeen, pero que, debido a la muerte de sus padres, fue puesto a cargo de un tío suyo de la capital británica e internado en el Eton College. Alfred destaca con orgullo la inteligencia de su compañero y el entusiasmo con el que este es capaz de tratar cualquier tema científico. No obstante, le reprende por mostrarse últimamente demasiado inquieto y dejarlo todo, incluidos sus prometedores estudios, para tomarse un respiro y visitar Escocia, su tierra natal.

Tras tomar un tren que les lleva a Edimburgo y allí aguardar un par de horas para poder trasbordar, las cuatro mujeres y los dos hombres alcanzan su destino a medianoche. Aberdeen, también llamada la Ciudad de Granito por los numerosos e imponentes edificios construidos con ese material en sus inmediaciones, les da la bienvenida, oscura y húmeda. 

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10/12/2018, 13:45
Pastor Whitmore

Al pisar los húmedos adoquines de la estación de Aberdeen, noto como el olor a carbón lo impregna todo, hasta el extremo de que incluso el intenso perfume de la señorita Moreau parece disiparse por el acre aroma. Doy un par de pasos cargado con mi equipaje y siento un agudo dolor en la espalda que me hace emitir un leve quejido. Aunque el viaje haya sido placentero y entretenido gracias a las miles de anécdotas que mi sobrino y sus amigas no han cesado de explicar, me noto fatigado al haber pasado tantas horas sentado.

“Tranquilo, tío. Yo le ayudo.”

Sin esperar consentimiento, Alfred me quita el equipaje de las manos y carga con las dos maletas, mientras busca con la mirada la salida de la estación.

Notas de juego

No sabía si estábamos esperando a que el DJ siguiera narrando o debíamos continuar con la historia los jugadores. Así que, como tenía tiempo, he escrito un poco. Y de propina, foto.

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10/12/2018, 13:47
Annemarie Kavanagh

-¡Aaaah! ¡Por fin! - se la notaba emocionada de llegar por fin a Escocia. Salir de Londres fue como respirar aire fresco para ella. 

Annemarie había viajado con lo justo así que una pequeña maleta no le retrasó demasiado a la hora de bajar del vagón. Se anudó un pañuelo al cuello y caminó unos pasos por la estación. 

-Aaaaah, ¿lo notan? El aire es más húmedo si cabe que en Londres... y huele - olfateo el ambiente - si, mmmm. Tienen que ser Rowies. Seguro que hay alguna panaderia cerca. ¡Vamos Eleanor! ¡No te entretengas! ¡Señoritas! ¡Caballeros! Si no recuerdo mal, el Prince of Wales está cerca de aquí y sobre él hay un hostal bien decente. Mataría por una buena ale...

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10/12/2018, 13:48
Catherine Baker

Cat baja del tren mirando todo con gesto serio,tratando de no perder detalle de lo que sus ojos ven.Le encanta viajar y conocer lugares nuevos y llegar además rodeada de amigos es una experiencia nueva.Mira cómo Alfred y su tío bajan los primeros seguidos de Ann,que conoce el sitio parece ser que a al perfección.Sonríe ante su entusiasmo

-"Te seguimos,Annemarie,seguro que contigo no nos perdemos"-dice cogiendo su maleta en la que lleva lo imprescindible.Espera a que bajen el resto de amigas para poder ir todos juntos,caminando tranquilamente y viendo la ciudad,empapándose de sus colores y olores.

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02/01/2019, 02:05
Narrador

Los seis salen de la estación y, tras un paseo de unos escasos diez minutos y guiados por los pasos de la experta Annemarie, alcanzan el citado Prince of Wales, un pub de amplios ventanales que, a esas horas de la madrugada, parece cerrado al público. Junto a la entrada principal del local, sobre una puerta verde algo descolorida por el sol se puede leer en un cartel de madera el nombre del hostal cuyo paradero recordaba con acierto la trotamundos: St. Nicholas Inn.

La señorita Kavanagh parece decepcionada al ver el pub cerrado y, después de asegurarse de que no hay indicios de vida tras las grandes cristaleras del bar, se encamina hacia el hostal.

"Bien, creo que esta noche no nos queda más opción que irnos a dormir."

La puerta del hostal encierra una reducida recepción empapelada del mismo color de la puerta. En ella, a duras penas caben un par de sillas, una mesita con un par de periódicos y un mostrador, tras el cual aguarda un adormecido muchacho que, al ver al grupo de Londres aparecer, da un respingo y desenfunda una sonrisa forzada a la vez que cansada.

Annemarie se encarga de pedir tres habitaciones dobles mientras el resto de expedicionarios depositan sus equipajes en el suelo, apretujados por las reducidas dimensiones de la habitación. Mientras el muchacho, que resulta ser algo novato en las tareas de recepción, se aclara con la asignación de llaves,  Catherine Baker, tras pedir permiso a los presentes, toma asiento y echa un ojo a la prensa. Hojea con poco interés el periódico local hasta que, sorprendida, sus ojos se detienen en una columna.

ERUDITO DESAPARECE EN ABERDEEN

Prosigue la búsqueda de la policía

Un estudiante de King's College, Edward Drake, se encuentra desaparecido en Aberdeen desde el lunes.

Según amistades, Drake había viajado a Escocia para reclamar su herencia ante la reciente muerte de un tío suyo. La policía de Aberdeen continúa la búsqueda.

Se ruega que cualquiera que pueda arrojar algo de información sobre el paradero de Drake se ponga en contacto con las autoridades.

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02/01/2019, 23:25
Catherine Baker

La mujer se sienta a ojear el periódico mientras aquel joven chico intenta no liarse con las llaves de unos y otros.Annemarie parece conocer bien el lugar y en realidad aquel hotel es lo que menos importa a la anticuaria.Catherine está deseando salir por aquella ciudad y descubrir toda clase de maravillosos trastos viejos que algunos consideran inservibles y que para ella son tan valiosos como el oro.Pero su ceño se interrumpe cuando ve aquella noticia,aquella devastadora noticia

-"Por Dios Santo.Alfred...Alfred,querido,ven"-llama a su amigo con un imperioso gesto de su mano.Se pone en pie mientras enrolla el periódico y sin esperar a que Alfred llegue hasta ella le coge del brazo y lo lleva aparte para que el joven del mostrador no les oiga hablar

-"Alfred...tu amigo Ewdard ha desaparecido"-le dice en voz baja deseando que aquel muchacho se aclare de una vez

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07/01/2019, 16:44
Alfred Lean

La mujer le muestra el diario y, tras una primera lectura en diagonal, Alfred se lo arrebata con poco decoro de las manos y empieza a leerlo con avidez, manteniéndolo a pocos centímetros de la cara. Los ojos del hombre parecen abrirse más y más a medida que va leyendo la pequeña columna. Cuando finaliza, su semblante es pálido y su gesto trémulo.

“¡De… debo acudir cuanto antes a comisaría! ¡Dios mío, Edward!”

A estas alturas, el resto de personas que comparten estancia en la minúscula recepción del St. Nicholas Inn, incluido el inepto recepcionista, miran a la pareja con cara extrañada.

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11/01/2019, 11:08
Eleanor Harris

Mis pasos firmes descienden de ese tren con cierta amargura pues cada paso dado me aleja un poco más de George, pero cuando mis ojos enfocan el bello lugar, la escritora que llevo dentro comienza a trazar su plan.

"Oh, Aberdeen, hermoso Aberdeen. ¡Cuántas grandes ideas y lugares hermosos vas a regalarme!" pienso para mí antes de escuchar la exclamación de mi amiga Cat.

Me acerco con paso firme, con mi equipaje de mano. Leo la noticia por encima del hombro de mi amiga. 

-Alfred, sí, debe usted ir a explicar las dos misivas-corroboro-. Podemos pasarnos a dejar nuestros equipajes y acompañarle a la comisaría más cercana-le digo preocupada por su amigo y por el propio Alfred que parece consternado.

Dentro de mi, una vocecita débil me susurra las posibles ideas que sacaré de aquella comisaría.

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17/01/2019, 18:20
Narrador

Después del revuelo inicial por el contenido de la noticia y la llamada a la calma por parte de los allegados de Alfred, el grupo decide aguardar en el hostal mientras el crítico de arte, algo más tranquilo, pero con una clara expresión de urgencia en el rostro, acude a la comisaría en busca de algo de información sobre su amigo desaparecido, acompañado por Catherine y Eleanor. Siguiendo las indicaciones del recepcionista, el trío alcanza el edificio tras un corto paseo por la húmeda noche de Aberdeen. Acostumbrados al bullicio constante de la gran ciudad, los londinenses son sorprendidos por unas inhóspitas y silenciosas calles de escasa iluminación y menos concurrencia. De vez en cuando, la gélida brisa marina les arranca un profundo escalofrío y ello les hace apretar el paso para alcanzar cuanto antes su destino.

No obstante, una vez en la comisaría, sus intenciones se desvanecen en frustración. La persona que lleva el caso de Edward Drake, el inspector Martin Sutherland, no se encuentra en su despacho y no será hasta la mañana siguiente cuando pueda atenderles. Cabizbajos, las dos mujeres y el hombre regresan al hostal.


Aberdeen.

Miércoles 26 de octubre de 1927

07:47 de la mañana

Aunque el nuevo día promete temperaturas más elevadas que las de la noche anterior, Aberdeen amanece embozado en una pesada neblina que difumina el paisaje hasta hacerlo prácticamente irreconocible. Los recién llegados se encuentran en la recepción del hostal dispuestos a encarar el día con determinación y cierta impaciencia. Su primer objetivo, tras un merecido desayuno en el Prince of Wales, será acudir a la comisaría y averiguar cuanto sea posible sobre la desaparición del amigo de Alfred.

Los seis entran al local y toman asiento en una amplia mesa redonda situada en un extremo. Junto a ellos, en una mesa individual, un hombre de unos treinta años, ataviado con traje y corbata, lee con desgana un periódico mientras apura una taza de café. En la barra, una mujer joven cubre su uniforme de criada con un pesado abrigo color berenjena mientras toma una humeante infusión y devora a pequeños mordiscos una tostada untada en mantequilla. Salvo dos camareros que trabajan en el mostrador y los ya citados clientes, no hay nadie más en el Prince of Wales a esas horas de la mañana.

Uno de los camareros no tarda en acudir a la mesa redonda para tomar nota y en pocos minutos, abriéndose paso entre la animada conversación que ya se ha producido entre los comensales, regresa cargado de cafés, bollos y pequeños tarros de mantequilla y mermelada. Todos sin excepción comentan la reciente noticia sobre la desaparición de Edward Drake y la mayoría animan a Alfred y lo instan a no perder la esperanza de volverlo a ver. Incluso hay quien se atreve a suponer que quizás todo sea un malentendido.

De repente, el hombre de la mesa de al lado deja el periódico y se pone en pie. Parece dirigirse hacia la salida, pero tras un par de dubitativos pasos, recula y se acerca a la mesa redonda. Ante los amigos de Alfred, se descubre como un hombre alto, apuesto, de espaldas anchas y mirada penetrante. Un fino bigote separa sus labios de una nariz grande, pero proporcionada.

“Perdón por la indiscreción, pero no he podido evitar escuchar parte de su conversación. ¿Ustedes son amigos de Edward Drake?”

De gesto cortés y algo tímido, el hombre les mira con una sonrisa en los labios.

“Oh, disculpen mis modales. Mi nombre es Walter Howell y vivo en Albury Road. Soy vecino del señor Drake. – aunque pudiera parecer que intenta aparentar preocupado, sus ojos destilan pura curiosidad -¿Saben dónde se encuentra?”

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17/01/2019, 18:21
Narrador

Durante el camino hacia la comisaría Catherine siente que la brisa marina trae algo más que frío. No alcanza a saber de qué se trata, pero le incomoda estar en la calle siendo azotada por esa humedad. Algo más allá del helor, algo que no alcanza a describir, no sólo le eriza el bello, sino que le hace sentir intranquila, incluso algo angustiada. Y por lo visto parece que únicamente le afecta a ella. Pasa el resto de noche en calma, pero sin lograr quitarse del todo ese extraño frío proveniente del mar.

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17/01/2019, 18:22
Narrador

Eleanor nota que el señor Howell, aunque se muestre cortés con todos los presentes, le dirige bastantes más miradas que a los demás. ¿Le parecerá atractiva? 

Notas de juego

Quizás puedas utilizar esto a tu favor. Si quieres aprovecharte de ello, dímelo y preparamos la tirada correspondiente.

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17/01/2019, 20:40
Juliette Moreau

El desayuno transcurrió entre comentarios de preocupación, teorías de que había ocurrido y algunos comentarios jocosos recordando historias de Drake. Todo esto antes de que un joven y apuesto caballero londinense se inmiscuyese en medio de nuestra cordial discusión matutina. 

El hombre se presentó como Walter Howell, el autoproclamado vecino de Drake, la vida me había enseñado que las casualidades rara vez son acciones de la diosa fortuna, su verdadero aspecto suele ser el oportunismo camuflado. La información dentro y fuera del mundo del espectáculo es una poderosa arma y antes de enseñar nuestras cartas debíamos ver las de nuestros semejantes para decidir si estos son o no de fiar.

-Encantada de conocerle señor Howell- le tiendo mi mano para que alcance a besármela -Soy la señorita Moreau, Juliette Moreau- digo con un ligero acento francés -Me resulta curioso que el vecino del señor Drake se encuentre en la mesa de al lado de la posada en la que nos hospedamos, ha venido usted a Aberdeen por trabajo o quizá... ¿ha venido siguiendo una pista de su amigo?

Decidí no responder a su pregunta deliberadamente, ya que no había ningún motivo que me obligase a ello, o al menos, eso consideraba yo.

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17/01/2019, 22:46
Catherine Baker

Catherine estaba más callada de lo habitual y su gesto denotaba cansancio y una expresión de incomodidad que ni el café pudo hacer desaparecer.La presencia del apuesto hombre no hizo sino incomodarla un poco más.En otras circunstancias habría apreciado el porte del hombre pues eran pocas las ocasiones de la anticuaria para ver especímenes vivos que le merecieran más de una simple ojeada pero a pesar de que esta muestra en particular le parecía interesante la reciente apatía que se había apoderado de ella hizo que simplemente le mirase con curiosidad esperando que respondiese la pregunta que su amiga le había hecho.

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21/01/2019, 10:45
Alfred Lean

Aún conmocionado con la noticia que la señorita Baker había encontrado en el periódico soy prácticamente arrastrado por mis amigos y mi tío al Príncipe de Gales.

Primero un buen desayuno – me habían dicho – y luego acudiremos a la policía.

En esas estábamos, charlando y realizando suposiciones sobre el paradero de mi querido Edward, a cada cual más lúgubre, cuando de repente, el hombre de la mesa de al lado dice ser vecino de Edward y nos pregunta qué sabemos de él.  ¡Alguien que conoce a Edward aquí!

- Señor Howell – me pongo de pie y estrecho la mano del hombre – Soy Alfred Lean. Soy amigo de Edward Drake. Venía, junto con estas amigas y mi tío, a hacerle una visita, pero nos encontramos con la terrible noticia de que ha desaparecido. A pesar de llevar un largo tiempo sin vernos, nos une una gran amistad, por lo que puede entender usted mi preocupación en este momento. ¿Conocía usted a Edward? ¿Puede contarme algo de su vida aquí?

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21/01/2019, 10:45
Alfred Lean
Sólo para el director

Notas de juego

Dire. En las cartas que me mandaba Edward, ¿me contaba algo de su trabajo o de sus ocupaciones aquí en Aberdeen?

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21/01/2019, 11:07
Eleanor Harris

Después del fatídico viaje el día anterior a la comisaría de policía, esta mañana hemos conseguido que Alfred accediera a desayunar antes de volver a ir hasta allí en busca de respuestas.

Estamos comentando algo del Amigo de Alfred cuando un hombre que parecía ahber estado sentado en la mesa contigua, se levanta y nos comenta que nos ha escuchado. Yo, al principio no le miro pues Catherin parece seria, pero cuando giro mis ojos para presentarme nuestras miradas se cruzan. Es guapo, más que guapo, apuesto, y parece mirarme más de lo necesario. Sonrío levemente antes de ir a presentarme, pero Juliette se me adelanta tendiendo su mano y preguntándole. Luego Alfred también comienza una conversación con aquel hombre. Así que yo, discreta, tomo algunas notas en mi libreta y me giro hacia Catherine.

-¿Te encuentras bien, querida?-le digo a mi amiga-. ¿Ocurre algo?

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21/01/2019, 13:18
Narrador

Notas de juego

Sabes que Edward se desplazó a Aberdeen, su pueblo natal, para solucionar el papeleo de la herencia de su tío recién fallecido, Hugh MacBain. En ello se centraba su actividad, que tú sepas.

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21/01/2019, 18:08
Walter Howell

En unos segundos se crea un corrillo de miradas alrededor del hombre de anchas espaldas y fino bigote. Haciendo gala del desparpajo que la caracteriza, la señorita Moreau es la que inicia las presentaciones. Tras ellas, llegan las preguntas.

“Me resulta curioso que el vecino del señor Drake se encuentre en la mesa de al lado de la posada en la que nos hospedamos, ha venido usted a Aberdeen por trabajo o quizá... ¿ha venido siguiendo una pista de su amigo?”

Walter devuelve el saludo a Juliette, haciendo gala de amplia sonrisa y gesto firme.

“Oh, señorita Moreau. Me temo que no me he explicado con claridad. – se aclara la voz antes de proseguir- Resido en Aberdeen desde que nací y, por ello, hará poco más de un mes, soy vecino del señor Drake, cuando este llegó de Londres y ocupó la casa de su difunto tío, en Albury Road.”

Tras saludar a la francesa, el caballero aguarda a que otra de las damas presentes le entregue el dorso de su mano. Al no producirse tal acto protocolario, ligeramente contrariado, Walter recibe con una sonrisa, algo menos efusiva que la anterior, el saludo del señor Lean.

“Señor Howell, soy Alfred Lean. Soy amigo de Edward Drake. Venía, junto con estas amigas y mi tío, a hacerle una visita, pero nos encontramos con la terrible noticia de que ha desaparecido. A pesar de llevar un largo tiempo sin vernos, nos une una gran amistad, por lo que puede entender usted mi preocupación en este momento. ¿Conocía usted a Edward? ¿Puede contarme algo de su vida aquí?”

En la voz de Walter se puede leer cierto atisbo de decepción al intuir que los presentes saben todavía menos que él sobre la desaparición de Edward. De todos modos, es innegable que el hombretón disfruta de la conversación y de ser el centro de atención del grupo de desconocidos.

“Vaya, por lo que veo, a ustedes también les ha cogido por sorpresa la mala noticia. Únicamente espero que el señor Drake se encuentre bien esté donde esté y que den pronto con él.”

Las puertas del pub-cafetería se abren y nuevos clientes hacen acto de presencia en el local. Poco a poco, el bullicio de la hora punta matutina empieza a instaurarse en ese rincón de Aberdeen. A fin de no alzar demasiado la voz para ser escuchado por sus interlocutores, Walter se aproxima un poco más a la mesa redonda y modula el tono de sus palabras al dirigirse a Alfred.

“Su amigo era una persona cordial, aunque quizás coincida conmigo al decir que también algo retraída. Solía pasear solo, las pocas veces que lo hacía, y no recibía demasiadas visitas. Siempre estaba metido en casa. En una ocasión, al poco tiempo de su llegada, coincidimos en este mismo local y me dijo que se quedaría por algún tiempo en Aberdeen, aunque no me explicó qué motivos le habían traído a esta ciudad. Supongo que solucionar los asuntos de su anciano tío, Hugh MacBain. – Walter baja la mirada y por un momento su cara pierde su sonrisa característica al pronunciar ese nombre.- Pobre hombre.”

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21/01/2019, 19:58
Eleanor Harris

Con los ojos fijos en mi amiga Cat, tengo la oreja pendiente de la conversación que está teniendo lugar entre los hombres.

-Disculpa, querida-le susurro a Cat con amabilidad-. Dame un segundo.

Me levanto con garbo, ese garbo femenino que lucimos las mujeres.

-Disculpe mi mala educación señor Howell-le digo al extraño enfrentando mis ojos intensos a los suyos-. Mi nombre es Eleanor Harris-me presento alargando mi mano-. He escuchado que habla del amigo de Alfred en pasado. ¿Sabe usted algo más? Nosotros nos disponíamos a ir a la comisaria para ver si podrían darnos algunos detalles de lo que ellos sepan. Ellos parecen estar al tanto de la desaparición... ¿no han hablado con usted? Al ser su vecino tal vez, simplemente, buscando información del ritmo de vida que tan bien conocía del amigo de Alfred-le digo con una amplia sonrisa y humedeciendo mis labios alguna vez que otra.

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21/01/2019, 22:27
Catherine Baker

Catherine se sobresaltó un poco al escuchar a Eleanor ya que no pensaba que nadie se hubiera fijado en su apatía.Lanzó una mirada de disculpa al hombre que se les había presentado pues su actitud estaba siendo grosera pero la desazón que sentía no le permitía lucir sus normalmente exquisitos modales por lo que simplemente se recostó en la silla y trató de prestar atención a lo que se estaba hablando allí mientras asentía a Eleanor y le hacía un gesto para que no se preocupara por ella