Partida Rol por web

El viejales, animado por lo rápido que acababan con las arañas y por el valor que le daba su propio hechizo, volvió a apuntar, esta vez al grupo de arañas pequeñas que eran difíciles de dar, pero que, al fin y al cabo no eran más que arañitas del tamaño de una mano. La flecha atravesó una de ellas y se quedó ensartada como un pincho de carne preparado para asar. Cosa que nunca haría un elfo.

Bien, esto marcha, amigos!

Una vez más, el monje repute su golpe, tratando de impactar con la misma fuerza en ambos puñetazos. Lo consigue la primera vez, gracias a la fuerza que le proporciona el impulso que ha tomado. Sin embargo una vez más, debido a la poca visibilidad, pisa un charco (esta vez se sangre de la araña tejedora) y vuelve a resbalarse, haciendo que el golpe ni siquiera llegue a rozar a su objetivo.

-¡Maldición!

Motivado por la muerte de la araña tejedora,intento destrozar la plaga de araña,quedandose en el intento,la araña aterrorizada esquiva el golpe y se avanza contra Menthor,acertando con unas serie de picaduras.

Sabia que que la araña estaba herida,asi que me someti a asegurar el golpe,este no llevaria mucha fuerza,pero tenia la esperanza de terminar con la escurrediza araña.

La plaga de arañas este vez se lanza directamente al monge, quien con una magistral destreza esquiva el ataque de estas.

Viendo que los virotes no logran llegar a destino, me enfoco en usar lo que mejor se hacer y es la magia, unas arcanas palabras son pronunciadas y una esfera mágica se forma en la punta de mi dedo. Extiendo mi brazo señalando esa masa de arañas y el haz de luz sale disparado para terminar impactándola.

El viejales disparó al grupo de arañas, pero era difícil dar a una y más si estaban sus compañeros de por medio. Debía apuntar con mucho cuidado.

La plaga de insectos resulta más aparatosa de lo que en un primer momento pudieron pensar. El monje frunce el ceño y se concentra. Una vez más contrae los músculos haciendo acopio de fuerza y de todas las enseñanzas acumuladas a lo largo de muchos años de estudio. Un "¡Kiai!" resuena en el aire a la par que el ruido seco de un golpe. Pero demasiado pronto se alegra nuestro compañero, pues una vez más el resbaladizo liquen que se amontona en el suelo de la caverna le juega una mala pasada: mantiene el equilibrio, pero a un alto precio; el segundo golpe falla su objetivo.

El vejete corrió hacia los combatientes Menthor y Loy para examinar sus posibles heridas.

Dejadme ver, muchachos, estáis bien? Alguno se nota mareado o con nauseas? Las arañas suelen ser venenosas. Os han picado? Dijo preocupado. Si algo era Zaius era un padrazo.