Partida Rol por web

Noto impactos sobre mi cara, mientras escucho una voz  llamándome- ¿Victoria?- es lo único que logro susurrar mientras vienen a mi mente los anteriores acontecimientos, la situación se descontrolara rapidamente, no pude analizar el ser lo suficientemente rápido porque sus fauces se cerraban ya sobre el pobre Hallmar, de repente una garra se vino hacia mi impactando en mi espalda, lo último que recordé es verme despedido y en caída libre, despues desmayarme con el impacto contra el frio suelo.
Allí tendido me encontraba mientras me abofeteaban y recuperaba la conciencia intentando valorar mis daños.

Aquel monumental monstruo nos ganó un terreno tremendo en pocos segundos dándonos alcance sin esfuerzo alguno, sin duda ibamos a morir, estaba seguro. Miré por el rabillo del ojo y ví cómo el capitán era engullido por aquella criatura y convertido en una mancha rojiza que se disipaba en el agua como si de una uva madura se tratase, al menos el hombre no habría apenas sufrido...era un consuelo de mierda. Tiré de Victoria tanto como pude junto con Teodoro pero una de las enormes zarpas del monstruo marino impactó en la espalda de Teo abriendo una pequeña brecha en la bombona de oxígeno, tenía los minutos contados, literalmente. Con gran esfuerzo y escuchando las respiraciones agitadas de Victoria y el doctor por el intercomunicador, nos adentramos de repente en un vacio, pasando de un estado flotante rodeado de líquido a otro totalmente libre y vacío de él, cayendo los tres al suelo con un duro impacto dejándonos sin aire, Victoria estaba cogeando pero se acercó lo más rápido que pudo ya que Teo parecía haber perdido el sentido, seguramente la unión del golpe junto con la reducción de la presión del oxígeno podría haberle provocado un pequeño desmayo. Hasan me llamó preocupada a lo que me acerqué quitándome el casco para ver el estado de mi compañero.

Una corriente de agua me sacude, al girarme para que lo había provocado veo una sombra enorme que se movía me manera muy ágil entre mis compañeros. Tras adelantarme como puedo unos metros, a base de aletear como un loco, veo como la fiera devora a uno de mis compañeros. No suelo asustarme pero cuando mis pupilas dibujan la forma de aquel monstruo partiendo por la mitad a un compañero, el que luego confirmamos que es el capitán, me quedo sin palabras. Oigo chillidos y otras voces en el comunicador pero no soy capaz de discernir quién es quién.

La arquitectura de la ciudad era cada vez más rica y bella pero ya no hablaba, creo que nadie lo hace, no lo sé. No puedo más que mirar el mapa y seguir aleteando. Pasa de todo por mi cabeza. En un momento me doy cuenta de que no avanzo como antes y empiezo a caer.

Tirado en el suelo percibo que no tengo agua al rededor... Muevo las manos libremente. Levanto la mirada y les hago señas a mis compañeros que, o por distraídos o estar pendientes de la espalda caen cerca de mi.

-¿Esta...Estáis bien? Digo sin quitarme aún el casco. Parece que se puede quitar este chisme. Comento desajustándome la escafandra

¿Estáis bien? es una pregunta un poco hardcore para lo que acabamos de vivir... Me digo a mi mismo.

como es la escena personal interactiva?.
Dado mis heridas estoy muerto en vida como el botiquin no sea magico mucho no creo poder hacer, escepto que me cosa alguien muy bien XD

Depende. Anteros las ha tenido en su reclutamiento con Victoria y Ainsworth, Drake con Victoria.

Pueden ser mediante cartas o analepsis. 

Por arte de magia y nunca mejor dicho, entramos en aquella zona sin agua, en pleno mar pero no había tiempo para comenzar con las preguntas y conjeturas que podían aparecer gracias a éste extraordinario fenómeno. Teo estaba inconsciente y Victoria había ido hacia él cogeando, por mucho que le doliese la pierna su prioridad era saber su estado, así que aunque yo no era médico, si tenía ciertos conocimientos sanitarios así que por lo menos saber que estaba vivo y estable podría comprobarlo. Me quité la pequeña máscara de buceo y me acerqué de rodillas al lado de Teo, Anteros quizás no tardase mucho en aparecer y había que estar alerta con ese cerdo.

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Acerqué mi oído a la boca de Teo y parecía vivir, escuchaba una respiración rítmica y pausada, tomé su pulso en el cuello y los latidos eran continuados, abrí sus párpados y las pupilas no estaban dilatadas-Parece estar estable Victoria-dije con un ligero gesto de alivio-Seguramente habrá sido el trauma del golpe, con suerte recuperará la consciencia en breve y podremos explorar este lug..-

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Me quedé literalmente congelado, allí, de rodillas, mirando a aquella mujer de cabello rubio que había ante mí-¿Co..Cómo me has llamado?-mis ojos dejaron de parpadear y una cantidad incesantes de imágenes inundó mi cerebro, rápidos flases se entremezclaban, imágenes en principio inconexas pasaban ante mí que no conseguía relacionar ni comprender del todo...¿o quizás si?-Ese nombre que has...dicho...tus...ojos..-mi labio inferior comenzó a temblar incontrolable mientras más imágenes volvían a mí. Sentía cómo un bloque de cemento se resquebrajaba, recordaba haber experimentado aquella misma sensación en el submarino cuando caí desvanecido, pero ahora era diferente, seguí allí despierto mirándola... -Tu..te conozco, desde hace...mucho tiempo, eres...-Susurré mientras no apartaba mi asustada mirada de sus profundos ojos verdes, que antes tan solo me parecieron bonitos, pero ahora...sentía que eran algo más, para mí significaban mucho más. Mi corazón comenzó a latir desvocado dentro de mi pecho y una cadena de sensaciones terribles recorrió todo mi cuerpo. Pérdida, sufrimiento, arrepentimiento, esperanza, agonía...un tsunami de recuerdos perdidos, de experiencias vividas se abrío paso aplastando aquel muro imaginario. Mis pupilas se dilataron y los ojos se abrieron como platos-Eres...si..yo te buscaba...y no te encontraba-dije ligeramente confundido. Pero la miré, observé sus facciones sus ojos, si, su pelo había cambiado, antes era pelirroja y entonces todo cobró sentido... Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos derramándose por las mejillas mientras una sonrisa amaneció en mi cara, lloraba de felicidad, al fin la había encontrado-¡ENARA!-Grité corriendo hacia ella y abrazándola con fuerza-¡DIOS, creía que te había perdido para siempre!-una felicidad extrema me invadía y no pude envitarlo, la besé, la besé con intensidad. La amargura se esfumaba y ahora lo único que sentía era felicidad y una alegría desbordante-¡Estás viva cariño!-volví a abrazarla-¿Por qué llevas el pelo rubio?-pregunté sorprendido-He removido cielo y tierra para encontrarte, esos hijos de perra de Triquel ¡te apartaron de mi lado! pero lo conseguí-era extraño porque tenía lagunas recordaba haber estado en el Amazonas, haber llegado a aquella base secreta, recordaba ser atrapado y luego...nada. Pero eso eran minucias, había recuperado a Enara y era lo que importaba ahora mismo, aunque miré lo que me rodeaba y fruncí el ceño-Cariño ¿qué es éste lugar? ¿dónde estamos?-pregunté extrañado, miré al hombre que estaba a mi lado tendido y aparentemente inconsciente-¿Y quién es éste hombre?-las preguntas se agolpaban, pero solo había una respuesta en mi cabeza ahora mismo que primaba sobre las demás. Enara, la mujer que amaba y que me habían arrebatado, estaba de nuevo a mi lado y no iba a perderla nunca más, tendrían que pasar por encima de mi cadáver.

Victoria tragó saliva, aquel ruido se le podía escuchar hasta China, había metido la pata hasta el fondo. Más que nada, porque había conseguido que alguien recordase y eso... le había roto los esquemas y no sólo eso, sino que había puesto en peligro, no sólo su vida, que le importaba ya poco, sino la de los otros tripulantes.

Entonces, como era de venir, Drake corrió hacia ella, quien tenía cara de estupefacción y de: ¡Oh, no, la he cagado!, que había dejado de realizar las maniobras a Teodoro, y la besó con intensidad. Sin embargo, la mujer dio un paso hacia atrás, bruscamente y sin remediarlo le abofeteó el rostro.

¡Qué haces! No sé quién es Enara... No te me acerques, guardas las distancias. Apártate, apártate, apártate, apar...tate...

Se llevó las manos al rostro, suspiró y se humedeció los labios.

Cállate, actúa como antes... No sigas... -susurró- o los pondrás en peligro... 

Por extraña razón no le había sentido para nada bien todo aquello.

Se le había roto , por completo, todos los esquemas. Ahora, debía seguir con la misión con el fin de recuperar el Edén y devolvérselo a Ainsworth. 

Ese hombre... -comentó inclinándose hacia él- este hombre -le acarició el rostro, mientras, con la otra mano arrastraba hacia sí la mochila- no debe morir. Trabajo para Triquel, fui yo quien te separó de mí, pero ahora necesito que actúes como siempre, no me llames Enara, soy Victoria. No la que conocías, otra. Han pasado demasiadas cosas desde que te borraron la memoria. Ahora, no seas una carga y obedece. 

Sentenció con frías y gélidas palabras, distantes y cortante. 

El guantazo que me dió en plena cara me dejó estupefacto-Eh...¿a qué ha venido es?-dije dolido y no sólo por la sensación de calor en la mejilla la cuál me cubrí con la mano frotándola ligeramente-¡Vaya galleta me has dado ¿pero qué coño te pasa?-era todo rarisimo y quería literalmente interrogarla pues las preguntas comenzaban a agolparse en mi cabeza, pero ella me detuvo.

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Parpadee confuso de nuevo, toda la claridad que había sentido hace tan solo unos instantes se empañaba con sus palabras-¿Qué? ¿Cómo antes?-no sabía que responder, pero cuando más hablaba más alerta me ponía-¿Trabajas para ellos?-estaba estupefacto y dí un paso atrás ¿que coño estaba sucediendo, es que era una broma? pero no podía serlo...estar en ese extraño entorno, llevar un traje de submarinista...no recordar lo que había pasado antes... -¿Me...me separaste de tí?...-tragué saliva y la miré contrariado y asustado de nuevo, no entendía absolutamente nada y mi mandíbula se tensó.

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Borrado de memoria...todo retomaba cierto sentido, durante nuestro entrenamiento, nos hablaron sobre ciertas terapiasm que mediante medicamentos e hipnosis era posible borrar la memoria a una persona e implantarle una identidad nueva. A mí me había sonado a peli de Jason Bourne, pero quizás era cierto y me lo habían hecho a mí, para no recordarla y que no fuera una...carga. Tenía un millón de preguntas, pero sólo confiaba en Enara o como me había dicho, debía de llamarla Victoria-Está bien, haré lo que dices-afirmé con seguridad que retomaba poco a poco. De hecho no tenía otro remedio, no quería poner a Enara en peligro así que me recompuse lo mejor que pude-Al menos dime cómo se llama éste tipo, para no parecer lelo si despierta-dije con una triste sonrisa. Recuperar a Enara, saber que me habían borrado la memoria y recobrar mis recuerdos, mi propia identidad, tener que actuar como alguien que no tenía ni idea de cómo era. Todo eso y 90 cosas más en tan sólo cinco minutos. Cojonudo...pero lo haría, saldría adelante, para eso me habían entrenado, improvisar, reaccionar y actuar ante las adversidades y le dediqué a Enara una bonita sonrisa no falta de tensión-Me tendrás que pagar todo ésto con creces, Victoria-dije guiñándole un ojo-A ver, devolvamos a la vida a éste tío, si tan importante es no es plan de que se nos muera-suspiré mientras comprobaba sus constantes vitales y si tenía alguna herida en la cabeza. -¿Por cierto cómo me llamo?-fue mi última pregunta, al menos debería de saber mi nombre, dudaba seriamente que llevase el carnet de indentidad dentro del traje..

El dolor me embargo de golpe se extendía desde la espalda y era insoportabl, no pude hacer nada ni siquiera gritar mi mente hizo off y quede inconsciente, mientras en mi mente susurraba un paracetamol por favor

Victoria y Drake atendían a Teodoro, pero aquellas heridas necesitaban tiempo. En la mochila, en el botiquín, había algunos analgésicos, vendas y Betadine; además de hilo y agujas, entre otros.

-Profesor, ¿podrías ayudarnos? Necesito que le deis la vuelta para intervenirle. -comentó al mismo tiempo que le cogía con delicadeza el mentón e introducía unos cuantos analgésicos en su boca.

Victoria contempló la silueta confusa del que fue el amor de su vida con melancolía, aunque con cierto recelo, después de todo, tenía que mantener la compostura... Al menos, para no alertar a Anteros.

Formulas demasiadas cuestiones y... no te puedo contestar a todas, lo siento.  

Sin embargo, mostró una leve media sonrisa inclinada, al estar frente a frente, y mirándolo a los ojos azules sus labios formaron el nombre que había pedido: Teodoro Romasanta.

Me tendrás que pagar todo ésto con creces, Victoria

Se me acumulan las citas- Hizo una breve pausa y bajó la guardia alargando su mano hacia la de él, aunque luego la apartó- Te llamas  John Drake, creo que tengo un montón de cartas que nunca te he enviado con este nombre...

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-De acuerdo, tendré que esperar entonces..-asentí lentamente con la cabeza y aunque todas aquellas preguntas se agolpaban en mi cabeza y pugnaban por salir, sabía que no era el momento. Sabía que cuando Eara se ponía seria de verdad y decía que no, era no, lo sabía de sobra y ahora no había tiempo para explicar nada, me tendría que conformar con los dos simples datos que me proporcionaba-Entendido, Teodoro-miré al hombre desvanecido, desconocía el nivel de amistad que tendría con él, pero intentaría ser lo más natural posible.

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Una sencilla sonrisa apareció en mi rostro-No sé cuánto tiempo habré estado....así, pero siempre he sido el primero de la lista, soy incomparable y estás irremediablemente colada por mí-ese pequeña sonrisa se acrecentó cuando ví que Enara alargaba su mano hacia la mía, la que extendí imitándola pero ella se retractó y apartó su mano, yo cerré mi puño. Un pequeño e imperceptible movimiento de cejas demostró decepción, pero lo comprendía, la situación era...muy dificil para ambos-Mira, no sé por cuánto habrás pasado, pero sólo con mirarte...has cambiado..-en ese momento me odié, me maldije, si ella me había apartado de su lado sería por una razón aplastante y era que mi vida corriese peligro...un puño fantasmagórico chocaba contra mi estómago mientras la seguía escuchando.

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-Drake..no es mal apellido-dije conforme pero a continuación mis ojos volvieron a abrirse-¿Cartas, para mí? vaya...quiero leerlas todas, tú no has sido nunca de escribir cartas Ena..Victoria y deben ser muy especiales...-quería decirle tantas cosas y no teníamos ni un segundo. Joder, puta injusticia ¿por qué nos hacían esto? pagarían por ello, sufrirían tanto o más que Victoria.

Tras la caída me sentí algo confuso. Tardé en percatarme que Teo estaba, ¿Por qué? no decirlo, en la mierda. 

-Si...si claro. 

Sujeto la cabeza cuando la rubia pistolera le da unas pastillas, que supongo que son analgésicos, y le giro suavemente para que le pegue un ojo.

-Estaría bien perder miembros de la tripulación un poco más despacio. Más te vale aguantar. 

Tras lo que hemos vivido hablo con un Teo inconsciente y uso todo mi humor negro para tratar de distraerme mientras Hasan se encarga de él. Casi con esperanza de que pudiera oírme. 

Me encontraba al lado de Victoria viendo cómo le administraba medicación y cuidados a Teodoro, no estaba para morirse, pero necesitaba atención urgente-Se ha dado un buen golpe-dije mirando al hombre-No tenemos un hospital aquí para hacerle ninguna prueba diagnóstica, pero seguramente solo sea una conmoción y se recuperará en breve-miré la cara de Teo.

-Vamos colega despierta, que te vas a perder toda la fiesta-dije intentando despertar a Teodoro mirando a continuación a Victoria-Al menos no hay sangre, eso es buena noticia-comenté mirando con detenimiento la cabeza del desmayado.

el dolor ha remitido levemente, lo suficiente para que pueda despertar-¿ Donde estamos?- digo mientras veo que estoy boca abajo en un frio suelo de piedra, los recuerdos del tiburon prehistorico vuelven a mi mente poco a poco- no me encuentro nada bien, la espalda me arde y duele a la par.

Victoria cortó el hilo de la aguja sobrante, inclinándose en la espalda, semidesnuda de Teodoro, cuando escuchó la reacción de este. 

Tenemos a la bella durmiente despierta, no te muevas, necesito que te den la vuelta delicadamente para terminar de vendarte por la otra parte, eso sí, voy a tener que rasgarte de todo la camiseta.

Y así fue cómo lo hizo. Entre Drake y el profesor, cambiaron de postura Teodoro  y Victoria le rasgó la camiseta, rompiéndosela completamente, y le vendó todo el torso. 

Las heridas de la pierna no corren peligro, aunque te la hemos tenido que desinfectar por si acaso. ¿Te encuentras algo? Posiblemente estés mareado.

Miró a todos los miembros restantes, posando sus ojos verdosos en los azules de Anteros y asintió. Podían continuar con el viaje. 

Cuando Hasan pregunta me llevo instintivamente la mano a la bolsa. Cuadernos y apuntes parece que están ahí. Asiento cuando miro a mis compañeros. Estoy asustado... si. Pero listo

Anteros, que se había mantenido al margen y silencioso mientras se daba el drama del pobre Teo, sin molestar porque sus conocimientos médicos eran más del tipo : cual es el modo más veloz de matar a alguien, o cual es el modo mas doloroso de matar a alguien, o cual es el modo de hacer que alguien cante hasta las entrañas.... pues se había hecho a un lado.

asintió cuando cruzo miradas con Victoria.

-Si ya estamos todos, en marcha -señalo, esperando que el resto siguiera a la par - ire en la retaguardia como siempre, vamos -ordeno siendo que el profesor y el submarinista debian guiarlos.