Partida Rol por web

El lamento de los Primeros

Capítulo 2 - La celebración

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05/01/2020, 19:12
Narrador

Ruru partió a los cuarteles, con Señor Pinckels tras él, más despacio de lo habitual. El druida fue acompañado por dos soldados jóvenes, que no sabían muy bien qué hacían escoltando a un enano y a un oso gigante, pero dado que el enano les superaba en rango (que no en estatura), era mejor eso que estar patrullando en un día de mercado resolviendo robos o reyertas entre comerciantes.

Cuando llegó al primer puesto de la guardia, el druida, junto a los dos muchachos -Essen y Jorick, se llamaban-, preguntaron por la pista del repartidor. Como no habían llegado las órdenes todavía, el druida comunicó lo que estaba buscando y se unieron dos soldados, que salieron a preguntar. Ruru continuó preguntando en los demás puestos de guardia y en los cuarteles de camino al del distrito dónde había hablado con Tassabra. Finalmente le informaron que el tipo que buscaba se llamaba William Finch, un ratero que vestía siempre de forma cara a pesar de que no tenía dónde caerse muerto. Su lugar de influencia era el distrito de los nobles, a los que habituaba a estafar, y aunque lo había detenido varias veces, nunca había pisado la prisión o la había pisado muy poco. Una joven soldado le dijo a Ruru que aquella mañana se le había visto repartiendo varios paquetes en el barrio de los artistas. Comentó que se le había visto acompañado por otra persona que llevaba un carro repleto de paquetes.

 

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05/01/2020, 19:13
Narrador

Con la dirección del taller de la señorita Frescobaldi, Ekarion se dirigió al Row, el barrio en el que habitaban los no humanos. Ya había estado antes allí, aunque había que cruzar un puesto de guardia custodiado por soldados y se requería de un permiso, no tuvo problemas en atravesar la frontera por el puente levantado sobre el río Éride.

El límite entre el barrior anterior y el Row parecía cortado al milímetro, pues la mitad del puente que pertenecía al Row estaba desgastado y no tenía nada que ver con la otra mitad. Enseguida le llegaron olores no muy agradables, sobre el que destacaba el de pescado y agua estancada. Sabía que el Row era un lugar limpio, sus gentes lo cuidaban, pero era desordenado, destartalado, las calles no seguían un orden y las casas eran de tamaños y dimensiones dispares. Enseguida se vio rodeado de todo tipo de personas, pues allí también celebraban su día de mercado y elfos, enanos, althemires y demás razas caminaban con toda la libertad con la que puede caminar un no humano recluído en un gueto.

Preguntó a un soldado por la dirección del taller de la artista y se dirigió hacia el establecimiento esperando encontrarla allí. Se trataba de una construcción de madera y piedra bastante amplia, dos pisos, aislada de las demás viviendas, en la parte norte más próxima a la muralla. Había un par de macetas para decorar la parte inferior de dos enormes ventanales en los que se exponían pinturas de todo tipo y condición, bastante feas si tenía en cuenta el criterio humano. Cuando llamó a la puerta, no respondió nadie, así que rodeó la casa para buscar la forma de entrar y descubrió que había un pequeño patio vallado a media altura.

Allí estaba la señorita Frescobaldi, la mujer que había visto en la pintura de Frescobaldi. Estaba pintando algo en un lienzo de dos metros de altura por otros dos de ancho y ella era pequeña en comparación. Pero esa no era la cuestión, la pintora estaba completamente desnuda y embadurnada en varios colores de pintura, y pintaba con las manos. Metió los brazos en una garrafa de pintura violácea, se frotó los pechos y las caderas y con lo que sobraba, lo ponía en el lienzo.

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05/01/2020, 19:13
Narrador

Tassabra se dirigió con Minvant hacia la Torre de la Negación. Desde dónde estaba podía verse la Torre de la Espiral Negra porque sobresalía por encima de las casas del Barrio Medio, pero no estaba precisamente cerca. La sacerdotisa trató de hablar con la capitana para hacer más llevadero el camino, explicándole que acababa de llegar a la capital después de varios años de ausencia. Pero, ¿qué le iba a contar una sacerdotisa sobre los acontecimientos de Arkaleuka? Minvant le dijo entonces que pertenecía a la corte de Pygmalión y durante muchos años fue dama de compañía de la reina. Sin saber cómo, Tassabra le contó que procedía de Jorunnarstadir, y entre ambas hablaron de los lugares del Imperio en el que habían estado.

La Cazadora ya había estado varias veces allí, igual que Minvant, por lo que no tuvieron problemas para acceder. Una hechicera de nombre Mahault había quedado a cargo de los cuidados de Martha y de inmediato hicieron pasar a las dos mujeres a una pequeña habitación donde descansaba la joven. Samuel estaba allí, sentado en una silla sin perder de vista a Martha. La chica parecía dormida y tranquila, unos vendajes le cubrían los brazos, el cuello y un paño de lino le cubría medio rostro.

-Ha tenido suerte -comentó la hechicera-. Ya no hay veneno en su organismo, pero las heridas que sufrió han sido muy traumáticas para ella. Recomendamos que no se agite demasiado, las heridas mágicas en quién no ha sufrido nunca nada parecido puede tener graves consecuencias.

Aunque había hablado en voz baja, Martha se revolvió en el lecho y abrió el único ojo visible, enfocando la habitación. Su mirada se posó sobre la de Minvant, que se había aproximado a la cama para ver su estado. Luego miró a Mahault y por último, a Tassabra. En cuanto la mirada de la joven se encontró con la de su madre, se le formó una lágrima que rodó por su mejilla, ahora limpia de sangre.

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05/01/2020, 23:45
Tassabra

Tassabra dejó de ser la capitana de la guardia y una Cazadora Imperial para ser, simplemente, una madre preocupada por su hija. El corazón le dio un vuelco, sintió un vacío en el estómago y le entraron unas ganas irrefrenables de echarse a llorar. Las lágrimas se le agolparon en los ojos y corrió al lado de su hijastra. Se arrodilló junto a la cama y cogió sus manos entre sus guanteletes acorazados.

—Mi niña... —le dijo, compungida, acariciando sus cabellos —. Mi niña, ¿estás bien? Ojalá hubiera podido llegar antes. Ojalá hubiera podido protegerte mejor.

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06/01/2020, 12:59
Ekarion

El Row era un lugar caótico, construido con los deshechos de la ciudad humana para albergar a la población no humana de Akraleuka. La existencia del barrio dentro de los límites establecidos de la ciudad era a un tiempo un triunfo contra la supremacía humana y un recordatorio de la derrota sufrida a manos de los mismos. Un triunfo porque había no humanos vivos en sus calles aún a pesar de haber perdido todo "privilegio" a ojos de las autoridades, Ekarion había estudiado la historia y sabía que no hacía demasiado tiempo dicha caida en desgracia venía acompañada de la muerte. 

En el Row los guardianes de la ley estaban estacionados ante sus puertas y miraban hacia dentro, los guardias no patrullaban las estrechas calles, y si lo hacía era motivo de temor porque la gente sabía que alguno de sus vecinos terminaría en un calabozo... con suerte. Las lanzas apuntadas hacia adentro recordaban a los habitantes del barrio que se había perdido una guerra contra un enemigo cruel para el cual su mera existencia representaba una amenaza. 

Caótico, de aspecto desgastado y olores penetrantes, y aún así Ekarion se sentía más cómodo entre las calles zigzagueantes y rodeado de "lo peor del imperio" que cuando paseaba por las calles limpias y rectas de la ciudad humana. Algon en el Row le recordaba al santuario en el que había crecido, aunque no podían ser físicamente más distintos uno del otro. Sin embargo podía ver en el caos de las callejuelas el mismo tipo de descuido con el que la naturaleza había sembrado los árboles en Bois Primaires. Así como los árboles crecían donde su semilla caía y lograba echar raiz, las casa del Row aparecían y se cimentaban donde hubiera un lugar propicio para ello. También le resultaba familiar el sonido de las diferentes lenguas, si bien en su hogar había predominado el dracónico y aqui la lengua humana era la que más se escuchaba, en ambos casos las voces élficas, enanas y althemires acercaba la canción de la creación al modo en que debería haber sido entonada. Sonrió, su madre había sido sabia y se había encargado de que aprendiera todos los idiomas posibles, ella decía que los Primeros habían creado la canción para ser entonada por todas las razas por igual, y que cada raza tenía sus estrofas que aportar. 

Ekarion estaba en el Row por asuntos oficiales, pero eso no le impidió disfrutar del paseo. Era cierto que más de uno lo miraba recelosamente por llevar la túnica, lo que lo convertía en uno de los "privilegiados", pero el dragón sabía que allí estaba seguro. Cuando llegó al taller de la artista lo sorprendió en parte la ubicación y lo fastuoso de la misma, al menos en comparación con lo que podía verse en el barrio. Una sonrisa mental se dibujó en su rostro al pensar que, a pesar de haber renunciado a las comodidades del barrio alto, la señorita Frescobaldi no había podido evitar tener su propia mansión en el Row.

Al acercarse a la puerta pudo apreciar que Trebellia coleccionaba y exponía obras de estilos claramente no humanos, entre los cuadros pudo apreciar algunos de estilo élfico, enano, e incluso le pareció reconocer alguna obra de origen althemir. En éstas última era más el estilo de la "pincelada" que la obra en sí lo que delataba su origen, después de todo pocas especies podían realizar los arcos amplios y perfectos que se conseguían cuando usaban sus propias alas para pintar. Ekarion podía apreciar la belleza de la técnica y las sutilezas conseguidas por el artista al teñir cada pluma de un color o matiz diferente y luego, al aplicar la pincelada, jugar con la musculatura del ala para trazar patrones complejos. Había visto a más de un humano fruncir el ceño ante lo que ellos veían como meras manchas de color, arcos sin sentido, y para colmo algunos pintados con colores tan estridentes que dañaban los ojos.

Como fuera, al golpear la puerta y no oftener respuesta, Ekarion decidió ver cómo se veía la casa por el otro lado, lo sorprendió en parte no encontrarse con un jardín enorme de árboles plantados en líneas rectas, pero más lo sorprendió la visión de la artista entregada a su arte. Claramente Trebellia no era una mujer con inhibiciones, o al menos confiaba en que la ausencia de vecinos y su condición de humana alejaría a los curiosos. Como fuera el hecho de que estuviera pintando con las manos y utilizando su cuerpo desnudo como paleta al aire libre le decía al dragón que la hermosa mujer que tenía delante no era tímida. Estaba a punto de llamarla cuando notó que el color que acababa de elegir era igual al de los pulpos, algo que confirmó sacando el frasquito con la muestra y comparándolo visualmente con el que ahora la mujer esparcía por el lienzo con sus manos. 

Decidió esperar un momento, ver qué era lo que la mujer plasmaba en el lienzo, se apoyó en la cerca y la observó trabajar, atento a adivinar qué figura tomaría vida bajo las manos de la artista, y esperando que nada tomara vida realmente. La dejaría trabajar un rato antes de interrumpirla, a menos que ella lo notara primero, en cuyo caso tendría que responder él a sus preguntas antes de poder realizar las suyas.

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07/01/2020, 08:07
Ruru Sauceviejo

Aquella información era realmente terrible, pues si aquellos paquetes que había repartido el tal William Finch eran más cuadros como el que había recibido Frescobaldi, eso quería decir que en cualquier momento se podía repetir el mismo incidente en distintos lugares de dicho barrio. Estaban sin duda alguna ante una crisis total, en la que muchos inocentes podían perder la vida. Ruru estaba alterado, aquella revelación le había disparado el corazón. Tenían que ponerse en marcha rápidamente, pues la vida de muchos estaba en juego.

Necesito hablar con el capitán... - Dijo Ruru.

El capitán está ocupado ahora... - Respondió el guardia.

No es una sugerencia, pregunta o cualquier otro posible... - Afirmó el enano con contundencia. - Podría estar en jaque la seguridad de toda la ciudad. - Desveló. - "Necesito" significa que me vas a llevar ahora mismo frente a quien tenga potestad de movilizar a toda la guardia disponible. ¿Lo has entendido?

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19/01/2020, 14:43
Martha

Samuel salió de la habitación en completo silencio, seguido de Minvant y la hechicera, de modo que Tassabra se quedó a solas con Martha. La muchacha lloró amargamente durante varios minutos, sin decir nada. La armadura de su madre estaba teñida de pintura violeta, la de los constructos que habían surgido del cuadro.

-Yo... yo... yo... -a Martha le costaba hablar, solo podía hipar desconsoladamente-. Salieron... Angelo... Muerto...

Puso sus manos sobre los hombros de Tassabra y le dio un abrazo, escondiendo la cara en su cuello, para seguir llorando.

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19/01/2020, 20:19
Tassabra

Tassabra suspiró hondamente, pero no dijo nada, simplemente acunó a Martha entre sus brazos como si fuera un bebé. 

Podía imaginar por lo que estaba pasando su hijastra, ella también había presenciado cómo despedazaban a William delante de sus propios ojos. Ella había tenido que darle la puntilla con sus propias manos para darle descanso y evitar que sufriera una muerte lenta y dolorosa. Había sido lo más duro que había hecho en su vida, pero también era entonces, y mucho ahora, una mujer mucho más dura de lo que era Martha.

Abrió la boca pero ¿qué decir? ¿Le preguntaba si quería a su maestro? Menuda pregunta más estúpida. 

Ojalá estuviera aquí Samuel; él siempre sabía lo que decir. Ella siempre se sentía torpe en estas circunstancias, torpe e insensible como el mármol con el que Ángelo creaba sus obras de arte. El tipo de mujer que clavaría una daga en el corazón de su marido porque sabía, racionalmente, que era lo mejor.

—Lo sé, cariño. Es horrible. Lo siento mucho. Ojalá pudiera hacer algo por retroceder en el tiempo y evitar que esto sucediera. Estoy aquí para ti, para lo que necesites. Si hay algo que pueda hacer, por favor, dímelo.

 

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20/01/2020, 07:39
Trebellia

Trebellia estaba sumida en el éxtasis de su creación, ajena a cualquier cosa que sucediera fuera de su entorno de trabajo. Utilizaba las manos y los dedos para pintar, por el momento, solo estaba extendiendo capas de pintura para crear un fondo y daba largas pasadas. En cuanto sus manos se quedaban sin material, elegía otro color, lo untaba en sus brazos y trazaba líneas sin mucho sentido. Aunque para el dragón que la observaba, sí tenía todo el sentido del mundo cuando comenzó a detallar algunas zonas del lienzo, que ya estaba cubierto por un degradado de violetas y rosados. Trebellia se concentró en la esquina inferior derecha y con sus propios dedos comenzó a dar forma a una figura. Ekarion se puso tenso un momento, las curvas le recordaban a los tentáculos de las criaturas que habían visto en casa de Angelo. Pero al cabo de un rato se dio cuenta de que se trataba del contorno de una figura humana.

La mujer decidió entonces descansar, cogió un cubo y lo llenó con el agua de un pozo que se encontraba tras un seto. Se lavó la pintura, se secó con un paño, se puso una bata por encima y mientras terminaba de escurrirse el cabello, levantó la mirada hacia Ekarion sin perder la sonrisa. Había sido consciente de su presencia todo este tiempo y no le había importando pasearse desunda por el jardín mientras pintaba. Se aproximó a él mientras se trenzaba el cabello y observó al muchacho con curiosidad, fijándose no solo en su túnica sino también en las escamas rojizas de su rostro. No había malicia o lujuria en su mirada, solo interés natural hacia su especie.

-¿Querías hablar conmigo? -preguntó-. Por aquí no suele pasar nadie y asumo que vienes a ver cómo pinto y no a comprar arte. ¿La puerta principal está cerrada? Credy se habrá quedad dormido -lanzó un bufido y soltó su trenza por encima del hombro. Aún le quedaba un poco de pintura en la barbilla-. Bueno, ¿quieres comprar? ¿O tal vez vender? Has de saber que no acepto encargos de ningún tipo.

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20/01/2020, 15:43
Ekarion

Ekarion no pudo menos que apreciar a la joven mientras pintaba, había algo de sensual en la forma en la que la mujer pintaba, sacando la pintura de su cuerpo para esparcirla en el lienzo, algo sensual pero no sexual, jugaba con los sentidos sin ser obsceno ni erótico. Observarla era un placer y se dejó llevar por sus manos como si fuera parte de la pintura, apartando cada tanto su la vista del detalle para observar el todo. Incluso el pequeño paso de la tensión al alivio que sintió al ver convertirse los tentáculos en el contorno de una mujer le resultaron estimulantes.

En cierto modo se sintió un poco decepcionado cuando Trbellia paró de pintar, y pronto se dio cuenta de que era porque la noticia que le llevaba interrumpiría la continuación del cuadro y eso lo entristecía. Respondió a su sonrisa y devolvió la mirada, tendría muchas preguntas que hacerle en otras circunstancias, con respecto a la técnica y a su arte, pero no era el momento.

Asintió ante su primera pregunta, y buscó con la vista un banco - Me gustaría que fuera una visita social, pero traigo malas noticias y te sugiero que las escuches sentada. También tengo unas preguntas para ti - la había estado mirando a los ojos pero centró su mirada en la barbilla e hizo ademán de limpiar la mancha, ademán que frenó en seco y terminó por señalarse su propia barbilla

La mujer se limpió la barbilla y se cruzó de brazos cambiando el gesto, e indicándole que hablara. Cambio de gesto que Ekarion lamentó aún sabiendo que ocurriría. - Se trata de tu hermano Ángelo, ha muerto hoy, asesinado en su casa por lo que a todas vistas es un constructo de pintura salido de un cuadro. Sé que estaban distanciados aunque no conozco las circunstancias, pero eres la única pariente con vida y quizá la única que pueda darnos una pista para encontrar al asesino. Entenderé si no quieres hablar conmigo ahora pero agracecería que respondieras a algunas preguntas.

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21/01/2020, 08:54
Martha

Martha no respondió, no podía, solo podía llorar. No era cómoda ni la situación -¿cómo animar a una joven que acababa de perder, muy posiblemente, al primer amor de su vida?-, ni la postura -Tassabra iba enfundada en la tosca armadura y su hijastra parecía a punto de romperse si apretaba demasiado con los guantes acorazados-; pero la Cazadora soportó aquella tortura como había soportado todas las demás, con estoicismo. Podía hablarle de su propia pérdida, podía hablarle de que había mundo más allá de Angelo, podía asegurarle que lo superaría con el tiempo. Podía hablar de cualquier cosa, pero sabía que ninguna de esas palabras servía de nada en aquel momento y no aliviarían el dolor de Martha. Tenía que avisar a Samuel de lo ocurrido, hacerle saber lo que había pasado con Martha; se preocuparía mucho, era un hombre demasiado sensible y Martha era su única hija. Tassabra querría saberlo si fuese Alexander el afectado.

Aquellos pensamientos bullían en el interior de la mente, por lo general, pragmática. Martha finalmente dejó de llorar y ahora sollozaba quedamente.

-El cuadro... -murmuró la muchacha entre hipos-. ¿Quién... quién quería hacer daño a Angelo?

 

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21/01/2020, 11:38
Tassabra

—No lo sé —admitió Tassabra—, lo estamos investigando. Lo estoy investigando, personalmente. Sé que no es buen momento, que estás muy afectada, pero si hay algo que recuerdes sobre lo que ha pasado, por pequeño o insignificante que parezca, nos ayudaría mucho a atrapar al responsable y ponerlo entre rejas. 

Si no lo mato con mis propias manos.

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22/01/2020, 08:14
Trebellia

Trebellia palideció y su expresión risueña se apagó. No hubo lágrimas. No hubo ninguna explosión, ni desfallecimiento. Solo la confirmación de una certeza, la mujer asumió de inmediato que las noticias de Ekarion era algo que, tarde o temprano, iba a suceder. Su tristeza fue visible en la línea de su boca, pero nada más, apartó la mirada del dragón y la posó en un macizo de flores, aunque sin verlos realmente.

-¿Constructos de pintura salidos de un cuadro? -murmuró, los ojos vacíos y la actitud inmpenetrable. Parecía estar pensando qué responder o tal vez intentaba hacerse a la idea de lo que acababa de pasar. No miró a Ekarion cuando volvió a hablar, pasados unos cuantos minutos-. Nos distanciamos porque Angelo tiene una actitud crítica hacia los demás artistas, a los que considera mediocres. Es brillante, pero no puede evitar decirle a los demás lo brillante que es. Deberías hablar con sus amigos, Belfor Getwright o lady Evelliana Springwater. Si quieres saber quién pudo querer hacerle daño, te diré que medio barrio de los artistas, pero alguien con esos recursos... -le señaló la túnica.

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22/01/2020, 08:16
Martha

Martha hipaba con bastante violencia, cuando miró a Tassabra con el único ojo visible -el otro estaba cubierto por un paño, igual que su hombro y sus brazos-, en él podía verse reflejada la desolación que sentía la muchacha. ¿Volvería a pintar? ¿El dolor desaparecería? ¿Quién había podido hacer algo así? ¿Quién era tan malvado? ¿Por qué la vida era tan injusta? Se mordió el labio con fuerza hasta hacerse sangre.

-No sé mucho... -admitió, sollozante-. Fue un cuadro... le salieron patas. Estaba envuelto en papel, Angelo lo puso sobre la mesa, había... había una tarjeta... no, no la había, dijo que era de un admirador, se lo trajo uno de los criados, pero yo no vi ninguna tarjeta. Me puse... me puse celosa, yo nunca le he regalado un cuadro mío... -Pensar en ello trajo un nuevo aluvión de lágrimas y sollozos-. Le quitó el papel, de repente salieron esas cosas y lo rodearon, lo... lo... corrí hacia el otro lado de la habitación cuando crecieron...

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22/01/2020, 17:42
Ekarion

La respuesta de la joven, o mejor dicho el silencio y su postura, le dijeron al dragón que la chica no estaba involucrada en el asesinato. Más aún lo confirmó el hecho de que hablara de su hermano en tiempo presente, si lo hubiera matado, o si hubiera formado parte de la conspiración, habría aceptado hacía rato que su hermano no vivía. Estuvo a punto de decirle que él era uno de los que le hubiera hecho daño de haber tenido ocasión de hacerlo, pero su sentido común hizo que se contuviera. Lo sucedido entre Angelo y Alea parecía no tener relación con el caso, y aunque asi fuera no ayudaría a que la joven le respondiera. 

Sabía que recibir aun abrazo ayudaría a la chica, pero creía que no era el indicado para dárselo ni tampo estaba en situación física de hacerlo, la cerca era una frontera muy efectiva. Ekarion sacó su libreta de anotaciones y anotó los nombres que le dió Trebellia junto a la palabra "¿motivos?", asintió ante el comentario de los recursos mágicos y buscó entre las hojas el pergamino en el que había dibujado el patrón de la pintura. - Lamento mucho la pérdida de tu hermano, créeme que quisiera no tener que molestarte pero necesito que me ayudes a resolver este misterio. - le mostró la hoja - El patrón de pinceladas del cuadro es clásico, correcto en su hechura y meticulosidad, pero quien lo hizo no es artista, parece un mago copiando arte. Quisiera saber si has visto antes el estilo, soy aficionado al arte y no me considero un mal dibujante, sin embargo mis obligaciones me mantienen alejado del mundo artístico y estoy... desactualizado. - Se encogió de hombros e intentó sonreir, era evidente que el dragón estaba incómodo por la situación y que lo suyo no era tratar con personas en la situación de la joven.

Esperó la respuesta, muy probablemente una seca negativa, y luego sacó el frasquito con la pintura. - Gracias - dijo con una sonrisa sincera aunque superficial, y le ofreció el frasco - Cuando los constructos se disolvieron quedó esta pintura, como verás es muy similar, casi igual diría, a uno de los colores que estás utilizando. ¿Podrías decirme donde la consigues? quizá dar con el vendedor nos ayude a encontrar al artista.

Tras su respuesta Ekarion recuperó el frasquito y tras guardarlo en la bolsa, sacó el paquete con las escamas de Alea - Una última pregunta y prometo no molestarte más, ¿Sabes si las escamas de dragón se usan para hacer algún tipo de pigmento? - dijo entregándole una de las piezas - Estaban en el atelier de Angelo, de hecho es lo que iba a buscar cuando fui a su domicilio, pero no encontré nada en sus notas que hiciera referencia a su uso. Dados los contactos que tiene que haber movido para conseguirlas creo que era algo importante para él. ¿Sabes algo al respecto? ¿Alguna vez te mencionó algo? - En realidad lo que contaba era cierto, ya que no había llegado a leer los apuntes sobre pigmentación de Ángelo que habían encontrado, quizá estuviera todo anotado, y quizá le hubiera contado algo a su hermana y ella pudiera darle una nota de color acerca de la personalidad del muerto que un diario no podría transmitir.

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23/01/2020, 11:06
Tassabra

No había nada en el testimonio de Martha que arrojara nueva luz sobre el asunto, cosa que ya se temía. Tassabra, sonrió, asintió como si Martha lo estuviera haciendo muy bien y la invitó a seguir.

—¿Recuerdas algo más? ¿Te habló antes el maestro Frescobaldi de ese admirador?

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23/01/2020, 18:03
Martha

Martha se frotó la nariz, congestionada por las lágrimas. 

-Tiene muchos. En la escuela siempre recibe dibujos, pinturas... cartas -murmuró con la voz estrangulada-. La gente lo admira, siempre quiere ayudar, siempre sabe cómo hacer que seas un poco mejor cada vez. Nunca me habló mal de nadie, ninguno de los alumnos lo odia, es... es imposible que tenga enemigos. Sus amigos lo adoran... Esta noche me había invitado a un baile en la mansión de su amigo Belfor-. La muchacha hipó con fuerza y miró a Tassabra con intensidad. Ella supo lo que iba a decir y no quería tener que escucharlo-. Estábamos enamorados -sentenció Martha, antes de llevarse las manos a la cara para continuar llorando. 

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23/01/2020, 18:14
Trebellia

Trebellia colaboró con bastante entereza y observó el patrón de pintura con la mirada de quién sabe lo que está viendo. 

-No me atrevería a afirmar que el autor no sea un artista -comentó, contemplando lo que le mostraba Ekarion desde varios ángulos-. No hace falta ser artista para pintar o dibujar. Esta manera de pintura solo me dice que no transmite, se limita a hacer lo que sabe, es aburrido. Mediocre. Todo el mundo piensa que puede pintar, y es verdad, cualquiera puede coger un pincel, pero para transmitir hace falta algo más... -Sonrió-. Estoy hablando como Angelo. Cualquiera puede ser artista, esta persona es aficionada. 

Luego miró la pintura. Intentó sacarla del bote, pero Ekarion le advirtió que era tóxica. Trebellia hizo caso de su recomendación y observó a través del frasco al traslúz. 

-Parece óleo -señaló-. Hay muchas tiendas que venden este material. Yo fabrico el mío propio, para el violeta tengo un pigmento a base de flores e insectos, pero dependiendo del color, hay que emplear un porcentaje específico de aceite de linaza. Cualquiera puede hacerlo, con los materiales adecuados. 

Con bastante recelo, Trebellia observó las escamas. 

-No se me ocurre usar partes de personas vivas como materiales de pigmentación. Ese es uno de los motivos por los que estoy aquí. No uso plumas de althemir o escamas de dragones para mis pinturas, pero sé de artistas que codician este tipo de pigmentos. No hace los colores especiales, solo es una muestra de poder. Nada más. Es como coleccionar cuernos de escarabajos, inútil, la verdad. 

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23/01/2020, 19:07
Ekarion

Ekarion asintió ante el análisis de Trebellia acerca de la técnica y el artista, lo que describía era la sensación que el cuadro le había dado, incluso se permitió sonreir cuando ella lo hizo. Lamentablemente por ahora el estilo era un punto muerto, hasta que encontrara otra pintura con las mismas características.

También resultó una decepción lo de la pintura, segun la joven cualquiera con conocimientos podría hacer la suya, tendría que analizarla luego para saber como estaba hecha.

Sin embargo no pudo evitar trabar la mandíbula en un gesto de ira al escuchar para que se usaban las escamas. El gesto fue breve pero llevaba la furia del dragón detrás y sus ojos ardieron. Respiró profundo para calmarse, lo cierto era que saber que Ángelo había torturado a su hermana por nada, por un mero gesto de vanidad, hacía que deseara haber llegado antes de que los pulpos lo destrozaran. - Pintaré cosas bonitas contigo, imbécil - murmuró en un tono grave casi inaudible, pero aún así reconocible. Cuando notó que la joven lo miraba con extrañeza y que evidentemente lo había oido se sonrojó y ensayó una sonrisa que apenas llegó a sus labios.

- Perdona - dijo a la joven - no quise asustarte, realmente esperaba que Angelo hubiera tenido algún motivo más importante para hacer lo que hizo. - cada vez que empezaba a pensar que las cosas podían mejorar para los no humanos Akraleuka se encargaba de demostrarle lo contrario.

Guardó sus notas y sacó un frasco vacío que le tendió a Trebellia - Si no te molesta, me gustaría llevar una muestra de tu pintura y que anotes su composición, quizá comparándolas pueda aislar algún componente que permita retener la magia y que la haga más fácil de rastrear. 

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25/01/2020, 08:47
Tassabra

Tassabra lanzó un hondo suspiro y volvió a abrazar a Martha a través de su aparatosa armadura.

«Lo sé. Lo supe cuando te acompañé ayer a los jardines y lo confirmé cuando los sirvientes me dijeron que habías pasado la noche aquí. Un hombre mayor no es lo que buscaría para ti, pero... era tu decisión.»

—Era un buen hombre. Sensible. No me cabe duda de que habríais sido muy felices —aventuró.

No estaba muy segura de ello. No sabía si Frescobaldi tenía por costumbre coquetear con sus alumnas para descartarlas después como un trapo demasiado sucio de pintura y aguarrás. 

—Háblame de la fiesta —dijo al cabo de un rato, cuando los sollozos remitieron—. ¿Acudirán a ella todos los artistas de la ciudad o el señor Frescobaldi era la excepción?

Odiaba asistir a ese tipo de fiestas. Prefería llevar veinte kilos de acero encima a tacones, uno de esos endemoniados corsés que no la dejaban respirar y un estúpido vestido de seda que la hiciera parecer un florero. Por no hablar de que prefería partirse la cara en un callejón inmundo, en medio del barro, que tener que batirse en un duelo verbal respetando las sutilezas y reglas no escritas de la corte, pero una idea brillaba en la cabeza de la Cazadora: quizá pudiera averiguar más del asunto si a esa celebración acudía la flor y nata de los artistas de la ciudad. A ese gente le gustaba cotillear e irse de la lengua.