Partida Rol por web

El Heredero de Piedra

4.- En la cabaña de los Torquemar

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13/03/2012, 11:35
Director

 Al anochecer, cansados de empujar la carretilla y agotados de tirar de la mula, el aguerrido grupo de aventureros llega a su destino. La cabaña de caza del Lord se encuentra en medio del bosque, un lugar apartado y remoto ideal para la caza de ciervos. Un sendero serpentea entre los árboles hasta el porche de madera donde se  acumulan hojas muertas y pequeñas ramitas retorcidas.

 Se trata de una construcción sencilla de planta cuadrada y  tejado a dos aguas. La pared este es de piedra y alberga el tiro de la chimenea. Los estragos causados por el  tiempo, el clima y la falta de mantenimiento le dan un aspecto decrépito y siniestro; algo que no mitigan las  decenas de cornamentas de ciervo colgadas en la fachada ni los rítmicos golpes que dan los batientes de las  ventanas zarandeados por el viento.

 La cuadra adjunta es poco más que un tejadillo con un cercado y un abrevadero y a pocos metros, casi engullida por el bosque, hay una caseta que probablemente sirva para guardar herramientas, cepos y otro material de trampero.

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13/03/2012, 15:46
"Extranjero" Jack

La casa se presentó mágicamente ante ellos. El bosque era tan denso que sin duda que en el interior de la estancia tendrían la sensación de estar espaciosos.
La alegría de poder olvidarse durante la noche del asfixiante bosque se veía ensombrecida por la misma presencia de la cabaña: Mortecina y tan desprovista de vida que aunque la llenasen de niños seguiría pareciendo muerta...

..como si fuera un barco fantasma.

Pero... era demasiado tarde y al fin podrían dormir en un lugar resguardado.

-Guardaré la mula allí -y señaló la cuadra. Acto seguido se dedicó a liberarla del carro

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14/03/2012, 11:33
Director

 Mientras los aventureros se acercaban a la cabaña de caza, la luz menguaba paulatinamente, a medida que más estrellas se hacían visibles en la bóveda celestial. Una leve brisa hizo que el frío nocturno entrara entre las ropas de los aventureros a la vez que parecía traer con él el sonoro aullido de un lobo que era replicado a la lejanía.

 Mientras Jack empezaba a liberar a la terca mula para que descansara, el resto de compañeros se plantaron ante la construcción de aspecto destartalado.

 El porche cubría la puerta de acceso a la cabaña, una ventana y un banco de madera en el que sentarse a fumar plácidamente, beber algo de aguardiente, fanfarronear sobre las piezas del suelo. A un lado del porche descansaba la puerta de recia madera resguardando el interior de la cabaña.

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14/03/2012, 11:38
Director

Notas de juego

 Sabes que debajo de una de las tablas del porche está escondida una llave para abrir la puerta.

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14/03/2012, 15:57
Iasana Ranackver

Iasana contempló con un poco de sobrecogimiento. Aquel lugar no era cálido; tan solo un sitio donde hacer noche en medio de un coto de caza; un lugar para recrear la muerte por placer. El día se estaba acabando y el viento frío la hacía estremecer, al punto de saber que si continuaba mucho tiempo más a la intemperie comenzaría a tiritar. Con esfuerzo apartó sus sombríos pensamientos, se cobijó auún más en su pesada capa y dio los pasos necesarios para alcanzar la puerta.

-Veamos que sorpresa nos ha dejado el pequeño Torquemar- murmuró antes de intentar abrir la puerta y cruzar el umbral.

 

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14/03/2012, 16:20
Director

 Cuando la mujer iba a entrar en la choza se percata de que esta tiene un cerrojo. Y cuando pone la mano encima comprueba que la pesada hoja de madera está cerrada con llave.

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14/03/2012, 16:25
Iasana Ranackver

La hechicera alargó la mano para abrir la puerta, pero el cerrojo allí no le dio buena espina. Segundos más tarde comprobaba que su intuición no le había fallado. El muy cabeza hueca de Ser Hugo Torquemar iba a enfrentarse al basilisco como si de un ciervo se tratara, pero eso sí, no olvidaba echar llave antes de salir. Hombres!

Resopló y se giró, buscando a Raúl con la mirada. Cuando sus ojos se cruzaron le señaló la puerta en gesto interrogador. Si había una copia de la llave que no estuviera en manos del heredero, seguramente el trapero debía conocer la ubicación. -¿Podrías hacernos los honores? Dijo y se apartó un poco del portal, aún sosteniendo la capa bien cerrada con la mano que no había utilizado para tantear la puerta. -Hace frío para conversar al aire libre...

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14/03/2012, 17:14
Raúl, el Trapero

Suerte que les había instigado a proseguir, se dijo Raúl al ver que el día ya se escondía tras las montañas. Cuando alcanzaron la cabaña se giró de cara al grupo alzando bien altos sus brazos, con los estribos de la mula aún en una mano.

-Dama y señores… hemos llegado.- Exclamó triunfalmente como quién presenta un espectáculo, en este caso más bien desolador pues los pensamientos de Extranjero Jack no eran del todo erróneos.

Había caminado la mayor parte del trayecto taciturno, como si aún le molestase el suceso de la mañana, cuando casi le interrogaron por el basilisco, después parecía que todos dudaran de que realmente hubiera estado allí, claro que como nadie dijo nada, bien podía haber sido imaginación suya.

Se tomó con calma el llegar a la puerta estaba cansado, y se sentó en el porche donde se sacó un momento la bota izquierda para masajearse el dolorido pie, fue entonces cuando notó la mirada y el comentario seco que le soltó Iasana.

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14/03/2012, 17:15
Raúl, el Trapero

El Trapero resopló, torció la boca pues no le daban ni un segundo, se puso la bota y luego en pie, y se dirigió hacía ella lentamente casi visiblemente molesto.

-El cubil…- Empezó a explicar. –Lo encontraremos en la parte baja de un afloramento rocoso.- Dio un toquecito de telón contra la madera como si la bota aún le molestase o no se la hubiera puesto bien.El lugar tiene humedad… mucha, es un ambiente de lo más malsano, de aquellos lugares en que hasta te duelen los huesos.- Protestó dando otro golpe, debía molestarle mucho la bota. Por lo que creo que habrá alguna fuente de agua por la zona, si es que es agua, y no algo que prefiero no saber… cuando llegamos había bruma por todo el terreno de pocos pies pero muy densa. Quizás poco menos que el palmo de la mano del Capitán.- Raúl dio un tercer golpe fuerte con el telón contra la madera tan irritado que Iasana sintió el golpe retumbar dentro suyo. -Es un lugar bastante amplio lleno de rocas de color grisáceas, y encontraremos varias figuras de animales hechos de piedra, casi una advertencia para los locos, los incautos o los héroes…- Dijo mirándolos uno a uno. Al mirar al último de ellos dio el último golpe contra el suelo y esta vez hizo un ruido seco, y la tabla se levantó verticalmente. Raúl se agachó y tomó una llave de plata, aunque estaba tan sucia que nada relucía.

-La zona boscosa termina a unos ochenta o cien metros, y siguen siendo coníferas.- Dijo mirando a los ojos de la maga mientras el cerrojo cedía a un par de vueltas, y la puerta se abrió de par en par. MiLady… entrad…- Dijo aguantando la puerta con una reverencia.- afuera hace frío.-

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14/03/2012, 18:33
Iasana Ranackver

Pero... ¿qué le pasa a este tío? La mujer intentó que no se trasluciera su asombro, pero realmente estaba perpleja. Cuando había querido preguntar, el trapero se había vuelto hosco. Ahora que sólo esperaba que sacara la llave de un bolsillo y abriera la puerta para poder guarecerse del frío, comenzaba a lanzar una retahilla de palabras que no venían al caso. O que habrían venido al caso al mediodía, cuando ella se había mostrado interesada. O luego, cuando estuvieran frente a una hoguera, pero no allí en medio de la intemperie. Para colmo, se mostraba molesto, como si lo hubiera importunado al pedirle que abriera la puerta en vez de intentar forzarla por sus medios.

Hombres! después dicen que las complicadas somos nosotras... creo que ni en mil vidas llegaré a entender que pasa por esas cabezas que de a ratos parecen totalmente huecas...

Sin embargo, ella se abstuvo de hacer comentarios. Incluso cuando Raúl comenzó a aporrear el piso con su zapato, trató de aparentar serenidad, aunque por dentro comenzaba a bullir. Pero el aporreo no era parte de un berrinche. Al final, aquello tenía por objeto destrabar una madera que ocultaba la llave. Sintiéndose un poco culpable por haber creído que el chico estaba comportándose de manera infantil, agradeció con una inclinación de la cabeza que le cediera el paso e ingresó contenta de estar a salvo del viento y el frío que arrastraba consigo.

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14/03/2012, 21:44
"Extranjero" Jack

Los taconazos de Raúl interrumpieron el quehacer de Jack un par de ocasiones. Temía que pasase algo grave, pero viendo que nadie perdía la compostura volvió su atención a la mula.
Se aseguró en cerrar el cercado. No estaba acostumbrado a lugares como este y no sabía que tipo de alimañas corrían de noche. Pero intentó no perder tiempo pues se moría de ganar de cenar y descansar de una maldita vez.

En la oscuridad era dificil de distinguir al hombre de color, pero unos blancos dientes delataban su posición y su buen humor. No perdió ni un segundo en entrar en la cabaña.
-¡Esto es bueno! ¿Alguien sabe encender fuego? (habilidad que escaseaba entre los que se pasaban la vida en un barco)

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14/03/2012, 21:57
Director

 Sin perder tiempo los aventureros se adentraron en el interior de la construcción.

 Nada más entrar en la cabaña se hace evidente un olor a putrefacción cuyo origen es difícil de determinar. La puerta principal da acceso a una gran estancia que hace las funciones de comedor con una mesa de roble y bancos de madera, y  una puerta conduce a los aposentos del Lord, pegada a la pared de piedra de la casa hay una enorme chimenea de piedra con la cabeza de un jabalí y una enorme piel  de oso negro a modo de alfombra. A un lateral se abre un espacio con varias literas.

 Eso es lo que se intuye por la tenue iluminación que hay fruto del avance del anochecer.

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14/03/2012, 22:19
Liam Davenport

 El hedor que inundaba la cabaña era tremendo. Pero a pesar de ello el capitán de la guardia mantuvo la compostura.

 - ¿Qué diablos es esto? ¿Se dejaron alguna pieza por desollar o qué?

 El hombre se giró para abrir una ventana y corriera el aire con la esperanza de ventilar el salón y que parte de la peste se disipara.

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15/03/2012, 16:03
Iasana Ranackver

La mujer cruzó el umbral y el hedor que había dentro de la construcción casi la tiran atrás. Agradeció de buen grado no tener nada en el estómago o el espectáculo que habría dado no habría sido nada agradable. Rápidamente se llevó la mano a la cara, sujetando un trozo de su capa para usar como barbijo.

-Yo no soy la más indicada para intentarlo... salvo que quieran que lo haga con magia, pero me parece un gasto de poder inutil.- Su voz se oyó ahogada a través de la tela. Seguramente alguno de los otros hombres tenía experiencia en campamentos.

Cuando el capitán abrió una ventana, el aire fresco del exterior comenzó a purificar el olor a putrefacción. Tras un par de minutos, Iasana liberó su rostro y comenzó a avanzar con cuidado por el interior del lugar, intentando no chocar con ningún mobiliario. Hasta que alguien encendiera una antorcha, o el mismo hogar, poco podía distingur con la escasa luz del atardecer que se colaba por las aberturas.

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16/03/2012, 10:03
Nuño Aguasfrias

Nada más percibir el nauseabundo hedor, el buen Nuño dio un paso atrás hacia el exterior.  – Demasiado cargado está el ambiente para mí… Si me disculpan… Y ni corto ni perezoso, el bardo salió de la casa al frio nocturno. Se quitó la mano que se había llevado a la nariz, y respiró profundamente. Como si el aire de la noche pudiera limpiar el recuerdo de sus fosas nasales.

Le hubiera gustado sacar algo con lo que encender fuego, pero no era el caso. Antes de iniciar aquel peligroso viaje, se había preocupado de comprar cuerdas de repuesto para el laúd. Ahora pensaba, que hubiera sido útil comprar también pedernal…

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16/03/2012, 10:31
Liam Davenport

 El capitán andó a tientas por la penumbra del salón hasta llegar a la otra ventana por la que se filtraba la escasa luz que había en el exterior luego se acercó al gran hogar donde hacer fuego y tras meter un par de leños y yesca empezó hacer saltar chispas de su pedernal.

 Poco a poco, mientras se ventilava el aire viciado del interior de la cabaña, los esfuerzos del capitán empezaron a dar fruto, precedido por un hilo de humo que medio entraba en el salón medio salía por el tiro de la chimenea, el fuego empezó a cobrar vida engullendo la yesca y las ramitas y, lentamente, empezó a prender en los leños.

 Lúgubres y danzarinas sombras se proyectaban en las paredes de madera del salón.

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18/03/2012, 15:23
Iasana Ranackver

Con las primeras llamitas la penumbra que sumía a la cabaña se volvió oscuridad. Luego, a medida que el fuego fue cobrando fuerza, la luz proyectada le permitió a Iasana inspeccionar un poco mejor el área iluminada, aunque sólo le sirvió para reafirmar lo que había vislumbrado a duras penas al ingresar.

Mientras el aire terminaba de purificarse, la chica buscó una antorcha o una linterna para llevar luz al resto de la estancia. Si había algo en descomposición allí adentro, tendrían que encontrarlo cuanto antes para liberar el lugar de aquella fuente de hedor y poder cerrar las ventanas para calefaccionar la cabaña para pasar la noche.

-Alguien puede revisar la habitación del dueño de casa? Asegurémonos de estar solos... por las dudas.

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18/03/2012, 19:45
Raúl, el Trapero

Una vez abierta la puerta, Raúl volvió sobre sus pasos para dejarse caer al mismo lugar que antes, bajo el cobertizo del porche, se había sentado. Allí al menos se veía a cubierto del viento y además estaría tranquilo.

Suspiró y se sacó las botas de nuevo. Más que él mismo, eran sus pies quienes necesitaban aire y un descanso. Y masajearlos además le relajaban y le hacía olvidar un poco sus miserias que a su parecer no eran pocas.

Estando allí escuchó como lo que adentro se quejaban del hedor, el trapero le dedicó una sonrisa al juglar cuando este salió a aliviar su ofendido olfato. –Holaaaa…- Por su lado la maga protestaba continuamente; primero por la falta de un hogar encendido y luego por el origen del desagradable olor, el joven pelirrojo no pretendía mover un dedo a mínimo que volvieran a mandárselo, algo que, sinceramente, empezaba a hartarle ya.

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18/03/2012, 19:52
Director

 Con el resplandor de las llamas del hogar, Iasana pudo dar con una lámpara de aceite que descansaba encima de la mesa. Con la ayuda de una pequeña tea en llamas la encendió. La luz más estable, resguardada por el cristal, y ubicada en la mesa, daba una buena luz a la estancia.

 Pudo ver que bajo la ventana de la zona de las literas, sobre un arcón, había otra linterna. La equipación de la cabaña era escasa, había un par de estantes con cuencos y algunos cubiertos en ellos. Al lado del hogar, había una pila de madera seca correctamente apilada y seca, l otro lado del hogar había un par de marmitas para poder cocinar en el fuego.

 

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18/03/2012, 19:57
Liam Davenport

 Ante la observación de Iasana, el capitán miró un momento la puerta y comentó.

 - La idea era usar la parte del salón, durmiendo en las literas. El dormitorio es para el lord o su hijo. Está cerrado bajo llave... o debería.

 El hombre se acercó a esta y tanteó la manita del dormitorio para ver si la puerta estaba abierta o había sido forzada.

 Ahh

 Con un gesto de sorpresa acompañada por esa exclamación el capitán retiró la mano para comprobar algo a la luz de la lámpara. A la luz de esa te podía ver como una aguja o una espina yacía clavada en la palma de la mano del capitán, que miraba incrédulo como había caído en una trampa puesta por su propia casa. Se quitó la aguja de la mano y retiró el guante para examinarse la menuda herida.

 - Mierda.

- Tiradas (1)