Partida Rol por web

Los caminos se habrían hacia Casilius y al amparo de la noche los aventureros comenzarían su travesía a las tierras del norte.

Al parecer la información que brelgar había conseguido era lo bastante alarmante como para motivar el avance de la caravana, el bandido que los aventureros habían capturado para solto todo lo que sabía mientras lo torturaban, al parecer la fuerza de voluntad de este no resulto muy grande y termino muerto con una araña devorándolo por dentro.

En menos de media hora los hombres del mercader habían recorrido todo su campamento y preparado los animales para la caravana, la salida de los caminantes del desierto no paso desapercibida y más de uno de los lugareños se asomaba para saber qué era lo que estaba sucediendo, los héroes montaban en caballos ligeros y los guardias de brelgar conducían 4 enormes carretas haladas por unos camellos anormalmente grandes.

Antes de darse cuenta las fogatas del campamento se perdían tras los arboles de un bosquecillo que acompañaba el camino en dirección a las paredes arenosas del desierto. Señores aquí comienza el camino rojo, ancestrarl sendero de los señores de la arena y por supuesto de los mas valientes, ahora les encomendare una mision de suma importancia, los caballos son mas rapidos que los camellos así que es de vitar importancia que aprovechen esa ventaja, adelante camino y acaben con cualquier amenaza que pueda poner en peligro mi preciada carga, nos encontraremos en la base del muro, señores mucha suerte y feliz caceria. fueron las palabras de brelgar antes regresar al interior de su carroza escoltado por dos de sus guardias.

Al mirar hacia adelante notan como el sendero de tierra y rocas se abre camino hacia el nor-este, a puras penas habían podido descansar cuando su patrón ya les estaba dando ordenes.

Había comenzado el viaje y no era uno cualquiera sino que este era el camino hacia la libertad, hacia una nueva vida alejado del devastador desierto. Habían buenas gentes en aquellas tierras que se ayudaban unas a otras, pero las que él había conocido eran todo lo contrario. Su tribu era una auténtica manada de chacales y para ser sinceros era posible que tuviera un último encuentro con ellos y en ese caso tendría que acabar con el problema de una vez por todas.

Por ahora tan sólo subió a ese caballo y miró a la lejanía.

- Vayamos entonces y acabemos con todo peligro.

Ya no habían más opciones que emplear la furia y el acero para abrirse paso.

A Yergez no le hacía ninguna gracia la idea de montar a caballo. Su nuevo jefe cada vez le caía peor. ¿A quién se le ocurre ofrecer un caballo a un enano? ¿Es que no tiene respeto por nada este hombre? Rumiaba interiormente mientras emitía pequeños gruñidos de desaprobación.

A pesar de eso no tenía mucha opción así que escogió una montura que fuera lo más dócil posible y conservando toda la dignidad posible se subió a ella con un tremendo esfuerzo, más de humildad que físico.

La noche pasó sin más dilación. Mishella cumplió cun su guardia cuando le tocó, así como el resto del grupo que le acompañaba en aquel viaje. Por la mañana, tras desayunar algo y asearse, preparó sus cosas y las subió a lomos del caballo que le habían procurado. El camino les esperaba y el bárbaro había sido el más avispado, adquiriendo una cuerda y campanillas, posiblemente para utilizarlas como alarma o cualquier otra cosa. Aquello la hacía sonreir, pues estarían más seguros con la experiencia de aquel mestizo de humano y elfo.

Ante las palabras de Nathul, la arquera asintió. - Estoy contigo, te sigo. - Respondió.

Su trabajo estaba empezando y la pelirroja no dudó en anudarse el pelo, formando una coleta para que no le molestase. Blandió su arco y preparó una flecha en la otra mano. Tenía que estar preparada, ahora empezaba su tarea verdadera, aquella por la que le pagarían y podría llegar a la joya del desierto. Miró al horizonte, tratando de otear en todas direcciones y pendiente a cualquier cosa que llamase la atención de sus sentidos.

Los aventureros avanzaban a la mitad de la noche montados en sus cuatro corceles, antes de darse cuenta el grupo se había distanciado de la caravana y en las penumbras les abrazaban por la arboleda por lo que parecía un sendero amplio, el semielfo y el enano avanzaban sin el menor de los problemas pues sus ojos eran mas que eficientes en la oscuridad, en tanto Mishella y Niebo parecían seguir con un poco de esfuerzo tras las siluetas de sus compañeros.

El sonido del galope era casi hipnótico y en la penumbra nocturna cada uno se dejaba llevar por sus propias preocupaciones, Niebo estaba excitado por la aventura y a pesar de no poder ver mucho no se dejaba desanimar, antes de salir del campamento presto ayuda a sus camaradas, las heridas recibidas no eran mas que rasguños y con un breve descanso y una sola de sus canalizaciones las heridas cerraron con gran diligencia.

Por otro lado nathul amasaba la idea de que su clan pudiese estar involucrado en este tipo de asaltos, sin embargo su zona de caza era mas al sureste y era poco probable que este fuera el caso, pero de tener que enfrentar a su clan la tarea podría ser mas complicada de lo esperado, sin embargo no podía asegurar con tan poca información.

A Yergez le molestaba la montura que estaba usando, era una yegua machada de color blanco y castaño, el animal era bastante dócil, pero evidentemente para poder subir a ella, Yergez necesito de la ayuda de dos de los hombres de brelgar, ninguno de ellos manifestó burla alguna pero el honor del enano estaba mancillado.

Michella pareció mirar extrañada en las penumbras al descubrir que su mente había volado mas allá del tiempo y añorando un merecido descanso recito mentalmente que cosas le habría gustado hacer si la caravana hubiese comenzado en la mañana, sin embargo la realidad la asalta y se ve a si misma rodeada por las sombras del bosque y la luz de la luna que le permitía tener algo de visibilidad en la carretera, afina su mirada y trata de buscar alguna pista de la amenaza, entonces lo ve; al norte entre los arboles la mortecina luz de una fogata destellaba y una columna de humo presagiaba que un campamento se escondía en el bosque a unos cientos de metros de su posición actual.

En el mismo momento en que observó el fuego, la arquera se sorprendió y avisó con gestos a sus compañeros para que se acercaran a ella.

- Mirad, allí, entre los árboles. Parece un campamento, ¿Podéis ver el fuego? - Preguntó, sin dudar ni un momento de la visión del mestizo y del enano, mucho más aguda que la humana.

- Están a unos cientos de metros. ¿Creéis que deberíamos ir a investigar? De momento los hemos visto primero, solo espero que no nos vean ellos a nosotros. Podrían ser bandidos o algo peor. En el mejor de los casos, serán viajeros, aunque lo dudo mucho... - Comentó resignada.

La visión de la columna de humo no le causaba preocupación pues de ser bandidos no se estarían exponiendo de esa forma.

- Tendríamos que echar un vistazo pues a veces las cosas no son lo que parece. Podría venir a ser una trampa aunque deberían de ser simples viajeros descansando. Yo con mi armadura no garantizo no ser descubierto.

Sonrió de medio lado imaginando que ya lo sabrían.

- Podríamos aproximarnos a una distancia segura y que Yergez eche un vistazo ya que lleva la armadura más ligera, sin perderlo nosotros de vista.

Comentó a modo de plan.

- Por supuesto que veo el fuego – respondió el enano orgulloso mientras apretaba los ojos mirando a la dirección que señalaba la arquera.

Tras localizar la luz asintió a las palabras del semielfo.

- Sí, puedo acercarme, claro que sí. Pero será mejor dejar estas best… monturas aquí. No se están quietas y serían capaces de despertar hasta las piedras.

Tomando las precauciones pertinentes los aventureros dejan sus monturas amarradas y ocultas tras unas rocas. Sin perder de vista el objetivo trazan un plan de acción, siendo tan silenciosos como se lo permitían sus atavíos comienzan la marcha en dirección la fogata que se divisaba a la distancia.

Sin tener una certeza clara de lo que podían encontrar en aquel paraje sus pasos eran evidentemente desconfiados y se toman su tiempo para atravesar el bosque que estaba al costado del camino, la noche era silenciosa y ningún ruido impropio del bosque rompía el silencio a parte de los pasos del grupo de aventureros, de vez en cuando se detenían un segundo para tratar de detectar alguna amenaza. sin embargo nada sucedía.

Para cuando se dieron cuenta habían llegado a un especie de bifurcación en el camino, el lugar tenían un relieve ligeramente ascendente pero nada difícil de sortear, a la izquierda podían ver con mas claridad un pequeño campamento que estaba ubicado al costado del camino y en el centro de oeste una fogata que iluminaba generosamente el lugar, al parecer se trataba de un par de tiendas de lona, una carreta. sin embargo, no se podía distinguir con facilidad la presencia de personas ya fuera que estuviesen prestando guardia o descansando.*

Al oeste se veía un pequeño claro y en el centro de este un pequeño y maltrecho torreón de roca abandonado que aun se mantenía regido a pesar de los inclementes tiempos que habían pasado sobre el.

El mestizo pensó que había que aprovechar la oscuridad para cruzar hacia el grupo de árboles de la izquierda. No sabían si esas gentes eran peligrosas pero primero había que asegurarse.

- Si han encendido fuego me extraña que vayan a ser bandidos pero toda precaución es poca. Podemos echar un vistazo y si no lo son, quizás les interese compartir viaje para aumentar la seguridad.

Trató de no elevar la voz y de no hacer ruido, dango algunos pasos para acercarse a la parte izquierda. Le vino a la memoria sus tiempos como incursor y por un momento pensó si de verdad había abandonado aquella forma de ser o si estaría pesando en sus intenciones actuales de preparar una emboscada.

- Estoy contigo, Nathul. Pero no está de más que nos acerquemos de forma sigilosa. Prefiero observar antes que lanzarme a la boca del lobo. Yo te cubriré desde la espesura de estos árboles. - Respondió a las palabras del bárbaro del grupo, quién ya se movía hacía un lateral.

Ahora estaban en terreno conocido para Mishella, no porque hubiese pasado antes por aquel lugar, pero todos los bosques y parajes naturales eran muy parecidos. Dió un par de pasos, esquivando cualquier rama o piedra que pudiese ocasionar algún tipo de sonido. Era como una de aquellas cacerías en las que había tomado partido tantas veces, solo que esta vez, aquel fuego era su objetivo.

La arquera colocó una de sus flechas en su arco, un arma que era como una extensión de su propio cuerpo. Dejó el arma lista y avanzó lentamente, acercándose al límite de la arboleda, pero sin salir de la misma, la cual le ofrecía una cobertura natural ante cualquier problema.

El enano asintió con un casi inaudible gruñido a las palabras de los compañeros y avanzó con la ballesta cargada. Trató de avanzar en silencio aprovechando la tranquilidad de la noche y sin perder de vista ni el fuego que iluminaba el campamento ni los alrededores por si hubiera alguien de guardia que pudiera dar la alarma.

Los aventureros atraviesan la carretera al amparo de la noche, sus pasos son rapidos y sin muchos miramientos pegan sus cuerpos a los arboles, su respiración es lo único que oyen, se asoman con nerviosismo pero nada parce alterar la paz del lugar, habían avanzado sin llamar la atencion?, con este tipo de cosas nunca se podía estar seguro. Sin embargo, las llamas de la fogata danzaban con fuerza sobre un grupo de leños que se consumían en la fogata, al mirar el campamento con atencion se percataba de como hay 2 hombres que están sentados junto a las llamas, sus ropas son andrajosas y no hace falta un vistazo muy largo para darse cuenta de que son algún tipo de escolta, en una de las tiendas se alcanza a ver la silueta de un hombre tendido, posiblemente descansando.

Como si se tratase de una camada de lobos los aventureros analizan el terreno estudian sus presas y calculan el peligro, nathul nota como esto es una clara emboscada, lo había visto mil veces, un grupo se queda al costado del camino, hacen el papel de unos viajeros cansados en el gran camino, los incautos se acercan y son invitados por un lugar en el fuego, vino y algo que comer, comparten información mientras analizan el riesgo, luego hacen una señal y superados en numero las presas se rinden antes que sacar una flecha, si de el dependiera escondería los refuerzos en...

Los ojos del semielfo se clavan en la torre semi-destruida y hace una seña a sus compañeros para que observen con cuidado, sin mucho dificultad notan como un grupo de hombres confiados de no ser detectados se esconden tras los muros, son 3 humanos, en la parte alta de la torre ven otros 2 con arcos, aunque a los ojos de mishella solo se trata de uno solo, yergez asiente a la señal del bárbaro pero antes de dar un paso el semielfo le previene, junto al campamento en uno de los arboles hay un tercer arquero, aunque el enano lo busca con la mirada no lo ve, pero entiende que su compañero no tiene por que mentirle.

Este tipo de emboscadas eran más elaboradas de lo habitual. Nathul no estaba acostumbrado a tantos artificios sino al enfrentamiento directo buscando cercenar gargantas. Al menos lograron detectar que sí había peligro allí pues en la torre había un pequeño grupo de personas que debían de estar bien armadas.

- Creo que habríamos de atacar la torre primero porque desde allí pueden lanzar flechas y complicarnos la defensa. Así que podríamos tratar de llegar hasta la puerta con sigilo e intentar entrar.

Conjeturó el bárbaro pensando que sería un excelente plan. La sangre correría pronto de ser así. Acaso otra opción sería luchar a ciegas tras ahogar la fogata, para impedir los ataques a distancia pero la mitad del grupo eran humanos puros, lo que significaba que tendrían problemas de visión de hacerlo así. No le convencía por eso.

Todo el mundo conocía la formidable vista de los elfos, cosa que compartían los mestizos de su raza, como Nathul. Así, la arquera asintió a la idea de su compañero, advirtiéndoles que había hasta tres arqueros apostados, pese a que Mishella sólo consiguió localizar a uno solo. Su compañero no la pondría en peligro cuando ambos tenían el mismo objetivo, o eso prefería pensar en aquel momento para sentirse mas tranquila.

- Está bien. Creo que es nuestra mejor opción. Nos superan en número, así que el sigilo será nuestra mejor arma. Ve tu delante, Nathul, eres el que mejor vista tiene en la penumbra. Yo te seguiré de cerca con mi arco preparado. Recuerda que si nos descubren los arqueros, pégate a ellos cuerpo a cuerpo y tendrás ventaja. Yo te cubriré.

El plan era sencillo de explicar y de entender, quizás no tanto de ejecutar, pero aquella parecía su mejor opción. Solo esperaba que sus compañeros fueran tan sigilosos como fuera debido para el desempeño de su tarea, de otra forma correrían todos peligro.

El enano fue localizando los rivales mientras evaluaba la situación. Como bien decía la arquera les superaban en número por lo que deberían tratar de superar cada grupo de forma individual y tratando, si era posible, de no llamar la atención al resto. En caso de no conseguirlo, la torre era el mejor lugar para defenderse por lo que aprobó el plan de Mishella, preparó la ballesta manteniéndola a altura de sus ojos y avanzó cerrando el grupo sin parar de mirar a un lado y otro para asegurarse de que no les tomaban la retaguardia.

-Si mis queridos amigos, estoy seguro de que esos bribones han escapado en esa dirección- afirma la mujer de complexión delgada, cabello rojo y rostro estrellado pecas, un sentimiento de alegría y gozo era lo único que los dos trotamundos parecían sentir por ella, era casi como si fuera amor, pero por alguna razón a parte de su rostro no parecía existir ningún recuerdo previo a aquel atardecer.

Los dos hombres caminaron al nor-oeste con la ciega convicción de que alcanzarían su presa, los llamados "bribones" para los héroes no parecían tener cara, nombre o raza, lo cual después de un par de horas comenzó a carecer de sentido y un sentimiento de desconcierto comenzó a asolarlos, ambos hombres se encontraron a si mismos caminando con un completo extraño en la mitad de un camino que solo los dioses sabrían a donde conducía.

Los dos jóvenes intercambiaban miradas desconfiadas mientras notaban como algo valioso les falta, no solamente el hecho de no poseer mas posesión que los objetos que cargaban en sus maletas, si no que ademas sus memorias, en sus cabezas pareciera como si solo les quedaran sus nombres y la desesperación los invadió, sin pensarlo mandaron sus manos a sus armas, pero ambos se percataban que estaban en la misma situación y el combate no dio inicio, por el contrario trataron de ponerse de acuerdo para buscar una solución a su particular problemática.

A demás de su evidente falta de recuerdos de carácter personal, se dan cuenta que no tiene la menor idea del lugar donde podrían estar, el paisaje que los rodea es una arboleda al sur de lo que parece una formacion montañosa parecida a una cordillera que rompe con una meseta que se eleva a una buena altura, el camino sobre el que se encuentran no parece ser una ruta transitada con cierta regularidad, hay huellas de caballos carretas y algunos humanoides, mas aya de esto no lograron dar con mayor información.

Después de un cierto tiempo caminando sin saber muy bien hacia adonde voy, a quien persigo  o en compañía de quien  voy me paro  y comento  al extraño que  me acompaña .Aquí pasa algo raro ..No recuerdo por que perseguimos a esos "bribones".Demonios , ni siquiera sé quien eres tú o por que caminamos juntos .Me masajeo las sienes intentando buscar algo de claridad en el lío que tengo dentro de mi mente ..Alguien ha jugado con mi cabeza  y apenas recuerdo quien soy ..Se que soy Kalamar,  un guerrero que alquila su espada a caravanas pero  a partir  de ahí todo es confuso. ¿Y tú  quien eres y que recuerdas ?

Wiri, se encontraba caminando viendo el camino fijamente aunque en momentos volteaba a ver a su extraño acompañante, todo esto mientras estaba ensimismado en sus pensamientos.

De pronto me encuentro caminando a lado de este extraño, después de mucho correr comenzamos a solo caminar, los “bribones” se habían escapado pero por que los perseguíamos, nos quitaron algo, nos pagaron para atraparlas, si es así porque no tenemos nada, nos lo robaron?

Cuando de pronto el silencio es roto por su acompañante y responde con una voz profunda y ronca.

-yo tampoco recuerdo que ha sucedido desde hace días, solo que mi nombre es Wiri d’ Kuta, me contratan a veces para guiar caravanas, también soy cazador, pero de pronto todo pierde sentido y me es difícil recordar…

Giro la cabeza para ver el camino recorrido y vuelvo a ver al frente arrojando un suspiro.

-…seguiremos caminando, iremos a algún lado por este camino?

Me rasco la cabeza perplejo antes de romper a reír a carcajadas.JA,JA , no veo el interés de ir a buscar a quien nos ha hecho esto  por que si ha podido hacerlo una vez es de suponer que podría volver a  hacerlo todas las veces que quiera .¿Se ha llevado nuestro dinero ?Poco tenia así que la perdida no ha sido tan grande  como para arriesgarme a que vuelvan a jugar con mi mente..¿donde ir?Yo  diría que sigamos esta ruta  y quizás encontremos  a alguien  que nos diga donde estamos  y puede encontremos  un empleo que nos rellene la bolsa ..