Partida Rol por web

- Eh, eh, tranquilos todos. ¿A qué viene esa actitud? - Comentó Mishella al ver desenfundar las armas como desafiando al grupo en el que se encontraba.

La arquera era pequeña y delgada, así que no avanzaría para un combate cuerpo a cuerpo, pero desde su posición desenfundó su arco y apuntó a aquellos que estaban armados. Si se acercaban, respondería ante sus flechas. No podía permitir que atentasen contra su vida a estas alturas.

La acción de la elfa sorprendió al enano que tardó unos segundos en entender que se trataba de una estratagema. Lamentablemente parecía que los hombres de Brelgar no habían captado la astucia y estaban dispuestos a acuchillarles allí mismo, no sin razón, por las acciones de Fawn.

- ¡Vamonos de aquí antes de que esto se ponga peor!

Gritó alejándose poco a poco del conflicto. Confiaba en que el mercader supiera contener a sus hombres y les dejaran marchar tranquilos hacia la posada.

MALDITOS SALVAJES LARGENSE DE MI CAMPAMENTO Y QUE LOS DIOSES LOS ENGULLA EN EL DESIERTO, COMO SE ATREVEN CON TAMAÑAS ACUSACIONES A DIFAMAR A LOS CAMINANTES DEL DESIERTO. Con un rostro enfurecido el comerciante grita las palabras, haciendo que incluso sus hombres le miraran con algo de temor, estos ultimo armas en mano se preparaban a batallar, sin embargo un gesto de brelgar hace que se detengan en seco.

los ojos de los curiosos al rededor del grupo se mostraban confundidos y los murmurllos especuladores no se hicieron esperar, incluso el rumor de una mujer llamando la guardia fue rápido, un par de muchachos con armaduras ligeras se acercaban a la carrera preguntando temerosos: ¿que pasa aquí?, no queremos problemas en este lugar comportense o tendremos que enseñarles el tono de los guardias era mas inseguro que intimidante. el comerciante hace una seña a sus hombres que rápidamente enfundan las armas y regresan a su campamento mientras hace un exagerado gesto de despedida a los aventureros.

Estaba seguro de que las chicas acabarían en problemas pero en cuanto llegaran a un lugar poco concurrido podrían atrapar a ese farsante. Ellos sólo tenían que ser sigilosos.

- Podríamos formar una fila separada por algunos metros para que sólo el primero se arriesgue a ser descubierto y los demás les sigan. Yo con mi armadura actual no soy inaudible precísamente.

No iban a tardar en descubrirlo pero por suerte si lo hacían podría moverse rápido.

- ¿Alguno os animáis a adelantaros o confiamos simplemente en que estén más pendientes de los pechos femeninos que de los enemigos?

El semielfo parecía divertido pensando en la situación.

Después del aviso y ver que sus adversarios enfundaban sus espadas y guardaban el resto de armas, Mishella hizo lo propio y guardó nueva,ente su arco a la espalda y la flecha al carcaj. El momento de tensión había pasado, pero la arquera sabia que no era la mas indicada para la diplomacia y miró a su compañera Fawn.

- Vamos, intentemos ganarnos la confianza de ese. A ver si sacamos algo en claro de este asunto... - Le dijo por lo bajo a la, aparente, druida.

Niebo soltó la empuñadura de su cimitarra. No le había gustado un pelo el alboroto que se había montado donde estaban sus nuevos compañeros de viaje. Pero parece que se había quedado todo en una bronca sin importancia.

Siguió su camino hacia la posada a descansar un rato. Estaba exhausto del viaje. Cuando se dirigía hacia allí vio a la druida y a la elfa dirigirse de nuevo al bar. Por Sarenrae que no tienen fin esas chicas.

Esbozando una sonrisa, entró por las puertas de la posada

El enano se alejaba hacia la taberna no sin echar alguna mirada hacia atrás para verificar que Brelgar había entendido el improvisado plan y no les lanzaba a sus esbirros para machacarles. Le tranquilizó que mantuviera la compostura pero tenían otras cosas de las que preocuparse…

- Supongo que con mantenernos cerca de la puerta y no llamar la atención bastará. Lo que más me preocupa es que esa impredecible elfa consiga sacarle de la posada…

Respondió preocupado.

niebo decide seguir con su camino hacia la posada y evitando meterse en la pelea que al parecer había estallado entre el contratante y sus nuevos camaradas, mientras camina hacia el poblado nota como varios curiosos parecen esperar una batalla campal.

sin embargo los aventureros y los extranjeros mantienen sus distancias y ante la presencia de la guardia cada quien toma su camino, los pasos del clerigo lo llevan por el medio del campamento y por el ravillo del ojo se percata de como las dos aventureras con las que estaba departiendo se dirigen una vez mas a la tienda de campaña donde su ubicaba el salmon salado, el joven rubio les dedica una fugaz mirada pero agotado por el viaje sigue su camino directo al poblado para buscar un cuarto en la posada.

tras de niebo queda el grupo de carpas y al entrar al pequeño asentamiento ve el movimiento propio del lugar y sin mucha dificultad ubica el hostal, una edifico de 2 pisos de roca y madera con un aviso metalico llamado el salmón salado, al cruzar la puerta encuentra unas cuantas mesas llenas de mas viajeros, y al fondo una chimenea en la que un caldero parece hervir liberando las fragancias de un estofado.

al joven clerigo se acerca una joven de rostro grácil y mirada alegre que se presenta: bienvenido viajero este es el salmón salado y estaremos encantados de servirle, mi nombre es Katria, quiere que le consiga una mesa o un cuarto?

Niebo miró a la joven y esbozó una sonrisa.

- Gracias, pero ya he comido algo. Me gustaría una habitación para pasar la noche. 

Necesitaba descansar y pasar un rato rezando a su diosa, como hacía diariamente antes de dormir. No dejaba de preguntarse qué se traían entre manos ese traficante y si había sido buena idea aliarse con él. De todos modos, era una buena manera de llegar a su destino.

Tanto el enano como el semielfo notan que los hombres del esclavista parecen replegarse por orden de su jefe. por otro lado las chicas caminaban rápidamente hacia la tienda del salmón salado. tras de ellos los pasos cansinos del semiorco seguían al pícaro y al bárbaro, este parecía desacuerdo con el plan pero no opino nada del plan a proseguir, al contemplar el panorama de manera mas general notan como la gente comenzaba a dispersase con el gentil trato de los guardias, algunos de los presentes miraban con reproche a los héroes y otros simplemente eran indiferentes a lo ocurrido.

los 3 aventureros apegándose al plan de la impulsiva druida se mantienen a la distancia mientras sus compañeras ingresan al salmon Salado junto con algunos comensales que al parecer requerían los servicios del bar, con algo de suerte las muchachas logran lidiar con misterioso informante, sacarlo y permitir su captura para que Brelgar lograra hacerle las preguntas que tan apremiante respuesta necesitaban.

ya con las chicas al interior del local se acercan con pasos largos para ver el panorama, y lo que ven es a las dos muchachas que con las manos en los mangos de sus armas, esta giran su mirada hacia ustedes y les gritan: ESTA ESCAPANDO VAYAN TRAS EL, los tres hombres confundidos se miran entre si, solamente el semielfo logra ver como el humano de barba corre a toda velocidad en dirección al este.

Nathul viendo que el pajarraco trataba de salir volando no lo dudó dos veces, emprendiendo una rápida carrera. Las piernas del bárbaro le impulsaban con gran fuerza pero quiso la mala suerte que justo entonces apareciera un hombre golpeando su panza repleta de comida. El semielfo incapaz de apartarse le golpeó tratando de causar el menor daño posible, pero he aquí que siendo recio como era el transeunte no iba a evitar un tortazo atroz.

- Demonios de las dunas.

Maldijo porque había encontrado un obstáculo demasiado pronto y justo en un pésimo momento, pero quizás podría recuperar los segundos perdidos.

Viendo que sus compañeros también salían corriendo tras el tipo que escapaba, Mishella hizo lo propio y comenzó a perseguirlo. Con el arco cargado, salió corriendo, esquivando, gracias a su agilidad felina, a las personas que se cruzaron en su camino.

- ¡Detenedle, que no huya! - Gritó.

El enano miraba a las aventureras y al lugar que señalaban alternativamente dudando unos segundos cómo actuar. Sabía que no tenía oportunidad de cazar a un humano a la carrera por lo que decidió invertir unos segundos en evaluar la situación antes a decidirse por un plan de acción.

La chica mira con curiosidad al joven su aspecto de viajero lo delataba, sin embargo le pareció algo impertinente bombardearlo con preguntas, así que respetuosamente le responde: -con gusto trataré e conseguirle uno, pero he de pedirle un poco de paciencia pues en estos días hay muchos viajeros y una cama cómoda parece apremiar a muchos.-

La voz de la chica es casi un susurro pero su rostro le muestra una sonrisa sincera al clérigo, la muchacha le señala un silla junto a la chimenea mientra le hace una seña de espera. Pasados unos instantes la camarera sonríe y bromeando comienza: por un segundo pensé que debería sederle un lugar en mi cama, pero la señora me ha informado que hay una cama disponible y le costará solamente 1 moneda de oro, espero no sea muy costoso para usted. el rostro de la chica se so roja mie tras cubre su boca con las manos como si fuese descortez.

Niebo se sentó a esperar a que la muchacha volviese. Si tenía suerte tendrían una cómoda cama para pasar la noche y retomar fuerzas para el largo viaje que le esperaba...

De repente escuchó gritos fuera del "Salmón salado". Se asomó y alcanzó a ver a la muchacha pelirroja corriendo como el diablo.

- ¡Detenedle! ¡Que no huya! - gritó la joven, que al parecer perseguía a alguien...

- Pero qué demonios...- susurró el clérigo justo cuando volvió a aparecer la joven del local.

- Por un segundo pensé que debería sederle un lugar en mi cama, pero la señora me ha informado que hay una cama disponible y le costará solamente 1 moneda de oro, espero no sea muy costoso para usted.- una sonrisa maliciosa y pícara se formó en el rostro de la joven. 

Niebo sonrió y se acercó a la muchacha hasta quedar a un palmo de su rostro.

- Sinceramente, la primera opción me parece bastante más razonable. Dile a tu señora que una moneda de oro es demasiado para un sitio como este. Voy a dar una vuelta y quizá en un rato vuelva para ver si estuviese abierta su primera opción...

Sin dejar de mirar fijamente a los ojos de la joven, se cubrió la cabeza con la capucha y se giró dirigiéndose fuera del local. "Buscaré otro lugar para reposar menos caro, aunque antes tengo que investigar que está sucediendo con mis futuros compañeros... Algo me dice que el acuerdo que teníamos se ha ido al traste y me voy a quedar sin viaje...".

Con esos pensamientos se dirigió silbando una vieja canción al encuentro de la chica pelirroja.

La persecución estalló en un segundo y lo que parecía ser un intento de secuestro paso a ser una lucha de velocidad.

El primero en salir corriendo fue el semielfo que a grandes zancadas rodea la tienda de salmón salada, unos cuantos metros delante de logra ver al hombre que venían a buscar. De la nada una mujer que giraba en una esquina se interpone en el camino el camino de Nathul, que trata de aquí esquivarla sin mucho éxito ya que su corpulento cuerpo embiste de lleno y trastabillando derriba a la muerte mientras que el a puras penas queda en pie.

JAJAJAJAJAJA menudo soquete le espera el forajido, entonces de la tienda la silueta de la mujer arquera sale disparada como u a de sus flechas en su dirección, para suerte de esta nadie se interpone en su camino y sus pies danzan como el viento. Sin embargo y a pesar de sus prisas nota como el clérigo engatusado por una chica hace caso omiso de su clamado de auxilió.

El enano, el semíorco y la elfa al parecer no se habían unido a la persecución, por lo que lo que aconteció en la tienda del salmon salado sería una historia para otro momento.

La arquera del grupo salta sobre el cuerpo de su camarada caído, Nathul, mientras continúa la persecución tras el semielfo que ha salido corriendo.

Ya se había dado un golpetazo contra una persona que casualmente se cruzó en su camino. No deseaba seguir dejando "víctimas" por el camino porque además ahora el cuerpo le dolía debido al encontronazo.

- Vamos a por él, le daremos caza.

Animó a la mujer, Mishella, la cual tenía un aspecto atlético por lo que esperaba que entre ambos podrían rodearlo. Ahora bien, al poco ya salía otra persona entorpeciéndoles y Nathul esta vez logró esquivarla por poco.

- ¡Cuidado, Mishella!

Nathul ahora sí había logrado esprintar gracias a sus fibrosas pero potentes piernas, reduciendo así la distancia.

El enano siente que algo no está bien, si bien mishella había salido a correr tras el embustero rufián que había tratado de engañarlos.

Sin embargo la elfa mantenía los ojos sobre un hombre de aspecto desgarbado y unos ropajes largos de color verde, de los ojos de estés un breve destello manifestaba algún don mágico.

El hombre curza mirada con el enano y con una mueca altanera sentencia: amigos míos estos son malhechores de quien les hablé, mejor capturarlos y entregarlos a la Guardia AHORA.

La druida rápidamente les previene, esta gente está bajo un encantamiento no les lastimen o estaremos en verdaderos problemas con la Guardia. el semíorco visiblemente molesto aprieta los puños mientras su mente se sacude buscando una solución para este problema.