Partida Rol por web

El horror de Kingsbury

1.d - Noche del primer día

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17/04/2019, 15:31
Guardián

El tiempo pasa y el sol comienza a ponerse en la ciudad de Cleveland. Las alargadas sombras de los edificios se estiran poco a poco devorando las calles y el bullicio empieza a disiparse cuando las gentes de bien comienzan a refugiarse en la seguridad de sus viviendas. Los vehículos se detienen y el olor a asfalto y humo es sustituido por la basura acumulada del día y de vidas destrozadas.

Poneros al día de todo lo descubierto, así como atender correctamente las heridas de William y Alice hace que el día pase y la noche se abalance sobre vosotros. Esto, que en cualquier otra situación podría haber supuesto que detuvierais vuestra investigación, juega a vuestro favor pues si la información que trajeron Lillian y león era correcta, el Lester’s abría sus puertas al caer el sol.

Os preparáis para hacer el viaje de vuelta, esperando que el movimiento de patrullas se haya relajado y no os supongan un problema para volver al lugar. Os termináis de preparar, Alice con una blusa nueva y una chaqueta algo más grande de lo que ella es que William tenía en la tienda pues, ir con ropa ensangrentada, no era la mejor forma de pasar inadvertidos.

Todos preparados, ponéis rumbo a los vehículos, dispuestos a encontrar algo de información en aquel antro descrito por los periodistas. Aparentáis firmeza y normalidad, pero en vuestro fuero interno, algunos estáis nerviosos.

William no puede quitarse de la cabeza esa sensación de estar siendo observado ni la imagen de Escilla atacando a Odiseo. Tal vez sea por el golpe en la cabeza de esta mañana, pero se siente incómodo con dichos recuerdos. Alice se muestra seria e impasible, pero no es más que una fachada. Con la mente fría, analiza el ataque que ha sufrido y como su mala actuación pudo haberle costado algo más que una blusa rota y un corte en el hombro. A la mente de Lilian vuelve la imagen de aquel perro descompuesto que seguramente aun permaneciera tras aquel sucio lugar ¿Su amo también seguiría? Leon no puede evitar sentir cierto temor a ser identificado por la policía y que eso pudiera acabar con su culo entre rejas para el resto de la noche. Y Joseph… Joseph sabe que la investigación no está yendo todo lo bien que podría y que haber llamado tanto la atención podría acarrearles problemas con solo con Ness, sino con el Sheriff O’donnel.

El alumbrado eléctrico chisporrotea a vuestro alrededor al encenderse, pero una neblina parece rodear el suelo, dando un aspecto onírico a las calles. Vuestros vehículos avanzan sin problemas por la ciudad, abandonando pronto los altos y nuevos edificios en pos de otros de peor aspecto y calles más tristes. Si la zona de Kingsbury Run ya tenía un aspecto horrible de día, de noche se torna tétrico. Las innumerables pilas de basura crean sombras aun más largas que, amenazadoras, protegen los secretos de los callejones y recovecos sumidos ahora en tinieblas. Las farolas apenas pueden combatir la oscuridad, algunas ni alumbran, otras parpadean tímidamente.

Finalmente llegáis a vuestro destino, un edificio de ladrillo rojo en Culla base puede verse una cristalera desde la que se adivina luz en el interior, pero de la que no podéis vislumbrar lo que hay dentro por la suciedad acumulada. Unas escaleras descienden hasta una puerta verde ennegrecida por el humo y sobre esta, un cartel que reza el nombre del lugar.

“Lester’s”

Los ojos de Lilian se debían un momento al callejón situado a la izquierda del edificio, donde tuvieron esta mañana la charla con aquel mendigo. La imagen del perro vuelve a su mente y le invade un escalofrío. La calle está sumida en un silencio casi antinatural.

Notas de juego

Antes de entrar en el lugar ¿Queréis decir algo? ¿Como os sentís? ¿Que esperáis encontrar? Y con eso en cuenta ¿Como os organizáis? ¿Entráis todos a la vez? ¿Por grupos? ¿Alguno se queda fuera por si acaso?

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18/04/2019, 08:01
Lilian Myers

Ya estaban de nuevo en ese horrendo lugar. Noe gustaba el sitio, pero menos la gente que se arremolinaba entorno a aquel barrio periférico de la ciudad. Cada vez que entraba en el Kingsbury, empezaba a picarle todo el cuerpo. La suciedad, la contaminación, esos olores... Ponían enferma a Lilian.

No le gustaban las vagabundos. Consideraba que eran unos vagos y unos perdedores. Personas que se habían rendido ante la adversidad y que se habían refugiado en el alcohol y otras sustancias junto a otros perdedores como ellos.

Ella también lo había pasado mal. Tuvo épocas oscuras que quedaron atrás en el tiempo y que, aunque desearía olvidar, no podía y en parte lo agradecía. Y lo agradecía como recuerdo de que ella si luchó y salió de la miseria, pese a que podría haber acabado en el Kingsbury ofreciendo sus servicios a todo tipo de perdedores.

Un escalofrío le recorrió el cuerpo al tener aquellos pensamientos. Había tenido suerte, aunque como se solía decir: "la suertes se busca, no viene sola". Y en su caso era una verdad como un templo.

- Había pensado en entrar por turnos en el local. - Dijo entonces la muchacha. - Dos, dos y uno por ejemplo y repartirnos estratégicamente por el local. Ir escuchando conversaciones a ver qué se cuece. - Sugirió. - Aunque es posible que llamemos demasiado la atención. Se nota que no somos de por aquí. Igual nos confunden con la pasma... Ustedes dirán...

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18/04/2019, 09:32
Leon B. Wilson

Kingsbury de noche era sin lugar a dudas un lugar maravilloso. Si lo que buscabas era ser apuñalado, robado o violado. Lilian y él, al menos, contaban con el factor de haber visitado esa misma calle aquella mañana, lo que ayudó a calmar sus nervios, al menos en parte.

- Dado que Lilian y yo somos los únicos que no han... alternado con el señor Dolezal y su amigo, supongo que lo prudente sería que entráramos nosotros. Creo que llamará menos la atención una pareja de desorientados que dos personas no habituales del bar por separado. Alguno de ustedes podría entrar también, por su parte, o cubrir las salidas del local, eso lo dejo a su criterio - razonó. La verdad es que el plan tenía muchas lagunas, pero él solo estaba acostumbrado a la parte de entrar a un sitio y extraer información... lo de huir de peligros mortales no solía formar parte de su rutina de trabajo.

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18/04/2019, 16:51
Alice McMillan

Aquel día para Alice había sido demasiado largo y ni siquiera hay miras de terminar cuando otro sitio es el objetivo del grupo. No obstante entre sus reflexiones internas, están los sucesos vividos y todo lo que eso conlleva, dejando en claro que la cicatriz en su hombro, era algo más que un mero forcejeo, sino el romper esas cadenas que la misma aristocracia le ha inculcado cuando siempre supo como ser y actuar delante de los demás. 

Ahora que se veía metida en esa treta donde muchas otras cuestiones se ponían en juego, no sabía si realmente valía la pena el riesgo, más aún cuando es una mujer que nació en una cuna de oro y trabaja como Médico Forense, siendo aquellos caminos los único que conoce y ante la primacía de esta misión en secreto, ella tuvo que apartarse del mismo para dar de lleno con la lejanía de su área de confort y la adrenalina misma del peligro. 

Por esa razón durante el viaje en su coche, donde amablemente se había ofrecido a llevar a William, ya que su gesto fue muy noble al prestarle una camisa y el saco. Sólo que el silencio inundó de alguna manera aquel correr por las calles que plagadas de oscuridad, ofrecían sombras que perturban la mente y cuando al fin llegaron al destino, el encuentro con sus compañeros sin dudas fue ameno. Pese a que se deben tomar nuevas decisiones en el proceso. 

- Me parece bien, aunque también podríamos fingir ser una pareja que va a pasar el rato. Ustedes entran, luego vamos dos actuando como pareja. ¿Les parece bien? -  propone la mujer, un tanto pensativa. 

Notas de juego

Williams, perdona pero te llevo conmigo en el auto, si no estás de acuerdo edito. :)

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24/04/2019, 00:07
Joseph Miller

Ni tanto. Pienso al examinar el barrio y su pobreza, su decadencia y quienes lo habitan. Es por eso que Lester´s atrae clientes como las moscas a un cuerpo putrefacto.

Es evidente el nerviosismo de mis compañeros. No los culpo teniendo en cuenta al antro que van a ingresar dentro de poco. Solo es cuestión de acostumbrarse. Me digo a si mismo, recordando las peores épocas de paro, luego de abandonar la policía de New York.

-Sin apenas tiempo para ir a comprar un arma ahora debo apañarmelas hasta mañana, lo cual es una locura. Aquí dentro podría estar el matón que andaba con dolezal y que nos vio a mi y a ellos – digo al señalar a William y Alice – no es seguro que entremos todos juntos y mucho menos nosotros. -

Salir de noche y sin un arma es como andar desnudo. Al menos así lo siento yo, porque Lester´s es tan solo otro agujero del vicio de cualquier urbe.

-Espero que Willie “el manco” se encuentre aquí. O en el mejor de los escenarios habrá que sacar información de los clientes sin llamar la atención. Recuerden que puede haber gente de Ness de incógnito. - advierto.

-Por lo tanto deberían entrar ustedes dos – señalo a los dos reporteros - Para que diez minutos después sea Lilian quien salga a “tomar aire” y pueda informarnos sobre el interior de Lester´s. Yo esperaré en la calle de enfrente y sugiero que William y Alice hagan lo mismo. Luego, si no hay moros en la costa, podremos turnarnos para ingresar de a pares. - añado.

- Muy bien. Si no hay nada para decir entonces andando, antes que una patrulla nos vea. - agrego para luego cruzar la calle y buscar un sitio donde el alumbrado no sirva de mucho.

Notas de juego

Sin un arma mucho no puedo hacer y mucho menos luego que el amigo de dolezal nos haya identificado. A propósito ¿Como es el tipo? Para poder describirlo a Leon y Lilian

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24/04/2019, 20:18
William A. Taylor

Los últimos momentos que pasaron en la galería de arte, el señor Taylor los aprovechó en intentar sacar algo más de información en base a las pistas que había conseguido. Sin darle mucha importancia a la herida y tras una curación rápida, subió a su biblioteca y tras un rato de búsqueda cubriéndose de polvo encontró aquel catalogo que tenía en mente sobre la pintura de la vanguardia futurista. Entre cuadros de Giacomo Balla y esculturas de Umberto Boccioni, pasaba las hojas ansioso. Esperaba sin duda dar con el cuadro, pero a cada lamina que pasaba, entre obra y obra, los ojos de la Escylla surgían mirándole feroz.

Era la hora en la que el carro solar de Apolo se ocultaba por el Mar del Oeste. Debían partir. William tomo una de las chaquetas viejas y ajadas que conservaba en la trastienda para los momentos en los que deseaba trabajar a solas y cómodo. Este aspecto sería mas correcto para volver al Bullicioso Tercero. -¿De verdad tenemos que volver?- se quejo para si. Aceptó la invitación de ser llevado por la señor McMillan y durante el viaje no se mantuvo muy hablador. Escylla ocupaba su mente. Los faros de los coches que se acercaban de frente le recodaban a los ojos de aquella bestia mitológica dispuesta a devorarle.

-Escila no está sujeta a la muerte; es un monstruo inmortal, terrible, espantoso, cruel...- seguía recitando en su interior.

-¡Pero viejo, cálmate! No eres ningún basileus homérico. ¡No eres Odiseo! Como mucho el viejo y decadente rey Príamo, impotente al ver caer su ciudad.

-Tú, también lo viste. ¡E...e...ella me miró! Amenazadora con sus seis cabezas, cada una con sus tres hileras de dientes.

-¡Yo no vi nada! Olvídate de Escylla, y echa un ojo a la Penélope que llevas al lado. La haría tejer y destejer para mi toooda la noche.

-...-

-Bah, lo olvidaba. Tú preferirías llorar toda la noche a Patroclo.

Y finalmente, llegaron. La táctica del Señor Miller parecía del todo razonable. El anterior encuentro en el piso de Dolezal les había granjeado un nuevo amigo que no estaba dispuesto a volverlo a sentir en su pecho o cráneo. El señor Taylor decidió jugar conservador, pero no tanto. Al escuchar la carencia del detective, dudo unos instantes sobre lo que hacer, y finalmente saco de la funda su pistola y se la ofreció. -Quizás apunte mejor usted que este viejo. Pero recuerde que sólo se la presto esta noche. No se acostumbre a su delicado gatillo.- Después apoyó el plan de Miller. -Creo que este plan es el mejor. Los tres esperaremos fuera. El señor Miller cerca de la puerta principal para recibir el informe de Lilian. Nosotros podemos esperar en el coche vigilando alguna salida que dé a los callejones cercanos. Si no hay problema, háganos una señal y entraremos después que usted.-

-Ahora bien. Si dentro está Willie el Manco, ¿qué haremos con él? ¿Dónde le llevaremos? ¿O cómo le interrogaremos? No olviden que nuestra anterior experiencia con el señor Dolezal no fue...del todo satisfactoria.- tras apelar a la ironía el viejo se encendió un cigarro con una mano visiblemente temblorosa. Desde luego, lo mejor había sido ceder la pistola.

 

Notas de juego

Williams, perdona pero te llevo conmigo en el auto, si no estás de acuerdo edito. :)

Perfecto

Máster: ¿Logro en ese rato que anochece localizar el cuadro que había en la foto? 

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24/04/2019, 23:36
Lilian Myers

- De acuerdo. - Dijo sin más Lilian. - Leon y yo nos entendemos bastante bien. Lo haremos así...

Le lanzó una mirada cómplice a su compañero de redacción. Eran un buen equipo, compañeros que se compenetran a la perfección de forma natural. La pregunta que se hacía Lilian en esos momentos era si se compenetrados con Wilson igual de bien en otros aspectos de la vida. Empezaba a ver algo más allá que un simple compañero de trabajo en ese hombre.

- No estaría mal una descripción de Dolezal y del tal Willie... - Les sugirió a sus otros compañeros.

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25/04/2019, 10:07
Leon B. Wilson

Wilson asintió ante el plan de Miller, se notaba que el tipo se manejaba en esas situaciones y no tenía ninguna intención de dudarlo. Al fin y al cabo, la motivación suponía una gran parte del éxito.

- Me parece bien, confío en que cuidarán nuestras espaldas. Si esos tipos son tan peleones como los pintan, dudo que podamos con ellos sin ayuda.

Leon se encendió dos cigarros, tendiéndole uno a Lilian mientras le guiñaba un ojo.

- ¿Vamos, querida? ¡Qué excitante y peligroso es este barrio! ¿No te apetece tomar algo en ese tugurio apestoso? - dijo fingiendo su mejor "acento de rico".

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28/04/2019, 21:21
Joseph Miller

Señor Taylor. Su arma estará bien cuidada, hasta mañana que pueda adquirir otra. Sobre la posibilidad que Willie el Manco y como haremos para interrogarlo sugiero primero identificarlo y abordarlo por las buenas, tal vez invitándolo un trago. Si no coopera entonces podremos secuestrarlo cuando abandone Lester´s, subirlo al maletero y entonces podremos jugar en terreno propio. Después de todo tenemos pruebas incriminatorias suficientes para que Willie mantenga la boca cerrada luego del “interrogatorio”. Creo que de esta forma minimizaremos el riesgo a posibles sorpresas. – respondo al controlar la munición del arma y posteriormente guardarlo en mi sobaquera. No es mi vieja arma pero es muy confiable.

Lilian, yo que tu no me preocuparía por Dolezal. Ayer lo dejamos en su departamento con un disparo en la pierna. Por lo tanto no creo que pueda arrastrarse hasta aquí, aunque si me preocuparía de su amigo. – añado sin demasiada preocupación.

Es posible que incluso sus allegados hayan desaparecido del radar de la policía al correrse la voz del “accidente” de Dolezal con un arma y la posterior visita de la policía.

Pero para estar seguros a la pareja de reporteros les describo la apariencia de Dolezal y de su desconocido acompañante, ese que huyo poco antes de la llegada de la policía.

Luego comienzo con mi papel y me dirijo al otro lado de la calle, a esperar y estar atendo.

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29/04/2019, 12:07
Lilian Myers

Entendido... - Dijo entonces Lilian al escuchar las sabias palabras de Miller. 

Tenía razón en aquello. Si a ella le hubieran pegado un tiro en la pierna, lo último que querría sería ir a un lugar apestoso como aquel, para seguir intoxicándose con el matarratas que hacían pasar por bebida. No, Dolezal no podía estar por allí. No tenía sentido a no ser que tuviera algo muy importante que zanjar, algo urgente y que no pudiera postergar. El Manco si era un buen objetivo. Era mucho más posible que aquel hombre apareciera por el Lester's y sino... siempre podían tratar de descubrir algo de terceros. Al fin y al cabo ese era el plan original.

Así lo haremos señor Miller... - Afirmó con rotundidad y entones miró a Leon. - ¿Vamos? - Le ofreció su brazo justo después de darle una calada al cigarrillo que el mismo Wilson acababa de ofrecerle.

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01/05/2019, 16:48
Guardián

El aspecto del local, ahora que se encuentra abierto no mejora con la pérdida de luz del día. Una farola ilumina ligeramente entre intermitentes parpadeos la entada del local. 10 escalones descienden hasta la puerta principal que chirria cuando tiráis de ella para acceder al interior.

Un fuerte olor a tabaco y humanidad os golpea al entrar en el bar. Una nube de humo cubre toda la parte superior por los cigarrillos de los que disfrutan los parroquianos del lugar. El suelo de madera cascarillada y con manchas ya absorbidas por la madera dan a entender que la limpieza no es una de las prioridades de los dueños del lugar.

El local en forma de L, dispone de 3 mesas a la derecha de la puerta principal y 4 más a la izquierda ya que el local se alarga hacia el fondo en ese punto. En una de las mesas pueden verse dos hombres, uno de aspecto mayor, bigote poblado y arrugas marcando un rostro cansado y otro algo más joven, pero con ojeras, pelo sucio y ropa desaliñada. En otra mesa, la más alejada, un hombre corpulento, mandíbula fuerte y aspecto rudo, apura su bebida sumido en sus pensamientos, su aspecto es similar a la descripción que os dieron del hombre que estaba con Dolezal. Finalmente, en otra mesa puede verse a una mujer pelirroja, muy maquillada y con ropa más bien ligera que observa a todos en el local como un depredador.

En frente, una barra larga se extiende por el local, con varias estanterías con botellas que pueden verse al fondo y dentro de la misma, un hombre orondo se encuentra limpiando un vaso con una bayeta grasienta. Sentado al otro lado de la barra, podéis ver a otro hombre canoso y mirada triste que mira con melancolía su vaso. Al fondo de la L, una puerta de madera da paso a lo que imagináis serán los cuartos de baño. Al fondo de la barra, otra puerta parece dar acceso a la zona privada del bar y al almacén. Sobre el techo, dos lámparas descargan una luz mortecina alumbrando pobremente el lugar.

Cuando accedéis al lugar, todos los allí presentes se giran hacia vosotros, pero aunque durante unos instantes sus ojos están centrados en vosotros, enseguida vuelven a sus quehaceres.

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01/05/2019, 16:50
Guardián

Mientras ves como los dos periodistas se adentran en el local, decides apartarte un poco y echarte a un lado de la calle, ocultándote ligeramente en las sombras que ahora inundan la calle ante un alumbrado pobre u unas farolas dañadas cuya luz apenas puede atravesar la calima nocturna del lugar, además de bombillas que parpadean esporádicamente en un vano esfuerzo por mantenerse encendidas.

Desde tu posición, tienes una buena visual de la entrada del local así como de la calle principal, lo que te facilitará la identificación de cualquier persona que quiera entrar en el local o que salga del mismo. Ahora, sin embargo, viene la parte menos glamurosa. Esperar.

Alice y William se encuentran un poco más allá, hablando entre ellos mientas los minutos pasan. Fijas tu vista en todo lo que te rodea y aunque nada ocurre, no puedes evitar sentir una extraña sensación, como una corriente eléctrica que te recorre la espalda anunciando problemas ¿Es solo una sensación? Tu respiración se acelera y volutas de vaho salen de tu boca. De pronto, miras la calle y sientes que la miras por primera vez, o quizás que no es la misma calle. Pero lo es ¿Verdad? Tus ojos se mueven rápido en sus órbitas cuando se dan cuenta de que no ven a tus compañeros ¿Se habrán movido? Te aproximas a una zona alumbrada por una farola, pero esta se apaga en cuanto llegas. El aire está cargado, te cuesta respirar, el aire empieza a soplar, silbando en tus oídos. Una hoja de periódico vuela hasta ti golpeándote en la cara. Intentas quitártela de la cara y observas lo que pone en ella. Noticias sin importancia salvo por un detalle, la fecha del periódico. 23 de Septiembre de 1935, la fecha de la segunda muerte. Un grito inunda la calle, una luz se abalanza sobre ti, tropiezas hacia atrás cayendo sobre el suelo. El vehículo toca el claxon al pasar a tu lado. La calle vuelve a parecer la de siempre, al fondo tus compañeros observan sorprendidos.

Notas de juego

Necesito que tires estabilidad dificultad -4 para no perder 2 puntos de estabilidad

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01/05/2019, 16:52
Guardián

Veis entrar a vuestros compañeros periodistas en el local tras lo cual, Joseph se aparta hacia el otro lado de la calle, por lo que vosotros guardáis posiciones al otro lado, junto al vehículo en el que habéis llegado. Mientras esperáis, William comenta lo que descubrió de la segunda imagen, el cuadro que se veía, aunque parcialmente, es una obra futurista italiana de antes de la guerra, el cuadro se llama Remolino, de Glauco Aioli.

Mientras habláis, os sorprende al ver como Joseph se mueve de manera errática, girando sorbe si mismo como si de pronto no supiera donde se encuentra. Le hacéis señas desde vuestra posición, pero no parece responder. Caminando, se planta en medio de la carretera, le dais un grito pero sigue sin reaccionar.

Es entonces cuando veis el vehículo venir a toda velocidad. Intentáis salir de donde estáis pero no vais a llegar a tiempo, el claxon del vehículo comienza a sonar, Joseph se gira hacia él. Todo ocurre a cámara lenta, os preparáis para lo peor, de pronto tropieza y cae de espaldas, salvándose por una fracción de segundo en el último instante.

Cuando el vehículo pasa a toda velocidad, Vuestro compañero se incorpora y esta vez su vista se fija en vosotros. Está desorientado.

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01/05/2019, 18:58
Lilian Myers

Lo cierto era que el panorama era muy alentador. En pocas ocasiones podría haber dicho aquello teniendo en cuenta el ambiente que les rodeaba, pero para la misión que tenían por delante era el ideal.

Lilian se fijó en el hombre que encajaba con la descripción del amigo de Dolezal. Quizás fuera interesante sentarse a su lado y tratar de entablar conversación con él. Eso o al menos escuchar si hablaba con alguien o decía algo de interés. La prostituta pelirroja era también una buena fuente de información.

Lilian se sentó en una mesa cercana al amigo de Dolezal, o al menos a quien se suponía que era el amigo de Dolezal y le hizo un gesto al barman para que se acercase a su mesa.

- ¿Qué vas a querer, querido? - Le preguntó a Wilson.

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02/05/2019, 00:19
Joseph Miller

Una sensación similar al sonido del teléfono sonando constantemente en el departamento de Dolezal llega hasta aquí y ahora. En medio de la noche y de la calle de mala muerte.

No solo es el agobio repentino y la falta de aire. Es algo más; algo que no pretendo negar.

Es distinto al oficio diario que ocupo y a sus escasas sorpresas. Esto sí que lo es, solo que no es por borrachera u drogas de cualquier tipo.

Y para cuando me doy cuenta suelto una maldición al incorporarme y regresar a mi posición. ¿Qué demonios fue eso? Me pregunto. Era demasiado real para ser mentira. Y esa fecha, 23 de septiembre de 1935, tal vez sea una pieza que estamos obviando.

Sobre la acera acomodo mi sombrero y busco otro cigarrillo con manos temblorosas. Un poco de nicotina barata servirá para calmar el exabrupto.

- Tiradas (1)
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02/05/2019, 09:43
Leon B. Wilson

El Lester's era tan encantador como lo había imaginado. El ambiente emanaba violencia y pobreza a partes iguales y los parroquianos parecían encontrarse como en casa. A Leon le resultó curioso pensar que un lugar como ese no hubiera destacado en el sitio en el que nació y se crió, pero por fortuna su nivel socioeconómico había subido uno o dos peldaños. Lo suficiente como para no jugarse un navajazo a diario por frecuentar un sitio como aquel.

- Whisky con soda, Megan, ¿Acaso bebo otra cosa? - repuso el periodista con una sonrisa cómplice - ¡Qué lugar tan pintoresco! ¿No te lo parece? Sin duda, ha merecido la pena venir hasta aquí.

Acto seguido, se quedó mirando a la mujer pelirroja y, haciéndose el encontradizo, le dijo:

- Disculpe mi atrevimiento, pero... ¿Nos conocemos? No sé si tiene una de esas caras o es que la he visto en algún lado. ¿No te recuerda a alguien, Meg?

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03/05/2019, 14:15
Alice McMillan

Odiando en su fuero interno cada instante de este frenético proceso de investigación, la mujer que proveniente de una cuna de oro, comienza a inquietarse por estas esperas que le alimentan la ansiedad en demasía. Y mientras sigue allí, aguardando por sus compañeros, completamente en silencio por más que en su rostro se refleje esa sensación que no puede abandonar, todos sus sentidos entran en peligro cuando contempla a Joseph allí perdido. 

La reacción de la mujer es bastante rápida, pero no lo suficiente como para empujarlo o rescatarlo, sino que incluso antes de llegar a destino, luego de haber corrido con sus tacones, se queda de pie paralizada esperando lo peor. Ese coche no pensaba parar y el detective parecía desear aquello, una escena tan horrible, escalofriante. Pero en ese mismo impulso donde todo parece irse al cuerno, este hombre en el último segundo, parece salvar su vida ante un descuido que quizás resultó ser un milagro. 

- Joder. - expresa ya al dirigirse hacia él. ¿Qué diantres le sucede a Joseph?  Es lo que se pregunta, anhelando una respuesta que realmente explique todo mientras acorta las distancias con él, así puede revisarlo, comprobar si está bajo el efecto de algún alucinógeno. 

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05/05/2019, 20:50
William A. Taylor

-Remolino.- Cada vez que recordaba el cuadro y su nombre un escalofrío corría por la espalda del Señor Taylor. Primero Scylla, aquel monstruo marino y ahora un remolino, ambos elementos estaban estrechamente relacionados con el miedo más profundo del anticuario: el profundo océano. Estaría dispuesto a apostar su querido sarcófago egipcio del Reino Nuevo a que el tatuaje del personaje que aparecía en las tres fotos tenía que ver algo con el líquido elemento. Algo que, desde luego, le disgustaba profundamente.

Ensimismado en sus pensamientos y miedos, William no fue consciente de la situación fatal de su compañero Miller hasta que la Doctora McMillan salió rápidamente del vehículo en busca de él. -Por los pelos.- pensó al ver el instante en el que el detective salvó la vida de milagro. Todo lo veloz que sus años le permitían se dirigió hacía su compañero y le levantó del suelo. -Creo que deberíamos de llevarlo al asiento trasero del coche para que le revise, Alice.- El hecho de que la llamara por su nombre propio denotaba la angustia que en ese instante el hombre sufría. Como puede y ayudado por la doctora, sienta al hombre en el asiento trasero del coche, recupera la pistola que acababa de darle hacía escasos instantes y se sienta en el asiento del piloto atento a la puerta del bar y, a través del retrovisor, a lo que está ocurriendo en la parte trasera.

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07/05/2019, 23:04
Joseph Miller

Poco después de regresar donde estaba antes soy abordado por la dupla de siempre. La señorita Alice y William. Ambos con intenciones de ayudarme –no sé en qué – como si estuviera muriendo con los intestinos desparramados por la acera.

-Hey, hey…alto. ¡No ven que estoy bien! – les detengo con una mano mientras guardo mi encendedor en el bolsillo. Siempre tratando de no alzar la voz.

-No necesito niñeras ni nada por el estilo. Llaman mucho la atención permaneciendo aquí. ¿Por qué no vuelven al coche? – añado de mala gana. – Solo pise algo de basura y mordí la cuneta. Le pasa a cualquiera- agrego tratando de justificar la caída y recalcando que no iré a ningún lado y mucho menos dejaré que me revisen.

Notas de juego

Momento, momento. Que no voy a ningún coche ni me dejo revisar o mucho menos que me quiten el arma.

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08/05/2019, 00:16
Guardián

Mientras intentáis ayudar a vuestro compañero, este rechaza dicha ayuda aludiendo que se encuentra perfectamente. Esto solo refuerza vuestra decisión de llevarle al vehículo. Claramente está alterado y se mueve agitadamente. Sus pupilas están dilatadas.

Notas de juego

Por eso os he puesto a la vista vuestros mensajes porque, aunque la situación requería post particulares, seguís juntos y a la vista. Lo único Joseph, la tirada de cordura está mal hecha.

En el rastro de Cthulhu, los controles se realizan tirando 1D6 y se le suma de modificador si se desea algún punto de vuestra ficha. En cuestión de estabilidad no tiene sentido gastar puntos porque la consecuencia siempre será perder estabilidad, es decir, si gastas puntos para mejorar la tirada, pierdes los puntos igualmente. En tu caso, en la primera tirada hubieras fallado, pero como por culpa mia no lo dije al momento de tu post, se te perdona la pérdida de cordura.

Ahora chicos, antes de seguir, necesito que hagáis una tirada de Sentir el Peligro de dificultad 5. Recordad, es tirar 1D6 y si queréis y disponéis de puntos en la habilidad, podéis gastar puntos para mejorar vuestra tirada. Se puede decidir después de la tirada.