Partida Rol por web

El heredero del Doctor Frankenstein

Tiempo de cosecha

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13/01/2016, 19:58
Historiador

Es tiempo de cosecha en el tranquilo pueblo de Bran, y como cada año, los agricultores recogen sus frutas y verduras en los campos esperando poder optar a participar con alguna de ellas en el certamen anual al que los lugareños denominan "Quién La Tiene Más Grande".

Es tal el revuelo general que se forma, que los aldeanos incluso olvidan por un día el rumor que se ha extendido sobre que la mansión del querido Doctor Frankenstein vuelve a estar ocupada. En dichos rumores la gente habla sobre que el nuevo heredero es un joven malcriado de alguna cuidad fruto de amoríos del Doctor cuando era joven. Otros dicen que la heredera es una mujer mayor con muy mal genio que no tiene intención de conocer a los aldeanos ni relacionarse con ellos, sino que viene solo a aprovecharse de la situación, venderá la mansión, y se irá con su fortuna a otra parte.

Sea lo que sea, hoy no importa.

Caída la noche, y ya repartidos los premios del certamen, todos los habitantes de la aldea se reúnen en la taberna más grande del lugar, la posada del Señor Dompi Topocho, para celebrarlo. El lugar es espacioso y es famoso por su cerveza y su vino, no tanto por los guisados de la Señora Topocho, los cuales, según malas lenguas, dejan mucho que desear, a pesar de que su marido insiste siempre en decir que su mujer hace "muy buenas comidas".

Entre los ganadores de las diferentes modalidades del certamen, hoy destaca Jorge Nitales, el cual ha ganado por tercer año seguido el premio al pepino más grande. Nadie sabe cómo lo hace, pero tiene a todas las mujeres casaderas de la región loquitas por sus huesos.

Notas de juego

Normas de posteo y demás información:

  • Recordad, todos os conocéis entre vosotros excepto la heredera y el extranjero, los cuales ya han forjado sus propias relaciones (aún las podéis seguir forjando, si queréis alguna relación con alguien con quien no os haya juntado en escena preinicial, que me lo diga a través de la escena de "Avisos, dudas, etc.")
  • Me permito el lujo de presuponer que la heredera se pasa por allí, ya que sus criados la han advertido de que es un gran evento.
  • Como somos muchos, y todos vamos a leer lo de todos, si os dirigís a alguien en concreto al hablar, especificadlo tanto on rol como en notas.
  • Podéis empezar por decir cómo llegáis a la taberna. Intentad no pisar las acciones del resto de las personas que ya han escrito. Los que quieran llegar juntos, pueden hacerlo y especificarlo.
  • Cualquier duda antes de postear y demás, no dudéis en preguntar.
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13/01/2016, 20:26
Richard Oresson

Luego de un gran dia en el trabajo, dispongo de unas horas para poder pasarme al evento. Me acuerdo que esa mañana le comente a mi señora de este dia festivo y que iba hacer muy divertido, claro estaba si iban las vampiresas seria algo glorioso.

En primeras instancias no quería pasarme por ese lugar porque mi hermana de seguro estaría y me observaría detenidamente. Me acerque a mi señora luego de que anunciaran al ganador, como hace tres años el mismo ganaría.

Mi señora, Jorge es el ganador hace unos años ya. Por cierto cuando quiera partir, me avisa a mi o Haygor. No conocía el estado en el que mi compañero, podía llegar a estar. Declaro que tambien me preocupo bastante por ella.

Que podía hacer en estos momentos, estaba aburrido. Las fiestas eran buenas cuando habian competencias o me estaban a algo.

Notas de juego

Hablo con mi señora.

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13/01/2016, 21:07
Henry Dículo

Bran estaba desconocido, lo que habitualmente era un pueblo apacible, ese día era un auténtico torbellino de personas y animales discurriendo en todas direcciones.

Henry era ante todo herrero, aunque tenía un pequeño huerto para consumo propio, y gustaba de sentirse en cierta manera agricultor. Así que siempre participaba en el concurso anual.

Pero ese día por más animación que hubiera a su alrededor, no podía evitar sentirse decepcionado. Su pepino no había dado la talla. No habia podido rivalizar en grosor ni longitud con el de Jorge Nitales, y aunque a su esposa no le importaba, eso no consolaba a Henry.

Tengo mi forja, menos mal que no me gano la vida con la agricultura - pensó aliviado.

Como era costumbre tras el gran evento, se dirigió a la taberna, un poco de alcohol seguro le levantaría el ánimo.
Lo que desde luego no iba a hacer era probar bocado, solo de pensar en los nauseabundos estofados de la señora Topocho no pudo evitar hacer una mueca de asco, pero la amistad que le unía con ella y su marido desde hacía años le impedía decírselo abiertamente.

Entró en la taberna, se abrió paso entre los presentes mientras respondía a los saludos con gestos de cabeza, y se sentó en la barra. - Buenas noches, ¡TABERNERO UN VINO!

 

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13/01/2016, 23:08
Bastian Michaels

"Vaya pueblecito para pintoresco no me extraña que crean en esos cuentos de hadas de vampiros y demás muertos vivos, jejeje, muy pronto voy a mostrarles la verdad, esas cosas son sólo cuentos de viejas." - pienso mientras ingreso a la taberna tras participar de la feria.

Busco una pequeña mesa y me siento, el viaje fue largo y aún tengo que encontrar dónde quedarme. 

"Este parece un buen lugar" - pienso mientras busco al tabernero con la mirada.

Eh tabernero necesito algo de beber y su mejor plato de comida que con el hambre que traigo soy capaz de comerme una vaca entera, dese prisa por favor que estoy famélico! - digo alzando la voz.

Mientras espero mi comida noto que los lugareños me miran algo sorprendidos, espero no haber ofendido ninguna de sus costumbres o de lo contrario mi trabajo se me va a hacer muy difícil. 

Finalmente llegan mi bebida y mi estofado, el cual no tenía muy buena pinta, pero luego de un viaje de casi 12 horas, no estaba como para hacerle gestos a la comida, además que el posadero me la sirvió con una gran sonrisa, al parecer le hacía muy feliz que alguien comiera la comida que ofrecía su establecimiento, eso quizá signifique que le pone mucha dedicación a su trabajo.

Mientras empiezo a comer empiezo a notar porque la gente se sorprendió de que pidiera el guisado, ni modo ya está en la mesa así que va para adentro, espero que la comida mejore con los días.

 

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13/01/2016, 23:25
Sr. Koffagus

Los días de fiesta esto era un auténtico caos, el jolgorio se escuchaba desde mi apartada cabaña. Malditos pueblerinos, no tuvieron suficiente con arruinarme la vida con sus tonterías, sino que también se empeñan en hacerme imposible. Durante la mañana estuve en sus calles para hacer algún trueque, todo el mundo hablando de pepinos y de los tamaños, pero el único que tenía conejos jugosos era yo. Cuando aprenderán.

Me había retirado hasta que cayera la noche, que iría a la posada, por llamarlo de alguna forma, ya que aquello era un agujero que apestaba a mierda, excepto los días que no cocinaban, esos días se podía respirar con menos miedo. Entré en el edificio con el rifle de dos cañones colgado del hombro, nunca se sabe cuando se pueden poner tontos estos paletos y uno se hace respetar.

Busqué una mesa que poder ocupar, pero como todo el maldito pueblo estaba aquí, tuve que echar a un desgraciado de la mesa que estaba ocupando. Una vez acomodado y con el rifle cerca, llamé la atención del posadero. ¡¡Pichacorta!! Sírveme un vaso de ese meado que llamas vino, no tengo toda la noche. O despídete del conejo de tu mujer -solté una carcajada y eché un vistazo al resto de personas que había allí. Paletos...-.

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13/01/2016, 23:49
Inspector Hans Wilhelm Friederich Kemp

El inspector caminó hacia la taberna tras asegurarse de poner en orden todo el papeleo propio de la comisaria... tampoco es que fuera nada del otro mundo, Bran era un sitio muy tranquilo... pero si la vaca Paca sufría una torcedura en la linde entre los Lancaster y los Starkdust lo más sabio era hacerse cargo del caso e intervenir en persona y presentar varios papeles con seños y lazos de diferentes colores con algún que otro discurso grandilocuente sobre los derechos de unos y los padres, abuelos y tatarabuelos de otros... con sus respectivos derechos... y terminar por establecer un nuevo acuerdo en el que un año se quedaba el mojón que delimitaba los terrenos dos metros más palante del otro, para al año siguiente ser a la inversa, resalcir a Paca, la principal interesada con un mes de reposo a base de forrage del bueno y terminar por invitarlos a una ronda de whiskey en la Taberna de la aldea... meros trámites, que debían hacerse... que no colmaban las aspiraciones del inspector, pero que lo hacía que Bran se mantuviese en el Pergamino Guinnes de "Los pueblos más tranquilos tirando a sosones pero con encanto, de la Europa misteriosa"... que era precisamente donde debía seguir.

Cuando entró en la Taberna la ola de calor propia del establecimiento lo recibió caldeando sus heladas mejillas que agradecieron aquella temperatura, sus avispados ojos se dirigieron rápidamente hacia los "nuevos"... en su azulada mirada se reflejó rápidamente el interrogante... él como representante de la ley tenía que conocerlos y hacerles su correspondiente ficha, en primer lugar miró al caballero que pidió con insistencia comida,miró con un guiño a Van Peel por sus modales y comenzó a caminar hacia ambos... sin embargo al escuchar al amo de llaves del castillo su atención se centró en la dama a la que había llamado mi señora.

- Buenas noches- saludó con cortesía a todo el mundo en general, Hans vestía de negro y llevaba guantes de piel negro en ambas manos, sólo se quitó uno de ellos conforme fue caminando hacia la heredera- Señora- la saludo con cortesía evaluandola- me temo que aún no he tenido el placer de conocerla, soy el inspector Hans Wilhem Friederich Kemp... no he podido evitar esuchar a Richard llamarla "mi señora" ¿no será usted familia del buen Doctor Frankestein, verdad?- la sutileza no era el fuerte del inspector
 

Notas de juego

Me dirijo a la heredera ^^

A todo esto los monstruos deben saben que el antebrazo inzquierdo del inspector es mitad madera mitad hierro, lo perdió en un accidente, había pensado en que se calló del caballo con tan mala suerte que fue a dar sobre una trampa o algo de eso y tuvieron que amputárselo. El doctor Frankestein le hizo el antebrazo y con la ayuda de la doctora se lo insertaron en una complicada operación que casi le cuesta la vida... cosa de perdida de sangre y esas cosas. Disimula muy bien esa caracteríctica con un guante de cuero negro que no suele quitarse, el brazo suele funcionarle bien excepto cuando se le queda oxidado XD

Para el extranjero y la heredera no he dicho nada ^^

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14/01/2016, 01:22
Dompi Topocho

El tabernero se mueve con soltura detrás de la barra, haciendo malabares con las pintas de cerveza y tirando al aire las barricas de vino para cogerlas al vuelo antes de cogerlas y servir los vasos.

- ¡¡¡Un vinito para el herrero!!! ¡Tenga cuidado no se pase, que luego mete el atizador donde no debe y su mujer se enfada!

Dompi sirve el vino al herrero mientras observa a un hombre extranjero que entra por la puerta en ese momento y se sienta solo en una mesa. Parece cansado y hambriento, pues dice no sé qué de una vaca.

- Una vaca no, señor, pero hoy tenemos exquisito estofado de topo de campo. Un plato típico de la zona, debería probarlo. ¡Y acompañado de nuestra mejor cerveza. ¡¡¡MISPI!!! ¡SÍRVELE A ESTE BUEN HOMBRE!

Se arma algo de barullo, que no llega a gran cosa pues las gentes del pueblo son pacíficas, cuando el cazador con muy malas maneras se hace con una mesa y reclama su atención. A pesar del insulto y la amenaza, éste no pierde su sonrisa y buen humor.

- ¡Pero hombre, no me diga eso! El conejo de mi mujer no me lo toque, que es lo mejor que tiene y en estos bosques son escasos. Si uno no atrapa al suyo, se queda a pan y agua. Y si yo no pudiera comer el conejo de mi mujer de vez en cuando, ¡la vida no merecería la pena!

Con tanto trabajo, el tabernero no se da cuenta de la presencia de una mujer que tampoco conoce, hasta que el Inspector dice la palabra "heredera". Entonces se da la vuelta con una bandeja cargada de pintas de cerveza en la mano, de forma tan brusca que las derrama todas por el suelo y sobre la gente que se encuentra cerca de él en ese momento.

- ¡Que me lleven los demonios! ¿Es ella?

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14/01/2016, 02:25
Haygor

A última hora del día habíamos encontrado tiempo libre en la mansión para acercarnos a la taberna del pueblo. Tanto Richad como yo consideramos que podía ser una primera toma de contacto con la mayoría de las gentes de Bran tan buena como cualquier otra, y así se lo hicimos saber a la señorita Atkins.

Cuando llegamos al lugar, le pedí a mis acompañantes que me dejaran echar un rápido vistazo al interior antes de entrar, por si se diera alguna circunstancia dentro que no fuera aconsejable para la señorita. Pero no había nada extraño en aquel habitual jolgorio de los lugareños al acabar la jornada de aquel certamen de premios de agricultura, como cada año.

-Todo en orden mi señora, no se asuste por la oleada intensa de terribles olores que recibiremos al entrar, la mayoría provienen de la cocina. 

Entramos los tres y agradecí que la mayoría no estuvieran demasiado atentos a la cara nueva que acababa de hacer aparición junto a Richard y a mí. Pero la tranquilidad me duró apenas un par de minutos. Lo que tardó el buen inspector en hacer acto de presencia en la taberna. Como buen defensor de la ley por estos parajes, la sutileza en sus investigaciones no era uno de sus fuertes.

-¿Usted cree, inspector?- Repliqué a la pregunta que le hizo a nuestra acompañante- Todo lo que tenía Viktor Frankestein de bueno lo tenía de... ejem... poco agraciado. ¿Cree que esta bella criatura podría compartir genes con el doctor?

Pero antes de que la conversación pudiera continuar, el tabernero, en un alarde de habilidad, se esforzó por derramar todas las pintas de cerveza que llevaba en la bandeja para interesarse también por la señorita. Tras esquivar con reflejos felinos una de aquellas cervezas, me acerque a mi señora para comentarle discretamente:

-Señorita Atkins, parece que se ha abierto oficialmente la veda de cotilleo. Tras el numerito de equilibrismo con el que nos acaba de deleitar el tabernero, en unos instantes toda la taberna va a empezar a preguntarse quién es usted. Algunos, como aquí nuestro amigo el inspector, lo harán sin muchos miramientos. Las gentes de Bran son por lo general inofensivos, pero unos buenos gañanes y unas marujas de cuidado. Tal vez sea una buena ocasión para una presentación informal en sociedad. Pero eso ya lo dejo a su elección.

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14/01/2016, 03:10
Nadine Atkins

- Gracias Haygor, necesitaba ese detalle suyo. Admiro el determinismo que tiene y esa mirada inteligente que tan útil puede ser para mi. -agradezco rebozando de complicidad a mi venerado "Ojitos", siempre tan dispuesto a colaborar ya que su revisión del lugar y la advertencia las he tomado muy en cuenta. 

-Y hacer tripa corazón, welcome to de jungle Nadine... - busco un aliciente, sarcástico para ponerme a tono y tomar la peor decisión de mi vida "Socializar".

Tras un breve y efectivo chequeo, ingreso al detestable sitio acompañada de mi amo de llaves y el mayordomo, llevaba un atuendo de color negro acompañado de unos guantes de seda, un sombrero de costado y mi cabello rubio recogido perfectamente. Luego de revisar minuciosamente con la mirada todo el recinto, escucho las palabras de Richard y le dedico una sonrisa porque sentía que aquel hombre era capaz de leerme la mente o tal vez era demasiado obvia con mis gestos de desagrado. 

- Richard... Es muy amable conmigo, unos minutos más y nos retiramos. -  respondo elocuente y sonriente, se notaba a simple vista el excesivo cuidado del amo de llaves conmigo y mis miradas inquietas posadas en él. Era una extraña conexión, como decían en África, los lazos unidos de dos almas gemelas o chorradas baratas que me venían como anillo al dedo. 

Como en realidad no había avanzado más de dos pasos en aquel cutre lugar, desisto de tomar asiento y beber algo. No podría imaginar el estado de aquellas mesas, los vasos y lo que ofrecían. Era la heredera si, pero tenía mis gustos personales y un refinado catálogo de cosas indeseables para mi estabilidad interior. Lo gracioso de todo esto, era ser una grata incógnita hasta que el bocazas de turno se le ocurre decirlo a todas voces.

- Un placer Inspector. Mi nombre es Nadine Atkins.- extiendo mi mano para que la bese sin bajar la mirada. - Claro que lo soy... Aunque no esperaba tanta sorpresa, ni tanto descuido. - subrayo la última frase acentuando con un cabeceo al Tabernero que derramó todos los vasos de cerveza. Hasta que le dedico al mismo animal torpe una mirada despectiva y de desprecio. -¡Todo sudado y lleno de mugre! Asco...- murmuro entre dientes mientras me coloco un pañuelo en la nariz. 

Admirada por el aire circense del ambiente, donde los monos se destacaban por sus torpes y peludas habilidades, mantengo la simpatía un tanto fingida para ver si me llovían las preguntas en cuestión de segundos. Parecía que tenía un maldito cartel en la espalda que decía: "¡Oigan soy la heredera pregunten!"

Para colmo de males, mi mayordomo me aconseja hacer una presentación formal generando en mi una sorpresa enorme pero quería mantener la calma o enloquecer como una cabra y ser educada. Esperemos un momento, la reacción colectiva puede ser interesante mi querido Haygor. Aún así, gracias por el consejo. - era increíble de observar la dulzura con la que trataba a mis empleados, se notaba que los apreciaba. No podía decir lo mismo del resto.

Notas de juego

Hablo con Richard (mi amo de llaves), el Inspector y Haygor.

 

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14/01/2016, 03:20
Kerrick Asangre

Había dormido poco y mal y todo por culpa de aquel dichoso festival.

¿A quién le importa quién tenga el pepino más grande? ¡Si son unos putos vegetales! ¿Por qué no luchan por el cochinillo más gordo? ¿O la vaca con más barriga? Al menos tienen algo de sangre...

El mal humor se me fue pasando. Había madrugado tanto que aún no había anochecido. Lo notaba por la claridad que se colaba por las elegantes cortinas negras que cubrían los ventanales del salón principal. Pensé en las tres bellezas que estarían ahora mismo poniéndose sus mejores galas.

Después de todo una fiesta es una fiesta. Aunque vaya de pepinos.

Tras cerciorarnos de que realmente había anochecido sobrevolamos la corta distancia que separaba el castillo del pueblo y nos transformamos de nuevo en la plaza mayor entrando a continuación en la posada de maese Topocho. Al parecer estaba llena hasta rebosar a pesar del olor a guiso que se respiraba en el ambiente. Dejé que las chicas fueran un poco a su aire mientras me adentraba a saludar a los amigos.

- ¡Buenas¡ ¡Cuánto tiempo! - fui saludando a cuantos me salían al paso. - Sí, hermosa noche... ¿Qué tal? ¿Cómo va todo?... ¿La familia bien?... No, la señora Topocho echa demasiado ajo en su guiso... Así que Jorge ha vuelto a ganar, ¿eh?...

Fui abriéndome paso con palabras amables primero, después con alguna maniobra de contorsionismo y por último, directamente, a empujones con codos y rodillas como si fuera un campeón de muay thai.

Joder, esto se está poniendo peor que la fiesta del lechón más sonrosado.

- ¡Dompi, una sangría cuando pueda! - pedí cuando pillé al tabernero con poco trabajo.

Al parecer era cierto que el castillo del doctor volvía a tener a alguien viviendo allí que no fueran los buenos de Richard y Haygor. Así que esperé que los más impacientes saludaran a la heredera antes de ir a presentarme yo mismo.

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14/01/2016, 03:27
Brândusa Sturdza Bulandra

Paso a paso, se había pasado el día  de jolgorio con unas y con otras mientras veían el certamen. Estaba disgustada con el resultado,  por supuesto, pero ¡qué le íbamos a hacer! El año que viene se aseguraría de intentar estar en el comité para que no volvieran a elegir a ese golfo del Jorge...

Negando con la cabeza y con las manos a la espalda, entró en la taberna. Había bastante ambiente en el lugar; la gente se había animado tras el día de fiesta y los que no tenían una razón para festejar la tenían para consolarse, fuera como fuese, estaba verdaderamente concurrido.

 

Lo malo de los pueblos pequeños, es que te lleves bien o no con sus gentes, tienes que tratarlos... Bràndusa no tenía mucho aprecio por el tabernero...  Eran estos tiempos, que eran un despropósito y una locura.

Mientras se acercaba a la barra para pedir, divisó alguna cara nueva entre las habituales del lugar. 

 -Una copichuela de chinchón, hágame usté el favor -dijo, mientras continuaba con su vista de anciana fija en los rostros desconocidos, con los oídos atentos a cualquier dato que pudiera capturar en el aire.

Notas de juego

u

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14/01/2016, 13:16
Aleera Bathory

Cuando la vampiresa dormía mal se reflejaba en su humor...¡Todo el santo día sin pegar ojo! Pero esta vez merecía la pena... ¡Si! ¡Era el día perfecto!

Desde que su Señor la había llamado para que ella y sus hermanas se preparan para la noche había tardado solo diez minutos en vestirse con uno de sus vaporosos vestidos, calzarse, arreglar su preciosa melena y, lo más importante; preparar los "juegos" de la noche.

Dieron un pequeño paseo por la feria hasta llegar a la repugnante taberna de Topocho. Aunque mejor estar allí que fuera, con tantos enormes pepinos cerca de su delicado rostro. La hacían sentir algo incómoda.

Mientras su Señor se adelantaba para hacer gala de su amabilidad con sus conocidos Aleera se deslizó entre el gentío que atestaba el lugar para acercarse a su boba hermanita Angelina.

Le retiró con delicadeza un mechón de pelo para susurrarle al oído.- Herrrmanita... Estás tan hermosa hoy... Oh, pero el colorete de tus mejillas esta perdiendo su color. ¿Por qué no te lo retocas un poco? Sería una pena que tu belleza quedara reducida por algo tan minúsculo. -Sugirió con una sonrisita traviesa.- Si...usa tu polvera de rubor...y saluda a mi amiga "Sr.Patitas"... Está algo nerviosa pero es una cucaracha de lo más amigable.

Temiendo porque su fino oído quedara dañado por alguno de los chirriantes grititos de la rubia se acercó a Kerrick, apoyando la mejilla sobre su hombro.

¿Lo ha visto, mi Señor? Esa mujer...¿Es la nueva heredera, verdad? Y ese conjunto que lleva es...mortal. -Esbozó una ladina sonrisa al hablar de la mujer, pues se había fijado en ella, como en todos los presentes, mientras se abría paso por la taberna. Pero su sonrisa pronto se apagó, pues al pensar en la heredera recordó al Doctor Frankenstein.

Notas de juego

Primero hablo con Angelina y luego con Kerrick :)

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14/01/2016, 16:56
Techador

Después de pasarme todo el día trabajando, Drongo el carnicero me había dado la tarde libre, siempre que le llevara la sangre fresca  del cordero a la taberna de Dompi Topocho, para cuando los vampiros llegaran por la noche. Así que contento por poder asistir al  espectáculo corrió por el pueblo con un cubo de sangre tapado y tarareando alguna estrofa de su canción favorita.

Tras despedirse del tabernero con una sonrisa, se fue al festival y se divirtió mucho riéndose de las formas y los tamaños de los pepinos, y felicitando a Jorge por su tercera victoria consecutiva.

Al acabar el festival, se fue como todos a la taberna a cenar. Un gran lujo, con el delicioso estofado de la Señora Topocho. Por alguna razón a nadie más le gustaba. No entendía porque. Se cruzó con el vampiro y lo saludó.

- Ha visto el pepino de Jorge, señor Asangre? – Dije con voz atronadora riéndome – Seguro que él podía joder al Puercoespín!* - Y me reí más fuerte aun. Casi parecía que los cristales de las ventanas querían huir de allí de lo que temblaban.

Despues de eso me fui a pedirle al tabernero la cena.

- Un plato del rico estofado de la Señora Topocho, Señor Topocho. – Le pedí al tabernero, mientras me sentaba en una mesa. 

Notas de juego

*Para mas referencias La cancion del Puercoespín (+18) . Bonita y cultural cancion subida de tono que es amada por todos los habitantes de las tabernas de Mundodisco cuando van pasados de cervezas, es decir, casi siempre. 

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14/01/2016, 18:11
Padre Dave

El padre Dave ya se encontraba en la taberna cuando llegó todo el mundo. Encontraba una estupidez ese concurso, y que tenia de especial? El recordaba que cuando estuvo un tiempo viviendo con su padre en África, en un pueblo al sur de Kenia llamado Whatsapp, vivía un negro que tenía el mayor pepino que había visto jamás (se hizo bastante famoso por aquellos lares). Y el pepino del señor Jorge no le sorprendía para nada.
Siguió bebiendo sin hacer caso a nadie.

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15/01/2016, 01:19
Inspector Hans Wilhelm Friederich Kemp

Hans dedicó una leve sonrisa a la heredera acompañada de una inclinación cortés de la cabeza, evitando así besarle la mano como correspondería a un caballero.

- Encantado de conocerla al fin señorita Atkins. Seguramente tanto Haygor como Richard le habrán contado algo del doctor Frankestein. Su pariente era una persona muy querida por todos nosotros y yo le tengo una especial deuda que lamentablemente no he podido saldar con él... se que está perfectamente atendida por su mayordomo y su amo de llaves, pero si necesita algo en lo que yo le pueda ayudar no dude en acudir a mí... Barn es muy tranquilo y nos conocemos todos, es normal que su llegada halla suscitado tanto interés, ya casi creíamos que el castillo no iba a volver a tener dueño y fueron muchas las especulaciones que nos hicimos sobre el heredero del buen doctor, además estos días no son lo habitual así que no se preocupe, la calma llegará pronto, comprendo que estar rodeada de desconocidos le incomode por eso no le robaré más tiempo. Un autentico placer señorita Atkins... caballeros-dijo el inspector haciendo amago de retirarse, el primer objetivo lo había cumplido, conocer a la heredera ahora restaba tantear al extranjero hambriento

Notas de juego

Estaba hablando con la heredera, Haygor y Richard ^^ espero por si quiere decirme algo y ya me retiro a hablar con otros ^^

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15/01/2016, 03:11
Henry Dículo

Henry estaba dando un sorbo de su vino, cuando le sobresaltó un estruendo que no era otra cosa que el tabernero
dejando caer cerca de una docena de pintas - Pero Dompi, ¡Derramando así el género no vas a salir de pobre! - exclamó entre risas.

Al volverse fue cuando Henry reparó en varios de los recien llegados. Entre otros un extranjero vestido de oscuro y el joven Techador. Ambos estaban degustando los guisos de la casa, cosa de la que él era incapaz.

Pero lo que de verdad llamó su atención fue una dama con aire aristocrático, y que fue la causante del estropicio de Topocho. Además iba acompañada tanto del mayordomo, como del amo de llaves de la mansión - Está claro, tiene que ser la heredera - dijo con cierta alegria.

Si era pariente de Don Viktor él se moria de ganas por saludarla, así que se incorporó, se atusó el pelo con la mano y un poco de saliva, se colocó sus gastados ropajes (Henry no era amigo de ir arreglado, lo que le costaba no pocas broncas con su esposa) y se acercó a ellos.

Dió una cariñosa palmada en la espalda del fiel Haygor, al tiempo que le estrechaba la mano. También estrechó las del siempre elegante Richard, y del eficiente Hans - ¡Me alegro de verlos por aquí! Claro que si hombre, hay que divertirse, no todo va a ser trabajar.
-¡DOMPI, CUANDO PUEDAS PON UNOS VINITOS A ESTOS TRES CABALLEROS Y APÚNTALOS A MI CUENTA!

En ese momento quiso dirigirse a la dama, pero al tenerla delante le invadieron unos nervios que no pudo controlar -Ho-ho-hola, s-soy Henry, el herrero del pu-pueblo. Bienvenida a Bran. Un pla-placer. Estamos para servirla, si. ¿Piensa que-quedarse largo tiempo? - Poco más acertó a decir. Terminó la frase con una leve inclinación de cabeza, a modo de reverencia.

Notas de juego

Me dirijo al mismo tiempo a Haygor, Richard y Hans. Y por último a la heredera.

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15/01/2016, 03:33
Nadine Atkins

De pie pegada a Richard y Haygor permanecía, observando todo con una sonrisa que parecía dibujada o pintada. No deseaba romper con el esquema de mi ancestro al ser tan querido por todos estos salvajes, así que debía tomar coraje y mostrarme como él o fingirlo de una forma más auténtica. 

Mientras le echaba un vistazo a los presentes, mis ojos se centraron en el que pidió una sangría y al parecer venía acompañado por tres mujeres muy bellas, incluso una me mira demasiado. Lo cual evado sutilmente atenta al sujeto en cuestión, parecía elegante y caballero no vulgares como el resto, al margen de que nada compensaba a mi Haygor y Richard... En especial éste último que en más de una ocasión algún suspiro me quitaba con el: "estoy para servirle mi señora". 

Pero desde mi nube de galantería y fantasías recibo una dosis de realidad ante la respuesta del Inspector, que se había negado a besar mi mano. -¡Ni que hubiera ido al baño hace unos minutos!- murmuro entre dientes oliendo desimuladamente por si las dudas. -Estaba todo perfecto, olía a rosas y era increíblemente bella... Bueno y también modesta.

- Es poco lo que me han contado ya que hace menos de una semana que estoy en este lugar, de momento acepto sugerencias acordes a lo que a mi estancia aquí respecta. Como verá soy una dama sola en un castillo muy grande pero tengo mucha suerte, no cualquier persona tiene a ellos dos. - señalo con un gesto a mis sirvientes y prosigo. - No obstante, las puertas de mi hogar están abiertas para cuando desee tomar el té y conversar sobre los riesgos de este pueblo. - respondo en un tono correcto y amable, se notaba que había sido educada en un excelente colegio o al menos una tutora con prestigio me había instruido...

Tal vez, era una gran actriz, quien sabe. 

Cuando al fin termina la conversación con el Inspector, se acerca otro hombre que se había peinado con su propia saliva. -¡Por dios! Este hombre no se baña en años, la mujer con un palo debe tocarlo... Una pena porque es apuesto. - converso mentalmente al dibujarse una sonrisa por su intervención, ruidosa por cierto, ofreciendo bebidas gratis a mis sirvientes. Como los conocía les dedico una mirada de aceptación para que al menos beban una copa porque si llegan a emborracharse no había forma de llegar a mi casa y no quería imaginar el desvío de ojos de mi querido Ojitos con varias dosis de alcohol. 

- Encantada... Señor Henry y gracias por su calurosa bienvenida. - expreso amable evitando cambiar el gesto sin querer. - Al parecer me quedaré hasta el final de mis días aunque no puedo asegurarlo... - dejo el misterio, no sabía si me lincharían por refinada o me dejaría una larga vida como Viktor. - Dígame Señor Henry... ¿Es habitual este tipo de evento social?-  pregunto enarcando una ceja, sería un verdadero infierno si tenía que pasar por lo mismo otra vez. 

Notas de juego

Termino la conversación con el Inspector y sigo con Henry.

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15/01/2016, 04:00
Angelina Stuppiddea

Que delicia de sueño he tenido, me desperté aún más contenta de lo habitual al ver que mi papito quería que me vistiera hermosa para ir al festival del pueblo. Como siempre me levanté tan bella como una flor que deja el invierno para darle la bienvenida a la primavera, por lo que posé por unos segundos frente al espejo de mis aposentos y al no reflejarme me veía tan hermosa como siempre, gracias a papito que no nos reflejábamos en los espejos pues me convertiría en cenizas al ver las condiciones de las greñas que se me formaban en la noche. Es que tengo un sueño muy turbulento, casi siempre sueño que Encanna ("mi hermana") y yo nos halamos los pelos en una bronca sin fin mas ella siempre termina quedándose calva y eso ayuda a que me levante con una sonrisa de niña dibujada en los labios. 

- Papito a ver si hoy te embullas de una vez a variar nuestra dieta con vegetales, quizás nos ayude a vivir unos milenios más. El pepino; no; el pepino mejor no lo pruebes que hasta termina gustándote, pero quizás el repollo o la fruta de la papaya sí te hagan ilusión - le digo a mi papito con una cara picaresca mientras termino de arreglar mi hermosa y delicada cara, siglos de entrenamiento hacen falta chicas para maquillarse y pintarse sin poderse mirar en el espejo; y después algunas osan decirme boba, jajaja me río de todas ellas

Todo en este día me parecía estupendo, el vuelo corto del castillo al poblado lo pasé de maravilla observando la extraña forma de volar de Encanna que la hacía parecer de urraca en período de apareamiento. Tras llegar al pueblo el maquillaje, obvio, se me había corrido y mi adorable hermana Aleera me lo recordó, pero al abrir mi polvera para retocarme - !Ay! - grité en medio de la muchedumbre mientras soltaba mi preciada polvera al piso - Por papito que susto, que me he encontrado a Encanna en miniatura en mi alhaja, pero esta tenía antenitas y patitas, aún más asquerosa - Al mirar hacia un lado mi hermana Encanna estaba a mi lado, upss has como si no hubieras dicho nada Angelina, disimula. 

Dentro de la taberna me noto un poco fuera de contexto mas los vegetales captaron mi atención, que cosa más curiosa he, no tienen sangresita ni nada pero algunos se ven tan apetitosos, sobre todo ese pepino ganador, al darme cuenta de mis pensamientos me avergüenzo de mi misma, una señorita con esos pensamientos, como si nunca papito te hubiera enseñado un pepino de ese tamaño ... ups que vergüenza ...       

Notas de juego

Interactuo con Aleera, mi papito (Kerrick) y mi "hermana" Encanna (no es nada personal :))

Historiador: ¿es que acaso Aleera no es hermana tuya también?

Sip, pero Aleera es mi hermana, Encanna es mi "hermana" xD

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15/01/2016, 13:17
Encanna of Darkness

Tenía que ser hoy.... , no podía ser otro día, no... Hoy, precísamente hoy, la odiosa fiesta del Pepino Gigante, la aburrida y repetitiva fiesta del gran falo verde. Encanna no acababa de entender esa obsesión masculina por el tamaño, la mía es más grande, la mía sabe mejor, la mía está más dura, bla, bla, bla. Siempre lo mismo, hasta estaba segura de quien iba a ganar... que aburrimiento. Encanna estaba tan cómoda en el castillo que cuando Kerrick les pidió que le  acompañaran tuvo que aceptar a regañadientes. Lo peor era que tendría que arreglarse, con lo que le molestaban esas tonterias, lo cierto es que no lo haría si no fuera porque una vez maquillada y arreglada estaba simplemente espectacular.

Así que se lavó, se duchó, estiró el pelo e incluso se depiló con la piedra pómez hasta que las piernas y las axilas estaban casi en carne viva... bueno en este caso "no viva". lo cierto es que quedó escocida, pero preciosísima de la muerte.

Cuando llegó la hora, salieron los cuatro del castillo, hacía una buena noche pero el airecillo nocturno junto con el escozor se acumulaba en las rojeces de mis articulaciones haciéndome trastabillar varias veces con mis alas. Por momentos parecía que había aprendido a volar ayer. 

Cuando llegamos a la taberna decidí mirar primero como estaba el ambiente, así que me colé por una de las ventanas y revoloteé un poco alrededor de la lampara que colgaba del techo cual polilla oscura. La misma gente de siempre, las mismas caras, que aburrimiento... espera! Ahí hay una personas nuevas, una mujer y allí un hombre. Encanna se dirigió hacia donde el hombre se iba a disponer a comer un guisote. Que ganas, puag!!! Pensó la morena.

Mientras revoloteaba sobre la mesa del extranjero Encanna tuvo un pequeño accidente, algo habitual cuando llevas varios días comiendo ciruelas con bistec crudo, un pequeño escape hizo que un pequeño manchurrón de guano aterrizara por casualidad en pleno plato de guiso. 

Encanna abrió los ojillos ante tal embarazosa situación y rápidamente se escabulló por el ventanuco antes de que nadie pudiera advertir lo que había sucedido. Con suerte el extranjero no distinguiría el guiso de lo que no era guiso.

Encanna finalmente llegó a la plaza, extendió los flaps, los slats y sacó los aerofrenos, finalmente se posó sobre la acera y recuperó su antropomórfico aspecto.

Entraron en la taberna tras Kerrick... Que no lo hayan visto, por Dios.... la gente parecía no dar mayor importancia de la normal a su presencia, lo cual era buena señal. Sus hermanas ya estaban a hacerse bromas, pero ella hoy no tenía ganas de entrar al trapo (ya cuando llegaran al castillo Angelina sabría la sorpresa que le esperaba en su ataud, esa maravillosa gotera que había salido en su alcoba y que curiosamente se había canalizado hasta caér justo encima del acolchado de su lecho), al cabo de unos minutos Encanna se pudo relajar. Aprovechó el gentío para acercarse a donde estaba el extranjero.

Hola extranjero, dijo la mujer morena. No deberíais comer ese delicioso manjar, muchos realmente dudamos si ese potaje podría cobrar vida una vez os llegué a vuestras tripas. Decidme ¿habéis llegado hoy? Preguntó la mujer.

Notas de juego

Llego con mis hermanas y me pongo a hablar con Bastian.

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15/01/2016, 15:35
Bastian Michaels

"Vaya que sorpresa no llevo ni un día en este lugar y esta belleza morena ya calló rendida a los encantos de Bastian Michaels. Bueno pues a darle." - pienso con una sonrisa amable.

En realidad ya lo había notado, pero no quería ofender al tabernero dejando de comer este potaje. - digo apartando el plato.

Permítame presentarme señorita, soy Bastian Michaels zoologo, estoy de paso por este pintoresco pueblo para estudiar su fauna nocturna, llegué el día de hoy por la tarde y me tope con un curioso festival de agricultura y vaya que fue algo excéntrico para mi gusto. Por favor tome asiento. - digo mientras aparto una silla.

Y dígame que hace una jovencita tan hermosa y refinada como Usted en este lugar tan alejado de las grandes urbes donde su belleza sin duda sería el centro de atención de los más altos lores.

Le ruego disculpe mi atrevimiento, pero es que a lo largo de mis viajes pocas veces he tenido el placer de compartir la mesa con una mujer tan elegante y agraciada como Usted, le suplico me permita invitarle una copa, tengo por aquí un vinito de misa que traje de Madrid durante mi última visita a España.

"Si con eso no consigo que me acepte una copa, con nada lo haré y con algo de suerte quizá no duerma sólo esta noche, mi investigación puede esperar hasta mañana además esos cuentos de viejas sobre vampiros y hombres lobos casi siempre son falsos" - pienso mientras la miro embelesado.